EL MILENIO

(Es muy necesario que se busquen y se lean todas las citas a las que se hacen
referencias)

¿En la Escatología general del Nuevo Testamento se enseña el “Milenio”?

“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la

segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de
Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”. Apocalipsis 20:6

La respuesta está en la analogía de la fe.

Jesús dijo que su venida marcaría el fin del mundo, dijo además que los cielos
y la tierra pasarían, pero nunca señaló un tiempo intermedio entre su segunda
venida y el fin del mundo. Él habló del “último día” que sería el día del juicio en
el que según el contexto general tanto histórico, como del Antiguo Testamento
lo señalaban como un día literal de 24 horas (Zacarías 3:9 -10). La frase “un
día” que aparece en este texto es “YOM EJAD” que gramaticalmente significa
un día literal según las reglas de la gramática hebrea y no un período de tiempo
indefinido como algunos afirman, y este día se refiere al fin como se ve
claramente por el contexto v.10 confirmado por Zacarías 14:1 y 7. En el v. 7 se
afirma que en aquel día habrá tarde y sin dudas este día es el día de Jehová y
es el último día del que habló Jesús donde todos resucitarían tanto justos como
injustos (vea Juan 11:24, Daniel 12:2, Juan 5:28-29, Mateo 25:31-32) para
ser juzgados; y es el último día porque después de este día ya no habrá más
día en el sentido físico, pues todo el mundo físico será destruido: 1 Pedro 4:7,
2 Pedro 3:10-11, Mateo 24:35 y no volverá a edificarse jamás: Isaías 24:19-
20, Apocalipsis 20:11, pues los redimidos pasarán a la casa del Padre, allá en
el Reino de los cielos donde no existen los días, pues es la herencia del Reino
de la luz, donde está el cielo nuevo y la tierra nueva, la Nueva Jerusalén, la
Jerusalén Celestial: Hebreos12:22-28, Juan 14:2-3, Juan 17:5 y 24. Jesús
afirmó que los justos resucitarían en el día final (Juan. 6:39); y esto no da
cabida a ningún milenio, pues si hay un milenio entre la segunda venida del
Señor en la cual los justos resucitarán y el juicio de los injustos, entonces ¿a
qué día final se referiría Él? y ¿a qué se refiere Pedro cuando afirma
categóricamente que el mismo día de la venida de Cristo todo el universo
desaparecerá? (2 Pedro 3:10); y ya que todo el mundo desaparece ¿dónde
queda el Milenio en esta historia?

La Analogía de la Fe en el N.T. no deja lugar para el Milenio, y aclaremos que

el único lugar en toda la Biblia donde se menciona es en Apocalipsis 20, el
Apocalipsis es un libro altamente simbólico como él mismo lo indica en su
lenguaje cargado de símbolos (Apocalipsis 1:20) y debe ser interpretado en
su género literario, el cual en algunas cosas sobre todo es simbólico y debe ser
interpretado en sus símbolos: siete espíritus, siete Iglesias , siete años, siete
ángeles, un Cordero degollado, el León de la tribu de Judá, cuatro jinetes que
cabalgan en la historia, plagas llenas de bichos rarísimos, estrellas que caen
del cielo sobre la tierra, 144, 000 sellados, una mujer parada encima de la
Luna, un Dragón con siete cabezas y diez cuernos, una prostituta borracha con
sangre montada sobre un monstruo y sentada sobre el agua, un jinete sobre un
caballo blanco manchado de sangre, ejércitos celestiales a caballo también,
etc. Amado hermano, ¿en realidad usted cree que esto deba ser tomado
literalmente? De ser así pronto se desatará la Guerra de las galaxias en versión
Bíblica. Pero no, sabemos que no es así, todos estos símbolos nos hablan de
la gran batalla que se está lidiando en el campo espiritual y tiene repercusión
en el mundo de los seres humanos y sobre todo en la Iglesia que, como cuerpo
místico de Cristo, gobierna en medio de sus enemigos (Salmos 110:1- 2).

Estos símbolos representan realidades espirituales desconocidas para nosotros

y revelada en ellos, es la batalla cósmica vista desde el cielo, pero descrita en
imágenes terrenales (Apocalipsis 4:1, Juan 3:12). El Apocalipsis es el último
libro de la Biblia, es cuando la Iglesia empieza a alcanzar madurez espiritual y
sufre terribles persecuciones, por lo cual está escrito en un sistema literario
conocido en aquella época con el propósito de proteger a la Iglesia del Imperio
Romano y animar a los cristianos a mantenerse a la espera de la segunda
venida de Cristo y a enseñarle que pese a todo lo que pase, ellos son más que
vencedores.
Debe tenerse en cuenta que nunca en la historia la Iglesia ha interpretado este
libro literalmente ya que ha aprendido a usar la Analogía de la Fe, la
comparación con otros textos para esclarecer el sentido del libro del
Apocalipsis, entendiendo que para una interpretación correcta del tal es
necesario tener en cuenta todo lo que el Nuevo Testamento enseña al
respecto.

