Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Monografía
Montevideo, Uruguay
Octubre, 2016
ÍNDICE:
RESUMEN……………………………………………………………………………………............2
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………….............3
1.TRAUMA……………………………….........……………………………………………………..4
1.1.TRAYECTORIA DEL CONCEPTO................................................................................4
1.2. TRAUMA: ACCIDENTE…………………………….……………………………….............8
2. ESTRÉS POSTRAUMÁTICO……………....……………….....…………………........……...10
3. ACCIDENTE DE TRÁNSITO COMO SUCESO TRAUMÁTICO: INTERVENCIÓN
PSICOLÓGICA Y RESILIENCIA. …………………………………………………………..........14
3.1. CONCEPTO DE ACCIDENTE………….……………………………………...........……14
3.2. INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA……………………………………………..........…….16
3.3. RESILIENCIA………………………………………………………………….…..........…..27
CONCLUSIONES…………………………………………………………….…………….............30
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………....………………………………..........….32
1
ABORDAJE PSICOANALÍTICO DEL ACCIDENTE DE TRÁNSITO
COMO SUCESO TRAUMÁTICO.
RESUMEN:
Es importante aclarar que en este trabajo se toman a los accidentes de tránsito cuando
se constituyen en hechos traumáticos, aunque no siempre lo son.
Se abordan, entonces, los accidentes de tránsito como un hecho traumático que
acontece en la vida del sujeto.
Los accidentes en su conceptualización, según Freud (1901) significan “trastocar las
cosas confundido”, ya que da lugar a pensar en el giro que toman las cosas y en la
confusión que genera. Se trata de un “dilema cambio - contracambio” que se ha convertido
en un trauma.
Alcanza la dimensión de ser inconsciente, irrepresentable e inelaborable, y se entiende
además como un hecho disruptivo, que acontece sin más.
Este trauma, caracterizado por su intensidad, le impide al sujeto responder de manera
adecuada.
Se desarrollan aportes referentes a las intervenciones psicológicas, en dichos sucesos.
A través de las mismas se busca generar en el sujeto el movimiento interno para que
logre una “convivencia” con lo sucedido. Es decir, que a pesar de que haya transitado este
hecho disruptivo, logre ser “superviviente” tanto física como psicológicamente.
Se aborda el concepto de resiliencia entendida como la capacidad que posee el sujeto
para sobrellevar los hechos traumáticos. Su abordaje es pertinente, para comprender lo que
está atravesando el sujeto, el que puede salir adelante a pesar del trauma generado por el
accidente.
2
INTRODUCCIÓN:
3
1.TRAUMA
Para esta concepción se toman diferentes autores dentro de los cuales se considera
importante mencionar a Freud, Benyakar, y los aportes del Diccionario de Psicoanálisis de
Laplanche y Pontalis.
Se hace un breve recorrido por la evolución del mismo, teniendo presente autores como
García, Casas de Pereda y Cazabat, y se toman, para su desarrollo, los aportes de
Laverde.
Casas de Pereda (2005) además de decir que este concepto ha sufrido cambios, agrega
que los mismos han sido de fundamental importancia para el desarrollo del Psicoanálisis.
Laverde (2004), siguiendo a Breuer y Freud, entre los años 1893 y 1895, destaca que
éstos tratan la temática de la neurosis traumática y de la histeria traumática en su
conceptualización de la “Teoría traumática” o “Teoría de la seducción”.
Breuer y Freud ven vinculados estos sucesos con la sexualidad infantil, por ejemplo
hechos que podían abarcar intensos traumas hasta hechos menores. Freud va a usar varios
términos para describir estos hechos, los cuales se pueden entender como abuso, atentado,
agresión, trauma y seducción, de los cuales, el último se equipara con trauma.
Más allá de que la teoría de Freud, fuera extendida en base a una doble excitación,
refiriendo a pulsiones bajo diferente naturaleza, el sentido económico perduró.
5
García (2005) siguiendo con el punto de vista médico del concepto, indica, que se
encuentra íntimamente relacionado con los hechos externos, vividos por el sujeto de forma
tal que lesionan su cuerpo. Aquí se puede pensar también la reacción física en cuanto a la
producción del trauma.
Siguiendo este aspecto Benyakar (2007) al notar que no es adecuada esta forma de uso
cotidiano, va a proponer e intentar dar desde su mirada un concepto de su autoria.
