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Samantha Conde C.
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A Yazmin por ayudarme con sus comentarios
A mi hermanita Hariku por inspirar al personaje principal
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Prologo
oy la princesa Jinohra, mi vida se resume en tratados
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Jinohra
a doncella real me ha traído sabanas nuevas, <<Sí,
Y así son todos mis días, estudio tras estudio tras estudio, pero hace
unos días mi situación cambió.
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— ¿Qué no has escuchado?, dijo el cartero del palacio que el correo ha
llegado.
—Peticiones—respondió seriamente.
— ¿Para qué?
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—No, ustedes no me han educado “majestades” lo ha hecho la
servidumbre y no, si no respetas mis decisiones no recibirás respeto de mi
parte, padre—lancé en forma de un grito de ira contra ellos, tomé mi vestido
alzándolo lo suficiente para correr y lo hice, salí disparada a mi habitación.
Todos los días recibimos cartas de parte de Huge por lo que yo misma
me encargaba de recibirlas sin que mi madre o padre las vieran, aun era un
secreto y al irme para allá jamás sospecharán dónde estoy. Simplemente el
plan perfecto.
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—Sea bienvenida a Newry duquesa de Campterlyn—hizo una cortés
inclinación y se retiró.
—Muy bien, en diez minutos vuelvo lista para irnos y más te vale que
no te arrepientas—apresuró su paso, lo cual debió ser difícil con semejantes
tacones de quince centímetros de altura.
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los hombros con tristeza y nos desplomamos en las sillas mientras
contemplábamos el piso cabizbajas.
—Lo sé, lo dices cada minuto de tu existencia y ¿cómo estás tan segura
de que tu prometido no te dejará ser libre? —preguntó sin preocuparse de mi
reacción.
—Pues…pues no lo sé, sólo algo me dice que no debo hacer esto, creo
que sería más fácil si mis padres reformaran las leyes pero ellos no me
escuchan—agité mis manos al aire haciendo ademanes con cada palabra que
salía de mi boca.
— ¿Quieres un consejo?
—No es gran garantía, ella me odia, incluso más que mi padre, ella creé
que le robaré el trono, si fuera por mí se podría quedar con el maldito trono
por el resto de su vida—espeté decidida a no seguir con el rumbo de esta
charla.
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exactamente, me deprimo, no me puedo imaginar sentada en un trono ajeno
a mi pueblo fingiendo ser feliz al lado de alguien a quien no amo.
—Muy cómoda diría yo—me puse los brazos detrás de la cabeza para
descansar un poco más.
—Estamos fuera del reino ¿no?, aquí no existen los títulos nobiliarios
de tu país—reí por su comentario y seguimos con el viaje.
Fui hacia el cuarto y no desempaqué, pues solo estaría aquí por hoy y
ya mañana partiría de regreso a mi hogar.
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Dormí plácidamente hasta que me despertó un ruido cercano el cual
me obligó a levantar de la cama.
Soy un desastre para la cocina otro punto que delata que no fui hecha
para la vida normal y comprobaba a teoría de mis padres sobre si sería o no
un desperdicio como plebeya, pero más que demostrarles que podía hacer las
cosas como yo quisiera y poder vivir como cualquiera, quería demostrarme
de lo que era capaz.
Me arreglé como siempre lo hacía cuando estaba con mis amigos, una
cola de caballo, jeans, blusa y tenis, todo lucía tan normal.
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—Lista, vámonos—salí y fui detenida por el agarre de Cassy.
Mi sueño desde niña era vivir en el campo, en las colinas más alejadas
del reino con el amor de mi vida y mis hijos, lejos de cualquier problema de
la realeza, tal y como Cassidy, pero me es imposible ahora al saber que soy
heredera a un trono y que tengo que estar junto a alguien a quien no amo. El
peor destino del mundo.
—Llegamos—cantó Cassy.
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—La princesa Jinohra de Newry ha llegado—presentó el guardia y mi
madre hizo una reverencia hacia mí mientras yo hacía lo mismo.
Aquel chico llevaba un elegante traje con corbata a juego, todo “señor
protocolo”, se levantó y con cara de horror me hizo una reverencia a la cual
no correspondí.
—Muy bien princesa, entonces veo que no debo ser tan “formal” con
usted, pues ¿qué más le puedo decir que no sepa?—sonrió y se le marcó un
hoyuelo en la mejilla, algo que me pareció un poco atractivo.
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—Veo que nos entendemos, ahora podrías solo decirme qué quieres y
listo, el puesto de mi marido es todo tuyo—me senté prácticamente
desparramada y olvidando todos mis modales dentro del palacio.
—En ese caso creo que todo está bien y… ¿de verdad eso es todo? —dije
en verdad sorprendida.
—Te lo juro, no soy tan mala persona, no sé qué has escuchado de mí—
y en ese momento me vino la dichosa frase de Cassy “nunca juzgues a un
libro por su portada”.
—No, solo pensé que…—suspiré—no lo sé, supuse que serías algo así
como mi padre—confesé.
—Pues no soy tan malo, pero espero y pronto poder estar contigo—
besó mi mano y salió de la habitación con orgullo y yo me quedé parada
viendo cómo se alejaba poco a poco.
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establecer fecha alguna pues me era indiferente, podrían decir que nos
casaríamos en una semana y yo no me quejaría siempre y cuando mi imagen
se mantuviera limpia, de todas formas jamás llegaría a amar a Jinohra así
que no le di importancia a una fecha en específico.
Salí un rato a pasear por las calles del reino, me gustaba convivir con
mis “súbditos” aunque odio ese término pues son personas al igual que yo y
creo que si estuviera en su posición me gustaría tener contacto con mis reyes
y principado.
Tenía ciertas amistades dentro de mis reinos y creo que les agrado
aunque haya escuchado demasiados comentarios negativos hacia la forma en
la que mi familia gobierna, pero hago lo suficiente o al menos lo que puedo
por todos ellos.
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tomaré posesión debido a que soy su único hijo varón y en mayor
importancia, el primogénito.
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— ¿Es sobre mi cuñada? —preguntó mi hermanita tirando de mi
camisa y logrando que me ruborizara
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Tomé las cosas y salí del palacio una vez estuve cambiado. Caminé por
las calles como una persona normal, como cualquier individuo, sin ser
acosado o atacado por los que estaban en contra de nuestras leyes o asfixiado
por la atención de las chicas.
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—Lo sé pequeña, pero calma, que todo marchará bien, recuerda el
consejo…—vi sonreír a Cassidy.
—Lo sé, lo has dicho cada minuto desde que las cartas llegaron, pero
ya no sigas con esto, ni siquiera lo conoces y aun así, no puedes deshacer el
compromiso.
—Dímelo a mí, tengo que casarme con una chica a la cual odio—bufé.
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— ¿Hablas de Jin?, ella es una chica encantadora, apuesto a que te
sorprenderá—me guiñó un ojo y mandó a llamar a su chofer personal para
que me llevara al palacio a prepararme para mi propia presentación con
Jinohra.
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Me quedé atónito ante lo que veía. La misma chica que hace unas
horas había estado con Cassidy estaba frente a mí. No puede ser, aquella
hermosa chica era Jinohra. Me arrepiento de lo que pensé antes sobre el
imbécil que la tenía infeliz.
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Jinohra
ivan había llegado antes de la hora indicada y yo
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— ¿Se puede saber que ha sucedido?
Aivan cogió las llaves y se deslizó entre dos muros para poder llegar al
pasillo que dirigía a la bodega, lo seguí con la mirada para curiosear sobre lo
que se ocultaba tras esas puertas.
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—Date prisa, debo sacar estas cajas.
—Uno…
—Dos…
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— ¡Oye! —reclamé.
Me quité el aro de metal que sostenía la falda del vestido para que éste
me cubriera más las piernas.
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—Tienes más, no te quejes ya y ayúdame a sacar todas estas cajas.
Pasó cerca de una hora y aún no habíamos acabado de sacar las cajas y
ya se estaba aproximando el evento.
