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LAVADO PERITONEAL DIAGNOSTICO
LAVADO ABDOMINAL Vigencia: Febrero de 2018

1. DEFINICIÓN.

El lavado peritoneal diagnóstico es un procedimiento invasivo utilizado en el paciente politraumatizado con


trauma abdominal cerrado para la detección de sangrado intraperitoneal.

Lavado Peritoneal Diagnóstico (LPD): Cuando se presentan patologías que comprometen la cavidad
peritoneal como úlcera péptica perforada, apendicitis perforada, trauma de órganos huecos y trauma de
grandes vasos intra-abdominales y se contamina la cavidad abdominal por sangre, materia fecal o cualquier
otro material, se puede llegar a un diagnóstico aproximado haciendo un estudio de líquido peritoneal
obtenido en el paciente mediante un procedimiento llamado Lavado Peritoneal Diagnostico (LPD). Desde
su introducción por Root et al en 1965, quienes reportaron un 100% de certeza diagnóstica para la
identificación de hemoperitoneo usando 1 L de líquido de lavado peritoneal, este procedimiento ha probado
ser de gran eficacia y enorme valor práctico en el manejo del paciente con trauma mayor, en virtud de su
muy alta sensibilidad (98%) y mínima tasa de resultados falsos. Se debe mencionar sin embargo, que es
menos específico para determinar el tipo o la extensión de la lesión.

A pesar del advenimiento de las técnicas modernas de imagenología diagnóstica: tomografía,


ultrasonografía (FAST), arteriografía o resonancia magnética; el LPD continúa siendo una herramienta
diagnóstica para el paciente inestable con trauma cerrado de abdomen, con el fin de determinar de una
manera rápida la presencia de hemorragia intraperitoneal, y con esto definir la necesidad de manejo
quirúrgico.

Lavado Abdominal: Con respecto al lavado abdominal, este es un procedimiento quirúrgico que se utiliza
para el manejo del abdomen abierto, con indicaciones y técnicas claras que se aplican según las
circunstancias de cada paciente. No es un procedimiento que se realice regularmente en la unidad de
cuidado intensivo (UCI) aunque ocasionalmente y por circunstancias propias del paciente y su patología,
podría realizarse en UCI con el apoyo de un anestesiólogo y siempre por el cirujano tratante del paciente.
Para este se aplican todos los protocolos quirúrgicos en relación con el mismo y las guías de manejo
anestésico de este grupo de paciente.

2. OBJETIVO.

Describir el procedimiento del LPD a realizarse en los pacientes ingresados a la unidad de cuidado intensivo
con patología abdominal de posible manejo quirúrgico. El procedimiento está indicado cuando hay dudas
para realizar laparotomía exploradora, como son el paciente inconsciente, el paciente con trauma
encefalocraneano (TEC) o con imposibilidad de manifestar sintomatología de origen abdominal.

3. ALCANCE.

El grupo poblacional objetivo para este documento son pacientes con patología quirúrgica abdominal en
los cuales se requiera un estudio del líquido peritoneal para el diagnóstico. Es un procedimiento a realizarse
en salas de urgencias, en la unidad de cuidado intensivo y en el quirófano. Inicia con la indicación del
procedimiento cuando se tienen dudas de la indicación quirúrgica y finaliza con la recuperación del líquido
peritoneal infundido a la cavidad a través del catéter de lavado peritoneal. Debe quedar registro en la
Historia Clínica Electrónica del resultados del LPD y la conducta definitiva luego de realizado el
procedimiento.
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4. MEDICAMENTOS Y DISPOSITIVOS MEDICOS U ODONTOLOGICOS UTILIZADOS EN EL


PROCEDIMIENTO

El equipo necesario para la realización de un LPD incluye los siguientes insumos:

 Elementos de protección personal (gorro, gafas y mascarilla).


 Gasas estériles.
 Jabón antiséptico (Clorhexidina 2%).
 Guantes estériles.
 Equipo de cirugía general.
 Bata estéril.
 Campos de ojo estériles.
 1 sonda Foley (el calibre de la sonda depende del paciente).
 1 sonda nasogástrica Levin preferiblemente de calibre mayor.
 2 bolsas colectoras (Cystofló).
 1 apósito estéril (para cubrir la herida quirúrgica al terminar).
 Jeringas de 10 mL y 20 mL
 1 Lidocaína al 1% con Epinefrina.
 1 hoja de bisturí (el número de la cuchilla depende del porta bisturí).
 1 catéter de diálisis peritoneal (Tenckhoff), si no se dispone, entonces, 1 equipo de venoclísis (para la
técnica abierta).
 1 catéter central monolumen (PARA LA TÉCNICA CERRADA).
 1 sutura de material sintético absorbible con aguja.
 1 bolsa de Lactato de Ringer o Solución Salina Normal al 0.9% de 1000 ml (deben estar previamente
calentados a temperatura corporal).
 Pato o riñonera para drenaje de fluidos.
 Frascos estériles de laboratorio.
 1 faja elástica abdominal o 1 vendaje elástico ancho.

