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FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES

PODERES DEL ESTADO DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS


Derecho Constitucional General

AUTORES

Jaime Manayay Nicolth

Seminario Arias Yanette

Barrantes Chávez Nicol

Bances Garay Renzo

Noriega Armas Smith

Olivera Rojas Oscar

Pumayalli Cáceres Carlos

DOCENTE

Dra. Sonia Beatriz Vera Esteves.

PRODUCTO ACREDITABLE FINAL

PIMENTEL, 2023
INTRODUCCIÓN

La presente monografía, tiene como objetivo principal, investigar sobre los poderes de
estado de los Estados Unidos, y sus funciones. Este país, se centra en promover la
capacidad de los gobiernos estatales para tomar decisiones y legislar en función de las
necesidades específicas de sus comunidades. Al fortalecer la autonomía estatal, se
busca evitar una excesiva centralización del poder en el gobierno federal y permitir que
los estados aborden de manera más efectiva los desafíos y las circunstancias únicas
que enfrentan.

El término "poderes del estado" en el contexto de los Estados Unidos se refiere a las
facultades y responsabilidades que se otorgan a los gobiernos estatales individuales
dentro del sistema federal del país. Aunque el gobierno federal tiene poderes y
responsabilidades específicas, los gobiernos estatales también tienen una amplia
gama de poderes y funciones autónomas

El Gobierno federal se compone de tres ramas distintas: la rama legislativa, la rama


ejecutiva y la rama judicial, cuyos poderes son otorgados por la Constitución de los
EE. UU. al Congreso, al presidente y a las cortes federales respectivamente.

Hay cientos de agencias y comisiones federales encargadas de manejar


responsabilidades tan variadas como la administración del programa espacial
estadounidense, la protección de sus bosques, la recolección de inteligencia y la
promoción del bienestar general del pueblo estadounidense. Para ver la lista completa
de las agencias, departamentos y comisiones federales.

Las elecciones federales ocurren cada dos años, el primer martes después del primer
lunes de noviembre. Todos los miembros de la Cámara de Representantes y casi un
tercio de los miembros del Senado deben ser reelegidos en cada año de elecciones.
Los gobiernos estatales y locales administran las elecciones federales, aunque los
detalles específicos de cómo se llevan a cabo las elecciones varían entre los estados.

Bajo la Décima Enmienda de la Constitución de los EE. UU., todos los poderes no
otorgados al Gobierno federal se reservan para los Estados y para el pueblo. Todos
los Gobiernos estatales siguen el modelo del Gobierno federal y al igual que el modelo
peruano, este se compone de las tres ramas principales: ejecutiva, legislativa y
judicial.
1. ASPECTOS GENERALES DEL GOBIERNO FEDERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS
1.1. Historia del Gobierno Federal de los Estados Unidos
La fecha de comienzo de la historia de Estados Unidos es tema de debate entre los
historiadores. Los libros de texto más antiguos comienzan con la llegada de Cristóbal
Colón el 12 de octubre de 1492 o alrededor de 1600, con la llegada del navío
Mayflower. No obstante, en las últimas décadas, las escuelas y universidades
estadounidenses han retrocedido en el tiempo para incluir más información acerca de
los nativos americanos. (Maggor, 2020)

En 1492, el explorador Cristóbal Colón, patrocinado por la Corona Española, llegó


desde Europa hasta varias islas del Caribe, realizando el primer contacto con los
pueblos indígenas. El 2 de abril de 1513, el conquistador español Juan Ponce de León
desembarcó en lo que llamó La Florida, siendo la primera llegada europea
documentada en el territorio estadounidense. Los asentamientos españoles en la
región fueron seguidos por otros en el actual suroeste de Estados Unidos. Los
comerciantes de pieles franceses se establecieron en Nueva Francia, alrededor de la
zona de los Grandes Lagos; finalmente Francia reclamaría gran parte del interior de
Estados Unidos, hasta la costa del golfo de México. Los primeros asentamientos
ingleses exitosos fueron la colonia de Virginia en Jamestown en 1607 y la colonia de
Plymouth fundada por peregrinos en 1620. En 1628, el establecimiento de la provincia
de la bahía de Massachusetts dio lugar a una nueva ola de inmigración: para 1634,
Nueva Inglaterra estaba habitada por cerca de 10 000 puritanos. Entre la década de
1610 y la guerra de independencia, cerca de 50 000 convictos fueron enviados desde
el Viejo Continente hacia las colonias. (Corcho, 2021)

En 1674, los Países Bajos cedieron su territorio a Inglaterra y la provincia de los


Nuevos Países Bajos fue renombrada con el nombre de Nueva York, convertida en la
ciudad más importante de los Estados Unidos desde mediados del siglo XIX. Muchos
inmigrantes recién llegados, especialmente en el sur, fueron contratados como
criados, de tal modo que cerca de dos tercios de todos los inmigrantes que llegaron a
Virginia entre 1630 y 1680 trabajaban como sirvientes.

