AVIVAMIENTO FAITH COLLEGE

CRISTOLOGÍA
PASTORES JUAN SEBASTIÁN Y ANA MARÍA RODRÍGUEZ

GUÍA DE ESTUDIO
 Bienvenida
al módulo

Es una bendición para nosotros, tener la oportunidad de acompañarlos en

este módulo de estudio tan especial, Cristología. Nuestra finalidad es que
puedan comprender la persona, obra y ministerio de Cristo según la
perspectiva de la teológica sistemática, analizando temas esenciales como
la preexistencia de Cristo, sus estados, oficios y títulos.

El objetivo esencial del módulo es transformar los diferentes conceptos de

la Cristología, en realidades de la vida cristiana de cada estudiante. De tan
manera que puedan interiorizar la teoría y convertir las grandes verdades
sistemáticas sobre Cristo en práctica y vivencias.

Para ello, se estudiarán las perspectivas desarrolladas por grandes

hombres del Nuevo Testamento como Pablo, Pedro y Juan, además de las
formas en las que las verdades de Cristo transformaron sus vidas.

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 Competencias
del módulo

Saber
Analizar de forma profunda, las verdades fundamentales referentes a
Jesucristo, junto a su estudio sistemático.

Hacer
Analizar la importancia y las implicaciones de la cristología para la fe, la
predicación del evangelio, la misión y la vida personal.

Ser
Poseer una Cristología personal, influenciada por la sana doctrina
desarrollada a lo largo de la historia del pensamiento cristiano para
anunciar las verdades del reino de Dios expresadas en Jesucristo.

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CRISTOLOGÍA

01 Introducción
PASTORES JUAN SEBASTIÁN Y ANA MARÍA RODRÍGUEZ
 Competencias
de la unidad

Saber
Identificar las posturas sobresalientes de la iglesia, durante todos sus
tiempos frente a la Cristología

Hacer
Observar el significado de todos los nombres y títulos de Cristo conocidos a
lo largo de la historia bíblica. Adicionalmente, estudiar las disciplinas que
se correlacionan con la Cristología y que pertenecen a la Teología
Sistemática.

Ser
Apreciar la riqueza del conocimiento de la preexistencia de Cristo, así como
el significado de sus diferentes nombres y títulos. Y reconocer el aporte y la
necesidad de un estudio interdisciplinario de los ejes transversales de la
Cristología.

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Tabla de
contenido

INTRODUCCIÓN

Desarrollo histórico de la
01 Cristología

Judeocristianismo y Cristología bíblica (Siglo I d.C)

Cristología conciliar (Siglos ll – Vll d.C)
Cristología medieval (Siglos XI-XVI)
Siglo XIX
Cristología moderna y contemporánea (Siglo XVll en
adelante)
Ejercicio práctico

Ejes transversales
02

Definición de eje transversal

Primer eje: La antropología
Segundo eje: La Pneumatología
Tercer eje: La Soteriología
Ejercicio práctico

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Tabla de
contenido (Continuación)

Títulos
03

Cristo
Señor
Cordero De Dios
Hijo de hombre
Logos
Segundo Adán
Rey de los judíos
Rabí
Mesías
Hijo de David
Maestro
Hijo De Dios
Salvador
Luz del mundo
Ejercicio práctico

Tabla de respuestas

Bibliografía

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 INTRODUCCIÓN

En la historia de la iglesia, el debate más acalorado en Cristología ha sido el

de cómo entender la persona y la obra de Jesucristo. Algunos teólogos
recientes han determinado que Cristo no puede ser a la vez humano y
Dios, y han tratado de investigar históricamente, la vida de Jesús utilizando
esta forma de pensar, lo que ha ocasionado distintos debates teológicos al
respecto, los cuales han marcado la cosmovisión de determinada época
con respecto a la obra de Jesucristo en la tierra.

Durante un largo periodo de tiempo, los teólogos limitaron sus discusiones

sobre Cristo a los puntos de vista establecidos por sus respectivas
denominaciones o tradiciones confesionales. Estas tradiciones a su vez
solían seguir las posiciones elaboradas en los concilios ecuménicos de los
primeros siglos de la iglesia. Los problemas de la Cristología fueron en
resumen lo siguiente: ¿Cómo pueden coexistir la naturaleza divina y
humana en la misma persona? O en otras palabras, ¿cómo puede ser
Jesús a la vez Dios y hombre? Durante el siglo XX y XXI, sin embargo, el
enfoque ha cambiado.
 DESARROLLO HISTÓRICO DE LA
CRISTOLOGÍA

Como se mencionó anteriormente, las

discusiones teológicas y doctrinales
alrededor de la figura de Jesucristo han
sido interminables a través de la
historia, cada época se ha caracterizado
por puntos discordantes entre
diferentes pensadores, que han
marcado la fe de miles de personas. A
continuación, haremos un breve
recorrido por la historia de la iglesia y
las diferentes posturas cristológicas
que han caracterizado cada era.

1. Judeocristianismo y Cristología
bíblica (Siglo I d.C)

Recordemos que el cristianismo, nació

del judaísmo mismo, por lo que la
figura de Jesucristo fue polémica desde
el principio debido al acentuado
monoteísmo de los judíos, el aceptar
que Jesucristo es el Hijo de Dios les fue
casi imposible; a tal punto que lo
mataron.
Tras la muerte, resurrección de Jesús y
la venida del Espíritu Santo en
Pentecostés, el cristianismo contrario a Aun así, Justino, en su libro "Diálogo con
desaparecer, empezó a extenderse a Trifón" nos habla de personas de
cada rincón del mundo conocido de procedencia judía que, "confiesan
aquel entonces, por lo que la efectivamente que Jesús es el Cristo pero
separación con el judaísmo fue que le predican como a un hombre que
dándose paulatinamente, en primer desciende de hombres". Justino, quien
lugar por las confrontaciones entre creyó en la preexistencia de Jesús como
ambas vertientes, y, en segundo lugar, Hijo de Dios, tiene una actitud de diálogo
por las evidentes diferencias con estos judeocristianos, no los combate,
doctrinales no les declara herejes: está dispuesto a

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tratar con ellos con tal de que no pretendan obligar a los demás a guardar la Ley.

