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BOCETO DE INFORME:

CONSAGRACIÓN A MARÍA:

→ ¿QUÉ ES?
→ IMPORTANCIA
→ REFLEXIÓN DE LA CONSAGRACIÓN:
La consagración a María fue un momento magnífico y muy devoto, en donde sentí completa paz y entrega hacia María, me
sentí más plena conmigo misma. Es decir, es como si renovara mi vida y a partir de ese momento, tuviera un nuevo comienzo.
Todo lo vivido me llevó a la conclusión de que las virtudes marianas son normas para que un cristiano como yo viva de
acuerdo a la voluntad de Dios. Solo es importante internalizarlas y encontrar la razón de su puesta en práctica, para dejar de
verlas como normas obligadas a cumplirlas, si no, como normas que nace en nosotras ejercerlas.
→ VALORES, NORMAS Y LEYES:
La practica de valores marianos efectivamente actúan como normas que rigen nuestra conducta en base a los principios de
la iglesia, nos direccionan al camino de la salvación. De lo contrario, no tendríamos control de lo que hacemos, y
convertiríamos esa libertad que Dios nos ha dado, en un completo libertinaje.
Es así que un ejemplo claro de la vivencia de los valores marianos y los mandamientos que actúan como leyes las efectué en
mi Consagración; puesto que esta al ser una ceremonia de gran magnitud religiosa, debí cumplir ciertos criterios de acuerdo
a la ocasión.
- Uno de ellos fue asistir con uniforme gris y trenza francesa, de modo que se vea uniformidad en todas las rosinas, ya que es
una vestimenta que va de acuerdo al momento que estábamos viviendo; esta norma es un ejemplo de la obediencia como
valor mariano y como regla.
- Al momento de sentarnos, no debíamos cruzar nuestras piernas como signo de respeto a la ceremonia; un acto que evidencia
la fe y devoción que tenemos hacia María, tal que somos capaces de abstenernos a realizar acciones tan inherentes al ser
humano.
- Prestar atención a las Palabras del Sacerdote es otra norma que cumplimos: El hecho de permanecer en completo silencio
significa cumplir con uno de los mandamientos de Dios, “Amarás a Dios sobre todas las cosas”. Y esta norma implica algo de
sacrificio, puesto que cambiamos nuestra conducta cotidiana, pero por un propósito espléndido. Más que sacrificio, es una
abstinencia.
Es así que esta práctica de valores, junto a la decisión de consagrarse fortalece el autocontrol de nuestras acciones,
favoreciendo el desarrollo de nuestra autonomía, permitiendo ser rosinas más responsables y plenas.
CORPUS CHRISTI:
→ MOTIVACIÓN DE NUESTRA PARTICIPACIÓN:
La Solemnidad de Corpus Christi simboliza la presencia de Cristo en la Eucaristía. Esta ceremonia del cuerpo y la sangre del
Señor es la gran oportunidad que tenemos para manifestar ese amor a Cristo que de manera real está en la hostia consagrada.
Esa fue mi mayor motivación para asistir a esta celebración del 8 de Junio; porque quería vivir en hermandad el amor hacia
mi Creador y reconocer que está vivo y que camina entre nosotros; por ello es que día a día debemos incrementar nuestra
fe y confesarnos para sentir plenamente su presencia.
A partir de esta celebración, me uno a Jesús Eucaristía, siendo otra de las razones del porqué asistí a la Solemnidad, porque
con esta acción demuestro el reconocimiento del valor de la Eucaristía, como el regalo más grande que Dios nos ha dado.
→ EXPERIENCIA PERSONAL:
Es así que, al momento de estar presente en el Corpus Christi, demostré mi eterno amor por Jesús, puesto que al igual que
Él, realicé ciertos sacrificios hasta esperar su llegada, soportando altas temperaturas y manteniéndome de pie 4 horas. Y lo
hice con mucho orgullo porque estoy sintiendo la presencia de Jesús, su cuerpo y sangre; ya que esta celebración nos
recuerda el momento en el que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. Éste es el alimento del
alma. Así como nuestro cuerpo necesita comer para vivir, nuestra alma necesita comulgar para estar sana. Cristo dijo: "El que
come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día." (San Juan 6,52-59)
→ IMPORTANCIA:
El Corpus Christi es la celebración de la Eucaristía, por ende, también nos permite reconocer el verdadero significado de este
sacramento, y es que al comulgar recibimos a Jesucristo de una manera real y substancial. Es una unión real, no es un buen
deseo o un símbolo. El sacramento de la Eucaristía es una unión íntima con Dios que nos llena de su Gracia. “Quien come mi
carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él” (Jn, 6,56).