A finales de la década de 1870 marcó el comienzo de una nueva fase en la evolución


del federalismo estadounidense. Bajo el federalismo dual, los estados y el gobierno
nacional ejercen la autoridad exclusiva en esferas de competencia claramente
delimitadas. Al igual que las capas de un pastel, los niveles de gobierno no se mezclan
entre sí, sino que están claramente definidos. Dos factores contribuyeron al
surgimiento de esta concepción del federalismo. En primer lugar, varios fallos de la
Suprema Corte bloquearon los intentos de los gobiernos tanto estatales como
federales de salir de sus límites jurisdiccionales. Segundo, la filosofía económica
imperante en su momento detestaba la injerencia gubernamental en el proceso de
desarrollo industrial.

La industrialización cambió el panorama socioeconómico de Estados Unidos. Uno de


sus efectos adversos fue la concentración del poder de mercado. Debido a que no
había una supervisión regulatoria nacional para garantizar la equidad en las prácticas
de mercado, surgió un comportamiento colusorio entre firmas poderosas en varias
industrias.

En 2005, el huracán Katrina golpeó con gran fuerza la costa del Golfo, especialmente
la ciudad de Nueva Orleans, causando una devastación sin precedentes y cobrándose
la vida de 1833 personas, convirtiéndolo en el desastre natural más mortífero en la
historia de Estados Unidos.

En un contexto de recesión económica mundial, el 4 de noviembre de 2008, Barack


Obama hizo historia al convertirse en el primer presidente afroamericano de Estados
Unidos, tras ser elegido como líder del país. Su elección fue un hito significativo en la
historia del país.

En mayo de 2011, las fuerzas especiales estadounidenses lograron eliminar a Osama


Bin Laden, quien se encontraba escondido en Pakistán. Esta operación fue un éxito
importante en la lucha contra el terrorismo global y generó un gran impacto a nivel
internacional.

En el año siguiente, Barack Obama fue reelegido para un segundo mandato como
presidente. Durante esta etapa, se llevó a cabo una intensa campaña militar contra el
Estado Islámico, con el objetivo de combatir su avance y debilitar su poderío.

Además, durante su segundo mandato, se llevaron a cabo cambios significativos en la


política exterior de Estados Unidos. Se restablecieron las relaciones diplomáticas con
Cuba, lo cual marcó un hito en la relación entre ambos países y abrió un nuevo
capítulo en su historia.

1.2. Concepto del Gobierno Federal de los Estados Unidos


El federalismo es un sistema político en el cual las responsabilidades
gubernamentales se distribuyen entre un gobierno central y los estados asociados.
Estados Unidos ha sido pionero tanto en la teoría como en la práctica del federalismo.
El Gobierno Federal tiene la tarea exclusiva de ejercer las competencias mínimas e
indispensables para garantizar la unidad política y económica de la nación,
especialmente en áreas como la política exterior y la defensa, a diferencia de los
sistemas basados en un estado unitario o centralizado.

Las demás competencias corresponden a los estados federados y se ejercen de


manera coordinada entre los dos niveles de gobierno, como es el caso de la política
educativa. Debajo del poder federal se encuentra el poder de los estados, que
actualmente son 50, y luego está el poder local, el cual adopta diversas formas y tiene
como unidad administrativa básica el condado. Cada estado cuenta con un
gobernador elegido y una legislatura propia para gestionar sus asuntos internos..
(Noam, 2020)

RÉGIMEN PRESIDENCIALISTA. El presidencialismo es un sistema de gobierno


creado en Estados Unidos, contrario al parlamentarismo.

PODER EJECUTIVO. Formado por el Presidente, el vicepresidente, el Gabinete del


Presidente compuesto por los 15 secretarios de departamentos (equivalente a los
ministerios), la Oficina del Presidente (organizaciones administrativas) y las agencias
independientes del Gobierno (como la CIA, el FBI o la FDA).