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—Está bien, que tal si pateo las cajas hasta que alguna salga y podamos
sacar poco a poco el resto de cajas—sugerí, al menos a mí no me ´parecía tan
mala idea.
Comencé a golpear las cajas tal y como lo había dicho, patada tras
patada hasta aflojar un espacio para desembonar la estructura de cartón que
nos detenía.
—No.
—Adornos—contestó.
— ¿A sí? —pregunté.
Traté pateando nuevamente las cajas una tras otra y por fin una salió
volando hacia el salón.
Ya nos faltaba poco para abrir un espacio para que entráramos aunque
sea a gatas, empujó la última caja y salimos gateando de aquel lugar.
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Fui directo a mi habitación a cambiarme por otro vestido para
continuar con el arreglo, porque sabiendo cómo es mi padre debió dejar al
pobre de Aivan solo en el salón adornando todo.
Está bien, si tenía un cuerpo muy bien formado, pero ¿acaso no fue él
el que me dijo que debíamos cuidar nuestra imagen? Y ahora el está aquí
como si nada y yo con mi elegantísimo vestido.
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— ¡Sucio! —grité y el sólo rió.
—Vamos, sólo quiero saber que estás bien, ni siquiera me gustas ¿sí?
Ahora trae tu pierna acá—me jaló la pierna para ponerla sobre sus rodillas
logrando que me sonrojara.
—Jamás dije algo sobre vestirte, dije que te traería ropa solamente,
pero si quieres…
—Ropa—contestó.
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—Sólo póntelos y más tarde lo verás, me encargaré del adorno, tu
sólo…—paró pensando en sus palabras—…cuídate—giró el pomo de la puerta
y se retiró.
Enseguida bajé las escaleras esperando que Aivan llegara con su traje
tan formal como siempre, pero para mi sorpresa Aivan estaba vestido como
yo. Con un pantalón de mezclilla, una camisa arremangada y zapatos pulcros
como siempre.
— ¿Qué te sucedió?
—No podía dejar que te vieras mal ante el resto del reino, así que si tú
te vistes informal yo también, parte de la imagen—guiñó y subió para que lo
cogiera del brazo.
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Lo tomé sin chistar e hice mi recorrido hacia el gran salón.
—Lo digo en serio, te vez muy bien cuando estás tan… ¿cuál es la
palabra?
— ¿Normal?
—A, sí, normal. Ese tipo de ropa se te ve muy bien, no me gusta cuando
te pones vestido—lo empujé apartándolo de mi.
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Aivan
resentaron a la feliz pareja
—Estoy muerta—murmuró.
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—Dejen que la feliz pareja nos de unas palabras de bienvenida a todos
sus invitados.
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— ¿Me habla señorita? —pregunte señalándome y ella asintió—
disculpe, más respeto a mi prometida por favor, es una princesa y debes
tratarla como tal—contesté a la defensiva—y respondiendo a tu pregunta sí,
la conozco perfectamente—me giré a ver a Jinohra para aumentar el
dramatismo del momento—y estoy completamente enamorado de ella—
Jinohra no pudo evitar sorprenderse por mis palabras que obviamente, eran
puras mentiras.
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—Disculpen, pero Jinohra no se siente bien, me temo que debemos
retirarnos—la llevé escaleras arriba abrazándola por los hombros.
Intenté una y otra vez sin éxito y decidí quedarme tumbado en aquel
estrecho lugar. Estaría agradecido si no me diera claustrofobia después de
esto.
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—Hey Jinohra, despierta—moví su cuerpo para despertarla pero ésta
solo gimió.
Bajé por completo las escaleras para encontrarme con Emy, quien
estaba bailando cómodamente con mi mamá.
—Después del espectáculo que dimos no creo que nos consideren unos
“buenos” anfitriones precisamente…
—En verdad esto es incómodo Jinohra, por favor tratemos esto solos—
murmuré.
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— ¡Déjame…!—entré en pánico y la besé callándola así y dejando que
sus palabras se disolvieran en mis labios como un simple gemido. Sabía lo
que había hecho y probablemente jamás me lo perdonaría, le había robado
de esa manera su primer beso.
— ¡Que vivan los futuros esposos! —Gritó dejándome con los tímpanos
zumbando—muchas felicidades—chilló dando saltos de alegría.
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—Haz lo que quieras, yo pienso divertirme un momento—comenzó a
bajar mientras yo subía, y arrepentido, bajé corriendo a alcanzarla.
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Jinohra
o sé de qué me estaba hablando, ¿tenía pensado
N acompañarme?
—Pero tú me invitaste—gruñó.
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Continué abajo hasta que su madre se acercó a mí con su hermana en
brazos, la pequeña ya estaba durmiendo y la reina se veía muy cansada.
— ¿Quieres decir que no está contigo? —levantó una ceja con sorpresa.
— ¿Enserio?
—Sí—respondió la pequeña.
Ahora lo único que los podría sacar de ese hoyo soy yo, mi matrimonio
con Aivan realzará su prestigio y si unificamos los reinos probablemente yo
salga perdiendo, de todas formas no lo haré hasta que contraiga matrimonio
y eso es algo que aplazaré el mayor tiempo que me sea posible. Aun así Cassy
me dijo que iniciaría una guerra si fuese necesario con tal de que yo no me
casara.
Cassidy estaba bailando alegre con alguien a quien no podía ver por la
multitud pero que de manera extrañamente peculiar, me parecía conocido.
Me acerqué a un paso algo lento para no demostrar mis ansias por ver a esa
persona.
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—Huge—exclamé contra su cuello.
Era verdad, aquel niño con el que jugaba había quedado atrás, incluso
ya no era el Huge que dejé atrás, ahora era un chico fuerte, alto, delgado, de
una cabellera descontrolada y unos hermosos ojos aceitunados, el cabello
seguía siendo del mismo negro intenso. Recuerdo cuando Cassy le decía que
usaba un tinte para él, aquellos tiempos inolvidables en los que me la pasaba
horas en su casa hablando de tonterías.
—Perdona por no estar ahí para ti, pero lo importante es que estamos
juntos—respondió abrazándome nuevamente.
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—No, ¿entonces de quién es?—insistió.
¿Qué parte de todo este horrible show era la que estaba disfrutando?
—Así parece.
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Ambos se estaban mirando, ninguno apartaba la mirada del otro, y eso
me ponía muy nerviosa. No sé si los hombres hacen esto como una especie
de ritual de bienvenida a la manada.
—Si Jinohra, solo bajé a ver qué tal estaban las cosas, ¿ya vas a irte a
dormir?
—Ahora no Aivan.
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ambos intercambiaron una mirada rápidamente mientras yo huía escaleras
arriba para ir directo a mi habitación.
—Pasaré—advirtió.
Aivan y Huge estaban del otro lado y por nada del mundo los dejaría
pasar a mi habitación.
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— ¡Ya basta! —espeté poniéndome de pie de un salto—Huge dame la
llave y Aivan, él es un amigo solamente.
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—Sí—suspiré.
—Qué lástima, creí que eras más inteligente y que no aceptarías esas
decisiones, Cassy siempre me recordaba que te quejabas y renegabas que ese
día llegaría.
—Si vienes a sentir lástima por mí, puedes irte de una vez y para tu
información aun estoy tratando de idear algo para evitar este compromiso—
confesé.
—Aivan te dio uno, te dejo mi número—me dio una tarjetita con unos
números anotados—puedes llamarme a la hora que quieras y cuando
quieras.
—Gracias—musité.
Se fue hacia la puerta y se retiró sin agregar nada más, sin siquiera
voltear a verme, realmente había arruinado mi amistad, si es que había una,
con Aivan y mis años al lado de Huge.
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Aivan
í, probablemente Jin esté enojada conmigo, pero es su
Salí por fin por un poco de aire fresco, fuera de las peleas con mi
prometida y con ese ridículo príncipe de no sé dónde.
—Cass—llamé.
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—Saber qué es lo que acaba de suceder aquí—sus mejillas se tiñeron de
un rojo muy bajo.
