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Carrera Medicina
Asignatura Responsabilidad social universitaria
Grupo C
Docente Jorge Isaac Callao Guzmán
Periodo Académico II-2023
Subsede La Paz
Copyright © 2023 por (Miriam, Johana, Maxwell, Milene.) Todos los derechos reservados.
Título: Gestión de impactos en la responsabilidad social
Autores: Miriam C., Johana C., Maxwell F., Milene L.
RESUMEN:
ABSTRACT:
Impact management in social responsibility emerges as a central concern in the current social
landscape. This multidisciplinary study addresses specific challenges in local contexts such as
Peru and Bolivia. Impacts such as blockades, demonstrations, political series, economic
disruptions and environmental challenges are identified. Key strategies include preventive
measures, proactive communication, financial resilience and sustainable approaches. Citizen
participation and social innovation are highlighted as crucial. SR is not only linked to mitigating
negative impacts, but also to creating positive value. Transparent communication, collaboration
and adaptability are presented as fundamental. Despite the challenges, opportunities for
continuous improvement and innovation are identified. In conclusion, impact management in
social responsibility demands comprehensive and proactive strategies, recognizing the
complexity of the business environment and the importance of constant participation and
adaptation.
INTRODUCCIÓN
contexto empresarial contemporáneo, donde las organizaciones reconocen cada vez más su papel
no es simplemente una opción, sino una necesidad imperante para un desarrollo sostenible y
ético.
Esta investigación se adentrará en los mecanismos y prácticas que permiten a las organizaciones
anticipar, evaluar y gestionar de manera efectiva los impactos de sus acciones en aspectos
teóricos que permitan no solo cumplir con las expectativas éticas y normativas, sino también ser
una contribución esencial para avanzar hacia modelos más responsables y sostenibles, alineados
Objetivos
● Objetivo general
- Fundamentar los diversos impactos que afectan en la responsabilidad social.
● Objetivos específicos
- Identificar los impactos sociales que influyen en la responsabilidad social.
- Analizar los efectos positivos y negativos en los impactos sociales que influyen en la
responsabilidad social
- Comparar los efectos en los impactos sociales y determinar una estrategia que influya
positivamente en la responsabilidad social.
Justificación
La gestión de impactos en la responsabilidad social es un campo de estudio y práctica
esencial en la actualidad, pues las organizaciones enfrentan cada vez más presiones para ser
social y ambientalmente responsables. La necesidad de entender y abordar los impactos que
generan en la sociedad y el medio ambiente es crucial para garantizar un desarrollo
sostenible y una contribución positiva a la sociedad.
Además, este trabajo tiene como finalidad generar conciencia sobre la importancia de
asumir la responsabilidad social como parte integral de la estrategia corporativa. La gestión
adecuada de los impactos sociales y ambientales no solo contribuye al bienestar de la
comunidad y el medio ambiente, sino que también puede generar ventajas competitivas y
fortalecer la reputación y la percepción positiva de la empresa por parte de los diferentes
grupos de interés.
En un contexto global, las empresas y organizaciones están cada vez más comprometidas
con la responsabilidad social, reconociendo su papel en la sociedad y el impacto que generan
en diversos ámbitos. La gestión de estos impactos se presenta como un componente clave
para garantizar que las acciones de una organización sean coherentes con los principios
éticos y sostenibles.
Planteamiento de hipótesis
La gestión eficaz de impactos en la responsabilidad social contribuye significativamente a la al
desarrollo social y la implementación efectiva de prácticas de responsabilidad social en gestión
de impactos sociales se traduce en una mejora significativa para un mejor desarrollo social.
Una evaluación del impacto social es un proceso de investigación, planificación y manejo del
cambio o consecuencias sociales (positivas y negativas, previstas y no previstas) que surgen de
las políticas, planes, desarrollos y proyectos (PNUMA, 2007)
Las manifestaciones y protestas sociales en los países de América Latina se han mantenido como
una constante durante las últimas décadas, al igual que las respuestas por parte de los Estados a
este fenómeno: el uso de la fuerza de forma desproporcionada y no focalizada, la realización de
acciones destinadas a desincentivar la participación ciudadana o la criminalización de la protesta
social y de los defensores y defensoras de derechos humanos, forman parte de los medios que
utilizan los Estados para desarticular los movimientos sociales.
Una de las manifestaciones recientes y con mayor influencia en estos últimos años en el Perú fue
la que se desató a partir del 4 de enero de 2023 hasta el 5 de marzo de 2023, tras un período de
tregua, de las protestas que se venían dando en el país desde diciembre de 2022 luego del
autogolpe de Estado fallido del presidente Pedro Castillo y su posterior destitución y arresto.
Estas fueron convocadas por la Coordinadora Macro Regional del Sur una organización afiliada
a la izquierda política conformada por diversos dirigentes de departamentos ubicados al sur del
país en una asamblea realizada el 28 de diciembre de 2022, asamblea donde, además, se acordó
exigencias de índole política. A esta convocatoria se unieron diversas organizaciones sociales de
izquierda y afines. Estas protestas fueron calificadas, por medios como Infobae y Semana
Económica, además del exministro del Interior Rubén Vargas, como la «segunda ola».
