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Sexy, Joven y Talentoso 1

1
Sinopsis

Jonas, Frankie y Kalen Kerry perdieron a sus padres en un terrible


incendio hace seis meses. Desde entonces, Jonas y Frankie han estado haciendo
actuaciones en la calle con su guitarra y violín para así alimentarse y comprar
el medicamento de Jonas quien padece diabetes y asma.
Desde el principio, Adam Montgomery creyó que Frankie era un poco
pretencioso, pero se le ablandó el corazón cuando descubrió que no solo era el
pegamento que mantenía unido ese pequeño grupo, sino que también poseía un
increíble talento musical que tenía que ser revelado ante el público
estadounidense.
Frankie de diecisiete años y Jonas de veinte años, cargaban el peso del
mundo sobre sus hombros intentando cuidar a su hermano menor, Kalen. Pero
aún cuando Adam se fue involucrando mucho más en sus vidas, no pudo negar
que Frankie fue quien hizo que se le derritiera el corazón cada que veía esos
intensos ojos azules.

2
Dedicación

Este libro está dedicado a mi hijo Brandon, quien aspira a convertirse en


cantante. Aunque en este momento parece una dura competencia, no hay
obstáculos que no puedas superar. Realmente eres un músico y letrista
maravilloso y veo un futuro prometedor para ti.

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Capítulo Uno
—Gracias por traerme—Adam Montgomery le dijo a su chofer George, cuando
su actual casi novio Nico Washington y él bajaron del coche decididos a entrar
al Montgomery Arms Hotel. Era una hermosa tarde de otoño en New Orleans,
acababan de tener su primera cita en el cine, con una apasionada historia de
amor que Nico quería ver. Se conocieron hace unos meses y había la posibilidad
de que su relación progresara.
Nico se veía maravilloso con ese blazer cruzado de Armani, ajustaba
perfecto a su fornido cuerpo y llamaba la atención su buen trasero. El azul
oscuro era definitivamente su color y hacía resaltar sus ojos marrones. Tenía el
pelo oscuro y llevaba un corte moderno, los lados un poco más largos y en la
nuca desvanecidos. —¿Qué está pasando ahí? —Nico preguntó señalando hacia
el parque cruzando la calle del hotel, sus manos tenían una perfecta manicura—.
Escucho música.
George se alejó de la acera
Adam puso atención a las voces entre la multitud cuando se acercó. —Es
música, se escucha un violín.
—¿Desde cuando la ciudad promociona conciertos allí? —Preguntó Nico,
quitándose un mechón de pelo castaño del ojo.
Adam se encogió de hombros. Amaba la música de violín, pero él quería
subir a su habitación y meterse a la cama con Nico, quien le había estado
coqueteando mucho desde que George lo trajo.
—Quiero ver lo que está pasando. —Suplico Nico.
Adam sonrió feliz. Nico estaba tan emocionado que no lo pudo rechazar.
Evadieron el tráfico abriéndose paso hacia el parque. La hermosa música se
escuchó cuando se acercaron a ver mejor.
—Oh mi dios, son niños. —Exlamó Nico.
Eran unos niños. El guitarrista parecía de unos dieciocho años con una 4
barbilla alargada, pelo rubio y de complexión delgada. Tenía un rostro atractivo,
dedos largos y tocaba muy bien el instrumento.
El violinista parecía un poco más joven, su rostro mostraba seriedad
cuando deslizaba el arco sobre las cuerdas. Sus ojos eran del color de un huevo
de petirrojo y complexión de niño. Los jeans a la cadera exponían su piel pálida
justo debajo del ombligo. Su angelical rostro simplemente le robó el aliento a
Adam... lindo, pero masculino, con la cabeza llena de gruesos rizos que caían
hasta sus hombros.
Había un niño rubio con un juguete, sentado en una carriola cerca de ellos
e ignorando a la multitud.
La canción termino, las personas aplaudieron y lanzaron dinero al estuche
de la guitarra a los pies de los músicos.
—Gracias. —dijo el guitarrista con voz profunda—. Es muy generoso.
Nico tiro un par de billetes y luego abrazo a Adam por la cintura.
Adam busco en su cartera, el billete más pequeño que tenía era de cien. —
Oh bueno, —dijo mientras lo dejaba junto al montón de dinero, se inclino y
beso a Nico—. La buena música me pone caliente.
El violinista lo miró extrañado, se sonrojo y desvió la mirada, pero no
antes de que Adam consiguiera una buena vista de él y sus hoyuelos.
Adam llevó de regreso a Nico, también aquellos ojos azules lo pusieron
caliente.
—Son muy talentosos. —Dijo Nico mientras Adam mantenía abierta la
puerta para el.
—Si, eran lindos. —Adam respondió mientras caminaban por el
concurrido vestíbulo—. Me pregunto dónde estarán sus padres.

El público se alejó y Jonas Kerry saco las limosnas del estuche de su


guitarra y guardó el dinero en la cartera mientras Frankie, su hermano menor,
guardaba el violín. —La gente hoy estuvo generosa con las limosnas. Incluso un 5
tipo arrojó un billete de cien dólares.
—¿Viste el traje? —Frankie le preguntó—. Puede darse ese lujo. —
Guardo el estuche del violín atrás, en el cochecito de bebe de su hermanito. —
Creo que Kalen necesita un cambio.
Jonas cerró el estuche de la guitarra. —Lo cambiamos en la gasolinera.
Quiero hacer pis. —Llevaba la guitarra mientras Frankie empujaba el cochecito.
Estaba oscureciendo y pronto debían buscar un lugar seguro para dormir. No
podían ir a uno de esos refugios para desamparados sin llamar la atención.
Alguien podría llamar a la agencia local de protección al menor y hacer que les
quitaran a Kalen. Nunca se alojaban en el mismo lugar dos veces y procuraban
esconderse en la noche.
Los hermanos entraron al baño de hombres en la gasolinera. Jonas uso el
inodoro mientras Frankie lavo a Kalen y le cambio el Pull-Up1.
—Tenemos que enseñarle a ir al baño. Los pañales desechables están
costando demasiado. —Frankie dijo.
Jonas asintió mientras se lavaba las manos. Frankie era bueno con Kalen y
se aseguraba que el niño comiera y tomará la siesta. También se aseguraba de
llevarlo a la clínica gratuita para las visitas pediátricas y las vacunas. Se limpio
y también se cambió la camisa mientras Frankie usaba el inodoro.
Cuando salían de la gasolinera, Jonas se encontró con dos de sus amigos de
la escuela.
—Vuelvo enseguida, — dijo Frankie—. Vigila a Kalen.
—¿A dónde vas? — preguntó. No le gustaba que Frankie deambulara solo
en la noche.
—No muy lejos, — contetó, sin decirle a dónde iba—. Solo diviértete con
tus amigos. —Se alejó.
Jonas frunció el ceño. A Frankie no le agradaban algunos de los chicos con
los que se juntaba, lo que era comprensible ya que sus amigos solían molestarlo
por su apariencia y trataban de insinuársele. Suspiro, últimamente Frankie
estaba pasando por ciertas cosas y estaba preocupado. Después de todo por lo
que habían pasado, Frankie seguía sin abrirse y hablar de sus problemas.

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Literal, se refiere a la marca de pañal de entrenamiento.
—Sr. Montgomery, tenemos un problema, —Jed, el jefe de seguridad
llamó a Adam. —Necesitamos que venga a la oficina de seguridad.
Adam gimió. Nico había estado con una chispa romántica, y ambos
estaban recuperándose de hacer el amor. —Está bien, estaré allí. —Colgó y se
puso los calzoncillos y los pantalones.
Nico yacía sobre su estómago recuperándose. —¿A dónde vas?
—A la planta baja, a la oficina de seguridad. Duerme un rato. Enseguida
vuelvo. —Termino de vestirse.
Nico no dijo más y se quedó dormido.
Adam salió de la habitación y tomó el ascensor hasta el vestíbulo. Entró en
la oficina de seguridad y cerró la puerta.
Jed y otros dos oficiales estaban cerca de una silla. Tenían a un chico
esposado en ella.
—¿Que hizo? —Preguntó, caminando por la oficina. Adam quedó sin
aliento, pero no comento nada.
—Lo encontramos atrás del hotel husmeando en uno de los contenedores
de basura, —Jed contestó.
El chico intentó liberarse.
Adam se acercó. —¿Porque estabas escarbando en los contenedores de
basura?
Unos ojos azules le miraron ferozmente. —¿Tu que crees?
Esa voz dulce no iba con la expresión molesta. Adam miró de vuelta al
hermoso chiquillo rubio. Estaba cubierto de basura y olía fatal.
—El dijo que estaba buscando comida, —dijo otro de los guardias.
«Genial» —¿Que paso con todo el dinero que tú y el otro chico recaudaron 7
hace rato cuando actuaban en el parque?
El chico no respondió.
—Escucha, podemos hacer esto de la forma sencilla o podemos llamar a la
policía, —Adam amenazó. Estaba cansado por el sexo con Nico y lo único que
quería hacer era tomar una ducha e ir a la cama.
—No cometí ningún delito. Lo que llega al contenedor cualquiera lo puede
tomar. Mañana los de la basura la sacaran y la llevarán al vertedero.
Su voz hipnotizó a Adam. Le recordaba a un ave cantándole a las flores. —
Es cierto, pero ganaste dinero suficiente para comprar comida, ¿Porque hurgas
en la basura?
—El dinero no es para comida. Es para la medicina.
Adam gimió. —¿Drogas?
El chico de la calle puso sus increíbles ojos azules en el. —No, medicina.
La insulina es muy cara. Y Kalen necesita pañales y leche.
—Oh. Kalen es el bebé, —dijo, recordando al niño en el cochecito—. ¿Es
tuyo?
El chico negó. —No, es nuestro hermanito.
—¿El guitarrista también es tu hermano? —Ahora que lo pensaba bien, se
parecían, pero este era el más lindo, incluso bajo la suciedad y la mugre—. ¿La
insulina es para ti?
—No, es para Jonas. El es el mayor.
—¿Y tu nombre es?
—Frank, Frankie Kerry.
—Es un placer conocerte Frankie Kerry. Mi nombre es Adam
Montgomery, y este es mi hotel. Pero aunque bucear en el contenedor2 no es
ilegal, al ser propiedad del hotel, no está permitido. ¿Comprendes?
—Claro que si, no soy ignorante, solo soy pobre. Entonces qué harás
¿Llamar a la policía y que me detengan? Estaré fuera en menos de setenta y dos
horas.
Frankie hizo reír a uno de los aterradores guardias de seguridad.
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Dumpster-diving. Literal, seria buscar en los contenedores de basura, suena fuerte, pero quienes hacen esto
básicamente se dedican a buscar cosas que 'aun se pueda usar'.No confundir con el reciclaje.
A Adam no le hizo gracia. —¿Ya has sido arrestado?
—Yo no lo llamaría arrestado. Retenido sería más apropiado.
«Lindo e inteligente». El chico era muy hablador. —¿Cuantos años tienes
Frankie?
—Diecisiete. Cumpliré dieciocho en un par de semanas.
«¿En serio?» Adam había creído que era más joven. Tener diecisiete
también significaba que tarde o temprano terminaría en una prisión para adultos.
Adam lo miró de nuevo. «Dios, es lindo» No podía permitir que Frankie fuera a
la cárcel. Gimió, sabia que podia ser arrestado por lo que estaba pensando.
Se escucho como gruñía el estómago de Frankie.
—¿Cuándo fue la última vez que comiste? —Preguntó.
Avergonzado, Frankie desvió la mirada. —No recuerdo. Tal vez hace dos
o tres días.
—¿Que? —Adam echaba humo—. ¿Dónde están tus padres? —Le pediría
sus nombres y los acusaría de negligencia infantil.
—Están muertos, —Frankie respondió. Las lágrimas amenazaban con
derramarse de esos hermosos ojos. Se esforzaba en ocultar su puchero y le
temblaba el labio inferior—. Ellos murieron en un incendio hace unos seis
meses. Jonas ha estado cuidando de nosotros, así no podrán separarnos o
colocarnos en cuidado temporal.
Adam volvió a fruncir el ceño. —Bien, de todos modos, el no ha estado
cuidando muy bien de ti. ¿Que edad tiene?
—Veinte y lo hace lo mejor que puede, considerando...
—Considerando ¿que? —Preguntó—. ¿Que un veinteañero no puede
conseguir empleo y cuidar de sus hermanos?
—Considerando que está enfermo, tiene asma y diabetes, —Frankie
respondió—. No puede hacer labores dificultosas, como los trabajos en
construcción, por el polvo. Hemos trabajado en los restaurantes de comida
rápida, pero por los horarios irregulares tenemos que abandonarlos ya que uno
de nosotros tiene que cuidar de Kalen. 9
Adam señaló al guardia. —Libéralo, Jed.
Jed se acercó y le quitó las esposas.
Frankie frotó sus pequeñas muñecas
—¿De verdad tienes diecisiete?
—Sí, estoy seguro. Me gradué de la escuela secundaria antes de que
murieran mis padres. Jonas tuvo que abandonar la universidad para cuidarnos.
La historia se volvía más y más triste. —Tocas muy bien el violín.
—Mi padre me enseñó. Solía tocar en una orquesta sinfónica antes de que
muriera. —Frankie continuó frotándose las muñecas—. Tengo una beca de
música, pero no me parecía justo irme y dejar a Jonas hacer todo el trabajo.
—¿No tienen parientes que los alojen y cuiden a Kalen mientras ustedes
van a la escuela?
Frankie negó. —Solo nosotros. Iré a una audición para la Sinfónica de
New Orleans cuando tenga dieciocho. Entonces podré conseguir una casa y
Jonas podrá volver a la escuela.
Adam suspiró. «Esto es extremadamente anormal». Sacó su teléfono y
marcó un número. —Soy Adam. Necesito que abras la habitación Roosevelt.
Estoy esperando unos invitados para el fin de semana.

«De todos modos ¿Quién demonios se cree?» Frankie caminaba por la


calle de regreso a buscar a Jonas, después que el guardia y Adam Montgomery
finalmente lo dejaron ir. «Y de todos modos ¿El guardia porque tenía que
llamarlo? El hombre ni siquiera se lucía bien con el pelo revuelto y la ropa
arrugada» Frankie suspiro. Las personas ricas tenían toda la suerte. Ahora tenía
que ir con su hermano y decirle que tenía la noción de haber sido intimidado
para aceptar una habitación en un hotel de lujo para el fin de semana. Por
supuesto que debería estar emocionado de salir de las calles por un par de
noches. Aun así no le gustaba ser manipulado por un hombre apuesto que olía 10
bien y que le aceleraba el corazón. Cuando el se hiciera rico y famoso, llevaría
trajes a medida y colonia cara y nadie lo despreciaría nunca más.
A Frankie le gruñó el estómago, ahora que lo pensaba, no había comido en
un par de días. Ojala que hubiera sobrado suficiente dinero de cuando fueron a
la farmacia para unas hamburguesas.
Jonas estaba sentado en la banqueta, hablando con Myron. —¿Donde
estabas?
—Tratando de escapar de los tipos de seguridad del hotel, —respondió
Frankie.
—¿Que hiciste?
Jonas no tenía maldad en las venas y nunca infringió la ley.
—Me atraparon buceando en el contenedor atrás del hotel Montgomery
Arms.
—¿Porque estabas haciendo eso, amigo? —Preguntó Myron.
—Porque estaba buscando algo que pudiera vender. Los guardias de
seguridad llamaron al dueño del hotel y el tipo me leyó la cartilla por ser un
vagabundo. —Sonaba mucho mejor de como realmente sucedió. Frankie se
acercó y le hizo cosquillas a Kalen debajo de la barbilla. Su hermanito se rio.
—¿Cómo escapaste? —Jonas preguntó.
—Le di una triste historia sobre que buscaba comida en el contenedor y le
tuve que prometer que no lo haría de nuevo. Por supuesto que no lo dije en
serio. Cruce los dedos detrás de la espalda antes de que me quitaran las esposas.
Jonas se quedó sin aliento. —¿Te esposaron? —Las lágrimas brillaban en
sus ojos. Jonas siempre había sido muy emocional y se tomaba todo enserio.
—Solo lo hicieron para asustarme. La gente rica siempre cree que puede
cambiar el mundo.
Myron se puso de pie. —Amigo, iras directo al infierno. Pero tienes suerte
que no te llevaran a la cárcel. Los prisioneros hacen algunas cosas malas a los
niñitos bonitos como tu.
Frankie quiso golpear a Myron, pero falló. —No me llames niño bonito.
—Conocía a Myron de casi toda la vida y siempre se burlaba de él. Le hizo un
mohín. No podía evitar el aspecto que tenía y no quería esperar a que ya le 11
creciera el bigote para poder verse más grande.
—Nos vemos, chicos, —se depidio Myron —. Tengo que ir a trabajar, —
se alejó.
—Entonces, ¿qué más pasó? —Preguntó Jonas—. Se que hay más en esta
historia que lo que me has contado.
—El dueño del hotel nos ofreció una habitación para el fin de semana.
—¿Por qué? —Preguntó—. ¿Le dijiste que estábamos sin hogar?
Frankie negó. —Creo que lo imagino.
—Maldición, Frankie. ¿Que hiciste?
—¿Que importa?, mientras no tengamos que dormir en la calle esta noche.
No se tu, pero me vendría bien un baño y a Kalen también.
—No te acostaste con él, ¿verdad?
—No, solo porque sea gay no quiere decir que voy por ahí ofreciendo mi
trasero a todos los hombres que conozco, — contesto ofendido.
—Nadie ofrece habitaciones gratis a extraños, —argumento—. Sobre todo
un hotel de cinco estrellas. —Hizo una pausa—. ¿Como es este hombre?
—Pelo negro, guapo, de ojos verdes. Recuérdalo, él fue quien arrojó el
billete de cien en el estuche de la guitarra.
—¿Te refieres al del traje caro que estaba besando al otro tipo?
—El mismo, —dijo Frankie—. Mencionó que le gustaba mi forma de tocar
el violín y me envió por ti y por Kalen.
—¿Y si es algún tipo de trampa?—Dijo, recogiendo las cosas y
acomodándolas atrás en el cochecito de Kalen—. Sabes qué podría tratar de
enviarnos con los de protección infantil o algo así.
—Te preocupas demasiado, —dijo Frankie mientras caminaban—.
¿Porque haría algo así?
—No sé, —dijo mientras empujaba la carriola de Kalen—. Simplemente
no podemos confiar en cada Tom, Dick o Harry en la calle. En todo caso si es
algo sospechoso lo rechazamos. Quiero que tomes a Kalen y salgas corriendo.
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Adam regresó a su habitación para revisar a Nico
Justamente, Nico salía del baño con una toalla alrededor de la cintura. Su
cabello aún se veía húmedo por la ducha. —¿Que paso?
—Los de seguridad atraparon a un chico buceando en el contenedor de
atrás del hotel.
—Recuerdo haber hecho eso cuando niño, —dijo —puedes encontrar
cosas grandiosas. Las personas a veces tiran fortunas. —Comenzó a vestirse.
—¿Vas algún lado?
—Si, a casa. Tendré un día ocupado mañana. Algunos de los presentadores
locales de noticias vendrán al local para hacerse el peinado y habrá muchos
turistas en la ciudad que podrían querer ir a cortarse el pelo.
—Entiendo, el negocio antes que el placer. —Ya no tendría que explicar lo
de los chicos Kerry.
—Se un amor y llama a George para que venga a buscarme, —le pidió—.
No tengo ánimos como para esperar un taxi.
Adam saco su teléfono y llamo a su chofer. —Nico necesita que lo lleves a
casa. —Colgó—. George viene en camino.
Nico terminó de vestirse y se peino. Le dio un beso a Adam. —¡Ciao! —
Se veía impresionante pavoneándose hacia la puerta.
Adam se ducho y se vistió con algo menos intimidante como unos jeans y
un jersey para atender a sus invitados, «puedo ser cool y bajar así, si tengo que
hacerlo». Salió de la habitación y se dirigió a su oficina para esperarlos.
—Sus invitados llegaron, Sr. Montgomery, —Linda, su secretaria, le dijo
cuando llegó.
—¿Donde están?
—En tu oficina. ¿Que hiciste, perdiste una apuesta? 13
—Muy graciosa. —Adam dijo mientras caminaba hacia la puerta. Entro.
«¿En que me metí?» Bajo la vista hacia el variado trio frente a él. El mayor,
Jonas, lo miraba con preocupación en sus ojos marrones, era el más alto y al
principio pensó que era muy atractivo. Pero también era muy delgado, con el
pelo tan largo como para ser confundido con una chica.
El adorable bebé, Kalen, sorbía leche en una taza como un niño grande. No
parecía que sufriera de comida, eso quería decir que alguien había estado
cuidando bien de él.
El objeto de su escape de la realidad seguía observándolo con interés, tan
solo esperando que dijera algo malo, lo apostaba.
—¿Chicos han comido?
Jonas movió la cabeza negando.
—Puedes hablar, ¿No es así?
—Si señor,—contestó educadamente—. Cuando tengo algo que decir. —
Tenía una voz grave y formal, para un niño. Y eso es lo que precisamente era,
un veinteañero que llevaba el peso del mundo sobre sus hombros.
—¿Has comprado tus medicamentos?
—¿Como sabe de eso? —echo un vistazo a Frankie
Frankie fingió inocencia.
Adam intentó no sonreír
—Aún no. Yo estaba por ir cuando Frankie regreso.
—Se supone que ya sabes que no debes andar sin la insulina o el inhalador
para el asma, tienes que cuidarte si vas a cuidar a tus hermanos. Quiero que
llames a la farmacia tan pronto como subas a la habitación y pidas la
medicación. Enviaré a alguien a recogerlos así no tendrás que andar tan tarde en
la noche. —Se sintió mal después de lo que dijo, recordando que los niños
vivían en la calle.
—¿De verdad nos permitirá tener una habitación en este hotel? —Jonas
preguntó mirando alrededor.
Adam asintió 14
—¿Porque?
—¿Porque no? —Preguntó Adam—. Nadie la está usando y ustedes tres
parecen necesitar una buena noche de descanso.
—¿Que hay para usted? —Preguntó mirando fijamente a Frankie.
—No es lo que piensas, —Adam respondió. No es como si no hubiera
considerado esa posibilidad—. Tengo alguien que calienta mi cama por las
noches.
Frankie de nuevo lo miraba con curiosidad.
Adam nerviosamente se pasó los dedos entre el pelo.
Frankie se rio entre dientes.
—La habitación tiene dos camas grandes y le pedí a mi personal que
trajera una cuna para Kalen así no tendrá que dormir contigo. Hay dos
televisores, un bar que no pueden tocar porque ambos aún son demasiado
jóvenes para el alcohol y un enorme baño. Disfrútenlo por el fin de semana.
—Apreciamos su generosa oferta Sr. Montgomery, pero no podemos
aceptar regalos de extraños. —Respondió Jonas—. Debe haber algún trabajo
que pueda hacer para pagar por esto.
Adam suspiró, sin saber qué decir. Comprendía que el joven tuviera su
orgullo. —Te diré algo ¿Qué te parecería si los dos hacen una actuación mañana
en la noche en el salón del hotel?
Jonas miró su desgastada ropa. —No somos precisamente material de
salón.
—Deja de preocuparte, —cortó Adam, no sabía porque hacía tantas cosas
atípicas. Ni siquiera era un tipo muy amable y tenía que admitir que era
egoísta—. Vamos, les mostraré su habitación. —Salió de la oficina con el trio
de rubios hacia el ascensor—. Pueden pedir lo que quieran comer del menú de
servicio a la habitación.
—¿La habitación viene con cable? —Pregunto Frankie mientras se dirigían
a su piso. Adam asintió, —sí y una computadora, pero no busques porno.
Jonas se rio entre dientes, pero Frankie solo pareció sorprendido.
—¿Que edad tenias cuando saliste por primera vez con una chica? —le 15
preguntó Frankie tras salir del ascensor.
—Dieciséis. —Adam dijo.
—Tengo diecisiete años, lo que significa que soy lo bastante mayor como
para mirar a una chica desnuda sí quiero.
—No lo hagas, —dijo Adam—. Las mujeres son muy complejas.

