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Oración para encender la Corona de Adviento

Canto: Pueden cantar un villancico o poner una grabación y tratar de seguirla todos juntos.
Jefe de la casa: En esta familia amamos al Niño Jesús y por eso queremos prepararnos debidamente
a su santo nacimiento. Que este momento de oración que hacemos en familia nos ayude a tener nues-
tro corazón mejor dispuesto para que Jesús nazca en nuestros corazones en esta Navidad.
(En seguida, uno de los miembros de la familia enciende solemnemente la vela correspondiente,
de tal forma que cada domingo se encienda una nueva vela que se unirá a la luz de las demás que se
han encendido)
Aclamación: ¡Ven, ven Señor, no tardes!
Todos: ¡Ven, ven, que te esperamos!
(Aplausos)
Lectura: En seguida otro miembro de la familia lee una lectura del Evangelio:

Primer domingo de Adviento 2023 – 3 de diciembre


Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (1,1-8)
Éste es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escri-
to:
He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti,
a preparar tu camino.
Voz del que clama en el desierto:
“Preparen el camino del Señor,
enderecen sus senderos”.
En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de arrepen-
timiento, para el perdón de los pecados. A él acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitan-
tes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de salta-
montes y miel silvestre. Proclamaba: “Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante
quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado
a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.

Segundo domingo de Adviento 2023 – 10 de diciembre


INDICACIONES
La corona al inciar la oración debe tener la primera vela encendida. Se puede colocar una imagen de la Virgen al lado
de la corona, si se quiere con una vela encendida a sus pies. De esta vela se puede tomar la llama para encender la
primera vela de la corona.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
TODOS:
Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR:
El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazo-
nes. En un momento especial de esta Oración, vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. Hagamos un
momento de silencio para elevar nuestra oración al Señor.
(Momento de silencio)
LECTOR:
Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:
"En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Gali-
lea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y
Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán
proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del
profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco
será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y to-
dos verán la salvación de Dios" (Lc 3, 1-6).
MONITOR:
Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar dispuestos interiormente para la venida de Jesús, para
que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse
a los demás. Hagamos un compromiso concreto que nos ayude esta semana a disponernos mejor para su veni-
da (los compromisos se hacen en silencio durante un momento de silencio).
Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto
apropiado):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la segunda vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la segunda estrofa)*
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
1. Un primer lucero se enciende
anunciando al Rey que viene
preparad corazones,
allánense los senderos.
2. Crecen nuestros anhelos al ver*
la segunda llama nacer.
Como dulce rocío vendrá
el Mesías hecho Niño.
MONITOR:
Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ellas diciendo: VEN SEÑOR JESÚS.
LECTOR:
Te pedimos, Padre, por las intenciones del Papa Francisco y por toda la Iglesia Católica que se prepara para la venida
de tu Hijo, para que siempre tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la reconciliación.
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la
solidaridad.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar al encuentro del Señor Je-
sús, que es la "Luz del Mundo".
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret vivamos el amor mutuo y nos
preparemos para la venida de tu Hijo.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien nos enseñe a crecer en con-
fianza y esperanza en la venida del Salvador.
VEN SEÑOR JESÚS (se pueden añadir otras peticiones)
MONITOR:
Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga las gracias que necesitamos en este tiempo de preparación, y así
recibir a Jesús de la misma manera como Ella lo hizo. Recemos juntos un Avemaría. Terminemos nuestra oración
cantando LOS CIELOS Y LA TIERRA (u otro canto apropiado).
TODOS CANTAN:
LOS CIELOS Y LA TIERRA EN TI SE ENCONTRARÁN,
MARÍA, DULCE ABRAZO QUE EL HOMBRE Y DIOS SE DAN.
1. Las viejas profecías que hablaban del Señor nutrían la esperanza de Israel: la flor que nacería de tierra virginal, un
Hijo que sería el Emmanuel.
2. Quien hizo las estrellas al Ángel te envió, que fueras Madre suya te pidió. Dios Todopoderoso no quiso renunciar al
gozo de acunarse en tu querer.
3. Los magos y pastores que fueron al portal hallaron en tus brazos a Jesús. Sabemos que a tu lado lo vamos a en-
contrar lo mismo en la alegría que en la Cruz.
MONITOR:
Madre de la Esperanza…
TODOS:
Ruega por nosotros.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Tercer domingo de Adviento 2023 – 17 de diciembre