—Tu P-R-O-M-E-T-I-D-A—corrigió.
¿Por qué la llamé mi esposa?, sacudí mi cabeza para borrar esa palabra
de mi mente.
—Lo que sea, no estoy celoso de todas formas, pero Huge es…—callé.
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—Otro de esos comentarios y verás lo tan estupenda que puedo llegar a
ser—contestó a modo de broma.
Aceleré lo más que pude para estar pronto frente a su castillo. Una vez
ahí caminé rápidamente dentro del palacio hasta topar con su habitación,
aún tenía la luz encendida dentro y mi mente recorrió una imagen de Huge
dentro de su habitación. Probablemente estaba paranoico.
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—Jin, abre la puerta—musité mientras tocaba tímidamente.
Inmediatamente me sonrojé.
— ¿Qué quieres?
—Pensé que Huge…—pensé en una excusa para decir, pues ahora todo
sonaba tan tonto.
— Bueno—dudó.
— ¿Estás bien?
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— ¡Espera! —gritó Jin.
—Más vale que te quedes, ahí afuera hay muchas personas que pueden
atentar en contra tuya con tal de afectar a mi familia, digamos que Newry no
está muy de acuerdo con las leyes que lleva mi padre—torció la boca.
—No creo que deba quedarme, no tengo algún motivo por el cual
quedarme.
Caminamos por un pasillo donde sólo nuestros pasos hacían eco, nadie
hablaba, sólo caminábamos.
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—Y dime Jinohra, ¿de verdad te agrada Huge? —decidí ser quien
rompiera la tensión existente, pero al parecer por su expresión creo que sólo
lo había empeorado.
—Pues pienso que es una gran persona, pero sólo lo quiero como
amigo, de todas formas no se qué te preocupa. Yo estoy comprometida
contigo—sonrió.
¿Se habría dado cuenta de mis celos?, de qué estoy hablando, no estoy
celoso de nadie.
— ¿Por qué esa mala cara?, ¿acaso te hice algo? —murmuró abriendo
la habitación.
¿Qué le había hecho a la Jinohra pedante?, algo estaba mal aquí con
ella, o algo le habían hecho o estaba tramando algo, no sé cuál de las dos
opciones.
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— ¿Qué es tan gracioso?
—A la cocina—me dije.
Bajé con mis zapatos en la mano para no hacer ruido y me los puse una
vez que bajé a la planta donde estaba mi destino, la cocina.
Bastó con asomarme un poco para comprender que era una charla
entre “chicas”.
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—Pero es sólo que está celoso de Huge y no sé, siento que le importo y
lo peor es que…—se tapó la boca y dejó de hablar.
¿Qué, qué era lo peor?, ¿tenía que callarse en ese mismo instante?
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Ellas no se percataron de que jamás salí de aquel lugar y continuaron
con su plática. Tomando así como mi único refugio la mesa.
—No recuerdo.
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Jinohra
olvía a insistir con esa pregunta ¿qué sucedería con la
V
respuesta.
respuesta?, si decía que sí se iba a alegrar, si decía
que no también, no comprendo la importancia de mi
—Entonces responde—insistió.
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Un ruido proveniente de la cocina nos sobresaltó haciendo que
emitiera un grito agudo pero fuerte.
Noté cómo se teñía de un leve color rojo en sus mejillas, un gesto muy
infantil, sonreí.
— ¡Cassy! —reproché.
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respuesta es ¡NO! —grité lanzando una furiosa mirada que pasó de la cara de
Aivan a la de Cassidy.
—Ahora no Cassidy—refunfuñé.
— ¿Por qué?
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—Me callaré si es lo que quieres, pero sal de aquí.
—No creo que sea más peligroso que seguir aquí dentro—masculló
entre dientes.
—No me importa lo que pienses, si crees que soy un idiota, bien por ti,
agradezco que seas lo suficientemente honesta para confesarlo.
¿De qué estaba hablando?, no le había hecho algo para que estuviera
así ¿o sí?, que yo recuerde no había hecho nada, tal vez Cassy fue la culpable
de su tan grave estado de ánimo, pero él no tenía el derecho de desquitarse
conmigo.
— ¿Se puede saber qué te he hecho para ser tratada así? —decidí
soltarlo de una vez.
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Si íbamos a empezar nuestro primer problema, que mejor que siendo
sólo prometidos, no soportaría estar casada con alguien tan voluble.
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—No, nada sólo tonterías—excusé.
—Idiota—mascullé.
Cada paso era una tortura, tal vez me saldrían llagas por tan altos
tacones, debía pedir un cambio en mi guardarropa pronto.
—Bueno, supongo que tampoco Huge querría una esposa con un pié
mal ¿no crees? —miró hacia abajo para observarme y leer mi reacción.
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—No, supongo que no le gustaría—respondí al fin y sólo provoqué que
me bajara.
Así es, mis padres tenían a una persona para la familia real especial
para que diseñara el calzado para los reyes y la princesa.
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—No olvides llevar el carruaje, no quiero verte en esos vehículos
nuevamente—sacudió la mano con asco.
—Sí su majestad.
Aún con mi zapatilla sin tacón me las arreglé para trepar a la silla de
montar y asir las riendas del caballo en mis manos.
—Pero no tolero que estés haciendo esto para mí, se supone que yo
debería llevarte.
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Seguimos así por las calles mientras todos observaban la escena,
comencé a apoyar mi mejilla en la espalda de Aivan nuevamente para poder
mantenerme cómoda, pues empezaba a cabecear por el ligero meneo del
caballo y por el calor que nos dábamos mi prometido y yo.
—Aivan, detente—espeté.
Era una de las tantas cosas que me aterraban, pues una vez sucedió
exactamente lo mismo con mi instructor.
El caballo nos llevó galopando hasta las afueras del reino, justo en el
bosque y caímos al suelo, el caballo continuó sin notar que ya no llevaba
jinetes.
Caminamos, más bien caminó, por el bosque para hallar una salida
hacia algún lugar que no fuera otro pasaje del bosque.
— ¿No convives con tus súbditos?, ¿quieres decir que no sabes cómo
viven en Newry?
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—Estoy seguro de que serás una magnífica reina y por eso no te
preocupes, falta mucho para que ese día llegue—sorpresivamente besó mi
frente dejándome atónita ante tantas demostraciones de afecto el día de hoy.
—Yo también, pero pronto saldremos de aquí, sólo esperemos que nos
encuentren o encontrar la salida.
—No.
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Se quitó su saco y lo colocó en mis hombros. Se quedó sólo con la
camisa delicada que llevaba sobre su delgado torso.
—No más que tú, no seas necia y póntelo que ahora estoy de buenas—
sonrió y me devolvió el abrigador saco.
— ¿Por qué hace unas horas estabas molesto? —me decidí a preguntar.
—Entonces sí.
— ¿Qué respuesta?
—No puede ser—cubrí mi rostro con las manos para evitar mirarlo a
los ojos.
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—No, espera, debo explicar las cosas, no me puedes dejar así como así
sin saber la razón.
—No es él, deja tus celos a un lado por favor —interrumpí—es sólo que
no te conozco, nos obligaron a comprometernos así como así, perdona, pero
no puedo obligarme a sentir algo que ahora no siento, pero no me niego a la
posibilidad de que suceda, de todas formas así como no me puedo a obligar a
sentir algo, tampoco puedo obligarme a desarrollarlo por una persona en
especial. Pero si sigues insistiendo en que es Huge, creo que cometeré un
asesinato con el tacón que me queda—soltó una carcajada que tuvo que
sofocar cubriéndose la boca.
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Pero era verdad, de no ser el suelo, no teníamos otro lugar para
descansar y a pesar de las quejas que pudiera dar nada cambiaría nuestra
situación. Esperaríamos a salir o si no a que alguien viniera por nosotros—
estúpido caballo—me reprochaba—no debía dejar a Aivan cabalgarlo sin mi
ayuda.
