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Desarrollo embrionario
La hoja embrionaria que proporciona los derivados para el aparato urinario es el mesodermo intermedio, presenta forma
cilíndrica y está ubicado a los laterales del mesodermo somítico o paraaxil y dorsal al celoma intraembrionario.
Crestas urogenitales: constituidas a comienzos de 4ta semana, se dividirán en crestas genitales (mediales) y crestas
urinarias (laterales).
Las crestas urinarias o cordones nefrógenos: se metamerizan originando 3 porciones:
Pronefros
Mesonefros
Metanefros
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Durante la 4ta semana la importancia de estas 3 porciones se concentra en el Pronefros y Mesonefros, de importancia
filogenética en el momento en que se metamerizan, pero sin dar derivados urinarios que permanezcan en el adulto.
Pronefros: En el día 22 aprox. Se desarrollan en el Pronefros cordones epiteliales organizados de forma
segmentaria que se desarrollan a partir del mesodermo intermedio cefálico (a nivel cervical). Estos cordones
forman una luz central formando los túbulos pronéfricos que se conectan a conductos pronéfricos primarios que
crecen longitudinalmente hacia la cloaca.
Lo más importante del Pronefros es que induce el desarrollo de los túbulos mesonefricos; y hacia finales de 4ta
semana el Pronefros desaparece por completo.
Mesonefros: son estructuras transitorias que se desarrollan de 4 – 8 semana de vida embrionaria y no dan
derivados urinarios. Cada túbulo mesonefrico adquiere forma de S y se conecta internamente con un capilar y
en su porción externa desemboca en el conducto mesonéfrico de Wolff. Los primeros 4-6 pares de túbulos
mesonefricos surgen como brotes del conducto de Wolff, mientras que los mas caudales se forman
individualmente en el mesodermo intermedio (participa en gen WT-1 en la regulación de la transformación
temprana de la mesénquima en epitelio tubular)
Los Mesonefros actúan como riñones transitorios que filtran la sangre y eliminan productos de desecho, si
embargo no son capaces de conservar agua ya que solo constan de estructuras equivalentes al:
glomérulo renal
túbulos contorneados
No presentan asa de Henle (encargada de la absorción del agua)
Los túbulos mesonefricos se desarrollan e involucionan en sentido céfalo-caudal, la mayor parte del órgano esta
destinada a desaparecer, pero en el embrión masculino persiste una pequeña porción, que junto al conducto de
Wolff formaran la vía espermática del adulto.
En 5ta semana adquiere mayor relevancia el metanefros, que no se metameriza y formara el riñón definitivo
Metanefros: hacia el final de 4ta semana el conducto mesonefrico de Wolff desarrolla una evaginación epitelial
(brote o yema ureteral o divertículo metanefrico) y a principios de la 5ta este brote comienza a crecer hacia la
mesénquima correspondiente de mesodermo intermedio caudal a la altura del metanefros.
Ya en 5ta semana el mesodermo intermedio local se condensa alrededor de la yema ureteral y forman en
conjunto el BLASTEMA METANEFROGENICO.
El desarrollo del riñón definitivo depende de un proceso de inducción reciproca entre la yema ureteral y el
metanefros, el crecimiento de la yema en dirección al metanefros sucede en reacción a la inducción del
metanefros por medio de la secreción del factor neurotrópico derivado de las células gliales (GDNF). Esta
interacción reciproca esta regulada por el gen WT-1 y en adelante se generan una serie de reacciones inductivas
que llevaran al riñón definitivo.
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El ascenso renal es pasivo, por crecimiento diferencial de las paredes del abdomen, los riñones llegan a su posición final
hacia la 9na semana del desarrollo y se detiene una vez contacta con su respectiva glándula suprarrenal ipsilateral.
La pelvis renal también experimenta un cambio de ubicación puesto que el riñón en su ascenso experimenta una rotación
de 90°. Inicia ventral y culmina en posición medial. Normalmente el riñón izquierdo culmina en una posición superior a
la del derecho.