La mayoría de las manifestaciones se realizan en el sur del país en contra del gobierno de Dina
Boluarte así como en contra de los representantes ante el Congreso de la República. Aunque
inicialmente se planteó una plataforma de lucha con objetivos a cumplir, con el tiempo estos
objetivos fueron variando priorizándolos la renuncia de Boluarte, el adelanto inmediato de
elecciones generales, el cierre del congreso y un referéndum para una asamblea constituyente,
siendo el pedido de liberación de Pedro Castillo un pedido más afín a colectivos y
organizaciones más cercanos al expresidente. Además, se realizaron vigilias para exigir justicia
para las víctimas reportadas en los enfrentamientos con la policía.
Durante las protestas se han reportado, por parte de los manifestantes, ataques a la propiedad
privada y pública (sedes judiciales, comisarías, etc.), intentos de toma de aeropuertos, bloqueo de
vías para inducir el desabastecimiento en Lima y extorsión. Por el otro lado, se ha denunciado el
uso desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas del orden, a la par que racismo y
discriminación. El Banco de Crédito del Perú advirtió que la persistencia de esas protestas
conllevaría a un menor PBI anual.
Una nueva etapa de las manifestaciones surgió a mediados de 2023, con el apoyo de
organizaciones políticas de centro. Destacó la tercera Toma de Lima.
Por otro lado, según el diario EL PAÍS, en Bolivia este último mes los sindicatos de mineros del
oro de Bolivia protagonizan violentas jornadas de protesta en La Paz, la capital administrativa de
Bolivia, para lograr varias demandas. La principal es la anulación de la resolución que les impide
trabajar legalmente en las áreas protegidas del país, en particular en el Madidi, el parque con
mayor biodiversidad de flora y fauna del mundo.
recurrirá, tras las manifestaciones urbanas, al “bloqueo de caminos”, tradicional método de lucha
de los sindicatos bolivianos.
El presidente Luis Arce, que estos días cumple su tercer año en el poder, discursó, en un acto
militar coincidente con las protestas, que la Armada boliviana tiene el deber de impedir la
minería ilegal del oro. Para la explotación de este metal se usan dragas que navegan los ríos
donde se presentan las mayores oportunidades mineras.
La policía dispersó a los manifestantes mineros con agentes químicos y detuvo a varios
temporalmente. La impresión de algunos sectores de la población es que las autoridades no
ponen suficientes límites a las cooperativas mineras, que constituyen una importante fuerza
política ligada a los gobiernos del Movimiento al Socialismo. La FECMABOL articula a unas
mil cooperativas y cuenta con más de 80.000 afiliados, y solo equivale al 5% de todas las
cooperativas, auríferas y dedicadas a otros minerales, que existen en el país. Aunque este tipo de
empresas nació para hacer minería de supervivencia tras el cierre de las grandes mineras estatales
en los años 90, en tiempos del neoliberalismo, se ha convertido, impulsado por dos décadas de
altos precios de los minerales, en una realidad muy compleja, en la que conviven mineros
artesanales con millonarios que explotan mano de obra asalariada bajo el disfraz del
cooperativismo, pues este les permite eludir el impuesto a las utilidades y otros gravámenes. Los
grandes inversionistas del oro suelen ser chinos y colombianos.
Una de las demandas de la movilización de mineros es la aprobación de un código tributario que
establezca un aporte fijo anual de 4,5% de la producción. El Gobierno quiere que este impuesto
sea de 7%, para beneficiarse un poco más de la “fiebre del oro” que mueve a Bolivia desde hace
algunos años y que hasta ahora ha sido una fiesta exclusiva de las cooperativas. En 2022, estas
exportaron 3.000 millones de dólares. Con esta cifra, el oro se convirtió en la principal
exportación boliviana, un poco por delante del gas y el zinc, y mucho más que la soya. Dos
causas explican este auge: el precio internacional, que se ha duplicado en la última década. Un
kilogramo costaba alrededor de 30.000 dólares en 2013 y ahora se encuentra en torno a los
60.000 dólares. Y la sencillez de explotar oro aluvional, que solo necesita dragas y fuerza física
para mover la tierra y cernirla y, luego, mercurio, que se vende libremente en Bolivia, para
separar el metal del material rocoso al que viene adherido.
2.2.2.2. Política
Según el diario el comercio (2023), en Latinoamérica se produce constantemente una amenaza a
las democracias presidencialistas ya los gobiernos se componen sin mayoría parlamentaria y que
se establezca una dinámica de confrontación que haga ingobernable el sistema. Durante el primer
gobierno de Fernando Belaunde, el Perú fue un ejemplo emblemático de ello, con Consejos de
ministros que duraron seis, cinco, cuatro y tres meses, y con diez ministros censurados. Por esta
razón, la Constitución de 1979 estableció que el Ejecutivo podía disolver la Cámara de
Diputados si ésta censuraba a más de tres Consejos de ministros. En la práctica, la percepción
que se tenía era que se trataba de una disposición simbólica, de modo que la Constitución de
1993 las redujo a dos.