El cristianismo, al principio considerada una secta, se dedicó a transmitir por medio de

tradición oral, todas las palabras y parábolas de Jesús, enseñanzas que más tarde se
registrarían por escrito a través de las palabras de autores diferentes, inspirados por el
Espíritu de Dios. Los Evangelios y las Epístolas marcarían el comienzo de la enseñanza
cristólogica a través de la historia de la iglesia, pues cada autor abarcó la grandeza de
Cristo desde una arista, como lo vemos a continuación:

Pablo: Jesús es el Cristo crucificado y resucitado.

Marcos: Jesús es el Mesías sufriente.
Mateo: Jesús es el nuevo Moisés, maestro de una nueva ley.
Lucas: Jesús, lleno del Espíritu Santo, es el Salvador de la humanidad.
Juan: Jesús es el verbo hecho carne.

Si bien cada uno de estos escritores provienen de lugares, estratos sociales, regiones y
tiempos diferentes, todos profesaban la misma fe. En conclusión, el judeocristianismo es
el primer intento por conocer la identidad de Jesucristo, hasta aquí el interés solo se
centra en el el anuncio y vivencia del Kerygma: Jesucristo Salvador, muerto y resucitado.
A partir de aquí, la Cristología sentó sus bases en las Sagradas Escrituras.

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2. Cristología Conciliar (Siglos ll – Vll
d.C)
A lo largo del siglo ll se trazan los
fundamentos de la cristología clásica,
del siglo lll en adelante, tomó forma
dogmáticamente. Cabe resaltar que la
iglesia se había extendido por todo el
mundo helenístico, estas comunidades
cristianas se enfocaron en la obra
redentora de Jesús y en consecuencia,
por medio de la predicación
transmitían el mensaje de la salvación.
A medida que la iglesia se expandía,
más gentiles se unieron al cuerpo de
Cristo, por lo que empezaron a
preguntarse por Jesús desde una
perspectiva ontológica, es decir, que se
plantearon quién es Jesús en si mismo,
en la veracidad de la unión hipostática,
en la deidad de Cristo, si en realidad
venía de Dios, si de verdad reencarnó.
Teniendo en cuenta lo anterior, tres
grandes hombres miran con claridad y
con gran sentido de síntesis la
verdadera identidad de Jesucristo. Son
los tres pilares de la ortodoxia: Ignacio
de Antioquía, Justino e Ireneo de Lyon.
Ignacio de Antioquía, obispo, siguiendo
el modelo paulino, escribe cartas a
diferentes iglesias: “La cristología se
caracteriza por su paralela
acentuación de la divinidad de Jesús y
de la realidad de su vida humana, así
como por la audacia con que afirma lo
humano de Dios, Jesús es al mismo
tiempo Hijo de Dios e Hijo de Hombre”.
Es el primero en proponer una serie de
contratiempos entre los atributos
divinos y humanos que posteriormente
determinarán la doctrina de las dos
naturalezas.
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Por su parte, Justino, filósofo judío,
quiere hacer ver que el cristianismo no
es "acientífico", que no le causa mal al
Imperio, por el contrario, mucho
provecho. Intentó predicar al mundo
helenista la significación salvífica de la
encarnación del Hijo de Dios. Para
Justino, Jesucristo es el "Logos en el que
todo el género humano participa. Los
que vivieron con el Logos eran cristianos,
incluso cuando se les tenía por
irreligiosos. Según lreneo de Lyon, es el
hombre de la unidad y de la síntesis.
Él puntualizó que el hombre fue creado a
imagen de Dios, para una vida que
consiste en la "comunidad con Dios", por
lo cual participa en su inmortalidad.
En contraparte, nacieron diferentes
controversias cristológicas:
Arrianismo: Corriente de
pensamiento que afirmaba que sin
duda Jesús era superior, pero que no
provenía de Dios, pues es imposible
que el Señor siendo infinito,
compartiera la misma naturaleza que
un ser finito. También, afirmar que
Jesús era Dios, era una deshonra para
el Señor.
Concilio de Nicea: Se organizó en
contra del arrianismo, en el año 325
d.C. De aquí surge el Credo Niceno en
donde se establece doctrina al
declarar: “Jesús es Dios, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza
del Padre” Si lo anterior no fuera
cierto, Jesús no podría salvarnos
puesto que su naturaleza misma,
sería pecaminosa.
4
 Concilio de Constantinopla y
Calcedonia: El Concilio de
Constantinopla tuvo lugar en el 381
d.C con el objetivo de contrarrestar
la tendencia de cuestionar la
humanidad de Cristo. Con respecto
al concilio de Calcedonia, en este se
buscó puntualizar que tanto la
naturaleza humana y divina
confluyen en una sola persona;
Jesucristo.
3. Cristología medieval (Siglos XI-XVI)
No hubo un desarrollo doctrinal
propiamente, pues en esta época, no
hubo grandes controversias
cristológicas, sólo debates menores.
Entre los cuales podemos encontrar:
Introducción del nuevo proceso de
razonamiento y síntesis propio de la
escolástica. La investigación de
Anselmo de Canterbury, en la cual
indagó porque Dios se hizo hombre y
tuvo que morir para salvarnos, lo que
dio origen a la teoría de la expiación.
También, en las universidades, se abrió
la discusión teológica de dos
naturalezas en una sola personas.
Para finalizar, los reformadores
protestantes demostraron que la
transubstanciación era un gran error
doctrinal, lo que ocasionó, el retorno
cristológico a la Escritura.
Tomás de Aquino, en la Suma Teológica
dedica una parte a estudiar la persona
y la obra de Cristo. Su insistencia va por
el quién es Cristo a partir de los
concilios cristológicos y dando una
explicación de los conceptos.
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Para Tomás de Aquino, la humanidad de
Cristo tiene su propio acto de ser, que es
secundario con respecto al acto de ser
del Verbo, no ofrecía dificultades la
unidad de la persona, incluso llega a
llamar a la naturaleza humana de Cristo
la persona del verbo. Por otro lado, la
Escolástica del Barroco investiga en el
plano especulativo la esencia de la unión
hipostática, preguntándose qué es lo que
constituye tal unión.
4. Siglo XIX
Este siglo, la Ilustración, somete a la más
cruda crítica racional el mensaje
revelado. En el campo protestante se
crea una verdadera revolución, al poner
en tela de juicio la autenticidad histórica
de los libros sagrados. La iglesia ve un
grave peligro y condena todo intento de
búsqueda, por lo que condena el
racionalismo que pretende con la sola luz
de la razón dar respuesta a todos los
interrogantes del hombre.
Se hacía hasta entonces una lectura e
interpretación literal de la Biblia, frente a
las nuevas concepciones del hombre
tales como la Revolución francesa y el
comienzo de los descubrimientos
científicos; la revelación aparece como
expresión mítica. Se condena el
naturalismo, comunismo y socialismo,
también la Iglesia afianza su poder
institucional y se deja entonces al "Jesús
de la historia" al campo de la
investigación.
5
5. Cristología moderna y contemporánea (Siglo
XVll en adelante)