PODER LEGISLATIVO. Está formado por la Cámara de Representantes y el Senado,


que en conjunto forman el Congreso de Estados Unidos, institución que tiene la
facultad exclusiva de promulgar leyes y declarar la guerra y poderes sustanciales de
investigación. Su sede es el Capitolio de Washington DC.

CÁMARA DE REPRESENTANTES (HOUSE OF REPRESENTATIVES). La integran


435 representantes, designados proporcionalmente por los estados de acuerdo con su
población. Cinco territorios y posesiones de EE. UU. tienen también representación en
la Cámara, aunque sin derecho a voto: el Distrito de Columbia, Samoa Americana,
Guam, Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE. UU.
PODER JUDICIAL. Está constituido por la Corte Suprema, los tribunales de apelación,
los juzgados federales de distrito y los tribunales especiales como el Tribunal de
Cuentas, el Tribunal de Reclamaciones y el Tribunal de Apelación de excombatientes.

1.3. FORMA DE GOBIERNO DE LOS EE. UU

El sistema de gobierno de Estados Unidos se basa en un modelo democrático


republicano, determinado por la Constitución de 1787 y sus correcciones siguientes.
Es un sistema federal que mezcla elementos de un gobierno centralizado a nivel
federal con gobiernos estatales autónomos. Al pasar los años, este órgano se ha
desarrollado y ha sido muy importante para la solidez y el funcionamiento de la nación.

Primeramente, la manera de gobierno de Estados Unidos se califica por una


organización de poderes. Estos están diseñados para operar de manera independiente
y equilibrarse mutuamente. El poder legislativo es ejercido por el Congreso, que está
constituido por 2 cámaras: el Senado y la Cámara de Representantes. El poder
ejecutivo es ejecutado por el Presidente, escogido por votación popular, quien tiene la
autoridad para decidir de manera política y manejar el gobierno. El poder judicial es
responsabilidad de los tribunales federales, encargados de interpretar y aplicar la ley.

En segundo lugar, el sistema federal de gobierno permite una organización de la


facultad de los gobiernos estatales y el gobierno federal. La Constitución otorga ciertos
poderes específicos al gobierno federal, como la regulación del comercio interestatal,
la defensa nacional y la acuñación de moneda, mientras que reserva el resto de los
poderes a los estados individuales. Esto permite que los estados tengan un grado de
autonomía para tomar decisiones sobre asuntos locales y adaptar las políticas a las
necesidades y prioridades de sus ciudadanos.

Además, el sistema de gobierno de EE. UU. se basa en una ordenanza de manejo y


estabilidad. Esto implica que cada uno de los poderes del gobierno tiene la facultad de
limitar el poder del otro. Por ejemplo, el Presidente puede prohibir legislaciones
aprobadas por el Congreso, pero el Congreso puede anular ese veto si tiene una
mayoría suficiente. Del mismo modo, el poder judicial puede declarar leyes
inconstitucionales y el Congreso tiene la capacidad de proponer enmiendas a la
Constitución.

Otro aspecto importante de la manera de gobierno de EE. UU. es el amparo de los


derechos individuales. La Constitución y sus enmiendas garantizan un conjunto de
derechos y libertades primordiales, como la libertad de expresión, la libertad de
prensa, la libertad de religión, la legalidad a portar armas, el derecho a un juicio
equitativo y muchos otros. Estos derechos son considerados inalienables y son
protegidos por el sistema judicial.

Además, el sistema político de EE. UU. se determina por un sistema de elecciones


libres y periódicas. Los ciudadanos poseen el derecho y la obligación de escoger a sus
representantes a través del voto. Esto permite que los ciudadanos cooperen de
manera activa en el proceso político y tengan una voz en la toma de decisiones.

Sin embargo, como cualquier sistema de gobierno, el sistema de gobierno de EE. UU.
no está exento de críticas y desafíos. Algunos argumentan que el sistema político está
influenciado en gran medida por el poder del dinero y los intereses corporativos, lo que
puede afectar la representación y la igualdad en el tomar decisiones. Otros sostienen
que el sistema electoral, basado en el sistema de colegio electoral, puede dar lugar a
resultados en los que el ganador del voto popular no necesariamente gane la elección
presidencial.

