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2. Las Últimas Cosas (escatología), Biblia de Estudio Teológico Reina Valera, Doctrina Bíblica.
2.1. El regreso de Cristo
El regreso de Jesucristo es la esperanza fundamental del NT. Su segunda venida será repentina (Mateo 24:44; 2
Pedro 3:10), personal, corporal (Juan 14:3; Hechos 1:11; 1 Tesalonicenses 4:16) y visible para todo el mundo
(Apocalipsis 1:7). Vendrá otra vez para reinar con poder como el Rey de reyes por toda la eternidad (Filipenses 2:9-11).
Si bien él ha dado señales que indican que el fin de los tiempos está cerca (Mateo 24:14,23-29; Marcos 13:10,19-26; 2
Tesalonicenses 2:1-10), Dios no nos ha revelado cuándo será el regreso de Cristo (Mateo 24:44; Marcos 13.32-33; Lucas
2:40). Por lo tanto, fijar fechas es hacer conjeturas inútiles y contrarias a la Biblia. Las advertencias de que Cristo vendrá
de pronto y sin aviso tienen el propósito de motivar a los creyentes a esperar con ansias y estar preparados, lo que
significa vivir una vida santa y tener una perspectiva de la eternidad. Los seguidores de Cristo deben renunciar a la
impiedad y a los deseos mundanos, y vivir «en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza
bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo» (Tito 2:12-13). Aunque la vida
en este mundo a veces puede ser muy buena, nunca puede compararse a la vida que tendremos cuando finalmente
seamos libres del pecado y tengamos la comunión sin restricciones que traerá aparejada la venida de Cristo (1 Juan 3:2).
Eso no impide que los cristianos se esfuercen y valoren este mundo enormemente; solo significa que los creyentes
deben darse cuenta de que lo mejor todavía está por venir para el día en que Cristo regrese. Su mayor esperanza y la
solución definitiva al sufrimiento de hoy están en la esperanza del regreso de Cristo. Ese día «el Señor mismo con voz
de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con él Señor» (1 Tesalonicenses 4:16-17). Se ordena
a los cristianos que se animen «los unos a los otros con estas palabras» (1 Tesalonicenses 4:18), que son palabras de
gran esperanza.
3.3. Comentario Bíblico Matthew Henry. Sistemas de interpretación del Apocalipsis. Pueden reducirse a cuatro:
3.3.1. Espiritualista. Este sistema sostiene que el Apocalipsis no tiene por objeto instruirnos sobre hechos
futuros, sino enseñarnos ciertos principios espirituales fundamentales. Este sistema se puede subdividir en tres escuelas
diferentes de pensamiento: radical, moderada y liberal, que pueden verse en J. F. Walvoord (The Revelation of Jesus
Christ, Moody Press, 1978, págs. 16, 17), aunque las tres coinciden en la línea general arriba expuesta. Contra esta
interpretación, hemos de objetar que lo que leemos aquí sobre la Segunda Venida del Señor, la resurrección final de los
muertos, el Juicio ante el Gran Trono Blanco, etc., son, sin duda, hechos literales futuros que no se pueden alegorizar
espiritualmente, sin más.
3.3.2. Preterista. Este sistema defiende que los hechos que Juan describe acontecieron ya en el Imperio Romano
en los días mismos en que el autor sagrado escribía este libro, es decir, hacia el final del siglo I de nuestra era. Esta
interpretación fue siempre del agrado de la Iglesia de Roma (v. el comentario a 20:1–4), especialmente después del
erudito estudio con que el jesuita Alcázar (siglo XVII) intentó de esa forma replicar a los argumentos de Lutero y Calvino,
quienes veían en la Iglesia de Roma la Babilonia de los capítulos 17 y 18 del Apocalipsis. Este punto de vista es
igualmente insostenible, ya que, para empezar, niega al libro su carácter esencial de profecía (v. Ap. 22:19 «… del libro
de esta profecía»—lit—.); además, es innegable, como ya hemos dicho antes, que Apocalipsis describe hechos
conectados con el final de los tiempos.
3.3.3. Historicista. Este sistema, sostenido por un gran número de autores, ve en el Apocalipsis sucesos, más o
menos relevantes, de la historia mundial, que tienen que ver con la Iglesia, desde el primer siglo de nuestra era hasta los
tiempos actuales. A pesar del gran número de sus adeptos, opino que este sistema es el más improbable y arbitrario de
todos, puesto que: (A) De poco habría aprovechado a los contemporáneos de Juan, que nada sabían de la futura historia
de la humanidad; (B) De poco serviría igualmente a los creyentes de nuestra época, conozcan o no los hechos de la
historia, pues no les sirven de bendición ni consuelo; (C) La selección que los partidarios de este sistema hacen de los
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sucesos de la historia no puede ser más arbitraria. (D) En fin, ¿qué hacer, en ese caso, con las bienaventuranzas de 1:3;
22:7, por ejemplo?