Búsqueda del Jesús histórico: En esta

primera parte, Cristo se estudió de forma
histórica y no metafísica. También se discutió
si Cristo es diferente del Jesús que anduvo
por Palestina. Cada vez más, el Jesús terrenal
se describía como un hombre básicamente
bueno, un maestro de grandes verdades
espirituales, pero no la segunda persona de
la Trinidad que tenía el poder para hacer
milagros. Adolf Von Harnack señaló que los
evangelios no nos dan los medios para
construir una biografía completa de Jesús,
pues nos cuentan muy poco sobre los
primeros años de su vida, omitiendo hechos
esenciales. Harnack también afirma que el
mensaje de Jesús no era sobre si mismo,
sino sobre el Padre y el reino.

Mientras continuaba la búsqueda del Jesús

histórico, crecía el malestar de que el Jesús
que se encontraba en los relatos de los
Evangelios lo fabricaron de forma
inconsciente los que lo buscaban, y se
parecía sorprendentemente a los
buscadores.

Cristología neo-ortodoxa: En esta etapa,

cada vez más, el estudio se centraba no en
los sucesos reales de la vida del Jesús de la
historia, sino en la fe de la iglesia. Rudolf
Bultmann, Karl Barth y Emil Brunner fueron
los principales pensadores de esta época.
Por parte de Brunner, podemos rescatar
muchas ideas, entre las cuales se
encuentran; la base para entender a Cristo
no es el Jesús histórico, sino el Kerygma, la
proclamación de la iglesia sobre Cristo. En la
Cristología, hay una destacada preferencia
por los escritos de Pablo y del cuarto
evangelio frente a los evangelios sinópticos;

6
los primeros contienen de forma más
explicita, interpretaciones teológicas,
mientras que los sinópticos están
básicamente relatando acciones y
enseñanzas de Jesús.
Además la fe en Cristo no se basa en
pruebas racionales y no se puede
probar científicamente, pues no se
puede medir; sin embargo, se puede
distinguir el Cristo en carne, que según
Brunner, es la Palabra que se hizo
carne y entró en la historia.
Nueva búsqueda del Jesús histórico:
Käsemann concede que los evangelios
sinópticos son principalmente
documentos teológicos y que sus
afirmaciones teológicas son
usualmente expresadas en forma
histórica. Para Käsemann, los
evangelios incluyen tanto el Kerigma
como la narrativa histórica, apunta a la
necesidad de explorar la continuidad
entre la predicación de Jesús y la
predicación acerca de Jesús. Hay una
obvia discontinuidad entre el Jesús
terrenal y el Cristo proclamado y
exaltado, sin embargo, el Cristo
proclamado está ya presente, en cierto
sentido, en el Jesús histórico.
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Y el Cristo según en la carne, es el Cristo
conocido por los historiógrafos y analizado
a través de sus métodos de investigación.
Brunner resalta el Cristo en la carne, pero
no ignora al Cristo según la carne porque
aunque la fe nunca surge de la
observación de los hechos, sino del
testimonio de la iglesia y de la Palabra de
Dios, el hecho de que Dios se ha hecho
carne, significa que la fe está de alguna
manera conectada con la observación, el
testimonio de la iglesia y las Escrituras
siempre incluye la imagen de Jesús.
La tercera búsqueda del Jesús
histórico: Esta tercer búsqueda se
enfoca en la relación de Jesús con su
contexto judío como señal del carácter
distintivo de su misión y sus propios
objetivos. Hay desacuerdo en cuanto a
si Jesús debe ser visto desde el
trasfondo judío o helenístico, en cuanto
a su actitud hacia la ley judía y sus
instituciones religiosas. En su mirada
sobre el futuro de Israel y en el
significado persona de Jesús en
relación a ese futuro. No obstante, el
término tercera búsqueda, ha sido en
cierto sentido aceptado, a pesar de sus
claras debilidades, y es probable que
sea una parte integral de la discusión
académica en Cristología.
7
Ejercicio práctico I

Responde V (Verdadero) o F (Falso) según corresponda:

1.En la Cristología conciliar, no hubo un desarrollo doctrinal propiamente, pues en

esta época, no hubo grandes controversias cristológicas, sólo debates menores.
F
_____

2. El cristianismo, nació del judaísmo mismo, por lo que la figura de Jesucristo fue
polémica desde el principio debido al acentuado monoteísmo de los judíos.
_____ V

3. El Concilio de Nicea tuvo lugar en el 381 d.C con el objetivo de contrarrestar la

tendencia de cuestionar la humanidad de Cristo. _____ F

F
4. Pablo presentó en las epístolas, a Jesús como el verbo hecho carne. _____

5. Tomás de Aquino, en la Suma Teológica dedica una parte a estudiar la persona

V
y la obra de Cristo. _____

6. En la Cristología medieval, la iglesia ve un grave peligro y condena todo intento

de búsqueda, por lo que condena el racionalismo que pretende con la sola luz de
F
la razón dar respuesta a todos los interrogantes del hombre. _____

7. Rudolf Bultmann, Karl Barth y Emil Brunner fueron los principales pensadores
V
de la cristología neo-ortodoxa. _____

8. La nueva búsqueda de Jesús, se enfoca en la relación de Jesús con su contexto

judío como señal del carácter distintivo de su misión y sus propios objetivos.
_____
F

9. El término tercera búsqueda, ha sido en cierto sentido aceptado, a pesar de sus

claras debilidades, y es probable que sea una parte integral de la discusión
académica en Cristología. _____
V

