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INDICE

1. Importancia del cultivo de arroz


2. Climas y suelo ideal
3. Métodos más usados
4. Problemas del cultivo de arroz en Perú
5. Método alternativo de cultivo: Arroz aeróbico
6. Problemática del cultivo aeróbico
7. Referencias
1. Importancia del cultivo de arroz

El arroz es un cultivo alimenticio más importante del mundo y es fuente primaria de


alimentos para más de la mitad de la población mundial. En el Perú, constituye uno de
los principales ingredientes en la dieta del poblador peruano.

Entre las características de esta gramínea destacan el reducido número de calorías que
posee, la cantidad de moderada de carbohidratos y el importante aporte de azucares
que otorga a los consumidores, su bajo costo y propiedades nutricionales la convierten
en un componente fundamental de la seguridad alimentaria de varias regiones como
África, América y Asia, además se constituye como el principal producto en la dieta de
una gran cantidad de personas alrededor del planeta, y el preferido en la gastronomía
de muchos países (Navarrete, 2017).

En el Perú, el grano de arroz se ha convertido en un acompañante natural para todo


tipo de comidas. La presión de la población por consumir alimentos más complejos en
su preparación, debido a la creciente incorporación de este grano como acompañante
obligatorio de la mayor parte de la comida criolla peruana, ha llevado a un creciente
consumo de arroz.
El arroz se ha constituido en el primer cultivo agrícola en importancia por su aporte a
la generación del valor bruto de la producción agrícola (VBPA) en el Perú. En el 2021,
representó el 11,6 % del VBP agrícola (S/ 2 890 millones, a soles constantes de 2007) y
declinó a 10,8 % del VBP agrícola en el 2022 (S/ 2 835 millones, a soles constantes de
2007), reflejado en una ligera caída del VBP (−1,9% respecto al 2021).

2. Climas y suelo ideal


El arroz se cultiva en una diversidad de condiciones ambientales y algunos autores
sostienen que es un cultivo especial para las zonas húmedas del trópico o de climas
con temperaturas altas.
3.6.1. Clima
Cultivo tropical y subtropical (climas húmedos tropicales y regiones húmedas
de los subtropicales y en climas templados). Se cultiva el arroz desde el nivel
del mar hasta los 2500 msnm. (Carbajal, 2011).
3.6.2. Temperatura
Va a estar determinada según las etapas de desarrollo.
• Germinación: mínimo de 10 a 13 °c, considerándose su óptimo entre 30
y 35 °c. por encima de los 40°c no se produce la germinación.
• Crecimiento del tallo, hojas y raíces: mínimo de 7°C, considerándose su
óptimo en los 23 °C.
• Espigado: influido por la temperatura y por la disminución de la duración
de los días.
• Panícula (espiga): su desarrollo es más sensible a las condiciones
ambientales adversas. (Carbajal, 2011).
 Floración: las flores abren sus glumillas durante una o dos horas si el
tiempo es soleado y las temperaturas bajas perjudica la polinización. El
mínimo de temperatura para florecer se considera de 15°C. El óptimo de
30°C. (Carbajal, 2011)

3.6.3. Suelo

Se cultiva en una amplia gama de suelos, variando la textura desde arenosa a

arcillosa. Suele cultivarse en suelos de textura fina y media, propias del


proceso de sedimentación en las amplias llanuras inundadas y deltas de los
ríos. Suelos de textura fina dificultan las labores, pero son más fértiles al tener
mayor contenido de arcilla, materia orgánica y suministra más nutrientes. La
textura del suelo juega un papel importante en el manejo del riego y de los
fertilizantes. (Carbajal, 2011).

3.6.4. pH

La mayoría de los suelos tienden a cambiar su pH hacia la neutralidad pocas


semanas después de la inundación. El pH de los suelos ácidos aumenta con la
inundación, mientras que para suelos alcalinos ocurre lo contrario. El pH
óptimo para el arroz es 6.6 pues con este valor la liberación microbiana de
nitrógeno y fósforo son altas y además las concentraciones de sustancias que
interfieren la absorción de nutrientes, tales como aluminio, manganeso, hierro,
dióxido de carbono y ácidos orgánicos están por debajo del nivel tóxico.
(Carbajal, 2011).

