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UNIVERSIDAD DEL BIENESTAR BENITO JUÁREZ GARCÍA

CRISIS HIPERTENSIVA
¿Urgencia o Emergencia?

Damián Alavez Claudia Jazmín


DEFINICIÓN

Se define como una elevación aguda de


Es la ausencia o presencia de daño en
la presión arterial (PA) capaz de
órganos diana la que nos permite
producir, al menos en teoría,
clasificar la elevación de la PA en
alteraciones funcionales o estructurales
urgencia hipertensiva (UH) (sin daño) o
en los órganos diana de la HTA: corazón,
EH (con daño de órgano diana).
cerebro, riñón, retina y arterias.

PA >180/110 mmHg
EPIDEMIOLOGÍA
A nivel mundial la HTA es una
enfermedad que mata al año 7.1 Su ocurrencia es mayor en px
millones de personas. masculinos de entre 40 y 50 años

En los ancianos >65 años el 0.5% de


consulta en el servicio de urgencia
La prevalencia de HTA fue 49.4%
es por CH
(según AHA)
70% desconocía su diagnóstico

Entre el 1 y el 2% de todos los hipertensos


adultos cursarán con una crisis hipertensiva en
algún momento de su evolución
• Según la clasificación JNC-7, 30.2% de los adultos tenía HTA y 51.0% ignoraba su diagnóstico.
• Entre adultos con diagnóstico previo de HTA, 54.9% tuvo TA controlada.
Campos-Nonato, I., Hernández-Barrera, L., Oviedo-Solís, C. I., Ramírez-Villalobos, D., Hernández-Prado, B., & Barquera, S. (2021). Epidemiología de la hipertensión arterial en adultos mexicanos: diagnóstico, control y tendencias. Ensanut 2020. Salud Publica De Mexico , 63(6, Nov-Dic), 692-
704. https://doi.org/10.21149/12851
CLASIFICACION

UH
Pseudo-CH EH
Consiste en un ascenso
Elevación de las cifras es Es la verdadera patología
aislado de cifras de PA pero
consecuencia y no causa de la urgente asociada a la
sin afectación de órgano
enfermedad del paciente. elevación de la PA y por eso
diana. La principal causa es el
Suele deberse a situaciones tiempo-dependiente. Se
abandono del tratamiento
agudas como el dolor o la caracteriza más por la
previo, no suele necesitar
ansiedad o a patologías como presencia de daño de órgano
pruebas complementarias y
traumas, hipoxia o retención diana que por la cifra de PA.
suele revertir con
urinaria. El objetivo terapéutico se
administración de la
El tratamiento se basa en el medicación habitual o ajuste recomienda conseguir en
desencadenante (analgesia de la previa. pocas horas y bajo
para el dolor, sondaje para la supervisión estricta y por ello
El objetivo terapéutico se
retención de orina, oxígeno es de elección la vía
recomienda conseguir en no
para la hipoxia, etc.). intravenosa
menos de 24-48 h.
FACTORES DESENCADENANTES

Mal control habitual de la HTA

Abandono terapéutico

Edad avanzada

Alcohol y Tabaquismo

Fármacos y Drogas
MANIFESTACIONES CLINICAS
Las manifestaciones clínicas de las CH permitirán discernir la presencia o ausencia de daño de órgano diana.

• Cefalea (22%)
• Epistaxis (17%)
• Debilidad (10%)
Urgencia
• Agitación (10%)
Hipertensiva • Nausea

• Dolor torácico (21%)


• Disnea (22%)
• Déficit neurológico (24%)
Emergencia
• Visión borrosa
Hipertensiva • Retinopatía III o IV
• Estertores
• 3° ruido
DIAGNOSTICO Y PRUEBAS
Anamnesis
COMPLEMENTARIAS

Confirmación de las cifras de PA.


Preferiblemente con el paciente en decúbito supino o
sedestación.
Exploración Física

Las pruebas complementarias se deberán pedir de


forma individualizada

Exploraciones
complementarias UH:
EH:
Sistemático de orina,
Según la sospecha clínica
electrocardiograma (ECG,
tras anamnesis y
radiografía (Rx)
exploración física
posteroanterior y lateral
TRATAMIENTO PARA URGENCIA
HIPERTENSIVA
Principal objetivo reducir la presión arterial media en un 20%, o la PAD por debajo de 120 mmHg en un período
de 24–48 h. Con estos valores se asegura una mínima incidencia de hipoperfusión cerebral, coronaria y renal.

CRITERIOS DE INGRESO
• Deben ingresar en el área de observación del servicio de urgencias los pacientes que presentan una urgencia hipertensiva que no
se ha controlado con el segundo escalón terapéutico.

Antes de iniciar el tratamiento con fármacos hipotensores es necesario tener presentes las
siguientes consideraciones:
• La brusca reducción de la presión arterial puede inducir una isquemia en los órganos diana.
• En ningún caso la presión arterial debe descender por debajo de las cifras tensionales habituales del paciente.
• Los fármacos antihipertensivos inicialmente, de manera aislada y en la dosis más bajas.
• Si no se obtiene respuesta, se incrementa la dosis de forma progresiva y se asocian otros fármacos hipotensores hasta
controlar las cifras tensionales.
• Debe descartarse cualquier enfermedad, asociada o no al proceso hipertensivo, que contraindique
• la administración de un determinado fármaco hipotensor.
Escalones terapéuticos

En la urgencia hipertensiva se establecen tres escalones terapéuticos:

• Administración de nifedipino o captopril, por vía oral o sublingual.