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Aivan
inohra se veía bastante cansada y los dos teníamos
J hambre, no habíamos desayunado nada y se supone que
sólo íbamos a reparar el maldito tacón.
Había tendido una cama de hojas no tan secas, creo que algo está
haciendo bien se está colando en mi mente poco a poco y es desesperante.
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—Levántate— ordené al recordar algo.
—No recuerdo bien, pero creo que sus padres, como eran duques,
tenían trato con mi familia y pues como tenía mi edad me acostumbré a verla
en el palacio—confesé encogiéndome de hombros.
— ¿Y a Huge?
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—No puedo, nunca duermo si no tengo sueño y además estoy muy
nerviosa como para poder conciliarlo—se encogió de hombros como si eso
fuera lo más normal del mundo.
—No te preocupes, tú descansa, voy por algo para quemar, tengo frío
pero no pienso que sea buena idea que te quites el saco por mi culpa.
Me fui metiendo cada vez más y más al bosque cogiendo cada rama o
pedazo de tronco que encontraba, hasta que junté muchas regresé y Jinohra
seguía sin descansar, ahí, sólo esperando.
— ¿Qué haces?
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— ¿Sabes hacerlo? —lo digo sin ocultar mi sorpresa y ella sólo sonríe.
—Por favor, en mi reino no hay mucha tecnología, ser así tiene sus
ventajas—probablemente sí, pero su modo de vida es aterrador.
¿Tan malo era estar así?, en verdad Newry era devastador en ese
sentido. Juraría que si pasas ahí cerca de una semana ya no te acordarías de
cómo encender una computadora. Así de horrible era ese reino.
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—Pues creo que será mejor que esperes hasta ese entonces, no quiero
apresurar todo ni complicarme con estas cosas—nos quedamos en un
incómodo silencio mientras la fogata era encendida por mi acompañante.
— ¿Y si no salimos?
— ¿Qué?
— ¿Otra vez?
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clases de Madame Katherine y desde ese entonces nos conocimos y nos
llevamos bien, esa es nuestra romántica historia—sonrió.
—De vez en cuando iba a su casa para refugiarme de mis padres, solía
quedarme en el palacio de los Benmore alrededor de semanas, sólo para
distraerme de mi puesto como princesa, pero no, nada de romance, sólo
hemos sido buenos amigos, pero ¿tú de donde lo conoces?
—Bien, no lo estoy aunque soy sólo un año mayor que tú, pero ¿me
dejarás continuar? —ella sólo asintió en un movimiento y pude continuar
con la historia—bien, pues lo conocí…uf, es bochornoso ¿sabes? —Ella sólo
pudo reír, de verdad quería escuchar la respuesta—fue en una fiesta infantil,
no te rías—advertí, pero haciendo caso omiso soltó una sonora carcajada que
terminó por contagiarme—bien, sé que es tonto, pero te lo advertí. En fin, lo
conocí en la fiesta y en ese entonces yo estaba comprometido con… ¿conoces
a los Dertyn?
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—Conozco lo suficiente a la maldita Fatima—contestó frunciendo el
ceño.
— ¿Eran amigos?
— ¿Y logró quitarla?
— ¿Disculpa?
—Olvídalo y duerme.
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Pronto terminaría enamorándome de Jinohra, esto es un maldito
truco, no me puede estar pasando esto ahora.
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5
Jinohra
que te confiese que realmente te quiere como prometida
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Sólo era por eso, por mis padres, aunque cierta parte de mí quería que
se tratara de algo más, no de simples tratados con mi reino.
—Ya basta Jinohra, no tienes que demostrar que puedes salir sin
ayuda—reclamó con vehemencia.
—No estoy demostrando nada, sólo que me haces sentir una completa
inútil tratándome como a tu hermanita.
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—Sí—me limité a responder, por alguna razón no me daban tanta
confianza como los de mi reino.
Nos guiaron hasta donde estaba una camioneta estacionada lista para
llevarnos a casa—un auto, seguramente la guardia de Lisburn—me dije.
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—No, no es eso…sólo es algo personal, ya déjame, no tienes que cuidar
de mí—farfullé alejando de un manotazo su brazo.
¿En su casa?, esperaba que bromeara, que hiciera algo que me indicara
que esto era sólo una mala broma.
Era obvio que tenía un pie enorme para ser una princesa, las demás
chicas tenían pies de geisha, eran perfectas y yo tenía un pie enorme, ese
había sido un defecto que me atormentaría por el resto de mi existencia.
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—Listo, en unos minutos llegarán un par de hermosos zapatos para mi
princesa—se sonrojó al notar lo mismo que a mí me había dejado
boquiabierta—quiero decir para mi prometida, la princesa—compuso, pero
mi mirada estaba perdida y tratando de olvidar su ridículo accidente— ¿Por
qué estás triste?
— ¿Con qué?
—Pero podríamos hacer algo, no lo sé, una pelea entre los reinos, Huge
me dijo…
¿Tan malo era casarse conmigo?, que insensible, está bien que
queramos evitar la boda, pero era imposible que me comparara con hablarle
a Huge algo que a él le costaría un triunfo, eso pasaba sus propios límites de
estupidez.
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Sin dar respuesta ni mostrar reacción alguna me puse de pié y salí
descalza de aquel lugar. Subí las escaleras esperando que me dejara en paz,
pero no fue así, me siguió por todo el estrecho pasillo.
—Aprendo rápido
—No suena algo malo o por lo menos no parece difícil, así que sí,
quiero aprender a conducir.
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Caminamos poco a poco hacia aquel automóvil, un auto negro y
descapotable, tal y como el auto con el que casi chocamos…
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— ¿Y esta palanca? —le di un golpe a la palanca de al lado.
Creo que era muy paciente, le estuve haciendo preguntas sobre el auto
y contestó a todas con amabilidad, supongo que era hora de que ya
comenzáramos con la práctica.
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Me limpié sacando una mano del agarre de Aivan y él se percató de lo
que sucedía, tomándome así de la barbilla para que lo volteara a ver.
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Aivan
y no, ay no, ay ¡no! —Me gritaba mi
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Inconscientemente suelto un suspiro, ¿qué está mal conmigo?, bajo de
mi auto y me dirijo a un puente que conecta con Campterlyn, el sitio donde
vive Cass.
97
Me quedo pasmado a mitad del pasillo cuando veo a Jinohra y a Huge
riendo mientras Huge acerca su mano a la de mi prometida.
98
Veo cómo una lágrima rueda por su mejilla y se la limpio con el pulgar,
lo que enfurece a Jinohra, quien inmediatamente se interpone entre nuestra
amiga y yo.
Ambos salen murmurando algo que no logro escuchar pero que sin
duda mantiene mis sentidos alerta, lo estarían siempre que Jinohra estuviera
a solas con él.
99
—Espera Cass, pero no puedo obligarla, ella no cree que yo vaya a
dejarla libre, ella ansía la libertad—comento un poco confundido por mi
propia confesión.
—Demuéstraselo.
— ¿Pero cómo?
—No del todo—golpea mi costado con su codo y se cubre la cara con las
manos.
100
— ¿Y por qué los dejas?
—Porque son mis amigos, porque los aprecio demasiado como para
interponerme.
101
me derriba y me golpea en la cara mientras estoy en el suelo, abriéndome la
ceja. Me llevo la mano a la herida, y, al sentir el líquido tibio recorrer mi sien
me pongo de pié y él cae. Comienzo a patear sus costados hasta que una
mano me toma del brazo y tira de mí.
— ¡Ya basta! —Solloza una Jinohra muy asustada— ¡no era necesario!
— me aparta de un empujón y corre hacia Huge para levantarlo.
Haciendo caso omiso a sus palabras doy unos pasos hacia el frente,
mismos que ella retrocede.
—Jinohra
102
Sin dar respuesta giro para verificar que Huge siga en e suelo, y así es.
Me alejo con grandes pasos de aquel sitio.
—Reina—reverencio.
