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5 PASOS PARA CONSTITUIR TU EMPRESA.

Emprendedor, cuando iniciamos nuestro camino en el mundo de los negocios existen muchas
dudas, una de ellas es cómo constituir la empresa para operar dentro de la legalidad. Tener una
empresa formal requiere de ciertos trámites.

Muchas personas piensan que constituir una empresa es un procedimiento complicado e


innecesario; sin embargo, es una tarea muy fácil que te permitirá regularizar la actividad comercial
que realices y ofrecer beneficios formales.

“Gracias a la formalización, la empresa, los socios y trabajadores se puedan acoger a cualquier


beneficio que el Estado otorgue. Podrán acceder a créditos bancarios, contratar con el Estado,
entre otras opciones de expansión del negocio”, indica Marybell Jara, abogada del estudio Linares.

La formalización de un negocio es una de las mejores decisiones que toma un emprendedor. De


acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es un proceso que llevan a cabo las
empresas para incorporarse a la economía formal.

Esta instancia busca que las empresas se formalicen para crear mejores empleos, así como para
reducir los índices de pobreza y evitar que las poblaciones vulnerables se vean afectadas en
materia de trabajo.

A continuación, explica cinco simples pasos cómo constituir una empresa.

1. Búsqueda y reserva del nombre de la empresa

“Se recomienda realizar una búsqueda del nombre de la empresa y la abreviatura del nombre
que se tiene como opción en Registros Públicos, con el fin de evitar que, al momento de la
presentación de los documentos finales, éstos no se puedan inscribir debido a la duplicidad de
una inscripción previa”.
El primer paso es buscar en la oficina de Registros Públicos si el nombre que se quiere colocar
a la empresa ya existe. Si esto sucede, se debe recurrir a una segunda opción, pues el apelativo
debe ser único a nivel nacional. El procedimiento se realiza llenando un formulario.
Si el nombre y abreviatura no han sido inscritas previamente, se realiza la reserva del nombre
por 30 días con la finalidad de tener tiempo para realizar los trámites correspondientes para
poder constituir e inscribir la empresa.

2. Elaboración de la Minuta de Constitución de la Empresa o Sociedad

La minuta es el documento que se elabora con la finalidad de que el titular o los integrantes de
la sociedad, manifiesten su voluntad de constituir la empresa.
Este documento consigna los nombres de los socios y su aporte monetario (dinero en efectivo)
o no monetario (bienes tangibles que son valorizados por un contador público). Asimismo,
debe incluir el giro de negocio de la empresa, la dirección del establecimiento, el estatuto o las
normas de la empresa y el tipo de empresa (EIRL, SAC, etc). Es necesario que lo realice un
abogado especialista en el tema, en cualquiera de los siguientes lugares:
- En una notaría de su elección.
- En un Centro de Desarrollo Empresarial (CDE) del Ministerio de Producción
- En un Centro de Mejor Atención al Ciudadano (MAC); como MAC Lima Norte, MAC Lima
Este o MAC Callao.

El tiempo de elaboración y costo, dependerán del lugar elegido.

Tener presente el: Aporte del capital

El aporte de capital para una empresa puede ser económico o en bienes muebles o inmuebles.
Si son varios socios, es importante determinar claramente el aporte de cada uno, porque de
ello depende su porcentaje de participación en la empresa.

“En caso de contar con un aporte económico, se requiere abrir una cuenta en el banco para
depositar el aporte de los socios; si se trata de un aporte en bienes, se requiere hacer un
inventario con las características de los bienes y su valor en el mercado. Asimismo, de ser el
caso, se debe transferir la propiedad del bien a nombre de la empresa”.

3. Escritura pública de constitución o de la minuta

Cuando ya se tiene la minuta de constitución de la empresa con la firma del notario y de todos
los participantes de la sociedad, incluidos los cónyuges de ser el caso, es necesario llevarla a
una notaría para que sea elevada a escritura pública.

El costo y plazo de este trámite dependerá de la notaría que se elija.

4. Inscripción en Sunarp

La escritura pública antes descrita será enviada por el notario a Registros Públicos para la
inscripción de la empresa, previa calificación de los documentos presentados. Una vez
realizada esta inscripción se considera constituida la persona jurídica.