10. La Escolástica del Barroco investiga en el plano especulativo la esencia de la

V
unión hipostática, preguntándose qué es lo que constituye tal unión. _____

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 EJES TRANSVERSALES
¿Qué es un eje transversal?
Un eje transversal es una doctrina diferente
a la cristológica, la cual nos ayuda a
entender a Jesús en su totalidad. Teniendo
en cuenta que Jesús fue un humano
fisiológicamente como cada uno de
nosotros; podemos incluir la antropología.
Asimismo, Jesús fue Dios mismo, pues vivió
libre de pecado, anduvo haciendo milagros
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y fue reconocido como tal por aquellos
que le seguían. Se le llama Señor, Dios y
Él mismo se proclama el “yo soy”,
mostrando constantemente su
omnipotencia, omnisciencia y
omnipresencia, cualidades que
podremos estudiar desde la
pneumatología.
De esta misma manera, no
podemos dejar de lado el propósito
principal por el cual Jesús vino a
esta tierra y se hizo hombre: la
salvación de la humanidad caída.
Pablo lo describe claramente en 1
Timoteo 2:5-6 cuando nos dice que,
“porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre, el cual se dio a sí
mismo en rescate por todos, de lo
cual se dio testimonio a su debido
tiempo”. Es la soteriología la
doctrina que hace referencia a la
salvación que Jesús trajo consigo
para cada uno de nosotros.
1. Primer eje: La antropología
Universalmente, la antropología es
una ciencia que estudia los aspectos
físicos y las manifestaciones sociales
y culturales de las comunidades
humanas. Todo hombre y toda
mujer se pregunta sobre sí mismo y
9
busca saber qué es y quién es él o ella, de esta pregunta nace la antropología.

Bajo una antropología cristiana, la pregunta sobre el origen de la humanidad tiene como
respuesta un creador, como vemos en el primer capítulo de Génesis. Allí, Elohim o
“Supremo Hacedor”, tras la formación de todos los seres, culmina su majestuosa obra
con la creación del hombre a su imagen y semejanza. En el segundo capítulo, Dios
modela con esmero y detalle al primer ser humano y con su soplo hace vivir a Adán. Por
ello, el hombre es, no sólo un ser viviente, sino también espiritual, consiente y libre cuya
función es la de glorificar a su creador. Sin embargo, a causa de su voluntaria
transgresión de la ley de Dios, es despojado de su verdadera humanidad y transformado
en pecador, perdiendo así su derecho de primogenitura, su verdadera libertad, justicia y
santidad originales.

No obstante, para que el hombre volviera a ser llamado creación de Dios y de nuevo
hubiese una cercanía, era necesario que uno con las mismas cualidades de Adán viniera
a esta tierra, para dar su vida y su sangre como sacrificio expiatorio por una humanidad
atada. Éste es Jesús, quien fue humano en su totalidad, pero ¿cómo podemos afirmar
esta humanidad desde la antropología?En primer lugar, todos hemos nacido por medio
de un parto, pues la concepción en el vientre materno es natural y es el método de la
reproducción de nosotros los humanos.Así mismo lo fue para Cristo.

En Mateo 1:18 leemos: “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada
María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido
del Espíritu Santo”. Este texto nos demuestra que Jesús fue concebido en el
vientre de su madre María mediante la acción milagrosa del Espíritu Santo y sin
padre humano. Por lo tanto, era necesario que Jesús viniera de la mujer como
siempre sucede. Gálatas 4:4 nos ratifica que éste fue el medio que Dios usó para
enviar a su Hijo al mundo como hombre, el versículo dice: “Pero cuando vino el
cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la
ley”.

10
Sobre este hecho, Wayne Grudem, en su
“Teología Sistemática”, nos dice que, “el
nacimiento virginal hizo posible que se
pudiera unir en una sola persona la
deidad de su plenitud y la humanidad en
su plenitud”. Así que, el hecho de que
Jesús hubiera nacido de una mujer nos
ayuda a demostrar que Él era 100%
hombre.
Vayamos primero a Lucas 2:7: “Y dio a luz a
su hijo primogénito, y lo envolvió en
pañales, y lo acostó en un pesebre,
porque no había lugar para ellos en el
mesón”. Acá constatamos de nuevo el
hecho de que, como cualquier bebe, el
Señor nació de una mujer, lo que nos lleva
a pensar que creció físicamente de niño a
adulto como todos lo hacemos.

Ahora bien, ¿qué otro componente posee
el ser humano? Hombres y mujeres están
dotados de un cuerpo, el cual Jesús
también poseía, como bien lo demuestran
numerosos pasajes en el Escritura.
Esto lo menciona claramente Lucas 2:40
“Y el niño crecía y se fortalecía, y se
llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios
era sobre él”.

De igual manera, como lo menciona este pasaje, su mente pasó por un proceso de
aprendizaje como lo viven todos los niños a medida que van creciendo en edad y, por ello,
debió aprender a hablar, leer y escribir. Por tanto, el crecimiento físico y mental sería el
segundo elemento que prueba la humanidad de Jesús.

En tercer lugar, tenemos la limitación que sufrió como consecuencia de poseer un cuerpo
humano.
En Juan 4:6 vemos que se fatigaba: “Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús,
cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta”.

Juan 19:28 nos muestra que también sintió sed: “Después de esto, sabiendo Jesús que
ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed”.
Y Mateo 4:2 revela que además tuvo hambre después de haber ayunado durante
cuarenta días en el desierto: “Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta
noches, tuvo hambre”.

