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Hoy es el día de mi boda, y aunque debería ser el día más feliz de mi vida, es uno que sin duda

no olvidare, pues he sido preparada toda mi vida para este momento. Cuando era pequeña, fui
comprometida con la familia real solo por ser quien soy; veras, soy de un linaje que se remonta
a décadas de antigüedad en el poder, un poder tan inmenso que algunos dicen que llega a ser
incontrolable, sin embargo, este poder se ha ido diluyendo con el pasar de las generaciones,
esto último es algo que mi familia no quiere aceptar.

Mi madre fue la última mujer en presentar un atisbo de estos poderes cuando era joven y tras
los experimentos a los que fue sometida para poder explotar su potencial, termino muriendo y
dejándome cuando solo tenía 2 años, no la recuerdo mucho, se de todos los acontecimientos
ya que mi niñera fue su mejor amiga y me conto todo lo que sucedió cuando tuve la edad para
comprenderlo.

Sin embargo no estamos hablando de eso ahora, todos estos recuerdos me invaden mientras
soy transportada en el carruaje que fue enviado del palacio para buscarme, mi padre y su
segunda esposa se despidieron de mí en la entrada, pues la ceremonia de unión ya había sido
completada por nuestros mayores y solo quedaba la entrega de la novia.

Hoy conoceré a mi esposo, y lo veré por primera vez. Desde que estoy comprometida, se me
informo que me casaría con el primer príncipe del palacio Etsum, pero tras la guerra, el
príncipe volvió con una esposa embarazada, lo que enojo tanto al rey, que decidieron enviarlo
a una provincia lejana y cambiar mi compromiso con el segundo príncipe.

El intercambio de retratos fue hecho hace unas semanas, y este es el primer vistazo que he
tenido de mi prometido, aun puedo recordar sus ojos color marrón muy claramente, son una
maravilla, no puedo esperar a verlos bajo la luz del sol, ¡Oh, que deleite debe ser! Pero un no
logro sacar las advertencias de Mariam antes de partir.

- Tenga mucho cuidado señorita, el segundo príncipe no tiene buena reputación.

- Puedes estar tranquila Mariam, yo tampoco soy muy fácil.

- Debe comportarse mi señorita, se dice que el príncipe ya posee 2 concubinas que compiten
por ser la esposa legítima – dice ella muy preocupada mientras peina y arregla mi cabello.

- No debes preocuparte, ya estudie las normas y ninguna de ellas puede ser la esposa si el rey
no lo ordena, y el rey ha ordenado que su esposa sea yo.

- Mantenga su perfil bajo señorita hasta que logre encontrar alguien en quien pueda confiar.
- Estaré atenta – Dije mientras sostuve sus manos que temblaban. Al parecer esta mjy asustada
porque me vaya – Me cuidare y rogare para que puedas visitarme tan pronto lo permitan, eres
como una madre para mí.

- Cuídese mucho señorita Stella, rezare porque tenga un hijo pronto y que este sano.

- No te apresures tanto Mariam, aun no se ha completado la ceremonia y tu ya me deseas


hijos- Exclame en voz alta lo que nos hizo reír.

Al terminar mi cabello, las demás damas me ayudaron a ponerme el vestido, nunca pensé que
el vestido enviado por el palacio podría llegar a ser tan ostentoso, pero lo era y mucho más.
Era tan blanco como las nueves en el cielo, y todos los bordados en el ruedo y la cintura eran
de un dorado tenue, que podría ser equivalente al blanco en lo pálido y hermoso que eran. La
parte superior estaba forrada con encaje muy fino que hacia tan delicado el vestido, pero era
hermoso y el velo ¡Oooh, que puedo decir del velo! Era la tela más perfecta para estas cosas, lo
acompaña una pequeña tiara con unos diamantes que decoran todos los bordes, las damas de
la corte que lo trajeron, dicen que esta es la tiara con la que se caso la actual reina y ella la
envió especialmente para este día.

Lo más impresionante de mi atuendo en la banda que se me ha enviado, es una banda que


representa a la familia real, tiene todos sus colores, dorado, azul rey y rojo. Lo decora una gran
medalla con el escudo de la familia real, esto es lo que me inviste como una princesa desde el
dia de hoy.