Después de ducharse, Frankie miró su reflejo en el enorme espejo en la


pared del baño. «¿Así se ve mi cuerpo ahora?». Hacía mucho tiempo que no
tenía un baño real o se veía de cuerpo completo en un espejo. La mayor parte
del tiempo Jonas y el solo podían asearse hasta ir a una gasolinera. Habían
desaparecido totalmente sus facciones de bebé, de las cuales Jonas se burlaba,
revelando un musculoso pecho y unos abdominales duros como piedra. Se
observó la cara. Había envejecido. Su belleza juvenil se había ido. Contempló
su reflejo otra vez, sorprendiéndose. Para ser un chico, tenía una cara bonita.
Necesitaba un corte de pelo, algo moderno y con estilo que lo librara de los
rizos. Y no podía esperar a que el verano llegara para poder broncearse. En este
momento se veía tan pálido como un fantasma.
—¿Que te está tomando tanto tiempo ahí dentro? —Jonas llamó desde el
dormitorio.
—Me estoy vistiendo, —Frankie se puso los calzoncillos y el pijama y
salió del baño atándose el cordón de la cintura. —Estoy pensando en cortarme
el pelo.
—¿Porque? —Jonas preguntó.
—Porque esta demasiado largo e incontrolable y estoy cansado de ser
confundido con una chica o un niño. Ya bastante malo es que sea bajito.
—No eres bajito, —comentó Jonas—. 1’67cm es el promedio.
Jonas media 1’73cm.
—Bien, ¿como es que todos los adultos que conocemos son más altos que
nosotros? la mayor parte de tus amigos también. 16
—¿Por todos te refieres al Sr. Montgomery, no? No todos crecen al mismo
ritmo. Nuestros padres no eran tan altos, así que solo nos parecemos a ellos. Y
que conste, yo no me considero bajito. Ahora, vigila a Kalen mientras me baño.
Kalen dormía en la cuna.
Alguien llamó a la puerta después que Jonas entró al baño. Frankie tuvo
que atender.
Adam Montgomery estaba de pie al otro lado. Metió a la habitación el
carrito de comida con la bolsa de la medicación encima. —Lindo pijama, —
bromeo.
—Gracias, —dijo, apretando el cordón como para que no se le cayeran los
pantalones.—¿Que es todo eso?
—La receta de tu hermano, —respondió Adam emtregandole la bolsa y
Frankie lo dejo en la cama de Jonas.
—No, digo lo del carro.
—La cena, me tomé la libertad de subirla. —Se asomó a la cuna—. Aw, el
bebé está dormido.
—Ya le di de comer, —dijo—. Y en cuanto lo bañe se quedó
completamente dormido. Ha pasado bastante tiempo que no lo veía dormir tan
tranquilo.
—Es porque no hay sonidos de la calle que lo mantengan despierto. —
murmuro, mientras colocaba los platos cubiertos en la mesa.
—Algo huele bien y no es solo las hamburguesas, —susurro inhalando
todos los aromas incluida la colonia de Adam.
—También le pedí al chef que prepara algo nutritivo, además de las
hamburguesas y papas fritas. ¿Donde esta Jonas?
—Está tomando un baño.
Adam se inclinó y lo olio. —Hueles mucho mejor ahora que te has sacado
ese aroma de basurero.
—Respecto a eso, —Frankie dijo—. Realmente no buscaba comida.
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—¿Entonces que estabas buscando?
—Cosas para vender. Es una especie de pasatiempo.
—¿Entonces solo estabas siendo un poco pretencioso?
—Básicamente, —contestó—. Intentaba que los de seguridad me liberaran.
Creí que una historia triste funcionaria.
Adam frunció el ceño. —Bueno, funciono en mí. —Miro a Frankie—.
Aunque estas un poco delgado, siéntate.
Frankie se sentó.
Adam destapó el plato con una hamburguesa y papas fritas. También había
traído una malteada de vainilla y una fresca ensalada verde.
Frankie dio las gracias y luego atacó la hamburguesa.
—Para ser un artista del engaño, tienes modales.
Frankie pestañeo juguetonamente hacia el.
—Mmm, no hagas eso. Yo podría tomarlo de la forma incorrecta.
Frankie volvió a la comida.
—Ve más despacio antes que te ahogues.
—¡Que! ¿No te extañara que tu novio se despierte y descubra que te has
ido?
—No, —respondió—. Ya se fue.
—Apuesto que no le dijiste sobre nosotros.
—No tengo que darle explicaciones sobre lo que hago, —explico.
Frankie sorbió un poco de la malteada. —Esto es delicioso.
—Pensé que te gustaría, —dijo Adam, observándolo
—Me alegro de no ser intolerante a la lactosa.
Adam lo palmeó en la cabeza. —Que bueno que no lo seas. —Pasó los
dedos por los rizos de Frankie.
La puerta del baño se abrió y Jonas apareció
Adam movió lentamente su mano. —Tus medicinas están en la cama.
Jonas sacó la medicina y la inyectó en su muslo. Tuvo que esperar unos 18
minutos antes de comer. Entonces destapó el plato.
—¿Donde esta mi hamburguesa y papas fritas? —Jonas preguntó,
secándose con una toalla su largo cabello.
—Siéntate. —Adam dijo—. Las papas se convierten en azúcar.
Frankie se asomó y vio una selección de alimentos saludables como pollo
y verduras a la plancha. —Mira, pensaste que el no sabia de tu dieta especial.
Constantemente hace trampa.
Jonas se sentó y puso la toalla en su cuello para atrapar el agua que
escurría de su pelo.
—No bajo mi cuidado. —Dijo Adam—. También soy diabético.
Jonas alzó la mirada de repente y se quedó observándolo.
—¿Que? No se me nota, pero la tengo desde la infancia.
—¿En donde la inyectas? —Le pregunto Frankie.
—En el estómago o en las nalgas. —Respondió.
—¿Cómo hace para inyectarse en el trasero? —Murmuro Jonas masticando
un pepinillo.
—¿Quien dice que lo hago yo?
—Oh, —murmuro Jonas.
—Tengo una caja de agujas y algodones con alcohol en caso que los
necesites.
—Gracias.
—¿Que hacen normalmente en sábado?
—Salir. —Respondió Frankie—. ¿Porque?
—Voy de compras, —¿Les gustaría venir conmigo?
—¿Porque? —Jonas preguntó.
—Porque creí que podría ser divertido. Tendrán la oportunidad de pasar el
día conmigo, además soy genial. —bromeo—. Y tendrán un cambio de
ambiente.
—Esta bien. —Jonas dijo. 19
Frankie se quedó sin aliento. Jonas ni siquiera se puso quejoso.
—Bueno, pon el despertador a las nueve. Vendré por ustedes a las diez.
Iremos a tomar el desayuno y luego nos iremos. —Adam se dirigió a la
puerta—. Buenas noches.
—Buenas noches. —contestaron ambos.
Frankie se quedo viendo a Adam al salir.
—Esta un poco chiflado, —dijo mientras se comía el pollo.
—Creo que es agradable. —Comentó ausente Frankie.
—No te encariñes demasiado. —Advirtió Jonas. —Nos convertiremos de
nuevo en calabazas el domingo.
Frankie sorbió de la malteada de vainilla y obtuvo un gran congelamiento
de cabeza. —Si, lo se.

20
Capítulo Dos

Adam vino por ellos exactamente a las diez y los llevó a su habitación. Su
habitación era similar a la de ellos, excepto que la había arreglado como una
oficina.
—¿Vives aquí todo el tiempo? —Frankie le preguntó a Adam mientras
miraba el entorno.
—No, tengo una casa en Garden District.
—Oh, — exclamó—. ¿Vas a casa a menudo?
—Lo intento, —respondió—. Pero a veces estoy demasiado ocupado y es
más fácil dormir aquí.
Adam tenía puesta la mesa para el desayuno con sémola, tocino de pavo,
huevos, tostadas de pan integral y fruta fresca. Kalen ya estaba completamente
despierto y miraba a Adam extrañamente. —¿Qué es lo que come?
Frankie sacó de su mochila un tarro con comida de bebé, calentó el tarro en
el microondas y empezó a darle de comer a Kalen.
—Oh, sí, me olvidaba que sólo tiene dos años, — dijo, haciendo muecas a
la avena y puré de manzana del niño.
Frankie comió mientras alimentaba a Kalen. Trató de mantener al bebé lo
más limpio posible, pero después de comer, Kalen necesitaba un cambio de
pañal. —Disculpa. —Frankie desapareció en el baño de Adam con Kalen y su
mochila. Le cambió el pañal a Kalen y el que le quito lo envolvió en un trozo de
papel del periódico y una bolsa de plástico. Se lavó las manos y salió del baño
con su hermano.
—Sólo deja el pañal en el bote de basura, —le dijo Adam, apuntando hacia
el baño. Una camarera se deshará de él.
Frankie arrojó la bolsa a la basura y bajo a Kalen al suelo. El niño caminó
hacia Jonas, cayó sobre su trasero y luego se levantó y lo intentó de nuevo.
—Es lindo. —Mencionó Adam mientras sacaba su teléfono y marcaba. 21
Kalen llegó a Jonas y agarró su pierna aferrándose.
—Sólo tengo que prepararle una botella antes de irnos, —comentó Frankie
tomando la lata de leche de su mochila, junto con un abrelatas y un biberón de
plástico. Tiró la lata vacía a la basura. —Estamos listos.
Adam colgó el teléfono. —El chofer está esperando abajo en la banqueta.
Jonas puso a Kalen en el cochechito y dejaron la habitación de Adam. El
chofer ayudó a Jonas a guardar el cochecito de Kalen en el maletero y se metió
al coche.
—Lo siento, pero vas a tener que ponerle a Kalen el cinturón de seguridad,
—pidió Adam—. No tenemos una silla infantil.
Frankie se acomodo en el asiento y se abrochó el cinturón, mientras que
Jonas abrochaba el cinturón a Kalen y luego a sí mismo. Momentos más tarde
conducían por el distrito central de negocios dirigiéndose al centro comercial en
Metairie.

La idea de ir de compras fue para que los chicos adquirieran algo para usar
en la actuación, solo que Adam esperaba tener buenos argumentos acerca de
gastar dinero en ellos. —Piensa en ello como una inversión a futuro, —le dijo a
Jonas.
—Esto es demasiado caro, —dijo Jonas mirándose en un espejo de cuerpo
entero.
Adam se aseguraría de vestirlos de pies a cabeza, ropa interior y zapatos.
—Estos pantalones están demasiado ajustados, —se quejó Frankie —. No
puedo respirar.
—Esa es la talla que me dijiste, —Dijo Adam—. Debes haber crecido. —
Hizo señas al sastre. El hombre mayor se apresuró. —¿Podrías encontrar algo
en una talla más grande? 22
—Sí, voy a buscarlos. —El sastre se apresuró.
Adam sostuvo a Kalen mientras esperaban. «Él es un niño tan feliz. Y
apenas dio problema alguno»
El sastre regresó con un traje perfecto.
Frankie entró en el probador.
Jonas se metió al otro para cambiarse a su ropa normal.
Frankie nunca salió a mostrarle cómo se veía. Solo le entregó el traje al
sastre.
—Me queda.
Kalen también consiguió un nuevo traje cuando fueron a la tienda de ropa
de bebé, aunque no podría ver la actuación de sus hermanos. Adam había
contratado una niñera, la hija de un amigo suyo... un promotor musical al que
había invitado a escuchar tocar a los chicos. Él y Tory Albertson habían sido
amigos desde la infancia. Y Tory siempre estaba en busca de nuevos talentos.
Adam también recogió su traje del sastre y llevó a los niños a comer en un
restaurante cercano. Después, George los llevó al estilista. Antes había llamado
a Nico y le contó sobre la actuación que tendrían los chicos, Nico dijo que iba a
hacer espacio en su apretada agenda para acomodarlos.
—¿Qué es este lugar? —Preguntó Jonas una vez que el chofer se
estacionó.
—Una peluquería. ¿No has estado alguna vez con el barbero? —Pregunto
Adam.
Jonas movió la cabeza y su largo pelo ondeó sobre sus hombros.
—Supongo que no, —admitió Adam—. Pensé que sería agradable que
todos tuviéramos un corte decente.
Jonas se tocó el pelo. —No me va a dejar calvo, ¿verdad?
—Oh, no, —afirmó. —Me gusta tu pelo. Te hace ver como un rockero.
Nico sólo va a recortar las puntas. —Salió del coche—. En cuanto a tu hermano,
creo que el público tiene que poder ver sus ojos.
23
Jonas se rio. —Él me hace recordar a un perro pastor.
Frankie frunció el ceño a ambos cuando entraron al local.
Nico estaba ocupado con un cliente, pero señaló para que tomaran asiento.
—¿No es ese tu novio?, —Frankie susurró a Adam cuando se sentaron.
—Sí. Tienes buena memoria. Su nombre es Nico. Así que compórtate.
Frankie se apartó una gran cantidad de rizos y vio a Nico salir. —¿Quien
de ustedes es la chica?
Adam se rió y le revolvió el pelo a Frankie. —Ninguno. De verdad eres
increíble.
Nico terminó con su cliente y se acercó a saludarlos. —Wow, mírate. Me
llamo Nico Washington, soy un amigo de Adam.
Jonas habló primero. —Soy Jonas Kerry y ellos son mis hermanos, Frankie
y Kalen.
Nico hizo cosquillas a Kalen debajo de la barbilla y Kalen rió. —Entonces
¿Qué es lo que quieres?
—Sólo un despunte, —pidió Jonas. —Tengo puntas abiertas.
—Bueno. Puedes ir con Ernest. Él es un genio con el pelo largo.
Ernest tenía el pelo hasta su trasero y lo llevaba en una bonita trenza.
Jonas le paso a Kalen a Adam.
Nico lo miró con curiosidad, pero no dijo nada. —Y qué hay de ti, Frankie.
¿Qué te gustaría?
—Menos rizos, —Frankie dijo. —Me gustaría algo moderno. Estoy
cansado de verme como un Chia pet3.

3
Chia Pet era una marca de piezas de arcilla con forma de mascotas a las que se les
aplicaban, sobre su cuerpo acanalado, semillas humedecidas de chia (Salvia hispanica), una planta aromática
de ciclo anual. Después de tres a cinco días llenando y rellenando el Chia Pet con agua, las semillas brotaban
24
formando una capa gelatinosa que se adhería al cuerpo del Chia Pet. A partir de ese momento, se requieren
pocos esfuerzos para mantener el Chia Pet, cuya parte con semillas se convertirá en una frondosa cubierta
verde.
—Pero los rizos son tan lindos, —argumentó Nico.

—Tengo diecisiete años, no siete, —Frankie respondió. —Hazme


precioso.
Nico se rió entre dientes. —Me gusta este. Tú vienes conmigo.
Ernest llevó Jonas a un lavabo y Nico llevó Frankie a otro.
—Eres tan afortunado porque eres un bebé, —Adam le dijo a Kalen
mientras lo hacía rebotar sobre su rodilla—. No tendrás que hacerte un corte de
pelo por lo menos en un par de años.
Kalen apoyó la cabeza contra el pecho de Adam y bostezo.
—Oh, alguien tiene sueño. Entiendo.
Kalen se frotó cerca del corazón de Adam y supuso que el ritmo constante
le ayudaria a calmarse y dormir.
Nico pasó con Frankie y le dio una mirada interrogante.
Adam se encogió de hombros. Sabía que eso parecía fuera de lugar en él,
pero no se sentía tan mal. Por la forma en que iban las cosas, nunca tendría hijos
propios, pero era agradable fingir por un rato.
Adam apenas reconoció a Frankie una vez que Nico terminó. La mayoría
de los rizos se habían ido, excepto en la parte superior. Nico le había afeitado la
parte trasera, pero conservó cierta amplitud en los lados y el frente. Frankie se
veía un poco mayor y más sexy ahora que los demás podían ver esos ojos azules
y sus gruesas cejas rubias.
—Entonces, ¿qué piensas? —Le preguntó Frankie.
—Luces mayor, —admitió Adam. Por supuesto que él se odiaba por los
pensamientos impuros que cruzaron por su mente.
Ernest no sólo le había despuntado el pelo a Jonas, le cortó el flequillo y
los laterales. Jonas y Frankie podrían pasar por gemelos, excepto que los ojos de
Jonas eran marrones y su pelo más lacio.
—Tu turno vaquero, —dijo Nico a Adam.
Frankie tomó a Kalen y se sentó. Kalen protestó un poco y luego se
25
volvió a dormir.
Adam se acercó al lavabo con Nico.
—¿Tanto te gustó su actuación?

—Sí, —respondió Adam—. Mi amigo Tory es un promotor musical.


Siempre está en busca de nuevos talentos y lo invite a escucharlos tocar esta
noche en el salón en el hotel.
—¿Y solo así? —Preguntó.
—Sí. —Se sentó y Nico le lavo el pelo. Después le recorto las puntas y
afeitó su terso rostro.
Adam pago a Ernest y a el por sus servicios.
Nico le dio un romántico beso en los labios cuando estaban a punto de irse.
—Nos vemos esta noche en su actuación, —les dijo a Jonas y Frankie.
Ninguno de los hermanos parecía asustado al ver a dos hombres
besándose.
George los llevó de regreso al hotel y Adam envió a los mozos a su
habitación con los paquetes. Llevó a los chicos al salón. —Aquí es donde
ustedes actuarán esta noche.
—Wow, — expresó Frankie. —Es excelente.
—Tenemos que ensayar, —le dijo Jonas a Adam—. ¿Podemos usar este
sitio?
—Sí. Ponte tan cómodo como gustes. Cuidare a Kalen.
—¿Sabes cómo cambiar un pañal? —Le preguntó Frankie juguetonamente.
Adam frunció el ceño. El corte de pelo no le quitó el sarcasmo y esa
actitud. —Me las arreglaré, —dijo—. Vamos por sus instrumentos. Le diré al
chico del sonido que baje y podrán hacer las pruebas musicales con él. Su
nombre es Sean Johnson.
Adam cargo a Kalen y tomó la mochila de Frankie para subir a su
habitación. Acomodo al niño en su cama para que durmiera y mientras llamaba
a Tory. —Están ensayando. Sí, son muy buenos. Sí, Nico se unirá a nosotros
esta noche. —Adam colgó el teléfono y ordenó que la cena se entregará a la
habitación de los chicos después de su actuación.
26
La habitación tenía muy buena acústica, Frankie lo descubrió cuando él y
Jonas planificaban la selección de temas. El escenario tenía un piano. Frankie
levantó la tapa y tocó algunos acordes.
—¿También tocas el piano? —Preguntó Sean. Sean Johnson parecía de la
edad de Jonas, tal vez un poco mayor y muy sexy, con el pelo castaño corto y
ojos verdes. Sean era más alto que Jonas por un par de pulgadas y exacto del
tipo que le gustaba a su hermano mayor.
—Sí, —Frankie respondió—. ¿Crees que al Sr. Montgomery le importaría
si lo uso esta noche?
—No, pero él seguramente se sorprenderá, —dijo Sean cuando Frankie
continuó tocando.
Jonas lo acompañó con la guitarra.
—Me gusta su sonido, —Sean comentó a Jonas—. Ustedes deberían
formar una banda.
—Por ahora sólo somos nosotros, —dijo Jonas.
Frankie observó la interacción entre Jonas y Sean mientras tocaban. No
había oído a Jonas reír así en mucho tiempo. Ensayaron durante unas dos horas
y Frankie empezó a bostezar. —Creo que voy a subir para tomar una siesta. —
Guardó su violín y el arco.
—Subiré más tarde, —le dijo—. Revisa a Kalen.
Frankie asintió, dejando a los dos nuevos amigos a solas para conocerse.
Deseaba poder hacer amigos tan fácilmente, se fue directamente a la habitación.
Las camareras habían limpiado y cambiado la ropa de cama. Frankie tomó el
teléfono y marcó el número de Adam para revisar a Kalen.
—Sigue durmiendo, —Adam dijo—. ¿Cómo fue el ensayo?
—Genial, —respondió—. Sean es un chico agradable.
27
—Él es nuestro asistente musical geek. También ayuda cuando
hospedamos artistas.
—Voy a tomar una siesta. Por favor llámame en cuanto Kalen despierte.
—Descansa, Frankie, —dijo Adam.
Frankie colgó el teléfono, se quitó los zapatos y se metió en la cama.
Siguió repitiendo una y otra vez en su cabeza el beso entre Adam y Nico,
preguntándose si ellos estaban enamorados y si siempre lo hacían el uno al otro.
Pensó sobre muchas cosas como que ahora era mayor. Las niñas realmente no le
provocaban nada y sólo se sentía caliente junto a chicos guapos. Solía pensar
que Myron, el amigo de Jonas, era lindo, hasta que se dio cuenta que Myron
estaba interesado en Jonas. A pesar de que tenía un nuevo corte de pelo, sabía
que no era suficiente para cambiar. También planeaba trabajar en sí mismo,
emocional y físicamente. En dos semanas sería oficialmente un adulto, y no
quería vivir en las calles el resto de su vida.
Jonas entró a la habitación un rato después, despertándolo. —Lo siento. No
era mi intención molestarte.
—Sólo estoy aprovechando esta cómoda cama. ¿Dónde está Sean?
—Tenía que volver al trabajo, dijo que iría a vernos esta noche.
—Parece un buen chico, —dijo.
—Sí, ¿dónde está Kalen?
—Esta con el tío Adam. Le dije que me llamara cuando Kalen despierte.
Jonas se sentó en la otra cama. —¿No crees que es extraño que el Sr.
Montgomery esté haciendo tanto por nosotros?
—Un poco, pero todo habrá terminado mañana. Vamos a tratar de
disfrutarlo, — dijo—. Y vamos a tener una oportunidad de actuar en el
escenario otra vez. ¿No lo extrañas?
—Por supuesto que sí, pero no quiero que te hagas ilusiones de que habrá
más de esto.
—No lo haré, —dijo Frankie levantándose de la cama y estirándose.
—Estás enamorándote de él, ¿no es así?
—¿De quién? —Preguntó.
28
—Adam Montgomery.
Frankie dejó de estirarse. —Sí, pero no hay nada que pueda salir de ahí. Él
es muy mayor y tiene novio.
—Sí, y recuerda eso. Somos de dos mundos diferentes.
Sonó el teléfono, poniendo fin a la conversación. Jonas respondió. —Hola.
—Jonas, soy Adam. Kalen apenas despertó de su siesta.
—Bueno, iré por él. —Colgó—. Kalen se despertó. Voy a traerlo. —Jonas
lo dejó solo.
Frankie suspiró. Si Jonas que siempre estaba distraído había descubierto
sus sentimientos por Adam, se preguntó si también Adam se había dado cuenta.

Adam estuvo ultimando el espectáculo de esta noche con Sean. El salón


sirve licor por lo que dispuso que Jonas y Frankie actuarán primero así no
estarían en el bar después de la hora estelar cuando el lugar comenzaba a
ponerse ruidoso por los adultos ebrios. No quería romper ninguna ley y tener
que cerrar su hotel por contribuir a la explotación infantil.
La hija de Tory, Amanda, llegó al hotel y se fue con Kalen a la guardería,
por lo que los Kerry más grandes podrían vestirse. Luego de asegurarse que la
iluminación y el aire acondicionado funcionaban en el salón, Sean y él tomaron
caminos diferentes. Adam pasó un rato revisando las otras áreas de su hotel que
descuidó durante el día. Mañana el barrio Francés sería sede de un festival de
mariscos y Adam planeaba llevar a los chicos a probar la comida y a disfrutar
de la música. Pensaba invitar a Nico pero, primero tenía que ver como resultaba
esta noche. Esperaba que a Tory le gustaran los Kerry y los contratara. Solo era
una fantasía suya, la verdad es que los tres estarían regresando a las calles el
lunes y actuarían por limosnas. Se preguntaba si habría un albergue donde los
cuidaran. El otoño había llegado y las noches cada vez eran más frías. No
tendría la conciencia tranquila simplemente echándolos a la calle, pero tampoco
podía mantenerlos en la habitación Roosevelt. Quizás podría encontrarles un 29
apartamento, uno seguro y agradable cerca de la universidad.
Saco su teléfono y llamo a la inmobiliaria para ver si tenían algo
disponible. Se distrajo con la idea de encontrarles un lugar seguro en el barrio,
pero todo sería muy caro y no apto para Kalen. Suspiro. No era extraño que no
tuviera niños. Mantenerlos seguros es una gran responsabilidad.
La inmobiliaria le dijo que tenían algunos lugares que se ajustaban a sus
criterios. —¿Sería posible que los viera mañana temprano? Bien. —Iría mañana
temprano antes que se levantaran los chicos. Adam vio su reloj. «Mierda, mejor
iré a prepararme» Enviaría a George a por Nico. Adam corrió a su habitación,
se quitó la ropa y se metió al baño.

—Me siento como un pingüino. —Dijo Jonas intentando moverse con el


traje que Adam le compro.
—Te ves muy bien, —dijo—. Mama estaría muy orgullosa de ti, hizo una
pausa—. ¿Ya tomaste tu medicación?
—Si, —Jonas sacó su guitarra—. Tal vez debí ensayar con esta ropa.
Frankie se rio por la incomodidad de su hermano. —No vamos a bailar,
solo a tocar los instrumentos. Creo que solo estas nervioso. Y no es como si
tuviésemos que tocar un montón de canciones. Podemos hacerlo hasta con los
ojos cerrados. —Tomó la chaqueta de la percha y se lo puso.
—Ooh mírate, —dijo Jonas. —Te ves totalmente adulto.
—¿Enserio? —Preguntó, revisando su reflejo en el espejo—. Creo que me
veo como un pingüino emperador.
—Será mejor que te acostumbres a ese aspecto si vas a tocar en una
orquesta sinfónica.
Tenía que ir a la audición en un mes y Frankie ya sentía mariposas, sabia
que estaba en juego su futuro. Tendría que volver a practicar el lunes tan pronto
como salieran del hotel. 30
Alguien llamó a la puerta. Jonas fue a abrir y Sean entro.
—Se ven muy bien. El Sr. Montgomery me envió a buscarlos. ¿Están listos
para la actuación?
—Si, —Jonas respondió.
Frankie se dio un último vistazo en el espejo. —Estoy listo. —Dijo,
tomando el estuche de su violín.
Jonas tomó su guitarra y siguió a Sean hacia la puerta.

31
Capítulo Tres
—Estoy muy nervioso, —Nico le dijo a Adam cuando se sentaron en el salón
bebiéndose unas copas.
—¿Por qué?
—Porque los Kerry están a punto de actuar y hay tanta gente aquí. ¿Crees
que tengan miedo?
Adam se encogió de hombros. —Espero que no, pero hay una posibilidad.
Ya antes han actuado ante la gente.
—En el parque, — dijo—. Esto es diferente.
—Sean, el director de sonido los escucho ensayando antes y me dijo que
son buenos.
—Mejor que lo sean, —Tory dijo deslizándose en la cabina al otro lado de
la mesa—. Renuncie a los bolos para venir a escucharlos.
—Nico, el es mi amigo Tory Albertson. No lo dice enserio.
Nico estrecho la mano de Tory desde el otro lado de la mesa. —Encantado
de conocerte.
—Es un placer también conocerte, Nico. ¿Has escuchado a estos chicos
antes?
—Una vez, —respondió Nico —. Estuvieron muy bien.
—Nunca he manejado músicos clásicos, —Tory reconoció—. ¿Quien los
formó?
—Su padre, —Adam respondió—. Solía estar en una orquesta o algo así
antes de que falleciera.
El MC salió al escenario y los amigos dejaron de hablar.
—Buenas noches, damas y caballeros, bienvenidos al Montgomery Arms
Hotel Lounge. Mi nombre es Ben y seré su MC esta noche. Para la velada les
tenemos una alineación muy talentosa. En primer lugar la actuación de unos
32
hermanos. Escuche a estos dos chicos actuar antes y sonaban fantástico. Así que
pido aplausos para los Kerry. —Ben dejó el escenario, las luces se apagaron y el
telón se abrió.