Si bien los gobiernos de Toledo, García y Humala no contaron con mayorías parlamentarias
propias, lograron construir mayorías mediante coaliciones formales e informales, que
permitieron cierta estabilidad y continuidad institucional. En general, en toda América Latina, la
construcción de coaliciones permitió superar el riesgo del gobierno dividido en nuestros
presidencialismos. Esto revela que la voluntad y capacidad de concertar es clave para la
gobernabilidad democrática, más allá de las normas y los diseños institucionales que, si se
quieren romper o “interpretar creativamente”, siempre es posible hacerlo.
En nuestro país, el artículo 134 de la Constitución, referido a la disolución del Congreso, y el
113, a la vacancia de la Presidencia, no habían sido objeto de un escrutinio minucioso hasta el
2016. La amenaza de decretar la vacancia del presidente Kuczynski, estirando la interpretación
del 113, forzó su renuncia en marzo del 2018. En realidad, hasta ese momento, el Ejecutivo
parecía relativamente desarmado frente al poder del Parlamento. Ese balance se equilibró con la
sentencia del Tribunal Constitucional de noviembre del 2018, que estableció que “la cuestión de
confianza que pueden plantear los ministros ha sido regulada en la Constitución de manera
abierta, con la clara finalidad de brindar al Poder Ejecutivo un amplio campo de posibilidades en
busca de respaldo político por parte del Congreso, para llevar a cabo las políticas que su gestión
requiera”.
Esa interpretación es la que permitió al presidente Vizcarra disolver el Congreso en septiembre
del 2019, cuya constitucionalidad fue refrendada por el TC en enero del 2020, al declarar
infundada la demanda competencial interpuesta por el presidente de la Comisión Permanente del
Congreso disuelto. El que Vizcarra haya podido disolver el Congreso elegido en el 2016 y dar
lugar a la formación de uno nuevo en enero del 2020 no implicó, por supuesto, que se consolida
en el poder, y fue víctima de una vacancia, basada en una interpretación del 113 un tanto
arbitraria, pero ya legitimada en la práctica, en noviembre de ese año.
El conflicto entre poderes reapareció con el presidente Castillo, período durante el que la
“creatividad interpretativa” llegó al máximo, tanto por parte de quienes buscaban los votos para
encontrar cualquier manera de apartar al presidente del poder (apelando al argumento de la
“traición a la patria”, por ejemplo), como por parte de quienes buscaban desde el Ejecutivo
propiciar el cierre del Congreso, lo que terminó en el fallido intento de golpe de Estado. Pero el
Parlamento cambió radicalmente las reglas de juego con la Ley 31355, de octubre del 2021, que
“desarrolla el ejercicio de la cuestión de confianza” y que, en la práctica, limita sustancialmente
su ejercicio.
Desde entonces, y más desde la caída de Castillo, en el Parlamento se ha consolidado una
mayoría que, entre otras cosas, parece seguir la lógica de defender las prerrogativas
parlamentarias no solo frente al Ejecutivo, sino también frente al Poder Judicial, mellando el
equilibrio de poderes y poniendo en riesgo iniciativas anticorrupción. La inhabilitación de una
fiscal apelando al argumento de la infracción constitucional (cuando es la Junta Nacional de
Justicia la encargada de investigar y sancionar a fiscales y jueces) politiza ámbitos que deben
preservarse autónomos. Pasamos del riesgo de presidencias débiles al de Congresos arbitrados.
Del mismo modo que en Perú uno de los países afectados enormemente es Bolivia debido a la
disputa interna dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Bolivia, entre los simpatizantes
del mandatario Luis Arce y el ex presidente Evo Morales, alcanzó a la Confederación Sindical de
Comunidades Interculturales, culminando en enfrentamientos entre los bandos “arcistas” y
“evistas” en la ciudad de Sucre.
El congreso terminó en una pelea campal y con sillas volando de un lado a otro entre los grupos
en disputa. Hernán Ayllón, presidente de la Dirección Municipal del MAS, confirmó los
enfrentamientos y acusó a los llamados renovadores de provocar la división en el partido. El
dirigente pidió al presidente Arce “la unidad verdadera en base a la estructura política y el
presidente Evo Morales”.
2.2.2.3. Economía
El año 2020 fue una gestión extremadamente complicada para la economía boliviana. Tras los
conflictos sociales y políticos de octubre y noviembre de 2019, que finalmente desembocaron en
la ruptura del orden constitucional y la toma de mando del gobierno de facto, se inició en el país
un período de incertidumbre con importantes impactos en la economía y en la calidad de vida de
la población, incluso antes del arribo del COVID-19 en marzo; la llegada de la pandemia
profundizó este escenario.
En efecto, desde noviembre de 2019 se marcó la interrupción del Modelo Económico Social
Comunitario Productivo (MESCP) que había permitido al país registrar notables avances en sus
indicadores macroeconómicos y sociales, y destacarse por su positivo desempeño a nivel
regional, incluso en períodos de contexto externo adverso como el vivido en los últimos años
previos a 2020.