Avivamiento Faith College. Copyright 2021. Todos los derechos reservados. 11

La culminación de las limitaciones de
Jesús debidas a su cuerpo físico la
vemos en su muerte en la cruz. Su
cuerpo humano dejó de tener vida y
sus funciones básicas se detuvieron, tal
cual como sucede al momento de
morir.
En resumen, Jesucristo fue a la cruz
siendo hombre y hombre en el sentido
más pleno. La solidaridad con los
demás hombres, sin embargo, queda
asegurada no solo a partir de una
naturaleza común sino también de una
historia común en la que su actuación
no fue ni automática ni mecánica, sino
el fruto de un continuo buscar, querer y
cumplir la voluntad de Dios. En este
sentido, en su singularidad histórica,
sobre todo delante del misterio de su
muerte, resalta admirablemente su
completa inocencia.
2. Segundo eje: La Pneumatología
La Pneumatología es la rama de la
teología que estudia al Espíritu Santo,
este término que proviene del griego
“pneuma” que significa "espíritu",
“soplo” o “viento”.
Así como afirmamos que Jesús fue
completamente humano, también
afirmamos que fue completamente
divino. La prueba bíblica de la deidad
de Cristo es muy amplia en el Nuevo
Testamento, parte de ella es que el
Espíritu Santo operaba sobre el Él,
dentro de Él y también por intermedio
de Él.
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Las designaciones “Espíritu de Cristo” y
“Espíritu de Jesucristo” indican esta
relación. Veamos algunos puntos
importantes de la relación entre Jesús y
el Espíritu:
A. En primer lugar, se describe al
Espíritu Santo como el agente en la
concepción milagrosa de Jesús,
demostrándonos que Cristo estaba
en relación con el Espíritu de Dios
desde el primer momento de su
existencia humana. Esta intervención
divina va a ser vista posteriormente
en la perfección moral de Jesucristo,
su completa consagración y su
conocimiento interior ininterrumpido,
o conciencia de la paternidad de Dios.
B. Posteriormente volvemos a ver el
actuar del Espíritu Santo en Cristo al
momento de su bautismo, donde
desciende y lo unge para el
cumplimiento de su ministerio como
profeta, sacerdote y rey. Pearlman
dirá que, “la primera operación
santificó su humanidad; la segunda
consagró su vida oficial. Así como su
concepción fue el comienzo de su
existencia humana, así también su
bautismo fue el comienzo de su
ministerio activo”.
C. Al comenzar su actividad
ministerial, la Palabra hace referencia,
en Marcos 1:12, que Jesucristo fue
llevado por el Espíritu Santo al
desierto: “Y luego el Espíritu le
impulsó al desierto”, mostrándonos
su estrecha relación.
12
D. Luego, al superar la tentación de Satanás,
llevó a cabo su ministerio con la plena
conciencia que el Espíritu Santo moraba y
estaba sobre Él para cumplir el ministerio
que se le había encomendado como Mesías.
Algo que Jesús mismo proclama en Lucas
4:18: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por
cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar
a los quebrantados de corazón; a pregonar
libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a
poner en libertad a los oprimidos.”

En la pericopa del bautismo en el Jordán

evidenciamos una acción específica del
Espíritu sobre Jesús (Mc 1:9-11; Mt 3:13-17; Lc
3:21-22; Jn 1:32-34) .
La obra lucana se refiere a este
acontecimiento utilizando el término
“unción” (Lc 4:18; Hch 4:27; 10:38). Mirando
los géneros literarios habría que pensar, en
primer lugar, en una unción profética,
teniendo en cuenta el lugar en que viene
puesto el relato, o sea al inicio de la actividad
pública de Cristo, junto con otros elementos
textuales.

E. Otro momento en que podemos ver al

Espíritu Santo en la vida de Jesús es,
indudablemente, la crucifixión, pues fue el
Espíritu quien le dio las fuerzas para
consumar su ministerio sobre la cruz.
Hebreos 9:14 lo describe correctamente al
mencionar que, “mediante el Espíritu
eterno, se ofreció a sí mismo sin mancha a
Dios”.

E. Sin embargo, el actuar del Espíritu no

termina con la muerte física del cuerpo de
Jesús, sino notamos que el Espíritu Santo es
el agente vivificador en la resurrección. La
Cristología del Logos y la del Espíritu, en su
íntima relación, nos muestran cómo, sin que

13
 se altere en lo más mínimo la
irrepetibilidad de Jesús. Más aún,
precisamente en virtud de ésta, su
condición de Hijo puede ser
compartida por los hombres sus
hermanos. Si, como Hijo, Jesús es
unigénito, en cuanto Hijo ungido en
su humanidad con el Espíritu que
después comunica a los hombres, se
hace primogénito entre muchos
hermanos. Para la Cristología y la
Soteriología no es por tanto
indiferente la consideración de la
unción de Jesús por el Padre en el
Espíritu.
En conclusión, Jesús no es solo el Hijo
de Dios encarnado (identificación
personal) sino que es también el
ungido, el Cristo, el que posee en
plenitud el Espíritu Santo, recibido en
el Jordán. Los dos elementos son
igualmente necesarios para que Jesús
pueda ser el salvador de los hombres y
lleve a cumplimiento su misión.
3. Tercer eje: La Soteriología
Esta es la doctrina que nos acerca de la
salvación y nuestro tercer eje
transversal en el estudio de la
Cristología, porque precisamente es la
salvación el propósito principal por el
cuál Jesús viene a esta tierra, se hace
hombre corpóreamente como todos
nosotros y, posteriormente, entrega su
vida por la redención y el perdón de
pecados de la humanidad.
Por ello, la salvación es presentada
siempre como un don, un favor
inmerecido e impagable, un beneficio
puro de Dios.
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Romanos 6:23 dice: “Porque la paga del
pecado es muerte, mas la dádiva de Dios
es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro”.
Ahora bien, las verdades relacionadas
con la aplicación de la salvación pueden
reunirse en tres grupos: justificación,
regeneración y santificación.
En primer lugar, el vocablo
“justificación”, o “justicia”, significa un
estado de aceptación al cual se entra por
la fe en Cristo, como lo leemos en
Romanos 3:22: “La justicia de Dios por
medio de la fe en Jesucristo, para todos
los que creen en él. Porque no hay
diferencia”. Cristo fue el único que pudo
conseguir esta justificación para nosotros
por medio de su muerte expiatoria.
Murió a fin de salvarnos de la justa ira de
Dios, asegurándonos así su favor.
Una soteriología cristiana integral no
puede sino nacer dentro del horizonte
eclesial y de la experiencia de fe del
pueblo de Dios, guiado por el Espíritu, en
la escucha de la Palabra y en el marco de
la tradición que al servicio de esa Palabra
se dispone. La experiencia de Dios en el
lugar más íntimo de nuestro ser, por un
lado, y la reflexión sobre esta experiencia,
por otro, nunca se proponen como acto
personal sin ser, ya desde el principio,
eclesial.
Esto pone de relieve la acción de la
gracia que Dios otorga a su Iglesia por
medio del Espíritu y el sí libre del
hombre, creado a imagen de la Imagen,
en pedir, buscar, disponerse y recibir lo
que Dios, en su misma libertad, le
entrega.
14
 Por otra parte, mientras que “Jesús” (Dios salva) y
“Salvador” tienen a que ver con la actuación de la
redención, parece que “Cristo” está relacionado con la
acción de ungir/ser ungido.

1. Activamente
a. El Verbo “unge y dispone” todas las cosas en cuanto es Dios.
b. El hombre asumido por el Verbo, igualmente, ungirá a los
que lo han recibido y lo recibirán en la fe.