En el ascenso de los riñones, éstos son irrigados por ramas segmentarias sucesivas de la aorta que deberán desaparecer
al momento de culminar la migración donde solo quedaran un par de arterias renales, de no hacerlo, quedaran entonces
vasos renales supernumerarios extendidos de la aorta o la vena cava inferior hasta el riñón.
Formacion de la vejiga
Durante 6 y 7ma semana el tabique urorrectal mesenquimático (ubicado en intestino posterior y base de la alantoides)
crece hacia la membrana cloacal y al mismo tiempo el mesodermo pericloacal forma crestas que se extienden desde
los laterales al interior de la cloaca ayudando a dividirla en los senos rectal y urogenital.
Una vez que esta dividido la membrana cloacal se divide a su vez en 2 membranas: anal y urogenital, aislando al seno
urogenital del exterior. En el seno urogenital se distinguen 3 porciones:
Porción vesicouretral: se relaciona cefálicamente con la alantoides (cordón fibroso que en el adulto se relaciona
con el ligamento umbilical medio); el revestimiento epitelial deriva de la vejiga deriva del endodermo, el
componente muscular y conectivo deriva de la mesénquima caudal (excepto en el trígono vesical)
Porción pélvica
Porción fálica
A medida que la vejiga crece, su pared incorpora parte de los conductos mesonefricos de Wolff y las yemas ureterales
de modo que estas estructuras desembocan en ella y contribuyen a la formación de la pared posterior de la vejiga
ocupando un trayecto intramural; el musculo y el TC de la porción del trígono deriva de las porciones intramurales de
los conductos mesonefricos. La vejiga se ubica en el abdomen en niños hasta los 6 años y se introducen por completo
en la cavidad pélvica en la pubertad.
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Rotación renal anómala: por falla en la rotación durante el ascenso del riñón, los riñones quedan con el hilio
renal hacia ventral o si la rotación es excesiva quedarían orientados hacia dorsal, esto se asocia a riñones
ectópicos.
Riñón ectópico: puede suceder con uno o ambos riñones, la forma más frecuente es su ubicación pélvica en
lugar de retroperitoneal. El riñón pélvico indica que no hubo un ascenso y permanece en la pelvis cerca de la
arteria iliaca primitiva, uno de los ejemplos es la malformación en forma de galleta, que es una ectopia renal
con fusión de los polos superior e inferior del riñón.
La ectopia renal puede ser homolateral o heterolateral y puede existir o no fusión de ambos riñones (por cruce
del BU hacia el lado contralateral)
Riñón en herradura: Ambos riñones se hallan unidos por sus polos inferiores y están localizados a la altura de la
columna lumbar caudal causado por que la raíz de la arteria mesentérica inferior no permitió su ascenso, suelen
ser asintomáticos y se observa en el 7% de las recién nacidas con Síndrome de Turner
Poliquistosis renal: se caracteriza por la presencia de quistes de distintos tamaños en ambos riñones, puede
heredarse como un trastorno autosómico recesivo o autosómico dominante o puede ser debido a otros factores.
o Autosómica recesiva (ARPKD), es la menos frecuente y es un trastorno progresivo en que los quistes se
forman a partir de los conductos colectores, los riñones se agrandan mucho y se produce insuficiencia
renal durante el primer año de vida o la infancia.
o Autosómica dominante (ADPKD), los quistes se forman en todos los segmentos de la nefrona y por lo
general no provocan insuficiencia renal hasta la edad adulta, esta es la más frecuente pero menos
progresiva que la ARPKD
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Orificios uretrales ectópicos: los meatos uretrales no se encuentran en la pared posterior de la vejiga, sino que
adquieren distintas localizaciones, comprobándose perdida de orina por los órganos huecos en los que
desemboca el trayecto ureteral, dichos órganos pueden ser:
o Vejiga
o Uretra
o Útero
o Vagina
o Vía espermática
o Recto
Durante la 5ta semana, la cresta urogenital se divide en cresta urinaria (hacia lateral) y cresta genital (hacia medial) con
extensión únicamente hacia el Mesonefros.