Laplanche y Pontalis (2004), expresan también que Freud toma al traumatismo como
una “concepción económica” de esta manera expresa que se llamarán “...traumáticas a las
6
excitaciones externas que poseen fuerza suficiente para reforzar la protección antiestímulo.”
(Freud, 1920, p. 29)
De esta forma Freud (1920) explica que el trauma como hecho fuera del sujeto (externo)
provoca un malestar en la economía energética del organismo por lo que tendrán que estar
alertas los medios defensivos.
En relación a esto Laplanche y Pontalis (2004), establecen que, Freud genera una
hipótesis, en cuanto a que un aflujo excesivo de excitación va a anular de forma inmediata
el principio de placer, de forma que el aparato psíquico va a tener que acudir de forma más
urgente a realizar una tarea más allá del principio de placer, esta tarea consta de poder
realizar una unión de estas excitaciones de manera que luego se puedan descargar.
Cuando nos referimos a los hechos traumáticos Laplanche y Pontalis (2004) establecen,
en relación a lo mencionado, la importancia de la susceptibilidad de un sujeto.
Para que surja el trauma, estos autores pautan ciertas condiciones, entre las mismas se
encuentran las psicológicas que se visualizarán en el momento del hecho traumático,
“situación efectiva” que genera que el sujeto actúe de manera inadecuada y por último el
“conflicto psíquico” que genera que el sujeto no pueda integrar en su conciencia el
acontecimiento que ha vivido.
Es muy común situar en el inicio del psicoanálisis las causas de la neurosis donde se
puede ver una correspondencia con experiencias del orden de lo traumático que se vinculan
7
con del pasado del sujeto. Pero Laplanche y Pontalis (2004) dicen que esta concepción
pasaría a un segundo plano, y que basándonos en este tiempo (el inicio del psicoanálisis
1890 y 1897) el trauma se puede adjudicar como un hecho personal en la vida de una
persona en donde podemos identificar su origen, además de poder visualizar las
consecuencias subjetivas que contrae.
“El psicoanálisis ha recogido estos términos (…) transponiendo al plano psíquico las tres
significaciones inherentes a los ios mismos: la de un choque violento, la de una efracción y
la de consecuencias sobre el conjunto de la organización” (Laplanche y Pontalis, 2004,
p.447)
En base a lo mencionado este autor afirma que es pertinente aclarar que los hechos que
causen malestar emocional y sufrimiento en los sujetos no tienen que ser todos de
naturaleza traumática, por ende no todos los eventos o hechos disruptivos generan
“...procesos psíquicos del orden de lo traumático.” (Benyakar, 2007, parr.9)
Salazar (2012) en su artículo indica que el accidente de tránsito genera una movilización
que se da de manera inesperada (abrupta o disruptiva) pero además de forma violenta que
marca a la persona a la que le toca pasar por dicho suceso.
Por este lado el autor está haciendo una distinción entre quienes pueden establecer esta
conjunción entre lo que les pasó y los que no, y los que verdaderamente no pueden generar
un proceso a nivel psíquico.
2. ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
Para el abordaje de este tema, del cual se puede hablar por su intrínseca relación con el
trauma, se toman autores como Bleichmar, Freud, Benyakar, entre otros.
“El término traumático (…) hace referencia a un estrés que sigue a un trauma (estrés
postraumático), donde “estrés” es la disfunción psicológica y “trauma” la situación
desestabilizadora que la desencadena.” (Benyakar y Lezica, 2005, p.20)
“En el Estrés Post Traumático lo patológico es el estrés, y el trauma es el fenómeno
fáctico”. (Benyakar, 2007, parr.5)
“..es un trastorno de ansiedad que puede surgir después que una persona ha estado
expuesta a un evento traumático (…) y se desencadena a raíz de traumas personales (…) o
por haber presenciado un acto violento o trágico.” (Herrera Ordóñez, González, Vargas,
Conde y Dallos Arenales, 2005, p.54)
Freud (1926 (1925)) da a entender, que una vez que el yo desencadena la señal de
angustia, va a tratar de que este no se desborde, ante la aparición de la angustia
automática, de la que se caracterizan los hechos traumáticos. Situación en la que el yo se
encuentra indefenso. Es decir que ante un accidente de tránsito, el yo además de ser
10
atacado por fuera lo es por dentro también.
