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EUROPA ENTRE GUERRAS

Durante el período entre 1918 y 1939, que abarca desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta el inicio de
la Segunda Guerra Mundial, Europa experimentó una serie de cambios significativos en términos sociales,
políticos y económicos. Este período se caracterizó por las crisis en las democracias liberales, el surgimiento de
regímenes fascistas y autoritarios, así como el auge de los movimientos obreros de inspiración comunista.
Económicamente, se vivió una etapa de euforia en los años 20, seguida por la profunda crisis provocada por el
crash del 29 que marcó la década de 1930.

En Francia, se vivió un periodo de ilusión y reconstrucción económica y social conocido como "los felices
veinte" o "locos veinte". Este período se caracterizó por el surgimiento de lujosas revistas de moda como Vogue
y Vanity Fair, dirigidas a la clase alta, que incluían fotografías de alta calidad y elegantes ilustraciones a todo
color. Esta época marcó el inicio del consumo masivo, donde el diseño gráfico desempeñó un papel central en
las estrategias publicitarias.

En el ámbito publicitario, la importancia de la teoría publicitaria se hizo evidente, enfocándose en la honesti-


dad, la concisión y la simplicidad del mensaje publicitario. Los nuevos cartelistas franceses buscaron producir
un "Shock Psicológico" para captar la atención del espectador, utilizando formas lúdicas o frívolas pero con un
trasfondo científico.

El neón y la publicidad luminosa se convirtieron en elementos distintivos de la arquitectura de la nueva ciudad


publicitaria. Los diseñadores como Cassandre, Loupot, y Carlu, entre otros, jugaron un papel fundamental en la
renovación del cartel comercial francés, integrando las vanguardias artísticas en su estilo y creando imágenes
modernas y directas para transmitir mensajes publicitarios.

En Inglaterra, el diseñador de carteles más importante fue Edward McKnight Kauffer, cuyo trabajo estuvo
vinculado estéticamente a Cassandre. McKnight Kauffer también se dedicó a la señalización y orientación para
las redes de transporte público, dejando una huella duradera en el diseño urbano británico.

En cuanto a la tipografía, figuras como Eric Hill y Sir Stanley Morison jugaron un papel clave en la renovación
tipográfica inglesa. Hill creó el Hill Sans Serif, mientras que Morison contribuyó al rediseño del diario "The
Times" con el tipo de letra Times New Roman, que se convirtió en uno de los tipos más utilizados en la indus-
tria editorial.

En el resto de Europa, países como Austria, Hungría y Checoslovaquia también vivieron desarrollos significati-
vos en el diseño gráfico y la tipografía, influenciados por las vanguardias artísticas de la época. Holanda se
destacó por diseñadores como Theo van Doesburg y Piet Mondrian, quienes influyeron en talentos del diseño
gráfico como Piet Zwart y Paul Schuitema.

En resumen, el período de entreguerras en Europa fue testigo de una transformación profunda en el campo
del diseño gráfico y la publicidad, con la aparición de nuevos estilos, técnicas y teorías que sentaron las bases
para el desarrollo futuro de estas disciplinas.
El movimiento Moderno en Estados Unidos
En Estados Unidos, el movimiento moderno en diseño tardó en establecerse, siendo presentado por primera
vez en 1913, pero enfrentando rechazo hasta la década de 1930. Durante los años 20 y 30, el diseño gráfico
estadounidense estuvo dominado por la ilustración tradicional, pero a partir de los años 30, el diseño moder-
nista europeo comenzó a influenciar el diseño gráfico en Norteamérica.

En esa época, el diseño moderno empezó a ser implementado en libros, revistas de moda y negocios dirigidos
a un público de clase alta, así como en el diseño promocional y empresarial. Figuras clave como Tschichold y
su obra "Tipografía Elemental" provocaron controversia y desconcierto, pero un grupo limitado de diseñadores
reconocieron su valor. La tipografía Futura, disponible en Estados Unidos desde 1928, impulsó el movimiento
moderno en el país.

Diseñadores como William Addison Dwiggins y S.A. Jacobs fueron pioneros en la adopción de nuevas tipogra-
fías y en experimentar con diseños innovadores para libros y revistas. En la década de 1930, Lester Beall se
destacó por su comprensión del diseño moderno, utilizando la fotografía, el fotomontaje y símbolos elementa-
les para crear diseños impactantes.

Durante la Gran Depresión, el gobierno estadounidense estableció el proyecto federal de arte de la Works
Progress Administration (WPA) en 1935. Este proyecto permitió a artistas, músicos y diseñadores desemplea-
dos continuar con sus carreras y producir carteles y diseños gráficos modernistas influenciados por la Bauhaus
y el Constructivismo.

La Segunda Guerra Mundial también desempeñó un papel importante en el desarrollo del diseño gráfico en
Estados Unidos. La Container Corporation of America (CCA), liderada por Walter Paepcke, aplicó el diseño
moderno en su publicidad y contrató a diseñadores reconocidos como Cassandre, Leger y Man Ray para crear
anuncios innovadores. Durante la guerra, el diseño gráfico se utilizó para la propaganda y para levantar la
moral de los aliados, creando carteles simples pero efectivos.

