Está en la página 1de 6

Informe: Voces del Este

Author(s): CARLOS EYMAR, Claus Montag, Grzymata-Siedlecki, Elena Zamfirescu and


André Erdos
Source: El Ciervo, Año 39, No. 470 (ABRIL 1990), pp. 16-20
Published by: El Ciervo 96, S.A.
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/40823431
Accessed: 08-08-2018 15:59 UTC

JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms

El Ciervo 96, S.A. is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to El
Ciervo

This content downloaded from 132.248.9.8 on Wed, 08 Aug 2018 15:59:18 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Voces del Este
"Senti la necesidad de contribuir a
desenmascarar el mal disimulado 1. En el proceso de cambio que están sufriendo los países dei Este, icree que
se tiene que producir una total identificación con los valores de Ia Europa occi-
sentimiento de superioridad occidentar,
dental: democracia, derechos humanos y economia de mercado?, y, en este sen-
escribe Carlos Eymar. Y por eso quiso
tido, icree que se puede hablar dei final de Ia historia?
hacer hablarua esos acusados, a esos
invitados dignos y discretamente pobres,
2. iQué función piensa que ejercen los nacionalismos en la construcción de Ia
como hidalgos, que arrastraban una
nueva Europa y cuálpodría ser a este respecto Ia principal aportación de su país?
enorme carga de historia y de derrotas?
en las intensas reuniones del encuentro
3. iQué actitud pediria a Ia Europa occidental en relación con su pais?
internacional sobre "Cambio y seguridad
en la Europa de los noventa* que la
Universidad Complutense y el Instituto
Ciência y Sociedad habían organizado en
Madrid. CARLOS EYMAR
Y asi planted) las preguntas que
figuran en recuadro de estas páginas a por Ia Universidad *** ^5r ^Jf Estonia Γ
algunos participantes procedentes de
diversos países del Este. En sus voces yOrganizado Complutense
Sociedad tuvo lugar en Madrid, y el Instituto Ciência
resonaban cuestiones malditas como dei 27 de febrero ai 2 de marzo, un en-
romanticismo o Dios. Y uno de ellos ai cuentro internacional sobre "Cambio y Se-
despedirse dijo efusivamente: u'Seamosguridad en la Europa de los noventa". Fue-
ron unos dias de reuniones intensas de Ia
idealistasr. Europa se abria a otras P i Polónia C^~^"~
voces, no menos europeas, las voces manana a la noche en los que represen- j R.D.A. Ι γ
del Este. tantes de la mayoria de los países euro- C ^JL^ γ J Ucrania
Carlos Eymar (Madrid, 1951) es peos y Estados Unidos pudimos debatir
sobre los problemas, suefios y riesgos que R.F.A. V^hecoslovaquiaV'^VJ
profesor asociado de Filosofia dei
Derecho en la Universidad Complutense.inciden en la construcción de Ia nueva Eu-
4i ^'^rr'jr>*~**^ 'Moldavia
Ha dedicado la mayor parte de sus ropa que se anuncia. ^p^AustriaT Hungria / Ί V
investigaciones ai tema de los derechos La nota más destacable dei encuentro
^^jr* r""^>^^~'C Rumanía V^J
humanos. Es autor de Karl Marx, crítico fue, sin duda, Ia amplitud de Ia represen-
Italia CvjU V^ |
de los derechos humanos y de La tación internacional y la perspectiva mul- Yugoslavia Ç^~S^fMa
Revolución Francesa y el marxismo tidisciplinar desde Ia que se abordaron Ias >O^ < *"*- ANe9r
debil, recientemente publicado por cuestiones. Como todo Congreso, se ini-
Tecnos. Preocupado por Ia construccióncio con una cierta frialdad motivada por el
Europa se abre a otras voces no men
europea, el desarme y el diálogo con losmutuo desconocimiento, por los compor- europeas: las voces del Este
países del Este, ha participado en tamientos rígidos y desorientados de los
colóquios y seminários internacionales yparticipantes en un marco de azafatas y
se ha diplomado en Derecho comunitárioauriculares de traducción simultânea. Sin cés y enfundada en su capa de Yv
por Ia Comisión de Ias Comunidades embargo, a medida que Ias ponencias se Laurent, me hizo notar el aire vetus
Europeas en Bruselas. Obtuvo el prémiofueron exponiendo y dieron origen a vivas modé y raido de algunos modelitos
Enrique Ferrán 1989 con un ensayo discusiones, a medida se fueron suce- representantes del Este. Recordé
sobre el fanatismo (E' Ciervo, diciembre diendo los parêntesis de café con pastas, putas de Socrates con los sofistas
de 1989). sesiones restringidas, comidas y largos so no es mejor la verdad que un
trayectos de autobus, el ambiente fue ga- túnica?
nando en calidez hasta culminar en un Senti la necesidad de contribuir a de-
emotivo adiós. Algunos de los numerosos
senmascarar ese mal disimulado senti-
asistentes hicieron notar Io insólito dei es-miento de superioridad erigido sobre el va-
pectáculo que ofrecían los representantes cio dei dinero o el diserto. Intenté hacer
soviéticos y norteamericanos bromeando
hablar a esos acusados, a esos invitados
y arropados por un nutrido conjunto de eu-
dignos y discretamente pobres, como hi-
ropeos que contribuían con sus carcaja- dalgos, que arrastraban una enorme carga
das a una imagen distendida y optimista. de historia y de derrotas. En sus voces,
Quizás abundo Ia retórica y muchos nostampoco exentas de retórica, resonaron
dejamos Nevar por Ia ilusión de que Ia Eu-algunas cuestiones malditas como roman-
ropa futura podría tener algo que ver conticismo o Dios. Cuando me despedi de An-
esa imagen multicolor de risas y banderas.dré Erdos, el representante de Hungria, me
Pêro Ia observación de una mujer que es- estrechó la mano efusivamente y me dijo:
taba sentada a mi lado me hizo ver los jSeamos idealistas! Pensé, con emoción,
peligros que entraria todo exceso de re- que ese era el único imperativo válido para
tórica. No sin malícia, esta joven intelec-
desaguar, como dice Canetti, el pântano
de la autosatisfacción occidental.
tual, con un suave eflúvio de perfume fran-