Expone que hay dos maneras de enfrentar al yo con la formación del síntoma, la primera
sería “anular lo acontecido” en cuanto a querer hacer desaparecer, más que las
consecuencias del hecho, al mismo; y la segunda “el aislar”, consta en “... una pausa en la
que no está permitido que acontezca nada, no se hace ninguna percepción ni se ejecuta
ninguna acción.” (Freud, 1926 (1925), p.115)
También Herrera Oroñez et al., (2005) indican que es normal que este tipo de personas
pasen por un pequeño estado de ansiedad o de depresión después de estos hechos
traumáticos a los cuales nos hemos referido más arriba, así explican que quienes lo
vivencian experimentan como el “seguir” volviendo a vivir ese trauma, es decir, que
constantemente se les viene a la cabeza las imágenes del misma, por lo que tienden a
evitar situaciones similares que se la recuerden. Asimismo establece que es probable que
estas personas tengan recuerdos o sueños en diferentes ocasiones con el hecho
traumático.
Entonces, el mencionado trastorno, genera que las personas intenten evadir lo que le
recuerde el hecho traumático. “Esto puede causar evasión o evitación al daño de todo tipo:
pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el incidente y también actividades,
lugares o personas que les recuerden la situación.” (Herrera Oroñez et al., 2005, p.54)
“...la violencia del impacto con la amenaza que implica, de inmediato producirá
reacciones nerviosas y hormonales tendientes a activar el sistema nervioso simpático
involucrado en las conductas animales de lucha o huida frente a estímulos amenazantes.”
(Salazar, 2012)
García (2005) en cuanto a “el olvido”, agrega que no estamos necesariamente hablando
de represión, sino que parece que no se han creado las significaciones que se le den a este
hecho traumático, que puedan habilitar que se produzca el recuerdo, aparentemente
olvidado.
Herrera Oroñez et al. (2005) indica que hay personas que para poder estar mejor
anímicamente recurren a alcohol u otras drogas y que tienen una mayor tendencia al
suicidio.
12
Estos aspectos, cabe aclarar, se verán influidos según la dimensión que tome el
accidente, por ende, se entiende, que estos hechos (mencionados), se originen según la
gravedad del trauma; habiendo accidentes que por ejemplo dejen sin vida a familiares,
generando de esta manera mayor secuela psíquica.
Es decir, que para los conceptos que se toman, se visualiza una variabilidad en la forma
de asumir, afrontar y actuar de la persona, y se va a mencionar, que no todos los accidentes
adquieren el mismo significado y no todos se tornan traumáticos para quien lo vive. Para
contrarrestar esto, en este trabajo se toman a los accidentes que sí se tornen traumáticos
en sus diferentes formas de asumir y de afrontarlos.
Debido a estos aspectos que se ven mencionados, es que se hacen pertinentes las
intervenciones psicológicas. También el cuidado uso de las mismas por parte del analista.
Por otra parte, se pueden ver vinculados a la aparición del TEPT hechos como ”...
maltrato infantil, agresiones sexuales, incendios, accidentes de tráfico, desastres naturales,
atentados terroristas, torturas...” (Martín Ayala y Paúl Ochotorena, 2004, p.45)
“Los accidentes de tráfico también tienen un gran impacto psicológico en las víctimas,
con la característica diferencial de que son situaciones que van acompañadas de una
mezcla de consecuencias psicológicas, médicas y legales (Brom, Cléber y Hofman, 1993)”
(Martín Ayala y Paúl Ochotorena, 2004, p. 46)
El TEPT, como se dijo, puede surgir luego del accidente, Salazar (2012), en cuanto al
tiempo de duración del mismo, agrega que pueden durar algunos meses o se puede
establecer de manera crónica, permaneciendo en el tiempo.
Se puede apreciar en determinadas personas que el TEPT surge de forma inmediata de
13
haber sucedido el accidente de tránsito, o sino en otros casos se puede manifestar con el
correr de los meses.
Por esto es que se visualiza la importancia y pertinencia de la intervención y atención
psicológica, para poder generar un espacio donde se puedan aclarar estos temas teniendo
presente la terapia adecuada a aplicar.
