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Entre sombras y destinos

Aquí estoy yo, María Josefa, para hablarles de Angustias, esa pobre alma atrapada en
un mundo sin luz. Se preguntarán, ¿Qué sucedió después de la muerte de Adela y
como quedo el hogar? Para empezar, les voy a contar que en esta casa las paredes
son de papel, todo se escucha gracias a los conductos que se conectan entre
habitaciones y esta demás decir que yo estaba enterada de todo lo que paso entre mis
nietas con Pepe el Romano.
La pobre Angustias, con sus ojos grandes y asustados, merecía más que el destino
cruel que le tenía reservado la tirana Bernarda. La muerte de su hermana la devasto, a
todas en general, pero ella se sentía peor porque sentía una carga de culpa. Se culpa
de tener riquezas y que Pepe quiera casarse con ella, dado que, si ella no fuera así o
no se hubieran conocido, nada de esto hubiera sucedido, ni peleas por un hombre ni
muertes por la misma causa. En mi opinión ella no tendría porque estar así, porque es
heroína de su propia historia, ella se libero de algo que no deseaba, pero se siente
víctima.
Angustias vivió bajo las sombras de la casa durante un largo tiempo, donde no veía
posibilidades de salir y creía que su destino era el mismo que su hermana. Bernarda
para nada tomo en cuenta todo lo que le sucedía, decía que son puras tonterías y que
quería hacer llamar la atención para que otro hombre venga y le proponga matrimonio.
En cierto punto tenía razón, Angustias quería casarse con un buen hombre y que la
haga feliz, que se proponga en darle todo lo que ella desea y que este siempre en sus
malos tiempos.
Parece ser que la tragedia que sucedió en mi hogar, si es que así lo puedo llamar, de
alguna forma llego a la gente y empezaron a crear rumores nuevos. Algunos eran
ciertos, otros no, otros por la mitad. Esto hizo que mi casa se convierta en el doble de
caos que ya era.
A medida que iba pasando el tiempo, Angustias empezó a recuperarse y a salir de la
soledad. Así fue como empezaron peleas sobre que Angustias quería tener un futuro
decente y feliz, pero Bernarda estaba en contra de esto, ella pensaba que afuera de
las paredes de su hogar lo único que había era discordia y odio hacia todos. En parte
tenía razón, pero en otra no, y ahí es donde entra la opinión de Angustias. Ella no solo
quería tener una familia con un buen hombre, ella también quería aprender cosas
nuevas, en esa posibilidad estaría estudiar, pero dada en la época en la que vivimos
no es muy aceptado, aunque yo sabía que lo lograría y seria feliz como ella desea,
como todas mis nietas desean.
Con todo el caos que daba vueltas por la casa, Bernarda entro en la locura y decidió
quedarse encerrada en su habitación por mucho tiempo, parecido a mí, pero yo ya
estoy vieja y por esa razón estoy en estas condiciones, pero ella no estaba cerca de lo
mío y decidió volverse loca.
Tras dos meses desde que mi hija se volvió una loca, sus hijas hicieron la suya,
Angustias todas las noches se escapaba quien sabe a dónde con quien sabe, está
claro que con algún hombre se debe ir. Las demás chicas fueron casi por el mismo
camino, solo que ya todas sabían con quién andaba cada una y con quien no tenían
permitido andar por ahí.
Como ya dije antes, pasaron dos meses de todo esto y hoy, estamos con todas mis
nietas festejando la boda de mi querida nieta Angustias, su gran día llego y esta mas
radiante que nunca, creo que nunca la vi tan feliz como esta este día.
Lamentablemente mi hija no pudo venir a presenciar esta hermosa celebración por
estar encerrada en su habitación como siempre, aunque ya se esta empezando a
sospechar que posiblemente escapo o se suicidó, ya que cuando alguna de las chicas
pasaba por la habitación reiteraban todo el tiempo el mal olor que salía por debajo de
la puerta y las moscas constantes que había. En cambio, a mi me dejaron salir de la
habitación ya que mis nietas pensaban que lo que tenia era un drama de su madre,
que en parte es cierto pero la vejez te vuelve chiflada de alguna forma. Dejando de
lado a mi y a mi hija, seguiré hablando de la hermosa celebración que se está llevando
a cabo en nuestro hogar. Hay gente por donde quiera que veas, niños correteando de
acá para allá y familiares del esposo y de la mujer, que nunca en mi vida supe que
existían, pero se ven alegres de celebrar la boda de Angustias y estar presentes.
El tiempo siguió pasando y Angustias logro tener una familia con el hombre que mas
ama. Tuvieron dos niños y se muestran como una familia feliz y yo estoy mas que feliz
de haberme convertido en bisabuela, aunque no me queda mucho tiempo ahora, al
parecer tengo una enfermedad que no tiene cura, y si dios lo desea, moriré pronto.
Así, entre mi locura y el susurro de las paredes del hogar, les cuento que Angustias, la
que muchos daban por perdida, encontró su propio camino. Más allá de las paredes
grises de la casa de Bernarda, se abrió un horizonte de posibilidades y, aunque
piensen que estoy chiflada, yo sé que la vida siempre puede ser mejor.

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