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El árbol Nija

En un bello amanecer de los cielos despejados de la gran extensa selva peruana,


ha despertado los ojos del gran árbol Nija (agua), de los intensos rayos del
Poreatsiri (sol), llamado el dios del bosque porque tenía más de 300 años de
antigüedad y era el más viejo y sabio de todos los árboles, era un árbol
inmensamente grande, imponente, frondoso que estaba apunto de extinguirse
gracias a la mano del hombre.

Junto a él se encontraban otros árboles más pequeños que estaban felices de tener
a Nija como compañero. En ese momento en que Nija contaba una historia más de
su vivencia a los demás árboles, aparece Kaná (Rayo) - un niño de 10 años nativo
de ojos alargados y pómulos salientes, extrovertido, vivaz, curioso de conocer más
de la naturaleza que lo rodeaba, corría a visitar a su amigo Nija.- ¡NIJAAA,
NIJAAA!.-exclamó Kaná.
-ohhhh-. pequeño Kaná, ¡Qué alegría verte!-contestó el árbol.
-¡Nija, Nija!, hoy mi maestra me contó acerca de las hermosas aves que tenemos
en nuestra amazonía,como el colibrí cola de espátula, del tunki el gallito de las
rocas, del guacamayo escarlata, ¡Cuéntame, quiero saber más!-. exclamó Kaná.-
Nija sonrió y empezó a contarle acerca de las 643 especies de aves que hay en la
amazonía peruana.

- Caná quedó asombrado escuchándolo atentamente y así todas las tardes


antes que caiga el Poreatsiri (sol), Kaná siempre iba a visitar a su amigo Nija,
ellos tenían una conexión muy fuerte.

- Una mañana Nija despierta triste y preocupado, había escuchado que los
hombres de la ciudad ibán a taladar a todos los árboles viejos de la
amazonía.

- En ese momento apareció Kaná corriendo preocupado y abrazó a Nija y dijo-.


No quiero que te mueras, no quiero que te eliminen, no es justo.
- -ohhh Kaná, pequeño rayo.-dijo Nija-.ya estoy viejo, creo que ya llegó mi
hora.
- ¡NO! .-dijo Kaná llorando-. tú no te puedes morir, ¡Eres mi amigo!, no lo voy a
permitir.-

- Kaná no llores, a veces los humanos no entienden que nosotros los árboles
somos importante para la humanidad, que combatimos la contaminación que
hay en el aire, que ellos fabrican-. Dijo Nija tristemente-.

- De pronto Kaná se limpia los ojos llorosos-. Hablaré con mi Apa (padre de
Kaná) y con Wilka, (el jefe de la Tribu), no dejaremos que esos hombres de la
ciudad te eliminen, te salvaremos, ya verás.

- Kaná se fue a toda prisa a hablar con su papá y le dijo.- Apa no hay que
permitir que eliminen a los árboles, ello nos necesitan, por años ellos
cuidaron de nosotros, cuidando del medio ambiente, dándonos sus hojas, sus
cortezas para calmar algunas enfermedades, ahora nos toca a nosotros
cuidar de ellos, por favor Apa, ayúdame.- Sí, tienes razón hijo, vamos,
hablaremos con Wilka, él sabrá que hacer--dijo Apa.

- Y así se fueron juntos a hablar con Wilka, finalmente toda la tribu


“Isconahuas” decidieron junto a Kaná ayudar a los árboles de que sean
extinguidos, hablaron con los hombres de la ciudad, haciéndoles entender
que los árboles erán muy importante para ellos y que no ibán a permitir que
sean talados.

- José, quien era el encargado del grupo de hombres para taladar los árboles,
en forma burlona dijo.- Por favor, que importa la vida de un árbol ¡Y como
este los va a curar!, para eso existe la ciencia, Ja,ja,ja mejor retirense y no
me hagan perder tiempo-.

- De pronto José fue mordido en el tobillo por una shushupe, (una serpiente
venenosa de la selva).- José empezó a gritar de dolor -. Ay Ay, ayudenme,
me mordio una vivora.- avanzando a tropezones y cayendo moribundo;
- Kaná al ver esto fue rápido a buscar a Nija y dijo: ¡Nija, Nija, necesito que me
ayudes por favor!

- Nija dijo: Que pasa pequeño rayo, ¿porque estás afligido?.

- Kaná: Necesito que me des unas hojas y unas cortezas tuyas para ayudar a
un hombre que fue mordido por una shushupe, sabes que su veneno es
mortal y lo único que lo puede salvar son tus hojas.

- Ante eso Nija contestó: Claro que sí,toma las hojas que quieras y ayuda a
ese hombre moribundo

- Kaná tomó las hojas y corrió hacia la tribu “Isconahuas” entregandolas a


Wilca quien preparó rápidamente una infusión y un emplasto con las hojas.

- Jóse estaba empapado en sudor producto de la fiebre alta que tenía, tomó
unos sorbos amargos de la infusión, entonces el dolor y la fiebre se dio - lo
había salvado milagrosamente las hojas de Nija.

- Ya recuperado José, avergonzado pidió disculpas y aceptó su error de talar


esos árboles, que la humanidad aún necesita, dando las gracias a Nija y a
toda la tribu por haber salvado su vida - Caná se sintió contento ya que está
situación había salvado a su amigo Nija.

- Kaná regresó donde Nija y lo abrazó diciéndole: te dije que te iba a salvar y
así fue, eres mi mejor amigo, te quiero.

- Nija emocionando le contestó: Gracias mi pequeño Rayo.

- Y así fue como los hombres de la ciudad entendieron que los árboles nos
pueden enseñar sobre la vida y la felicidad, porque los árboles son santuarios
que debemos respetar.
Longo puñuy (Joven Soñador)

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