Vergreifen, concepto que da lugar para pensar el giro que toman las cosas; por un lado
el lugar de la persona que debiera ser “normal” en un vehículo, pasando a ocupar otro lugar
quizá en el suelo y herido (refiriendo al accidente mismo). Además el vehículo también se
posiciona desde otra mirada, la cual no sería circular por las calles con normalidad.
14
La palabra confundido la cual se menciona antes, refiere a la confusión mismo que
genera el accidente.
Situación confusa en la que el sujeto no actúa en forma coordinada para, en definitiva no
accidentarse.
Se puede entender, que el accidente toma la dimensión según las palabras de este
autor, de ser único en el sentido de no suceder igual a otro, además de que los accidentes
generan diferentes sensaciones y movilizaciones en los sujetos, más allá de que sean
accidentes de similares características.
En este sentido ese otro que podría ser el accidentado frente a un analista, se verán
puestos en un espacio, de intervenciones girando en torno a el trauma que se genera a
partir del accidente de tránsito.
16
Esta autora, plantea a la intervención en el marco de la consulta psicológica, siguiendo la
misma, es el espacio en donde ambos sujetos del análisis, pueden pensar juntos en cuanto
al hecho traumático. Pensar en torno al trauma para así, dar posibles intervenciones,
perspectivas, que pueden ser de utilidad para dar un sentido al analizado.
Cuando una persona que sufre un accidente recurre al análisis, ya sea porque alguien lo
aconsejó y guió al mismo o porque decidió hacerlo por sus medios, lo hace en búsqueda de
respuestas, o para poder sanar ese trauma - herida que irrumpió sin más al sujeto.
Este autor plantea que en el momento de agudez del trauma se puede abordar el trabajo
analítico sin parámetros, es decir, sin preguntas fijas, con la finalidad de la significación
compartida, que ambas personas del análisis, tanto el analista como el analizado puedan
crear ese espacio de significación del trauma juntos.
Menciona que el hecho de intervenir de inmediato ocurrido el accidente, funcionará como
forma de estimular el recuerdo del hecho traumático, de forma tal, que se “incide” en las
sensaciones que se muestran vinculada a lo que el analizado vivió.
Un ejemplo de las sensaciones que presenta el analizado, sería el sonido del impacto.
Se trata de puntualizar en los momentos vividos para así enlazarlo con el sentimiento
que está viviendo la persona. Es decir, tomar esos momentos y asociarlos con lo que él
siente, con lo afectivo.
Se plantea, siguiendo a Laverde (2004) que esta forma de intervención y trabajo podría
entrar en conflicto con uno de los aspectos fundamentales del desarrollo psicoanalítico en
cuanto a la abstinencia.
Por lo que puede desencadenar angustia que puede provocar una desestructuración y
modificación a nivel interno y ante esta realidad exterior que irrumpe,”... cuya particularidad
depende, una vez más, de los sistemas motivacionales en juego: angustias narcisistas-
inferioridad, vergüenza, etc.” (Bleichmar, 2000, p. 3)
Ante la emergencia del factor angustia, se destaca la estrategia clínica en juego, vista
como un reforzador de lo positivo, cuidando ciertas intervenciones que pueden dar lugar a
depresión, angustia y en casos extremos intentos de autoeliminación.
Pensar en una estrategia terapéutica en donde no es bueno que el analista actúe como
un superyó “auxiliar” benévolo, ya que de esta forma generaría “...una disminución de la
vigilancia del superyó en los casos en que el sujeto siga teniendo representaciones de los
otros como críticos y no aceptantes.” (Bleichmar, 2000, p.11)
“El trabajo terapéutico se descompone, pues, en dos fases; en la primera, toda la libido
es esforzada a pasar de los síntomas a la transferencia y concentrada ahí, y en la segunda
se libera batalla en torno de este nuevo objeto, y otra vez se libera de él a la libido.” (Freud,
1916-1917, p.414)
19
Freud (1912) expresa algunos elementos importantes en cuanto al analista y su tarea a
desarrollar en el trabajo con pacientes. Se establece que él mismo deberá tener en su
memoria todos los aspectos que refieran al paciente por ejemplo recuerdos, detalles
mencionados, prestando atención a todos los elementos que pueden dar elementos, que
trasladados al accidente resulten significativos para las intervenciones del analista.
Pudiendo incidir de manera subjetiva en el analizado, teniendo presente la susceptibilidad
en que se encuentre el analizado, tomando así como referencia el tiempo transcurrido del
accidente mismo.