103
—Te gusta—esboza una amplia sonrisa igual que la que horas antes me
dio Cass—en verdad estás enamorado—yo sólo puedo asentir pero frunzo el
ceño, no sé por qué tenemos esta conversación frente a mi hermanita.
Camino por las calles sin un rumbo fijo, lo único que está en mi mente
es no ir a la casa de Cassidy, no volver a ese lugar. Me detengo abruptamente
frente a un aparador donde exhiben unos brazaletes, anillos, joyería en
general. Entro de inmediato a ver qué productos hay y comienzo a pensar en
cuál de todas esas cosas le quedará mejor a Jinohra, sacudo la cabeza en
forma de negación para apartar esos pensamientos; pero es tarde, pues de la
nada salgo con un reloj de plata con unos diamantes rosados incrustados en
lugar de números que indican la hora.
104
— ¿Eso es todo? —indaga Cass sin darle crédito a mis palabras.
—Muy bien, entonces cuanta conmigo, sólo tienes tres días a partir de
mañana para hacerlo—asiento y me dirijo a la salida.
Todo está bien planeado, nada puede fallar con esto, nada excepto que
el estúpido de Huge se me adelante, pero no creo que Jinohra se lo permita,
se supone que él lo hará en una semana, mientras yo tengo tres días para
actuar e igual Cassidy para hacer que Huge recapacite al respecto.
—Creo que es hora de que vayas a tu reino, ahí se pone feo cuando
anochece—entro musitando y esperando que ella me responda de una
manera grosera y tajante como siempre.
105
—No, no es lo que quise decir—noto cómo comienza a ruborizarse y no
puedo evitar esbozar una sonrisa.
— ¿Qué es esto?
—Una caja—bromeo.
106
—Un anillo de compromiso
107
6
Jinohra
ivan se quedó pasmado frente a mí, estaba totalmente
A
normalmente.
petrificado, no sé si podía respirar o no, pues su
abdomen ya no subía y bajaba como debe hacerlo
¿De verdad había dicho eso? Estaba molesto, muy molesto, pero él ya
había tomado su decisión.
108
Salí sin detenerme hacia Newry, si él de verdad quería eso que de por
seguro que lo tendría.
— ¿Qué le hiciste?
109
— ¿Estás segura de que él quiere “salvar” su vida? —interroga con
ironía, algo sabe y yo no, aquí hay algo que no me quiere decir.
— ¿A qué te refieres?
—Esto— levanté la mano para dejar ver el anillo que tenía en el anular
de la mano derecha, pues sabía lo que significaba al estar en la mano
izquierda y lo que menos podía representar este anillo era eso; Cassidy se
quedó boquiabierta mientras lo observaba a detalle.
— ¿Es de Aivan?
110
—No…—comencé a frotar inconscientemente mis dedos—…es de
Huge.
Cassy puso una cara de horror ante mi confesión, pensé que ella
estaría de acuerdo con esto, pensé que ella me apoyaría.
— ¿De quién?
—Creí que era obvio, ¿cómo no pudiste darte cuenta?, ¡No todo el
mundo gira a tu alrededor! —vociferó realmente iracunda—no la quiero ver
hasta dentro de una semana majestad—reverenció—por favor retírese.
Salí cabizbaja de su casa. ¿Qué había sido todo eso?, no sé por qué creí
que Cassidy me ayudaría con esto, que ella realmente me apoyaría en estas
decisiones—no sólo se trata de ti Jinohra—resonaron en mi cabeza su
palabras, algo debe querer decir con esto, pero siempre me he puesto antes
que el resto de las personas— ¿Segura que quieres anular el compromiso? —
recordé las palabras de Cassidy, sí, estaba muy segura.
111
Caminé hacia Newry, realmente esperaba caminar hacia allá, pues
tardaría dos días en llegar a pie, no estaba nada cerca y menos desde aquí,
desde los límites de Lisburn y Campterlyn.
—No…es nada—suspiré.
— ¿Están las cosas bien con Aivan? — esta mujer se da cuenta de todo,
es mejor madre de lo que creí.
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—Sí—sonreí lo mejor que mis labios me permitieron, lo cual no fue
mucho, pero bastó para convencerla.
—Aivan…
113
—Príncipe de Lisburn… princesa, ten más respeto—interrumpió mi
padre ¿a qué iba todo esto?
Fui a dar una vuelta por los alrededores para ver mejor mi reino,
aquella experiencia en el bosque no la quería volver a pasar, y todo por no
114
conocer mis reino, así que ¿por qué no? Comencé a caminar por los pasillos
del palacio para dirigirme a la salida.
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Caminamos sin decir nada, pero esta vez no me atreví a tomarlo de la
mano como cuando éramos amigos. La situación era diferente, el contexto
completo era diferente y yo ya no podía seguir siendo la misma con él.
116
beso en aquella fiesta. Inconscientemente comencé a llorar y sentí una fuerte
ráfaga de viento pasar frente a mí.
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—Ya basta por favor—susurré—no me trates así—comencé a sollozar—
es horrible—solté todo mi llanto mientras me acercaba a sus protectores
brazos.
118
— ¿Qué es todo esto? —indagué mientras me separaba un poco de
Aivan.
Sin insistir más salimos tomados de la mano hacia su auto para poder
ir a reunir a los medios de ambos reinos, por fin sería oficial esto, y por fin
sería lo que nosotros queríamos.
— ¿Quieres conducir?
—No, los autos no son lo mío y por ahora llevamos prisa, tal vez…—mis
labios sintieron una fina piel sobre ellos, unos cálidos labios que se
acoplaban perfectamente a los míos—Aivan…calma…llevamos…prisa—
susurré entre cada beso—debemos apresurarnos—formulé tratando de
recuperar la compostura.
119
Aivan
alimos en el auto a visitar a los medios más importantes,
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—Claro que sí lo harás mi amor—besé su frene mientras salía del
auto—o por lo menos estaciónalo cerca, enseguida vengo.
121
— ¡Aivan! —gritó Jin desde el auto.
Corrí tras ella y por fin pudo detenerse, jadeante abrí la puerta y ella
descendió.
—Vanidoso—masculló y yo reí.
Aceleré el auto hasta el límite hasta que por fin llegamos a una de las
televisoras más importantes de ambos reinos.
— ¿Qué sucede?
—Usted sólo diga que tenemos que decir algo los príncipes de Lisburn
y Newry—masculló Jinohra a mis espaldas—por favor—agregó respetando
sus “buenos modales”.
Esperamos hasta que un camarógrafo nos hizo unas señas para entrar
y así lo hicimos. Con paso firme entré pero Jin estaba detrás, estaba
temblando y casi pálida.
122
—Jin, todo estará bien—sentí el pequeño bulto de mi compra en la
bolsa de mi pantalón.
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estaba más que roja mientras temblaba y se apoyaba a una de las gradas que
estaban a un costado.
124
Jinohra
legamos hasta el foro de uno de los programas más
125
—Hemos venido a darles un aviso muy importante—continuó Aivan.
126
problemas y peleas por fin habíamos caído en la cuenta de que nos
amábamos, de que nos necesitábamos mutuamente.
127
7
Jinohra
na vez en el auto nos mirábamos de vez en cuando, pues
128
el altar, todo en mi mente estaba perfecto y arreglado cuidadosamente para
que nada faltara.
— ¿De qué quieren sus helados? —preguntó una chica que estaba
montada en unos patines y de vez en cuando enviaba furtivas miradas a mi
prometido.
— ¿Qué sucede?
Esperamos hasta que por fin la muchacha nos llevó nuestro pedido,
eran dos simples helados y se había tardado casi quince minutos, pero
supuse que era por tantos clientes que entraron en cuanto nos vieron dentro.
—Es incómodo que nos vean comiendo, no me gusta que hagan eso—
comenté mientras comenzaba a reírme torpemente.
129
—Tranquilízate, dentro de poco podremos estar más tranquilos.
Terminamos después de tanto suplicio para salir sin que las personas
me jalaran el cabello ni que trataran de soltar a Aivan de mi fuerte agarre.
Pobre, creo que le dejé la muñeca marcada con mis dedos.
