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Desde que cada vez más y más periódicos sienten en todo el mundo la
competencia de Internet, una pregunta se ha vuelto clave: ¿qué va a pasar con la
prensa en papel? DW Akademie invitó a 11 directores y editores de diarios de
países tan diversos como Perú, Kirguistán o Alemania a explorar juntos vías y
opciones de preparar y adaptar los rotativos para la era digital. A algunos de ellos
les pedimos que nos describieran su visión del futuro del periodismo impreso. Esto
fue lo que nos contaron.
“Es difícil de decir. Pero habrá un futuro. Los periodistas que trabajamos en
Moldavia para medios independientes nos enfrentamos un sinfín de amenazas y
de demandas. Cada semana tenemos que presentarnos ante algún tribunal para
explicar una y otra vez que lo que hemos escrito sobre la corrupción, el tráfico de
personas, la malversación de fondos públicos o la violación de los derechos
humanos se corresponde con la verdad. A lo largo de todos estos años hemos
logrado seguir investigando y no tengo la menor duda de que aún nos queda
mucho por hacer. Sí, los moldavos tienen hoy más aparatos con Internet que
cuartos de baño y la conexión en el país es una de las más rápidas de la región,
pero eso no significa que los periódicos vayan a desaparecer mañana mismo.
Quizás aumente el número de los que ofrecen su contenido sólo en la Red, pero
mientras persistan los altos niveles de corrupción, la falta de transparencia, la
pobreza y el desprecio por los derechos fundamentales continuará habiendo
reporteros que saquen adelante sus diarios por el bien de la democracia.”
“Puede que los periódicos vayan a dejar de publicarse en papel pero continuarán
ofreciendo información explicativa y razonada. Cuestiones como la ‘editabilidad’ y
la interactividad ganarán relevancia y se incorporarán a los textos piezas de
sonido, videos e imágenes. Aunque los diarios del futuro seguirán dedicando
espacio a las noticias de última hora, su oferta estará principalmente centrada en
el análisis y los reportajes en profundidad.”
“El futuro de la prensa impresa es vago e incierto pero no está decidido. Los
periódicos en papel seguirán existiendo mientras haya gente dispuesta a leerlos, y
no sabemos cuánto va a durar eso. En cualquier caso, el número creciente de
anunciantes que apuestan por el formato digital y de lectores que usan aparatos
electrónicos han vuelto volátil el mercado. La supervivencia de los diarios
impresos dependerá de su capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias
globales. El recurso al contenido digital y la diversificación de actividad de negocio
son los dos caminos que tendrán que recorrer en el futuro. Es decir, que el
contacto más activo y estrecho con los lectores va a ser de gran importancia.
Hemos de sustituir las redacciones al estilo ‘torre de acero’ por un intercambio
mayor y más dinámico con el público. Al mismo tiempo, la calidad ha de continuar
siendo el centro de todo. Más allá de las crisis económicas, cualquier labor
periodística debe aspirar a generar el mejor de los contenidos.”
Aleksandr Tuzov, redactor jefe en funciones, Vechernii Bishkek,
Kirguistán
“Creo que el futuro del periodismo impreso dependerá en gran medida de aquello
por lo que se interesen las nuevas generaciones. El lanzamiento por parte del
diario alemán Die Welt de la publicación juvenil Die Welt Kompakt es, en lo que a
esto respecta, muy significativo. En países en los que los nuevos medios se
encuentran aún en desarrollo, como Kirguistán, los anunciantes seguirán
acudiendo la prensa en papel mientras ésta continúe garantizando mayores
beneficios.”
Desde que la crisis económica aflorara a finales de 2007, la tirada de todos los
diarios generalistas se ha reducido drásticamente , algo que Durández
explica en la importante disminución de la publicidad institucional y privada que
reciben, así como en un cambio de hábito de los lectores más jóvenes, que
prefieren informarse a través de los medios digitales que de los tradicionales,
labrados en tinta y papel prensa.
El presidente de la OJD destaca que, entre los principales retos a los que
actualmente se enfrentan los editores de estos medios, se encuentra el
deoptimizar sus productos para las nuevas y cambiantes plataformas
tecnológicas que adquieren los lectores, desde las tabletas hasta los dispositivos
móviles de pantallas con un tamaño más o menos generoso.