16 -El Ciervo /Abril -90

This content downloaded from 132.248.9.8 on Wed, 08 Aug 2018 15:59:18 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Vamos a desaparecer facilmente
República Democrática rentes. Los problemas nacionales de la
Alemana: Claus Montag Europa del Este son muy variados y no
admiten una solution única. Húngaros,
Montag es un alemán de as- servios, albaneses, alemanes, rusos de
pecto turco, de piei morena, pelo to- Besarabia, cada cual exige una respuesta
diferente. Los nacionalismos en todos los
talmente bianco, gafas y una amplia son-
risa. Nacido en 1 933, es doctor en Historia, lugares, y especialmente en Alemania,
experto en Estados Unidos, autor de nu- constituyen un elemento de fuerte presión
merosos libros y lector en las más impor- política y se pueden utilizar con fines im-
tantes universidades norteamericanas. perialistas. La única respuesta válida para
Actualmente es profesor de relaciones in- contrarrestar la presión de ese posible na-
ternationales en el Instituto de Relaciones cionalismo imperialista alemán está en la
unidad de Europa. Alemania del Este no
Internationales en Postdam Babelsberg
(GDR). está de acuerdo con esa unidad, pero
nuestra voz es muy débil, nosotros (lo dice
1 . Para Ilegar al socialismo democrático con una expresión médio irónica y melan-
queda aún un largo camino y por eso no cólica) vamos a desaparecer facilmente,
seamos realistas.
se puede hablar de fin de la historia. Europa
occidental quizá tenga que aumentar su
sensibilidad hacia los valores sociales. No- 3. En general, yo pediria a los países
sotros, por nuestra parte, desde noviembre de Ia Europa occidental una presión para
estamos buscando un camino, pero el te- que Ia unidad de Alemania fuera más lenta
rrible peso de nuestro pasado y la enorme y no tan precipitada. El tren marcha de-
diferencia que nos separa de Alemania Oc- masiado deprisa. Adernas, me gustaría que
cidental Io hacen muy difícil. se hiciera reconocer que Ia RDA tiene
muchísimos valores y factores positivos
2. Los nacionalismos constituyen un así como un enorme potencial de ri-
peligro, aunque tengan raíces muy dife- queza.

