EL LIBERALISMO

El liberalismo es una corriente política y económica que defiende la libertad

individual, la igualdad ante la ley, los derechos civiles, el mercado libre y
limitado intervencionismo estatal en la economía.
El liberalismo del siglo XIX fue una corriente filosófica, política y económica que
promovió la libertad del ser humano, su igualdad política y jurídica y la
búsqueda del progreso material de los pueblos.
Comenzó el liberalismo en Inglaterra durante siglo XVII y tuvo su momento de
máxima expresión con la Revolución Francesa en 1789, la Revolución
Norteamericana en 1776 y los procesos independentistas en América Latina a
partir de 1810.
Unos de los de los pensadores fue John Locke desempeñó un papel
fundamental en el desarrollo y la formulación de los principios del liberalismo
clásico. Sus ideas sentaron las bases para muchos de los conceptos centrales
que caracterizan esta corriente política y filosófica.
Unas de sus ideas que influyeron fueron:
1. Tolerancia Religiosa y Pluralismo: En su obra "Carta sobre la
Tolerancia"
defendió la libertad religiosa y la separación de la iglesia y el estado.
Abogó por la tolerancia hacia diferentes creencias religiosas y destacó la
importancia de la libertad de conciencia en una sociedad liberal.

2. Derechos Individuales y Estado de Derecho: postuló que los

individuos tienen derechos naturales inalienables, como la vida, la
libertad y la propiedad. Estos derechos existen en el estado de
naturaleza y no pueden ser violados legítimamente por ningún gobierno.
Esta idea subraya la importancia del respeto a los derechos individuales
y sirve como fundamento para la protección de las libertades civiles y
políticas en el liberalismo.
3. Contrato Social y Gobierno Limitado: desarrolló la noción del contrato
social como un acuerdo tácito entre los individuos para formar una
sociedad civil y establecer un gobierno. Argumentó que el propósito
principal del gobierno es proteger los derechos de las personas y
garantizar la justicia. Sin embargo, este gobierno debe estar limitado por
la ley y gobernar con el consentimiento de los ciudadanos. Esta idea
influyó en la creencia del liberalismo en un gobierno limitado que no
abusa