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ESTHER TOLOSA CORÉS

¿CÓMO ELEGIR LA FORMA


JURÍDICA DE TU PROYECTO
EMPRENDEDOR?

SUMARIO

1. ¿Por qué es importante elegir la forma jurídica adecuada en el momento de


emprender?
2. Factores a considerar.
3. Formas jurídicas y sus particularidades.
4. Criterios de elección y recomendaciones.
1. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ELEGIR LA FORMA JURÍDICA ADECUADA EN EL
MOMENTO DE EMPRENDER?

La forma jurídica es el modelo legal que debe adquirir cualquier persona o sociedad para llevar a cabo
su actividad económica. Del tipo de forma que elijas dependerán directamente cuestiones importantes
de la empresa como la inversión económica inicial, las obligaciones tributarias y contables, la afiliación
a la Seguridad Social, la posibilidad de solicitar financiación, y lo más importante, la responsabilidad
patrimonial con terceros.

2. FACTORES A CONSIDERAR.

Cada forma jurídica tiene sus ventajas e inconvenientes, y hay que encontrar la que mejor se ajusta a
los objetivos de cada proyecto y persona emprendedora. Las características de tu idea de negocio serán
las que te ayuden a encontrar la mejor opción legal para ti.

Antes de escoger cualquier forma jurídica debes de tener algunos aspectos fundamentales definidos del
proyecto empresarial que quieres emprender:

→ El número de socios: Es un factor clave. Puedes iniciar la empresa por cuenta propia de manera
individual, o contar con más personas promotoras y crear una forma societaria. Algunas formas
jurídicas contemplan a una sola persona y otras exigen un número mínimo de miembros. (Contar con
más personas permite repartir el peso de la gestión y las obligaciones y conseguir una mayor aportación
de capital.)

→ El capital inicial: El capital del que dispongas para poner en marcha tu empresa en un factor
importante. Algunas formas jurídicas requieren requieren de un capital mínimo inicial que hay que
aportar para empezar la actividad, como es el caso de la S.A. o S.L.. Para algunas otras, como
establecerse de persona autónoma no hay que aportar ningún capital inicial.

→ La responsabilidad patrimonial: Es el deber que tienen las personas físicas o jurídicas de


responder con el patrimonio a sus obligaciones. El el caso de de los autónomos la ley no distingue entre
la empresa y la persona, lo que significa que ante una deuda o problema empresarial responderá con sus
bienes. En el caso de una sociedad con personalidad jurídica puedes tener responsabilidad limitada y
responder solo por el capital inicial aportado.

→ El tipo de actividad: No todas las actividades empresariales pueden elegir su forma jurídica.
Algunas por sus características o por obligación de la normativa, deben estar asociadas a una forma
jurídica determinada. En actividades de un alto riesgo económico se aconseja una con responsabilidad
limitada.

→ La fiscalidad: Los régimenes de tributación son otro de los aspectos a valorar. La cuota de
tributación que se aplica sobre tus rendimientos empresariales es diferente. El IRPF es un impuesto
progresivo que crece a medida que crece la facturación. El IS tiene unos tipos impositivos establecidos,
el 25% en el régimen general, que se aplica exclusivamente a los beneficios conseguidos por la
empresa.
3. FORMAS JURÍDICAS
4. CRITERIOS DE ELECCIÓN Y RECOMENDACIONES.

¿Qué criterios pueden ayudarte a tomar una decisión? Lo primero que debes decidir es si emprendes
solo o si quieres constituir una sociedad.

Si buscas facilidad de trámites y bajo coste en la gestión, puedes optar por ser empresario autónomo. Es
la manera más rápida y económica de dar de alta un negocio y no requiere de capital de entrada. Es la
mejor opción para empresas pequeñas y negocios de una sola persona, y que proporciona el control
total de la gestión de la empresa. A pesar de esta, la responsabilidad ilimitada sobre el patrimonio
personal, la fiscalidad regulada por IRPF y la dificultad de acceso a financiación bancaria o
subvenciones son aspectos a valorar. También hay que tener en cuenta el pago de la cuota mensual de
autónomos a la Seguridad Social. Durante el primer año es más reducida, lo que recibe el nombre de
tarifa plana, pero va aumentando progresivamente en el segundo y el tercer año hasta alcanzar el total
de la cuota.

Si tienes socios puede encajarte mejor una sociedad mercantil. De este modo podéis regular vuestras
relaciones, las obligaciones de cada persona y crear una estructura organizativa. Es la mejor opción si
necesitas una inversión alta de capital o si prevés un nivel de beneficios anuales considerable. Entrar en
el mundo de las sociedades implica trámites más complejos y gastos más altos de constitución, pero
también te puede proporcionar responsabilidad limitada y una imagen más profesional ante entidades
financieras, clientes, proveedores y la administración.

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