2. Pasivamente
a. En cuanto hombre, ha sido ungido en el Jordán.
b. En cuanto Verbo, por el Padre, antes de los siglos.

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Ejercicio práctico II

Responde V (Verdadero) o F (Falso) según corresponda:

1. La antropología es una ciencia que estudia los aspectos físicos y las

V
manifestaciones sociales y culturales de las comunidades humanas. _____

F
2. La Soteriología es la rama de la teología que estudia al Espíritu Santo. _____

3. El actuar del Espíritu Santo termina con la muerte física del cuerpo de Jesús.
_____
F

4. Jesús no es solo el Hijo de Dios encarnado (identificación personal) sino que es

V
también el ungido, el Cristo, el que posee en plenitud el Espíritu Santo. _____

5. Una Soteriología cristiana integral no puede sino nacer dentro del horizonte
eclesial y de la experiencia de fe del pueblo de Dios, guiado por el Espíritu, en la
escucha de la Palabra y en el marco de la tradición que al servicio de esa Palabra
V
se dispone. _____

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 TÍTULOS DE CRISTO

Los muchos títulos de Cristo nos recuerdan sus múltiples roles, son tantos y de tan
amplio significado, que es casi un deber estudiarlos y analizarlos. Los títulos de
Cristo son poderosos, sin embargo, como muy a menudo los escuchamos,
tendemos a olvidar su significado específico, tomándolos como simples sinónimos
de “Cristo”. La verdad, es que cada uno de sus nombres o títulos, nos devela una
parte de su personalidad y de que manera él es capaz de satisfacer todas nuestras
necesidades.

Un claro ejemplo lo vemos en Isaías 9: 6 “Y se llamará su nombre Admirable,

Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” tan solo en un versículo
tenemos algunos, no obstante, parece ser que la lista es casi interminable.

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1. CRISTO
El título de Cristo es utilizado con respecto a Jesús con tanta frecuencia que la gente
suele confundirlo con su apellido. No se trata de un nombre, sin embargo, sino de un
título que hace referencia a su posición y a su obra como el Mesías. El término Cristo
proviene del griego Christos, utilizado para traducir la palabra hebrea Mesías. Cristo y
Mesías significan "el Ungido".

En el Antiguo Testamento el concepto del Mesías prometido, que sería ungido por el
Espíritu Santo, era una idea compleja y de varias aristas. No todos los judíos
compartían la misma idea sobre el Mesías. Un concepto sobre el Mesías era que sería
un rey. Sería el ungido Hijo de David, el León de Judá, que restauraría el reino caído
de David.

2. SEÑOR

Este título se refiere a su posición superior y magistral con respecto al ser humano. El
segundo título utilizado con mayor frecuencia para referirse a Jesús en el Nuevo
Testamento es el título de Señor. Este título es de suprema importancia para
entender el retrato que nos hace el Nuevo Testamento sobre Jesús. El término Señor
es utilizado de tres maneras distintas en el Nuevo Testamento: La primera de ellas es
una costumbre cordial y amable de dirigirse a alguien, la que usamos cuando
anteponemos la palabra "señor" al apellido de alguien. El segundo uso se refiere al
dueño de un esclavo o "señor". En este caso se aplica a Jesús en un sentido figurativo.
Él es nuestro señor y nosotros sus esclavos. El tercer uso es de carácter imperial. Se
refiere a aquel que tiene la soberanía.

En el primer siglo, los emperadores romanos exigían un juramento de lealtad de

parte de sus sujetos, quienes debían confesar según la fórmula de que "César es el
Señor". Los cristianos sufrieron el martirio por negarse a cumplir esta orden. En su
lugar, proclamaban el primero de los credos cristianos, "Jesús es el Señor". Llamar a
Jesús "Señor" era una postura radical desde el punto de vista de los romanos, pero
también lo era desde una perspectiva judía, ya que es el título dado a Dios mismo en
el Antiguo Testamento.

19
3. CORDERO DE DIOS

De esta manera lo llamó Juan el Bautista quien lo estaba

comparando con el cordero pascual que quita el pecado del
mundo ( Jn 1:29 ; Ex 12:6). El segundo uso del título Cordero de Dios
tiene lugar en presencia de los dos primeros apóstoles de Jesús,
quienes inmediatamente lo siguen, se dirigen a él como Rabí con
respeto y más tarde en la narración hacen que otros lo conozcan.

Estas dos proclamaciones de Jesús como el Cordero de Dios

cierran estrechamente la otra proclamación del Bautista en Juan
1:34: "He dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios". Desde
una perspectiva cristológica, estas proclamaciones y el descenso
del Espíritu Santo como paloma en Juan 1:32 se refuerzan
mutuamente para establecer el elemento divino de la Persona de
Cristo.

El Libro de Apocalipsis incluye más de veinte referencias a un

cordero parecido a un león ("inmolado pero de pie") que entrega
la victoria de una manera que recuerda al Cristo resucitado. En la
primera aparición del cordero en Apocalipsis ( 5: 1-7 ), solo el
cordero (que es de la tribu de Judá y la raíz de David) es digno de
tomar el rollo del juicio de Dios y romper el focas. En Apocalipsis
21:14 se dice que el cordero tiene doce apóstoles.

El tema de un cordero de sacrificio que se levanta en victoria

como Cristo resucitado fue empleado en la Cristología primitiva,
por ejemplo, Agustín escribió: "¿Por qué un cordero en su pasión?
Porque sufrió la muerte sin ser culpable de ninguna injusticia. Por
qué un león en ¿Su resurrección? Porque al ser inmolado, mató a
la muerte ".

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 4. HIJO DE HOMBRE
Tiene tres connotaciones: primero, hace
referencia al texto de Daniel 7:9-14 en
donde confirma lo declarado de Jehová
a Moisés; segunda, al Jesús usar este
título lo hace como siervo redentor de
Yahvé; tercera, debido a que Él
realmente es hombre y sufrirá como
uno. Este título es uno de los títulos más
fascinantes que se le haya dado a Jesús
y, probablemente, uno de los más mal
entendidos.
lEl Hijo del Hombre es por lejos la
designación favorita de Jesús para sí
mismo. La importancia de este título
surge de su vinculación con el uso
que hace Daniel en el Antiguo
Testamento (véase Daniel En dicho
caso el Hijo del Hombre se refiere
claramente a un ser celestial que
oficia en el papel de Juez cósmico. En
labios de Jesús el título no es un
ejercicio de falsa humildad, sino una
reivindicación de su autoridad divina.