El analista, según Freud (1912) debiera hacer consciente lo inconsciente, para así lograr
dar un mayor entendimiento a lo que se presenta ante él, manifestarse en el analizado
como una queja, o como lo sintomatológico propio del trauma vivido, pudiendo dar así, el
analista una guía para la cura.
Es pertinente hacer énfasis en estos aspectos descritos por Granel (2008) ya que en el
entendimiento de los mismos se visualiza “la asimetría funcional” que se produce. Este
marco formado por ambos sujetos del análisis, tomados de forma coordinada (ambos
transferencialmente como se mencionó, constituyen el análisis, generando formas de
trabajo para la intervención y para así dirigir el proceso hacia la “cura”), refiriendo de esta
manera lo que vivió y la experiencia teórica del analista resonante con lo vivido del
analizado.
20
“En estos casos el aparato psíquico del analista, tanto para atender un accidentado
como para ser capaz de prevenir un posible accidente, está exigido al máximo.” (Granel,
2008, p. 52)
Sucediendo con frecuencia que en los procesos psicopatológicos al analista se le haga
imposible saber si un accidente va o no a ocurrir.
Granel (2008) entiende que el accidente constituido por el “yo inconsciente”, sería un
acto que sucede de forma desesperada e incluso un intento fracasado por huir de esta
situación, “... a través de una escenificación en el mundo exterior de los contenidos en
pugna.” (p.52)
Este autor, en el 2006 vinculaba al accidente tomando aspectos similares con Bion,
referente al modo de denominación, como “cambio catastrófico”.
Se puede constatar, en la práctica psicoanalítica, situaciones que den la percepción de
que las personas que concurren al espacio psicoanalítico tienen un cierto riesgo de
accidentarse, Bion en los aportes tomados de Granel (s.f) lo relaciona con la “crisis de
cambio catastrófico”.
Este aspecto principalmente lo conecta a las “crisis psicóticas”, pero luego lo refiere
como modelo para todo aspecto que genere cambios intensos en el correr de la vida, como
son los accidentes.
Va a asignar 3 aspectos característicos: “... subversión del orden de las cosas, violencia
e invariencia ( que es lo que no debe cambiar para que el cambio sea positivo, evolutivo y
constituya un logro).” (Granel, 2008, p. 52, 53)
Bion según los aportes que da Granel (2008) va a hablar de un “estado precatastrófico”,
el cual tiene la característica de mostrar nuevamente los objetos y su vínculo en cuanto a
las relaciones que se van a generar en base al disturbio que trae la crisis.
En este estado, no se van a mostrar demasiados o incluso ningún signo que logren
prevenir el accidente. Por lo que, como también mencionaba Benyakar en cuanto a lo
disruptivo, generalmente los accidentes suceden la mayoría de las veces de una manera
repentina irrumpiendo bruscamente en los sujetos.
21
Uno de los aspectos que posee el accidente, se corresponde con la “reorganización” que
se van a dar en las representaciones que previamente se habían desorganizado, que
además se habían desinvestido.
Reorganización que va a dar lugar al retorno de un cierto orden, dando lugar para que
los contenidos puedan recuperarse.
En el accidente van a volver a edificar los elementos que se dividieron en la psiquis, re-
ajustándose en una nueva producción. Simbolizándose, ocupando una forma luego de que
se produjera el hecho que lo modificara.
Los elementos del sujeto, que a nivel interno se habían dividido, se van a manifestar en
las heridas que se generaron físicamente luego del accidente, además de daños y sujetos
que se vean afectados ya sea por heridas físicas o por la muerte.
Bion, según Granel (2008) a esta idea nueva la va a designar con el nombre de “idea
mesiánica”.
El origen de esta idea podría ubicarse en mitos o en sueños.
“Según la forma en que es expresada (por ejemplo si es violenta y disgregante), será
vivida por el establishment como un peligro. En esta situación puede también violentamente
ser despojada de su mensaje reorganizante y esperanzado.” (Granel, 2008, p. 54)
La idea como se está manifestando no alcanzaría a desarrollarse para funcionar en la
personalidad. Es decir, no tiene lugar alguno en el pensamiento, ni sería pasible de formular
conceptos.
