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ORACIÓN DEL SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO 2023

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


MONITOR: Amén.
TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR: El Señ or está cada vez má s cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente
para recibirlo en nuestros corazones. En un momento especial de esta Oració n, vamos a
encender la segunda vela de nuestra corona.
TODOS: Señ or, te pedimos que bendigas a nuestra I.E, y esta corona de adviento que nos
ayudara a preparar la llegada de tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señ or. SIGNO DE LA CRUZ SOBRE
LA CORONA.
El Adviento es un tiempo especial de preparació n y espera. Las luces de las velas nos recuerdan
que É l es la Luz del mundo que irrumpe para disipar las tinieblas que nos rodean.
Señ or bendice con tu poder la Corona de Adviento para que al encenderla despierte en nosotros
el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras y para que así cuando
llegue, seamos admitidos al Reino de los cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señ or. Amen.
En esta semana el Señ or nos trae la VIRTUD DE LA HUMILDAD, que tanto anhelamos todos.
LA HUMILDAD, nos hace pedir perdó n cuando nos hemos equivocado. Nos hace ver la vida con
otros ojos. La humildad implica dejarte ayudar, dejarte iluminar, para no vivir como ciegos el
Señ or Padre envía su Hijo al mundo para que de esa manera pudiéramos ver, distinguir,
evitando el mal y haciendo el bien. Nuestra conciencia tiene que estar bien formada para llevar
a cabo la misió n
LECTOR: Lectura tomada del Evangelio segú n San Marcos:
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Como está escrito en el profeta Isaías:
«Yo envío a mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino;
voz del que grita en el desierto:
“Preparad el camino del Señ or,
enderezad sus senderos”».
Se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversió n para el
perdó n de los pecados. Acudía a él toda la regió n de Judea y toda la gente de Jerusalén. É l los
bautizaba en el río Jordá n y confesaban sus pecados.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de
saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
“Ya viene detrá s de mí uno que es má s poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera
inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua,
pero él los bautizará con el Espíritu Santo” (Mc 1, 1-8). Palabra del Señor.
GLORIA A TI SEÑOR JESUS.
MONITOR: El Evangelio nos habla la vida de Juan el Bautista, acerca de cómo se preparó para
presentar a Jesú s, ya no solamente como su primo, sino como el Mesías esperado. Y la
esperanza que él nos da en Jesú s, el cumplimiento de las promesas hechas por Dios al pueblo de
Israel.
Juan bautizaba con agua, en un acto simbó lico de arrepentimiento, el cual fue para la gente una
forma de reconocer pú blicamente sus pecados, alejarse de ellos y preparar sus corazones para
la llegada del Mesías. Sin embargo, Juan el Bautista no tenía el poder de perdonar los pecados o
de derramar el Espíritu Santo sobre los bautizados. É l aclara que su bautismo es un preludio
para algo má s grande – el bautismo con el Espíritu Santo que Jesú s traería.
Jesú s bautizaría con el Espíritu Santo, lo que significa que, a través de su bautismo, nosotros no
ú nicamente nos limpiamos de nuestros pecados, sino que también recibimos la presencia en
nuestro interior del Espíritu Santo, quien nos guía y santifica en nuestro caminar cristiano. Su
bautismo es una fuente de renovació n espiritual y nos hace capaces de vivir una vida en gracia
y en el poder del Espíritu Santo. La preparació n para la llegada de Cristo requiere que nos
alejemos consciente y constantemente de las distracciones y del pecado que nos impide la
comunió n con Dios. Debemos preparar el camino del Señ or y esto nos exige estar dispuestos
interiormente para la venida de Jesú s, para que lo recibamos con un corazó n reconciliado, cada
vez má s convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demá s.
Ademá s, la humildad de Juan el Bautista quien reconoce no ser digno ni siquiera de atar las
sandalias del Mesías, nos enseñ a acerca de la esencia del verdadero apostolado – servir
humildemente reconociendo que todo viene de Él. Durante esta temporada de Adviento,
imitemos la humildad de Juan y preparemos nuestros corazones para la llegada de Cristo,
sirviendo a los demá s con un espíritu de desprendimiento. Hagamos un compromiso concreto
que nos ayude esta semana a disponernos mejor para su venida.
Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos: “HOY SE ENCIENDE UNA
LLAMA”
(Una persona enciende la segunda vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la
segunda estrofa) *
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA EN LA CORONA DE ADVIENTO, QUE ARDA NUESTRA
ESPERANZA EN EL CORAZÓN DESPIERTO Y AL CALOR DE LA MADRE CAMINEMOS ESTE
TIEMPO.
 Un primer lucero se enciende anunciando al Rey que viene preparad corazones,
allá nense los senderos.
 Crecen nuestros anhelos al ver la segunda llama nacer. Como dulce rocío vendrá el
Mesías hecho Niñ o.

MONITOR: Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de
ellas diciendo: VEN SEÑOR JESÚS.
LECTOR:
1.- Te pedimos, Padre, por las intenciones del Papa Francisco y por toda la Iglesia Cató lica que
se prepara para la venida de tu Hijo, para que siempre tengamos fijos los ojos en Aquél que nos
trae la reconciliació n. Roguemos al Señor.
VEN SEÑOR JESÚS
2.- Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor
intensidad el amor y la solidaridad. Roguemos al Señor.
VEN SEÑOR JESÚS
3.- Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar al
encuentro del Señ or Jesú s, que es la “Luz del Mundo”. Roguemos al Señor.
VEN SEÑOR JESÚS
4.- Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret
vivamos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo. Roguemos al Señor.
VEN SEÑOR JESÚS
5.- Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien nos
enseñ e a crecer en confianza y esperanza en la venida del Salvador. Roguemos al Señor.
VEN SEÑOR JESÚS
6.- Por los estudiantes de nuestra I. E Monteverde; para que sepan responder con generosidad a
la llamada de Dios.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
MONITOR: Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga las gracias que necesitamos en
este tiempo de preparació n, y así recibir a Jesú s de la misma manera como Ella lo hizo.
Recemos juntos un rezamos juntos el Padrenuestro, Avemaría. Terminemos nuestra oració n
cantando: “NOCHE DE PAZ”

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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