Debido a que la iglesia confiesa la

naturaleza dual de Jesús, que es 5. LOGOS (EL VERBO)
verdaderamente hombre y
verdaderamente Dios, y a que la Biblia
El término proviene de la cultura griega y
describe a Jesús como el Hijo del
hebrea. Jesús es el Creador del universo,
Hombre y como el Hijo de Dios, puede
quien está detrás de este y quien lo
resultar una tentación suponer que el
sostiene (Jn 1.1). No hay otro título para
Hijo del Hombre se refiere a la
Jesús que haya engendrado tanto
humanidad de Jesús y que el Hijo de
interés teológico y filosófico en los
Dios se refiere a su deidad. Esto, sin
primeros tres siglos que el título de
embargo, no es exactamente así. Si bien
Logos. El Logos fue central para el
el título el Hijo del Hombre incluye un
desarrollo temprano de la Cristología de
elemento de humanidad, su referencia
la iglesia. El prólogo del evangelio de
primaria es la naturaleza divina de
Juan es crucial para el entendimiento
Jesús. El título Hijo de Dios también
cristológico del Logos. Juan escribe "En
incluye una referencia a su deidad, pero
el principio era el Verbo (Logos), y el
nos está señalando principalmente la
Verbo (Logos) era con Dios, y el Verbo
obediencia de Jesús como el hijo.
(Logos) era Dios" (Jn. 1:1).
Este título, el Hijo del Hombre, toma una
importancia adicional cuando observamos En este pasaje asombroso el Logos es
que si bien ocupa el tercer lugar en cuanto distinguido de Dios ("era con Dios") y al
a su frecuencia de utilización en el Nuevo mismo tiempo es identificado con Dios
Testamento (bastante bajo), ocupa el ("era Dios")
primer lugar (por un amplio margen) entre
los títulos que Jesús utiliza para referirse a sí
mismo.

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Esta paradoja tuvo gran influencia sobre
el desarrollo de la doctrina de la
Trinidad, en la que el Logos es
considerado la Segunda Persona de la
Trinidad. Difiere en persona del Padre,
pero es uno en esencia con el Padre.
6. SEGUNDO ADÁN
Pablo designa de esta manera al Señor
puesto que su labor contrarrestó la
caída de Adán, redimiendo al hombre (1
Co 15:45 ; Ro 5:18-21).
Así como el Evangelio de Juan
proclama la relevancia universal de la
encarnación de Jesús como Logos , la
visión paulina enfatiza la visión cósmica
de que su nacimiento, crucifixión y
resurrección trajeron un nuevo hombre
y un nuevo mundo. La visión
esjatológica de Pablo de Jesús lo
contrapone como un nuevo hombre de
moralidad y obediencia, en contraste
con Adán.
A diferencia de Adán, el nuevo hombre
nacido en Jesús obedece a Dios y marca
el comienzo de un mundo de moralidad
y salvación.
Desde el punto de vista paulino, Adán
está posicionado como el primer
hombre y Jesús como el segundo y
último Adán ( 1 Corintios 15:45 ),
habiéndose corrompido el primero por
su desobediencia, también infectando a
la humanidad y dejándola con una
maldición como herencia.
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El nacimiento de Jesús, por otro lado,
contrarrestó la caída de Adán,
trayendo redención y reparando el
daño causado por Adán.
7. REY DE LOS JUDÍOS
Es el título usado por los gentiles para
identificarlo, justamente por la
declaración de este, cuando Jesús fue
crucificado (Mt 27:42; Mr 15:32).
En el Nuevo Testamento, se hace
referencia a Jesús como el Rey de los
judíos en tres ocasiones, al comienzo y al
final de su vida. Ambos usos del título
conducen a resultados dramáticos en los
relatos del Nuevo Testamento. En el
relato de la Natividad de Jesús en el
Evangelio de Mateo , los magos llaman a
Jesús el "Rey de los Judíos", haciendo
que Herodes ordene la masacre de los
Inocentes .
En los relatos de la Pasión de Jesús en los
cuatro evangelios canónicos, el uso del
título de "Rey de los judíos" conduce a
cargos contra Jesús que resultan en su
crucifixión. El uso del término "Rey" en
los cargos presentados contra Jesús es
central en la decisión de crucificarlo.
22
8. RABÍ

María Magdalena y Bartimeo llaman a Jesús de esta manera haciendo alusión a que es
el maestro judío por excelencia (Jn 20:16). Para aquellos que no hablan arameo, el
Evangelio de Juan traduce esto como "maestro", un rabino es un maestro judío o
maestro. El título de Rabino se usa en varios episodios del Nuevo Testamento para
referirse a Jesús, pero con más frecuencia en el Evangelio de Juan que en cualquier otro
lugar y no aparece en absoluto en el Evangelio de Lucas.

En el relato de Mateo de la Última Cena ( Mateo 26: 22-25 ) cuando Jesús dice que será
traicionado por uno de sus apóstoles, uno tras otro dicen: "Ciertamente no soy yo,
Señor", sino Judas Iscariote dice "Seguramente no soy yo, rabino", usando el término
rabino en lugar de Señor. Judas vuelve a llamar a Jesús Rabí en Mateo 26:49 cuando lo
traiciona, lo que implica en gran medida que es posible que nunca haya reconocido,
creído o entendido la divinidad de Jesús.

9. MESÍAS

Es el cumplimiento de todas las profecías del Antiguo Testamento, de hecho, Jesús

admite que Él es el Mesías prometido (Mc 1:33; Lc 4:41), elegido y ungido por Dios y
enviado con una misión. Jesús no sólo no usa el término de Mesías, sino que
positivamente tiene una actitud de ocultamiento y reserva en este sentido. Impone
silencio a los demonios para que no lo descubran como Mesías.

Cristo había sido reacio a confesar públicamente su identidad mesiánica. Tenía el peligro
de que le entendieran en sentido político-nacional, cuando su misión era otra muy
distinta. Y cuando lo confesó públicamente en la Pasión, ante el sumo sacerdote, fue
tratado de blasfemo.