A su llegada al poder, el gobierno de facto asumió determinaciones de corte neoliberal y en
contra de los lineamientos y avances del MESCP, como la paralización de la inversión pública –
motor del crecimiento en los casi catorce años previos–, el ataque frontal a las empresas
públicas, medidas en contra del impulso productivo como la disminución de límites de cartera
productiva en el sistema financiero, entre otros, que tuvieron un impacto negativo en la economía
boliviana.
Así, durante el primer trimestre del año la economía se mostraba debilitada, con un crecimiento
cercano a cero, y un bajo desempeño en todos los sectores, destacándose especialmente el fuerte
retroceso del rubro de construcción, asociado a las decisiones del gobierno en relación a la
inversión pública.
A mediados de marzo llegó la pandemia al país, que fue previamente anunciada y alertada, y
sobre la cual el gobierno de turno no tomó previsiones. Así, a su arribo, el gobierno decidió la
aplicación de una cuarentena rígida que socavó la actividad económica, el empleo y los ingresos
de los bolivianos, sin considerar que una importante parte de la población dependía de sus
actividades diarias para su sostenimiento.
La pandemia del COVID-19 generó severas consecuencias para el país, se perdieron miles de
vidas, ante un sistema de salud colapsado, la insuficiencia de medicamentos y de insumos
médicos, la elevada especulación, y la ausencia de control y de medidas efectivas por parte del
gobierno de turno.
En ese escenario, en 2020 la economía boliviana mostró su más grande contracción desde 1953,
alcanzando una tasa negativa de 8,2% hasta noviembre, según cifras del Índice Global de
Actividad Económica (IGAE); con un fuerte desplome de la demanda interna –principalmente
incidida por el retroceso del consumo de hogares y de la inversión pública– y la caída de casi la
totalidad de las actividades económicas. Un hecho que destacó en la gestión fue que, a diferencia
de años anteriores en que el país resaltaba en las primeras posiciones de crecimiento económico
en la región sudamericana, en 2020 el retroceso de la economía boliviana fue entre los mayores
de la región.
Asimismo, se vieron afectados los indicadores externos, con descensos de 21,4% en las
exportaciones y 27,3% en las importaciones, asociados por una parte a la caída de la demanda
externa y a la contracción de la producción local, y por otro lado, a medidas gubernamentales
como la paralización de la inversión pública que emplea bienes de capital importados y la
paralización de la planta de urea que generó el significativo descenso de las exportaciones y el
fuerte incremento de las importaciones, afectando así no sólo al Estado por la pérdida de
ingresos, sino también al sector agrícola nacional demandante del fertilizante.
Turismo: El sector turismo fue uno de los más impactados por la pandemia. Tras caer casi 80%
en el 2020, el flujo de turistas receptivos no ha recuperado los niveles pre pandemia. Según datos
del Mincetur, en el 2022 solo arribaron 2 millones de turistas del extranjero, cifra totalmente
inferior a los niveles de antes de la pandemia. Y las cifras siguen lejos de su nivel pasado, en
enero de este año, el número de turistas receptivos fue 59% menor que en el mismo mes del
2020, periodo donde el mercado aún no había experimentado el impacto de la pandemia. Si bien
el turismo interno se ha ido recuperando, es esencial que el turismo receptivo vuelva a los niveles
del 2019, al ser el segmento que más ingresos aportan por las divisas internacionales. Con el
avance de las manifestaciones, diversos países han emitido alertas para que sus turistas no viajen
al Perú, lo que ha empezado a afectar el flujo normal de turistas. Países como Estados Unidos,
México o Argentina han emitido este tipo de alertas. Las alertas ya han tenido resultados. Hoy
grandes activos turísticos como Machu Picchu y Ollantaytambo están cerrados por culpa de las
manifestaciones, lo que ha generado una contracción de la demanda bastante preocupante. En
Cusco —nuestro principal destino turístico—, el 90% de las reservas turísticas hasta fines de
marzo han sido canceladas. Las cancelaciones se expandirán a más regiones del país. Según
Gestión, las reservas del turismo receptivo para destinos como Puno, Arequipa, Ica y Piura han
sido canceladas. El impacto no se limita a la demanda turística sino también a su infraestructura.
Aeropuertos clave para el flujo turístico como el de Arequipa y Juliaca han sido dañados por
algunos vándalos durante las manifestaciones. Por otro lado, aeropuertos secundarios como el de
Andahuaylas han sido completamente destruidos. En un momento en el cual era clave seguir
desarrollando la infraestructura aeroportuaria para mejorar la conectividad, el daño causado por
las manifestaciones es un golpe duro para el sector.