Es importante resaltar que el desarrollo genital es secuencial:
1. La primera estructura en diferenciarse es la GONADA: secretara sustancias que serán responsables de la
diferenciación de los genitales internos y externos. (diferenciación sexual primaria o determinación sexual)
2. Diferenciación de los genitales internos y externos
Periodo indiferenciado
Gonada: está constituida por 3 poblaciones celulares:
Mesodermo intermedio de la cresta genital
Epitelio celómico o MLHV
Células germinales primitivas (CGP) derivadas del epiblasto que migran desde el saco vitelino (3ra semana), en
la migración dichas células a través de la línea primitiva llegan a la base de la alantoides y posteriormente
atraviesan el meso dorsal del intestino para en 5ta semana llegar atraídas por factores quimiotácticos por el
primordio gonadal.
Genitales internos
Conductos mesonefricos de Wolf: se
desarrollan durante la 4ta semana y
eran 2 tubos longitudinales que
desembocan caudalmente en la
cloaca, se forman en la cresta urinaria
y solo darán derivados para el aparato
genital masculino además de la yema
ureteral en 4ta semana (para ambos
sexos que ya vimos en urinario)
Conductos paramesonefricos de
Müller: son invaginaciones del epitelio
celómico que recubre la cresta
urogenital en el espesor de la cresta
urinaria. Son tubos retroperitoneales
que van de cefálico a caudal, se ubican
laterales a los conductos de Wolff en
la porción más cefálica y se hacen
mediales al fusionarse ambos
conductos de Müller en la línea media
en la porción caudal (tubérculo de
Müller).
Anteriormente se relacionan con la
cara posterior del seno urogenital. En
la porción caudal donde se fusionan
están cerrados, pero en su porción
cefálica están abiertos y se comunican con la cavidad peritoneal
El seno urogenital: consta de 3 porciones, cada una con distintos derivados en la diferenciación sexual:
o Porción vesicouretral, Porción pélvica y Porción fálica
Los conductillos mesonefricos derivados del riñón algunos de estos dan derivados en el sexo masculino
Genitales externos
Delante de la representación ectodérmica del proctodeo y la línea media, se forma una eminencia genital, el Tubérculo
genital, estructura impar, rodeada por un par de pliegues uretrales que se extienden hacia el proctodeo. Lateral a los
pliegues uretrales están las tumefacciones labio-escrotales o pliegues genitales; todas estas estructuras corresponden
a tejido mesenquimático revestido por ectodermo superficial.
Cuando en 8va semana se rompe la membrana urogenital, el seno urogenital se abre directamente al exterior entre los
pliegues uretrales.
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Recordando: los conductos de Wolff desembocaban en el seno urogenital al nivel del límite entre la porción
vesicouretral y la porción pélvica de la misma, entonces los conductos eyaculadores en el adulto terminaran
desembocando al nivel de la uretra prostática.
El esbozo de la próstata surge por brotes endodérmicos de la uretra prostática que invaden la mesénquima circundante,
el endodermo originara el parénquima de la glándula, mientras la mesénquima originara el musculo y tejido conectivo
intersticiales. El mismo mecanismo surge en las glándulas bulbouretrales y glándulas de Cowper.
El ovario inicia la secreción de ESTROGENOS en la vida prenatal y estos, NO están vinculados al desarrollo de los
genitales internos ni externos.
De no haber HAM ni TESTOSTERONA los genitales evolucionan en sentido femenino POR DEFECTO.
Diferenciacion de genitales internos: Es fundamental la ausencia de testosterona, de este modo los conductos
mesonefricos de Wolff y conductillos mesonefricos involucionan al no ser estimulados por dicha hormona.