Elecciones en la Alemania Democrática


Buscando un camino

No queremos presentarnos
como mendigos
Polónia: Grzymata-Siedlecki
rra y la haga cambiar. Y, en aquél mo-
mento, esa tierra comenzó a cambiar.
Historiador dei Indudablemente la existência de ese Papa
polaco contribuyó
arte, un enamorado a todo ese cambiopor
de Varsóvia, que
Ia que combatió no
entuvo precedentes
la Segunda en la historia. Guerra
Mundial y sobre Ia que ha escrito una do-
cena de libros. Tiene el aire de sábio des- 1 . No se puede decir que los valores
pistado, con pelo y bigote canosos y unde democracia y derechos humanos hayan
gesto pícaro y simpático. Ya está jubiladosido descubiertos por Europa occidental.
y ha logrado pasar unas largas vacacionesPolónia aprobó su primera constitution
democrática hace doscientos anos. La lu-
en Alicante antes de regresar a su ciudad
natal. Cada palabra, cada pensamiento locha de Polónia por la libertad ha sido cons-
expresa con una firme convicción, con tonotante. La situation de los polacos en el
sonador y un gran entusiasmo nacionalis- mundo es un tanto curiosa, viven desper-
ta. Es miembro de Solidaridad y habla dedigados por el globo terráqueo en miles
Dios sin ningún pudor. Represento a unde colónias que se han constituído preci-
país -dice- que por su tamano ocupa el samente para luchar por la libertad. Po-
tercer lugar de Europa y que, sin embargo, lónia ha sido y sigue siendo una espécie
de bastion de la libertad. Uno de nuestros
a lo largo de los últimos doscientos anos
ha desaparecido dei mapa en dos ocasio-poetas decía:
nes. El 3 de junio de 1979 se produjo un El fuego abrasará y absorbera la
milagro en Polónia. Ese dia, Juan Pablo II, historia pintada
en la plaza de la Victoria de Varsóvia que Los tesoros serán abatidos y arra-
antano Ilevó los nombres de Adolph Hitler sados por caballeros armados
y de Stalin, pronuncio las siguientes pa- Pero el canto libre sobrevivirá por
labras: Que tu Espiritu fluya sobre esta tie- los siglos.
Lech Walesa
Una propuesta de solidaridad

Abril-90/EICiervO'17

This content downloaded from 132.248.9.8 on Wed, 08 Aug 2018 15:59:18 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Ese es el canto que ha sonado y está
sonando ahora mismo en Polónia. Mas no La desaparición dei mundo
nosotros-ellos
existe libertad sin solidaridad. Esa soli-
daridad interhumana e internacional siem-
pre ha sido proclamada por Polónia desdeno es el fin de Ia historia
el primer plan hasta el último discurso de
Walesa o Mazowiecki. Polónia vuelve a
Europa occidental, pero eso no significa
una identificación con algo ajeno sino, al
contrario, el reencuentro de Ia propia iden-
tidad ya que Polónia nunca se alejó de Eu-
ropa occidental por voluntad propia.