Agricultura: El sector agrícola no es ajeno a las protestas. El cierre de carreteras realizado por
los manifestantes paralizó la cadena logística del sector que contiene alimentos dedicados para el
consumo interno y la agroexportación. En el caso del consumo local, el impacto se ha visto más
pronunciado en la inflación del mes de enero. Por otro lado, en lo que va del 2023, las pérdidas
de la agroexportación superan los US$150 millones, según la Asociación de Productores
Agrarios del Perú (AGAP). La situación también impacta la posición de las empresas
agroexportadoras en el extranjero. Según un artículo de DFSud —portal de noticias que
pertenece al Grupo DF (Diario Financiero) de Chile—, algunos productos de los que exportamos
están siendo reemplazados por sustitutos de países competidores como Chile, Argentina,
Colombia y Sudáfrica. En tanto, diversas empresas tuvieron que suspender sus operaciones por
falta de capacidad de almacenamiento.
Minería: El sector minero ya venía golpeado desde el año pasado, periodo en el que el PBI por
minería no registró crecimiento. Las constantes protestas a mineras como Las Bambas, Hudbay y
Glencore (minera Antapaccay) llevaron a que la producción minera no se dé con normalidad. Por
ejemplo, la minera Las Bambas estuvo paralizada por más de 50 días en el 2022, ello no hizo
más que generar una producción deficiente, en un año en el que los precios de los commodities
estaban elevados. Para este año se proyectaba un crecimiento de 8.6% para el PBI minero, sin
embargo, las protestas han complicado el objetivo. Al igual que en algunos momentos del año
pasado, las protestas han generado disrupciones en la actividad minera. Según un artículo de
Bloomberg Línea, la escasez de algunos suministros claves para la producción minera -
ocasionada por la interrupción de la cadena logística por parte de los manifestantes- ha obligado
a que Las Bambas disminuya a 20% su capacidad de producción. La empresa afirma que el si la
situación no cambia, volverán a paralizar sus operaciones en los siguientes días. Las Bambas no
es el único caso. Antapaccay -mina operada por Glencore- es otra que se ha visto obligada a
paralizar sus operaciones. Según Bloomberg Line, cada día que la minera permanece cerrada la
región de Cusco deja de percibir más de S/2.5 millones en canon. En tanto Cerro Verde, mina
ubicada en Arequipa, ha tenido que reducir su producción en un 15% por la falta de suministros
para la explotación.
Inflación: Los bloqueos en diversos puntos del país han impedido el abastecimiento normal de
alimentos, lo que ha generado un alza en el índice de precios de dichos productos. El índice de
precios al consumidor de la división de alimentos y bebidas no alcohólicas de los últimos 12
meses fue de 16.37%, cifra superior al 13.89% registrado en julio del año pasado, periodo en el
que la inflación llegó al pico anual de 9.28%. La presión es aún más fuerte en las regiones donde
se han concentrado las protestas. Algunos departamentos del sur como Puno o Arequipa han
superado los picos de inflación registrados en julio. En tanto, Puerto Maldonado -una de las
regiones más golpeadas por el bloqueo de los manifestantes- registró la inflación más alta del
último mes de enero. Si bien el Banco Central de la Reserva del Perú (BCRP) proyectaba que la
inflación podría volver al rango meta hacia el cierre de este año, las presiones globales sumadas
al impacto interno han cambiado este escenario. «La inflación que parecía estar cediendo y que
por ello el BCRP empezaba a espaciar las subidas, ahora se ve obligado a aumentar las tasas
porque hay un shock de oferta imprevisto. Va a ser muy difícil que el BCRP logre reducirla
inflación a 3% este año, eso va a pasar en algún momento del 2024″, explicó Castilla de Videnza
Instituto durante el Foro Panorama 2023 organizado por Amcham.
Inversión y PBI: La inversión privada ya venía golpeada desde el año pasado. Según el BCRP,
la inversión privada no creció en el 2022 pero se espera que crezca 1% este año. Otras
instituciones como Moody 's, Credicorp o Apoyo Consultoría estiman que la inversión privada
cayó el año pasado y este año no cambiaría mucho el escenario. Las estimaciones se han
realizado antes de las protestas por lo que se podría esperar un peor escenario dada la mala
imagen que está dejando el país a nivel internacional. Sectores hoy completamente detenidos
como la minería o la agricultura, podrían esperar una menor inversión dada la alta incertidumbre
en cuanto a sus operaciones. Por otro lado, en caso las protestas se mantengan, el Perú tiene el
riesgo de perder la clasificación crediticia. En octubre, la agencia Fitch Ratings cambió la
perspectiva de Perú de estable a negativa; en diciembre, S & P se sumó al cambio de perspectiva
una vez iniciaron las protestas. Esta semana, Moody 's también cambió la perspectiva del país de
estable a negativa. Las tres calificadoras coincidieron en que las protestas y el riesgo de perder el
orden institucional son los factores que explican el downgrade. La decisión se dio pesé a las
fortalezas macro que tiene el país. «La clasificación mide la capacidad de pago y la del Perú es
envidiable hoy en día. El tema en el corto plazo no va por ahí sino en que no hay la capacidad
para gobernar a un país ni para llegar a acuerdos para asegurar un crecimiento económico. Esa
capacidad mermada puede afectar eventualmente la capacidad de pago», explicó Castilla. Hay
más sectores que se han visto impactados por las protestas. Actividades como servicios y
transporte también se han visto afectados por las protestas. Además, regiones que concentran
gran parte de las protestas violentas como Cusco y Puno representan 10% del PBI mientras que
el sur llega a representar el 20%. A medida que las manifestaciones se mantengan y las
actividades económicas no se puedan realizar con la frecuencia normal, el crecimiento se verá
más debilitado.