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La ausencia de HAM, permite que los conductos de Müller den sus derivados:
o las porciones más cefálicas originan las trompas de Falopio, mientras partes más caudales si se fusionan
dando lugar al útero;
o la porción más caudal (tubérculo de Müller) se elonga relacionándose con la cara posterior del seno
urogenital y formando el 1/3 superior de la vagina
Hermafroditismo verdadero: Los pacientes con hermafroditismo verdadero, un cuadro muy infrecuente, tienen
tejido testicular y ovárico. En los casos de mosaicismo genético pueden existir tanto ovarios como testículos;
en otros casos ambos tipos tisulares se encuentran en la misma gónada (ovotestis). La mayor parte de los
hermafroditas verdaderos tienen un cariotipo 46, XX y sus genitales externos son de tipo femenino, aunque el
clítoris está hipertrofiado. Estos individuos se suelen considerar mujeres.
Pseudohermafroditismo femenino: Los seudohermafroditas femeninos son mujeres a nivel genético (46, XX) y
tienen cromatina sexual positiva. Los genitales internos tienen carácter femenino, pero los externos se
masculinizan, bien por una producción excesiva de hormonas androgénicas por parte de la corteza suprarrenal
(hiperplasia suprarrenal congénita virilizante) o por un tratamiento hormonal inadecuado de la gestante. El grado
de masculinización externa puede variar desde una hipertrofia simple del clítoris hasta la fusión parcial de los
labios mayores para dar origen a una estructura parecida a un escroto.
Pseudohermafroditismo masculino: Los seudohermafroditas masculinos carecen de cromatina sexual (46, XY).
Como este cuadro se suele deber a una producción hormonal inadecuada por parte de los testículos fetales, el
fenotipo es variable. Con frecuencia se asocia a hipoplasia del pene y puede haber grados variables de
persistencia de las estructuras del conducto paramesonéfrico.
Síndrome de feminización testicular (síndrome de insensibilidad frente a los andrógenos): Los pacientes con
síndrome de feminización testicular son varones a nivel genético (46, XY) y tienen testículos internos, pero sus
genitales externos son de tipo femenino normal y suelen ser educados como mujeres. La feminización testicular
no se suele descubrir hasta que la paciente acude a consulta a causa de la amenorrea o se le realizan pruebas
para la detección de la cromatina sexual antes de una prueba deportiva. Los testículos producen testosterona,
pero la deficiencia en sus receptores secundaria a una mutación del cromosoma X hace que ésta no pueda actuar
sobre los tejidos adecuados. Como los testículos producen una sustancia antimülleriana, el útero y la parte
superior de la vagina están ausentes.
Estructuras vestigiales derivadas de los conductos genitales embrionarios: Las estructuras vestigiales
son restos que quedan tras la regresión de los conductos genitales embrionarios, que no suele ser completa. Son tan
frecuentes que no siempre se consideran malformaciones, aunque se pueden convertir en quistes.
Restos del conducto mesonéfrico: En los varones, la persistencia de un extremo ciego craneal del conducto
mesonéfrico puede aparecer como un apéndice del epidídimo. Los restos de unos pocos túbulos mesonéfricos
caudales a los conductillos eferentes pueden aparecer en ocasiones como paradídimo.
En las mujeres, los restos de la parte craneal del Mesonefros pueden persistir en forma de epoóforo (paraovario
o cuerpo de Rosenmüller) o paroóforo. La parte caudal de los conductos mesonéfricos se suele observar en
cortes histológicos del útero o de la porción superior de la vagina, donde forman los conductos de Gartner. En
ocasiones, algunas porciones de estos restos aumentan de tamaño y se convierten en quistes.
