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Derecho y moral: Al valor justicia y libertad

El derecho y la moral son dos conceptos que se relacionan con el comportamiento

humano y la regulación de las normas sociales. Sin embargo, no son lo mismo ni se confunden,

sino que tienen características, fuentes y fines distintos. Por un lado, el derecho es el conjunto de

normas jurídicas que establecen los derechos y deberes de las personas, así como las sanciones

por su incumplimiento. Por otro lado, la moral es el conjunto de principios, valores y normas que

orientan la conducta humana según criterios de bondad, honestidad y respeto. En ese sentido, el

valor de la justicia y la libertad son dos de los más importantes tanto para el derecho como para

la moral, ya que expresan la aspiración de una convivencia pacífica, equitativa y digna entre los

seres humanos. En este informe se analizará el concepto, la evolución, la clasificación y otros

aspectos de estos dos valores en el contexto del Perú.

Justicia

La justicia es la virtud que consiste en dar a cada uno lo que le corresponde según su

mérito o su necesidad. También se entiende como la conformidad de las normas jurídicas con los

principios de equidad, imparcialidad y proporcionalidad. La justicia es un valor universal que ha

sido objeto de reflexión desde la antigüedad por diversos filósofos, juristas y pensadores.

Algunas de las teorías más influyentes sobre la justicia son las siguientes:

La justicia como armonía: Platón concebía la justicia como el orden y la armonía entre

las partes del alma, del Estado y del cosmos. Para Platón, la justicia se lograba cuando cada uno

cumplía con su función natural y contribuía al bien común.


La justicia como legalidad: Aristóteles definía la justicia como la igualdad proporcional

entre las personas según su condición y sus derechos. Para Aristóteles, la justicia se basaba en el

cumplimiento de las leyes y en el respeto a la constitución.

La justicia como contrato social: Thomas Hobbes sostenía que la justicia era el

resultado de un pacto o contrato entre los individuos para renunciar a parte de su libertad natural

a cambio de seguridad y paz. Para Hobbes, la justicia dependía de la voluntad del soberano que

ejercía el poder absoluto.

La justicia como equidad: John Rawls proponía que la justicia era el conjunto de

principios que regularían una sociedad ideal donde todos los ciudadanos fueran libres e iguales.

Para Rawls, la justicia se basaba en dos principios: el primero, que cada persona tiene derecho a

las libertades básicas compatibles con las de los demás; y el segundo, que las desigualdades

sociales y económicas solo se justifican si benefician a los más desfavorecidos.

En el Perú, la justicia ha sido un valor históricamente demandado y vulnerado por

diversos factores políticos, sociales y culturales. Algunos de los hitos más relevantes en la

búsqueda de la justicia en el Perú son los siguientes:

La independencia del Perú: El proceso de emancipación del dominio español fue

impulsado por el anhelo de libertad y justicia de los criollos, mestizos e indígenas que se

rebelaron contra el sistema colonial. La proclamación de la independencia en 1821 fue un acto de

afirmación de la soberanía y la dignidad nacional.


La reforma agraria: El gobierno revolucionario de Juan Velasco Alvarado inició en

1969 una reforma agraria que buscaba redistribuir la tierra entre los campesinos y acabar con el

latifundio feudal. La reforma agraria fue una medida de justicia social que pretendía mejorar las

condiciones de vida y trabajo del sector rural.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación: El gobierno transitorio de Valentín

Paniagua creó en 2001 una comisión encargada de investigar las violaciones a los derechos

humanos cometidas durante el conflicto armado interno entre 1980 y 2000. La Comisión de la

Verdad y Reconciliación fue un espacio de memoria, verdad y justicia que buscaba esclarecer los

hechos, identificar a las víctimas y los responsables, y proponer medidas de reparación y

reconciliación.

Libertad

La libertad es la capacidad de actuar según el propio criterio, sin estar sometido a

coacciones externas o internas. También se entiende como el derecho de las personas a expresar

sus opiniones, elegir su forma de vida y participar en la vida política y social. La libertad es un

valor esencial para el desarrollo humano y la democracia, ya que permite el ejercicio de la

autonomía, la creatividad y la responsabilidad. La libertad ha sido objeto de estudio y debate por

numerosos autores que han planteado diferentes concepciones y dimensiones de este valor.