Avanzamos muy poco para llegar a una casona que estaba medio en
ruinas, pero permanecía erguida ahí, sola y alejada, por lo menos por poco
espacio de ambos reinos.
—Es nuestra.
— ¿Compraste una casa destruida?, hay personas que les regalan viajes
a sus prometidas— dije en tono de burla.
130
—Está destruida, pero dentro de poco la cambiará mi madre para que
ésta sea nuestra casa, tú dijiste que querías libertad ¿no?, así que no creo que
haya más libertad que estar lejos de nuestros reinos y con un bosque como
patio trasero.
— ¡Suban a ese árbol, vendré por ustedes! —gritó una señora frente a
nosotros mientras ayudaba a sus hijos a esconderse en el follaje de la copa
del árbol al que hacía referencia.
131
—Parece que es un tiroteo Jinohra, no me sueltes, saldremos de esto—
gritó para que su voz se distinguiera de el resto de los ruidos de nuestro
entorno.
Me agaché y pasé hacia el interior, ahí aún estaban las cenizas que dejó
nuestra fogata improvisada. Comencé a tirar de la ropa de los niños que
pasaban frente a mí para introducirlos ahí.
132
de aguantar la respiración y calmarme para que no nos delatara mi reacción
de asombro y me puse lo más rígida posible.
— ¿Quién te mandó?
—No iré ningún lugar con ustedes, si lo que quieren es dinero pueden
tomarlo todo.
133
—No somos nosotros los que buscamos algo, ya le dije majestad que
nos han mandado para que la llevemos ante él.
— ¿Y quién es él?
Maldición, a este paso jamás podría huir ahora que sólo es uno, no
podría cuando fueran más y en definitiva no podría en cuanto me llevaran
frente a quien sea que los haya llamado.
134
No sé qué sucedió, cuando por fin pude abrir los ojos estaba en un
cuarto como el de mi palacio, con detalles labrados a mano y con un armario
repleto de vestidos, ¿qué estaba sucediendo?
135
—Él te trajo cargando hasta aquí después de que te trataran de
disparar y él luchara contra esos mafiosos para que no te hicieran más daño,
sin embargo uno de ellos le disparó en el hombro.
—Sí, eso fue lo que lo dejó en un estado grave, sin embargo está bien.
— ¿Puedo ir a verlo?
—Me temo que no dejan pasar aún a otros que no sean sus familiares.
—Él no puede ver a nadie aún, sólo tenemos permitido dejar pasar a su
familia.
136
Me quité el calzado para no hacer ruido y me acerqué lentamente a él.
Estaba en la cama recostado con los ojos cerrados, tenía varios cables
alrededor y unas cosas en sus dedos, se veía más pálido que antes, se notaba
débil y cansado. Pero aun así él era el hombre que me había salvado.
137
— ¿Cuándo podrá regresar a casa? —pregunté sin rodeos, tenía poco
tiempo entes de que se percataran de mi ausencia en el castillo.
138
Aivan
entí cómo aquel metal caliente atravesaba por mi hombro y
139
Desperté en la cama de un hospital con una especie de manguerillas
conectadas a mi antebrazo, unos tubos más para poder respirar y miles de
aparatitos en toda la estancia.
—Ella está en el palacio y la familia real también, ahora tenga, creo que
debe ver las noticias y enterarse de lo que sucede ahí afuera—me tendió el
control remoto y enseguida presioné el botón de encendido.
140
—Un momento no se supone que las televisiones…
141
Traté de ponerme de pie, pero en cuanto apoyé mis codos para
impulsarme y poder enderezarme mi hombro envió otra punzada, no podía
estar aquí acostado sin hacer nada.
—Pero no fue así, ¿Jin está bien? —una sonrisa se formó en sus labios
reconfortándome, eso sólo podían significar buenas noticias.
—Sí, ella está aun aturdida por todo lo sucedido, pero está en perfectas
condiciones.
— ¡¿Quién?!
142
—Es Huge, Aivan…—se quedó en silencio por uno minutos antes de
continuar—él no ha sido castigado, el fuero de los príncipes y princesas lo
protege, por lo que las autoridades no pudieron hacer algo, pero Jinohra no
está enterada y espero que no se lo digas, esto podría afectarla demasiado—
rogó, odiaba cuando usaba su maldito tono de súplica.
143
Me desperté jadeando y con la herida del hombro ardiendo, el dolor
era tan profundo que casi hace que una lágrima saliera sin embargo la
fortuita entrada de la enfermera logró reprimirla.
—Un suero para que la herida cierre más rápido, sabemos que tiene
asuntos que atender y estamos tratando de hacer lo imposible para que salga
en esta semana, pero si quiere que esto funcione debe quedarse quieto y
recostado para que la piel de su hombro no se expanda ni se contraiga, eso
podría debilitar los putos y provocar que la herida quede abierta.
144
—Por favor, déjenme verlo—gritaba la extraña voz.
—Ese maldito…
Pasó la semana completa y por fin pude ponerme de pie, claro que con
la ayuda de las enfermeras para que no tuviera que ejercer fuerza sobre mi
hombro. Con incomodidad me dirigí hacia la limusina que la familia real de
Newry había mandado a recogerme para llevarme a su palacio.
145
—Jinohra—musité al verla descender las escaleras con unos jeans y
una playera entallada, tal y como la había visto la primera vez que estuve
aquí—te extrañé.
146
8
Jinohra
omenzamos a caminar escaleras arriba para tener un lugar
147
—No quiero que estemos aquí…
—Jin…
148
—Debo tratar unos asuntos de mi reino con alguien, debo salir lo más
pronto posible o perderé la reservación para el tratado—mentí, me sentía tan
mal por mentir.
149
El carruaje por fin llegó y me dispuse a subirlo, en uno más elegante
iba mi padre, seguramente quería exclusividad para este momento, no sé qué
tantas cosas debía arreglar con el reino de Cassy, él iba para allá mientras yo
me dirigía a ver a Huge, debía hacerlo pagar de alguna manera, el estúpido
fuero no podía salvarlo de esta.
Los muros del palacio eran de piedra molida y de una tonalidad color
salmón, era precioso, se veía como un castillo de alguna doncella, sin
embargo sabía bien la clase de monstruo que habitaba en ese agradable
lugar. Seguí caminando y me topé con las enormes puertas, parecían la
entrada a un santuario religioso, algo así como la entrada a una iglesia. Tenía
madera tallada a mano con unos aros de metal para tocar la puerta y
pequeños detalles como plantas en la parte de abajo.
150
Toqué y uno de los mayordomos de Huge me abrió, dejándome pasar
pues me conocían bien después de haber pasado una gran infancia con él.
Pero ahora era diferente, yo no estaba aquí para charlar o para jugar con él,
estaba para reclamarle y cobrarle lo que me hizo.
—Sí, es por eso y también por mí ¿qué querías lograr con eso?, sólo has
causado que ambos reinos pongan sus ojos en tu estúpido reino, más vale
que te vayas haciendo a la idea de que desaparecerás Huge, mi padre no
piensa permitirte esto—me permití alardear con mi título y con el de mi
padre.
151
— ¿Qué quería lograr?, creí que eran obvias mis intenciones Jiny—y en
un rápido movimiento me acorraló poniendo sus manos a un lado de mi
cintura y apoyando todo su peso en ellas para que no lograra moverlo,
maldito desgraciado.
—Lo sé, por eso fue muy fácil hacerlo, pero si no fuera por tu estúpido
prometidillo de caricatura todo hubiese salido perfecto…lo de la bala no
estaba planeado, pero se lo tenía merecido—se encogió de hombros para
restarle importancia a ese gran accidente.
— ¿Qué haces?
152
Era verdad, no sabía que hacía aquí. En un principio quería que pagara
¿pero cómo?, es decir, no fui con ningún ejército, ni con Aivan, ni con mi
padre, me entregué sola en un arranque de ira. Y peor aun el hecho de que
Aivan espere que regrese me mataba, jamás debí mentirle.