3. Métodos de cultivo
Algunos de los costes medioambientales del cultivo de arroz son la inundación de
tierras para convertirlas en arrozales, las enormes emisiones de gases de efecto
invernadero y el uso excesivo de productos químicos.
Los métodos de cultivo del arroz van de los manuales a los altamente automatizados,
de los tradicionales a los más avanzados. Pero la mayoría de los países siguen
confiando en métodos de cultivo probados que han existido durante generaciones.
Afortunadamente, existen numerosos métodos de cómo cultivar arroz de forma más
inteligente, rentable y sostenible.
Veamos los métodos más típicos:
a. Cultivo húmedo. El arroz crece tradicionalmente en zonas inundadas, o
arrozales. Primero se vierte agua (a varios centímetros de profundidad) en los
arrozales hasta que las plantas quedan sumergidas y luego, antes de la
cosecha, se drena la plantación.
b. Cultivo en seco. La siembra de arroz en seco se hace en campos que no se
inundan con agua. Este método es bueno para cultivar arroz en regiones con
precipitaciones reducidas o falta de suministro de agua.
c. Cultivo en tierras altas. Es adecuado para zonas, como colinas o montañas,
donde la topografía no permite inundar el suelo. El cultivo en terrazas permite
cultivar en pendientes, provocando una erosión mínima del suelo.
d. Cultivo aeróbico (aeropónico). Se emplea en lugares donde el agua escasea o
inundar no es una opción. El cultivo crece en un suelo que drena eficazmente y
sólo se riega con moderación cuando es necesario.
e. Sistema de Intensificación del Arroz. Este tipo de cultivo del arroz prioriza la
densidad de plantas, el estado del suelo y el riego para aumentar el
rendimiento. Requiere plantar las plántulas a una edad más temprana, con
más espacio entre ellas y con menos agua que los métodos convencionales.
f. Cultivo hidropónico del arroz. Es una técnica de cultivo que combina el cultivo
húmedo con la piscicultura. El cultivo de arroz con peces tiene la ventaja de
que los peces se crían junto a los cultivos y sus heces sirven de abono.
Las condiciones medioambientales y los recursos disponibles suelen determinar la
forma de cultivar arroz. Los agricultores deben elegir el método que mejor se adapte a
sus necesidades particulares, basándose en las ventajas e inconvenientes de cada
opción.

4. Problemas del cultivo de arroz en Perú

Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria mundial, el cultivo del arroz es una
actividad esencial. Sin embargo, a pesar de saber cómo crece el arroz, todavía se
siguen usando prácticas de cultivo anticuadas, que resultan ineficaces tanto en
términos de agricultura industrial como por su impacto medioambiental.

En la actualidad sus bajos costos de producción y su alta demanda lo convierten en


uno de los medios de ingresos más populares de muchas familias agricultoras, pero a
pesar de que el cultivo de la gramínea no requiere de grandes inversiones, en los
últimos años estos se han incrementado a nivel mundial los precios de los insumos, lo
que ocasionó un rápido aumento de los costos de producción agrícola, dando lugar a la
disminución en el beneficio de la producción arrocera, problema que provoca
frustración en los agricultores quienes de a poco se van volcando a otras actividades
comerciales dejando de lado la agricultura.

En el 2020, a pesar de la pandemia por la COVID-19, la producción de arroz en Perú


aumentó en 7,7 % (3,43 millones de toneladas), debido a los buenos precios. Durante
el 2021, con un incremento de 3 % (3,53 millones de toneladas), se logró superar el
volumen producido en el año anterior. Por el contrario, en el 2022, pese a los buenos
precios internos del arroz, las limitaciones iniciales en la disponibilidad de agua y el
alza de los costos de producción de los fertilizantes y el alto valor de los fletes de
transporte comprimieron el volumen de la producción a 3,47 millones de toneladas
(−1,9 % de variación interanual).

El cultivo de arroz tiene factores limitantes en la producción, como son, el ataque que
sufre por plagas (insectos, pájaros y roedores), enfermedades (hongos y virus) y
malezas; siendo los principales factores, que elevan los costos de producción.
El cultivo del arroz puede ser atacado en sus diferentes estados vegetativos, por una
serie de insectos, ácaros, patógenos y vertebrados (pájaros y ratas), que si no se
manejan de manera adecuada pueden causar serios deterioros al cultivo, a la
producción y por ende a la economía de los agricultores.

5. Método alternativo de cultivo: Arroz aeróbico

En los últimos años se han desarrollado una serie de métodos en el cultivo del arroz
para ahorrar agua, entre ellos se encuentran la práctica del suelo saturado, la
alternancia entre periodos secos y húmedos y el arroz aeróbico
El arroz aeróbico es una nueva técnica de cultivo en la cual variedades adaptadas de
arroz son cultivadas sin inundar los campos, de manera que se realizan aportes de
agua para mantener el suelo con una humedad adecuada para el crecimiento del
cultivo, pero sin llegar a la inundación y saturación.

En zonas donde las lluvias son abundantes en la época de cultivo, solo serán necesarios
algunos riegos complementarios para mantener la humedad. En cambio, en climas
como el mediterráneo, donde en la época del cultivo del arroz hay escasas
precipitaciones, hay que realizar aportes continuos de agua para mantener unas
condiciones adecuadas de humedad. Estos aportes pueden realizarse mediante riego a
pie (mediante camas separadas por surcos) o mediante riego por aspersión o pivots.
En este sentido, el riego por aspersión aplica el agua de manera más uniforme que el
riego por surcos, además de permitir fertirrigación, con lo que se reducen los costes de
aplicación de fertilizantes.

