Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aleksandra Bortkiewicz
Cristologías heréticas
Las primeras herejías cristológicas pueden agruparse en tres grandes
bloques: los cristianos judaizantes, los marcionitas y los gnósticos.
Los primeros intentaban unir la enseñanza evangélica con las verdades de
fe del judaísmo. Para salvaguardar el monoteísmo negaban la divinidad de
Jesús o afirmaban que Jesús era un simple hombre adoptado por Dios en el
momento del bautismo en el Jordán. Con estas afirmaciones rechazan la
encarnación – Jesús no se ha hecho hombre, sino que es un hombre que
llega a ser dios.
Arrio, por ejemplo, negaba la divinidad de Jesús para defender la unidad de
Dios.
Marción negaba la continuidad entre el Antiguo y Nuevo Testamento. Para
Él Dios revelado por Jesús es un Dios verdadero, bueno y misericordioso,
en cambio el del Antiguo Testamento es un Dios vengativo y cruel,
totalmente opuesto al otro.
Por último, los gnósticos rechazaban la carne y la materia que para ellos
son indignas de salvación. Con esta postura les es imposible aceptar la
encarnación. Tampoco la pasión y el dolor son dignos de Dios.
El elemento común para todas las herejías es la no acogida de la persona de
Jesús en su totalidad e integridad. Está clara la necesidad de una teología
bien estudiada y reflexionada para poder evitar los errores doctrinales.