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10. HIJO DE DAVID

Este título confirma la promesa de Dios a David de mantener a su descendencia en el

trono de Israel (Mt 21:9-15). Jesús no se lo aplica nunca espontáneamente, aunque
tampoco lo niega cuando se lo atribuyen (Mt 21: 9-15). La muchedumbre lo considera
como hijo de David (Mt 12:23-27; Mc 10:47-48; Lc 18:38-39); pero Jesús no reivindica dicho
título, como si tuviese miedo a la exaltación política que ello traería consigo. Era en
tiempos de Jesús uno de los títulos de más acusado trasfondo político.

11. MAESTRO

Curiosamente este título aparece 58 veces en la Biblia, el ministerio de Jesús se

basa en la enseñanza de su doctrina (se aprecia en los cuatro evangelios) y su
forma de hacerlo es sapiencial. Es curioso ver que de un total de cincuenta y ocho
veces en que aparece la palabra maestro en el Nuevo Testamento, cuarenta y
ocho se encuentran en los evangelios, y cuarenta y uno referido a Jesús. En
muchas ocasiones se dice en el evangelio que Jesús enseña a los discípulos y a la
gente. La actividad pública de Jesús se caracteriza por su enseñanza, por lo que
parece justificado hablar respecta a Él designándolo como Maestro.

Jesús enseña en los lugares públicos de carácter religioso, dirigiéndose a la gente

que allí se reúne: en la sinagoga los días de sábado y en el área del templo.
Ocasionalmente los evangelios mencionan la actividad de enseñanza al aire libre,
o en las plazas de la aldea. La instrucción de Jesús se dirige a la gente sin
distinción alguna o a los discípulos por separado. La forma de enseñanza de Jesús
corresponde a la de la tradición bíblica, sapiencial y de las escuelas judías:
sentencias proverbiales, semejanzas, parábolas, etc.

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12. HIJO DE DIOS
Al presentar al Padre, Jesús automáticamente se está presentando como Hijo de
Dios, se le revela a sus discípulos y a la mujer samaritana de esta manera,
confirmando que el reino de Dios se ha acercado (Jn 4). El título "Hijo de Dios" se
aplica a Jesús en muchos casos en el Nuevo Testamento, se utiliza a menudo para
referirse a su divinidad. La declaración de que Jesús es el Hijo de Dios es hecha por
muchas personas en el Nuevo Testamento, en dos ocasiones separadas por Dios el
Padre como una voz del cielo, y también es afirmada por el mismo Jesús.

Durante miles de años, emperadores y gobernantes que van desde la dinastía Zhou
occidental (c. 1000 aC) en China hasta Alejandro Magno en Grecia han asumido
títulos que reflejan una relación filial con las deidades.

El Evangelio de Marcos comienza llamando a Jesús, Hijo de Dios y reafirma el título

dos veces cuando una voz del Cielo llama a Jesús: "mi Hijo" en Mc 1:11 y Mc 9: 7.

13. SALVADOR
Su misión fue encarnarse, derramar su sangre en una cruz para pagar por los
pecados de la humanidad. Su obra salvífica se centra en el alma del hombre debido a
que esta es eterna (Mt 28:19-20) (Duquoc, 2003).

14. LUZ DEL MUNDO

Jesús es llamado luz en siete casos en el Nuevo Testamento y Luz del Mundo solo en
el Evangelio de Juan. Los términos "Pan de vida" y "Vida del mundo" también los
aplica Jesús a sí mismo en el Evangelio de Juan en el mismo sentido cristológico.

El uso del título "Luz del mundo" es similar al uso del título " Pan de vida " en Juan
6:35 , donde Jesús dice: "Yo soy el pan de vida: el que viene a mí no tendrá hambre".
Estas afirmaciones se basan en el tema cristológico de Juan 5:26, donde Jesús afirma
poseer la vida, tal como el Padre, y proporcionarla a los que le siguen.

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Ejercicio práctico III

Responde V (Verdadero) o F (Falso) según corresponda:

1. El término Cristo proviene del griego Christos, utilizado para traducir la palabra
V
hebrea Mesías. _____

2. El segundo título utilizado con mayor frecuencia para referirse a Jesús en el

V
Nuevo Testamento es el título de Señor. _____

3. “El Ungido”, lo llamó Juan el Bautista quien lo estaba comparando con el

cordero pascual que quita el pecado del mundo. _____
F

4. Luz del mundo tiene tres connotaciones: primera, hace referencia al texto de
Daniel 7: 9-14 en donde confirma lo declarado de Jehová a Moisés; segunda, al
Jesús usar este título lo hace como siervo redentor de Yahvé; tercera, debido a
F
que Él realmente es hombre y sufrirá como uno. _____

5. No hay otro título como Logos que haya engendrado tanto interés teológico y
filosófico en los primeros tres siglos que el título de Logos. _____
V

6. Desde el punto de vista paulino, Adán está posicionado como el primer

V
hombre y Jesús como el segundo y último Adán. _____

7. María Magdalena y Bartimeo llaman Rey a Jesús, haciendo alusión a que es el

maestro judío por excelencia. _____
F

8. Mesías significa “El Ungido”. _____

V

9. Durante miles de años, emperadores y gobernantes que van desde la dinastía

Zhou occidental (c. 1000 aC) en China hasta Alejandro Magno en Grecia han
asumido títulos que reflejan una relación filial con las deidades. _____
V

V
10. Maestro aparece 58 veces en la Biblia. _____

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 TABLA DE RESPUESTAS

Ejercicio práctico I
1. Falso
2. Verdadero
3. Falso
4. Falso
5. Verdadero
6. Falso
7. Verdadero
8. Falso
9. Verdadero
10. Verdadero

Ejercicio práctico II

1. Verdadero
2. Falso
3. Falso
4. Verdadero
5. Verdadero

Ejercicio práctico III

1. Verdadero
2. Verdadero
3. Falso
4. Falso
5. Verdadero
6. Verdadero
7. Falso
8. Verdadero
9. Verdadero
10. Verdadero

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 BIBLIOGRAFÍA

Erickson, M. (2009). Teología sistemática. Editorial Clie.

Francisco, L. (1989). La Persona y la obra de Jesucristo. Editoraial Clie.

Grudem, W. A. (2012). Teología Sistemática de Grudem: Introducción a la doctrina

bíblica. Vida.

Sobrino, J. (1991). Jesucristo liberador: lectura histórico teológica de Jesús de

Nazaret. UCA Ed.

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