Con este sistema se produce un ahorro considerable de agua, ya que no es necesario


mantener una altura mínima de agua. Además de reducir los aportes de agua, también
se reducen las pérdidas por evaporación e infiltración. Algunos autores (Wang et al.,
2002; Bouman et al., 2005) encontraron que los sistemas aeróbicos de arroz pueden
reducir la aplicación de agua hasta en un 44% con respecto a los sistemas
convencionales, mediante la reducción de la percolación, filtración y las pérdidas por
evaporación, manteniendo al mismo tiempo el rendimiento a un nivel aceptable (6 Mg
ha 1), maximizar la eficiencia en el uso del agua y minimizar tanto los requisitos de
mano de obra como las emisiones de gases de efecto invernadero (Kato y Katsura,
2014).

6. Problemática del cultivo aeróbico

El arroz aeróbico puede ser regado por aspersión mediante el empleo de pivots.
Aunque inicialmente el sistema mediante pivot central puede ser más costoso de
instalar, los gastos de mano de obra anuales del arroz se reducen, debido a que ya no
será necesario el empleo de personal para mantener los niveles y controlar las
compuertas que regulan la profundidad del agua de inundación (Stevens et al., 2012),
aunque el elevado precio de la energía en la actualidad puede afectar negativamente a
este sistema de riego.

Varios agricultores en el sudeste de Estados Unidos empezaron a producir arroz con


riego mediante pivot central en la década de 1980. Sin embargo, la mayoría de los
cultivadores de arroz desinstalaron el sistema a causa de la aparición de una serie de
problemas. Los tres obstáculos principales que encontraron fueron enfermedades,
malas hierbas, y surcos de las ruedas en los tramos exteriores. Desde ese momento, se
han realizado mejoras en la genética del arroz, herbicidas, fungicidas y equipamientos
de riego, que ahora lo hacen una opción viable para la producción de arroz (Stevens et
al., 2012).
Uno de los inconvenientes del arroz aeróbico es una mayor proliferación de malas
hierbas, frente al arroz tradicional por inundación, donde la lámina de agua impide que
ciertas especies de malas hierbas proliferen (Rao et al., 2007). Khaliq et al. (2013)
asociaron negativamente el crecimiento y el rendimiento del arroz con la densidad de
las malas hierbas, de manera que la no eliminación de las mismas puede provocar
pérdidas de hasta el 75% en el arroz aeróbico. Además, la utilización combinada de la
técnica de arroz aeróbico con la siembra directa puede provocar una mayor
proliferación de malas hierbas, debido a la no eliminación de las malezas mediante el
laboreo. Chauhan (2013) observó una mayor proliferación de malas hierbas en el
cultivo de arroz aeróbico bajo el sistema de no laboreo frente al laboreo convencional.

Un punto muy importante a tener en cuenta en el arroz aeróbico, es la selección de


variedades adaptadas a este tipo de manejo, debido a que la mayoría de los tipos de
arroz no toleran la baja humedad del suelo, incluso durante periodos cortos de
tiempo. Además, es necesario conocer la capacidad bombeo y riego en el caso del
empleo de pivots, debido a que en algunos casos se pueden requerir más de dos días
para completar un riego (Stevens et al., 2012). El arroz tiene un sistema de raíces poco
profundas, no siendo una característica deseada para condiciones de estrés hídrico.
Arroz secano: (tipo de semilla)
Se trata de un arroz sin abonos químicos, por lo que para su proceso se usa el mejorador
orgánico natural Mejoragro, y el control de plagas se hace a partir de biopreparados y
buenas prácticas agropecuarias. Este arroz no necesita grandes cantidades de agua y tiene
condiciones de adaptabilidad a las diferentes zonas.

7. Referencias
Cómo Se Cultiva El Arroz: Consejos De Siembra y Métodos (eos.com)

Cultivo del arroz aeróbico aplicando técnicas de agricultura de conservación en las


Vegas del Guadiana: efectos en parámetros agronómicos y dinámica de los herbicidas
Bispyribac-Sodio y Bensulfurón-Metil (unex.es)

Observatorio de siembras y perspectivas de producción_ Arroz 2022.pdf


(midagri.gob.pe)
H10-N35-T.pdf (lamolina.edu.pe)

Variedades de arroz (Oryza Sativa L) Lineas promisorias

Piricularia. Hongo que afecta al crecimiento de las hojas

Virus de la hoja Blanca

Sogata

Las variedades de arroz son modificadas genéticamente para resistir virus o condiciones
hostiles

BG90-2

VIFLOR

NIR-1
TACUARI

FECHAS DE SIEMBRA

Se recomienda los meses de Agosto y Septiembre

CALIDAD DE SEMILLA

Emplear semilla certificada, libre de impurezas, con buen poder germinativo y que este
desinfectada.

CANTIDAD DE SEMILLA

Se recomienda utilizar alrededor de 3000 Kg de semilla por hectárea, que será suficiente para
cubrir aproximadamente 20 a 30 Ha.

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