• Si ambos fármacos están contraindicados en un mismo paciente se administra labetalol (Trandate®,
Primer comprimidos de 100 y 200 mg) en dosis de 50 mg por vía oral.
escalón • Si éste también está contraindicado se administra el fármaco correspondiente al segundo escalón terapéutico.

• Administración de furosemida por vía oral o intravenosa.


Segundo
escalón

• Administración de urapidil por vía intravenosa. Como alternativa, puede utilizarse labetalol por la misma vía.
Tercer
escalón
Presentación y la dosificación de los fármacos utilizados en el tratamiento de la urgencia
hipertensiva
Primer escalón terapéutico
Nifedipino
• Se administra en dosis inicial de 10 mg por vía oral o sublingual
• A los 30 min de la administración se vuelve a medir la presión arterial. Si se obtienen las cifras tensionales
deseadas se procede al alta del paciente y, si es necesario, se instaura o ajusta el tratamiento antihipertensivo
de base.
• Si, por el contrario, persiste la urgencia hipertensiva, se administra una segunda dosis de 10 mg por la misma
vía y se vuelve a tomar la presión arterial al cabo de 30 min.
• Si continúa la urgencia hipertensiva se administra furosemida (segundo escalón terapéutico).

Captopril
• El captopril se administra en dosis de 25 mg, por vía oral o sublingual
• A los 30 min se mide la presión arterial. Si se controla la urgencia hipertensiva, se procede al alta del paciente
• Si por el contrario, las cifras tensionales permanecen elevadas, se administra un nuevo comprimido de 25 mg
por la misma vía.
• Si transcurridos otros 30 min no ha habido respuesta, se pasa al segundo escalón terapéutico (furosemida).
• El captopril está contraindicado en pacientes con hiperpotasemia o insuficiencia renal.
Segundo escalón terapéutico
Furosemida
• La furosemida se administra en dosis de 20 mg (una ampolla) por vía intravenosa, o 40 mg (un comprimido) por
vía oral
• Pueden repetirse a los 30 min si es necesario
• Debe administrarse con precaución en pacientes con cardiopatía isquémica o aneurisma disecante de aorta.
Tercer escalón terapéutico
Urapidil
• Se administra inicialmente en dosis de 25 mg (media ampolla) por vía intravenosa, en 20 s, que se repite a los 5 min y por
idéntica vía si no se obtiene la respuesta adecuada.
• Si transcurridos 15 min de esta segunda dosis aún no se ha controlado la urgencia hipertensiva, se administran 50 mg (una
ampolla) por vía intravenosa en 20 s.
• En general, esta dosis de ataque es suficiente para yugular una urgencia hipertensiva; sin embargo, en determinadas
situaciones puede ser necesario establecer una terapia de mantenimiento por vía intravenosa. Para ello, se diluyen 5
ampollas (250 mg) del preparado comercial de esta sustancia en 500 ml de suero glucosado al 5%, y se perfunde a 7
gotas/min (21 ml/h), que equivalen a 0,16 mg/min. Esta dosis puede incrementarse hasta alcanzar las 21 gotas/min (63
ml/h).
• Este fármaco se utiliza también para el tratamiento de la encefalopatía hipertensiva y de la hemorragia intracraneal causada
por hipertensión arterial. Debe administrarse con precaución en pacientes con insuficiencia hepática grave.

Labetalol
• Se administra en bolo intravenoso lento, en dosis de 20 mg (4 ml) cada 5 min, hasta el control de las cifras tensionales o
hasta la administración de 100 mg (una ampolla).
• Si es necesario, se inicia perfusión intravenosa en dosis inicial de 0,5–2 mg/min, para lo cual se diluyen dos ampollas (200
mg) del preparado comercial en 200 ml de suero glucosado al 5%, y se perfunde a un ritmo de 12–48 gotas/min (36–144
ml/h) hasta la normalización de la presión arterial, sin sobrepasar la dosis total de 300 mg.
• Una vez controlada la urgencia hipertensiva puede utilizarse la vía oral, en dosis inicial de 100 mg/12 h.
• Este fármaco también se utiliza en el tratamiento de la encefalopatía hipertensiva, el accidente cerebrovascular secundario
a hipertensión arterial y el aneurisma disecante de aorta.
• Está contraindicado en la insuficiencia cardíaca con fallo sistólico, la isquemia arterial periférica y la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica.
TRATAMIENTO PARA EMERGENCIA HIPERTENSIVA
Todos los pacientes que presenten una emergencia hipertensiva requieren ingreso hospitalario una vez
tratados. La ubicación posterior del enfermo, bien en el área de observación del servicio de urgencias,
en la unidad de cuidados intensivos

Monitorización Iniciar perfusión de


continua de la suero glucosado al Valoración periódica Sondaje vesical con
Canalización de una
Medidas generales presión arterial y del 5% a un ritmo de 7 del estado de medición de diuresis
vía venosa periférica
ritmo y de la gotas por minuto (de conciencia. horaria.
frecuencia cardíacos. mantenimiento).
Diagnóstico y tratamiento de las crisis hipertensivas en los tres niveles de atención. Guía de Práctica Clínica: Evidencias y Recomendaciones. México, CENETEC; 2020 [25 de octubre]. Disponible en: http://www.cenetec-difusion.com/CMGPC/GPC-SS-155-
20/ER.pdf

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