—Entre ella y yo no hay nada, ella sólo es una chica como cualquier
otra— musitó evitando mi mirada.
— ¿Quién te lo dijo?
—Es sólo que no había sido siempre tan abierto contigo, pero ahora
que estamos juntos planeo conocerte mejor y que tú me conozcas tal y como
soy—esbozó una sonrisa repugnante y dirigió sus labios hacia mí.
153
—Enseguida la atiendo—masculló entre dientes—en cuanto a ti, te
tendré en vigilancia las veinticuatro horas del día así que más vale que te
acostumbres a estar rodeada de guardias.
154
Caminé con dificultad hacia el ala Este mientras era escoltada por los
guardias del palacio e intimidada por las severas miradas de los mayordomos
y la servidumbre con la que me encontraba.
—No hay necesidad, tengo muy presente el hecho de que ahora cuento
con una seguridad mayor que la de mis padres y no me importa, sólo quiero
saber qué diablos quieren—musité molesta por todo este drama.
155
—Cálmate ¿quieres?, sólo queremos charlar, pero necesitamos que te
sientes y te relajes.
—Muy bien Jinohra, quiero negociar contigo, por lo que veo has
abandonado a Aivan por el dinero de Huge…
—Calla por favor, tengo mis razones para creerle, sin embargo quiero
que reconsideres todo esto Jinohra he venido a hablar contigo pero Huge se
niega a dejarnos solas.
—No decidí nada, vine a arreglar una cosa con Huge, para ser precisa
su ataque “terrorista” en mi contra para traerme aquí y Aivan resultó herido,
por lo que no vino, no quería exponerlo a este infeliz.
156
Salí sin entender qué estaba sucediendo ahí dentro, sin poder
comprender por qué Huge mintió de esa manera tan descarada.
157
Aivan
inohra se había ido a una reunión con no sé quién y el rey
¿Se había ido a otro reino?, ella me dijo claramente que iba con su
padre—dijo que iba, mas no que al mismo lugar—me contesté en automático
y volví a levantarme del sillón.
Me dirigí sin decir algo hacia la salida, no quería hablar con nadie que
no fuesen los guardias, seguramente ellos sabían a donde se dirigían ambos,
ahora sólo dependía de mí el saber a dónde se fue ella y a dónde su padre.
158
—Guardias—imité su movimiento para después continuar—por favor,
necesito saber la ubicación de mi prometida, sé que ustedes los escoltaron.
Me había mentido, sí, pero supongo que era para no meterme en más
líos y es comprensible, ¿pero que haya corrido directo al palacio de Huge?
Eso sí que era torpe, incluso para ella.
159
verificar que no se encontraba ahí y así fue, no estaba en mi reino, no estaba
en su reino y por lo que me dijeron los guardias tampoco estaba con Cass.
— ¿Bueno? —dudé, era una mala idea contestar con Jinohra fuera,
probablemente algo le había pasado.
—Aivan, las cosas se están poniendo feas con Huge, debes venir a su
reino de inmediato—habló rápidamente una voz la cual reconocí, era Cass.
—Madre, debes mandar toda una tropa hasta Galway, no hay tiempo
así que después responderé tus preguntas—dije hacia la bocina.
160
—Muy bien, enseguida lo hago—colgó y yo volví a encender el auto,
esta vez para encontrarme con mi tropa que seguramente estaría ahí antes
que yo.
Giró a verme ahí de pie y fingió no haber visto nada, para mi sorpresa
comenzó a hablar más fuerte y a distraer a Huge para que no me viera—debo
agradecerle después—pensé mientras me dirigía a otro de los cuartos.
161
—No te asustes Aivan—susurró alguien en mi oído, en ese instante
supe quien era—te voy a quitar la mano pero no hagas ruido—asentí
moviéndola cabeza y ella me liberó.
—Vi en la torre donde estuve encerrada unas cortinas enormes, tal vez
podamos atarlas…
162
— ¿Atarlas? ¿Es en serio?
—Si esta va a ser nuestra primer pelea como pareja en verdad te ruego
que no sea aquí, guarda tu ironía y sarcasmo para otro momento—imploré
pensando en que ella me entendiera.
— ¿Qué haces?
163
Newry no es muy buena opción ahora—musité para poder hacer tiempo
mientras Jinohra salía a salvo con Cassidy.
164
Mi respiración se aceleró alcanzando el ritmo de mi corazón, no pensé
que fuera a traer un arma consigo, creí que los guardias eran los únicos que
podían portar armas, pero obviamente estaba equivocado. Comencé a
caminar hacia atrás tratando de encontrar un lugar para ocultarme, escapar
o por lo menos que me sirviera de protección.
165
—Hiciste lo correcto, si no hubieses intervenido, estaría muerto, te
debo mi vida.
—Acabo de herirlo con un arma, esto lo hice yo—se llevó las manos a la
cara y comenzó a llorar frenéticamente mientras emitía gritos de dolor
desgarradores, no soportaría mucho el verla así.
166
9
Jinohra
or fin sabía qué hacer para salir, inventé que el baño de
Me quedé mucho tiempo, aunque creo que sólo fueron unos minutos
pero para mí parecieron una eternidad. Unos pasos se acercaban y pude
verlo, era Aivan quien se estaba aproximando, sin dudarlo le cubrí la boca y
lo llevé hacia la obscuridad conmigo para que no lo vieran.
167
—No te preocupes por mí—fue lo único que se me ocurrió decir para
calmarnos a ambos, no quería iniciar un conflicto de nuevo aquí abajo y
menos en el palacio de Huge.
—Me preocupa él, Aivan no debió quedarse solo con Huge, él es capaz
de tantas cosas…—la detuve, no soportaba el duro golpe de la realidad que
me estaba dando mi amiga.
—Cassy, él estará bien, sabe qué hacer, sabrá manejar las cosas y todo
saldrá bien, ya verás—musité mientras trataba no sólo de convencer a Cassy,
si no convencerme de que nada malo pasaría.
168
mi cabeza alejando esos pensamientos, él estaba bien, el debía estar bien, por
él, por nosotros.
— ¿Eh?
—Tenías tus razones y debo admitir que de no haber sido por tus
palabras de reclamo jamás hubiera reconsiderado la opción de regresar con
Aivan—sonreí agradecida, en verdad le debía mi compromiso a ella—así que
gracias, pero yo soy la que debe pedir perdón, no debí meterme entre tú y
Huge.
—Eres mi amiga y creo que fue muy obvio, no tuve que meditar
mucho—sonreí nuevamente y ella sólo asintió confirmando mis sospechas.
—Bueno, pero ahora mira, creo que no hice una buena elección—rió
con amargura.
—No es por preocuparte Jiny, pero aun no salen, mejor vayamos a ver
qué sucede aunque…los guardias no creo que nos dejen.
169
—No importa, ellos deben obedecerme—caminé mientras Cassidy me
tomaba por el brazo acercándome a pasos apresurados a uno de los guardias.
Sin hacerle caso entré y al abrir de par en par las puertas me quedé
pasmada ante la escena que estaba viendo. Aivan estaba recargado contra la
pared mientras Huge sostenía su arma frente a él, me quedé paralizada justo
a su costado y sin pensarlo apunté mi arma hacia él.
170
—Estuvo bien, todo está bien—murmuraba Cassy tratando de
brindarme apoyo, pero era inútil, me sentía sucia, devastada por todo esto—
hiciste lo correcto—volvió a decir mientras ambas seguíamos en el suelo.
—Acabo de herirlo con un arma, esto lo hice yo—me llevé las manos a
la cara y comencé a llorar.
171
Me incorporé mientras me apoyaba en el hombro de Aivan y éste me
tomó por los hombros para mirarme mientras me cubría el rostro con las
manos.
—Es fácil decirlo, pero es que tu no fuiste quien lo hizo, una persona
no está herida por tú culpa—pasó su brazo rodeándome por los hombros y
me atrajo a su cuerpo.