Para que tu negocio quede inscrito en los registros públicos no olvides llevar la escritura
pública, la minuta de constitución y el documento que certifique la reserva del nombre de tu
empresa.

“El costo de los derechos registrales dependerá del tipo de empresa que se quiera inscribir y
del monto del capital.”

5. Obtener el RUC

Por último, recomienda inscribir a la empresa en la Sunat, a través del RUC (Registro Único de
Contribuyentes) para poder realizar cualquier trámite con esta y otras entidades.
El Registro Único del Contribuyente (RUC) se obtiene en la SUNAT. Se debe tener en cuenta si
se constituye la empresa como persona natural o jurídica.

En mayo de 2019, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) determinó que en el


Perú existe un 27,4% de empleo formal, mientras que el informal se ubica en un 72, 6%.

Sin embargo, esta situación podría cambiar si más empresarios y emprendedores optaran por
la formalización, ¿listo para formar parte del cambio? Apuesta por ser formal y dale un giro de
360° a tu negocio.

SUGERENCIAS ADICIONALES

Ser emprendedor no sólo radica en tener una buena idea de negocio. Y es que levantar una
empresa supone tener en cuenta también otros aspectos que podrían llevar su negocio al
éxito.

Por ello te damos estas sugerencias adicionales:

1. Definición de la idea de negocio:

Todo parte de una idea. El primer impulso para crear una empresa nace de visualizar una
oportunidad, una necesidad no cubierta o un espectro de negocio rentable que no haya sido
ocupado por ninguna marca.

En esta etapa, la tarea del emprendedor es similar a la de un escultor: pulir poco a poco la
pieza hasta definirla y visualizarla. Es decir, aterrizar los conceptos, concretarlos y hacer el
ejercicio hipotético de llevarlos a la práctica. No importa que la idea original sufra cambios; lo
importante es darle un sentido.

2. Elaboración del Plan:

El Plan de Negocio es la concreción de la idea en sí misma. Todo lo que se ha pensado y


concebido en la primera etapa, ahora se traslada al papel y se plasma en un documento que
servirá de referencia para todo el proceso. O en otras palabras, será el marco en el cual se
llevará a la práctica la idea de empresa.

Todo Plan de Negocio nace de un exhaustivo análisis de los elementos que componen la idea
de empresa. Las proyecciones deben ser viables y realistas. Dichos elementos son:

- Los recursos disponibles.


- El producto.
- El mercado al que se aspira.
- La financiación.
- Los competidores.
- El público.
3. Adquisición de recursos:

Dado que el sostenimiento de una empresa depende casi exclusivamente de su modelo de


financiación, el tercer eslabón en la cadena corresponde a la definición de recursos. En esta
categoría entran no sólo la inversión inicial y los socios que realizan aportes al negocio, sino
también las estrategias de sostenibilidad. El principal objetivo de esta etapa es garantizar la
viabilidad de la idea de negocio, pues un número significativo de emprendedores inician
labores sin saber a ciencia cierta cuánto tiempo permanecerá el negocio en funciones. Riesgo
no es sinónimo de improvisación.

La financiación puede realizarse a través de ámbitos cercanos al emprendedor como su


familia, amigos o allegados. Otra forma, aunque más convencional y que supone más
requisitos, son los créditos bancarios o los préstamos.

4. Nacimiento del negocio:

Cuando la viabilidad y los otros elementos han sido definidos, el negocio puede ponerse en
marcha. Sin embargo, antes de esto es necesario que el emprendedor cumpla con las
exigencias legales y jurídicas vigentes en el lugar de operación. Por ejemplo: trámites,
licencias, permisos, auditorías, inspecciones, etc.

5. Crecimiento y sostenibilidad:

El trabajo del emprendedor no acaba con la apertura. Por el contrario, es el inicio de un


proceso de consolidación y estabilidad. Una vez la empresa esté en funcionamiento, es
necesario generar estrategias que ayuden a captar nuevos ingresos, contactar a nuevos
clientes y aumentar las ventas. Desde luego, también debe existir una preocupación por la
mejora de los procesos internos y de la calidad de los productos, dos elementos que, sin duda,
constituyen la mejor inversión a largo plazo para cualquier empresa. Si se los toma en serio,
pueden constituirse en valores añadidos a la marca.

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