2. Podría hablarse de nacionalismos


positivos y nacionalismos negativos. Estos
últimos tienen una función disgregadora y
destructiva. Es evidente que en la Segun-
da Guerra Mundial el nacionalismo alemán
desempenó esta función destructiva aun-
que, hoy dia, Ia reunificación alemana no
pueda significar ya un renacimiento de ese
teutonismo agresivo. Igualmente podría
hablarse dei sentido negativo de algunos
nacionalismos de Ia URSS que, aunque
están fuera de Europa, podrían Negar a te-
ner para ella una influencia dramática. El
nacionalismo polaco es eminentemente
positivo. Polónia puede ser un garante de
Ia paz si fuese libre, independiente y tran-
Sacando Ia estatua de Lenin
quila; pero, para eso, no queremos que El fin del comunismo no es el fin de Ia historia
nadie decida sobre nosotros sin nosotros
y reclamamos un lugar en las conversa- Rumania: Elena Zamfirescu ciembre de 1989, como directora dei Cen-
ciones 2+4 que van a tener lugar. tro de Estúdios y Documentación dei Mi-
nistério de Asuntos Exteriores rumano. No
Zamfirescu (Bucarest, 1949) es
3. Una de las consecuencias del cam-
una filósofa que fue protagonistaobstante,
de su actividad en el periodismo in-
bio que estamos sufriendo en Polónia es
uno de los gestos más emotivos deltelectual
en- no evito su desinformación y su
que no queremos presentarnos ante Eu- cuentro. Antes de comenzar su diserta- horror antes Ias recientes imágenes de los
ropa occidental como mendigos. Cada vez ción, miro fijamente Ia pequena bandera hospícios ocultos por el regimen dei con-
se oyen más voces que quieren poner de ducator.
de su país que tenía frente a ella sobre Ia Ha sido muy alto -dice- el precio
manifiesto Ia enorme deuda histórica quemesa, Ia cogió y, ante el asombro de todoque hemos pagado por nuestra libertad y
Europa occidental tiene con Polónia. Yo el mundo, comenzó a rasgaria. Terminadaespero que en el futuro siempre Io recor-
pediria a todos los europeos ricos que en- demos.
Ia operación, la bandera apareció de nue-
tiendan nuestra situación, que no nos trai-
vo con un agujero en el centro, sin el es-1. La democracia, los derechos hu-
cionen, que inviertan en Polónia y que nos manos o el mercado no pueden conside-
cudo comunista. Este agujero, explico, es
ofrezcan Ia ayuda necesaria para Ia cons-
una ventana abierta por donde entrará enrarse valores occidentales con carácter
trucción de un futuro de esperanza en que
Rumania el aire de la libertad. Su gesto, exclusivo. Occidente no tiene el monopólio
el sol brille para todos. sobre esos valores, aunque hay que re-
unido a una leve agresividad feminista: "no
conocer
he venido aqui para decir las tonterias que que ha contribuído de forma de-
siempre se nos atribuyen a las mujeres", cisiva a su cristalización. En este sentido,
Europa occidental es admirable desde mu-
parecieron anunciar una fille terrible] sin
embargo, pronto el espectáculo fue sus- chos puntos de vista, sus formas políticas,
tituido por los serenos cauces de un dis- sus logros científicos, el arte, Ia literatura,
curso preciso, adornado por alguna cita de son un innegable polo de atracción para
Malraux o Cocteau. Me confesó que du- nosotros. Pero el que nosotros tratemos
rante los anos más duros de Ceaucescu de realizar muchos de esos valores o que
logro sobrevivir intelectualmente gracias alreconozcamos su universalidad, no signi-
fica que haya que hablar dei fin de Ia his-
estúdio de Io que pasaba fuera de su país.
Pudo salir de allí, durante un ano, con una
toria tal y como Io hace Fukuyama. La de-
saparición dei mundo nosotros-ellos no
beca Fullbright a Ia Universidad de Chi-
conlleva, sin más, el fin de Ia historia sino,
cago y, adernas, pudo publicar libros como
ai contrario, Ia apertura de un nuevo ca-
Ia Nueva Izquierda entre Ia constestación
y la revolution (1982) o los Nuevos movi-pítulo de Ia historia europea y universal. El
mientos sociales en los países occiden- ser consciente de esto implica una enorme
responsabilidad política, significa darse
tales (1989). Durante três anos dirigió Ia
revista de Teoria Política justo antes decuenta de que el siglo xxi será democrático
desempenar su actual cargo, desde di- o no será y de que aún queda mucho para

