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Safo

Anacreonte
Catulo
(84-54 a. C.)

❖ Primer gran poeta lírico de Roma.


❖ Muy influido por la lírica personal griega
(Safo).
❖ Temas:
o Poesía satírica.
o Poesía mitológica.
o Poesía amorosa. Poemas a Juvencio y Lesbia:
• Felicidad amorosa.
• Crisis de la relación.
• Miedo a perderlos.
Odio y amo. Tal vez preguntes por qué lo hago.
No lo sé, pero siento que es así y sufro.
Juvencio, te robé un furtivo beso
Desgraciado Catulo, deja de hacer tonterías,
-a ti, que eres de miel-
y lo que ves perdido, dalo por perdido.
aún más dulce
Brillaron una vez para ti soles luminosos,
que la ambrosía dulce.
cuando ibas a donde te llevaba tu amada,
Pero no lo hice impunemente:
querida por ti como no lo será ninguna.
recuerdo haber quedado mas de una hora
Entonces se sucedían escenas divertidas,
crucificado en alta cruz, y haber
que tú buscabas y tu amada no rehusaba.
Brillaron de verdad para ti soles luminosos.
AMOR tratado con gran llanto de borrar
un poquito tu áspera crueldad.
Ahora ella ya no quiere; tú, no seas débil, tampoco,
En cuanto te besé, tus parvos labios,
ni sigas sus pasos ni vivas desgraciado,
mojados por gotas incontables,
sino endurece tu corazón y mantente firme.
te limpiaste con todos tus deditos,
¡Adiós, amor! Ya Catulo se mantiene firme:
no fuera a contagiarte mi boca, como si fuera
ya no te cortejará ni te buscará contra tu voluntad.
la sucia saliva de una puta infectada.
Pero tú lo sentirás, cuando nadie te corteje.
Además, me has entregado, desgraciado de mí,
¡Malvada, ay de ti! ¡Qué vida te espera!
al cruel Amor para que de ambrosía aquel beso
¿Quién se te acercará ahora? ¿Quién te verá hermosa?
se convirtiera en más amargo que el amargo eléboro.
¿De quién te enamorarás? ¿De quién se dirá que eres?
Así que, si éste es el castigo que das
¿A quién besarás? ¿Los labios de quién morderás?
a mi desgraciado amor
Pero tú, Catulo, resuelto, mantente firme.
ya nunca más robaré tus besos.

Tú, el mayor ratero de los baños públicos,


Vibenio padre, y el bujarrón de tu hijo
(pues, si el padre tiene la mano derecha más corrompida,
ATAQUE el hijo el culo más insaciable),
¿por qué no marcháis al exilio
PERSONAL a alguna maldita costa, supuesto que los robos del padre
son notorios para el pueblo y tú, su hijo,
no puedes vender ni por un as tus peludas nalgas?
Vivamos, querida Lesbia, y amémonos,
y las habladurías de los viejos puritanos
nos importen todas un bledo.
Los soles pueden salir y ponerse;
nosotros, tan pronto acabe nuestra efímera vida,
tendremos que vivir una noche sin fin.
Dame mil besos, después cien,
luego otros mil, luego otros cien,
después hasta dos mil, después otra vez cien;
luego, cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para ignorarla
y para que ningún malvado pueda dañarnos,
cuando se entere del total de nuestros besos.
Horacio
(65 - 8 a. C.)
Épodos.
- Pesimismo ante la situación política
romana.
- Ataque personal a sus enemigos políticos.
Sátiras.
- Moral y crítica de costumbres.
- Episodios biográficos y de la vida
cotidiana.
Odas.
- La naturaleza y los pequeños placeres de
la vida.
Epístolas.
- Filosofía moral y teoría literaria.
Horacio, creador de tópicos
❑ Carpe diem.
▪ Invita a aprovechar el presente.
❑ Beatus ille.
▪ Apartamiento de la vida ciudadana.
❑ Aurea mediocritas.
▪ Huir de los excesos:el secreto de la felicidad reside en el
“dorado término medio”.
❑ Odi profanum vulgum.
▪ Desprecio de la masa iletrada.
¡Oh tú, hasta ahora cruel, en medio del poder
que los dones de Venus te otorgan! Sobre el
Cuando un invierno inesperado llegue
sobre tu orgullo, y caigan esos rizos tiempo
que ahora revolotean sobre tus hombros;
cuando se apague ese color, No pretendas saber, pues no está permitido, el
más encendido que el de la rosa roja, fin que a mí y a ti, Leucónoe,
y se vuelva áspera la cara de Ligurino, nos tienen asignados los dioses,
dirás todas las veces que lo veas, ni consultes los números Babilónicos.
al otro, en el espejo: Mejor será aceptar lo que venga,
«¡Ay! Mi espíritu de hoy, ya sean muchos los inviernos que Júpiter te
¿por qué no me animó cuando era niño? conceda, o sea éste el último,
O ¿por qué no regresan aquellas tiernas el que ahora hace que el mar Tirreno
mejillas a este nuevo corazón mío?» rompa contra los opuestos cantiles.
No seas loca, filtra tus vinos
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
ODAS, I. Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Dum loquimur, fugerit invida aestas: Vive el día de hoy. Captúralo.
Carpe diem, No fíes del incierto mañana.
Quam mínimum crudela postero.
AUREA MEDIOCRITAS
Auream quisquis mediocritatem
diligit, tutus caret obsoleti
sordibus tecti, caret invidenda
sobrius aula.