En el caso de fijarse en el sujeto podría de alguna manera “poseerlo parasitariamente”
alcanzando características que se corresponden con lo incomprensible ante otros en cuanto
a su idea. Pero si la idea alcanza la expulsión “... le queda un camino: por la intervención de
yo inconsciente, y con la participación de modelos arcaicos expulsivos, podría ser llevada al
mundo exterior, a través de una proyección concreta. Este es el accidente.” (Granel, 2008,
p. 54)
Cuando se busque e investigue sobre el accidente y esto expulsado, y se logre captar y
entender se dará la significación y sentido al accidente.
Freud ante esto, para entender mejor el acto que comprende el accidentarse, aborda a
“... el concepto de cómo en la ejecución de los movimientos, sólo en apariencia torpes y
casuales la persona que se accidenta cuenta con el encuentro oportuno y complaciente del
azar, que se combinará con la intención”. (Granel, 2006, p. 2)
23
Bajo esta teoría dio lugar a la casualidad admitiendo que tendría significado y sentido
deviniendo de una intención que se torna inconsciente.
“El Accidente, fenómeno conductual, social y psicopatológico; pandemia del siglo XXI, es
una Actuación con sentido e intencionalidad inconsciente.(Freud, 1901). (Granel, 2008, p.
51)
En base a esto se entiende, que no se dan señales, o al menos se dan pocos signos
para estar atento por parte de algunos aspectos del yo y del pre-consciente, para actuar
ante el accidente, teniendo como referencia elementos tales como el sistema activado ante
el peligro o como forma de huida.
“... estas respuestas protectoras están disociadas o aún más abolidas en aras de lograr
el accidente, que así se ha convertido para esa persona y para ese momento en una meta.”
(Granel, 2008, p. 54)
A pesar de que este tipo de sucesos ocurran con normalidad generalmente los sujetos lo
niegan, quizá, según Granel (2008), sea por el aspecto que lo caracteriza de ser
catastrófico, a pesar de que pueda sucederle a cualquiera.
En cuanto al motivo por el cual suceden los accidentes Lindner (2000) “ Ya en 1964 el
25
Banco de Seguros del Estado sostenía que la ocurrencia de accidentes guardaba- y
nosotros agregamos guarda- relación con fallas en el comportamiento humano: negligencia,
impericia, distracción, fallas de observación, etc.” (Lindner, 2000, p.1)
Se han generado ya, desde la enseñanza primaria elementos que comprenden maneras
de prevención y concientización y además de la gravedad de los accidentes de tránsito.
También los medios públicos en cuanto a la difusión tanto de la información además de
la muestra de casos en los que suceden estos hechos. Esto genera preocupación, además
de una forma de movilización de emociones y de concientización que va creciendo en la
sociedad.
En cuanto a la velocidad que antes se mencionó, Lindner (2000) concluye que no sería
un factor en relación con la accidentalidad de tránsito, siendo incierto afirmar que el mismo
sea un factor que disminuya la mortalidad producida de los accidentes.
3.3. RESILIENCIA
“El término resiliencia procede del latín, de resilio (re salio), que significa volver a saltar,
rebotar, reanimarse.” (Uriarte, 2013,p. 7)
Becoña (2006) en referencia con las primeras investigaciones sobre este tema, indica
que se elaboraron en personas con una patología tal como la esquizofrenia, en personas
que presentaron estrés y situación de pobreza extrema, y también sobre el funcionamiento
de personas que vivieron sucesos traumáticos transitorios en sus vidas.
“El fenómeno de la resiliencia no consiste en que la persona tenga éxito en todos los
sentidos de la vida, sino en que sea capaz de realizar un ajuste psico-social satisfactorio
ante situaciones adversas.” (Alexandre, 2015, p.3)
27
Se puede entender al término vinculado con el concepto “Superviviente”, por esto que se
ha mencionado, de poder afrontar las dificultades que la persona esté atravesando, en este
caso concreto, salir adelante a pesar del trauma generado por el accidente, poder “triunfar”
en proyectos o situaciones que el sujeto se proponga sin que esta situación catastrófica o
adversa influya.
El proceso de intervención, puede de esta manera, funcionar como aquel que genere en
el sujeto el movimiento interno que logre una cierta “convivencia” con eso que sucedió.
Es decir, que a pesar de que el sujeto haya transitado este hecho disruptivo, se de en
este una manera de sobrellevarlo, ser “superviviente” tanto física como psicológicamente.