Restos del conducto paramesonéfrico: El extremo craneal del conducto paramesonéfrico puede persistir como
un pequeño apéndice testicular. Los extremos caudales fusionados de los conductos paramesonefricos se suelen
ver en la glándula prostática en forma de un pequeño utrículo prostático, localizado en la línea media, y que
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corresponde al primordio uterino rudimentario. En los varones recién nacidos, el utrículo prostático suele estar
algo aumentado de tamaño por la influencia de las hormonas estrogénicas maternas durante la gestación, pero
regresa al poco de nacer. Esta estructura puede aumentar de tamaño para originar otra parecida a un útero en
algunos casos de pseudohermafroditismo masculino. En las mujeres, una pequeña parte del extremo craneal del
conducto paramesonéfrico puede persistir en la zona de las fimbrias de la trompa uterina, donde constituye la
hidátide de Morgagni.
El síndrome por persistencia del conducto mülleriano se caracteriza por la formación de un útero y trompas de
Falopio y se ha descrito en algunos varones 46, XY. No existe una causa única para esta alteración y se han
demostrado mutaciones de los genes que codifican la sustancia antimülleriana y su receptor.
Mujeres: Las malformaciones del útero o la vagina se explican por alteraciones en la fusión o regresión de los
extremos caudales de los conductos paramesonefricos. Las anomalías uterinas van desde un pequeño tabique
que se extiende desde la pared dorsal del útero, hasta la duplicación completa del mismo y del cérvix. Se han
descrito muchas gestaciones con éxito en mujeres afectadas por malformaciones uterinas. La agenesia vaginal
se atribuye a un fallo en la formación de la placa vaginal epitelial desde el punto de unión del tubérculo
mülleriano con el seno urogenital.
Testículos ectópicos: Un testículo puede migrar hacia un lugar diferente del escroto, por ejemplo, el muslo, el
periné o la pared abdominal ventral. A causa de la elevada temperatura de los tejidos que los rodean en estas
zonas, los testículos ectópicos producen una reducida cantidad de espermatozoides viables.
Hernia inguinal congénita: Si el conducto peritoneal (trayecto inguinal) que llega al escroto fetal no se cierra, se
produce un trastorno denominado persistencia del conducto vaginal. Este espacio se puede llenar de asas
intestinales que se hernian hacia el escroto.
Las epispadias aisladas, en que la uretra se abre en la superficie dorsal del pene es muy poco frecuente. La
existencia de un surco dorsal en el pene se suele asociar a una extrofia vesical.
La duplicación peneana se asocia sobre todo a la extrofia vesical y parece deberse a una separación precoz de
los tejidos destinados a formar el tubérculo genital. La duplicación del pene es muy rara en pacientes que no
tengan extrofia vesical.
La ausencia congénita del pene (o del clítoris en mujeres) es poco común. Este trastorno se debe probablemente
a mutaciones de los genes Hox más distales, sobre todo Hoxa-13 y Hoxd-13, o a la ausencia de función de Sonic
hedgehog (Shh) en el área del tubérculo genital.
Mujeres: Las alteraciones de los genitales externos en las mujeres pueden variar desde el agrandamiento del
clítoris secundario a la acción hormonal hasta las duplicaciones. La exposición a andrógenos también puede
masculinizar las tumefacciones genitales, con la consiguiente escrotalización de los labios mayores. Según el
grado de gravedad, se puede observar la presencia de piel arrugada y fusión parcial
Hiperplasia suprarrenal congénita: El incremento anómalo de las células de la corteza suprarrenal induce una
producción excesiva de andrógenos durante el período fetal. En los fetos de sexo femenino este problema causa
habitualmente masculinización de los genitales externos (fig. 12-28). Los fetos de sexo masculino afectados
presentan genitales externos normales, y por ello este síndrome puede llegar a pasarse por alto durante la
primera infancia. Sin embargo, a lo largo de la niñez, el exceso de andrógenos estimula en ambos sexos un
crecimiento rápido y una maduración esquelética acelerada.