Adam cerró los ojos, demasiado nervioso como para ver como de
impresionado estaría Tory al verlos. Escucho la guitarra de Jonas sobresaliendo,
seguido de los hermosos acordes de violín.
«Ooh, no lo soporto mas», Adam abrió los ojos y miró directo al
escenario. «Se ven tan adorables y relajados». Apostaría que tenía más
mariposas en el estómago de las que ellos tenían.
Los Kerry tocaron una pieza clásica. Frankie tenía una buena técnica.
Permitiendo que su mano izquierda regulará la resonancia de las cuerdas. Adam
recordó muchas de sus lecciones de cuando niño. Al utilizar las yemas de sus
dedos en el diapasón para así poder producir diferentes tonos.
La multitud aplaudió cuando termino la canción. Para la segunda en el
repertorio, Jonas apareció con la guitarra. Eligio una animada melodía latina
para mostrar su talento. Frankie lo acompañó en el violín. Haciendo que
quisiera tararear al compás.
Después de terminar la canción, Frankie se acercó al piano, se sentó y
empezó a tocar a la perfección.
—Creí que habías dicho que era violinista, —Tory mencionó
—Estoy tan sorprendido como tu, —Adam exclamó. Conocía esa canción.
Su madre solía cantarla—. Es "A Lover's Concerto".
Frankie ajusto el micrófono y comenzó a cantar.
—¿Eh? ¿Canta? —Adam preguntó en voz alta.
—Al parecer, —dijo Nico —. Y muy bien.
Jonas se unió, tocando la guitarra.
—Es de The Toys, —Nico exclamó.
Tory asintió. —Si, ninguno de nosotros había nacido cuando esa canción
era famosa. Me preguntó donde la escucharían.
Adam se encogió de hombros y siguió escuchando la balada romántica
cantada por el joven contratenor, la piel se le puso de gallina. 33
La multitud los ovacionó.
Estaba previsto que hicieran cuatro números. Frankie se quedó en el piano
y comenzó con los acordes de "All my Life" de K-Ci & JoJo. Empezó a cantar
y Jonas se acercó al otro micrófono y unió su voz armoniosamente con la de su
hermano.
Tory literalmente se estremeció, alegrándose con la profunda voz de
barítono de Jonas que le daba mucho carácter a la canción. —¿Donde se habían
estado escondiendo estos jovencitos?
—A la vista de todos. — Dijo Adam cuando la audiencia se unía a la
canción.
—Estos niños ya antes han pisado un escenario, —afirmó Nico.
Tory asintió. —Aparentemente.
Adam estaba atónito. Esos demonios rubios no le mencionaron nada. ¿Y
quién sabía que cantaban? —Así que, ¿Quieres manejarlos? —Le preguntó a
Tory.
—Solo si aceptas ser su manager.
—¿Que se yo de manejar a dos cantantes? —Adam preguntó.
—Diriges este hotel, ¿no? —Tory cuestiono, moviéndose al compás—. Te
ocupas de la comodidad, ordenar alimentos y suministros para los huéspedes,
además atiendes todas sus necesidades. Manejar a un artista es lo mismo.
—No lo sé —Adam respondió por encima del estallido de aplausos. Se
sentía entusiasmado y nervioso por esa posibilidad.
La canción terminó y la multitud se puso de pie y aplaudieron con ganas de
más.
—Vamos a felicitar a tus clientes, —Tory dijo, aun antes de que Adam
aceptara ser su manager.
Adam se puso de pie. —¿Vienes? —le preguntó a Nico.
Nico negó. —No, este es tu momento. Estaré aquí disfrutando el resto del
espectáculo.
Adam le lanzo un beso y siguió a Tory detrás del escenario.
34
—Estuvieron fantásticos, —Adam les dijo, estrechando la mano de Jonas y
después la de Frankie—. ¿Porque nunca me dijiste que podías cantar?
—Nunca preguntó. —Dijo Jonas.
Tory sonrió captando la atención de los hermanos.
—Camaradas, me gustaría presentarles a mi gran amigo Tory Albertson.
Es un promotor musical.
—Encantado de conocerlos, — dijo, —realmente me conmovió su
actuación y creo que serian buenos en mi agencia.
—¿Que? —Jonas preguntó.
—Chicos quiero contratarlos. —Explico Tory.
—Pero yo quiero tocar en una orquesta. —Protesto Frankie.
Tory sonrió. —Lo harás, contrataremos una para sus acompañamientos.
Jonas miró a Frankie por una decisión
—Jonas, creí que querías terminar la universidad. —Dijo Frankie.
—Si, pero esta es nuestra oportunidad en la vida, —respondió—. Hemos
estado buscando una razón sobre que hacer con nuestras vidas. Hoy podríamos
llegar a realizar lo que más nos gusta. Podemos estar juntos. Kalen también.
Frankie parecía nervioso. Se movía sobre sus pies. —No se nada de esto.
Es tan repentino.
Adam no sabía por qué el jovencito no estaba tomando esa oportunidad.
Seguro que era mejor que el infierno de tocar en el parque por limosnas. —
Quizá los estamos presionando. ¿Pueden ir a descansar?
—Seguro, te toca a ti convencerlos ya que serás su manager.
Tanto Jonas como Frankie lo miraron con curiosidad
—Tory me nombro, pero si tienen a alguien mejor en mente, lo entenderé,
—dijo Adam.
—No, será perfecto, —resalto Jonas mirando a Frankie.
Frankie bajo la cabeza y asintió. —Nuestros padres siempre quisieron que
fuéramos cantantes, pero a mi tan solo me gusta el violín.
—Esta es precisamente la oportunidad para que lo hagas, —añadio Tory— 35
. Ambos son realmente talentosos.
Jonas abrazo a su hermano. —¿Que podemos perder? Y de esta forma
podemos darle a Kalen un hogar y una razón para luchar.
Las lágrimas nublaron los ojos azules de Frankie al darse cuenta de lo que
esto significaría para Kalen... no para ellos, sino para el bebe que ellos tanto
amaban.
Adam sonrió. «Que gran familia»
—Esta bien, —Frankie finalmente aceptó—. Haga que su abogado llame a
nuestro manager.
Tory estrecho de nuevo la mano de Jonas. —Bienvenidos a bordo. Haré
que mi abogado prepare el contrato. ¿Ustedes donde se quedan?
—Aquí, en la habitación Roosevelt, —Adam contestó—. Pero tenía planes
para mañana ir a buscar un apartamento para ellos.
Jonas gimió. —Nadie me dijo.
—Por el momento así esta bien, —dijo Tory—. Pero estos chicos serán
grandes. A menos que encuentres un apartamento con una gran seguridad,
tenemos que ponerlos en una casa. Una vez que se presenten por todo Estados
Unidos, las fans trataran de llegar a ellos. Tendrán a las mujeres atravesando las
paredes.
Frankie miro a Jonas y sonrió. Jonas le devolvió la sonrisa.
«Uh-ho» Adam apenas los conocía desde hacia dos días y ya sabía el
significado de esa travesura. ¿Qué secreto compartían?
Sean se acercó. Hablo con Tory y Adam, pero centró su atención en Jonas.
—¿Qué harás después?
—No mucho. ¿Por qué?
—¿Quieres ir a cenar? —Preguntó Sean
—No lo se, —debo cuidar al bebé.
—Ve, —se adelanto Frankie.— Puedo cuidar a Kalen. Sal y diviértete.
Jonas acepto. —Bien, pero no puedo andar fuera hasta muy tarde.
—Apenas tienes veinte, —dijo Sean—. No puedes entrar en ningún club, 36
pero hay buenos restaurantes en la zona, incluso aquí al lado. —Miró su reloj—.
Debo trabajar hasta las diez. Vendré por ti después que termine.
Jonas asintió y sonrió tímidamente.
Adam sonrió. «Bingo» A jonas también le gustan los chicos. «No me
extraña porque ambos se sonrieron cuando Tory dijo que tendrían mujeres
saliendo de las paredes. Parece que Frankie no solo cenara solo esta noche,
sino que enfrentará a las mujeres» Suspiro. «Lastima que no fuera al revés.
Oh, bien, algunas cosas simplemente no están destinadas a ser»

Frankie se quitó el traje y se metió a la ducha. Adam traería a Kalen pronto


y planeaba jugar con su hermanito hasta que fuera hora de dormir.
Jonas había ido rápido a cambiarse y se fue con Sean en cuanto vino.
Frankie se estaba secando cuando escucho un golpe en la puerta.
Cómodamente se envolvió la enorme toalla en la cintura y fue a la puerta. Adam
estaba de pie al otro lado, Traía a un Kalen que se veía muy somnoliento.
«Bueno, ahí se fue nuestra hora de juego»
Adam miró a Frankie de pies a cabeza. —Creo que te atrape en mal
momento. ¿No estarás entretenido con alguna jovencita en la habitación?
—Muy gracioso, —dijo Frankie—. Acabo de salir de la ducha.
Adam entró en la habitación. —Ponte el pijama mientras acomodo a Kalen
en la cama.
Kalen ya tenía el pijama
—Esta bien. —Frankie regresó al baño, se vistió y reapareció secándose el
cabello.
—El cocinero enviará comida para ti. Le había pedido también para Jonas,
pero tuvo otros planes.
—Estoy acostumbrado a comer solo, —Frankie dijo mirando a Adam. No
era estúpido como para no haber notado antes la mirada de Adam 37
recorriéndolo—. Sean parece un gran tipo.
—Lo es, —dijo—. Es cool. —Suspiró profundamente. —A Jonas le gustan
los chicos ¿verdad?
—Si, —respondió Frankie. Lastima que no podía decirle a Adam sus
sentimientos. Quizá en algunas semanas, cuando fuera legal, pero no ahora.
—¿Y estas de acuerdo?
—Si, —Frankie nuevamente contestó—. El amor no tiene preferencia
sexual.
Adam lo miro a los ojos. —No, no lo tiene.
De nuevo un golpe en la puerta rompió la tensión entre ellos. Adam fue a
abrir.
Un joven trajo una bandeja con comida.
—Quédate a cenar conmigo, —Frankie pidió después de que saliera el
camarero.
—Lo siento, no puedo. Nico me espera en el salón.
—Oh, —Frankie gimió, bajando sus pestañas—. Bien, quizá en otro
momento.
—Si, —dijo, dirigiéndose hacia la puerta.
—Que tengas buena noche, — le deseo Frankie.
Adam se apresuró a salir. —Descansa un poco. Mañana tenemos un gran
día. —Abrió la puerta y se fue.
Frankie ahogó un sollozo. ¿Porque no podía encontrar a alguien que lo
amara y que fuera así de genial como Adam? Se secó los ojos y se acercó a la
bandeja y levantó una de las tapas. Pescado a la parrilla, puré de papa y
guisantes. En la otra había cupcakes de chocolate con una glaseado rosa.
Frankie se sentó a comer. Después se fue a la cama y miro la televisión hasta
quedarse dormido.

38
Capítulo Cuatro
A la mañana siguiente, el despertador sonó a las cinco am. Adam abrió los ojos
y gimió. Anoche cuando Regresó al salón con Nico, bebieron algunos tragos
antes de subir a la habitación. Casi no se acordaba de anoche, pero Nico le había
pedido que llamara a George para que lo llevara a casa porque quería levantarse
temprano para ir a la iglesia. Adam ni siquiera intentó detenerlo. Ya se sentía en
el infierno después de dejar a Frankie cenando solo. Lo único que hizo fue
llamar a George y se dio la vuelta para dormir. Ni siquiera recuerda escuchar a
Nico salir.
Adam salió de la cama y entro al baño. Necesitaba una ducha y una
aspirina para la resaca. Prometió reunirse temprano con los de la inmobiliaria y
luego regresaría a desayunar con sus nuevas ocupaciones.
Al rato, George lo esperaba en la acera. Adam subió al frente deseando
tener un café.
—¿A donde, señor?
—Primero llévame a la cafetería más cercana, luego vamos al distrito
universitario. —Le dio la dirección a George—. Me reuniré con un agente
inmobiliario.
—¿Piensa adquirir nuevas propiedades?
—Si, puede ser. ¿Recuerdas a los encantadores rubios de ayer?
—Si, —George asintio.
—Bueno. Soy su nuevo manager y necesitan un alojamiento permanente.
George sonrió. —¿Como conseguiste meterte en eso?
George era su chofer desde hace varios años. Era diez años mayor y más
sabio. George lo había visto en sus mejores y peores momentos.
—No tengo idea, —respondió Adam—. Ni siquiera sé lo que me espera.
—Esperemos que no te aleje de tu trabajo administrando el hotel.
—Bueno, realmente no administro el hotel, contrate a alguien para hacerlo. 39
Ser el propietario tiene algunas ventajas.
George encontró una cafetería, fue a pedirle el café, crema y azúcar y se lo
entregó.
Adam le añadió la crema y el azúcar y tomó un sorbo. —Oh si.
—Siguiente parada al área de Audubon. —Anuncio George.
Para ser una mañana dominical, había una gran cantidad de tráfico en la
carretera interestatal seis-diez, pero al final George lo llevó al primer
apartamento.
—¿No está un poco alejado? —George preguntó
—Bueno, inicialmente mi plan hasta anoche era conseguir que ambos
fueran a la universidad, pero creo que ahora necesito moverlos más cerca de mi
casa o del hotel
—¿De qué distrito son originarios?
—No tengo idea, —respondió pensativo Adam—. Todo lo que sé es que
sus padres murieron en un incendio hace uno seis meses.
George se quitó la gorra y se rasco la cabeza. —Ve adentro y habla con el
agente. Tratare de buscar algo sobre el incendio en mi tablet.
—Gracias. —Adam salió con su café, para ir a hablar con el hombre
adentro.
George le llamó unos minutos después. —Crecieron en Esplanade. Lo
perdieron todo. El que se llama Frankie salvo a sus dos hermanos, pero no
alcanzó a sus padres.
—Gracias, —Adam dijo—. Regreso en un minuto. No estoy diciendo que
no a este lugar. Creo que primero hablaré con ellos para saber dónde quieren
vivir. —Después, salió del apartamento, saludo al agente y prometió volver a
llamarlo.
—Entonces, ¿volvemos al hotel? —George preguntó.
—Si, hoy quiero llevarlos al festival de mariscos para que pasen un buen
rato.

40
Muy temprano, Kalen despertó llorando por atención. Frankie salió de la
cama porque Jonas dormía tan profundamente que nunca lo escucharía. Desde
la muerte de sus padres, él se había hecho cargo de atender a su hermanito,
dejando que Jonas cuidara su propia salud. Dejo a Kalen lloriquear unos
minutos mientras usaba el baño. —Debes estar mojado. —Saco a Kalen de la
cuna, tomó la mochila y lo llevo al baño. Lo aseo y lo vistió. —Quieres lucir
bien para el tío Adam.
Dejo a Kalen en el piso para que explorara en la habitación, mientras
sacaba la mesa para planchar la ropa que usarían hoy Jonas y el. Planeaba usar
la lavandería del hotel para toda su ropa sucia.
Kalen encontró como llegar a Jonas y le puso un dedo en la oreja.
Jonas salto entre el sueño y Kalen se rio, luego le apretó la nariz a su
hermano.
Jonas sacó una mano de entre el edredón y le hizo cosquillas en la barriga.
Y Kalen se echó a reír.
Frankie sonrió. «Esta es la felicidad que deberían tener todos los niños».
Jonas se levantó de la cama y se estiró. Miro a Kalen. —Frankie te dejo
todo bonito y perfumado. Ahora debo hacer lo mismo. —Esquivo a Kalen y
entro al cuarto de baño.
Frankie escucho la ducha. Termino de planchar la ropa y guardo la mesa de
planchar. Kalen llegó a la televisión, se sentó en el piso y vio las caricaturas.
Cuando tocaron a la puerta el niño se inquieto. Se levantó y se acercó a ella.
Frankie lo levantó. —Ni siquiera alcanzas el pomo. —Abrió la puerta y un
camarero entró con un carrito.
—Cortesía del Sr. Montgomery. —Reverencio y salió.
Frankie llevo el carrito hacia la mesa, bajo a Kalen y comenzó a destapar.
—Waffles, —Frankie chillo cuando Jonas entraba a la habitación.
41
—Que te aprovechen—. Sonrio Jonas.
Los Waffles estaban bañados con manzanas y peras cocidas, cubiertos de
crema batida y espolvoreados con nueces y miel. —Tienen que ser para mí.
No me lo restriegues, —se quejo Jonas, guardando su neceser donde tenía
la insulina y las jeringas. Se acababa de inyectar ya que Kalen no había estado
mirando.
Frankie destapó el tazón. —Avena, plátano y manzanas asadas. Esto debe
ser para Kalen.
Jonas se acercó a la mesa y levantó la tapa del último plato.
—Maldita sea, realmente se ve delicioso, —Frankie exclamó mirando
hacia el omelette de clara de huevo, tocino y una rebanada de pan de trigo—.
Creo que es lindo que esté tratando de cuidar tu salud—. Dijo mientras
masticaba un pedazo de waffle.
Jonas se sentó. —Me gustan los omelette
Frankie puso a Kalen en la silla junto a él y sacó tres vasos de poliestireno.
Dos contenían café y el otro jugo. Se levantó por la taza entrenadora4 y la lleno.
—El tío Adam te envió jugo de manzana.
—No lo llames así, —dijo Jonas—. No es nuestro tío.
—No, pero es nuestro manager, así que se bueno con el. —Frankie hizo
una pausa—. ¿Cómo fue tu cita con Sean?
—No fue una cita. Cenamos en el restaurante de al lado. Estuvo bien.
Pienso volver a verlo.
—Suena como a una cita para mí, —Frankie murmuró. Alimento un poco
a Kalen y luego comió una parte del combinado de manzana y pera. Gimió.
—Por favor, no hagas eso cerca de Adam, sonabas muy sexy, —sonrio
Jonas.
Frankie frunció el ceño a su hermano. —No lo haría, de todas formas a
Adam no le intereso de ninguna manera.
De nuevo alguien llamó a la puerta.

42
4
O como lo llamamos aquí en España, taza de aprendizaje para bebe. Lo he dejado tal como la
Traductora lo puso.N.C.
—Nos estamos volviendo muy populares, —Jonas mencionó, sin moverse.
Frankie fue a abrir la puerta.
Adam le sonrió. —Buenos días. ¿Dormiste bien?
—Si, —Frankie respondió, dejándolo entrar. Pensaba que Adam realmente
se veía sexy con ese traje negro y camisa blanca. Tenía ganas de agarrarle la
corbata y jalarlo para besarlo apasionadamente.
—¿Te gustaron los waffles?
—Si. Me encantan los waffles. Gracias
—¿Porque tan temprano y tan radiante? —Jonas le preguntó a Adam
—Tenía cosas que hacer, —respondió— ¿Qué clase de gerente seria si me
quedo todo el día tirado en la cama?
Kalen escucho a Adam y quiso llegar a él.
—Hey, Kalen. —Adam se acercó al niño y le dio un beso en la cabeza—.
¿Disfrutas el desayuno?
Kalen asintió como si entendiera y sonrió.
—Vine a preguntarles algo, ¿Crecieron por aquí?
Jonas asintió. —En Esplanade.
—¿Les gustaría vivir en esa zona o en otro lugar?
Frankie volvió a sentarse. Llevo una cucharada de avena a la boca de
Kalen. —¿Nos darás una casa?
—Si, lo pensé un poco. Necesitaran un lugar para ensayar, algo que no
puede hacerse muy bien en un departamento. Donde sea que decidan vivir debe
haber cerca una guardería para Kalen. Así que una casa grande sería la opción
ideal. —Hizo una pausa—. El hotel está en el barrio y vivo en Garden District,
cerca de la oficina de Tory. No intentó influir en su decisión, pero aun debo
administrar un negocio y tengo que ser capaz de llegar rápidamente si surge
algún inconveniente.
—Una casa, —respondió Jonas—. Pero no conozco Garden District y es
muy caro. 43
—Por el dinero no te preocupes, —le dijo Adam. Vais a ganarlo. Y eso me
recuerda que debo contratar un contable y un asistente para mí.
Frankie terminó de alimentar a Kalen y le dio la taza de jugo. Adam ni
siquiera se molestó en sentarse, solo vino y cruzó la puerta en su modo
manager. —¿Como es tu casa? ¿Aun vives con tus padres?
—Soy un hombre adulto, —dijo—. Pero ellos viven cerca. —se rio.
—Tengo una agradable casa justo a las afueras de Saint Charles Avenue.
Tiene cuatro dormitorios y tres baños.
—¿Al Sr. Washington le gusta?, —Jonas preguntó.
—Nunca ha estado allí, —Adam admitió
—¿Pero planeas llevarlo allí?
—Con el tiempo, —Adam dijo—. ¿Por qué?
—Porque un par de niños podrían estropear una relación, —explicó Jonas.
Adam se aclaró la garganta. —No se porque podría hacerlo. Mis negocios
y mi vida personal están separados. Si ustedes quieren una casa en esa área, solo
díganlo. Si Nico no entiende que todo es un negocio, entonces no es el chico
indicado para mí.
—Tendría sentido, estar cerca de nuestro manager y nuestro productor
¿pero los vecinos no se molestarían con el ruido cuando ensayemos? —Jonas
preguntó—. A menos que tenga una habitación insonorizada, entonces
tendríamos que encontrar otro lugar para practicar.
—¿Para qué necesitas un asistente? —le pregungó Frankie a Adam. Bebió
un sorbo de café.
—Para que cuide de ustedes cuando no esté. También necesitarán un
publicista. Son prácticamente desconocidos en el ambiente musical. Un
publicista pondrá sus nombres en la calle.
A Frankie todo le parecía tan surrealista. —¿Entonces dónde viviremos?
—Creo que encontrare un apartamento amueblado hasta que la casa esté
lista. Me gustaría mantenerlos aquí, pero necesito dejar vacante la habitación.
Bueno, suficiente de trabajo. Hoy hay un festival de mariscos en El Barrio, con 44
bandas en vivo. ¿Quieren ir?
—Si, —Jonas respondió—. Sería divertido.
—¿Seguro que puedes dejar el hotel? —Frankie preguntó—. No queremos
afectar tu vida.
Adam se rio. —Afectaste mi vida desde el momento que te vi tocar en el
parque. Pero en buen sentido. El cambio es bueno. Tengo muchas ganas de ser
su manager y verlos tomar el mundo por sorpresa. Y dentro de dieciocho años
Kalen se unirá o lo tomara. De cualquier forma, estaré aquí para ti. —Se
encaminó a la puerta—. Voy a la oficina a llamar a la inmobiliaria para decirle
lo que quieren. El festival se inicia al mediodía, pero quizá podríamos irnos un
poco más tarde.
—¿El Sr. Washington irá con nosotros? —Frankie preguntó.
Adam suspiró. —No lo sé, esta mañana fue a la iglesia y podría tener otros
planes. Así que solo seremos nosotros, chicos. Vamos a divertirnos. —Movió la
mano y se marchó.
Frankie se levantó y puso los platos sucios en el carrito y luego lo llevó
junto a la puerta para que pudieran llevárselo. —Tenemos que lavar la ropa así
que no te pongas cómodo, —Jonas dijo—. Y Kalen necesita Pull-Ups
Kalen volteo a ver cuando dijeron su nombre.
—Me preguntó si Kalen tendrá algún talento musical, —Jonas se cuestiono
mientras recogía su ropa sucia.
—Podríamos necesitar un baterista, —Frankie dijo—. Pero no importa si
es músico o no. Aun así es muy lindo, por eso debemos cuidarlo.

Nico Washington se reunió con ellos para el paseo. Frankie se sorprendió


bastante al verlo esperando afuera y vestido para un clima más frío con una
chamarra ligera encima de sus pantalones y camisa. Los zapatos de diseñador
que usaba la otra noche, habían desaparecido y fueron sustituidos por unos tenis 45
más cómodos. Nico se emocionó mucho cuando vio a Kalen.
—¿Le pusiste suficiente ropa abrigadora? —preguntó agachándose sobre el
cochecito y cubriendo a Kalen con la manta.
Frankie captó un olorcillo de colonia masculina. Olía un poco a flores con
un matiz de almizcle. Y el pelo de Nico estaba perfecto... corto y con estilo, se
veía tan bien con sus uñas cuidadas.
Nico se levantó, caminó al frente con Adam, Frankie supuso que parecían
una feliz familia en un paseo.
—Quédate cerca, —Adam pidió al meterse entre la multitud de turistas y
nativos de New Orleans que iban en el mismo sentido que ellos.
Una vez que llegaron al Barrio, la alegre música se escuchó. Frankie
percibió un poco de Calypso5 y algo de música Cajun6 llegando desde diferentes
direcciones. Había comerciantes de todos lados vendiendo muchas cosas en sus
puestos, desde cangrejo hasta cocodrilo. Adam les compro tazones de jambalaya
caliente y éttouffée, pero el pobre Kalen tuvo que conformarse con la comida de
bebé ya que no sabían si era alérgico o no a los mariscos.
Nico se dirigió a otro puesto. —Ooh, ostras
—¿Quieres unas? —Adam ofreció con una malvada sonrisa.
Frankie giro fisgoneando a los adultos que trataban de coquetear.
Nico asintió. —Se supone que son buenas para la libido.
Adam se rio, como si Frankie y Jonas fueran muy jóvenes para entender lo
que eso significaba.
—¿Chicos comen ostras? —Adam les preguntó.
—Yo no, —dijo Jonas—. Prefiero el camarón frito, pero Frankie las ama
fritas o crudas.
Frankie frunció el ceño a su hermano. Apreciaba lo que Jonas trataba de
hacer, pero Adam hoy solo tenía ojos para Nico.
Adam miró a Frankie. —¿Crudas? ¿En serio?

5
Calypso o Calipso, género de música afrocaribeña, originario de Trinidad y Tobago.
6
Los acadianos o cajunes son un grupo étnico localizado en el estado de Luisiana (Estados Unidos). Descienden
de exiliados de Acadia durante la segunda mitad del siglo XVIII, tras la incorporación de una parte de los
46
territorios franceses de Nueva Francia a la Corona británica. También comprende otra gente con la que se
unieron después, como españoles, alemanes, y criollos franceses. La lengua cajún es un dialecto proveniente
del francés. La música cajún ha ejercido una notable influencia y ha dado lugar a géneros como el zydeco.
—Si, con salsa picante y limón. De verdad mejoran mi libido.
Adam lo miró fijamente. —Apenas tienes dieciocho. No creo que necesites
ayuda en esa área.
—Las quiero fritas, con pan francés y aderezo, —Frankie explico.
Adam ordenó ostras para ellos y un po'boy7 de camarones para Jonas.
Frankie frunció el ceño de nuevo. Al parecer Adam planeaba probar su
libido con Nico más tarde.
Encontraron una pequeña mesa, se sentaron y comieron mientras
escuchaban la música.
En una de las bandas en el escenario había un violinista. Frankie lo
escucho. Había practicado algunas canciones Zydeco, pero prefería los
clásicos. Y el Bluegrass simplemente no era lo suyo.
Después de comer, Nico bailo por las calles e hizo segunda línea 8 cuando
una de las brass bands entretenían a la multitud. —Mis hermanos y yo solíamos
seguir al cortejo fúnebre con la segunda línea por las calles de Treme cuando
éramos jóvenes. Los turistas lo amaban.
Un grupo de mujeres escasamente vestidas pasaron junto a ellos cuando su
pequeño grupo siguió andando. Dos coquetearon con Jonas, diciéndole lindo y
queriendo comprarle una bebida.
Jonas amablemente las rechazo y las mujeres solo lo saludaron y se fueron
bailando.
—La pelirroja era linda, —Adam bromeo con Jonas.
—No es mi tipo, —dijo Jonas.
—¿Cual es tu tipo? —Preguntó Nico.
—Morenas.
Nico le puso atención. —¿Y a ti Frankie?