Una vez que estoy lista, tocan la puerta de mi vestidor, y al momento de Mariam abrir, noto
que son mi Padre y mi Hermano Matt quien me espera.

- Ha llegado el carruaje – Dice este último.

- Te vez hermosa Stella – agrega mi padre.

- ¿Tan hermosa como mi madre? – Pregunto y me quedo mirándolo.

- Incluso más hermosa – Mi padre amaba mucho a mi madre desde jóvenes y aun suele
contarme historias de ellos en su juventud. No me mal interpreten, su segunda esposa Karen
también es amada y es muy amable conmigo también. Nos llevamos bien, después de todo es
la madre de mis hermanos menores.

- El palacio te espera querida princesa – interrumpe Matt – Sera mejor que no hagas esperar a
mi cuñado.
A pesar de tener 17 años y ser menor que yo, debido a su autoestima y carisma, aparenta
tener unos 24 años y me deja a mí de 19 como la segunda hija. ¡Que irónico! Pero este tonto
será mi escolta el día de hoy.

- Ya estas impaciente por que me vaya? – Pregunta rápidamente.

- Nunca hermana, sabes que te iré a visitar tan pronto haya pasado la fase de novios.

- Eres un tonto – Le arroje una de las almohadas que estaban cerca, la cual esquivo
rápidamente - Odio ese poder que tienes – Dije rápidamente, ya que mi hermano al igual que
mi padre tiene el poder de predecir lo que pasara unos minutos antes de que suceda, su
maestro dice que si se entrena lo suficiente, puede llegar a ver lo que puede pasar con varios
días de antelación.

- Ya basta niños si siguen así puede que de verdad lleguen tarde.

- Tienes razón padre, me disculpo. Vamos Stella, tu corcel nos espera.

Solo me rio y tomo su mano para salir al pasillo y llegar a mi destino finalmente.

En la entrada nos espera Gemma, la segunda esposa de mi padre y Marcus, mi hermanito de


14 años, este último viste un traje al igual que mi padre, la diferencia de estos trajes con los
comunes que siempre usan, es que el día de hoy deben usar su distintivo, el que representa su
poder y posición.

Verán, en el reino de Etsum, una vez que manifiestas tu poder, eres clasificado y recibes una
insignia, mi padre tiene la insignia de la mente al igual que mi hermano Matt, y mi hermano
Marcus tiene la insignia del agua al igual que su madre. Se lo que se están preguntando ¿Cuál
es mi insignia? Pues verán, como les dije al comienzo, soy de un linaje antiguo, o bueno, mi
madre lo era. Ellos son llamados elementales y esto es porque no encajan en ninguna
categoría, de un controlador de agua, puede nacer alguien que controla el fuego, o incluso la
mente. No tienen una secuencia establecida por lo que cada generación es más poderosa en la
actitud que manifieste.

Al nacer, recibir mi insignia, sin ni siquiera haber manifestado un ápice de poder, y esto fue
solo por mi linaje.

- Espero que tengas una maravillosa vida, princesa – Dice Gemma al verme salir por el pasillo.

- Vendré de visita muy seguido, ni notaran que me he ido.


- Iré a visitarte pronto hermana – Dice Marcus y me da un gran abrazo.

- Voy a extrañarte mucho, pero me podrás visitar y nos divertiremos como lo hacemos
siempre, podrás hacerme esos arcos de arcoíris que tanto te gustan. ¿Está bien?

- Sí. De acuerdo –Dice y se devuelve a su posición, al lado de su madre. Mi padre también los
acompaña.

-Ya es hora Stel – dice Matt y me coloca el velo, para que nadie pueda ver mi cara ya que desde
hora, la primera persona que me mire debe ser mi esposo; y comenzamos a salir de la casa.

Afuera nos espera una hilera de guardias bien uniformados esperando y haciendo formación
para escoltar el carruaje. Es hermoso, de un color madera impresionante y detalles dorados
que lo hacer resaltar. Los dos caballos blancos amarrados a él tiene las cintas representativas
de la familia real y a su lado se encuentra el caballo negro imponente de mi hermano. Así es,
ha llegado el día.

Me despido de mi familia con la mirada y entro al carruaje para ir al destino que me espera.

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