La Eucaristía es la “fuente y culmen de la vida cristiana” (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 11). En la Eucaristía, Jesús
mismo vuelve a presentar Su Sacrificio en el Calvario (Lc 22,19-20; 1 Cor 11,26-29) para beneficio nuestro y se nos da en la
Santa Comunión (Ex 16,4; Jn 6,1-14, 48-51), y se queda con nosotros hasta el fin de los tiempos (Lc 24,13-35; Mt 28,18-20).
Viene a nosotros en esta humilde forma, haciéndose vulnerable por amor a cada uno de nosotros. Sin embargo, es Dios
Mismo, y por tanto el Cuerpo y la Sangre de Cristo merecen nuestro mayor respeto y amor, y también adoración.
En ello radica la importancia de la Eucaristía, y, por consiguiente, la importancia de la celebración del Corpus Christi. Siendo
así que este homenaje es verdaderamente espléndido, al asistir el día jueves 8 de junio, sentí ese ambiente acogedor tan
característico de personas que viven en presencia de Dios. Nosotras las santa-rosinas alumbramos su paso, guiamos su
camino con nuestros faroles hechos con profundo amor y fe.
→ VALORES, NORMAS Y LEYES:
Nuestra actitud para con esta celebración fueron guiadas por los valores marianos reforzados en nuestra consagración y
también por los mandamientos de Dios y las normas institucionales.
Entre ellas están:
- Asistir correctamente uniformadas con el buzo institucional: Esto fue importante porque demostramos la disciplina que
tenemos como estudiantes católicas que asisten a una celebración que pone en evidencia la fe y devoción que tenemos.
- Portar los faroles de acuerdo a las indicaciones dadas por los profesores: Con ello demostramos nuestro amor a Dios y
obediencia, porque portamos la luz que alumbrará su camino.
- No llevar agua ni alimentos: Al ser católicas, debemos demostrar profundo respeto a la misa, porque consecuentemente,
manifestamos gratitud a Dios, siendo recíprocas con su amor.
- Evitar conversar durante la misa: A parte de evidenciar respeto por las palabras del sacerdote, permite justamente
internalizarlas para esperar el pase de Jesús Eucarística y reconocer su presencia en este sacramento.
En conclusión, alimentarnos de la Eucaristía permite apreciar a Dios vivo, sentirlo y oírlo. Es así que nos motiva a seguir los
valores marianos y cumplir sus mandamientos para lograr la salvación y alcanzar el reino de los cielos. De tal manera que
fomenta que seamos autónomas de nuestras decisiones y que combatamos la tentación.
AUTOCONTROL:
→ ¿QUÉ ES?
El dominio propio es una parte importante del cristianismo. Es la capacidad de controlar los propios pensamientos, palabras
y acciones. Permite resistir la tentación y tomar decisiones sabias, motivadas por la voluntad de Dios. Esta capacidad es uno
de los frutos del espíritu, y está catalogado como uno de los dones del Espíritu Santo en la Biblia.
→ IMPORTANCIA:
El autocontrol en nuestras vidas es importante porque nos permite controlar nuestras emociones. Cuando estamos enojados
o heridos, nos ayuda a mantener la calma y responder de una manera piadosa. Podemos usar el dominio propio para canalizar
nuestras emociones hacia actividades productivas que agraden a Dios. De igual forma, contribuye a tratar bien al prójimo,
sin hacerles sentir mal por las cosas que decimos en el momento en que nos dejamos gobernar por lo que sentimos; ya que
este autocontrol permite saber expresar de manera empática y asertiva nuestras emociones, propiciando el cuidado de la
integridad personal y la de los demás.
→ BENEFICIOS:
El autocontrol nos ayuda a concentrarnos en las cosas que son verdaderamente importantes y a mantenernos alejados de
las cosas que son una distracción. Podemos usarlo para poner a Dios en primer lugar, priorizar nuestro crecimiento espiritual
y mantenernos constantes en nuestro viaje de fe. Además, su importancia radica en que coadyuva a la buena toma de
decisiones, decisiones que nos acerquen poco a poco a Dios, ya que contribuye a la buena convivencia como seres humanos,
el respeto por nuestra dignidad y es la base de la solución de todos los problemas sociales que atravesamos como nación.