5. INDICACIONES.

Las indicaciones para el lavado peritoneal los podemos mencionar así:

 Politraumatismo con hipotensión persistente no explicada por hemorragia externa, intratorácica o


esquelética.
 Politraumatismo con lesión craneoencefálica y alteraciones de conciencia.
 Traumatismo abdominal no penetrante con signos de lesión grave a nivel de la pared abdominal.
 Estado comatoso, de embriaguez o bajo acción de drogas de efecto neurológico y con huellas de
traumatismo múltiple.
 Politraumatismo con lesión de medula espinal y alteraciones de la sensibilidad secundarias al
traumatismo.
 Lesión grave de la región inferior del tórax.
 Heridas penetrante de un hemitórax por debajo del quinto espacio intercostal, con sospecha de lesión
diafragmática o visceral.
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 Politraumatismo con lesiones graves de los tejidos blandos en dos extremidades, una superior y una
inferior.
 El LPD puede ser útil en la evaluación de una posible peritonitis o ruptura de víscera en paciente con
alteración del estado de conciencia y sin ninguna evidencia de injuria traumática.
 El LPD puede ser considerado en pacientes críticamente enfermos con sepsis para determinar si una
infección intra-abdominal es la causa subyacente.

Cuando el LPD es usado para documentar infección abdominal, un conteo de leucocitos mayor de 500
células x mm3 del líquido del lavado es considerado positivo. El LPD puede tener también algún papel
terapéutico. Es muy efectivo en calentar pacientes con hipotermia severa. Puede tener algún potencial
como lavado de cavidad en algunas patologías, pero esto no ha sido confirmado en múltiples estudios
clínicos.

6. PRECAUCIONES.

Una de las precauciones más importantes es pasar una sonda vesical y una sonda nasogástrica para
evacuación de la vejiga y del estómago previo al inicio de procedimiento, esto para prevenir lesión
traumática iatrogénica vesical o gástrica durante el procedimiento. El paciente debe estar siempre colocado
en posición supina para la cualquiera de las tres técnicas descritas.

7. CONTRAINDICACIONES.

El LPD no debe ser realizado en pacientes con claras indicaciones de laparotomía inmediata.
Las contraindicaciones son:

 Necesidad de realizar laparotomía inmediata.


 Múltiples cirugías abdominales previas que presupongan un procedimiento de riesgo aumentado.

Son contraindicaciones relativas:

 Obesidad extrema.
 Embarazo en segundo o tercer trimestre.
 Cirrosis avanzada.
 Cuagulopatía preexistente.

8. PREPARACIÓN.

La preparación para el LPD se describe con detalle en el punto siguiente.

9. DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO.

Están descritas tres técnicas para el LPD: Técnica Abierta, Técnica Semicerrada y Técnica percutánea
cerrada. La Técnica Abierta se realiza haciendo una incisión en la línea media infra umbilical hasta abordar
la cavidad peritoneal que permita la colocación del catéter de lavado peritoneal bajo visión directa. La
Técnica Semicerrada requiere una incisión más pequeña que la técnica abierta y usa un catéter de lavado
peritoneal con un estilete metálico para lograr la entrada a la cavidad abdominal. La Técnica Percutánea
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Cerrada se realiza utilizando la técnica de Seldinger para pasar una guía metálica; posteriormente se pasa
una sonda fenestrada de grueso calibre que puede ser un catéter para diálisis. Es fácil de realizar, puede
hacerse rápidamente, es segura, con una baja tasa de complicaciones y se considera tan exacta con la
técnica abierta. En todos los casos, se infunde 1L se solución a la cavidad peritoneal y posteriormente se
recupera la mayor cantidad de líquido posible.
Veamos los pasos para estas tres técnicas:

ACTIVIDAD RESPONSABLE
Para realizar la tecnica abierta siga los siguientes pasos:
Se introduce sonda vesical y se conecta a drenaje. Enfermería
Se introduce sonda nasogástrica y se aspira el estómago Enfermería
Se prepara la pared anterior del abdomen, ampliamente, como para una
Enfermería
laparotomía, y se colocan campos estériles.
En un punto situado en la línea media, 2-3 cm por debajo del ombligo (o
paramediano, 1 cm lateral al ombligo), se infiltra anestesia local; se prefiere Médico especialista
Lidocaína al 1% con Epinefrina.
Se incide la piel por una distancia de 2-3 cm; en pacientes obesos pueden ser 6
Médico especialista
cm.
Mediante separadores adecuados y haciendo meticulosa hemostasia (para evitar
resultados falsos positivos por contaminación de la cavidad peritoneal con sangre
Médico especialista
de la pared) se avanza a través el tejido subcutáneo y se separan los haces
musculares.
Se toma la fascia con "clamps", se incide la fascia y se atraviesa con cuidado la
grasa preperitoneal para exponer el peritoneo, el cual es tomado con pinzas y se Médico especialista
procede a incidirlo.
Se introduce suavemente un catéter de diálisis peritoneal tratando de llevarlo hacia
la pelvis, en la dirección del fondo de saco de Douglas. Si no se dispone de este
tipo de catéter, se puede emplear el tubo de un equipo de venoclísis desprovisto Médico especialista
de empates distales, al cual se le hacen unos quince orificios que abarque cada
uno, como máximo, un cuarto de la luz del tubo.
Se conecta a una jeringa y se aspira. Si se obtiene sangre, bilis, líquido intestinal,
orina o material fecal, el procedimiento es considerado POSITIVO y se procede
Médico especialista
con la laparotomía. Si la aspiración es negativa se continúa con los siguientes
pasos:
Se coloca una sutura en jareta para asegurar que no haya escape de líquido
alrededor del catéter, y se instilan 10-20 mL/kg de Lactato de Ringer o de Solución
Médico especialista
Salina (ambos tibios), hasta un total de 1 L, en un lapso de 10-15 minutos. Estas
soluciones deben se previamente calentadas para evitar hipotermia.
Una vez que el líquido se encuentre en el abdomen, se balancea al paciente (o a
la camilla) para lograr su distribución en toda la cavidad peritoneal y su mezcla con Médico especialista
la sangre que allí pueda encontrarse.
Luego de 5-10 minutos se procede a drenar el líquido a un recipiente colocado en
el piso (a no menos de 1 metro por debajo del abdomen del paciente): el drenaje
Médico especialista
es por sifonaje y gravedad, por lo cual el recipiente debe tener escape de aire (no
puede ser un sistema cerrado). Si es posible, se cambia la posición del paciente y
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se comprime suavemente el abdomen con la mano. Si el líquido no retorna, debe


considerarse la posibilidad de ruptura del diafragma.
Un mínimo de 250mL de líquido recuperado se considera una muestra
representativa del líquido peritoneal. Se examina el líquido, tomando por lo menos
cuatro muestras: una para recuento de eritrocitos y leucocitos, una para amilasa, Médico especialista
una para bilis y una para coloración con Gram para buscar bacterias o partículas
de materia.
Se sutura la fascia con material sintético absorbible, se cierra la piel y se coloca
Médico especialista
una venda.
Para realizar la tecnica semicerrada siga los siguientes pasos:
Es muy similar a la técnica abierta, solo que una vez expuesta la fascia, esta no se
incide sino que se tracciona aplicando pinzas o fórceps hemostáticos sobre los
extremos de la línea alba para evitar lesión de estructuras intra-abdominales y
luego el catéter de diálisis peritoneal con un estilete metálico en su interior se
inserta a través del peritoneo cerrado dentro de la cavidad peritoneal a un ángulo
Médico especialista
de 45º con la pared abdominal anterior y dirigido hacia la pelvis. Cuando el estilete
Enfermería
metálico está dentro de la cavidad, el catéter se avanza hacia la pelvis y luego se
retira el estilete metálico. Posteriormente se procede de forma idéntica al lavado
abierto como se describió. Una vez terminado el procedimiento, se retira el catéter
y la fascia debe ser aproximada con sutura. Finalmente se cierra la piel y un apósito
estéril se coloca sobre el sitio.
Para la tecnica percutánea cerrada siga los siguientes pasos:
Se introduce sonda vesical y nasogástrica. Enfermería
Se prepara la piel del abdomen. Enfermería
Se colocan campos estériles y se infiltra la piel con Lidocaína al 1% con Epinefrina. Médico especialista
Se hace una pequeña incisión en la piel, apenas lo suficiente para dar paso a una
aguja calibre No. 18 y luego al catéter de lavado. La incisión se hace justo en el Médico especialista
borde inferior del ombligo y debe ser máximo de 5mm.
Se introduce una aguja calibre No. 18 hasta la cavidad peritoneal. Esta debe ser
angulada hacia la pelvis con un ángulo de 45º con la piel. Luego se avanza una
Médico especialista
guía de alambre flexible con punta de “J” a través de la aguja y debe también
dirigirse hacia la pelvis manteniendo la ajuga en un ángulo de 45º.
Se retira la aguja y un catéter de lavado peritoneal se inserta sobre la guía haciendo
un movimiento como "atornillando". Luego se retira la guía y una jeringa de 10mL
es colocada sobre al catéter para aspiración. Si sangre libre es retornada por el
Médico especialista
catéter peritoneal antes de la colocación de la jeringa, o si sangre libre es aspirada
fácilmente al barril de la misma, el procedimiento se considera POSITIVO, se retira
el catéter y el paciente debe ser llevado de inmediato a laparotomía exploratoria.
Si se obtienen menos de 10mL, se procede con el lavado con 1 L de Lactato de
Ringer en el adulto y 15 mL/kg en niños. Estas soluciones deben ser previamente Médico especialista
calentadas para evitar hipotermia.
Luego se procede de la misma manera que en el lavado abierto para la
recuperación de líquido de la cavidad abdominal y para él envió de muestras al Médico especialista
laboratorio.
Una vez terminado el lavado, se procede al retiro del catéter y se colca un apósito
Médico especialista
estéril sobre el sitio de inserción del mismo.
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La sutura de aproximación de los extremos de la piel no es necesarios cuando una