2. CONSTITUCIÓN DE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES DEL GOBIERNO


DE EE. UU
2.1. CONCEPTO DE LA CONSTITUCIÓN DEL GOBIERNO FEDERAL DE
EE. UU

El gobierno federal de EE. UU se constituye a través de un sistema de separación de


poderes, que intenta eludir la concentración excesiva de autoridad en un solo órgano o
individuo. Este concepto trata de la idea de que, al dividir el poder en diferentes ramas
del gobierno, se puede garantizar un equilibrio y una rendición de cuentas adecuada,
así como proteger los derechos individuales y prevenir el abuso de poder.

Según USAGov, la separación de poderes en el gobierno de los Estados Unidos se


establece en la Constitución del país. Esta división se realiza entre tres ramas
principales: el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial.

El poder legislativo recae en el Congreso, que está formado por 2 cámaras: La


Cámara de Representantes y El Senado. El Congreso tiene la responsabilidad de
crear y aceptar leyes, así como de ejercer el control y la supervisión sobre el poder
ejecutivo. Esta separación permite que el Congreso tenga la facultad de legislar de
manera independiente y representar los intereses de la población.

El poder ejecutivo corresponde al presidente, quien es escogido por voto popular y es


el superior de Estado y de gobierno. El presidente posee la facultad de ejecutar y
hacer obedecer las leyes, dirigir la política exterior, administrar el gobierno y tomar
decisiones ejecutivas. Sin embargo, el poder del presidente está sujeto a límites y
controles por parte de otras ramas del gobierno, como el veto legislativo del Congreso
y la revisión judicial.

El poder judicial recae en los tribunales federales, encabezados por la Corte Suprema
de los Estados Unidos. Los tribunales federales tienen la función de interpretar y
aplicar las leyes, resolver disputas legales y proteger los derechos individuales. La
independencia del poder judicial garantiza que los jueces puedan tomar decisiones
imparciales y basadas en la ley, sin influencias políticas o partidistas.

La separación de poderes proporciona una serie de beneficios en el gobierno federal


de los Estados Unidos. Primeramente, evita que un solo individuo o grupo concentre
demasiado poder, lo que puede conducir a abusos y violaciones de los derechos
individuales. Al tener poderes separados y equilibrados, suscita la rendición de
cuentas y se promueve un sistema de pesos y contrapesos, donde cada rama puede
controlar y limitar el poder de las demás.

Además, la separación de poderes permite una ordenanza de equilibrios y controles.


Esto significa que cada rama tiene la facultad de manejar y supervisar las acciones de
las otras. Por ejemplo, el Congreso puede aprobar o rechazar las propuestas
legislativas del presidente, y la Corte Suprema puede revisar y declarar
inconstitucionales las leyes aceptadas por el Congreso.

2.2. PODER LEGISLATIVO DE LOS EE. UU

El poder legislativo de los Estados Unidos es una de las partes fundamentales del
gobierno federal y está compuesto por el Congreso de los Estados Unidos. El
Congreso es responsable de la fundación, promulgación y aceptación de leyes en el
país. Está diseñado para ser el órgano representativo del pueblo y tiene el poder de
establecer políticas públicas, regular el comercio, declarar la guerra, aprobar
presupuestos y ejercer la supervisión y el control sobre el poder ejecutivo.

El Congreso está conformado por ambas cámaras: Cámara de Representantes y El


Senado. Estas dos cámaras trabajan de manera conjunta para desempeñar sus
funciones legislativas, pero también tienen atribuciones y roles distintos.

El Senado es la cámara alta y está compuesto por 100 senadores. Cada uno de los
estados de los Estados Unidos tiene dos senadores, independientemente de su
tamaño o población. Los senadores son escogidos por voto popular en sus respectivos
estados y su mandato es de seis años. El Senado tiene el cargo de representar los
intereses estatales y garantizar una voz igualitaria para cada estado en el proceso
legislativo. Asimismo, el Senado posee la facultad de afirmar los nombramientos
presidenciales, como los jurados de la Corte Suprema y los miembros del gabinete.

La Cámara de Representantes es la cámara baja y está formada por 435 agentes. El


número de representantes asignados a cada estado se basa en su población, y se
realiza un censo decenal para determinar la distribución de escaños. Los
representantes son elegidos por voto popular en distritos electorales específicos
dentro de cada estado, y su mandato es de dos años. La Cámara de Representantes
tiene el cargo de representar los intereses de la población y reflejar la diversidad y
pluralidad del país en el proceso legislativo. Además, es la cámara encargada de crear
procesos de destitución (impeachment) ante funcionarios federales, incluido el
presidente.