18-EICiervo/AbrH-90

This content downloaded from 132.248.9.8 on Wed, 08 Aug 2018 15:59:18 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Negar a esa meta.
1. En el proceso de cambio que están sufriendo los países del Este, icree que
En especial me preocupa la absoluti-
se tiene que producir una total identificación con los valores de Ia Europa occi-
zación que parece darse en Occidente del dental: democracia, derechos humanos y economia de mercado?, y, en este sen-
valor del consumo. Evidentemente aunque tido, icree que se puede hablar del final de la historia?
admire, como antes he dicho, Ia cultura
occidental, no idealizo su situación y veo 2. iQué función piensa que ejercen los nacionalismos en la construction de la
como ese espíritu consumista incide ne- nueva Europa y cuálpodría ser a este respecto la principal aportaciôn de su pais?
gativamente en el sentimiento de solida-
ridad humana y en la agudización de mu- 3. iQué actitud pediria a la Europa occidental en relación con su pais?
chos problemas sociales. Hay mucho que
trabajar en ese aspecto y eso es una prue-
ba más de que estamos muy lejos dei fin
de Ia historia. Sin embargo soy optimista
y veo que muchos movimientos sociales,
especialmente jóvenes inspirados por va-
La política sobre nacionalidades
lores postmaterialistas, tendrán una in- es una aportaciôn a Europa
fluencia muy benéfica en la Europa dei fu-
turo. Hungria: André Erdos dos en sus misiones diplomáticas de Ra-
2. He vivido en Rumania durante los bat y New York. También habla el alemán

anos en que el nacionalismo ha sido uti- Erdos es un diplomático de ca- al que está obligado por ser jefe de la de-
lizado como instrumento de Ia dictadura rrera con una amplia experiência legación húngara en la CSCE de Viena, y
para someter a Ia población y, por esa ra-profesional. Inspira un cierto respeto ini-
coquetea con el castellano, que pronuncia
zón, siempre veo con mucha cautela cual- cial sin duda impuesto por su experiência correctamente. Esta versatilidad linguísti-