Médico especialista
técnica cerrada se es usada para realizar un LPD.

INTERPRETACION.

El LPD se caracteriza por un alto índice de certeza, >98%, con muy bajas tasas de resultados falsos
negativos. Se considera positivo el lavado cuando está presente por lo menos uno de los siguientes
"criterios estándar" dependiente del tipo de escenario:

Trauma abdominal no penetrante: Los criterios de positividad son:

 Sangre gruesa que regresa inmediatamente por el catéter.


 Salida inmediata de contenido intestinal o restos alimentarios o bilis.
 Aspiración por una jeringa conectada al catéter de 10mL de sangre.
 Salida del líquido del lavado a través de un tubo a tórax o una sonda vesical.
 Un conteo de Glóbulos Rojos mayor a 100000 hematíes x mm3.
 Un conteo de Leucocitos mayor a 500 x mm3.
 Un nivel de amilasas en el líquido > a 175 U x cada 100mL de líquido.
 Una relación de conteo celular > 1.

Trauma abdominal penetrante: Los criterios de positividad son:

 Sangre gruesa que regresa inmediatamente por el catéter.


 Salida inmediata de contenido intestinal o restos alimentarios o bilis.
 Aspiración por una jeringa conectada al catéter de 10mL de sangre.
 Salida del líquido del lavado a través de un tubo a tórax o una sonda vesical.
 Un conteo de Glóbulos Rojos que se considera variable con un valor entre un rango que va desde
>1000 hematíes x mm3 hasta mayor a 100.000 hematíes x mm3.
 Un conteo de Leucocitos mayor a 500 x mm3.
 Un nivel de amilasas en el líquido > a 175 U x cada 100mL de líquido.

LPD NEGATIVO: Se considera negativo según los siguientes criterios:

 Conteo de GR menor a 50.000 hematíes x mm3.


 Conteo de Leucocitos menor a 100 x mm3.
 Una relación de conteo celular < 1.
 Un nivel de amilasas menor a 75 U x 100mL.

Para trauma abdominal penetrante no aplica la relación del conteo celular y el conteo de GR es variable,
considerándolo negativo valores desde menos de 1000 hematíes x mm3 hasta menos de 50.000 hematíes
x mm3. La relación del conteo celular se define como la relación entre los leucocitos y los GR del líquido
del lavado dividido por la relación de los mismos parámetros en sangre periférica. Aplica sobre todo para
trauma abdominal no penetrante y se considera negativa si da valores inferiores a 1.
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A través del tiempo se han cuestionado los "criterios estándar" para designar positivo un lavado peritoneal,
especialmente los 100.000 hematíes/mL; varios autores han recomendado disminuir el estándar a
50.000/mL. Por el contrario, otros han señalado que se puede caer en laparotomías innecesarias cuando
el recuento de glóbulos rojos es bajo o limítrofe. En algunos de estos casos estaría indicada la laparoscopia
para identificar la lesión y tomar alguna decisión en cuanto a la necesidad de someter el paciente a
laparotomía. Importante tener en cuenta que hallazgos negativos no excluyen una lesión abdominal severa,
especialmente del páncreas y/o el duodeno, que son órganos retroperitoneales, o del diafragma. En estos
casos se debe proceder, si la situación clínica lo amerita, con TAC y otros métodos diagnósticos

Las principales ventajas del lavado peritoneal son:

 Simplicidad en su ejecución; puede ser practicado por personal en formación y en la misma camilla del
paciente
 Permite la toma precoz de decisiones en cuanto a practicar laparotomía.
 Certeza y precisión diagnósticas.
 Mínima morbilidad.
 Bajo costo.

