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Adviento

Adviento significa: advenimiento, una llegada que se espera; es el tiempo en que


la Iglesia se prepara para recibir a Jesús que se hizo hombre y quiso vivir entre
nosotros.

Se inicia el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de


diciembre. Con el Adviento también da comienzo el año nuevo litúrgico. En misa se
hacen diferentes cambios que son “signos” de la preparación y la espera de la Iglesia;
por ejemplo, el sacerdote usa ornamentos morados y el tercer domingo ornamento
color rosa, no se canta el “Gloria” y todas las lecturas nos hablarán de la venida del
Señor.

Origen
La corona de adviento con sus cuatro velas es un símbolo tradicional de
Alemania difundido por todo el mundo. Representaba el ruego para que el dios-sol
regresara con su luz y calor durante el invierno. Los cristianos, al ver en Jesucristo el
origen de la vida y luz espiritual, adoptaron este símbolo para expresar y vivir su fe en
torno a la persona del Mesías.

Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo sino, al


contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un
nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.

Celebración
Es una costumbre que reúne a las familias, pues es allí en donde se sugiere la
celebración. La familia unida hace una oración en torno a la corona, con alguna
meditación alusiva a las lecturas dominicales; se enciende una vela cada semana
cantando algo que hable de la espera del Salvador.

La noche del 24 de diciembre con las cuatro velas encendidas, se enciende por
último el cirio o vela blanca cantando villancicos y se “acuesta al niño Jesús”
en el nacimiento, antes a esto se lee el Evangelio del relato
del Nacimiento en Belén, se hace una reflexión y se ora
todos juntos en familia.
Simbolismos
:
Bendición de la corona de adviento
En algunas parroquias o colegios se hace la bendición de las
Coronas de Adviento. Si no se puede asistir por la contingencia a
estas celebraciones, se puede hacer la bendición en familia con la
siguiente oración:

Señor Dios, bendice con tu poder nuestra corona de adviento


para que, al encenderla, despierte en nosotros
el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas
obras, y
para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los
Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre


esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la
venida de Jesús.
(Si se tiene agua bendita se rocía un poco sobre ella)
Oraciones para encender cada vela de adviento

LA VIGILANCIA EN LA ESPERA DE LA VENIDA DEL SEÑOR

En esta primera semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación
con las palabras del Evangelio: “Velen y estén preparados, que no saben cuándo
llegará el momento”.

Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita
avanzar en el camino hacia la Navidad: ¿Qué te parece si nos proponemos revisar
nuestras relaciones familiares? Como resultado debemos buscar el perdón de
quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el
Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar.

Desde luego, esto deberá hacer extensivo también a los demás grupos de
personas con los que nos relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los
vecinos, etc.

Esta semana, en familia al igual que en cada comunidad parroquial, encendemos


la primera vela de la Corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y
deseos de conversión.

ENTRADA
Se entona algún canto
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes hermanos


que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María
siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan
por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33

“Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cuál será el momento”. Palabra
del Señor. (Breve pausa para meditar)

Reflexión.
Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar,
este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y
salvarnos.

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.


Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en
la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento
queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas
sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más
profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!

PADRE NUESTRO
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...

CONCLUSION
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
LA CONVERSIÓN, NOTA PREDOMINANTE DE LA PREDICACIÓN DE
JUAN BAUTISTA

Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación


del profeta Juan Bautista: “Preparen el camino, Jesús llega” y, ¿qué mejor manera de
prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos
reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos
invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (confesión) que nos devuelve la
amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado.

Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo


del proceso de conversión que estamos viviendo. Durante esta semana puedes buscar
en los diferentes templos que tienes cerca, los horarios de confesiones disponibles,
para que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado interiormente, uniéndote a
Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.

ENTRADA
Se entona algún canto
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi
gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y
a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14

”Nosotros esperamos según la promesa de Dios cielos nuevos y tierra nueva, un


mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos hermanos, durante esta espera,
esfuércense para que Dios los halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz". Palabra de
Dios.
(Breve pausa para meditar)

Reflexión.
Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿Se notará que creemos
de veras en Cristo?