quier manifestación nacionalista. Consi- protocolaria y la costumbre de dar ordenes ca refleja una mente abierta y plural de
dero que el nacionalismo entrana una dado su rango de embajador. Afortuna- forma que en nuestra conversación se
damente, una vez roto el hielo del forma- producen rápidos trânsitos del estalinismo
amenaza real para la unidad europea y creo
lismo, paseando con él amigablemente por o de los últimos films soviéticos a Lukácks,
que los países dei Este debemos hacer los
mayores esfuerzos para evitar esas ex-Ia Gran Via madrilena, se manifiesta con Bártok o Kodaly pasando por los gitanos,
plosiones nacionalistas. una personalidad mucho más afable y ve- Velázquez o Don Quijote.
En cuanto ai papel de Rumania creo que,hemente. No puede evitar, por su condi-
ción de representante de Hungria ante Ia
aunque su influencia es menor que en la 1. Todos esos valores que persegui-
de otros países dei Este como por ejemploCSCE, hablar como portavoz oficial de su mos hoy son valores universales. Defen-
Hungria, no se puede desconocer su apor- país. Sin embargo, otras veces, introduce demos la tesis de que no existen derechos
tación a Ia cultura europea. De Rumania en la conversación la primera persona para humanos de oriente y de occidente y de
decir, por ejemplo, yo soy pacifista. Crée
han salido grandes monstruos de Ia cul- que no puede hablarse de democracias
en la no muy lejana disolución de los blo-
tura como Cioran, Mircea Eliade o Iones- calificadas. Yo, particularmente, prefiero
co. La dictadura de Ceauscescu, aunqueques militares y desea que el papel de la considerar que Ia democracia parlamen-
ha influído muy negativamente sobre Ia CSCE sea en Europa cada vez mayor. Es taria o el pluralismo político no son valores
asombrosa
cultura, no ha logrado mataria dei todo. su facilidad para los idiomas. exclusivos de occidente, sino valores eu-
Estúdio árabe antes de entrar en el ser-
Aún se pueden hacer muchas cosas y es- ropeos, y en Europa entramos también no-
pecialmente fomentar Ia cooperación cul- vido exterior, aprendió ruso durante los sotros. Es evidente que Ia economia de
tural con países como Francia, Italia, Es- seis anos de estancia en el Instituto de mercado tendría que ser inspirada por un
Relaciones
pana y otras regiones latinas, a efectos de Intemacionales de Moscú. Ha- sentido socialista, por una mayor sensi-
consolidar Ias raíces históricas comunes ybla un inglês y francês perfectos ejercita- bilidad social y por Ia tendência a unas for-
contribuir a Ia creación de Ia unidad eu-
ropea. Rumania, decididamente, tiene que
ser una voz más en el conjunto polifónico
de Europa.
3. Yo pediria a los países de Europa
occidental que no adoptaran una actitud
prepotente con respecto a Ia Europa dei
Este. El tratamiento paternalista puede
contribuir a aumentar Ias tensiones. So-
mos nosotros, los países menos desarro-
Ilados, los que tenemos más interés en Ne-
gar rapidamente a una democracia, pêro
es preferible aprender ese camino por no-
sotros mismos que andar continuamente
presionados por otros. Me gustaría que los
países de Ia Europa occidental tuvieran con
nosotros, ai menos, Ia misma paciência que
ellos tuvieron para conquistar sus propias
democracias. Así su ayuda no seria nunca
una limosna condicionada por miles de po- Parlamento húngaro
litiquerías, sino una colaboración prestada
La democracia parlamentaria o pluralismo político no son valores exclusivos de occidente,
con "fairness". sino valores europeos.

Abril - 90 1 El Ciervo - 19

This content downloaded from 132.248.9.8 on Wed, 08 Aug 2018 15:59:18 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
mas de propiedad igualitária. Sin embargo, de Ias libertades democráticas a Ias mi-
también es muy importante para nosotros norias es el único médio de evitar esas
desembarazamos de formas autoritárias violentas manifestaciones no deseadas, y
Palabra en el Tiempc de dirección de Ia economia nacional e in- de asegurar Ia paz interior en cada uno de
troducir los elementos dei mercado para nuestros países.
procurar a Ia población dei país una mayor Hungria ha querido mostrar, con un gran
LA NOVKLADK FKRRARA riqueza a Ia vez que una adecuada se- despliegue de esfuerzos a nivel guberna-
guridad económica. Hungria no ha comen- mental, que se pueden resolver de una
zado este proceso el ano pasado, sino quemanera satisfactoria las cuestiones rela-
ha venido realizando muchas tentativas tivas a la nacionalidad. En este sentido he-
desde el ano 1953. En las actuales cir- mos constatado con satisfacción que la
cunstancias, en las que todo parece vacomunidad
a internacional ha valorado po-
desembocar en el sistema de mercadositivamente
y las conquistas de Ia política
en la instauración de una democracia par-
húngara en el tema de Ias nacionalidades.
lamentaria, se trata de continuar con ma-
Seguimos una tal política no porque nues-
tra población la constituyan un 4 por ciento
yor vigilância, corrección y determinación,
QUERIDO MIGUEL fâ este proceso de reformas. de diversas nacionalidades sino porque
No nos adherimos a esa tesis, tan ex-hemos sacado Ias ensenanzas necesarias
de nuestra historia y hemos hecho de esta
tendida, dei fin de Ia historia. Por el con-
trario, puede decirse que es ahora cuando política una cuestión de princípios. Con-
Ia historia comienza. Ante nosotros se abretrariamente a Io que ha ocurrido en algu-
nos países vecinos, Ia fuerte comunidad
un campo muy vasto de acción multilateral
alemana en Hungria no ha disminuido en
en todos los aspectos de Ia realidad hu-
mana y ese período que ahora se inicia absoluto
es y no ha tenido ninguna razón para
una oportunidad que no debemos desa- emigrar. Seria estúpido pretender que se
provechar. ha encontrado Ia poción mágica y que el
gobierno húngaro ya no tiene nada que
hacer en el tema de Ias minorias nacio-
2. En Europa occidental parece como
I ColcU«· si el debate sobre los nacionalismos se nales. Sin embargo, es esta actitud hacia
hubiese trasladado a Ia Europa dei Estelos o nacionalismos, una de las principales
a ia Unión Soviética. Pêro en Europa oc- aportaciones de Hungria a Ia nueva Eu-
ropa
cidental el fenómeno nacionalista se sigue que se anuncia. Querríamos que los
dando también, aunque con imensidades demás países obraran de Ia misma forma,
diversas, en Irlanda, Espana, Bélgica o in-que se crearan Ias condiciones para que
cluso Francia. Creo que hay que plantear los húngaros que viven fuera no tuvieran
la necesidad de salir del Estado en que se
el sentimiento de identidad nacional en un
RIGODON Κ contexto de derechos humanos en lugar
encuentran.