Bafico (2014) entiende a la resiliencia como el cambio que sucede en lo corporal ante un
hecho traumático.
Dice, que en la rama de la psicología, se la puede entender como la suficiencia que
posee el sujeto para sobrepasar los hechos traumáticos.
Además menciona que de alguna manera todos los sujetos serían resilientes, ya que en
el paso de la vida todos atravesaron alguna situación del orden de lo traumático, aclarando
que algunos traumas impactan más que otros en la vida del sujeto.
Él mismo entiende que, este término, trata de que la persona logre incorporar lo que vivió
a su vida, a su tránsito por esta, para así modificar su percepción de la misma, logrando
hacer algo con eso que sucedió.
Es decir, incorporar, no desplazar el accidente, lograr adentrarlo a la vida del sujeto, para
así, contando con las capacidades que posee el sujeto, poder salir adelante.
De esta manera lo que se logra realizar con el impacto de lo traumático, que genera
cambios en la subjetividad del sujeto, es lo que se vincula con la resiliencia.
“En tal sentido la clínica psicoanalítica se remite a un proceso de reorganización psíquica,
y la resiliencia implicaría, entonces, la capacidad del psiquismo para detener lo traumático,
una acción transformadora de nuevas condiciones psíquicas …” (Alexandre, 2015, p. 17)
Es decir, que los individuos utilizarían los componentes que están en su interior, para
poder salir adelante exitosamente, entendiendo de esta manera a la resiliencia como estos
componentes.
No todos como se describió, pueden recuperarse del trauma, esto puede visualizarse en
los recursos tanto del sujeto como del entorno que acompañen el proceso.
“Entre los recursos a nivel individual incluyen la resiliencia constitucional, la sociabilidad,
la inteligencia, las habilidades de comunicación y los atributos personales …” (Becoña,
2006, p. 139) También se visualizan recursos por parte de lo familiar así como también del
entorno y de las personas en general, que residen en el apoyo necesario para el desarrollo
de la resiliencia.
29
Siguiendo a Becoña (2006) se parte de la concepción de que el individuo va a atravesar
por alguna situación significativa de carácter amenazante o catastrófica, aunque a pesar de
esto, pueda lograr sobrellevar la misma de forma positiva y exitosa.
Es por esto que se logra destacar el rol importante que cumplen los familiares o entorno
del accidentado, para el proceso resiliente, así como también el proceso de intervenciones
psicológicas que visualice un sujeto “sobreviviente”, es decir, poder “encontrar- encontrarse”
los recursos en el sujeto que logren superar el trauma vivido.
CONCLUSIONES:
Genera, por lo tanto, una desestructuración a nivel psíquico, además de poder provocar
lesiones físicas, que impactan de manera significativa para quien lo padece.
Por medio del trabajo terapéutico se intenta que el sujeto pueda transitar y sobrellevar
este trauma de la mejor manera posible, para así lograr salir adelante.
Este trabajo terapéutico en donde las intervenciones psicológicas tienen por objetivo
provocar un cambio, removiendo el trauma acontecido, para que así, se le de sentido o se lo
pueda reelaborar para poder continuar.
Integrar por medio de este espacio constituido por ambos sujetos del análisis, este hecho
e incorporandolo para que se produzca el cambio que genere una nueva forma de percibir
el trauma sucedido.
Quizá enfrentarlos desde una perspectiva más positiva a pesar de la vivencia que lo
marcó.
El espacio de encuentro puede propiciar, entonces, ese “salir adelante del sujeto, de
manera exitosa”. Esta suficiencia o capacidad del sujeto es denominada resiliencia.
Es pertinente el abordaje de dicha temática para dar profundización a una situación tan
poco abordada psicoanalíticamente como lo es el accidente de tránsito. De esta manera se
puede obtener una mirada un poco más clara, aunque no del todo específica del tema (ya
que como se mencionó no hay mucho material teórico que trabajen este hecho particular
psicoanalíticamente, sino que específicamente es un tema tomado por Granel y sus
colaboradores).
El abordaje psicoanalítico del accidente de tránsito como suceso traumático, como ya se
estableció, deja marcas en los sujetos que no son solamente físicas sino que también deja
huellas psíquicas en quien lo padece. Además deja en los sujetos una nueva forma de
continuar con su vida, dada la influencia en la subjetividad que genera.