→ NORMAS Y LEYES:
El verdadero dominio propio no se trata de ponernos bajo nuestro propio control, sino bajo el poder de Cristo. Ya que no
podemos lograr esto solos, necesitamos la ayuda de la gracia de Dios para vencer nuestra naturaleza pecaminosa. Por ello es
que existen las leyes que Dios nos ha dado, las normas de la Iglesia, los valores marianos que nos guían para vivir en
obediencia a nuestro Padre Celestial.
“Porque Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. 2 Timoteo 1; 7. Justamente,
para alcanzar este dominio propio, debemos seguir ciertas normas (los 10 mandamientos, obras de misericordia,
mandamientos de la Iglesia) puesto que esto rige nuestra conducta, nos permite aprender a discernir entre lo bueno y malo,
para tomar decisiones que agraden a Dios, ya que ello contribuirá a mantener buenas relaciones con nuestro prójimo y usar
correctamente la libertad que Dios nos ha dado en favor al bien común.
Sin estas normas, no tendríamos control de lo que hacemos y actuaríamos de acuerdo a nuestros impulsos. Por ello debemos
tener cuidado con lo que decimos y hacemos para que nuestras vidas reflejen nuestra fe. Además, es importante también
seguir las normas de la Iglesia y las leyes civiles, para aprender a vivir en armonía. Así mismo, debemos saber dominar
nuestros impulsos y aprender a ser responsables de nuestros actos, asumiendo las consecuencias de las mismas.
→ JESÚS COMO EJEMPLO DEL AUTOCONTROL:
Jesús nos demostró lo que significa tener autocontrol. La Biblia dice: “Cuando lo estaban insultando, no les devolvió sus
insultos. Cuando estaba sufriendo, no los amenazó. Más bien, se puso en manos del que juzga con justicia” (1 Ped. 2; 23). El
Hijo de Dios mostró esta cualidad mientras colgaba del madero de tormento y sus enemigos se burlaban de él (Mat. 27;39-
44). Es más, Él se resistió a las distintas tentaciones en su vida en tierra, por ello es que un modelo a seguir para ser personas
que controlen su forma de actuar, pensar y sentir; sepan discernir de acuerdo a lo correcto y que no se desvíen del camino
de la salvación.
El apóstol Pedro escribió: “Cristo sufrió por ustedes y así les puso el ejemplo para que siguieran fielmente sus pasos” (1 Ped.
2;21). Aunque somos imperfectos, podemos imitar lo más fielmente posible el ejemplo de Jesús.
→ ACCIONES PARA EL AUTOCONTROL:
- Pidamos en oración espíritu santo. Porque el autocontrol es un aspecto del fruto del espíritu de Dios, y él se lo da a quienes
se lo piden (Luc. 11; 13). Con la ayuda de su espíritu, Jehová nos da las fuerzas necesarias para mostrar esta cualidad (Filip.
4;13). Además, puede ayudarnos a cultivar otros aspectos del fruto del espíritu, como el amor, que nos ayudará a fortalecer
el autocontrol (1 Cor;13:5). De tal manera, vamos volviéndonos más autónomos y asumiendo nuestras responsabilidades.
- Evitemos todo lo que debilite el autocontrol. Entre otras cosas, alejémonos de los sitios de Internet y del entretenimiento
que promueve la mala conducta (Efes. 5; 3 - 4). De hecho, debemos alejarnos de todo lo que pudiera llevarnos a hacer algo
que no está bien (Prov. 22;3; 1 Cor. 6;12). Ya que es la mejor forma de autocontrolarnos, identificando primero qué acciones
nos llevan a un desequilibrio, para tratar de revertirlo.
- AGREGRA MÁS ACCIONES
Quizás se nos haga difícil seguir estos consejos. Pero, si ponemos de nuestra parte, Dios nos dará las fuerzas necesarias para
controlar los impulsos; ya que nos ayudará a dominarnos a nosotros mismos, de forma que seamos personas mucho más
empáticas y piadosas, personas amorosas consigo mismas y con los demás. El autocontrol ¡sí es posible!, solo debemos tener
motivación y dejarlo en manos del Señor.
CONCLUSIÓN GENERAL:
COMPROMISO

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