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Todos y cada uno de nosotros tenemos luchas, dificultades y problemas que afrontar. El
mundo no es un lugar seguro para vivir, pero debemos estar en este mundo. No
podemos irnos a otro lado. Y los gobiernos del mundo son inestables, inseguros. Sin
embargo, donde vayamos estamos sujetos a ellos. Y cuando oímos que suceden cosas
inestables en el mundo natural, como terremotos, inundaciones, tsunamis etc. ¿Dónde
correremos a refugiarnos? Y cuando la inestabilidad de un gobierno comienza a ser
visible, a fallar o fluctuar. ¿Dónde correremos a refugiarnos?
¿Dónde correrás o te refugiaras cuando vengan las penas y aflicciones de cada día?
Por que depende tu respuesta a esta pregunta, tu éxito o fracaso. Una opción te llevara a
la paz y al éxito. La otra te llevara a la inseguridad y posterior fracaso. Y debemos
afrontar esto con seriedad, ya que vivimos en un mundo inestable. Inestable en la
naturaleza e inestable en los gobiernos que rigen las naciones.
Y al ver este Salmo que es un cantico, hemos de animarnos a esperar que, mediante
Cristo, seremos más que vencedores. Que en Dios podemos confiar absolutamente en
medio de todos nuestros temores que nos asaltan, cuando nos vienen situaciones
adversas o desfavorables.
¿Cuántos de ustedes recuerdan cuando eran jóvenes, las canciones que escuchaban en
distintos estados de ánimo?
La Música es: Un conjunto de sonidos sucesivos combinados según este arte, que por lo
general producen un efecto estético o expresivo y resultan agradables al oído.
La música nos genera estados, placer, sentimientos. La música fue creada por Dios, él
fue el primero al poner sonidos y tonos en la creación.
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Y este Salmo es un cantico. Dice en la introducción “Para el director del coro. Salmo de
los hijos de Core, compuesto para Alamot. Cantico.
La inscripción «sobre Alamot» significa probablemente que había de cantarse con
acompañamiento de instrumentos de tono alto. O voces altas.
Por qué esto nos sugiere que se necesita comenzar bien arriba, para declarar las
verdades que se van a cantar aquí. Que se van a expresar en palabras.
Vs 1. Dios nos da la seguridad y la certeza de que en primer lugar es “ES” dice el texto:
“Dios es”. ¿Quién es Dios? Eso es lo que tengo que conocer cada día y saber. ¿Cómo
confiar en un Dios que no conozco? Dios no necesita una fuente externa para sentirse
seguro de lo que Él es. El hombre para sentirse seguro debe construir algo, luego tendrá
esa aparente seguridad. Mientras tanto, se sentirá débil, vulnerable. Pero en el caso de
Dios “El Es” esa protección, defensa, refugio” es su esencia. Nadie le creo a Dios un
refugio o amparo. “Él es” El refugio, el amparo. “Él es” el fuerte castillo. Pero no solo
nos dice que “Él es”.
Dice: “nuestro”. Ese Dios soberano que “Es” que hay seguridad ahora nos dice que es
“nuestro”. También el autor del Salmo, tiene la seguridad de esto: “recuerden que él fue
nuestro refugio y amparo”. Él nos posee para sí mismo y nosotros somos de Él. Y antes
que vengan los días malos, nos recuerda que “Él es nuestro refugio y fortaleza”
El siempre estará dispuesto a ayudarnos en tiempos de dificultad. Por que el mismo nos
afirma que “en la tierra no hay seguridad” en “las naciones no hay seguridad”. Pero no
tengas temor “YO SOY tu refugio y fortaleza”.
Noten ahí: Vs. 2 Por tanto (termino de conclusión o resultado), no temeremos cuando
vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar. 3 ¡Que rujan los océanos y
hagan espuma! ¡Que tiemblen las montañas mientras suben las aguas!
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Vs 3 “aunque bramen las aguas” algo que se mueve o se muevan los montes (algo
estable). Aunque estas dos cosas se encuentren en crisis. Dice Calvino que: “nuestra fe
solamente se prueba de veras cuando pasamos por conflictos severos.”
Y ahora hay un notable contraste con una ciudad que nunca será sacudida, con un
gobernante que a mantiene estable (vs. 4- 5). Dice “Hay un rio cuyas corrientes,
alegran la ciudad de Dios, las moradas santas del Altísimo”
Las aguas de este mundo se levantan para ahogarnos y traen temor. Los ríos de Dios que
llegan a nosotros en su morada, en su presencia nos traen alegría, gozo. La profecía final
de Apocalipsis nos recuerda ese “rio limpio de agua de vida, resplandeciente como
cristal, que sale del trono de Dios y del Cordero”.
En medio de la inseguridad y aflicción de este mundo recordad siempre “La ciudad de
Dios”. Es la única ciudad segura que tendremos. Es la que anhelamos y deseamos
llegar.
Y para que no queden dudas nuevamente Vs. 7 nos recuerda “Dios está con nosotros”
Si hay algo seguro hermanos, es que nosotros somos las personas más inseguras de la
tierra. Somos criaturas que esperan algo con expectación. Tal vez recuerda el Salmista
aquí la imagen del pueblo de Dios cruzando el mar rojo. Por que fue “cuando
amanecía” que el mar se volvió con toda su fuerza contra el ejército de Faraón. (Ex.14)
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3. Dios se interesa por las personas y desea su bien.
Y noten el Vs. 10 “Estad quietos y conoced que yo soy Dios”. Dos verbos imperativos
“quietos” y “Conoced”. Quédense quietos y sepan quién soy. Es como un doble
mudamiento, No tengan temor, no caigan en pánico.
Todos los creyentes deben sentirse triunfadores por estas dos razones: (A) Tienen
consigo la presencia de un Dios de poder, de infinito poder (v. 11): «Jehová de las
huestes está con nosotros». El Dios Soberano del Universo está con nosotros, está de
nuestra parte, actúa con nosotros y por medio de nosotros, y ha prometido que nunca
nos abandonará. Muchas y malignas huestes pueden estar contra nosotros, pero no
tenemos por qué temerlas, si Jehová de las huestes está con nosotros. (B) Están bajo la
protección del Dios del pacto, quien no sólo tiene poder para ayudarles, sino que se ha
comprometido, en su honor y fidelidad, a ayudarles. Es el Dios de Jacob (v. 11b); no
sólo de la persona de Jacob, sino del pueblo de Jacob.