31
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
32
Cazabat, E. (2002). Un breve recorrido a la traumática historia del estudio del
trauma psicológico. Revista de psicotrauma para Iberoamérica. Volumen I.
Freud, S. (1912). Consejos al Médico Sobre el Tratamiento Psicoanalítico. En
Obras Completas Buenos Aires: Amorrortu Editoriales.
Freud, S. (1916-1917). La Fijación al Trauma, lo Inconciente. Obras completas.
Buenos Aires: Amorrortu Editoriales, Tomo XVI
Freud, S (1916-17). La Terapia Analítica. Obras completas. Buenos Aires:
Amorrortu Editoriales, Tomo XVI
Freud, S. (1920). Más Allá del Principio de Placer. Obras completas. Buenos Aires:
Amorrortu Editoriales, Tomo XVIII.
Freud, S (1926 (1925)). Inhibición, Síntoma y Angustia. Obras completas. Buenos
Aires: Amorrortu Editoriales, Tomo XX
García, S. (2005). Trauma psíquico y método psicoanalítico. En: Revista Uruguaya
de Psicoanálisis, 100, 149-169. Recuperado de:
http://www.apuruguay.org/apurevista/2000/16887247200510012.pdf
Granel, J. (2006). Hacia una Teoría Psicoanalítica del Accidente.
(Bases para una Accidentología Psicoanalítica). Recuperado de:
http://fepal.org/images/2006clinica/granel,%20julio%20et%20al%20hacia
%20una%20teoria.pdf
Granel,J. (2008). Angustias y reacciones defensivas del accidentado y de su
terapeuta. Importancia en el tratamiento y en su prevención. Recuperado de:
http://www.unife.edu.pe/publicaciones/revistas/revistas_postgrado/TEMATICA
2008.pdf
Herrera Ordóñez , C. , González, C. I., Vargas, C. I., Conde , C. A. & Dallos
Arenales, M. (2005). Respuestas Fisiológicas y Psicogenética en el Trastorno
de Estrés Post-Traumático. Revista de la Universidad Industrial de Santander.
Salud, 37(1) 53-57.
Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=343835670006
Laplanche y Pontalis (2004) Diccionario de Psicoanálisis. Paidós, Buenos Aires
Laverde, E. (2004). El concepto de trauma psíquico: De lo excesivo a lo diferente.
Recuperado de:
http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/revfacmed/article/viewFile/43344/44
644
Lindner, J. (2000). El rol de la velocidad en la producción de accidentes de tránsito.
Recuperado de:
http://www.querencia.psico.edu.uy/revista_nro1/julio_lindner.htm
33
Losada, A y Latour, M (2012). Resiliencia. Conceptualización e Investigación en
Argentina. Psiencia. Revista Latinoamericana de Ciencia Psicológica, vol. 4,
núm. 2, 2012, pp. 84-97. Asociación para el Avance de la Ciencia Psicológica.
Buenos Aires, Argentina
Martín Ayala, J. L. & Paúl Ochotorena, J. d. (2004). Trastorno por estrés
postraumático en víctimas de situaciones traumáticas. Psicothema, 16(1) 45-
49. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72716108
Muniz, A. Compiladora (2002). Diagnóstico e intervenciones. Enfoques
Teóricos,Técnicos y Clínicos en la Práctica Psicológica. Tomo I Psicolibros-
Waslala.
Muniz, A. (2005) Conceptualizaciones acerca del diagnóstico y la intervención
psicológica. En: Muniz, A. Compiladora (2005) Diagnóstico e intervenciones.
Enfoques Teóricos,Técnicos y Clínicos en la Práctica Psicológica. Tomo III .
Montevideo. Editorial Psicolibros-Waslala.
Salazar, J. (2012). Accidentes automovilísticos y estrés postraumático. Recuperado
de: http://psicologojorgesalazar.blogspot.com.uy/2012_02_01_archive.html
Singer, F. (2011). Depresión y Depresividad. En Servicio de Atención Psicológica
Preventivo Asistencial. (2011). Voces de la Clínica. Montevideo: Psicolibros
Universitario.
Uriarte, J. (2013) La perspectiva comunitaria de la resiliencia. Psicología Política, Nº
47, 2013, 7-18
34