3.3.4. Futurista. Es el sistema de todos los exégetas que interpretan la profecía en su sentido literal, y trata de
deslindar bien lo factual de lo simbólico.
Negar —dice W. M. Smith— que el Apocalipsis es un libro de profecía predictiva equivale a hacer caso omiso del
estilo, del tema y de los acontecimientos futuros registrados en el Apocalipsis. Fuera de toda duda, la Segunda Venida, el
conflicto final de Cristo con las fuerzas del mal, el milenio, el juicio postrero, son sucesos pertenecientes todavía al
futuro. El esquema futurista de interpretación insiste en que las visiones de este libro, en su mayor parte, se cumplirán
hacia el fin y en el fin de la era presente (ob. cit., pág. 1499).
3.5. Nuevo Manual Bíblico de Unger. Merrill F. Unger (Revisado por Gary N. Larson, Editorial Portavoz)
Métodos de Interpretación:
3.5.1. El método espiritualizante: Este método se basa en la interpretación mística o alegórica de la mayor parte
del libro. Fue aplicado por Clemente de Alejandría, Orígenes y posteriormente Agustín y Jerónimo. Los intérpretes
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contemporáneos que siguen este método sugieren que el libro trata, principalmente, de la lucha entablada entre la
iglesia y el mal en todos los tiempos, estimulado de esa manera a los santos que han sido probados. Tal interpretación,
sin embargo, no logra dar una explicación satisfactoria del libro, en su contexto general, e ignora prácticamente las
pretensiones de su naturaleza profética (1:3; 10:11; 22:7,10,18,19). Tampoco logra reconocer la clave interpretativa del
libro (1:19) y al enfocamiento de la revelación sobre la segunda venida, incluyendo los hechos culminantes que la siguen
(1:7; 3:11; 16:15; 22:7,12).
3.5.2. El método pretérito: Esta escuela interpretativa sostiene que lo que dice el libro ya se ha cumplido
prácticamente en su totalidad. Los más antiguos sostenedores de este método mantienen que sus profecías se
cumplieron con la derrota de los judíos enemigos de la iglesia primitiva durante el reinado de Nerón (cap 6-11), y que el
resto de los capítulos corresponden a un incierto tiempo futuro. Desde el siglo XVII en adelante, los preteristas han
sostenido que los conflictos de la iglesia con el judaísmo están indicados en los capítulos 4-11, y con el paganismo en los
capítulos 11-19, mientras que los capítulos 20-22 describen su triunfo presente. Esta posición ignora la llave
interpretativa de 1:19, le asigna significados arbitrarios a los símbolos que contiene el libro y no puede dar cuenta de un
corto lapso que cubre los sucesos descriptos en los capítulos 4 a 19, que preceden a la segunda venida.
3.5.3. El método histórico sin solución de continuidad. Los que propugnan este método sostienen que el
Apocalipsis cubre íntegramente el lapso de la historia de la iglesia desde los tiempos de Juan hasta el fin del mundo.
Este punto de vista ha sido muy popular desde la época de Berengaud (siglo IX) y Joaquín (siglo XII). También adhirieron
a este método Wycliffe, Lutero, Joseph Mede, Isaac Newton, Bengel, Barnes y otros. Las fallas de los dos métodos
anteriores también se perciben en este método e interpretación. No logra correlacionar el libro con las profecías
bíblicas en su conjunto, y deja los detalles del Apocalipsis sin explicación adecuada.
3.5.4. El método futurista: Esta escuela utiliza la llave de 1:19 como guía para asignar la mayor parte del libro
(capítulos 4 al 22) al futuro, fundamentando su interpretación en las profecías del AT tales como las que se refieren al
“día del Señor” (Isaías 2:10-22; 4:1-6; 34:1-17), el reino (Isaías 35:1-10), y la segunda venida de Cristo (Zacarías 14). Las
profecías del NT que refieren al retorno de Cristo están correlacionadas con los sucesos registrados en Apocalipsis (Por
ejemplo: Mateo 24-25; Marcos 13; Lucas 21).
3.5.5. El punto de Vista de la iglesia primitiva: Los Padres de la Iglesia Primitiva evidentemente favorecían el
punto de vista futurista debido a su convicción del inminente retorno del Señor, su reino terrenal subsiguiente (Hechos
1:6), y en un periodo de gran tribulación que precedería e inauguraría ese reinado. Justino Mártir, Ireneo, Hipólito,
Tertuliano y Victorino sostenían el punto de vista literal del futuro reino.
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