La numerología es importantísima para el entendimiento de este libro, pues los

números lejos de indicar cifras matemáticas, hablan de realidades espirituales,
por ejemplo: Apocalipsis 1:4 ¿acaso Dios tiene siete espíritus, o más bien
significa esto la plenitud del Espíritu Santo?, así el 7 indica lo perfecto, el 12 lo
organizado y completo, el 1000 la plenitud de algo, así 144, 000 es 12 x 12 x
1000: la plenitud del pueblo santo organizado por Dios y no 144, 000 Israelitas
como superficialmente parece. También el 1000 indica la plenitud del tiempo en
que se cumple el Reino de Dios en su etapa terrenal ahora en la historia del
cristianismo y no mil años literalmente.

INTERPRETACION DE APOCALIPSIS 20

Esta plenitud empezó con la encarnación del Verbo Divino y su bautismo y

ministerio público. En Malaquías 3:1-2 se ve que el ángel que baja del cielo en
Apocalipsis 20 se refiere al enviado del Padre, el Hijo, el Ángel del Pacto, que
es el Ángel de Jehová de Éxodo 3 y que es Jehová mismo en la persona de su
Hijo conforme a Juan 1:18, el cual ató al dragón, con su presencia y el poder
del Espíritu Santo para comenzar su ministerio público y lo ató en cuanto a que
disminuyó su libertad y su poder, Jesús mismo declaró que él lo había atado en
Mateo 12:39, y puso su sello sobre él al desenmascararlo con la luz del
Evangelio para que no engañase encubiertamente a las naciones y en la cruz
le dio el golpe mortal (lo arrojó al abismo), es decir, lo hirió de muerte de una
vez y para siempre y lo despojó de todo poder judicial (Colosense 2:14-15) y lo
arrojó (Apocalipsis 12:9-10) y nos sentó en lugares celestiales con Cristo
(Efesios 2:6); y referente a las almas que resucitaron se refiere al nuevo
nacimiento en Cristo Jesús que nos dio entrada en el Reino de los cielos. Ya el
cristiano al morir no va al Hades, va a estar con Cristo en el Reino de los cielos.
Cuando Jesús aparezca y arrebate a su Iglesia (1Tesalonisences 4:16-17) a
los ojos de todas las naciones, Satanás estará libre de sus cadenas por un
instante, pero será condenado y arrojado al lago de fuego con sus demonios y
todos los impíos, juntamente en el juicio Universal y final de ese último día. En
Juan se habla de una resurrección espiritual ahora (el nuevo nacimiento) y una
completa en el último día (la resurrección universal corporalmente) (Juan 5:25,
28-29) He aquí las dos resurrecciones.

Aquí se afirma la doctrina de la seguridad de salvación pues declara que los de

la primera resurrección, es decir, los nacidos de nuevo en la vida de Cristo
ahora por la regeneración del Espíritu Santo, sobre éstos la muerte segunda no
tiene potestad de ningún tipo.

El milenio es la recapitulación de la historia de la victoria de Cristo y la era de la

Iglesia en medio de sus enemigos y triunfante sobre la muerte como dice en
1ra de Juan 5:13

Este va desde la cruz hasta la segunda venida de Cristo cuando en un mismo

momento TODOS RESUCITARÁN JUSTOS E IMPIOS, como afirma

Juan 5:28-29

" No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en
los sepulcros oirán su voz;

y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que
hicieron lo malo, a resurrección de condenación"

En la misma "hora", entonces habrá una rebelión ante el trono de Dios y este
los arrojará instantáneamente al lugar de castigo y condenación eterna y los
justos irán en ese mismo día a la casa del Padre celestial, la Nueva Jerusalén,
en el cielo, para vivir junto al Señor para siempre en la plenitud del gozo de
Dios y ministraran en su templo, en las delicias de la diestra de Dios para
siempre conforme al

Salmos 16:11

"Me mostrarás la senda de la vida;

En tu presencia hay plenitud de gozo;

Delicias a tu diestra para siempre". Y al

Salmos 23:6

"Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: y

en la casa del SEÑOR moraré por siempre".