7
Po' boy (también po-boy, po boy, o poor boy) es un sandwich típico de Luisiana (Cocina criolla de Luisiana).Es
parecido a un bocadillo y se sirve en una baguette (denominada Louisiana French bread). Está compuesto
generalmente de marisco o pescado rebozado, o carne. Se unta con mayonesa y ketchup, y suele llevar
lechuga, tomate y pepinillo.
47
8
Second Line, en español Segunda línea, se refiere a las personas que bailando siguen a una banda que va
desfilando por la calle y tocando. Es algo muy tradicional de los festivales de New Orleans.
—Pelo azabache y bonito cuerpo. —habría añadido de ojos verdes, pero no
quería parecer muy obvio.
Pasaron a unos juglares que entretenían a los niños cerca del Mercado
Francés al otro lado de la catedral de Saint Louis.
—Ahi esta Myron, —Jonas exclamó, alejándose y dejando a Frankie con
los adultos y Kalen.
—¿Quien es Myron? —Preguntó Adam.
—Un chico que fue a la escuela con Jonas. Son buenos amigos.
Adam y Nico se detuvieron y esperaron hasta que Jonas regreso.
—Myron dijo hola, —le dijo a Frankie.
—Seguro que lo hizo, —Frankie dijo con sarcasmo.
Jonas se rio. —Sabes que solo esta siendo gracioso.
—Si, es muy gracioso
—Um, no parece que te agrade Myron, —dijo Adam.
—Es lindo, —comento Nico.
—Es tan lindo como una tarántula, —Frankie respondió. Empujo el
cochecito de su hermanito adelantándose y Adam lo alcanzó.
—¿Por qué no te agrada Myron? —Le preguntó Adam.
—Porque siempre me llama niño bonito.
—Es no es tan malo.
Frankie rodó los ojos a Adam. —No lo entiendes. No me dice así por ser
agradable.
—¿Oh, a Myron le gustan los chicos?
Frankie asintió. —Si.
—Bien. Ahora entiendo tu reacción. Entonces supongo que no podemos
invitarlo a tu fiesta de cumpleaños la semana que viene.
Frankie se detuvo. —¿Me harás una fiesta? 48
—Si, solo se cumplen dieciocho una vez.
—No tengo amigos, —le confesó Frankie.
—Claro que si, Tienes a Tory, Nico, Kalen, Jonas y Sean. ¿Que tipo de
pastel es tu favorito?
—Merengue con relleno de piña, —respondió Frankie.
—¿Enserio? Habría imaginado que serías más un chico de chocolates, —
dijo Adam.
—Muchas personas creen conocerme, pero no es así, —Frankie respondió.
Adam los llevó de vuelta al hotel antes de que oscureciera y se fue a pasar
la noche con Nico.
Jonas salió de nuevo con Sean, dejando a Frankie cuidando a Kalen, Jonas
regreso a la habitación como a la una de la mañana y groseramente abrió la
ducha, despertándolo. Momentos después regresó a la habitación y gimió
cuando se sentó en la cama.
Frankie sonrió. Sean tuvo suerte y Jonás seguía siendo el de abajo.

49
Capítulo Cinco

—Feliz cumpleaños a ti, —Adam y los demás cantaban a Frankie después


de volver de la cena.Temprano esa mañana, Adam fue a la panadería a recoger
el pastel y el helado para Frankie asegurándose de tenerlos a tiempo. Hizo que
alguien de su personal decorara el salón del hotel con serpentinas de papel crepe
y pancartas de cumpleaños, e invitó a algunos de los empleados a unirse al
festejo. Fue difícil saber si Frankie disfruto o no su fiesta ya que últimamente lo
había visto sonreír muy pocas veces.
—¿Te importaría tocar algo para nosotros? —Adam le preguntó al chico
del cumpleaños.
—Pero no tengo el violín aquí.
Frankie se veía muy guapo, todo vestido de negro. Adam había visto el
traje en la sastrería y sencillamente no se pudo resistir. Le dio a Frankie una caja
grande.
Frankie la abrió y jadeo. —¡Un violín nuevo!
—Jonas me dijo que siempre has querido uno. —Le había costado un ojo
de la cara, pero sintió que Frankie merecía algo bueno por una vez en la vida.
Frankie lo abrazo. —Gracias, me encanta.
Adam se mordió el labio inferior, tratando de alejar la repentina erección
generada por el calor corporal de Frankie. —¿Podrías tocar algo de Bach?
Frankie asintió una vez que lo soltó. Se alejó de la multitud y subió al
escenario. Comenzó a tocar "Das Wohltemperierte Klavier" "El Clavecín
Bien Templado" una de las más emblemáticas obras de Johann Sebastian
Bach. Hizo sonar las cuerdas y vibraron en toda la habitación.
Adam no podía describir la sensación que fluía por su cuerpo. El placer de
escuchar a alguien tan joven producir esos seductores sonidos con madera y
alambre siempre le fascinó cuando era niño. Frankie no solo sabía tocar con sus
manos, sino también sabía hacerlo con el corazón. Su talento era demasiado
bueno como para perderse. Debería ser compartido con el mundo. 50
—¿Exactamente cuantas lecciones ha tomado? —Adam le preguntó a
Jonas cuando estaba a su lado.
—Ha estado practicando desde los dos años después que escuchó a nuestro
padre. Le enseñó tanto como pudo y luego le contrato un profesor particular
cuando cumplió cinco. Tocó en la escuela y ganó muchos concursos en todo el
país, pero todos sus premios se destruyeron con el incendio. También, casi
pierde la vida intentando salvar su violín y la guitarra.
—Bravo —Nico gritó cuando la canción terminó. Los demás en la sala
también aplaudieron y gritaron.
—Ve con tu hermano al escenario. Quiero escuchar de nuevo "All My
Life"
Jonas se unió a Frankie en el escenario, le dijo algo y luego se sentó en el
piano. Adam también le había obsequiado con un traje nuevo, color café oscuro
para resaltar su piel pálida.
—Dejame adivinar, el también toca el piano. —Tory dijo sorprendido.
—Así parece, —Adam respondió—. Descubriré de ellos algo nuevo día a
día. Jonas no tenía la guitarra, pero los sorprendió tocando el piano, incluso
mejor que Frankie. ¿Cuántas posibilidades había de tener dos niños talentosos
en la misma familia? Como Frankie lo acompañaba con el violín, solo Jonas
cantó. De verdad tenía una conmovedora voz para alguien tan joven.
Sean se acercó y se quedó del lado izquierdo junto a Adam y sonrió
orgullosamente.
—De verdad es bueno, —le dijo Adam a Sean.
—Si, —Sean estuvo de acuerdo—. Creo que ambos tienen suerte.
—¿Qué quieres decir?
Sean solo sonrió. —Lo descubrirás.
Más tarde tanto Kalen como Jonas tuvieron oportunidad de comer pastel de
cumpleaños. Adam había ordenado uno sin azúcar para que Jonas no se sintiera
excluido. Frankie le daba pastel a Kalen, limpiándole suavemente la barbilla y
quitándole las migajas.
—Me pregunto si saben bailar, —Tory dijo sacando el contrato del
maletín y entregándoselo a Adam para firmarlo. Se habían escapado del festejo 51
por un rato.
Anticipadamente, el abogado de Adam había tenido una copia preliminar
del contrato y le aseguro que era confiable y no los ataba en un compromiso de
por vida—. No se, preguntare.
—Eso espero. —Tory dijo—. Los Clásicos están bien, pero tendremos que
incorporar en su repertorio algo de otros géneros si quieren tener seguidores de
su edad.
—De acuerdo. Puedo imaginarme a Jonas rockeando con su guitarra.
Jonas y Frankie se unieron a ellos en la oficina de Adam poco después de
firmar su parte del contrato.
Nico y Tory se fueron temprano. Nico mañana tenía clientes en su negocio
y Tory tenía que volver con su familia. Se llevó el contrato recien firmado
después que Adam hiciera unas copias.
Más tarde, cuando los invitados se fueron. Jonas y Sean llevaron a dormir a
Kalen, dejándolo a solas con Frankie para hablar de hombre a hombre.
—Se que no soy tu padre, pero creo que me he ganado el lugar para darte
una charla de hombres. —Se sentaron juntos a la mesa bebiendo sidra
espumosa.
—¿Es para hablar de sexo? —Frankie preguntó.
—Algo así, —dijo Adam—. Tener dieciocho viene con un montón de
responsabilidades. Debes registrarte al servicio selectivo9 y votar. La policía
ahora te vera como adulto, asi que, por favor, mantente fuera de los
contenedores de basura y de los problemas.
Frankie le sonrió adorablemente.
—Veras a las niñas con una luz diferente. Por favor, siempre usa condón
cuando tengas relaciones sexuales. Esto no solo es para protegerte a ti, sino
también a ellas. Te convertirás en una gran estrella así que habrá muchas
oportunidades para que consigas a montones de chicas.

9
En USA el servicio selectivo es un registro como para una cartilla de conducción, El equivalente en México se
llama cartilla, y refiere a cuando se te convoca a hacer servicio militar. esto es únicamente tramitado por los
varones a los dieciocho años, no es obligado el hacer servicio porque para que esto suceda se tienen que pasar
52
unas pruebas, pero es indispensable que desde los 18 años se tramite esto, si no se hace en este periodo se
considera infracción, por lo que se tiene otra oportunidad hasta los 25 años, si pasa esta edad es un delito mas
grave. N.T.
Un rubor explotó en las mejillas de Frankie, lo hacía lucir joven,
vulnerable y muy deseable.
Adam saco ese último pensamiento de su mente. —Solo tienes una vida,
así que no la arruines por cinco minutos de placer.
Frankie frunció el ceño. —¿Cinco minutos? Espero que mi primera vez
dure más tiempo que eso.
Adam lo miró curiosamente. —¿Aun eres virgen?
Frankie asintió. —Prometí guardarme para alguien que me acelere el
pulso, alguien que me ame no por ser guapo o rico.
—Bien dicho, —dijo Adam, de repente se dio cuenta como resaltaban los
ojos azules de Frankie contra el cuello de la camisa negra—. Y aléjate de las
drogas. Si quieres gastar tu dinero en algo, donalo a la caridad o compra una
propiedad.
—Si, señor, —sonrio Frankie.
—No me llames señor. No soy mucho mayor que tu.
—Pero eres más maduro y con más experiencia. Gracias por el consejo.
Adam se levantó. —Vamos, es tarde y es hora de dormir.
De repente, Frankie lo tomó de la mano y salieron del salón. Entraron al
ascensor sin hablar, solo siguieron tomados de la mano durante el trayecto.
—Espero que hayas disfrutado tu cumpleaños, —comento Adam mientras
caminaban hacia la puerta de Frankie.
—Si, muchas gracias. Creo que tengo casi todo lo que siempre quise.
—¿Casi? ¿Olvide algo?
Frankie asintió. —Pero es secreto. Tienes que acercarte, así puedo susurrar
para que lo sepas.
Adam se inclinó y Frankie lo beso suavemente en la mejilla. —Gracias por
todo. —Corrió a su habitación, dejando a Adam muy confundido.

53
Al siguiente día todo volvió a la normalidad, excepto que la inmobiliaria
llamó diciendo que creía haber encontrado la casa perfecta para los Kerry. Era
en el mismo vecindario de Adam y era la propiedad de un famoso músico de
New Orleans. La casa tenía cinco dormitorios y cinco y medio baños, además,
atrás tenia un cuarto insonorizado que habían renovado para convertirlo en una
sala de ensayo y estudio de grabación. También a solo dos cuadras había una
guardería.
Después de desayunar, Adam guio a los Kerry al coche y George los llevó
a ver la casa.
—Aquí es donde vivo, —mencionó Adam, haciendo que George redujera
la velocidad.
—Wow, —exclamó Jonas, quitándose un mechón de pelo de los ojos—.
Es una casa enorme.
—Oh, hay muchas casas más grandes que está, —comento Adam cuando
su paseo continuo—. Esa es la casa de mis padres
—¿De verdad creciste ahí? —Preguntó Frankie.
—Si, junto con mis hermanos. Soy el bebe, como Kalen.
—¿Sus hermanos viven cerca? —Preguntó Jonas.
—Si. Mama no quiere que estemos demasiado lejos
Jonas, Frankie y George rieron.
George siguió conduciendo unas cuadras más y luego bajó la velocidad,
estacionándose.
—Es aquí, —dijo Adam.
Todos bajaron del coche, incluso George.
—Wow, —señaló Jonas—. Es una casa hermosa. Frankie se divertirá
mucho cortando el césped. 54
—¿Por qué tengo que cortar el césped? —Preguntó Frankie.
—Porque soy alérgico a cada hierba y maleza conocida en el mundo, —le
respondió Jonas.
—Puedes contratar a alguien para cuidar el césped, —comento Adam
finalizando la discusión—. Si te gusta por fuera, te encantará por dentro—.
Abrió la puerta y entró.
—Oh cielos, —Jonas exclamó, mirando alrededor del vestíbulo.
—Todos los dormitorios están a la derecha, —explico Adam—. La cocina,
la sala y el comedor están al lado izquierdo de la casa—. Todos los
electrodomésticos hicieron feliz a Frankie. —Aquí podrías hacer un montón de
galletas.
El patio era de buen tamaño, pero no tenia piscina y había un área de
barbacoa para las reuniones.
Atrás y separado de la casa, Adam les mostró la sala de ensayo y estudio
de grabación.
Ya estando afuera, Kalen quiso bajar.
Frankie lo bajo de su cadera y el niño corrió al césped y se sentó allí. Le
gustaba el lugar.
Kalen había empezado a hablar y decía solo pequeñas palabras. Adam
suspiró. La única cosa que faltaba a su encantadora nueva vida era una mamá.
Volvieron adentro para elegir dormitorios. Después de algunas
discusiones, decidieron poner a Kalen en la habitación en medio de ellos y dejar
las dos habitaciones restantes como dormitorios de invitados. Más tarde, Adam
los llevó a comprar los muebles. Cada uno obtuvo una televisión para sus
habitaciones y una para la sala. Adam pasó el resto de la noche en su habitación
del hotel con Nico.
—Te ves casi tan emocionado como ellos, —dijo Nico después de que
Adam consumara el día con su amante. Dejó de lado la parte de la casa de los
Kerry.
—Le hace bien a mi corazón verlos sonreír.
—Hmm, bueno, últimamente has pasado bastante tiempo con ellos.
Necesitas ducharte y darme un poquito de atención a mí. —Nico se acomodo 55
gloriosamente desnudo en la cama.
A Adam no le gusto como sonó eso. —No estas celoso, ¿verdad? solo son
niños.
—Adam, ahora técnicamente solo uno de ellos es niño. Los otros dos son
magníficos jovencitos rubios con abdominales con los que no puedo competir.
Adam se acostó junto a Nico y recorrió su lampiña mejilla con el dedo.
—¿Porque sientes que tienes que competir con ellos?
Nico se apartó de él. —Porque esos dos jovencitos creen que tu eres su
mundo. Incluso podría decir que están enamorados de ti.
—¿Que?¿Has bebido? Creo que me gustan, pero soy más como un
hermano mayor.
—No, —argumento Nico—. Sabes que Jonas es gay ¿no es así?
—Si, pero eso no significa que el esta enamorado de mi. Él está saliendo
con Sean, y Frankie es hetero.
—¿Estás seguro que es hetero?
—Si, —Adam dijo pensando en el beso de la noche del cumpleaños de
Frankie. —Apenas tuvimos una larga charla sobre condones y sexo seguro. —
Aunque últimamente Frankie había sido inusualmente receptivo.
—Frankie es un solitario, no tiene amigos. Se pasa el noventa y nueve por
ciento de su tiempo cuidando a un bebé. En este momento eres la persona más
dominante en su vida y tendría sentido que cayera enamorado de ti. —Hizo una
pausa—. Quizás debería presentarle a mi hermana menor, —dijo Nico—. Ella
tiene el pelo azabache.
Adam frunció el ceño cuando Nico no lo vio. Había conocido a su
hermana. A Frankie no le agradaría. Cassey tenía una uniceja y estaba en el
equipo de lucha libre femenil de la universidad. —No juegues a la celestina.
Cada persona se desarrolla a su ritmo. —Pero había notado un cambio en
Frankie desde que lo conoció. Tocar el violín le había otorgado algunos buenos
músculos en el torso. De cuerpo esbelto y con un pene de considerable tamaño.
Accidentalmente lo había visto en el baño de hombres. «Dios, suena tan
escalofriante». —Frankie no es gay y Jonas no está enamorado de mí. Ya,
vamos a mimarnos.
56
Nico se sentó. —Ya no estoy de humor. Tal vez debería irme.
—Ven aquí y deja que te suba el ánimo. —Tenía una gran erección que
necesitaba atención.
—¿Como podría disfrutarlo cuando tu estarás pensando en Jonas o en
Frankie mientras me lo haces? Tal vez debo perder peso y cuidar mejor mi piel.
Nunca antes había visto ese lado de Nico y no le agrado. Necesitado y
afeminado no lo excitaba. Perdió su erección. —¿Quieres que llame a George?
—Si, —dijo Nico dijo—. Simplemente que ahora no puedo tener sexo.
«Diva dramática». Adam tomó el teléfono y marcó a George. —Nico está
listo para irse. Se que lo acabas de traer. No, no le dije algo ofensivo y no, no
sufro de impotencia. Solo trae tu trasero de regreso. —Colgó—. George viene
en camino.
Rápidamente, Nico se vistió y se fue sin darle un beso de despedida.
Adam dio un puñetazo a la almohada tirándose e intentando dormir. Su
mente volvió a la fiesta de cumpleaños y su pene lentamente fue creciendo al
recordar la mirada de Frankie durante su charla de hombre a hombre. Sus ojos
brillaban de felicidad y se sonrojo tan sutilmente con la charla de sexo. Puso la
mano en su pene que se engrosaba. Lo acarició suavemente mientras evocaba la
imagen de un inocente Frankie desnudo y acostado en su cama. —Ah mierda,
—exclamó cuando se vino en su mano. «Esto debe terminar».

57
Capítulo Seis

—Chicos, el es Luke Austin, su nuevo publicista, —Adam les explico una


semana después del cumpleaños de Frankie.
Frankie trago, Luke parecía el hermano menor de Adam, solo que mas
delgado y llevaba unos pantalones ajustados que le iban perfecto.
—Luke, ellos son Jonas y Frankie Kerry. Tu trabajo será convertirlos en
súper estrellas.
—No Adam, ese es tu trabajo, —Luke dijo.
«Que voz tan sexy. Tal vez esto de ser superestrella no sea tan malo».
—Mi trabajo es ponerlos de moda. —Camino alrededor de Jonas y
Frankie, examinándolos—. Me encanta el pelo, —Luke le dijo a Jonas—. Pero
necesitamos atenuarlo un poco, algo como desteñirlo hasta un rubio miel.
Ambos tienen excelente piel y dientes, pero necesitan agregar un poco mas de
musculo. —Miro a Frankie—. Esos ojos son impresionantes. ¿Son lentes de
contacto?
—No, —Frankie respondió, mirando a Luke a los ojos—. También me
gustan los tuyos.
Adam se aclaró la garganta llamando la atención de Frankie. Negó,
desaprobándolo como si hubiera hecho algo mal.
Ligeramente, Luke acarició la mejilla de Frankie con un dedo.
El cuerpo de Frankie respondió y de repente sus calzoncillos apretaban.
—Tienes dieciocho, ¿no es así?
Frankie asintió.
—No tienes un solo vello facial, ¿Te afeitas o usas cera?
—Ninguna —contesto Frankie sin aliento—. Aún no ha crecido.
—Ooh, un niño, —Luke exclamó—. Las mujeres amaran tu rostro de niño.
Y ambos tienen las mejores cejas y pestañas que nunca había visto. Un ángel de 58
ojos azules y un seductor de ojos marrones. Puedo trabajar con eso.
Si Luke no dejaba de tocarlo, se vendría en sus calzoncillos. Vio a Adam
como pidiendo ayuda. Y se veía un poco tenso y molesto.
—Lo que sigue es la ropa. Nada en el estante es lo suficientemente bueno
para ustedes. Son músicos clásicos. Y Clásicos significa sofisticados. No usaran
trajes a juego. Si uno viste de negro el otro debe ir de blanco. Si uno de ustedes
lleva rojo, el otro debe usar azul. Mi trabajo consiste en que sobresalgan entre la
multitud. ¿Saben a lo que me refiero?
—Si, —los hermanos respondieron.
Frankie noto a Jonas mirando a Luke con un poco más de interés. Fulmino
con la mirada a su hermano. Jonas se burló. Frankie revisó el trasero de Luke.
Asintió a Jonas. Si no podía tener a Adam. Luke podría no ser un mal sustituto.
—Les tomaran tantas fotos que odiaran las cámaras, —Luke continuo—.
Pero van a coquetear y sonreír con el fotógrafo y lograrán que los
estadounidenses se enamoren de ustedes. Ya organice la cita con un fotógrafo
para el lunes y al día siguiente con el dietista.
—¿Para qué necesitamos un dietista? —Preguntó Jonas.
—Porque necesitas aprender a comer bien. También visitaremos un
gimnasio. Comer bien y hacer ejercicio te dará más músculo y muy poca grasa.
Adam observó todo con interés y burla.
Frankie se levantó la camisa para llamar la atención. —¿Crees que necesito
mas musculo? —inocentemente preguntó.
Adam miró —Ah. —Intento alejar la mirada—. Creo que eres perfecto tal
como eres, pero si Luke piensa que un poco de músculo ayudara, estoy de
acuerdo con el.
Frankie suspiro y lentamente se bajo la camisa, todavía tratando de
burlarse de Adam. —Esta bien, si tú lo dices. Lo hare por ti.
Adam lo miró de nuevo con curiosidad en su rostro.
Jonas intentó contenerse la risa por sus payasadas. Kalen por otro lado se
balanceaba hacia el, Frankie tomó a su hermanito quien trató nuevamente
levantarle el dobladillo de la camisa.
59
Frankie apartó la mirada de Adam cuando el hombre se esforzaba por ver
lo que Kalen intentaba mostrarle.
—Lindo niño, —comento Luke—. Podríamos usarlos en algunas fotos.
Las mujeres aman a los bebés.
Frankie no sabía si le agradaba la idea de usar a Kalen para atraer mujeres
o usarlo como táctica de marketing.
—Oh, si, olvidaba decirles que la casa estará lista para este fin de semana,
—mencionó Adam.
—¿Tan pronto? —le preguntó Jonas.
—Si, mi abogado se encargó de todo el papeleo.
—Sin duda, las cosas se hacen más rápido cuando se tiene dinero, —
mencionó Frankie—. Gracias. Tengo muchas ganas de tener un espacio propio
y privacidad.
—¿Porque? ¿Estás pensando en invitar a alguna chica? —Preguntó Luke.
—Tal vez, —dijo Frankie, ignorando a Luke e intentando ver la reacción
de Adam.
Luke alzó la mano para chocarla con la de Frankie. —Me acuerdo de mi
primer apartamento. Mi novio y yo bautizamos en todas las habitaciones en
menos de una semana.
Frankie levantó una ceja y sonrió. —¿Incluso la cocina?
—Si, —respondió Luke—. Dos veces en la cocina.
—Bien, basta de hablar de fantasías. —dijo Adam —. Luke y yo tenemos
unas cosas que hacer y ustedes deben ir comer algo.
—Saldremos un rato, —anuncio Jonas cuando iba hacia la puerta.
—¿A donde? —Preguntó
—A la farmacia. Kalen necesita pañales.
—Bien, vuelvan rápido, —pidió Adam.
Frankie negó. Adam los trataba como si fueran niños.
Jonas salió primero y Frankie lo siguió llevando a Kalen. —¿Porque siento
como que se está convirtiendo en nuestro padre?
60
Frankie se estremeció. —No pienso en él como si fuera un papa, pero
espero que se calme una vez que nos vayamos de su hotel. Así volverá a su
propia vida.
La farmacia estaba a solo dos cuadras sobre Canal Street. En un soleado
día, el clima había cambiado y la humedad desapareció.
—¿Eso quieres? —Le preguntó Jonas.
—No, —suspiro y respondió Frankie —. Pero Adam me ve solo como un
niño.
—Luke es lindo, —mencionó Jonas cuando se detuvieron en la esquina.
Esperando a que cambiara la señal.
—Si, me di cuenta, —expresó Frankie.
—Y le gustan los chicos.
—Sí, eso dijo. Quizá es uno de los niños juguete de Adam.
—Entonces, ¿Por qué no le das una oportunidad? —Preguntó.
Pero el quería a Adam. La luz cambio, cruzaron la calle y entraron a la
tienda. Jonas busco un carrito y sentó a Kalen y lo llevó por el pasillo de los
pañales y calzoncitos entrenadores10. En el siguiente pasillo tomó dos cajas de
condones y un tubo de lubricante.
—¿Esperas tener suerte?—Pregunto.
—Una es para ti, —comento Jonas —. Tienes dieciocho y si piensas
buscarte un amante, ser listo es preferible que estar muerto.
Frankie frunció el ceño. ¿Por que estaba recibiendo otra charla de sexo? El
que nunca haya tenido relaciones sexuales no significa que fuera un ignorante.
Tomó otra caja del anaquel. —Prefiero estos acanalados que son para mi
placer.
Jonas se rio. —Tú no los usaras. Son para Adam o Luke.