(El que se contenta con su dorada medianía / no padece intranquilo las miserias de un techo que se
desmorona, / ni habita palacios fastuosos / que provoquen a la envidia.)

BEATUS ILLE.
Dichoso aquel que lejos de negocios, Se ocupa en enlazar erguidos álamos
como la antigua raza de los hombres, con las crecidas vides
paternos campos con sus bueyes ara o mira al fondo de cerrado valle
sin interés de usura. cómo vagan rebaños mugidores.

Ni, soldado, despierta al toque hiriente Ama tenderse bajo vieja encina
del clarín ni le asusta mar airado. o sobre espesa hierba;
Evita el foro y las soberbias puertas fluyen las aguas por el hondo cauce
del hombre poderoso. mientras plañen las aves en el bosque.
Ovidio (43 a. C.- 17d. C.)

❖ LA JUVENTUD. EL AMOR.
• Amores: Historia de sus amores con Corina.
• Arte de Amar: Consejos sobre las relaciones amorosas.
• Heroidas: colección de cartas de amor escritas y dirigidas a sus
amados por los personajes femeninos de la mitología y la
literatura.
❖ LA MADUREZ. LA MITOLOGÍA.
• Fastos: Descripción de las festividades romanas.
• Metamorfosis: Colección de leyendas mitológicas.
❖ LA VEJEZ. EL EXILIO.
• Tristezas.
• Epístolas pónticas.
“¡Espérame, hermosa mía! – clamaba Apolo - ¡Que
no soy ningún enemigo de funestas ideas! ¡Huya
el cordero del lobo, el ciervo del león, porque Soneto XIII

sus enemigos son; pero no me huyas, porque A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
únicamente el más inmenso amor me impulsa. en verdes hojas vi que se tornaban
¡Espérame! Si moderas la ligereza de tu huida, los cabellos que el oro escurecían.
moderaré la ligereza de mi persecución! (…) De áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban;
Mientras así hablaba logró Apolo acortar la los blancos pies en tierra se hincaban,
distancia que les separaba; pero Dafne de nuevo y en torcidas raíces se volvían.
huyo ligera…con hermosura acrecentada. (…) Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
Llegó Dafne a las riberas del Peneo, su padre, y le este árbol que con lágrimas regaba.
dijo así, desconsolada: “¡Padre mío! Si es verdad ¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!
que tus aguas tienen el privilegio de la divinidad, ¡Que con llorarla crezca cada día
ven en mi auxilio… o tú, tierra, ¡trágame!, la causa y la razón porque lloraba!
Garcilaso de la Vega
porque ya veo cuán funesta es mi hermosura…”

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