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.


Guía: Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un
símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se estremece
porque Dios se ha sembrado en nuestra carne...

Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas,
para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven
pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!

PADRE NUESTRO
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...

CONCLUSION
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
EL TESTIMONIO, QUE MARÍA, LA MADRE DEL SEÑOR, VIVE
SIRVIENDO Y AYUDANDO AL PRÓJIMO

Este domingo está cerca de la celebración de la Virgen de Guadalupe, y


precisamente la liturgia de Adviento nos invita a recordar la figura de María, que se
prepara para ser la Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y servir a
quienes la necesitan. El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y
nos invita a repetir como ella: “¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a
verme?”

María está siempre acompañando a sus hijos en la Iglesia, por lo que nos
disponemos a vivir esta semana de Adviento, meditando acerca del papel que la
Virgen María desempeño.

Te proponemos que fomentes la devoción a María, rezando el Rosario en familia,


uno de los elementos de las tradicionales posadas, que inician el próximo 16.
Encendemos como signo de espera gozosa, la tercera vela, color rosa, de la corona
de adviento.

ENTRADA
Se entona algún canto
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa,
por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los
ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí
ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses 5,23

“Que el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección.


Guárdense enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta
la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios.
(Breve pausa para meditar)

Reflexión.
Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán
a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza reflejada
en nuestra vida para que puedan creer en El?

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.


Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la
buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca!
Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero!
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.

Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya
para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu
luz, caliéntanos en tu amor!

PADRE NUESTRO
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...

CONCLUSION
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
EL ANUNCIO DEL NACIMIENTO DE JESÚS HECHO A JOSÉ Y A MARÍA

Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la


Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invita a “Aprender de
María y aceptar a Cristo que es la luz del Mundo”.

Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con
nuestros hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta. Como familia
debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría que ésta cercana celebración
representa.

Todos los preparativos para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el
firme propósito de aceptar a Jesús en los corazones las familias y las comunidades
encendemos la cuarta vela color morada de la corona de adviento.

ENTRADA
Se entona algún canto
Todos hacen la señal de la cruz.
Guía: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"

Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi
gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y
a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura: Rm 13,13-14


"Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y
borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del
Señor Jesucristo". "Palabra de Dios"

Todos: "Te alabamos Señor".

Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7


"Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros,
cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos
ángeles, entre las aclamaciones de sus pueblo santo y la admiración de todos los
creyentes." -"Palabra de Dios"

Todos: "Te alabamos Señor".


Guía: "Ven, Señor, y no tardes.
Todos: "Perdona los pecados de tu pueblo".

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.


Guía: Que nuestras responsabilidades terrenas no nos impidan, Señor, prepararnos a la
venida de tu Hijo, y que la sabiduría que viene del Cielo nos disponga a recibirlo y a
participar de su propia vida.

PADRE NUESTRO
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...

CONCLUSION
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
ENTRADA
Se entona algún canto
Todos hacen la señal de la cruz.
Guía: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"

Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi
gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y
a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

Evangelio de San Lucas 2, 1-14


En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que
se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino
gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que
pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén
de Judea, la ciudad de David.

Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a


luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no
había lugar para ellos en el albergue.

En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus
rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor
y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran
temor, pero el Ángel les dijo: «No teman, porque les traigo una
buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la
ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá
de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en
un pesebre».

Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que
alababa a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres
amados por él!
Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús

MEDITACIÓN
La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No
hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de
Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar
mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.
Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que
impide que Jesús nazca en nuestro corazón.

SE ENCIENDEN LAS 4 VELAS Y EL CIRIO O VELA BLANCA.


Guía: "Bendigamos al Señor"
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
Guía: Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7)
"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque
no tenían sitio en el alojamiento."
"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".

PADRE NUESTRO
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...

CONCLUSION
Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos
conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la
gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: "Amén.

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