61
10
Los calzoncitos entrenadores están hechos para que los niños se interesen en aprender a ir al
baño.
Frankie se enfado. —No seré el de abajo. —Tomó otro tubo de lubricante
y lo aventó al carro.
—Sueñas, —dijo Jonas mientras empujaba el carrito de compra hacia otro
pasillo—. Sea cual sea la forma en que lo hagas, solo haz que sea lo menos
doloroso posible.
Frankie sonrió a Jonas recordando la otra noche que regreso con dolor de
culo después de estar con Sean. Vio un juguete, lo levantó y lo puso en el carrito
para Kalen.
—Lo vas a malcriar, —Jonas lo dijo porque él pagaría la compra.
—El niño tiene que aguantarnos como hermanos. Necesita algunos mimos,
—contestó.
Jonas pago las compras. Salieron de la farmacia y caminaron de regreso al
hotel. Jonas llevaba las bolsas mientras Frankie cargaba a Kalen.
—¿Como sabes si eres el de arriba o el de abajo?
—Eso depende, —mencionó Jonas.
—¿De que?
—Depende de si te gusta dar o recibir. O si solo es que tienes una
personalidad dominante o sumisa. Y a veces solo se reduce a quien es mas
grande o tiene el cuerpo más grande.
—¿Es posible ser ambos?
—Si, —respondió.
—No me siento muy femenino o sumiso. Pero no creo poder presionar a
un chico a ser el de abajo y yo ser el demandante.
—En tu caso es mejor si Adam toma la iniciativa. El es mas grande que tu
y con más experiencia.
—¿Duele estar abajo?
—Al principio, —Jonas respondió—. Pero la mayor parte del tiempo es
muy placentero.
—Tengo ganas de practicar con el violín, —mencionó, cambiando de 62
tema—. ¿Vamos al parque antes de que oscurezca?
—Si, — respondió—. Si Adam no nos detiene.
—¿Te lamentas haberlo conocido? —Preguntó Frankie.
—Un poco, — respondió—. Siento que ya no me necesitas más.
—Aun te necesito, —le contestó Frankie—. Y Kalen también.

—¿Porque los Kerry están en el parque otra vez? —le preguntó Nico a
Adam—. ¿Te cansaste de ellos y los echaste?
Nico vino sin avisar para ver si tenía tiempo libre.
—No, no tenía idea. Pensé que estaban en su habitación, —Adam
menciono y miro por la ventana de la oficina.
—Salieron a divertirse un poco.
—Ah, quizá se sienten encerrados, —mencionó—. A veces me olvido que
siguen siendo niños y necesitan aire fresco y sol. —Salieron de su oficina y
subieron a su habitación. —¿Quieres un trago?
—Si, escocés en con hielo por favor.
Adam fue al bar a preparar los tragos y le dio a Nico el suyo.
—Gracias. ¿Encontraste una casa permanente para ellos? Probablemente
estás perdiendo una fortuna al no poder alquilar la habitación.
—Si, de hecho encontré un lugar para que se queden. Se mudaran pronto.
—Bien, —dijo Nico—. Están empezando a monopolizar tu tiempo libre.
Sería agradable pasar un rato a solas contigo.
Adam bebió un poco de su trago. Si su memoria no fallaba, la última vez
en privado Nico se fue porque se sentía que no podía competir con dos
jovencitos. —Hoy les contrate un publicista. Se llama Luke y anunciare dos
nuevos asistentes. Solo quería uno, pero creo que un segundo me daría más 63
tiempo. —Se sentó junto a Nico.
—Ya me esta gustando como suena eso. ¿Por qué no contratas a Sean?
—Porque el ya trabaja aquí, para mi. Y Jonas no se concentraría en su
música con Sean alrededor.
Nico se rio. —Creo que hacen linda pareja. Bueno, ahora si solo
pudiéramos encontrar una chica para Frankie.
—Frankie necesita concentrarse en su música. Cuando se vuelva una
superestrella, tendrá tiempo de sobra para las mujeres.
—Supongo que tienes razón. Solo intento ayudar a cortar las cadenas, —
dijo Nico.
—¿Cortar qué cadenas? Estoy tratando de ayudarlos. Han pasado por
mucho y merecen un poco de felicidad en sus vidas.
Nico dejó su copa en la mesa. —Basta de hablar de ellos. Bésame.
Adam dejó su copa y beso a Nico.
Nico metió la mano entre ellos y apretó el pene de Adam.
El pene de Adam no respondió
—¿Que pasa? —Preguntó.
—No lo se. En general soy muy sensible a tu toque.
Nico lo intento nuevamente.
«Nada».
—Quizá deberías ver al médico. Eres muy joven para ser impotente.
—No soy impotente, —Adam exclamó, quitando la mano de Nico—. No
he dormido mucho últimamente. Tal vez es cansancio.
—O simplemente no me quieres a mí, — afirmó enfadado—. Apuesto que
si Frankie entrara y te aprieta el pene estarías erecto en un segundo.
—No seas ridículo.
—No soy ridículo, — dijo—. He visto la forma en que lo miras. No haces
más que sonreír cuando estas en su presencia. —Se levanto y camino a la
puerta—. Llámame cuando estés interesado en un hombre de verdad. Au revoir. 64
—Se fue, dando un portazo con la puerta al salir.
Adam suspiró y vio hacia abajo entre sus piernas. No tenía una erección.
Pero Nico estaba equivocado. Nada tenía que ver con Frankie.

Jonas y Frankie decidieron que era suficiente de ensayar y de tomar el sol.


Guardaron sus instrumentos y fueron de regreso al hotel.
—¿Ese no es el Sr. Washington saliendo del hotel?
Frankie miró al otro lado de la calle. —Si, seguramente fue a visitar a
Adam.
Nico los vio y saludó.
Jonas y Frankie cruzaron la calle con Kalen
—Hola chicos, —dijo Nico—. ¿Han estado practicando afuera?
—Si, —respondió Jonas—. Es difícil hacerlo dentro en el hotel. No
queremos molestar a nadie.
—Adam me dijo que encontró una casa para ustedes.
—Nos mudamos el fin de semana, —respondió Jonas.
Nico le hizo cosquillas a Kalen. —Hey, muchachote.
Kalen se rio y bostezo.
—Parece que alguien está listo para la siesta.
—Lo llevaré a dormir, —dijo Jonas.
Un taxi se estaciono junto a la acera. —Los veo luego, chicos —Nico se
subió al taxi y se fue.
—¿Soy yo o Nico no quiso hablar contigo? —Jonas le preguntó a Frankie.
Frankie se encogió de hombros.
65
—De verdad no me agrada, —mencionó Jonas, abriendo la puerta para el y
Kalen—. No creo que él sea el indicado para Adam.
Entraron al ascensor. —¿Lo dices solo porque me gusta Adam?
—No, — respondió—. Parece un poco territorial. No tardará mucho en
decirle a Adam que pasa mucho tiempo con nosotros.
Llegaron a su piso.
—Después de este fin de semana eso ya no será problema. Solo tendremos
que verlo para tratar de negocios.
Al abrir la puerta se detuvieron, cuando entraban a la habitación, había una
nota en el piso. Alguien la dejó bajo la puerta. Frankie la levantó. —Es para ti.
—Se la entregó a Jonas—. Es de Sean.
Jonas le pasó a Kalen, Frankie lo llevó a la cuna y le cambio el pañal a su
hermanito. Después le dio la taza de jugo. Kalen bostezo y le regreso la taza.
—Tomaré un baño, —dijo Jonas. Junto su ropa y se fue al baño con la
nota.
El teléfono sonó, Frankie fue a responder. —¿Hola? —le frotaba la espalda
a Kalen, divagando.
—Hey, Frankie, soy Adam. Solo verificaba si habían regresado.
—Si, llegamos hace unos minutos.
—¿Que haces?
—Pongo a Kalen a tomar la siesta. ¿Por qué?
Kalen se quedó dormido rápidamente.
—También llamaba para saber si les gustaría salir a cenar conmigo.
—Me gustaría, —contestó.
—Entonces los veo en el vestíbulo a las seis. Hasta pronto.
Jonas lo sobresaltó. No lo escucho salir del baño. Aun estaba vestido y se
escuchaba el agua cayendo en la tina.
—¿Quién era?
—Adam, nos invita a cenar esta noche.
—No puedo, — dijo—. Sean vendrá. 66
—Esta bien, entonces me llevó a Kalen, —dijo Frankie.
—No seas estúpido. Cuidare a Kalen. Ve a cenar con Adam.
—¿Seguro?
—Si, de seguro Kalen se quedara dormido y Sean y yo solo pasaremos el
rato y veremos una película.
—¿Eso es todo?
—Si, ¿Que crees que pasaría si me quedo a solas con un chico sexy en una
habitación de hotel? —Jonas preguntó con una maliciosa sonrisa.
—Nada, llamaré antes de volver solo para asegurarme que no te está
sometiendo.
Jonas le tiro la toalla a Frankie, el se agacho y se la devolvió atrapándola
Jonas. —¿A qué hora iras?
—Adam me dijo que lo esperara en el vestíbulo a las seis.
—Entonces voy a bañarme y lo dejo libre para que puedas acicalarte.
—¿Acicalarme?, —Preguntó.
—Si, ya sabes, baño, afeitado y ponerte loción después del afeitado.
Frankie se frotó la barbilla, revisándose. —Si, el vello facial se está
saliendo de control.
Jonas se rio. —¿Que vello facial? —entro de nuevo al baño.
Frankie fue a revisar a Kalen. Seguía dormido. De puntillas se acercó al
armario para ver que se pondría. Adam solo le había obsequiado un traje...
pantalones negros, una camisa negra y una azul marino y una chamarra ligera
que combinaba con los pantalones. Había planeado usarlo en una ocasión
especial, aunque no quería ir a cenar con jeans y camiseta. Vio el reloj, «cinco
pm» Eso le daba una hora para bañarse, vestirse y encontrarse con Adam abajo.
Jonas salió del baño. —¿Ya decidiste que usar? Escoge algo lindo para
llamar su atención.
—¿Lindo?
—Ya sabes, algo para mostrar tu cuerpo.
Frankie le siguió la corriente para ver si era lo que creía. —Pensé que solo
67
las mujeres lo hacían.
—¿Has visto a Nico? Siempre está bien vestido y huele muy bien. —
Frankie se olió a sí mismo. Olía a sudor y a comida de bebé—. Esta bien.
Tomaré un baño. Y si, ya escogí lo que usare. Pero no lo hago por Adam. Lo
hago por mí.
—Como sea, —dijo mientras se vestía.
—¿Que vas comer?
—Llamaré al servicio de habitación y pediré algo para Sean, Kalen y yo.
No te preocupes por nosotros. Y no olvides los condones.
Frankie lo miró boquiabierto. —El hombre tiene un amante.
—Y eso que, —dijo Jonas.
Frankie negó, recogió sus cosas y entro al baño.

—¿Dónde están tus hermanos? —preguntó a Frankie cuando llegó


exactamente a las seis al vestíbulo.
—Sean vendrá a ver una película con Jonas y milagrosamente aceptó
cuidar a Kalen.
—¿Así que me quedo atrapado contigo? —Preguntó
Adam traía un espectacular traje negro. Y olía a colonia cara. Frankie no
tenía loción para después de afeitar, pero el se echó un poco de loción de bebe.
Siempre le gustaba ese aroma. —Me temo que si.
—Hmm. Creo que puedo arreglármelas. Vámonos
Frankie esperaba que fueran al restaurante de al lado, pero en vez de eso,
fueron a otro ascensor que los llevó al estacionamiento del hotel. Se sorprendió
aún más cuando Adam quitó el seguro a las puertas de un coche deportivo.
—Sube. 68
Frankie subió al asiento del copiloto y se abrocho el cinturón de seguridad.
Adam subió al asiento del conductor, acomodo su cinturón y salieron del
estacionamiento hacia la muy transitada calle.
—¿Conduces o vas en misión de Grand Theft Auto11?
—Muy gracioso, —dijo cambiando la velocidad—. Es mío, ¿te gusta?
—Si. No sabía que podías conducir, George siempre está llevándote a
todos lados.
—Claro que sé conducir. ¿Qué hay de ti?
Frankie asintió. —Tengo la licencia.
Adam lo recorrió con la mirada.
Frankie trato de no reaccionar.
—Te ves bien esta noche.
—Gracias, —Frankie se sintió un poco inseguro. Hablaba en buen plan,
pero toda esta cosa del romance era nuevo para el.
—Y hueles bien, —dijo.
—No te emociones. Estuve toda la tarde en el parque sudando y jugando
con Kalen.
—¿Entonces no te arreglaste solo para mi?
Frankie se disgusto. —¿Por que haría algo así? ¿A dónde vamos?
—Ya que solo somos tu y yo pensé que podríamos ir a un lugar que te
gustaría. —Terminaron en un bar de ostras—. Me podrías mostrar como se
comen crudas para poder seguirle el ritmo a los jovencitos como tu.
—No eres viejo, —dijo mientras lo veía maniobrar para estacionar, bajaron
del coche
—Tienes dieciocho y yo treinta, —dijo.
—¿Cuando es tu cumpleaños?
—Seis de enero. —Le respondió Adam—. Significa que cumpliré treinta y
uno en tres meses. 69

11
Frankie le pregunta si ha robado el auto.
—¿Por qué de repente hablas de edad? Aun eres sexy.
Había mucha gente en todos los restaurantes de la zona y la música cajun
se escuchó cuando Frankie abrió la puerta. Adam lo siguió. —¿Piensas que soy
sexy?
Frankie asintió y sonrió. —Lo eres para ser un chico. —El interior del
restaurante tenía las luces bajas y había muchos hombres en el bar viendo el
partido de football, olvidándose de la música.
Una camarera llegó. —¿Quieres sentarte en la barra o una cabina?
—La cabina, —respondió Adam.
Los guio a la cabina, tomó sus órdenes y se fue. Unos minutos más tarde
volvió con una bandeja de ostras crudas y condimentos.
Frankie levantó una de las conchas, añadió salsa picante y limón y se la
comió. Mientras Adam lo observaba. —Están buenas. Solo no las veas.
—Si tu puedes hacerlo, yo también, —alardeo Adam. Levantó una de las
conchas añadió salsa picante y limón, cerró los ojos y se la comió. —Hey, están
buenas.
—Te lo dije.
Habían limpiado la bandeja para cuando la camarera llegó con el resto de
su orden... platos con montones de ostras fritas, papas, hushpuppys 12 y pan
francés. Ambos pidieron soda para acompañarlos. Hablaron sobre sus futuros
juntos, como manager y músico.
—He trabajado en algunas canciones. —Mencionó Frankie.
—¿Escribes canciones?
Frankie asintió. —Me fascina la música clásica, pero no soy tan estúpido
como para creer que con solo tocar nos convertiremos en estrellas. Jonas
también escribe.

12
Los hushpuppies (literalmente ‘callacachorros’) o cornbread balls (‘bolas de pan de maíz’) son
70
un plato salado a base de almidón hecho de rebozado de harina de maíz que se fríe u hornea con forma
esférica, y ocasional mente también oblonga o en anillo. Los hushpuppies se sirven con frecuencia como
acompañamiento.
—Esto se pone cada vez mejor.
—Pero creo que aun así necesitamos a alguien que escriba para nosotros
hasta que sepamos cómo se mueve ese ambiente.
La camarera volvió y Adam pago por la comida. Salieron del restaurante y
se metieron al coche. En vez de dirigirse al hotel, Adam tomó la interestatal.
—¿No vamos a regresar?
—No, —dijo—. Vamos de compras.
—¿De compras?
—Si, necesitas cosas para la casa.
—No deberías gastar tu dinero en nosotros, —le dijo.
Adam sonrio. —Solo es dinero y Tory ya les asignó un sueldo.
—Pero no hemos hecho nada, —respondió.
—Firmaste el contrato. Ahora eres uno de sus empleados. El sabe que tiene
que invertir para ganar dinero. Pero esto es mi obsequio.
Frankie esperaba que solo compraran algunos accesorios, no toda la tienda.
Salieron del centro comercial, no solo con edredones sino también con otros
menajes de cama, baño, utensilios de cocina y un orinal para Kalen.
—Supongo que harás todo en la cocina y la limpieza.
—Creo que si, —mencionó Frankie —. Por si no lo notas, Jonas no es del
estilo doméstico. Mi madre lo echó a perder.
—Te voy a contratar alguien que cuide el jardín y luego iré a buscarles un
coche.
Frankie estaba agotado. —¿Por qué necesitamos un coche cuando hay
paradas de autobús en cada esquina de New Orleans?
—¿Has pensado lo que significa volverse una celebridad? Cuando seas
famoso no podrás simplemente tomar el autobús. Los fans no te dejarán en paz.
Hasta hace unas semanas, Frankie no había pensado mucho en los fans.
Quería tocar en una orquesta y no creía que tendría grupos de fans, pero podría
equivocarse.
71
—Y necesitaras una computadora e internet, —añadió Adam—. Y nada de
navegar en páginas porno.
—Entonces, ¿Cómo aprenderé algo? —cuestiono Frankie jugueteando.
Adam condujo directo a la casa. Los muebles habían llegado. —Sorpresa
—¿Cuando paso esto? —Frankie preguntó, mirando alrededor.
—Hoy. Mi madre vino y espero a que los repartidores los trajeran.
—¿Hiciste que tu madre viniera hasta aquí para que esperara una entrega?
— preguntó.
—Si. Ella necesitaba salir de casa y le encanta hacer cosas para mí.
Frankie y Adam anduvieron por toda la casa acomodando cosas. Hicieron
todas las camas y acomodaron las sábanas en el armario.
Frankie hizo la cama de Kalen y cuando volteo, se encontró con Adam
viéndolo desde la puerta. —No puedo esperar a mudarme aquí.
—Voy a extrañar tenerlos en el hotel, —dijo.
—Apuesto que no lo harás. Podrás volver a trabajar y no tendrás que
preocuparte por nosotros.
—Oh, seguiré preocupándome, —exclamó—. Me gusta ser como un
hermano mayor. Y me han conquistado.
—Creo que ya deberíamos volver, —Frankie dijo, repentinamente
sintiendo que la habitación se ponía calurosa.
—¿Cual es la prisa?¿ No habías dicho que Sean iría a ver una película?
—Si
—Pero sabes que no es lo único que estarán haciendo
Frankie metió las manos en los bolsillos porque no sabia que mas hacer.
—Si
—¿Por qué no llamas y ves si Sean sigue ahí?
Frankie saco el teléfono que Adam le había prestado y le marco a Jonas.
Sean contestó. —Soy Frankie, ¿puedo hablar con Jonas? 72
Jonas respondió al teléfono. —¿Que pasa?
—Nada, Solo me preguntaba si aun tenías compañía.
—Si, puede que tome algún tiempo.
—Esta bien, —dijo—. ¿Como esta Kalen?
—Despertó unos minutos pero se durmió otra vez. ¿Estas con Adam?
—Si
—¿Te quedarás con el?
—Creo que si, —Frankie respondió.
—Te veo en la mañana
—Bien. Diviértete. —Frankie colgó.
—¿Sean sigue ahí?, —preguntó.
—Si, Jonas dijo que va estar ahí otro rato.
—Entonces no hay que apresurarse. ¿Podemos solo hablar?
—¿De que? —Frankie preguntó viendo a Adam acercarse.
—Nosotros, —Adam jalo a Frankie a sus brazos y lo abrazó con fuerza.
Frankie trago saliva cuando el aroma de la colonia de Adam debilitó sus
sentidos y la ropa interior le apretó. —¿Qué es lo quieres que hablemos?
—Solo quiero hacerte una pregunta, —dijo—. ¿Te gusto?
—Claro que me gustas. Eres un tipo genial y has hecho tanto por nosotros.
—Adam seguía abrazándolo.
—No, me refiero a que si te gusto como a Jonas le gusta Sean.
—¿Me preguntas si soy gay?
—Si, —respondió.
Frankie abrazo por la cintura a Adam. —Si
—Eso pensé. —admitió—. También me gustas. ¿Alguna vez has tenido
relaciones sexuales con un hombre? 73
—No, recuerdas que te dije que era virgen. —Hizo una pausa—. ¿Vamos a
tener sexo?
—Si.
—Pero, ¿qué pasa con el Sr. Washington? Pensé que ustedes eran pareja.
—Éramos, —añadió Adam liberando a Frankie—. Pero el se hizo a un
lado para que pudiera estar contigo.

74
Capítulo Siete

Adam se estremeció mirando el precioso cuerpo desnudo de Frankie.


Nunca antes había tomado la cereza de nadie, pero sabia que tenia que tomarse
tiempo y no hacer algo que asustara a Frankie aún más de lo que ya estaba. Ya
se había quitado la camisa. Ahora, lo único que quedaba eran sus pantalones
negros y sus calzoncillos.
Frankie lo observaba, con los ojos bien abiertos, en alerta y con lagrimitas
de felicidad.
—¿Estás listo para esto? —preguntó cuando lentamente se bajaba la
cremallera.
Frankie asintió. —Estoy ansioso por ver tu cuerpo. Seguro que es
espectacular.
Hablando de elevarle el ego. Adam se quitó los pantalones. Siguieron los
calzoncillos. Se apartó de la cama para que Frankie lograra un buen vistazo de
él. —Bien, ¿que piensas?
Lentamente, Frankie bajo la mirada y sonrió. —Es justo como lo
imaginaba. —Se bajó de la cama, arrodillándose frente a Adam y lo abrazo de la
cintura. Pasó un dedo por el oscuro y sedoso vello púbico antes de envolver los
dedos en su pene—. ¿Puedo?
Adam asintió. —Si, si puedes. —Ni en sus más salvajes sueños hubiera
imaginado esto—. ¡Ah! —Pronunció cuando Frankie tomó con sus suaves
labios la punta de su pene y comenzó a lamer superficialmente. Esos perfectos
deditos tiernamente le apretaron las bolas. Adam se estremeció, se sentía como
un adolescente de nuevo. Frankie lo alcanzó otra vez y tomo sus nalgas
acercándolo mas mientras movía la cabeza de adelante hacia atrás.
Adam se inclinó y metió los dedos en el rizado pelo de Frankie.
Frankie detuvo la mamada y levanto la cabeza y le miró con sus grandes e
ilusionados ojos. —¿Estoy haciéndolo bien?
Adam lo jalo, poniéndolo en pie. —Lo hiciste perfecto, —amorosamente 75
beso los hinchados labios de Frankie—. Pero no puedes tener toda la diversión.
Se tendió en la cama indicándole a Frankie que se acostara encima para
realizar la posición sesenta y nueve. Frankie tenía un apretable, carnoso y
tentador trasero.
Frankie volvió a chuparlo y brinco un poco cuando finalmente envolvió
sus labios en su pene. Su pre semen tenía un sabor salidulce y Adam lamió todo
rápidamente. Lentamente restregó un dedo por la grieta del culo de Frankie,
temblando con la enloquecedora urgencia de enterrarse profundamente en el.
Venía preparado con un tubito de lubricante, esperanzado de haber leído
correctamente las señales de Frankie. Eso facilitaría prepararlo para entrar
fácilmente y no desgarrar su delicada piel.
—Cambiemos de posición, — dijo Adam después de haber chupado el
pene de Frankie lo suficiente para excitarlo. Puso a Frankie de espaldas sobre
las almohadas, se echó encima de él y lo beso apasionadamente haciendo que
las sensaciones perduraran. Froto su cuerpo contra el de Frankie, permitiendo
que sus genitales se tocaran—. No puedo esperar a poner mi pene dentro de
ti.— Se detuvo besando sus labios, fue moviéndose del nacarado y blanco pecho
hacia el estómago, hasta que su lengua llego al vello púbico rubio pálido.
Frankie tenía un pene mucho más grande de lo que esperaba, cuidadosamente
circuncidado exponiendo una pequeña hendidura. Adam le hizo cosquillas con
la punta de la lengua. Lo alzó de las caderas permitiendo que su lengua
estimulara el diminuto agujero rosado. Frankie se estremeció. Adam no quería
perder el control de lo que le estaba haciendo. Lo mejor, fue lo rápido que
Frankie se acomodaba con el sexo gay.
—¡Oh! —Frankie pronunció cuando Adam deslizó la punta de su dedo.
Apretando sus nalgas.
Se sentía increíblemente apretado y su pene se levantó, saludando. —
Tengo que prepararte, —susurro Adam —. Voy a tratar de ser gentil.
Frankie no se resistió y sorprendentemente empezó a usar sus músculos
internos para apretar el dedo de Adam que finalmente había entrado. Tomo el
gel de su bolsillo y se unto un poco en el dedo. Frankie brinco de nuevo y
después se relajo cuando Adam le frotó el lubricante.
—Eso se siente genial. ¿Que es?, —preguntó Frankie.
—El gel térmico, —dijo—. Sabor cereza. 76
Frankie se rio un poco y gimió cuando sintió un segundo dedo
Adam sonrió, se alejó de Frankie y se empezó a acariciar el pene mientras
abría un condón. Se lo puso y se acomodo encima de Frankie. —Esta es la
última oportunidad para salirte de esto.
—No iré a ninguna parte, —Frankie le dijo, jalándolo.
Adam se acomodo entre las piernas de Frankie, bajando, de nuevo
comenzó a besarlo. Con una mano lo levantó por las caderas y con la otra guio
su pene a su agujero. Siguió besándolo mientras empujaba sus caderas con
fuerza, metiendo la punta de su pene en Frankie.
Frankie gimió contra sus labios mientras Adam avanzaba a su interior. El
gel hizo más fácil deslizarse y Adam no perdió tiempo en tomar el control de la
situación.
Los quejidos de Frankie se convirtieron en gemidos mientras le hacía el
amor, al principio lento y luego un poco más enérgico. Noto cuando encontró la
glándula de placer porque el pene de su joven amante se movió apuntando a su
ombligo, duro como roca y goteando pre-semen sensualmente. Frankie se
movió bajo el, meciendo sus caderas. Adam lo jodió con más fuerza. Abrió más
las piernas y su respiración cambió. Se mordió el labio inferior. «Estaba a
punto de venirse». Adam siguió jodiendolo. —Frankie, no te contengas, solo
déjate ir. —La espalda de Frankie se arqueo y ruidosamente gimió el nombre
de Adam. Se movió mas rápido haciendo que el cuerpo de Frankie se
estremeciera. Y disminuyo los movimientos para que Frankie pudiera recobrar
el aliento.
—Hiciste que me viniera, —dijo un poco avergonzado y muy sorprendido.
—Si, —dijo Adam—. Eso es lo que intentaba hacer. —Argumentó
separándose—. En tus rodillas.
Frankie lentamente se dio la vuelta y se acomodo como le pidió.
—Acostúmbrate a esta esta posición, es la forma en la que hacen el amor
la mayoría de los chicos gay. —Adam se puso atrás de el y nuevamente alivio
su pene.
Frankie se estremeció, —Estas tan profundo.
—Ahora balancéate hacia adelante y hacia atrás, —Adam instruyó.
77
A Frankie le tomó unos segundos comprenderlo.
—Oh, se siente tan bien. —Adam apretó las nalgas de Frankie mientras
seguía montándolo. Moviéndose con el—. Eso es. Encontramos nuestro
ritmo.— Toda charla cesó cuando Adam sintió el intenso orgasmo en sus bolas.
—Frankie, voy a acelerar el ritmo. Te sientes tan bien y cálido, pero creo que
estoy a punto de venirme. —Se detuvo y volvió a joderlo. Adam se acercó más,
cubriendo con sus piernas los costados de Frankie y así mantenerlo en esa
posición mientras se enterraba en esa carnosa parte de su espalda.
Frankie gimió con fuerza. —¡Ah!
—Me tienes tan excitado con esa sexy voz tuya. —Adam movió la cadera.
No se había sentido con tanto apetito sexual en un largo tiempo. Jodiendolo más
rápido. —Me vengo, Frankie. —Se hundió profundamente, enterrando todo su
pene en Frankie.
Frankie gimió como un animal herido. —¡Ah, mierda!
Adam se acurruco junto al cuerpo de su nuevo amante y lo beso en la nuca.
—Gracias por elegirme para ser tu primera vez. —Se retiró con cuidado, anudo
el condón y lo tiró al bote de basura al lado de la cama de Frankie.
Frankie cayó sobre su estómago. Adam estaba junto a él. —¿Aun quieres
ser gay?
Frankie asintió. —¿Soy el de abajo?
—Eso temo, cariño. Eres mi pasivo.
—Genial, —Frankie dijo abrazándose con el—. Ahora Jonas se burlara de
mí.
Adam se echó a reír, —si te hace sentir mejor, pienso que Jonas también es
el de abajo.
—Sin duda, —dijo Frankie, volteándose. Se inclino y beso tiernamente los
labios de Adam—. Te amo, —confeso Frankie—. Desde el primer momento en
que puse los ojos en ti.
Adam jadeo sorprendido. —¿En serio? También te quiero mi pequeño
rebelde. —Abrazo fuertemente a Frankie—. Espero que te sientas de la misma
forma en la mañana. 78
A la mañana siguiente, cuando despertaron, Frankie aun seguía totalmente
enamorado de Adam, se ducho y se vistió. Se tuvo que mover muy despacio
debido a que aún le dolía. En algún momento de la noche, se despertaron y
volvieron a tener sexo. Adam le enseño diferentes posiciones, pero aún prefería
estar frente a frente para poder mirar esos misteriosos ojos verdes de Adam.
Adam condujo de vuelta al hotel. —Enviaré el desayuno a tu habitación.
—Gracias.
Adam lo beso, junto a la puerta como un perfecto caballero y se retiró.
Frankie usó su llave para entrar a la habitación, esperaba que Sean ya se
hubiera ido.
—Oh, volviste, —exclamó Jonas, sacando a Kalen de la cuna—. ¿Cómo
fue tu cita?
—Dolorosa, —Frankie mencionó.
Jonas se echó a reír mientras ponía a su hermanito en la cama y le
cambiaba el Pull-Up. —¿Es bueno en la cama?
—Si, —dijo—. Fue todo lo que esperaba y más.
—Entonces, ¿Por qué no pareces muy entusiasmado?
—Porque en este justo momento me esta afectando todo esto. —Frankie
se sentó en la cama—. Tuve sexo con un chico y me gusto.
Jonas trataba de ponerle unos pantalones a Kalen, pero los pateo y se rio.
—Bienvenido a mi mundo.
—Ahora no se como se supone que tengo que comportarme con el.
¿Debería ser todo meloso?