INDICACIONES
La corona al inciar la oración deben estar encendidas la primera y la segunda vela de la corona.
Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al
lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la
tercera vela de la corona.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
TODOS:
Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR:
Estamos ya en la tercera semana de Adviento: aumenta nuestra alegría y nuestro júbilo por la
venida del Señor Jesús, que está cada vez más cerca de nosotros. Empecemos nuestra oración
cantando VEN PRONTO SEÑOR (u otro canto apropiado).
TODOS CANTAN:
1. ¡Oh Pastor de la Casa de Israel!,
trae a tu pueblo la ansiada salvación.
Verbo Eterno de la boca del Padre,
fuiste anunciado por labios de profeta.
¡VEN PRONTO, SEÑOR!
¡LLEGA, OH SALVADOR! (2v)
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, LIBERADOR!
¡CIELOS, LLOVED VUESTRA JUSTICIA!
¡ÁBRETE, TIERRA,
HAZ GERMINAR AL SALVADOR! (2v)
2. El clamor de los pueblos se levanta.
Hijo de David, las naciones te esperan.
Queremos la llegada de tu Reino.
Ven a liberar del pecado a los pueblos.
3. Emmanuel, Salvador de las naciones,
eres esperanza del pueblo peregrino.
Sol naciente, esplendor de la justicia,
Tú nos salvarás con tu brazo poderoso.
MONITOR:
Hoy, vamos a encender la tercera vela de nuestra corona de Adviento. El Señor está más cerca
de nosotros y su luz nos ilumina cada vez más. Abramos nuestro corazón, muchas veces oscu-
recido por las tinieblas del pecado, a la luz admirable del amor de Dios.
LECTOR:
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (Jn 1, 6-8. 19-28)
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar tes-
timonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la
luz.
Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a
unos sacerdotes y levitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?” Él reconoció y no negó quién
era. Él afirmó: “Yo no soy el Mesías”. De nuevo le preguntaron: “¿Quién eres, pues? ¿Eres
Elías?” Él les respondió: “No lo soy”. “¿Eres el profeta?” Respondió: “No”. Le dijeron: “Enton-
ces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti
mismo?” Juan les contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del
Señor’, como anunció el profeta Isaías”.
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: “Entonces ¿por qué
bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?” Juan les respondió: “Yo bautizo con
agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás
de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias”.
Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.
MONITOR:
Mientras encendemos la tercera vela de nuestra corona cantemos HOY SE ENCIENDE UNA
LLAMA (u otro canto apropiado):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la tercera vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la
tercera estrofa)*
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
1. Un primer lucero se enciende
anunciando al Rey que viene
preparad corazones,
allánense los senderos.
2. Crecen nuestros anhelos al ver
la segunda llama nacer.
Como dulce rocío vendrá
el Mesías hecho Niño.
3. Nuestro gozo hoy quiere cantar*
por ver tres luceros brillar
con María esperamos al Niño
con alegría.
MONITOR:
Acudamos ahora a Santa María, que colaborando con el Plan del Padre permitió que la luz del
Señor ilumine a la humanidad, y pidámosle que siga intercediendo por nosotros en este tiempo
de preparación. Entonemos JUNTO A TI, MARÍA (puede ser otro canto u oración mariana):
TODOS CANTAN:
1. Junto a ti María.
como un niño quiero estar,
tómame en tus brazos
guíame en mi caminar.

Quiero que me eduques,


que me enseñes a rezar,
hazme transparente,
lléname de paz.
MADRE, MADRE,
MADRE, MADRE.
MADRE, MADRE,
MADRE, MADRE.
2. Gracias Madre mía
por llevarnos a Jesús,
haznos más humildes
tan sencillos como Tú.