2.2.2.4. Ambiental
El 18 de enero de 2023 ocurrió un derrame de petróleo por la ruptura de tubería del Oleoducto
Nor peruano (ONP) en el kilómetro 389 del tramo II, localizado en el sector Shawit, distrito de
Santa María de Nieva, Provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas. ¿Por qué la noticia de
este derrame no ha recibido la atención de los medios de comunicación que sí han recibido otros
eventos similares ocurridos en la costa del país?
El ONP tiene una extensión de 854 km de extensión y se extiende a lo largo de las regiones de
Loreto, Amazonas, Cajamarca, Lambayeque y Piura, donde está localizado el Terminal Bayóvar.
En un estudio reciente, se señala que entre los años 2000 y 2019, ocurrieron 474 derrames de
petróleo a lo largo del ONP (León & Zúñiga, 2021). Ese número de derrames es preocupante y
hace necesario buscar las razones de dichos derrames. Aunque en muchos casos se debe a que
Petroperú, empresa responsable de la administración del ONP, no asigna los recursos necesarios
para el mantenimiento periódico de la infraestructura; en otros casos, la afectación de la
infraestructura ha sido intencional, con el objetivo de llamar la atención sobre la problemática
que enfrentan ciertos grupos sociales en la zona y en el país en general. De acuerdo con la
información disponible, el daño al ONP ocurrido el 18 de enero fue intencional y ocasionado en
el marco de las protestas que están ocurriendo a lo largo del país por razones políticas. Aunque
las demandas de quienes atacan la infraestructura pública (o privada) pueden ser legítimas, la
afectación de bienes no debe ser aceptada ni disculpada, ya que el daño ocasionado afecta
justamente mucho más a quienes menos tienen.
La ocurrencia de este derrame en Amazonas obtuvo mucha menos visibilidad en los diarios,
redes sociales y medios de comunicación, que el derrame de petróleo ocurrido en las costas del
Callao, el 15.01.2022. Claramente, las dimensiones del derrame ocurrido en Amazonas no son
las mismas que el ocurrido en el Callao, considerando el espacio geográfico afectado, así como
la población perjudicada. Sin embargo, existen impactos negativos en el ambiente y en la
población de las más de 30 comunidades que viven en el distrito de Santa María de Nieva y que
han visto afectados sus medios de vida.
¿Por qué los frecuentes derrames en la Amazonía no generan tanto interés, preocupación o
condena en el país en comparación a los derrames que ocurren en el mar? Una razón bastante
simple es que se piensa que los impactos son menores porque el derrame ocurre en un espacio
geográfico específico y que el petróleo no fluye o se esparce rápidamente, a diferencia de los
derrames ocurridos en el mar. Otra razón es que al existir una baja densidad poblacional en
regiones como Amazonas (9.66 habitantes por km2) comparación a las ciudades costeras como
Lima Metropolitana (3209 hab/km2) o Callao (6766 hab/km2), se piensa que el impacto en la
población va a ser pequeño.
Es ahí donde radica el error de no visibilizar y atender oportunamente a quienes se ven afectados
en la Amazonía por este tipo de derrames. En primer lugar, al ocurrir los derrames en espacios
ligeramente confinados, donde el agua fluye de manera más lenta, los servicios ecosistémicos se
ven afectados profundamente. En principio, los recursos pesqueros, la flora y fauna existente en
la zona, el cauce de los ríos y el suelo de las zonas del derrame se ven profundamente afectados y
los impactos pueden durar meses o años, dependiendo de la dimensión del derrame y del tiempo
en el cual se realizan las actividades de limpieza y remediación. Por ejemplo, un reporte de
INDECI (INDECI, 2023) señala que recién el 26.01, las diferentes instituciones involucradas en
el proceso de atención a la emergencia (OEFA, Municipalidad de Condorcanqui, Ministerio de
Cultura, Red de Salud Condorcanqui – MINSA, INDECI, representantes de las poblaciones de la
zona) acordaron dar facilidades y garantías a Petroperú para instalar una grapa en el punto de la
falla en el tramo del kilómetro 389 del ONP, que es la solución aplicable en estos casos para
detener el derrame. Este acuerdo llegó 8 días después de iniciado el derrame, con lo cual los
impactos ambientales negativos en la zona son mucho mayores a los que se hubiera tenido si se
hubiera atendido rápidamente.