79
—Whoa, cálmate, —le dijo su hermano—. Solo se tu mismo y actúa
natural con Adam, sobre todo cuando haya otras personas alrededor. Solo por
que no tengamos problema con ser gay no significa que no haya un montón de
gente que no nos toleran.
Frankie estuvo de acuerdo. —Sí, supongo que tienes razón, además no es
como si estemos en una relación o algo. El hombre es mi manager.
—Aún no lo sabes. Adam no se irá a ninguna parte, él estará en nuestra
vida por un largo tiempo. E incluso si no dura, hay un montón de peces en el
mar. —Bajo a Kalen y el niño gateo por toda la habitación.
Frankie se quitó los zapatos. —Basta de hablar de mí. ¿Cómo fue tu noche
de película con Sean?
—Pasamos un buen rato, —admitió Jonas —. Sean jugó con Kalen y el se
porto bien y después se volvió a dormir.
—Así que mi hermano mayor tuvo algo de tiempo para divertirse con el tío
Sean.
—Si, me llevara al cine esta noche y después de eso tomaremos un día a la
vez por que estaré muy ocupado aprendiendo como ser una superestrella.
Frankie se levantó de la cama. —Iré a cambiarme y te ayudo con Kalen. El
desayuno debe llegar pronto.
Treinta minutos después, Frankie miraba los gruesos y esponjosos
panecillos de sémola con jamón frito para el. Jonas tenía avena, tostadas de
trigo y tocino, para Kalen había avena y fruta. Frankie tomo del carrito una taza
de café, junto con la leche y el jugo. También se dio cuenta que había una tarta
de cafe sin azúcar con un pequeño corazón de helado rosa en el centro.
—Debiste dejarle una gran impresión a Adam, —Jonas bromeo.
—También me reiría, pero mi trasero todavía duele.
Jonas se echó a reír. —Esa es la vida de los pasivos.
—No puedo esperar a mudarme, —Frankie dijo pensando en su nuevo
hogar.
—Si, no puedo esperar para comenzar los ensayos. —Jonas tosió. No se le 80
quitó tan rápido. Salto y se levantó a buscar el inhalador y aspiró dos veces. Su
respiración poco a poco se normalizo.
Frankie siempre se sentía mal cuando Jonas enfermaba. Solía sentirse
celoso que toda la atención de sus padres iba a su hermano hasta que tuvo edad
suficiente y se enteró que Jonas podría morir por alguna de sus dos dolencias.
—¿Por qué no descansas? Yo cuidare a Kalen.
Jonas se metió otra vez en su cama.
Frankie encendió el televisor para que Kalen viera las caricaturas mientras
empezaba a juntar la ropa sucia para lavar y comenzaba a empacar para irse del
hotel. Solo una vez más pensó en Adam, pero se preocupo más por como se
comportaría con el.

Más tarde, Frankie llevó a Kalen en el chochecito y se fue a la lavandería


del hotel para lavar la ropa. Después, cuando se secó, la dobló cuidadosamente
y toda la acomodo en la parte trasera del cochecito y regreso a la habitación.
Jonas seguía durmiendo. Dejo a parte algunas prendas y toda la demás la
guardo.
Jonas tosió algunas veces entre dormido, pero su respiración se escuchaba
mejor.
Adam llamó para saber cómo estaba.
—Estamos bien, —comentó Frankie —. Jonas está tomando una siesta y
estoy a punto de pedir el almuerzo para Kalen y para mí.
—No te molestes, —dijo Adam—. Ya está en camino.
—Jonas no se siente muy bien.
—¿Qué sucede?
—Tiene tos.
—¿Tomó su medicina? —le preguntó.
—Si, —respondió—. Espero que mejore. Se supone que Sean lo llevará al 81
cine esta noche.
—Oh, ¿así que estarás solo?
—No, tendré a Kalen.
—Me gusta el chico, Iré para ayudarte de niñera y podemos planificar la
mudanza de mañana.
El corazón de Frankie se aceleró. —Esta bien. «Otra vez estaré a solas con
Adam ».
—Tendré que conseguirles un seguro médico. Si Jonas no mejora, lo
llevaremos al hospital.
—Si, —acepto Frankie.
Alguien llamó a la puerta
Frankie se acercó a responder.
Uno de los empleados venía con el carrito
—El almuerzo ha llegado, —le dijo Frankie a Adam.
—Ve a comer, llámame cuando Jonas despierte.
—Bueno, adiós. —Frankie termino la llamada. Primero alimentó a Kalen,
le cambio el pañal y luego puso a su hermanito a dormir la siesta.
Jonas se levantó, sintiéndose un poco mejor y tomo el almuerzo con
Frankie.
—Adam dijo que te llevaría al hospital si no te sientes bien.
—¿Cuando hablaste con el?
—Hace rato, —respondió, —cuando dormías. Vendrá a ayudarme con
Kalen esta noche.
Jonas se echó a reír. —Apuesto que quiere más postre.
—Ew, bruto, —dijo Frankie terminando su sandwich—. Quiere hablar
sobre la mudanza de mañana.
—¿Que hay que hablar? —Jonas preguntó mientras comía, —Tan solo
hacemos las maletas con lo único que tenemos y luego lo que hay que hacer es
guardarlas en el maletero de un coche y ya está. 82
Frankie se rio. —Te daré una A por intentarlo.
—Te llamaré antes de regresar para asegurarme que no te esta jodiendo
hasta los sesos. —bromeo.
—Gracias, te lo agradezco.
—¿Qué pasa con él y Nico?
—Creo que ellos han roto.
—¿Así que eres un pequeño rompe hogares?
—Si. Me siento un poco extraño por eso, pero no tanto, —confesó.
—Myron se va a decepcionar de que no lo hayas elegido.
Frankie se molesto. —¿Por qué querría a uno de tus antiguos novios? —
Preguntó Frankie.
—Myron y yo nunca salimos, —le dijo Jonas.
—Pero te acostaste con el.
—Un par de veces, hace mucho tiempo, pero le gustas tú. Siempre está
molestándote. Creí que lo sabías.
—No, no lo sabia, pero ya es muy tarde, —dijo, así como una bola de
nieve en el infierno, Myron nunca tendría una oportunidad con el—. ¿Le has
dicho sobre esto?
Jonas negó. —Aún no he tenido tiempo. Ya que nos mudemos quizás
podríamos invitarlo a él y algunos amigos más.
—No tengo amigos, —le recordó.
—Quizá podríamos invitarlos a cenar.
Frankie rodó los ojos. —¿Sabes lo que dicen sobre alimentar perros
callejeros? Nunca te deshaces de ellos
—Y te cuestionas por qué no tienes amigos, —le contesto Jonas
sarcásticamente—.Quizá podríamos hacer una fiesta de inauguración.
Invitaríamos a Adam, Luke, Tory y Sean.
—¿No habrá chicas? —Frankie preguntó.
—¿Cuantas chicas conocemos? 83
—Si, tienes razon. Hablaré con Adam al respecto. Debemos hacerlo pronto
porque estaremos muy ocupados.
Jonas solo tosió un par de veces hasta la noche. Se ducho, se vistió y
espero a que Sean viniera.
Sean llego como a las siete y jugó un rato con Kalen.
—Que se diviertan, —les deseo—. Llámame mas tarde.
Jonas y Sean se fueron.
Adam llegó como a las ocho, con la cena y un juguete nuevo para Kalen.
Era uno de esos rompecabezas de plástico de brillantes colores, simplemente
perfecto para alguien de la edad de Kalen.
Kalen estaba tan emocionado que gritaba de alegría.
Adam se sentó en el piso a jugar con el.
Tomaron asiento para la cena. Adam y él tenían carne y papas, para Kalen
pavo y papas.
—Le están saliendo dientes nuevos, —le comentó Frankie a Adam—.
Trato de enseñarle a cepillarse.
—Pronto podrá comer alimentos masculinos como hamburguesas y
hotdogs, —dijo Adam—. Eres muy bueno con el. ¿Alguna vez has pensado en
tener hijos propios?
—No, —respondió—. Solo pienso disfrutar de Kalen hasta que vaya a la
universidad. —¿Qué hay de ti?
—Solo planeo disfrutarte hasta que tengas que empujarme en una silla de
ruedas, —respondió Adam con una sonrisa.
Frankie se echó a reír. —Quizá pueda compartir a Kalen contigo ya que
parece que le gustas.
—¿Qué más puedo pedir? Soy lindo y agradable.
—Y le traes juguetes. También lo tratas bien.
—Es un niño dulce y se merece lo mejor.
Después de la cena Frankie y Adam jugaron con Kalen hasta que bostezo,
84
le dio un baño y lo acomodo para que durmiera.
Jonas y Sean llegaron después.
—Lo siento, no llame, —dijo Jonas —. Lo olvide.
—¿Por que tendrías que llamar? —preguntó—. Sabíamos que ustedes
tenían una cita.
—Pensaba que estarías conmigo jodiendome hasta morir, — le mencionó
Frankie.
Tanto Sean como Jonas se rieron.
—¿Ya comieron?, —Adam les preguntó a Jonas y Sean cuando dejaron de
reírse.
—Si, —respondió Sean —. Jonas olvido su inhalador.
Sean aún vivía con sus padres por lo que los amantes no tenían otro lugar a
donde ir.
—Cuida a Kalen, —le pidió Adam a Jonas, jalando hacia la puerta a
Frankie.
—Hasta mañana chicos. Llama a mi habitación si te sientes mal.
—No voy a enfermar, —protesto Jonas.
—Jonas no dejo el inhalador, —comentó Frankie—. Vi que lo guardó en
su bolsillo. Debieron ver una película sexy y se pusieron todos calientes y
húmedos.
—Creo que eso es dulce, —dijo mientras guiaba a Frankie a su
habitación—. No te sorprendas si Sean se muda con ustedes.
—No me molestaría, —dijo.
Adam abrió la puerta y Frankie entro.
—Tomemos una ducha, —mencionó Adam —. Jugar con Kalen me hizo
sudar.
Frankie nunca antes se había duchado con alguien, pero estaría dispuesto a
hacerlo luego de ver todos los abultados músculos en la espalda de Adam
cuando se quitó la camisa.
85
Frankie descubrió que tomar una ducha y besarse les quitaba mucha
energía. Pero le gusto ponerse las enormes batas blancas del hotel y dejar que
Adam secara su pelo.
—¿Estás emocionado por mudarte?
—Si, —dijo Frankie—. Jonas está pensando en hacer una fiesta de
inauguración de la casa e invitar a algunos de sus amigos.
—No es mala idea. Pero quieres que sea pequeña porque estás en un barrio
privado.
—Si, me gustaría algo pequeño, —dijo abriendo la bata de Adam y
besándole las rodillas. —Algo grande también tiene sus ventajas
—¿Que haces?
—Explorando, —dijo volviendose para ver a Adam. Le extendió las
piernas, se puso de rodillas y comenzó a chuparle el pene.
—¡Oh!, —exclamó cuando Frankie recorrió con la lengua la zona por
debajo de su pene. Le lamió las bolas y se las jalo con suavidad.
—¿Alguna vez te han penetrado? —Frankie preguntó cuando se alejó para
respirar.
—Si, ¿por qué?
—Quiero hacértelo, —le pidió.
—Creo que podría tener que estar abajo para eso, —dijo Adam.
—¿En serio?
—Si, —respondió, se paró y se quitó la bata—. Me gusta en ambos
sentidos, pero te enseñare que hacer para satisfacerme.
Frankie se levantó y se quitó la bata.
—Allí tienes algo grande para tener dieciocho años. —consiguió los
condones y el lubricante. Le mostró a Frankie como ponerse correctamente el
preservativo y luego se subieron a la cama. Adam se puso de rodillas—. Tienes
que cerciorarte de prepararme tanto interiormente como por fuera. Frota
lentamente el lubricante con tus dedos.
86
Frankie puso un poco del líquido en su mano y hundió el dedo en su
interior. Uso su dedo medio ya que era el más largo y entró fácil en Adam.
—Oh, —exclamó—. No me había sentido así en mucho tiempo. Si te
tomas el tiempo, puedes empujarlo más profundo.
Frankie estaba dispuesto a aprender todo lo que Adam le enseñara. Se
emocionó tanto que su pene se endureció solo pensando en eso.
—Ahora intenta penetrarme.
Frankie se acomodo detrás de Adam. Después de algunos intentos
finalmente la punta entró. Se sentía extraño, pero estrecho.
—Solo haz lo que te haga sentir bien, —le dijo Adam cuando retrocedió
un par de veces.
Frankie se vino anticipadamente a los pocos minutos. —Lo siento, estaba
muy excitado.
Adam se tumbó de espalda. —Prolongaras el tiempo a medida que ganes
experiencia, —dijo mientras se ponía un condón y ayudó a Frankie quitándole
el que uso—. Pero la verdad me gusta ir arriba. Date la vuelta.
Frankie se puso de rodillas y Adam le beso en el trasero.
—¿No me vas a lubricar? —Frankie preguntó
—En un minuto, —Adam dijo—. Pero podría suceder que alguna vez no
tengas lubricante a la mano. —Beso una de las mejillas de Frankie. —Entonces
tendrías que usar tu imaginación. —Separó las mejillas de Frankie, lamiendo la
grieta y penetrando con su lengua.
—¡Oh! —Frankie exclamó. Nunca había sentido algo tan maravilloso. Para
el momento que Adam se decidió a usar el lubricante, otra vez estaba excitado.
—Quiero que me montes, —le pidió Adam.
Frankie no comprendió.
Adam se sentó en la cama. —Siéntate encima.
Frankie hizo una mueca. —¿Dolerá?
—Puedes controlar la posición. Solo tranquilízate y baja despacio. 87
—Frankie se levanto, se sentó a horcajadas en las piernas de Adam y
tranquilamente fue bajando.
Adam sostuvo su pene con firmeza para ayudarle.
—Oh, oh, —exlamó Frankie mientras movía la cabeza—. No vas a
romperme.
Adam lo ayudó a bajar lentamente. —Solo mueve tu cuerpo arriba y abajo.
Frankie rápidamente comprendió lo de montar, mientras Adam estaba
recostado y disfrutando la vista. Levantó a Frankie con sus piernas. —Suficiente
vaquero. Ahora estoy listo para hacerte el amor.
Frankie se acomodo sobre sus rodillas.
—No, —dijo—. En tu espalda
Frankie se volteó y abrió las piernas.
Adam se lamió los labios. —De esto estoy hablando.
Frankie se estremecía de deseo al ver la expresión de Adam. No podía
explicarlo. Adam le hizo sentirse deseado. Lo alzó por las caderas y lentamente
lo penetro. Siguió mirando a los ojos de Frankie mientras le hacía el amor.
Frankie movió las caderas, abrió más las piernas y con ellas se abrazó a la
cintura de Adam. Este empujó más profundo. Lo que sea que toco, lo sintió en
todo el cuerpo y le dieron ganas de darle esa misma experiencia a Adam. De
nuevo, Adam lentamente se hundió.
—Ooh, —exclamó Frankie cuando su orgasmo palpitaba en sus bolas—.
Creo que estoy a punto de venirme.
—Bien, —exclamó Adam. Dejó de empujar y comenzó alternando sus
caderas a la vez que Frankie movía su cuerpo arriba y abajo—. Solo entrare
sutilmente y despacio, creo que también estoy a punto de venirme. —Comenzó
a empujarse otra vez—. ¡Ah!
Frankie eyaculo sobre su estómago cuando Adam se vino profundamente
dentro de él.
Adam dejó de mover sus caderas y Frankie bajo las piernas. Se echó
encima y Frankie sintió los latidos de su corazón contra su piel, luego metió los
dedos entre su cabello. Mientras se acurrucaba y se calmaba igual que el.
—En este momento estoy muy feliz y satisfecho, —dijo Adam. 88
Frankie estuvo de acuerdo. —Yo igual. Lastima que no podamos
quedarnos así para siempre.
—Podemos estar juntos para siempre, pero no siempre en la cama, —dijo.
—Tenemos un largo camino por recorrer, durmiendo en hoteles, viajando a
distintos países y conociendo a nuevas personas.
—¿Como vas a gestionar tu hotel si estás de gira con nosotros?, —
preguntó.
—Puedo ocupar a uno de mis gerentes, —le dijo.
Frankie le preguntó. —¿De verdad quieres hacer esto? Me siento muy mal
de que el Sr. Albertson decidiera dejarnos a tu cargo.
Adam beso el pecho de Frankie. —Pude haber dicho que no, pero siento
que tengo que hacerlo. Aunque no parezca profundo, creo en el destino... en que
nuestros caminos estaban destinados a cruzarse.
—También me siento mal por el Sr. Washington.
—No lo sientas, —Adam dijo—. Nico tomó su decisión. Te conocía,
estuvimos juntos y seguimos siendo amigos. El hombre es mi estilista así que
voy a encontrarme con él ocasionalmente.
—¿Crees que debemos estar juntos?
Adam asintió. —Lo supe desde el momento que vi esos conmovedores
ojos azules cuando tocabas en el parque.
—¿Antes o después de besar al Sr. Washington?
—Antes, —dijo—. Estaba de buen humor y a punto de conseguir sexo.
Frankie se echó a reír. —Lo sabía.
—¿No me vas a preguntar quien es mejor en la cama?
—No, —respondió rápidamente.
Adam se rio. —Tú eres ambos, cálido y reconfortante, pero eres menos
diva.
Frankie le acarició el pelo a Adam. —No soy diva. Pero Jonas, él es otra
historia.
89
Adam se rio también. —No puedo esperar a que ambos empiecen con
Tory. Quiero estar ahí cuando el mundo descubra lo genial que eres. —Se
inclino y beso en los labios a Frankie—. ¿Estás emocionado?
Frankie asintió. —Hace unas semanas no tenia hogar. Si, estoy muy
emocionado y no puedo esperar para darles a Kalen y a Jonas la sensación de
seguridad y un hogar. Eso es lo que siempre he querido.
—Eres la persona más desinteresada que conozco, también mereces un
hogar y sentirte seguro. Pero no cambies cuando seas famoso. No cedas a las
adulaciones, las drogas o a vivir rápido.
—No lo haré, — prometió—. Tendrás que mantenernos en tierra. Y no
temas patear nuestros traseros si empezamos a ir a la deriva en la dirección
equivocada.
—No tendré miedo, —dijo—. Y no puedes abandonarme por alguna rica,
joven y ardiente estrella.
Frankie se rio. —Tu tampoco.

90
Capítulo Ocho
Mudarse del hotel a la casa tomó un solo viaje. Entre la limusina conducida por
George y el coche de Adam, más o menos en una hora los Kerry pudieron
llevarse todas sus pertenencias. Y luego, Adam los llevó de compras al
supermercado donde se encontraron con su hermano David.
—Que casualidad encontrarte aquí, —dijo David mirando a los tres chicos
con el. El era dos años mayor y experto en leyes en el distrito de comercio.
—¿Quienes son estos chicos?
—David, me gustaría presentarte a los Kerry. Son Jonas, Frankie y Kalen.
Es el nuevo grupo musical del que te hable.
—Un gusto conocerlos, —dijo saludando a Jonas y a Frankie—. Que lindo
bebe. Se ve algo encariñado contigo.
—No, es al revés, —explicó Adam haciéndole cosquillas bajo lo barbilla a
Kalen.
Kalen le sonrió a Adam.
—David es mi hermano mayor, —explicó.
—Solo por dos años, —corrigió David —. No me hagas parecer tan mayor.
—Es abogado, —dijo con orgullo.
—¿Entonces, por que estas de compras con los clientes de Tory? —
cuestionó David.
—Porque soy su manager, —respondió.
—Y supongo que necesitaras un abogado para manejar sus asuntos legales
y los tuyos.
—Si, —respondió—. Planeaba llamarte la próxima semana. Ahora mismo
estoy ayudándolos a mudarse a la nueva casa.
—Oh, ellos son la razón por la que me tuviste sufriendo para comprar esa
mansión cerca de la tuya. —David los miro de nuevo—. Siempre quise
91
hermanos más pequeños. —Su mirada se posó en Frankie. —Puedo ver porque
tanto revuelo.
Frankie se sonrojo.

Jonas se rio entre dientes.


—Llama a mi secretaria para hacer una cita, —dijo David—. Y llama a
mamá también. Estoy seguro que le encantará conocer a su nueva creciente
familia.
—La llamaré más tarde y ella ya sabe sobre ellos.
—Será mejor que termine las compras, —mencionó David —. Tendré un
invitado el fin de semana y necesito alimentos. No vemos luego, chicos. —Los
saludo y se fue empujando su carrito por el pasillo.
—¿Ustedes dos son cercanos? —Frankie preguntó mientras Adam les
escogía unas cajas de cereal sin azúcar.
—Si, —respondió—. Y si, mi familia sabe que soy gay.
Las mejillas de Frankie se volvieron de un brillante color rosa.
—Ellos van a quererte. De hecho, esta noche voy a cenar con mis padres.
Chicos, necesitan carne, —dijo mientras empujaba el cochecito donde iba
Kalen—. Y necesitamos conseguir algún alimento infantil para Kalen ya que no
tiene los suficientes dientes para comer carne.
—Si eso cree, meta el dedo en su boca, —dijo Jonas—. Me ha mordido
varias veces.
—Es porque te burlas de el, —sonrio Frankie.
Adam pago por las compras y luego salieron de la tienda. —¿Hay algo más
que necesiten mientras estamos fuera? —Se giró hacia Jonas—. ¿Tienes
suficiente medicina?
—Si, gracias, — respondió.
Adam repasó mentalmente su lista de tareas pendientes. La electricidad y
el gas estaban funcionando. El Internet y el cable se habían conectado. Ya
tenían alimentos, artículos de papel y productos de limpieza. —Oh, necesitan
almorzar.
—¿No acabamos de comprar comestibles? —Preguntó Jonas mientras
guardaban las bolsas en el maletero del coche. 92
—Si, —respondió—. Pero estarás muy ocupado guardando las cosas como
para cocinar. ¿Que tal algo de pollo?

—Cool, —mencionó Frankie —. Picante y condimentado.


—Debes tener estomago de hierro, —se burló Adam.
—¿A donde, señor? —Preguntó George una vez que todos volvieron a
subir al coche.
—A Popeye's en Saint Charles Avenue,—contestó Adam.

Adam dejó a los Kerry casi dos horas después de que alimentara a Kalen
con papas y jugo de carne y luego de asegurarse de que los comestibles habían
sido guardados. También le dio a Jonas un juego de llaves de la casa y por
seguridad, guardo las escrituras en la caja fuerte a prueba de incendios en el
armario de Jonas.
—Vayamos a desempacar, —dijo Jonas cuando Frankie se llevó a Kalen a
tomar una siesta en su nueva cama.
Frankie fue a su habitación y abrió la maleta que Adam le había traído y
empezó guardando algunas prendas en los cajones y colgando otras en el
armario. Después acomodo los artículos de higiene personal en el baño y otras
cosas que guardo en la mesita de noche.
Frankie fue a la habitación de Jonas para ver cuánto progreso había hecho.
Y Jonas estaba hablando por teléfono. —Te llamo después, Myron, —dijo.
Maldición, había creído que Jonas les daría unos días antes de avisarle a
sus amigos su localización.
—Myron estaba preocupado porque no nos ha visto desde el festival de
mariscos. —explicó Jonas.
93
—¿Te hizo muchas preguntas?—Cuestionó Frankie.
—Si, pero no le dije mucho. No quiero que venga sin avisar.
—¿Crees que le agrade Sean? —preguntó Frankie.

