Maestría en Psicoanálisis Clínico Contemporáneo IPE

María del Rocío Rojas Ramírez

EL PORVENIR DE LA TERAPIA PSICOANALÍTICA DE SIGMUND FREUD

(1910)

En presente texto extrae las ideas principales de la conferencia dictada por Sigmund Freud en
Núremberg durante el segundo congreso privado que tuvo lugar el 30 y 31 de marzo de 1910.

El objetivo planteado por Freud en aquella conferencia consistía en manifestar que la búsqueda,
comprensión de los fenómenos psíquicos y la intervención terapéutica era constante, que tenía
además que ser ampliada en su campo de acción, agregando que la tarea era ardua y a
contracorriente.

Para Freud, el éxito de la tarea sería el resultado de la acción de tres factores:

 Progreso Interno.
 Incremento de autoridad.
 Efecto general de la labor.

Cuando Freud habla de progreso interno, se refiere al desarrollo de la teoría y de la técnica

psicoanalítica. La relación que se establece entre ambos es proporcional dado que los avances en
el conocimiento se reflejan en las modificaciones y progreso en la terapia, mencionando las
siguientes

a) Anteriormente se le apremiaba al paciente a que revelara todo, a diferencia de lo que ocurría en

la actualidad en el que la labor del médico consistía en proporcionar al paciente la representación
consciente provisional que le ayudase a encontrar por sí mismo una analogía de la representación
reprimida inconscientemente. La ayuda le facilitaría atravesar la barrera de las resistencias entre
lo consciente y lo inconsciente, pero agregaba que no es el único mecanismo, puesto que existe
uno aún más poderoso llamado transferencia.

b) Los sueños y la necesidad de continuar desarrollando su interpretación y simbolismo.

c) El progreso desde la aplicación del método catártico cuya finalidad era la explicación de los
síntomas al momento actual con el descubrimiento de los “complejos” (Jung) que surgen cuando
se vencen las resistencias.

d) La identificación de la contratransferencia y su importancia subrayando que ningún

psicoanalista llega más allá de lo que le permiten sus propios complejos y resistencias. En este
preciso punto establece la importancia de que todo principiante inicie su autoanálisis que deberá
ir profundizando si quiere tener la capacidad de tratar analíticamente a un enfermo.

Al referirse al incremento de la autoridad subraya su importancia diciendo que ésta se iría

logrando con el tiempo. La importancia subyace en el poder que ejerce la sugestión que emana el
ostentar una figura de autoridad dado que se encuentra relacionada con la confianza, aunque
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advierte que la sociedad no se apresurará a conceder la autoridad, puesto que opondrá la

resistencia derivada de la crítica que realiza el psicoanálisis en cuanto a la responsabilidad de la
misma como agente represor y causante de las neurosis.

El final de su conferencia está dedicado a comentar los efectos generales de la labor expresando
que es una labor única que no se encuentra en algún otro lugar, aunque lo compara con ciertas
fábulas en las que el poder de espíritus malignos queda conjurado al pronunciar su nombre,
similar situación que se da en la solución a la problemática de las psiconeurosis en las que una vez
puestas al descubierto la deformación sustitutiva de los instintos se observa la remisión de los
estados patológicos. En el anterior sentido asegura que los resultados obtenidos en la terapia
individual pueden extrapolarse a la colectividad, pero dedica un espacio para emitir una
advertencia señalando que no hay que olvidar que no es posible situarse ante la vida como
fanáticos higienistas o terapeutas, puesto que las neurosis tienen una función biológica protectora
cuya justificación social o ventaja no es subjetiva. Por ello reflexiona sobre las implicaciones de la
labor de descubrir el sentido de las neurosis tanto individual como socialmente. Es decir, aunque
advierte las ventajas de la existencia de las neurosis también recalca que son un daño social e
individual señalando que es un deber continuar con la labor psicoanalítica.