Gracias Madre mía


por abrir tu corazón,
porque nos congregas
y nos das tu amor.
MONITOR:
Elevemos libremente nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo:
VEN, JESÚS, NO TARDES.
(Peticiones libres)
Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuarto domingo de Adviento 2023 – 24 de diciembre


NDICACIONES
La corona al inciar la oración deben estar encendidas las anteriores velas de la corona. Crear un
ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la
corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la tercera
vela de la corona.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
TODOS:
Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR:
Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la salvación. La espera
llega a su fin, por eso hoy encenderemos la cuarta y última vela de nuestra corona. Que este
símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús. ¡Dios Hecho Niño viene a re-
conciliar los corazones y estamos alegres! ¡Crece la esperanza! Iniciemos la oración de esta
semana cantando MORADA DE LA LUZ (u otro canto apropiado).
TODOS CANTAN:
CELEBREMOS UNIDOS A LA VIRGEN MARÍA,
PORQUE ESTÁBAMOS CIEGOS Y NOS DIO A LUZ EL DÍA,
PORQUE ESTÁBAMOS TRISTES Y NOS DIO LA ALEGRÍA.
1. Mujer tan silenciosa y encumbrada, ahora más que el sol,
recibes en tu vientre al mismo Dios, al que es tu Creador.
2. Lo que Eva en una tarde misteriosa buscando nos perdió,
Tú, Madre, lo devuelves florecido en fruto salvador.
3. Tú que eres bella puerta del Rey sumo, Morada de la Luz,
la puerta nos abriste de los cielos al darnos a Jesús.
LECTOR:
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (Lc 1, 26-38)
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Naza-
ret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se
llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.
Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante
saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar
a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los
siglos y su reinado no tendrá fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El
ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a
tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la
que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la es-
clava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.
Padre Nuestro…
Rito de la paz
Señor Jesucristo que viniste a traer tu paz al mundo, danos tu paz. (Se dan la paz con un
beso, o un abrazo).
Ofrecimiento:
(Preparamos la Navidad con nuestra oración, pero también con nuestras obras buenas. En
este momento cada miembro de la familia ofrece hacer una buena obra en esta semana, dice
cual y la anotan en un papelito. Si la obra buena se cumplió se coloca el papelito en la cuna del
Niño Jesús en el nacimiento, como paja calientita que acogerá al Niño en la Navidad.)
Oración final:
Que nuestras responsabilidades terrenas no nos impidan, Señor, prepararnos a la venida de
tu Hijo, y que la sabiduría que viene del Cielo nos disponga a recibirlo y a participar de su
propia vida. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.
Canto: Villancico.
MONITOR:
La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos
lo hace cercano; es Ella quien refleja la Luz de su Hijo y permite que esta llegue hasta nosotros,
iluminando nuestras vidas. En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra
corona de Adviento mientras cantamos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropia-
do):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la cuarta vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la
cuarta estrofa)*

HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA


EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
1. Un primer lucero se enciende
anunciando al Rey que viene
preparad corazones,
allánense los senderos.
2. Crecen nuestros anhelos al ver
la segunda llama nacer.
Como dulce rocío vendrá
el Mesías hecho Niño.
3. Nuestro gozo hoy quiere cantar
por ver tres luceros brillar
con María esperamos al Niño
con alegría.
4. Huyen las tinieblas al ver*
cuatro llamas resplandecer
ya la gloria está cerca
levanten los corazones.
MONITOR:
Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios, acudiendo a la intercesión de la Virgen María. Res-
pondamos después de cada petición: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SE-
ÑOR.
(Peticiones libres)
Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y Gloria.
MONITOR:
Oremos. Padre misericordioso, que quisiste que tu Hijo se encarnara en el seno de Santa María
Virgen, escucha nuestra súplicas y concédenos tu gracia para que sepamos acoger al Señor
Jesús, tu Hijo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de
los siglos.
TODOS:
Amén.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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