Jonas se encogió de hombros. —Pero se que a él no le agradara Adam.


—No es mi problema, —dijo—. ¿Terminaste de desempacar?
—Si, pero estoy cansado. Creo que tomaré una siesta.
A veces tener asma lo agotaba.
—Esta bien, ¿que te gustaría para cenar?
—Frijoles rojos y arroz, — respondió.
—Bueno, descansa mientras voy y me familiarizo con la cocina. —Dejo a
Jonas.
En la cocina, Frankie encendió el televisor para que le hiciera compañía
mientras ponía a cocer los frijoles y el arroz. Decidió hornear pan de maíz así
que preparó la mezcla y la puso en el horno. Guardo los platos, la cristalería, los
utensilios para hornear y lo demás de la cocina. Necesito usar un taburete para
poner las cosas de los gabinetes superiores.
Más tarde, Adam llamó para ver lo que hacía y empezó a reírse cuando
Frankie le dijo "cocinando". Le dijo que lo llamaría otra vez después de la cena
que tenía con sus padres.
—Diviértete, —le dijo Frankie —. Tengo que sacar el pan de maíz del
horno.
—Que delicioso. Tal vez debería cancelar la cena con mis padres y mejor
ir a comer contigo.
—Siempre puedes comer conmigo. Ve a ver a tus padres, —Frankie
mencionó. Colgó el teléfono sonriendo y saco la bandeja del horno. Una vez
que lo hizo, apago el televisor y subió a su habitación para descansar.

94
—¿Ya se instalaron los chicos? —Preguntó su madre a Adam luego de
cenar y haberse cambiado a la sala para charlar.
—Si, —respondió—. No puedo esperar a que los conozcas.
—David dijo que hoy los conoció, —su padre mencionó.
—Sí, papá. Estábamos de compras en el supermercado.
Su madre se echó a reír. —No puedo creer cuánto has cambiado desde que
los conociste. Por lo general, dejas que George haga tus compras.
—Nunca antes había sido responsable de alguien, madre. Tú y papa
debieron tener más hijos después de mí.
Ambos padres se rieron.
—Tu y tus hermanos fueron suficientes, —dijo su madre—. Háblanos de
los Kerry.
—Bueno, ya te había dicho que quedaron huérfanos hace unos meses y no
tienen más familia. Jonas es el mayor. Tiene veinte. Toca la guitarra y el piano,
padece asma y diabetes.
—Pobrecillo, —dijo su madre—. Puedes ser un gran apoyo para el,
también tienes diabetes.
Si no conociera a su madre, ella simplemente iba a mimar a Jonas hasta
morir. —Luego está Kalen. Es el bebe y apenas tiene dos años. Es un niño tan
lindo. Acaba de empezar a hablar y tiene una sonrisa tan dulce.
—Uh-oh, —su padre dijo con una sonrisa burlona—. Tienes ese gen
paternal.
—Si, también me sorprendió. Y luego está Frankie. Acaba de cumplir
dieciocho. Toca el violín y el piano, el es quien cuida a Kalen como si fuera su
padre. También cocina. Esta noche les preparó frijoles rojos con arroz y pan de
maíz.
—Y él es quien causo todos estos cambios en ti, ¿no es así? —su madre
preguntó.
95
Nunca podría ocultarle nada. —Sí, podría decirse que es alguien
complicado, pero cuando lo conoces y ves al Frankie real, es alguien dulce,
amable y considerado. Y deberías escucharlo tocar el violín. Hace que me
avergüence.

—También eras bastante bueno, —dijo su padre—. Pero lo abandonaste


muy pronto.
—¿Este Frankie siente lo mismo por ti? —Preguntó su madre.
—Creo que si, —respondió—. Pero aún es demasiado joven como para
atarlo. Tiene mucho por delante.
—¿Entonces cuando podemos conocer a estos maravillosos jóvenes? —Su
padre le preguntó.
—¿Cuando les gustaría conocerlos?
—¿El fin de semana que viene sería demasiado pronto? —su madre
preguntó—. Seremos los anfitriones de una cena para el gobernador y estoy
segura de que le encantaría escucharlos tocar. El es un gran fan de la música
clásica.
—Primero tendré que consultarlo con su publicista para cerciorarnos de
que no haya un conflicto de interese, pero no veo por que seria un problema.
Por supuesto, tendré que conseguir una niñera para Kalen ya que aún es muy
pequeño para estar despierto hasta tarde, pero volveré a traerlo para que ambos
lo conozcan, —les dijo. También invitaría a Sean, así Jonas no se sentiría tan
solo.
Más tarde esa noche, Adam llamó a Frankie para contarle de la cena con
sus padres. Frankie parecía muy emocionado y al mismo tiempo nervioso y
deseo más que cualquier cosa, ir y estar con el. Pero quería que por un par de
días se acostumbraran a estar solos en la nueva casa. Y el lunes los vería para su
primera sesión fotográfica.

96
Capítulo Nueve

— Y bien, ¿qué opinas de mi pelo? — Jonas le preguntó a Frankie después


de dejar el estilista que Luke les había recomendado.
A Frankie le gustaba la forma en que Nico había estilizado su pelo, pero
Jonas dijo que sería inapropiado ir con él ya que técnicamente le había robado a
Adam. —Ahora si, te pareces mucho a Papa, —Frankie respondió—. También
pareces un rockstar. —El estilista tiño el pelo de Jonas con las indicaciones de
Luke.
—No se si debo tomarlo como un cumplido o no.
—Te ves muy bien.
—Tu también, —mencionó Jonas.
Frankie se miro al espejo. Le habían teñido el pelo de un rubio más oscuro.
—¿Me veo mayor?
—Si, te ves al menos de diecinueve, —Jonas se burló.
Kalen se les quedó mirando, parecía confundido por el repentino cambio
de apariencia en ambos.
—Soy yo, Kalen, —Frankie habló permitiendo que su hermanito lo
reconociera por la voz—. Y también Jonas.
Kalen se rio. —Frankie.
Las mujeres en la editorial de la revista estuvieron totalmente embobadas
cuando llegaron con Adam y Luke.
Los llevaron a camerinos separados y volvieron a encontrarse para el
maquillaje. El maquillista se ocupó de sus rostros.
Frankie frunció el ceño. —¿Por qué me pones mascara en los ojos?
—Es para hacer resaltar el azul de tus ojos, —le respondió a Frankie.
Mientras el estilista estaba arreglándole el pelo.
97
—Vayamos a conocer al fotógrafo, —mencionó Luke —. Se llama Brian
Brown y es uno de los mejores en el medio.
Frankie descubrió que Brian no era mucho mayor que Adam. Estrecho la
mano del amable hombre afroamericano.
—Me gustan sus atuendos, —comentó Brian.
—Nuestro publicista los eligió, —anunció Jonas. Vestía de azul y Frankie
totalmente de rojo.
—Luke tenía razón. Los colores atrevidos se ven mejor con una piel pálida
y pelo rubio. —dijo Brian. Y miro a Kalen—. ¿Quien es el pequeño?
—Nuestro hermano, —Jonas respondió.
Adam se sentó con Kalen para mantenerlo lejos.
—Si no les importa, me gustaría incluirlo en algunas tomas, —dijo Brian.
A Frankie no le gustó la idea, pero accedió.
Brian describió lo que quería hacer con ellos. —Primero les tomare
algunas fotos individuales y luego unas más juntos. Y entonces incluimos al
bebé. Bueno, ¿quien quiere ser el primero?
Jonas se ofreció voluntariamente.
Luke y Frankie encontraron donde sentarse junto a Adam y Kalen.
Brian sugirió algunas poses. —Dame una mirada seria.
Jonas posó y Brian tomó la foto.
—Perfecto, ahora muévete un poco. Sacude tu pelo.
Jonas lo hizo como un profesional. Desde que era niño siempre le gustaba
que le tomaran fotos.
—Naciste para esto, — afirmó Brian—. Encantador. Ahora sonríe para la
cámara. —Tomó la foto—. Ya puedes descansar. Sigues tú, Frankie.
Jonas y Frankie cambiaron lugares.
En la boca del estómago de Frankie revoloteaban mariposas. Se sentía
avergonzado y estúpido al ser el centro de atención.
—Muéstrame tu expresión seria, —Brian instruyó. 98
Frankie frunció el ceño.
—Ooh, chico malo. Muy bien, relaja un poco tu expresión. Dame una feliz.
Frankie sonrió para la cámara y Brian tomó la foto.
—Tienes una dentadura perfecta. ¿Son coronas?
—No, —dijo.
—Bien, dame una de amor, — pidió Brian.
Frankie miro hacia Adam y sonrió.
Adam también le sonrió.
—Lindo, —Brian mencionó y tomó la foto—. Ahora dame una sexy.
Frankie enfoco su mirada en Adam y lo imagino desnudo.
—Ooh, que sexy, —dijo Brian con emoción mientras tomaba la foto.
—¿Que? —Frankie preguntó al darse cuenta que no había estado prestando
atención al fotógrafo.
—Nada, — dijo Brian sonriendo tímidamente—. Muéstrame esa mirada.
Desenfócala.
—¿Como se supone que haga eso? —preguntó.
—Solo finge que estás viendo a tu chica y te parece atractiva.
Por supuesto que tuvo que pensar en Adam y luego imaginarse que veía
con intensidad a los ojos de su amante. Se lamió los labios.
—Perfecto, —dijo—. Las mujeres te amaran. Bien, Jonas. Ven. Quiero
tomarles unas fotos juntos. Y entonces tendremos un cambio de vestuario.
Jonas se unió a Frankie frente a la cámara. Frankie estaba menos nervioso
con su hermano parado junto a él. Brian los envió al camerino unos minutos
después. Esta ocasión Luke había elegido un traje blanco para Jonas y uno
negro para Frankie. Dos horas más tarde seguían posando para la cámara. Más
tarde, incluyeron a Kalen que usaba su trajecito rojo.
—Es muy fotogénico, —dijo Brian acerca de Kalen—. Mira como sonríe
para la cámara. 99
—Saben que, chicos, —dijo Adam —. Kalen será modelo cuando crezca.
—Será un baterista, —Frankie insistió. Y levantó a Kalen.

Kalen lo beso en la mejilla y Brian tomó la foto.


—Que lindo, —mencionó Brian —. Las fans enloquecerán con estos tres
chicos.
—¿Puedo obtener un álbum con todas las fotos? —Preguntó Adam le a
Brian—. Y quizá un par de once por catorce13 de la foto familiar.
—¿Algo más? —Brian le preguntó al manager.
Adam le susurro algo a Brian.
Mirando hacia Frankie, Brian se rio entre dientes. —Si. Me asegurare de
que tengas una de esas también.

La próxima parada en su itinerario era el estudio de grabación de Tory,


donde Jonas y Frankie finalmente conocerían a las personas con quienes
estarían trabajando. Tory les presento a Calvin Miller, su profesor de canto, a
Antoine Fredricks, su profesor de baile y al galardonado compositor, Travis
Mayfield. Llevó a Frankie y a Jonas a la sala de grabación para que pudieran
tocar algo para el equipo. Amanda, la hija de Tory cuidaba a Kalen, mientras los
adultos trabajaban. Mañana, Kalen comenzaría la guardería y Adam quería que
el niño se acostumbrara a estar con otras personas.
Cuando entraron al estudio, Tory tenía una guitarra, el violín y el piano
esperándolos. —Toquen algo para nosotros, —pidió a los Kerry una vez que
todos estuvieron sentados.
Frankie y Jonas estaban en la sala de control con un chico que manejaba la
consola. Se pusieron los auriculares para poder escuchar a Tory.
—¿Quieres escuchar algo clásico? —preguntó Frankie.
—No, toquen la canción de K-Ci and JoJo,— pidió Tory. 100
13
11x14 pulgadas es el tamaño de una fotografía, a eso se refiere cuando pide esa medida, mas o menos
vendría a ser la de tamaño carta
Jonas se sentó al piano mientras Frankie empezaba a tocar el violín para
los caballeros. Cuando la canción terminó, Adam tenía una enorme sonrisa en
su rostro.
—¿Y bien, que opinan? —Tory preguntó a sus expertos—. Quiero sus
opiniones sinceras.
Todo el grupo levantó sus pulgares, incluso Adam.
—Tienen un buen sonido, —Calvin Miller dijo—. Disfrutare trabajar con
ellos.
Hizo una pausa. —Creo que deberían grabar esa canción.
Tory se rio. —Voy un paso adelante. Tengo los derechos del autor para
usarla. Y quiero que Travis trabaje con ellos para hacer algunas canciones más
para el primer CD, —mencionó—. Quiero una intro clásica y la primera canción
también.
Adam alzó la mano. —¿Que tal A Lover's Concerto como nombre del
CD?
—¿Te refieres a esa vieja canción de The Toys? —Preguntó Travis.
—Si, —dijo Tory —. Los escuche tocarla. Creo que podría funcionar.Hey,
chicos, ¿pueden tocar "A Lover's Concerto" para estos caballeros?
Jonas dejó el piano y tomó la guitarra, esta vez, Frankie tocaría el piano y
cantaría.
—¿Estos colegas componen canciones? —Preguntó Travis.
—Si, —dijo Adam. Los visitaría a diario para asegurarse de que estuvieran
escribiéndolas.
La canción terminó.
—Está bien, necesitamos hacer la agenda de actividades para estos chicos.
—Tory le mencionó a Luke—. Mañana comienzan los ensayos. Ve con mi
secretaria. Ella es muy buena arreglando estas cosas.
—Si, Sr. Albertson, —dijo Luke.
—Dime, Tory. Aquí todos somos una gran familia.
101
Adam contempló a los Kerry. Ambos se veían preocupados. El también se
sentía un poco abrumado, pero haría su mejor esfuerzo para mantenerlos unidos.

Luke se había ido a hacer sus cosas de publicista. Adam estaba a punto de
irse al hotel luego de dejar a los Kerry de vuelta en casa. Kalen dormía
profundamente en su cama. También Jonas tomaba una siesta y Frankie estaba
en la cocina preparando spaghetti y albóndigas para la cena. Y hacía un gran
trabajo preparando la salsa desde cero y haciendo las bolitas de carne molida.
—¿Quien te enseño a cocinar? —le preguntó Adam.
—Mi madre, —respondió—. Crecí en la cocina. —Se detuvo. —¿Volverás
para la cena?
—Si, traeré a Sean conmigo. Estoy seguro que a Jonas le gustaría eso. —
Adam se dispuso a salir—. Oh, casi lo olvido. La noche del sábado mis padres
están organizando una cena para el gobernador y quieren que ustedes toquen un
par de canciones.
—¿Para el gobernador de Louisiana? —preguntó.
—Si, —respondió Adam —. También quieren conocerte.
—Le diré a Jonas, —menionó Frankie—. ¿Tendré que conocer al resto de
tu familia?
—Si, —Adam le dijo robándole un beso—. Van a amarte.
—¿Qué debería vestir?
—Déjame encargarme de eso, —le dijo—. Traeré un bolso de viaje, así
que prepárate para compartir tu nueva cama.
Frankie se sonrojo. —Bueno. ¿Podrías comprar una botella de Chianti
cuando vuelvas?
—Eres demasiado joven para beber, —le recordó. 102
—Es para ti y para Sean, —dijo—. Mis padres siempre tenían Chianti
cuando había comida italiana.
—Oui, oui, —respondió Adam —. Vuelvo como a las siete.
—Aurevoir, —dijo.
Adam salió y se fue al hotel.
—El Sr. Albertson llamó mientras estaba fuera, —Su secretaria le dijo
cuando llegó—. Era por el fax sobre la agenda de los Kerry.
—Bueno, —dijo—Avísame cuando llegue y hazme cinco copias.
—Si, Adam, —Linda continuo.
Adam se pasó el resto del día revisando los libros, codeándose con los
huéspedes del hotel y resolviendo algunos problemas. Luego llamó a Sean. —
No hagas planes para esta noche. Vamos a cenar con los Kerry en su nueva
casa. Y lleva una muda de ropa si planeas pasar la noche.
Sean se rio de forma inocente.
Adam también se rio y luego colgó el teléfono.
Revisó el fax en cuanto llegó. De martes a viernes, Tory tendría ocupados
a los chicos, pero sábados y domingos estaban libres. Bueno, sus agendas no
entraban en conflicto con la cena para el gobernador.
Justo cuando Adam estaba a punto de salir de la oficina, Nico llamó. —
¿Como van las cosas?
Nico le contó que había conocido a alguien y que era feliz.
—Bien, —dijo, recordando—. ¿Tienes tiempo para arreglarme el pelo el
sábado en la mañana? Iré a una elegante cena. —Decidió no echarle más sal a la
herida pidiéndole arreglar a los Kerry. —Nos vemos el sábado. —Colgó el
teléfono.
Adam subió a su habitación, se duchó, guardo una muda de ropa y condujo
hacia la casa de los Kerry después de acordarse de comprar el Chianti.
Kalen estaba arriba, destrozando la casa en su triciclo. Jonas estaba viendo
televisión y Frankie estaba duchándose. Adam puso a enfriar el Chianti mientras
103
hablaba con Jonas sobre la agenda y la cena del sábado.
Sean llego un poco después de Adam, sorprendiendo a Jonas con flores.
Los dos se besaron y eso hizo sonreír a Adam.
Frankie tenía una gran sonrisa cuando entro a la cocina y vio a Jonas con
las flores. Vestía unos shorts, camiseta y sandalias, se veía como un chico
normal, común y corriente.
Tanto Jonas como Sean empezaron a reírse en cuanto vieron a Frankie
atarse el delantal en su delgada cintura para no ensuciarse la ropa.
En cuanto Adam vio a Kalen tratando de comer la salsa de spaghetti,
entendió porqué se reían. Probó la comida. «Que deliciosa». Frankie aprovechó
bien los condimentos. Las albóndigas estaban jugosas y el baguette tostado tenía
ajo y mantequilla necesaria. «Si sabe cocinar». Quizás debería enviarlo a la
escuela culinaria.
Jonas sirvió el vino para Adam y Sean.
—Gracias, —dijo Adam.
Kalen intento alimentar a Adam con un poco de spaghetti. El querubín
tenía toda la cara y las manos cubiertas de salsa.
Adam se inclinó y acepto el ofrecimiento.
Kalen se rio cuando Adam comió lo que le dio. Luego Adam se levantó y
con una toalla y jabón, le limpio el rostro y las manos a Kalen. Por desgracia fue
en vano, ya que el diablillo volvió a ensuciarse.
—¿Quieren postre? —les preguntó más tarde Frankie.
—¿Hiciste postre? —le preguntó Adam.
Frankie asintió. Fue a la cocina y regresó al comedor con una bandeja con
copas parfait. —No tiene azúcar para que Jonas pueda comerlo. —Se fueron
pasando las copas de postre llenas de gelatina y crema batida. A Kalen, le dio
un tazón con cubitos de gelatina para que se la pudiera comer usando los dedos.
—Ooh, — Kalen exclamó cuando miro su tazón—. Mío. —Se rio.
También Frankie y Jonas se rieron.
Adam suspiró, recordando su niñez. También le gustaba la gelatina.
—Hora del baño, —le dijo Frankie a Kalen luego de verlo todo lleno de 104
gelatina y spaghetti.
—¿Necesitas ayuda? —le preguntó Adam.
—No, puedo manejarlo. Ustedes vayan a relajarse a la sala. Regreso en
unos minutos. —Salió a toda prisa con Kalen recitando el alfabeto.
Jonas se dirigió a la sala y puso algo de música. Los tres estaban hablando
sobre sus cantantes favoritos cuando Kalen entró gateando para subirse al
regazo de Adam.
También Frankie entró, llevaba otra ropa y olía a jabón. —Tuve que
lavarle el cabello a Kalen, —explico—. El baño significa algo totalmente
distinto con este niño.
—¿Tuviste que meterte a bañar con el? —Adam le preguntó en broma y un
poco excitado.
—Si, se puso a jugar con sus barcos, mientras le limpiaba el spaghetti de
sus rizos.
—Lamento perderme eso, —Adam bromeo.
—No lo hagas, —Jonas dijo—. No es tan bonito como parece. A Kalen le
gusta salpicar y no es nada divertido como crees que debería ser. Es como
intentar atrapar un monstruo resbaloso.
Kalen se acurruco encima de Adam y se puso a jugar con el botón de su
camisa hasta que unos minutos después se quedó dormido.
—Me lo llevo, —mencionó Frankie —. Ha tenido un día ocupado. —
Cargo a Kalen y salió de la sala para llevarlo a su habitación.
Adam le contó a Sean de la cena para el gobernador. —¿Quieres ir?
—Claro, —dijo—. ¿Es formal?
—Si, —respondió Adam —. ¿Al menos tienes un traje?
—Si, pero no es lo suficientemente bueno como para codearme con el
gobernador, —respondió.
—Ya que prácticamente somos familia, mañana te llevaré conmigo al
sastre.
—Me gustaría verlo con un fajín, —mencionó Jonas —. Uno rojo
105
resaltaría el color de sus ojos.
Las mejillas de Sean se pusieron un poco rosas mientras el guitarrista de
ojos marrones se le quedaba viendo.
Frankie regreso y Adam lo atrapó para un baile.
—Los hombres no pueden bailar juntos, —insistió Frankie.
Jonas y Sean se les unieron.
—Ves, —mencionó Adam —. Ellos no se avergüenzan.
—Apuesto a que no vas a bailar conmigo el sábado en la cena para el
gobernador.
—Y en eso tienes razón, —Adam replicó—. A veces tienes que escoger
tus batallas. Pero si después conseguimos una niñera, los llevare a un club
donde a nadie le importa.
—Tengo dieciocho años, —Frankie le recordó.
—Oh si, se me había olvidado, —Adam respondió—. Entonces te llevaré
allí cuando cumplas los veintiún años. Lo prometo. —Adam inclino a Frankie.
Conocía algunos clubs para adolescentes gay en el Barrio, pero se decidió a
sorprender a Frankie llevándolo allí.
La canción terminó y volvieron a sentarse.
—Tory envió sus horarios. Estarán muy ocupados durante los siguientes
cuatro días. —Se levantó y fue por su maletín para darles las copias a Sean,
Frankie y Jonas.
—¿Por qué me das una? —preguntó Sean.
—Felicitaciones. Te ascendieron a mi asistente.
—¿Que? —Tanto Jonas como Sean preguntaron.
—Tuve la sospecha de que tal vez quisieras estar junto a Jonas cuando
viaja, además sabes algo de música, —Adam explico. No pensó que fuera una
buena idea cuando Nico fue el primero que le sugirió hacer a Sean parte del
equipo, pero tras verlos juntos, comprendió que Jonas podría convertirse en
profesional incluso estando junto a Sean.
—¿Este nuevo puesto viene con un aumento? —preguntó.
106
—Si. Se que necesitarás dinero para agasajar a tu superestrella. Mañana
luego de las compras tú y yo iremos a ver algún lugar de oficinas cerca del
hotel. ¿Crees poder manejarlo?
—Si, —respondió.
—Bien. Tu primer encargo es encontrar tu propio departamento. Te
volverás muy cool como para seguir viviendo con tus padres. Y estoy seguro
que ellos están ansiosos por que te mudes.
Sean se rio. —Lo están.
—¿Por qué no te mudas aquí con nosotros? —dijo Jonas —. Tenemos
mucho espacio y puedes ayudar a Frankie con las tareas de la casa.
—¿No deberías hablarlo primero con Frankie? —preguntó Sean.
—Ya habíamos hablado de eso, —respondió Frankie —. Bienvenido a la
familia. Mantente lejos de mi baño.
Adam suspiró. —Todos mis retoños bajo el mismo techo. Creo que estoy
celoso.
—No tienes que quedarte a dormir solo de vez en cuando, —Frankie
bromeo—. Podríamos darte tu propio dormitorio.
—Si, como si alguna vez fuera a usarla, —dijo Jonas con sarcasmo.
Sean y Jonas subieron a su habitación como a eso de las diez.
—¿Quieres limpiar la gelatina de mis rizos? —Adam le preguntó a
Frankie.
—Si, —Frankie respondió y apago la música. —Pero te advierto. También
hago un salpicadero.

107
Capítulo Diez

—Creí que solo iríamos a comprar ropa, —le dijo Sean a Adam al día
siguiente mientras se dirigían a una concesionaria.
—No quería que te sorprendieras con el obsequio. Quiero que los Kerry
tengan un SUV. Necesitan algo para moverse por la ciudad.
—¿Tan siquiera saben conducir? —Preguntó con sarcasmo.
—Si, —Adam respondió—. Deje a Frankie conducir mi coche y no lo
hizo mal.
—¿El Mercedes? —Preguntó.
Adam asintió.
—Dios, de verdad lo amas.
—Así es, —afirmó.
—Ni siquiera puedo imaginar a Jonas conduciendo. El es más del tipo
pasajero.
—Eso es porque él es una diva, —explico.
—Si, —Sean estuvo de acuerdo—. Pero una excitante y cariñosa diva, ¿si
sabes a lo que me refiero?
Adam se rio entre dientes. —Si, me di cuenta que estuvieron ocupados
toda la noche.
Sean ni siquiera tuvo la decencia de avergonzarse. —De verdad me gusta.
También es muy inteligente. Es una pena que tuviera que dejar la universidad.
—Estaba a punto de dejarlo que regresara. —Adam mencionó mientras
admiraba una elegante camioneta color burdeos—. También a ti y a Frankie.
Siempre es bueno tener algo que retomar. Puedes tomar las clases en línea
mientras estamos de viaje.
—Buena idea, —dijo Sean —. Me gusta esta SUV. La silla de coche para
Kalen debe ajustarse perfectamente. 108
—¿También te gusta el niño? —Adam le preguntó.
—Si, —respondió—. Me he encariñado con el.

—También yo, —dijo—. Empiezan a sentirse como de la familia.


—Estoy tan feliz de que los encontraras y decidieras arriesgarte por ellos,
—mencionó Sean —. Me estremece pensar en ellos viviendo en la calle. Yo
estaría tan perdido sin mis padres.
—Los Kerry son mucho más fuertes de lo que aparentan, —Adam
mencionó—. Hagamos la prueba de manejo con este bebe. —Adam compró el
coche con DVD Instalados en cada asiento para que Kalen pudiera ver dibujos
animados mientras iba en el. La SUV sería entregada el viernes.
Después, Adam y Sean fueron a revisar los lugares donde tendrían sus
oficinas, también la de Luke y la de el futuro asistente que contraria para los
Kerry.
Esa noche Adam tuvo una cena con Tory.
Tory lo puso al tanto del primer día de trabajo de los Kerry. —Por alguna
razón, todas las mujeres han caído enamoradas de ellos. Y deberías verlos en la
clase de danza. Antoine simplemente esta contentísimo con ellos.
—¿Como van en composición? —le preguntó Adam.
—Estupendo. Frankie tocó algunas de las canciones que ha escrito y Travis
lo está ayudando a organizarlas.
—Menos mal, —dijo Adam —. Vamos a lograrlo.
Tory y el brindaron.
—Oh si. Los llevaremos a la cima.