De otro lado, es un error pensar que el impacto del derrame es menor por la baja densidad
poblacional existente en la zona, ya que debe reconocerse que la población no habita de manera
uniforme en el territorio y por tanto, existen zonas en la Amazonía de alta densidad poblacional
(aunque claramente no comparable con zonas mucho más urbanizadas de la costa), que se
pueden ver afectadas. Incluso, aún en el caso que el número de pobladores afectados sea
pequeño, se debe reconocer que este tipo de derrames impacta negativamente en todo el ciclo
vital de la población indígena: afecta sus fuentes de agua para actividades cotidianas; daña su
fuente de alimentos al contaminar los ríos y las zonas donde tiene cultivos; afecta sus medios de
transporte, porque en algunos lugares, el medio más utilizado para transportarse es el fluvial;
también existen impactos en salud, desde daños en la piel, hasta por el consumo de agua
contaminada (Rivera-Parra, Vizcarra, Mora, Mayorga, & Dueñas, 2020). Entonces, debemos
visibilizar estos impactos y reconocer que los derrames de petróleo que ocurren en la Amazonía
no pueden soslayarse, sino más bien el Estado debe tomar acciones que reduzcan las
probabilidades de ocurrencia, a través de mejoras en la frecuencia del mantenimiento de la
infraestructura, mayor comunicación con las comunidades de la zona, para atender sus
necesidades y así evitar situaciones de conflicto.
Respecto a la demora en tomar medidas para la remediación, es necesario seguir abogando
porque las instituciones y la población reconozcan que lo más importante frente a un derrame de
petróleo es detener el flujo lo más pronto posible y así reducir los potenciales impactos negativos
En Bolivia, uno de los mayores desastres del país fue la quema de miles de hectáreas en el
departamento de Beni, en la Amazonía, se han quemado cerca de dos millones de hectáreas.
Expertos advirtieron sobre un ascenso de las temperaturas hasta el domingo
Los incendios no ceden en la región agrícola de Santa Cruz y la ganadera de Beni, las más
afectadas de Bolivia, mientras el servicio de meteorología emitió una alerta por una ola de calor
y fuertes vientos hasta el fin de semana.
“En Beni mientras vamos apagando los incendios aparecen otros”, informó el jueves el
viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
Recientemente la gobernación de ese departamento en la Amazonía declaró el desastre por la
sequía y los incendios “incontrolables” para poder canalizar ayuda económica. El gobernador,
Alejandro Unzueta, señaló que en Beni se han quemado cerca de dos millones de hectáreas, en su
mayoría de pastizales.
Calvimontes señaló que, en la localidad de Rurrenabaque en Beni, se ha reforzado la lucha
contra los incendios y que al momento el fuego no es peligroso y se está llevando ayuda. Pero
indígenas y autoridades locales han señalado que los insumos no llegan a todas las comunidades
afectadas. Además, el fuego aún no ha sido controlado y está cerca de al menos tres
comunidades.
Santa Cruz, el motor agrícola de la nación andina, mantiene la alerta roja por el incremento de
los incendios y se realizan patrullajes para prevenir que se produzcan nuevos.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología emitió una alerta por un ascenso de las
temperaturas hasta el domingo. “El ascenso de temperaturas máximas estarán por encima de su
promedio, con probabilidad de alcanzar temperaturas de 38ºC y 44ºC”, informó la institución en
un comunicado.
Los incendios forestales son habituales hasta mediados de octubre, pero por la época seca han
continuado en noviembre. Según la ONG Greenpeace, este jueves se registraron más de 500
focos de calor en el país. En lo que va del año se quemaron alrededor de 2,9 millones de
hectáreas, de acuerdo con información de la Autoridad de Bosques y Tierras, pero organismos y
activistas ambientales señalan que el área quemada es mayor.
Por otra parte, el gobierno boliviano informó el jueves 16/11/23 de la detención de 51 personas
vinculadas a la provocación de incendios en el país que están afectando a las áreas protegidas.
Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno (Interior), explicó en una rueda de prensa que los
arrestados no están vinculados a la minería ilegal, pero que están siendo investigados por generar
incendios por “móviles económicos” y políticos.
El ministro manifestó que en las últimas horas capturaron a dos personas que fueron encontradas
en “flagrancia” prendiendo fuego entre la zona norte del departamento de La Paz y la amazónica
Beni. Ambos están siendo investigados por incendio y otros estragos y no se descarta ampliar los
delitos por biocidio.
Del Castillo agregó que algunos de los aprehendidos no viven cerca de los lugares donde hay
incendios, una situación que llamó la atención. “Estas personas están dañando el medioambiente
y la salud de todo el pueblo boliviano”, enfatizó.
Las quemas e incendios forestales, así como los reportes sobre los niveles de contaminación del
aire llevaron a algunos legisladores y ambientalistas a exigir al gobierno de Luis Arce la
declaratoria de “desastre nacional”.
CAPÍTULO 3. Método
Tipo de Investigación
El presente trabajo de investigación bibliográfica es, descriptiva, no experimental y
retrospectiva.
Técnicas de Investigación
● Observacional: Revisión bibliográfica sin intervenir activamente.
● Estudio Fenomenológico: Ya que hemos comparado las situaciones que están
atravesando Perú y Bolivia.
● Estudio Etnográfico: Debido a que se realizó un análisis del comportamiento y hábitos
de distintos países (Perú y Bolivia).
● Estudio causal-comparativo: Permite conocer la relación causa-efecto por el tiempo en el
que ocurren.