Algunas de las teorías más relevantes sobre la libertad son las siguientes:
La libertad como ausencia de interferencia: John Locke defendía que la libertad era el

estado natural del hombre, que consistía en hacer lo que quisiera sin perjudicar a los demás. Para

Locke, la libertad se basaba en el respeto a la ley natural y a los derechos individuales.

La libertad como autodeterminación: Jean-Jacques Rousseau afirmaba que la libertad

era la voluntad general, que expresaba el interés común de los ciudadanos. Para Rousseau, la

libertad se basaba en la participación activa en la formación de las leyes y en la obediencia a las

mismas.

La libertad como no dominación: Philip Pettit sostenía que la libertad era la condición

de no estar sujeto al arbitrio o al poder de otro. Para Pettit, la libertad se basaba en el control

democrático de las instituciones y en la garantía de los derechos civiles.

La libertad como capacidad: Amartya Sen proponía que la libertad era la oportunidad

de realizar las elecciones que uno valora. Para Sen, la libertad se basaba en el desarrollo de las

capacidades humanas y en la eliminación de las privaciones.

En el Perú, la libertad ha sido un valor históricamente conquistado y defendido por

diversos actores sociales y políticos. Algunos de los hitos más importantes en la afirmación de la

libertad en el Perú son los siguientes:

La resistencia indígena: Los pueblos originarios del Perú opusieron una férrea

resistencia al avance del imperio incaico y luego al dominio español. La resistencia indígena fue

una expresión de libertad y rebeldía frente a la opresión y la explotación colonial.


La abolición de la esclavitud: El gobierno liberal de Ramón Castilla promulgó en 1854

el decreto que abolía la esclavitud en el Perú. La abolición de la esclavitud fue un acto de justicia

y libertad que reconocía los derechos humanos de los afrodescendientes.

La revolución nacionalista: El gobierno militar de Juan Velasco Alvarado impulsó en

1970 una revolución nacionalista que buscaba liberar al Perú del dominio económico y político

extranjero. La revolución nacionalista fue una manifestación de soberanía y libertad que

pretendía afirmar la identidad nacional y popular.

La recuperación de la democracia: El pueblo peruano protagonizó en 2000 una

movilización cívica que logró derrocar al régimen autoritario y corrupto de Alberto Fujimori. La

recuperación de la democracia fue una demostración de ciudadanía y libertad que buscaba

restaurar el estado de derecho y las instituciones republicanas.

En sintesis, tanto la justicia como la libertad son valores fundamentales que han sido

buscados, reflexionados y defendidos a lo largo de la historia del Perú. La justicia, entendida

como la equidad y conformidad de las normas jurídicas con principios éticos, ha sido reclamada

en momentos clave, como la independencia, la reforma agraria y la búsqueda de verdad y

reconciliación. Por otro lado, la libertad, concebida como la capacidad de actuar sin coacciones y

participar en la vida política y social, ha sido afirmada en resistencias indígenas, la abolición de

la esclavitud, revoluciones nacionalistas y la lucha por la democracia.

Estos valores, interrelacionados en su búsqueda por una convivencia pacífica y

equitativa, han sido parte integral del desarrollo y la afirmación de la identidad peruana,

marcando hitos significativos en la lucha por la justicia social, la autonomía individual y la


participación ciudadana. Sin embargo, su consecución y preservación continúan siendo desafíos

constantes que requieren la atención y el compromiso continuo de la sociedad peruana.

Bibliografía:

De Trazegnies, F. (2008) La moral y el Derecho. Ius et Veritas, N° 17,


https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/iusetveritas/article/download/12371/12934
Bustamante, R. (2012) La edificación de la moral relevante para la política y el Derecho. Los
valores morales en el Perú actual. Derecho PUCP, N° 66.
https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/download/3164/2981
Webber Quiroz, Enrique (2018). Crisis moral y desarrollo en el Perú. Blog PUCP.
http://blog.pucp.edu.pe/blog/economiaperuana/2018/10/17/crisis-moral-y-desarrollo-en-
el-peru/
Alzamora Valdez, Mario (2021). Introducción a la ciencia del derecho. Novena edición, Lima:
Eddili, 1984. https://lpderecho.pe/relacion-derecho-moral-mario-alzamora-valdez/
Ensayo:

El derecho y la moral son dos órdenes normativos que regulan la conducta humana, pero

que tienen características, fines y fuentes distintas. La moral se refiere a los principios generales

que determinan la rectitud de los actos humanos, mientras que el derecho se ocupa de las

relaciones entre las personas y el hombre en cuanto individuo, estableciendo normas jurídicas

que son coercibles y sancionables por el Estado. La moral busca hacer buenos a los hombres,

mientras que el derecho busca evitar que sean tan malos que se obstruyan unos a otros en su

desarrollo personal y social.