Se utiliza primordialmente en pacientes con trauma abdominal cerrado, pero también puede tener
indicación en el manejo de ciertas heridas corto punzante en pacientes asintomáticos o con muy leve
sintomatología. En general tales heridas son exploradas bajo anestesia local, y muchos pacientes son
dados de alta sin haber sido sometidos a lavado peritoneal ni a laparotomía. Por supuesto, en tal
circunstancia la interpretación del recuento de glóbulos rojos es motivo de debate.

Las desventajas del lavado peritoneal son:

 Baja especificidad, aunque muy alta sensibilidad ("supersensiblidad" que puede llevar a algunas
laparotomías innecesarias: la sensibilidad para sangrado intraperitoneal es del orden de >98%).
 Falla en cuanto a detectar lesiones retroperitoneales y del diafragma.

La TAC, un método de mucha importancia en la evaluación del trauma abdominal, cada vez con más
facilidad en su ejecución, más rápidos y con mejores imágenes, es cada vez de mayor uso y estaría
indicado en aquellos casos donde se pueda hacer con seguridad y donde el LPD no aporta mayor
información o está contraindicado.

Acciones de enfermería.

Las actividades de enfermería durante la realización de un LPD incluyen:

 Explicar al paciente y apoyar al médico en la toma del consentimiento informado.


 Preparar el paciente para la realización del procedimiento.
 Realizar la asepsia del área abdominal a incidir.
 Preparar el equipo.
 Hacer recepción de las diferentes muestras y adelantar la gestión administrativa para el adecuado
procesamiento de las mismas.
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 Vigilancia y cuidado del paciente luego del procedimiento mientras se toma la decisión respecto a una
conduce definitiva.

10. REGISTROS.

Una vez terminado el procedimiento, se debe hacer un registro en la Historia Clínica Electrónica haciendo
una descripción de la técnica utilizada, las características del líquido obtenido y los estudios solicitados
para definir positividad o negatividad del mismo. Finalmente se debe dejar constancia de la conducta a
seguir según los resultados del LPD: laparotomía exploradora vs nuevas imágenes diagnósticas.

11. RECOMENDACIONES POST PROCEDIMIENTO.

No hay ninguna recomendación particular en este procedimiento dado que es un método sencillo, seguro
y de bajo costo, que puede ser practicado de inmediato y al lado de la cama del enfermo, y que no requiere
la movilización del paciente a otra unidad, como ocurre con la TAC. Debe ser considerado como un método
coadyuvante y, por ningún motivo, como excluyente o sustitutivo de otros.

12. COMPLICACIONES O EVENTOS DE SEGURIDAD.

Las complicaciones pueden presentarse entre 0.8-1% de los casos y están representadas por mal posición
del catéter del lavado, injuria a órganos intraabdominales o vasos sanguíneos, hemoperitoneo iatrogénico,
infección o dehiscencia de la herida, evisceración y una posible laparotomía no necesaria por una
inadecuada interpretación. Infección de la herida, dehiscencia, y evisceración son más frecuentes con la
técnica abierta. Por lo tanto, la técnica cerrada es la de primera elección en todos los pacientes que no
tiene contraindicación para esta técnica. El conocimiento de la técnica es requerido; sin embargo, la
elección de la misma debe siempre estar basada en la presentación individual de cada paciente. La
perforación de víscera hueca y las lesiones vasculares iatrogénicas se presentan hasta en un 0.5 % de los
casos.

13. BARRERAS DE SEGURIDAD.

Siempre siga las recomendaciones de preparación y haga una estricta adherencia a los pasos de la técnica
elegida. Preferencialmente, todos los pacientes deben ser abordados con la técnica cerrada percutánea;
sin embargo, habrán casos especiales en los cuales esta técnica no es posible hacerla y requieran alguna
de las otras previamente descritas.

14. ANEXOS.

No aplica.

15. CONTROL DE CAMBIOS.

Versión Fecha Descripción Elaboró Revisó y aprobó


1 Febrero de 2018 Creación de documentos Coordinación de UCI Dirección medica
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16. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

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