Está en la página 1de 1

ISLA YACYRETA

A orillas de el Paraná, río que fluye a través de Paraguay, Brasil y Argentina, se hallaba tendido en la
orilla un hombre exhausto, tratando de respira. Mas adelante nos enteraremos que su nombre es Hans,
originario de Perú, y que atravesó mas y tierra tratando de escapar, llegando casi moribundo a la Isla
Yacyreta.

Hans, luego de perder la noción del tiempo, trató de incorporarse a pesar del dolor que lo aquejaba, se
estiró con mucha dificultad y se apoyó en un tronco caído, y pudo dar un recuento de lo que tenía
alrededor, ver si conocía el lugar a donde fue a parar, luego de casi morir. Lo primero en lo que se
percató fue en lo desierto que era el lugar, con mucha dificultad siguió avanzando por el camido
marcado en la tierra, buscando algún rastro de ser humano que le pudiera brindar ayuda o dar
información del nombre del lugar donde se encontraba.

Siguió caminando, y caminando, pero no llegaba a ningún punto, todo a su alrededor estaba desierto, no
había plantas, animales; él ya no podía soportar la sequedad de su boca, sentía el cuerpo livido, débil,
que no tenía fuerzas para seguir de pie, ni para generar un grito esterto para ver si alguna alma lo
escuchaba y llegaba a socorrerlor, pues necesitaba agua desesperadamente.

Se desmayó nuevamente, pero a diferencia de la primera vez que perdió el conocimiento, se levantó en
un piso duro, en un lugar donde olía a algo podrido, como vómito; cuando pudo abrir los ojos y levantar
la mirada, pudo vialumbrar un hombre que le tenía la mano para incorporarse, era un hombre
corpulento, calvo y ya de una edad avanzada. Cuando se hubo incorporado se dio cuenta que se
encontraba en un rancho, muy probable que sea de este extraño que lo ayudó, el hombre le dijo que se
llamaba Paul, cuando fue a por un vaso de agua para él, Hans notó de que tenía dificultad para caminar,
y luego se descubrió que deribaba de un pie gangrenoso, con un color parecido a la morcilla, y que el
olor que sintió al despertar, provenía del pie de su salvador.

Paul, era un hombre amable, quien lo encontró tendido en el suelo en una de sus caminatas para
encontrar comida, con ayuda de su machete cortó algunas cañas que habían por allí y construyó una
camilla improvisada y con eso pudo movilizar a Hans con mucho cuidado, pues temía terminar
dislocandole alguna parte de él.

Convivieron juntos por un largo tiempo, el tiempo que duró Paul con esa pudrición en su pie que
aumentaba y aunentaba cada día, Paul le comentó a Hans que se debía al veneno de la Yaracacusú, una
vivora que pisó ni bien llegó a la isla en su canoa, su mordedura fue letal, sintió que sus colmillos le
tocaban las vértebras y que la sangre salía por chorros; al estar su canoa destruida no pudo regresar a su
hogar, y tuvo que quedarse en esa isla donde nunca cesó el dolor, el ataque que tuvo en el viaje en el
ríole quitó su futuro; ; Paul se quedó solo hasta que llegó Hans, al menos esta vez no iba a morir solo
como temía.

DAYANNA MARÍA JOSÉ VÁSQUEZ FERNÁNDEZ

También podría gustarte