Sin embargo, el derecho y la moral no son independientes ni indiferentes entre sí, sino

que mantienen una relación compleja y dinámica, que ha variado a lo largo de la historia. En

algunas épocas se ha confundido o identificado el derecho con la moral, en otras se ha

subordinado el derecho a la moral, y en otras se ha pretendido separar totalmente el derecho de la

moral. En la actualidad, se reconoce que el derecho tiene una base moral que le da validez y una

meta moral que le da sentido, pero que también tiene una autonomía propia que le permite

adaptarse a las circunstancias sociales y culturales de cada época y lugar.

En el caso del Perú, el derecho y la moral han tenido una relación conflictiva y

problemática, debido a los diversos factores históricos, políticos, económicos y culturales que

han influido en su desarrollo. El Perú ha sido un país marcado por la diversidad, la desigualdad,

la violencia, la corrupción y la crisis ética, lo que ha generado una falta de consenso sobre los
valores morales y jurídicos que deben orientar la convivencia social. Así, se ha producido una

brecha entre el derecho formal y el derecho real, entre lo que dice la ley y lo que se hace en la

práctica, entre lo que se predica y lo que se vive.

En este contexto, es necesario reflexionar sobre el valor de la justicia y la libertad como

pilares fundamentales del derecho y la moral en el Perú. La justicia es la virtud por excelencia,

que consiste en dar a cada uno lo suyo, respetando sus derechos y deberes. La libertad es el bien

supremo del ser humano, que le permite elegir su propio destino, sin coacciones ni interferencias.

Ambos valores son complementarios e interdependientes: no hay justicia sin libertad ni libertad

sin justicia. Ambos valores son también exigencias éticas y jurídicas: no basta con proclamarlos

sino que hay que realizarlos efectivamente.

Para ello, es imprescindible construir o fortalecer una sociedad libre, abierta, plural y

democrática, donde cada ser humano pueda alcanzar con su esfuerzo, pero con el apoyo de los

demás, su autonomía moral, el desarrollo integral de todas las dimensiones de su personalidad y

su participación activa en los asuntos públicos. Una sociedad donde se respeten los derechos

humanos, se promueva el estado de derecho, se garantice la separación de poderes, se combata la

impunidad, se fomente la transparencia, se erradique la pobreza, se reduzca la brecha social y se

proteja el medio ambiente. Una sociedad donde se reconozca y valore la diversidad cultural

como una riqueza y no como un obstáculo para la convivencia pacífica.


Para lograr este ideal de sociedad es necesario contar con un sistema jurídico que sea

coherente con los principios morales universales, pero también con las particularidades históricas

y culturales del Perú. Un sistema jurídico que sea legítimo, eficaz y justo, que responda a las

necesidades y demandas de los ciudadanos, que garantice el orden público y la seguridad

jurídica, que proteja los derechos fundamentales y las libertades públicas, que resuelva los

conflictos mediante el diálogo y la negociación pacífica, que sancione las conductas ilícitas con

proporcionalidad y equidad. Un sistema jurídico que sea fruto de un consenso social amplio y

participativo, que cuente con el respaldo de las instituciones democráticas y que se someta al

control y la fiscalización de la sociedad civil.

En conclusión, el derecho y la moral son dos órdenes normativos que regulan la conducta

humana, pero que tienen características, fines y fuentes distintas. Sin embargo, el derecho y la

moral no son independientes ni indiferentes entre sí, sino que mantienen una relación compleja y

dinámica, que ha variado a lo largo de la historia. En el caso del Perú, el derecho y la moral han

tenido una relación conflictiva y problemática, debido a los diversos factores históricos,

políticos, económicos y culturales que han influido en su desarrollo. Por ello, es necesario

reflexionar sobre el valor de la justicia y la libertad como pilares fundamentales del derecho y la

moral en el Perú, y construir o fortalecer una sociedad libre, abierta, plural y democrática, donde

se respeten los derechos humanos y se promueva el estado de derecho.

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