de hacerlo, friamente, como un problema


de fronteras o de territórios. Los proble- 3. Para que Hungria pueda salir de la
situación económica en que se encuentra
mas de los nacionalismos y de Ias minorias
nacionales se resumen en la garantia no basta con que los países occidentales
de
los derechos individuales y colectivos nos
de miren con un interés pasivo. Se puede
estas minorias. Se trata dei derecho de constatar que hay una cierta evolución en
preservar su identidad nacional, dei de- este sentido, una toma de conciencia oc-
cidental de la necesidad de establecer
recho a Ia no discriminación, a poder ejer-
cer el derecho de comunicación libre y sin nuevas formas de cooperación que sean
traba con todos aquellos que tienen una mutuamente ventajosas. Deseamos que
misma lengua y cultura. En el caso de que estas nuevas actitudes se refuercen y que
esos derechos no fueran respetados, como el mutuo enriquecimiento sea la régla en
en muchas situaciones actuales, asistimosel futuro.
Anne Tyler a reacciones de autodefensa, intelectuales De todas formas, evaluar la influencia de
y culturales, de tales minorias. Desgracia- los nacionalismos exigiria la labor de un
damente, muchas veces, se traspasa el li-buen historiador que analizara las apor-
mite de la racionalidad y se utilizan mani- taciones que ha realizado cada una. La
festaciones violentas como el médio historia es la que puede senalar a cada
forma de nacionalismo como positiva o ne-
principal de defensa de aquellos derechos
gativa, así como Ia bondad o maldad de
minoritários. Seria ingénuo, sin embargo,
los valores que representa. A nosotros,
querer resolver definitivamente esas cues-
tiones nacionales extremadamente com- nuestros valores nos han permitido sobre-
plejas que siguen el mismo proceso cam-vivir. Nuestra supervivencia y la de nues-
biante y dinâmico de Ia vida. Es preciso tros valores, así como un cierto romanti-
que cotidiana y constantemente sigamos cismo es Io que podemos aportar a Europa
con atención esa compleja situación de los occidental.
Editorial Lumen nacionalismos y extraigamos Ias conse-
CARLOS EYMAR
cuencias necesarias para resolveria. El re- Profesor de Filosofia dei Derecho.
conocimiento de los derechos humanos y Universidad Complutense.

20 -El Ciervo / Abril - 90

This content downloaded from 132.248.9.8 on Wed, 08 Aug 2018 15:59:18 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms

También podría gustarte