NOVIEMBRE
ACTIVIDADES/DÍAS 22 23 24 25 26 27 28 29
Formación de equipo de trabajo
Elección de tema de trabajo
Búsqueda de información del tema elegido
Resúmenes de los artículos
Redacción de trabajo
Revisión de trabajo
Entrega de trabajo final
Política -En el contexto de Perú, las constantes discordias entre el No hay efectos
legislativo y el ejecutivo, en el gobierno de Pedro Castillo, positivos.
ahuyentaron las inversiones extranjeras debido a la
incertidumbre de no conocer que pasaría políticamente en el
país.
-En el contexto de Bolivia, la guerra política entre ‘arcistas’
y
‘evistas’ hacen que se tomen decisiones políticas los unos
con los otros.
Economía -En el contexto de Perú, el impacto más negativo en la No hay efectos
economía fue la pandemia del COVID-19 debido a que por positivos.
el aislamiento social las personas no podían trabajar más
que en su casa, lo que produjo mucho desempleo y el
aumento de la pobreza.
-En el contexto de Bolivia, el impacto se da debido a que sus
reservas se encuentran bajas y la deuda externa crece,
haciendo así que no se encuentre dólares en el país.
Ambiental -En el contexto de Perú, el fenómeno del niño está Los problemas
afectando la agricultura, disminuyendo así la producción de ambientales permiten
verduras y frutas, por lo que a su vez baja la importación y darnos cuenta de la
exportación, haciendo que el precio de los alimentos suba deficiencia del estado
debido a los escases. para hacer políticas
-En el contexto de Bolivia, los incendios forestales están serias para proteger el
matando a muchísima fauna y flora, a su vez están medio ambiente
contaminando el aire, haciéndolo incluso perjudicial para la
salud.
NEGATIVOS:
Bloqueos:
Manifestaciones:
Política:
Economía:
Ambiental:
Positivos:
RESPONSABILIDAD SOCIAL:
BLOQUEOS:
Prevención:
Implementar medidas preventivas para abordar problemas sociales que puedan desencadenar
bloqueos ilegales.
Establecer canales de diálogo para resolver disputas antes de que escalen a bloqueos
perjudiciales.
MANIFESTACIONES:
Comunicación Proactiva:
malentendidos.
POLÍTICA:
Gestión de Conflictos:
política.
ECONOMÍA:
Resiliencia Financiera:
Establecer fondos de emergencia y políticas para hacer frente a crisis económicas inesperadas.
AMBIENTAL:
Sostenibilidad:
Implementar prácticas agrícolas sostenibles para mitigar impactos del cambio climático en la
agricultura.
ENFOQUES TRANSVERSALES:
Participación Ciudadana:
Innovación Social:
Fomentar la innovación social para encontrar soluciones creativas y sostenibles a los desafíos
identificados.
Estas estrategias buscan abordar los impactos negativos identificados en cada área, promoviendo
en la responsabilidad social
CAPÍTULO 5. Conclusiones
A pesar de los desafíos, las problemáticas identificadas también presentan oportunidades para la
innovación social, la mejora continua y el fortalecimiento de la responsabilidad social.
Referencias
- Gómez M. (2021, 21 de octubre). Memoria de la Economía Boliviana 2020.
https://www.economiayfinanzas.gob.bo/node/7574
- Noceda W. (2023, 3 de febrero). El impacto de las protestas en la economía peruana -
AMCham News. AmCham News. https://amcham.org.pe/news/los-impactos-de-las-
protestas-en-la-economia-peruana/
ÍNDICE
CAPÍTULO I . Planteamiento del Problema................................................................................................................................................................................................... 5
Formulación del Problema.............................................................................................................................................................................................................................. 5
Objetivos......................................................................................................................................................................................................................................................... 5
Justificación..................................................................................................................................................................................................................................................... 5
Planteamiento de hipótesis.............................................................................................................................................................................................................................. 6
CAPÍTULO II. Marco Teórico........................................................................................................................................................................................................................ 6
Área de estudio/campo de investigación......................................................................................................................................................................................................... 6
2.2.1. Definición de gestión de impactos en la responsabilidad social............................................................................................................................................................ 7
2.2.2. Los impactos sociales y su influencia en la responsabilidad social....................................................................................................................................................... 7
2.2.2.1. Bloqueos y manifestaciones............................................................................................................................................................................................................... 7
2.2.2.2. Política.............................................................................................................................................................................................................................................. 11
2.2.2.3. Economía.......................................................................................................................................................................................................................................... 14
2.2.2.4. Ambiental......................................................................................................................................................................................................................................... 20
CAPÍTULO 3. Método.................................................................................................................................................................................................................................. 25
Tipo de Investigación.................................................................................................................................................................................................................................... 25
Técnicas de Investigación............................................................................................................................................................................................................................. 25
Cronograma de actividades por realizadas.................................................................................................................................................................................................... 26
CAPÍTULO 4. Resultados y Discusión......................................................................................................................................................................................................... 26
CAPÍTULO 5. Conclusiones......................................................................................................................................................................................................................... 30
Referencias.................................................................................................................................................................................................................................................... 31