El Senado como la Cámara de Representantes poseen poderes legislativos


equivalentes y deben trabajar de manera conjunta para aprobar leyes. Ambas cámaras
deben aceptar idénticas versiones de un proyecto de ley antes de que pueda ser
enviado al presidente para su promulgación o veto.

2.3. Poder ejecutivo de los Estados Unidos.

El poder ejecutivo recae en el presidente de los Estados Unidos, quien se desempeña


como jefe de Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. El presidente es
responsable de hacer cumplir y hacer cumplir las leyes aprobadas por el Congreso y
designa a los jefes de las agencias federales, incluido el Gabinete, para este fin. El
vicepresidente también es miembro del poder ejecutivo y está preparado para asumir
la presidencia si surge la necesidad.

El Gabinete y las agencias federales independientes son responsables de la aplicación


y administración diarias de la ley federal. Las funciones y responsabilidades de estas
agencias son tan diversas como las del Departamento de Defensa, la Agencia de
Protección Ambiental, la Administración del Seguro Social y la Comisión de Bolsa y
Valores.

El presidente de haber vivido por lo menos catorce años en el País debe haber nacido
en Estados Unidos y ser mayor de 35 años. Sus principales funciones son:

● El presidente se Desempeña como jefe de Estado, jefe de Gobierno, y jefe de


las fuerzas armadas.
● El vicepresidente: apoya al presidente. Si el presidente no puede seguir
desempeñando su función, el vicepresidente se convierte en presidente. Además, es
el presidente del senado y tiene el voto decisivo en caso de empate en una votación.

● El Gabinete del presidente: los miembros del Gabinete son asesores del
presidente. Entre ellos se incluyen: el vicepresidente, los jefes de los departamentos
ejecutivos y otros oficiales de alto rango. Los miembros del Gabinete son nominados
por el presidente y aprobados por el senado.

● Designar magistrados de la Corte Suprema y jueces de tribunales federales


menores, todos ellos sujetos a la ratificación del Senado.

● Poder de firma y veto de los proyectos de ley aprobados por el Congreso,


aunque esta cámara puede anular un veto con el voto de dos tercios de Congreso y
Senado.

● Poder de negociar tratados internaciones y con las tribus indígenas


norteamericanas, que deben ser ratificados por dos tercios del Senado.

2.4. Poder judicial de los Estados Unidos.

Los poderes ejecutivo y legislativo son elegidos por el pueblo, mientras que los
miembros del poder judicial son designados por el presidente y confirmados por el
Senado.

El artículo 3 de la Constitución, que establece el poder judicial, otorga al Congreso


amplia discrecionalidad para determinar la forma y estructura del sistema judicial
federal. De hecho, el número de jueces de la Corte Suprema se dejó al Congreso. En
ocasiones había solo seis jueces, pero el número actual de jueces (nueve, incluido un
juez principal y ocho jueces suplentes) no estaba en vigor desde 1869. La constitución
también autoriza al Congreso a establecer tribunales subordinados a la Corte
Suprema. Con este fin, el Congreso creó los Tribunales de Distrito de los EE. UU. para
escuchar la mayoría de los casos federales y 13 Tribunales de Apelaciones de los EE.
UU. para escuchar las apelaciones de los tribunales de distrito. Un juez federal puede
ser destituido solo hasta que se celebre una audiencia de juicio político en la Cámara y
una condena en el Senado dentro de un año. Los jueces de la Corte Media y la Corte
Suprema no tienen términos fijos, y sus nombramientos duran hasta la muerte, la
jubilación o una votación del Senado para destituirlos. Esto es intencional, ya que
protege a los jueces de las tentaciones públicas y les permite aplicar la ley desde su
propia perspectiva de justicia y no por razones electorales o políticas.
El Congreso generalmente determina la jurisdicción de los tribunales federales. Sin
embargo, en casos tales como disputas entre dos o más estados, la Constitución
otorga jurisdicción a la Corte Suprema, que el Congreso no puede revocar.

El poder judicial está representado por las cortes federales menores, la corte suprema,
los tribunales de apelación, tribunales especiales como el Tribunal de Cuentas, el
Tribunal de Reclamaciones y el Tribunal de Apelación de excombatientes.

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