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Una mención específica merece la hipertensión en el embarazo, ya que a diferencia de otras crisis
hipertensivas, cifras de PA > 170/110 mmHg son suficientes para producir preeclampsia y
eclampsia.
Dentro del concepto de CH, cabe diferenciar cuatro situaciones que precisan un abordaje distinto:
• Emergencia hipertensiva (EH): elevación aguda de la PA que se acompaña de
alteraciones orgánicas graves (fundamentalmente a nivel cardíaco, cerebral o renal).
Suponen un riesgo de lesión irreversible, amenazan la vida del paciente y requieren un
descenso precoz de las cifras de PA en el plazo de pocas horas con la administración de
tratamiento endovenoso a nivel hospitalario. Entre las EH se incluye la eclampsia.
• Urgencia hipertensiva (UH): elevación aguda de la PA en un paciente asintomático o con
síntomas inespecíficos que no implica una afectación grave de órganos diana y que, por
tanto, no supone un riesgo vital inmediato. Permite un tratamiento menos inmediato (horas-
días) con medicación oral y un abordaje inicial extrahospitalario.
• HTA acelerada o maligna: CH que se acompaña de exudados retinianos o edema de
papila y puede asociarse a nefropatía o encefalopatía. Suele manifestarse con alteraciones
visuales o del sedimento urinario. Aunque generalmente no supone un riesgo vital inmediato
y se considera una forma de UH, el manejo inicial será hospitalario.
• Seudocrisis hipertensiva o falsa UH: elevación tensional aguda asintomática sin
repercusión orgánica, reactiva a estímulos agudos como dolor intenso o cuadros de
ansiedad. Habitualmente no precisa tratamiento específico ya que los valores de PA se
normalizan cuando desaparece el factor desencadenante.
EpidemiologíaLa HTA es una enfermedad de alta prevalencia. Afecta al 25% de la
población adulta, con porcentajes más elevados en personas de mayor edad 1. Si se consideran las
UH, su prevalencia se sitúa entre el 1 y el 7% del total de urgencias atendidas en medios
ambulatorios u hospitalarios. Un estudio realizado por el Grupo de HTA de la Sociedad Andaluza
de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFyC) encontró que la prevalencia de CH representó el 2%
del total de asistencias atendidas en un período de 6 meses en un punto de urgencias
extrahospitalarias de un centro de salud rural2.
EtiopatogeniaLas CH pueden producirse en pacientes con HTA previa o aparecer sin
antecedentes de PA elevadas. Cualquier alteración en los múltiples sistemas de control de la PA
(sistema nervioso autónomo, eje renina-angiotensina-aldosterona, equilibrio endotelio-óxido nítrico,
sustancias vasodilatadoras-vasoconstrictoras, resistencias vasculares periféricas, etc.) pueden
desencadenarlas.
CausasEn la tabla 2 se detallan las situaciones clínicas que con mayor frecuencia pueden
asociarse a CH.
introducción
La toma de Presión Venosa Central (PVC) consiste en la medición de la presión que existe en la
aurícula derecha para valorar la volemia y el tono vascular del paciente, se mide en cm de agua. Esta
medición sólo será posible realizarla si el paciente tiene canalizada una vía central.
Material
Guantes desechables no estériles.
Palo de suero.
Suero fisiológico de 500cc.
Sistema de Presión Venosa Central (equipo doble de infusión y regleta graduada en cm de
agua).
LLave de tres pasos.
Procedimiento
Lo primero que haremos en informar al paciente de la técnica que vamos a practicarle. Colocaremos al
paciente en decúbito supino, pondremos la cama en horizontal y retiraremos las almohadas. Nos
lavaremos las manos y nos pondremos los guantes. Purgaremos el sistema de PVC con el suero salino
y cerraremos la llave. A continuación, ajustaremos la regleta al palo de suero y haremos que el cero de
la regleta coincida con la línea auricular del paciente (línea media axilar). La llave de tres pasos será la
unión del sistema de PVC, regleta y la luz más distal de la vía central del paciente. Giraremos la llave de
manera que la luz del paciente quede cerrada y que podamos llenar la regleta con suero (hasta unos 20
cm), después giraremos la llave en posición paciente-regleta, observaremos como en la regleta va
descendiendo la columna de líquido con pequeñas oscilaciones, cuando se pare definitivamente
observaremos el valor numérico que nos da y esperaremos varios movimientos respiratorios para
confirmar el valor, ese será el resultado de la toma de PVC. Los valores normales en aurícula derecha
van de 0 a +5 cm de agua, si nos da un valor a partir de -5 o de +15, tendremos que repetir la medición
para asegurarnos que son valores reales.