En la postguerra, la CCA continuó liderando la publicidad institucional y estableció estándares de excelencia


en diseño gráfico. Diseñadores como Alexey Brodovitch, Herbert Matter, Joseph Binder y Ladislav Sutnar
jugaron roles clave en la evolución del diseño moderno en Estados Unidos. Sutnar, en particular, contribuyó
significativamente al diseño de información al desarrollar un sistema coherente y lógico para presentar datos y
estructurar la información de productos industriales, influenciando a toda una generación de diseñadores con
su enfoque funcional y estético.
SURREALISMO
El surrealismo, un movimiento artístico y literario, tuvo su origen en Francia en la década de 1920, liderado por
André Breton. Inspirados en las teorías de Sigmund Freud, los surrealistas exploraron el inconsciente y lo
irracional para trascender lo real y abrazar lo imaginario. El movimiento se manifestó tanto en la literatura
como en la pintura.

En pintura, el surrealismo se hizo evidente en la exposición de 1925 en la Galería Pierre, con artistas como Arp,
Max Ernst, Man Ray, Klee, Giorgio de Chirico, Miró y Picasso, a los que se unieron más tarde Dalí y Magritte.
Breton definió el surrealismo como la ausencia de control racional y estético, una expresión surgida del
subconsciente. No se limitaba a un estilo específico, sino que se caracterizaba por investigaciones individuales
de artistas.

El movimiento surrealista se basaba en las interpretaciones de los sueños de Freud y desafiaba las convencio-
nes sociales y artísticas. Se dividió en dos tendencias principales: el surrealismo figurativo, que utilizaba
convenciones de la perspectiva del Renacimiento para crear escenas sorprendentes, y el surrealismo abstracto,
que inventaba universos figurativos personales y abstracciones.

Dos destacados surrealistas fueron Joan Miró, un pintor, escultor, grabador y ceramista español conocido por
su imaginación y el uso limitado de colores brillantes en sus obras, y Leonora Carrington, una surrealista y
escritora inglesa nacionalizada mexicana. Carrington creó obras autobiográficas llenas de personajes oníricos y
detalles meticulosos, ofreciendo un fascinante bestiario con profundo significado psicológico.
DADAISMO

El Dadaísmo fue un movimiento artístico y literario que surgió en Zúrich, Suiza, entre 1916 y 1923, durante la
Primera Guerra Mundial. Este movimiento fue liderado por figuras como Tristán Tzara y se caracterizó por su
rechazo radical a las convenciones del arte y la sociedad burguesa. Los dadaístas buscaban destruir el mundo
del arte existente y crearon un antiarte, cuestionando las normas y valores establecidos.

El Dadaísmo se extendió rápidamente a ciudades como Berlín, París y Nueva York. Los dadaístas se rebelaron
contra el status quo y rechazaron las convenciones literarias y artísticas, así como las normas sociales burgue-
sas que consideraban egoístas y apáticas. Se destacaron por su inclinación hacia lo incierto y lo absurdo,
utilizando materiales inusuales y explorando lo irracional en sus obras.

Uno de los principales exponentes del movimiento fue Tristán Tzara, quien escribió el primer manifiesto
dadaísta en 1918. Tzara propuso un enfoque caótico y aleatorio para la creación poética, utilizando técnicas
como el recorte y la combinación de palabras para generar poesía dadaísta. Además, se llevó a cabo una feria
internacional dadaísta en Berlín en 1920, donde se exhibieron obras de toda Europa en un ambiente provoca-
dor y antimilitar.

Marcel Duchamp, un influyente artista francés, fue una figura clave en el Dadaísmo. Duchamp creó los
"ready-mades", objetos cotidianos que fueron separados de su contexto original y presentados como obras de
arte, desafiando las nociones tradicionales de creación artística. Duchamp también se destacó por su obra
"L.H.O.O.Q." (1919), donde alteró un famoso cuadro de la Mona Lisa con un bigote y una perilla, subvirtiendo su
significado original.

Otro artista importante dentro del movimiento fue Man Ray, un fotógrafo y artista visual estadounidense de
origen ruso. Participó activamente en el Dadaísmo y posteriormente en el Surrealismo. Man Ray se destacó por
su fotografía de vanguardia y retratos, y fue parte fundamental de la escena artística dadaísta y surrealista.

El Dadaísmo, con su enfoque radical y su rechazo a las normas y valores establecidos, influyó profundamente
en el arte del siglo XX y dejó un legado duradero en el arte conceptual y las prácticas artísticas contemporá-
neas.
BAUHAUS

La Bauhaus fue una escuela de diseño y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar, Alema-
nia. Su filosofía se basaba en la combinación de la arquitectura, las artes aplicadas y la técnica industrial para
construir un futuro mejor. En su primera etapa (1919-1923), la escuela adoptó un enfoque democrático y
coeducativo, buscando eliminar las diferencias entre artistas y artesanos. Profesores como Johannes Itten, Paul
Klee y Wassily Kandinsky desempeñaron un papel crucial en esta fase.

En la segunda etapa (1923-1933) en Dessau, la Bauhaus se centró en la colaboración entre arte y tecnología,
produciendo objetos y edificaciones funcionales e innovadoras. Figuras influyentes como László Moholy-Nagy
y Marcel Breuer contribuyeron al enfoque pragmático de la escuela. Sin embargo, la presión política llevó al
cierre de la Bauhaus en 1933 cuando el Partido Nazi llegó al poder.

La tercera etapa (1932-1933) en Berlín bajo la dirección de Mies van der Rohe mantuvo el enfoque en la inte-
gración del arte y la tecnología. A pesar de su cierre, la influencia de la Bauhaus perduró en todo el mundo, y
su filosofía de colaboración entre arte, tecnología y diseño sigue siendo una fuente de inspiración en la actua-
lidad.

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