Por fin sonreí, por fin él pudo devolverme aquella esperanza de que
todo se fuera a resolver, de que todo estaría bien.
172
una bardilla y con la mano envuelta en tela. Aivan tiró de mí para que dejara
de ver a Huge.
— ¿Viniste caminando?
173
—Tu—respondí de inmediato y él suspiró.
—No fue tu culpa—me abrazó y limpió las lágrimas con sus pulgares—
no lo provocaste tú, ¿ya te dije que me salvaste la vida? —sonreí—no me
cansaré de recordarte eso, pero ahora que recuerdo, quedamos en que
veríamos lo de la boda…
174
completamente dentro, me tomó de la mano fuertemente transmitiéndome
seguridad.
175
Aivan
aminamos hacia el palacio mientras ella se meneaba
176
familia real de Galway, lo que significaría que Jinohra iría directo a las
manos de Huge, pero sus padres son incapaces de hacer eso ¿o no?
Subí por las escaleras mientras mis zapatos marcaban el ritmo de mis
pisadas y el camino se hacía largo. No veía la hora de soltarles todo a los
reyes, de decirles que no dejaría que tomaran esa decisión.
—Creí que les dejamos bien claro lo que estábamos haciendo y lo que
esperábamos que hicieran—inició a discutir.
—Ambos, majestad, ambos decidimos que esto está bien así y hemos
decidido que si es necesario que Lisburn se una con Newry así lo haremos,
adelantaremos la boda para cuando ustedes quieran—concluí y me di la
177
media vuelta para no escuchar la respuesta, quería que ellos lo tomaran en
serio y que pensaran las posibilidades que teníamos de ganar.
178
ellos tenían el ejército con mayor número de todos los reinos, sin duda un
potente aliado.
—Cassidy necesito un favor, habla con los reyes del reino y diles que la
reina de Lisburn los convoca a una reunión y necesito que les metas ideas de
que deben aliarse con nosotros, diles que ignoren las propuestas de Galway,
por cierto, ¿Jinohra está contigo?, la mandé hace un momento para que se
distrajera.
179
—No, mañana deberá tener lugar—interrumpí y no dejé que hablara—
era una de las condiciones para que no entregaran a Jin como una mercancía
a Huge, eso y el hecho de ayudar a Newry en la guerra, por eso te necesito—
terminé y ella soltó todo el aire que había estado reteniendo.
— ¿O sea que…
180
—Muy bien, creo que el ambiente de tensión es palpable por aquí, así
que con su permiso—se retiró Cassidy dejándome sólo y sin apoyo frente a
Jin.
— ¿Por qué?
—Porque tus padres quieren darte a Huge, quieren que te cases con él
o bueno, prácticamente eso pasará y pues…serás reina en cuanto te cases y
yo rey y así podremos…
181
—No es eso, estás conmigo ahora por un título, es decir, si no fuera
porque soy princesa no me estarías pidiendo matrimonio de un momento
para otro.
—Me gustaría decir que no, pero si tus padres no nos hubiesen
obligado jamás hubiese conocido a la Jinohra de verdad y créeme que me
gusta, que estoy enamorado de ella y lo seguiré estando hasta el último
segundo de mi vida—la besé de forma fugaz y ella se quedó en un silencio
aterrador.
No sabía lo que haría, pero solo habían dos opciones, aceptar nuestra
condición o rechazarla y poner ambos reinos en conflicto.
182
aunque tuvimos ahora uno sólo fue para hablarle de la guerra que se
avecinaba y ahora tenía que regresar a casa.
—Lo sé, pero necesitamos a alguien que les informe lo que deben
hacer, sin embargo no queremos llegar al uso de armas de fuego, no
podríamos hacer eso pues está en contra de nuestras leyes Aivan.
183
—Ellos no respetarán las leyes y lo sabes bien, así que da lo mismo
cómo lo hagan, alguien tiene que ganar y obviamente seremos nosotros—
pausé para recordar lo que realmente venía a decirle—y no estoy aquí por las
estrategias, vine a decirte que en unas horas vendrán los reyes de
Campterlyn a hablar sobre una unión de fuerzas, así que preparen la sala de
reunión para esto y quiero que te hagas cargo mientras voy a Newry por los
reyes, tienen mucho de qué hablar—la observé mientras ella miraba nerviosa
hacia el suelo y sólo asintió sin agregar nada más—por favor protege a Emily,
no quiero que viva esto sola—pedí antes de retirarme.
184
10
Jinohra
sto es genial. No habrá boda, nos casaremos por una
—Cassidy no debes…
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—Ya lo hice ¿no?, ¿acaso me ves arrepentida? —Interrogó un poco
molesta conmigo—no lo estoy Jiny, si él lo quiso así, así será—sonrió con
suficiencia y me tomó del brazo.
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se lanzan de ahí y yo en algún momento de locura lo hice con Cassy y Huge,
una de las mejores experiencias, pero en definitiva esto no tenía
comparación.
—Bien Cassidy, por favor dinos por qué nos pediste venir aquí—dijo la
reina de Campterlyn.
Jamás había visto a la reina pues Newry no tenía tratados con ellos y al
no haber príncipes ni princesas yo no tenía nada que hacer en Campterlyn y
por lo tanto no había tenido la oportunidad de ver a los reyes.
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le disparé en la mano al príncipe de Galway por lo que nos dio dos vías de
escape para pagar la deuda y el daño causado—paré para tomar aire y no
perder la concentración, pues la voz comenzaba a fallarme y ya no me dejaba
continuar.
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—Vamos—tiró de mi brazo Aivan y nos metimos a uno de los
refugios—ahora sí, puedes decirme todo lo que quieras, puedes llorar si
quieres o…—antes de que terminara me dejé caer de rodillas al suelo
mientras cogía mi cara entre las manos, no quería llorar pero era lo que
sentía, me dolí estar en esta situación, cuando exactamente en un mes me
casaría y ni siquiera me había casado, faltaban unas horas para el amanecer
y que me pudiera casar, si no jamás llegaría al trono.
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—Bueno, una guerra no parece el escenario más romántico—bromeé—
pero no importa, esperaré hasta entonces—pero sígueme confesando más
cosas—sonreí hacia él y me devolvió la sonrisa.
—Pueden salir, sólo fue un pequeño ataque, los reyes aceptaron aliarse
con ustedes y Huge huyó como un maldito cobarde al saber que era superado
en número—gritó Cassidy sin tomar aire.
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Epílogo
Aivan
asaron meses para que la ciudad se reconstruyera
Cassidy está con ella para “asesorarla”, aunque conociéndola diría que
le está metiendo ideas en la cabeza para según ella, mejorar la recepción de
la boda.
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Ya habían pasado los días y era justo el día de mi boda, de mi boda con
Jinohra.
— ¿Y Jinohra?
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—Cállate—me golpeó ligeramente en el hombro y continuamos en
silencio.
Las puertas se abrieron de par en par y la cabeza del rey con su corona
se hizo presente, ya sabía perfectamente quien estaba con él, era Jinohra con
un vestido en un blanco perlado que le daba un encantador color de su piel y
hacía resaltar sus profundos ojos azules.
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razón quería ser tan firme como ella. Ella debería ser quien estuviera
nerviosa, no yo.
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parte—me harías el hombre más dichoso si aceptas el día de hoy mi más
sincera petición—callé y ella sólo asentía a cada palabra que decía.
—Acepto
—Acepto.
Emily se acercó con el cojincito color crema que contenía las sortijas y
todos se quedaron observándola. Ella había elegido un vestido rosa pastel y
le habían hecho unos chinitos en toda su cabellera, lucía tan hermosa como
Jin.
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El beso fue corto frente a todos, pero en cuanto nos introdujimos a la
limusina ambos entregamos nuestro amor en un nuevo y apasionado beso
que incomodó a nuestro conductor.
Fin
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Agradecimiento
Les agradezco en primer lugar a mis lectores en Wattpad, ya que la
novela básicamente fue hecho pensando en ustedes.
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Licencia: All right reserved
ISBN-13: 978-1492324348
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