—¿Qué es esto? —Frankie le preguntó a Adam cuando el viernes en la


tarde él y Jonas salieron a la entrada.
109
—Su carruaje, —dijo Adam —. Necesitarán moverse por la ciudad a sus
compromisos.
—¿De verdad es nuestra? — Jonas preguntó.

—Si. Este es el coche familiar y tú serás el conductor designado. Y si lo


cuidas bien, pensaré en llevarte a ver los coches deportivos.
—Hay espacio suficiente para mi guitarra, —Jonas dijo con entusiasmo—.
Y tiene un asiento de seguridad para Kalen.
Adam se rio. —Ya pueden ir de compras sin mi o George. Ambos somos
demasiado viejos para ser asediados.
Jonas abrazo a Adam. —Gracias hombre. Esta hermosa.
Frankie le dio su aprobación a Adam. Frankie sabía que esa era la SUV
que Jonas siempre había querido. Como no podía realizar algún esfuerzo físico
en la casa, sabía que él quería contribuir a la causa. Llevar a sus hermanitos por
toda la ciudad era la labor perfecta para Jonas.
Luego de que Sean trajera sus cosas para mudarse, Adam les invito pizza
para cenar. Afortunadamente, se había adelantado y trajo muebles para las dos
habitaciones. Jonas puso música y Kalen los entretuvo bailando. Tenía la
sensación de que el más pequeño de los Kerry también era muy talentoso. Adam
pasó ahí la noche pero a la mañana siguiente se fue temprano, así que los chicos
pudieron disfrutar de dormir hasta tarde y prepararse para la cena con el
gobernador.

Primero, Kalen se fue con la niñera mientras Jonas, Frankie y Sean se


vestían para el evento. Luke ya los había llevado al estilista y Sean prometió, sin
demorar, dejar a las nueve a Frankie y a Jonas para su presentación.
—Estoy muy nervioso, —Frankie mencionó cuando salían de la casa.
—¿No te está dando pánico escénico, ¿verdad? —Le preguntó Sean.
—No, —Frankie respondió—. ¿Crees que le guste a la familia de Adam? 110
—Oh, —mencionó Sean —. Creo que si. Luces bastante lindo.
Jonas se rio entre dientes. —Eso solo hará que esté más nervioso.
Imagínate presentándole tu familia a tu novio.
—Ah, mi familia también estará allí esta noche, —dijo Sean.
—¿Que? —Jonas preguntó nervioso—. ¿Por qué no me dijiste?
—Porque no quería que te asustaras como te esta pasando ya.
—No entraré en pánico, —Jonas dijo, bajando la visera y revisando su
aspecto—. Este es un paso muy importante en nuestra relación. ¿Y si no les
gusto?
—Me fui de su casa. Te amaran.
—Apuesto a que tu y Adam planearon todo esto, —dijo Jonas, subiendo la
visera—. ¿Que pasa si creen que mi pelo es demasiado largo? O si piensan que
soy un rockero drogado.
Frankie se dio cuenta que no era tan emocional como Jonas.
—Pienso que eres maravilloso, —dijo Sean —. Eres hermoso además
talentoso y eres cariñoso y atento. Mi familia te amara. La mitad de la batalla ya
la tienes ganada.
Frankie sonrió. «Lo logró». Jonas se calmó un poco luego de escuchar los
elogios de Sean. Llegaron a la mansión Montgomery. Sean mostró su pase VIP
al guardia en la puerta y los dejó pasar. El del valet los ayudo a bajar. Sacaron
sus instrumentos de la parte de atrás del SUV y un mayordomo los recibió en la
puerta, escoltándolos por toda la casa. Frankie miro por todos lados
preguntándose como seria la vida de Adam creciendo allí. Por todos lados vio
fotos de la familia.
Luke apareció, se veía muy elegante con el smoking negro. Igual que Sean,
eligió un fajín sobre el chaleco. —¿Están listos?
Frankie asintió. —Si. No quiero ni imaginar que nos espera en ese salón.
—Tienen un escenario, —Luke dijo—. Y eso es todo lo que importa.
—Llevaré a Sean a la mesa y regreso rápido para presentarlos. Así que no
se muevan. 111
Luke no tenía que preocuparse de eso. Frankie tenía miedo hasta de
moverse o tocar algo. Luke y Sean se fueron.

—¿Podemos hacer esto? —preguntó Jonas.


—Si, —dijo—. La muerte de nuestros padres no debe ser en vano.
Hagamos que se sientan orgullosos.
Luke regreso. —Por aquí, —dijo guiándolos a una zona justo al lado del
comedor. Los hizo subir los escalones y los dejo con los micrófonos—. Saldré a
presentarlos. —Cruzó la cortina. —Damas y caballeros, el espectáculo de esta
noche son dos jóvenes muy talentosos que nacieron y crecieron aquí, en New
Orleans, Louisiana. Para mi es un honor presentar a Jonas y Frankie... Los
Kerry.
El telón subió y el pánico de Frankie se desvaneció. Empezó a tocar.

—Estuvieron perfectos, —dijo Adam abrazando a Frankie y después a


Jonas luego de que su actuación terminará—. ¡Que maravilloso debut!
—También estoy orgulloso de ustedes, chicos, —dijo Tory. Se acercó con
una mujer mayor de color—. Ella es mi esposa, Elaine.
Tanto Frankie como Jonas estrecharon la mano de la hermosa mujer.
—Tory me ha contado mucho de ustedes y nuestra hija Amanda, adora a
Kalen.
Sean se acercó con dos personas mayores. —Mamá, Papá, el es Jonas
Kerry y su hermano, Frankie.
Jonas recibió un gran abrazo de oso de parte del padre de Sean y un beso
en la mejilla de parte de su madre.
—Que bueno al fin conocerte, — dijo la señora Johnson—. Tienes que 112
venir con tus hermanos a cenar a casa.
Jonas parecía feliz.
Frankie se alegró. Esperaba que Sean y Jonas estuvieran juntos por mucho
tiempo.

—Te toca, —le dijo Adam a Frankie.


Detrás de Adam, Frankie vio a unas personas que se parecían a él. Estaban
sonriendo.
— Jonas, Frankie, ellos son mis padres, Carolyn y Arthur Montgomery,
mis hermanos David y Michael y sus citas Carlos y Carla.
A Frankie le llamo la atención David y le sonrió. «Así que a David
también le gustaban los chicos».
Estrecho las manos de todos y los abrazo.
Frankie ni siquiera recordaba si había o no conocido al gobernador esa
noche. Había tantas personas felicitándolos.

—¿Estás seguro de que les guste a tus padres? —Frankie le preguntó a


Adam cuando estaban metidos en una bañera hundida de la mansión de Adam.
Sean y Jonas habían ido a recoger a Kalen y Adam les prometió llevar a
Frankie de regreso a casa más tarde.
—Te amaron, —dijo—. Mi madre quiere que te lleve la próxima semana a
cenar a casa. Y debes llevar tu violín porque a mi padre le encanta la música
clásica. Piensa contratarte para que me des lecciones.
—¿Qué pasa con tus hermanos?
—David cree que eres lindo.
—Ew, no digas eso, —dijo Frankie —. La esposa de Tory es hermosa.
—Llevan casados desde la preparatoria. Creo que es asombrosa. —
mencionó. 113
—¿A donde fue Luke esta noche?
—Su novio al fin llegó.
—Oh, —Frankie dijo, acomodándose—. Podría acostumbrarme a esta
bañera.
—Eres bienvenido a tomar un baño en cualquier momento. —Adam se
levantó—. Pero creo que ya es hora de salir e ir a la cama. —Salió de la bañera
y empezó a secarse.
—Pero se siente tan bien estar aquí, —dijo. Observó el trasero de Adam
cuando él no lo estaba mirando. Se preguntó si lo daría la oportunidad de estar
arriba otra vez.
—Hare que entres en calor en la cama. —dijo Adam, sujetando una
enorme toalla para el.
Frankie se levantó en la bañera y dejo que Adam lo secara.
En la mesa de la sala de Adam había una botella de algo enfriándose en
una hielera. —¿Que es?
—Sidra espumosa, —respondió—. Pensé que te gustaría celebrar. —Abrió
el corcho y sirvió dos copas. Le entregó una a Frankie y brindo por el. —
Frankie Kerry. Que tu estrella siga brillando intensamente. —Chocó su copa
con la de Frankie.
Frankie bebió un poco de sidra y se rio. —Las burbujas cosquillean en mi
nariz. Gracias por el brindis. Si no fuera por ti, nada de esto habría sido posible.
—La voz se le quebró. Luchó por controlar sus emociones. No quería verse
débil ante Adam. El le levanto la barbilla a Frankie y lo beso—. Te amo,
Frankie. Si pudiera te daría el mundo.
Frankie terminó de beber su sidra y se subió a la enorme cama de Adam.
Ya nunca más quería ser el de arriba con Adam. Era perfectamente feliz estando
abajo de un hombre al que amaba plenamente.
Despacio y apasionadamente, Adam le hizo el amor y cubrió su cuerpo de
cálidos besos.
Frankie estaba a punto de venirse y contuvo su orgasmo hasta que también
Adam estuvo a punto de venirse. Se vinieron juntos por primera vez. Para
Frankie eso fue algo mágico. Se quedó dormido entre los brazos de Adam,
sintiéndose tan amado.
114
Capítulo Once

Una semana después de la cena para el gobernador, el sábado, Frankie y


Jonas decidieron hacer una barbacoa en el enorme patio, en lugar de una
inauguración de la casa. Jonas había invitado a la mayoría de sus amigos. Sean
había invitado a algunos de los suyos y también Adam. Desafortunadamente,
Tory no pudo venir porque su mujer tenía un compromiso previo. David y
Carlos llegaron con obsequios para Kalen. Adam llegaba tarde, por el trabajo en
el hotel, pero Luke llegó con un ramo de rosas para Frankie y Jonas se burló de
él. Luke también trajo a su novio, Gerard Tyler. Se cayeron bien en el instante
en que Luke los presento.
Gerard era lindo, casi de la edad de Frankie, con el pelo negro azabache y
ojos azules. Para una barbacoa, vestía de forma elegante con pantalón de vestir
y una camisa. Además tenía una voz dulce. Sin duda, Frankie pudo notar que
era lo que le atraía a Luke.
—Luke dice que tocas el violín. Yo toco la batería, —dijo Gerard —
.Quizás podríamos reunirnos para una sesión de improvisación.
—Me encantaría, —dijo—. ¿Ya te graduaste de la preparatoria?
Gerard se rio. —Si, me preguntan eso muy a menudo. Supongo que tu
también. Asisto a la universidad cerca de Audubon Park y tengo diecinueve
años.
Frankie suspiro. —También me hubiera gustado ir allí.
—¿Qué te detiene? —Le preguntó Gerard —. Tenemos un excelente
departamento de música.
—En este momento mi agenda está muy apretada. Antes de que Adam nos
descubriera, yo iría a audicionar para la Sinfónica de New Orleans. Ahora tengo
un contrato discográfico y muchas responsabilidades.
—Hola, Frankie.
Frankie se dio la vuelta. Myron estaba aquí. —Hola, Gerard, el es Myron,
un amigo de mi hermano. 115
—Encantado de conocerte, —dijo Gerard —. Mejor voy con Luke antes de
que se apodere de la parrilla. —Gerard los dejo solos.
—Que lugar tan agradable. Estoy tan feliz de que estén lejos de la calle.
—También yo, —afirmó Frankie —. ¿Viste a Jonas?
—Si, —Myron respondió, mirándolo de pies a cabeza—. Me presento a
Sean. Parece un chico agradable.
—Lo es, —dijo.
—¿Como paso todo esto?
—Un tipo nos escuchó tocar en el parque, —dijo—. Se enteró que
estábamos sin hogar y nos invitó a quedarnos en su hotel durante un fin de
semana. Después nos presentó a un amigo suyo que es promotor musical.
—Wow, estoy muy feliz por ustedes. ¿Que posibilidades habría de que el
propietario de un hotel fuera tan amable? Pero siempre supe que llegarías lejos.
—Gracias, —le dijo Frankie. Myron nunca antes se había portado tan
amable con el—. ¿Quieres algo de comer?
—Claro, —Myron respondió y lo siguió a la zona de la parrilla en donde
Sean puso costillas y hamburguesas en sus platos. Añadieron frijoles y demás a
medida que avanzaban en la fila de alimentos.
Frankie encontró asientos en una de las mesas y Myron se sentó junto a él.
—¿Qué sigue para ustedes? —preguntó Myron.
—Intentamos producir un CD, —respondió—. Estamos tomando lecciones
y Kalen acaba de iniciar en la guardería.
—Lo vi con Jonas. Está creciendo muy rápido. Probablemente dentro de
poco será más alto que tú.
—No tardará mucho tiempo, —dijo Frankie, aun estaba susceptible
respecto a su altura.
—Sabes, siempre me has gustado.
Frankie le dio un mordisco a su hamburguesa. Se le deshacía en la boca.
Tendría que felicitar a Sean por hacer la barbacoa. — Jonas me contó hace
poco.
—El me conto que ya tienes un novio. Hubiera querido decírtelo antes.
116
—Si.
—¿El está aquí?
—Aun no llega, —mencionó Frankie. No sentía nada por Myron—. Está
en el trabajo.
—¿A que se dedica?
—Es propietario de un hotel, —respondió.
A Myron le tomó unos minutos entender. —¿Quieres decir que estas
saliendo con el tipo que les dejo quedarse en su hotel?
—Si, —respondió—. Seguiríamos sin hogar si no fuera por el. Es un
hombre agradable. Te caerá bien.
—No quiero agradarle, —Myron dijo y parecía derrotado—. Pero me
alegra que seas feliz. —Volvió a comer.
Si tal vez Myron le hubiera dicho eso hace unos meses, podrían haber sido
amigos. Pero nunca serían amantes, sobre todo porque él se había acostado con
Jonas.
Finalmente, Adam llegó, simplemente se veía precioso en esos pantalones
de vestir color marrón y el suéter amarillo con marrón. Vio a Frankie y lo
saludo.
Frankie le devolvió el saludo. —Ese es Adam, —le dijo a Myron.
—Es más joven de lo que esperaba, —dijo Myron —. Debes ser muy
bueno en la cama para que te haya comprado esta casa.
—Nada tiene que ver el sexo. Adam es amable y generoso. Además adora
a Kalen.
Myron se levantó. —Piensa en mí si se separan.
—Lo haré, —dijo. «Primero tendría que congelarse el infierno».
Myron se alejó y fue a hablar con otros de sus amigos.
Adam se acercó a Frankie. —¿No era Myron?
—Si, —respondió.
—¿Ahora son amigos?
117
—No, pero creo que ya no lo detesto. ¿Cómo estuvo el trabajo?
—Una de las habitaciones tenía una fuga, la fotocopiadora se estropeó y la
banda programada para tocar esta noche, cancelo.
—Pobrecito. —Frankie dijo intentando ser comprensivo—. ¿Estás listo
para ir a comer?
Adam asintió. —Si. Desde hace tiempo, Sean ha estado alardeando de sus
habilidades en la parrilla. Ahora por fin puedo probarlo.
—Está en su derecho al alardear, —dijo y le mostró su plato vacío a
Adam—. Espera aquí. Te traeré un poco. —Se acercó a la parrilla, sirvió un
plato para Adam, tomo una cerveza fría y regreso a la mesa.
—Gracias, —dijo Adam —. ¿Donde esta Kalen?
Frankie señaló. —Cautivado con tu hermano y su novio.
—A David le gustan los niños, — mencionó Adam—. Carlos y él piensan
adoptar después de casarse.
—¿Se van a casar? —preguntó Frankie.
—Si.
—Me alegro por ellos. Y creo que adoptar un bebé es una buena idea.
Kalen necesita algunos amigos.
—También tu, —afirmó Adam . Y dio una mordida a sus costillas—.Um,
esto sabe bien.
—Creo que he encontrado uno. Se llama Gerard Tyler.
—¿El novio de Luke?
Frankie asintió y le limpio a Adam la salsa de barbacoa en el mentón. —
¿Sabías que toca la batería?
—No, —respondió—. ¿Es bueno?
Frankie se encogió de hombros. —Quiere que nos reunamos para una
sesión de improvisación.
—¿Es activo o pasivo? —Le preguntó Adam.
—¿Importa? —Frankie cuestionó—. Creí que querías que hiciera amigos.
118
—Si, si quiere reunirse contigo. Me vuelvo muy celoso cuando se trata de
ti.
Frankie se echó a reír. —Creo que es pasivo y no estoy interesado en
ningún otro chico excepto tu.
—Buena respuesta. —dijo—. También estoy un poco apegado a ti. Oh,
antes que se me olvide. Tory encontró una orquesta para ti, comenzarás a
practicar con ellos desde la próxima semana.
—¿En serio? —Frankie preguntó con entusiasmo. Abrazo a Adam—. Eres
tan bueno conmigo.
—Yo no hice nada. Tendrás que agradecerle a Tory.
—Lo haré, —dijo—. Ustedes son de lo mejor.

119
Capítulo Doce
Luke revisaba el montón de fotos tratando de elegir las mejores imágenes
publicitarias de los Kerry. —¿Te das cuenta que todas estas fotos están
impecables?
—Si, lo sé, —dijo Adam mientras fantaseaba con cierta foto de Frankie—.
¿Por qué no me dijiste que tu novio era baterista?
—Nunca se me ocurrió. —respondió Luke.
Hasta ahora Luke había sido un buen publicista, logró agendar a los Kerry
en programas de radio y televisiones locales y de momento estaba tratando de
registrarlos en todos los festivales a lo largo de Louisiana para que el público
pudiera conocerlos. Ahora mismo Jonas y Frankie estaban en el estudio de
grabación con Travis, practicando las nuevas canciones que les había escrito.
Sean entro a las nuevas oficinas llevando café y pastelillos. Los dos se
irían en un rato para ir a una de las cadenas televisivas locales para ultimar un
próximo espacio musical dentro de un noticiario muy popular. Los Kerry tenían
que comenzar en algún lado y Adam pensó que presentarlos primero en New
Orleans sería una muy buena idea. —Gracias, —Adam mencionó cuando aceptó
el café. Tenían un largo día por delante y aún debía volver al hotel para revisar
sus asuntos.
Sean le dio su taza a Luke y luego fue a sentarse para ayudar a Adam
revisando otros eventos. Adam le había entregado una lista de los próximos
eventos en Louisiana y hasta el momento, todos los de la lista aceptaron al
grupo y querían que se presentaran.
—¿Cómo se están llevando en casa? —Adam le preguntó a Sean. No había
podido regresar en un tiempo y esperaba que se estuvieran acostumbrando al
vecindario.
—Nos llevamos bien, —Sean alardeo—. Frankie se encarga del interior de
la casa mientras yo me ocupo del exterior.
—¿Que hace Jonas? —preguntó Luke.
—Jonas me cuida a mí, —respondió. 120
Tanto Luke como Adam se rieron.
—También cuida a Kalen mientras Frankie y yo limpiamos. Y está
escribiendo canciones en sus ratos libres, —dijo.
—¿Aún no se han registrado para las clases en línea? — Preguntó Adam.
Sean asintió. — Jonas y yo ya lo hicimos, pero no sabemos si Frankie lo
hizo. Prácticamente se queda ahí solo o se va un rato al estudio. A veces, por la
noche está ahí tocando el violín luego de que Kalen se va a dormir.
De modo que las cosas no habían cambiado. Adam suspiró. —Quiero que
Frankie salga mas y haga algunos amigos. —Se volvió a ver a Luke—. ¿Crees
que a Gerard le importaría ir a pasar un rato con el?
Luke se encogió de hombros. —No lo se. Tendré que preguntarle. Esta un
poco ocupado con la escuela y su trabajo.
—¿Trabaja? —preguntó Sean.
Luke rodó los ojos al verlo. —Por supuesto. Trabaja en una tienda de ropa
al otro lado del rio en el centro comercial Oakwood. Le gusta todo eso de la
moda y la ropa. —Se rio entre dientes—. Creo que la mayor parte de su dinero
lo gasta en ropa. Deberías ver su armario.
—Seguro que no te quejas. —Bromeo Sean.
—Obvio que no. Gerard siempre se ve y huele muy bien. Y tiene la más
grande colección de calzoncillos y calcetines que nunca había visto. Le gusta
usar colores coordinados.
Mientras Adam escuchaba la conversación. A Frankie le vendría bien tener
un amigo así y si Gerard era buen baterista, tal vez podría hablar con ellos y
dejar que un futuro se una al grupo.
—Escucha esto, —mencionó Sean —. Una de las estaciones de radio está
organizando conciertos en el parque y quieren que los talentos locales
participen.
—Comunícate con ellos, —dijo—. Veamos si podemos agendar a los
Kerry para el fin de semana.
Sean marcó el número y le paso el teléfono a Adam y estuvo hablando un 121
rato.
—Si, son hermanos y tocan música clásica y algo de pop. —Puso el
altavoz para que Sean y Luke pudieran escuchar la conversación.

—Esto seria un poco distinto a lo que estamos acostumbrados.


—Aquí en New Orleans ya tiene bastantes músicos de Jazz y Zydeco, —
mencionó Adam.
—Ofrézcale algo distinto a la gente. Estos chicos son sensacionales.
—Tendrían que audicionar, — afirmó el hombre—. ¿Cuando podría
escucharlos?
—¿Cuando quiere que sea? —le respondió Adam —. En este momento
están algo ocupados en el estudio de grabación, pero podrían tomarse un
descanso e ir a reunirse con usted.
—Mañana por la mañana tengo algo de tiempo libre, — dijo el tipo—.
¿Podrían venir a las diez?
—Si, —respondió Adam —. Deme la dirección.
Sean anotó la dirección. —Estarán allí a las diez, —dijo Adam —. Gracias.
—Colgó el teléfono y chocó las manos con Sean—. Necesitamos algunos
conciertos como este.
—Hoy tendré que llevarlos de compras para que tengan un buen atuendo,
—mencionó Luke —. Las primeras impresiones lo son todo.
—¿Ya elegiste el vestuario para el noticiero? —preguntó Adam.
—También estoy trabajando en eso. Bien podría comprar los dos atuendos
hoy.
Adam miró su reloj. Era casi la hora de la comida, por lo que aún era muy
temprano como para molestar a Tory para ver que estaban haciendo Jonas y
Frankie. —Yo iré a la guardería a recoger a Kalen para que en la tarde puedas
llevar de compras a Frankie y a Jonas. Pero primero necesito ir al hotel para ver
qué sucede. —Se levantó—. Sigan trabajando. Los veo más tarde. —Adam
salió de la oficina y le pidió a George que lo llevara al hotel.

122
—Eso suena bien, —Travis les dijo a Frankie y a Jonas.

Estaban trabajando en el estudio de grabación con la pequeña orquesta que


Tory les había contratado y también había invitado al ensayo a algunos amigos
influyentes en el ambiente musical. Los chicos con ellos en la cabina musical se
ocuparían de convertir sus acordes en un álbum.
—Frankie, quiero que vuelvas a tocar la canción desde el inicio, — pidió
Travis—. Y sonríe un poco. Se supone que esto es divertido.
Era complicado tocar y sonreír al mismo tiempo. —Bueno.
Los músicos comenzaron a tocar de nuevo y Frankie cantó el primer verso
de la nueva canción que Travis les había escrito. Era de rhythm and blues... algo
diferente a lo que él y Jonas estaban acostumbrados a tocar.
Jonas cantó el segundo verso. Se escuchaba muy bien. Por lo general, los
chicos de voz profunda no tenían problemas para cantar este tipo de canciones,
mientras él tenía que intentar profundizar un poco más en su vocalización y eso
era más difícil.
En el coro cantaban ambos y a Frankie le gustaba mucho la orquesta.
Había llegado a conocerlos a todos y le gustaba trabajar con ellos. No eran la
Orquesta Sinfónica de New Orleans, pero se había resignado al hecho de que
esto era lo que tenía que hacer.
Varias horas más tarde, Tory dio por finalizada la grabación. —Creo que
tenemos el disco hecho. Colegas, estuvieron fantásticos.
A Frankie le gusto escuchar eso, dado que el hombre invirtió una buena
suma de dinero en ellos.
—Desde mañana en la tarde empezaremos a trabajar con Antoine, así que
son libres de irse a casa y descansar.
Antoine Fredrick sera su instructor de danza. A Frankie también le 123
agradaba. El hombre tenía unos movimientos muy fluidos.
Al salir del estudio de grabación, Jonas estaba distraído revisando sus
mensajes y caminando hacia la camioneta. —Luke nos espera en la oficina. Nos
llevara a comprar ropa.
Frankie miró su reloj. —¿Qué pasa con Kalen? La guardería cierra como a
las seis.
—Adam fue a recogerlo. Dice que pasaran tiempo juntos hasta que
terminemos.
—Afortunado Kalen, —Frankie masculló. Últimamente estaba tan
ocupado que no había podido pasar mucho tiempo con Adam. Subió al lado del
pasajero de la camioneta.
—Myron manda saludos, —Jonas mencionó cuando se subió al asiento del
conductor y guardo su teléfono.
—Necesitas cambiar tu número de teléfono, — dijo Frankie con sarcasmo.
—No puedes culpar al chico por intentarlo, — dijo Jonas al salir del
estacionamiento y dirigirse a la oficina de Adam—. ¿Tienes hambre?
Frankie asintió. Esta mañana no había tenido tiempo de desayunar y había
estado trabajando hasta poco después del almuerzo.
—Llama a Luke y a Sean y pregúntales si quieren que les llevemos algo.
Frankie llamó primero a Sean y luego a Luke. Sean quería una
hamburguesa con papas fritas y Luke solo una ensalada. También, Sean le dijo
que Adam había ido al hotel a atender unos asuntos.
Luego de recibir la comida, Jonas se dirigió a la oficina.Frankie se había
asegurado de que Jonas tomará la insulina cuando estaban en la línea de comida
rápida hace un rato, así le haría efecto antes de comer.
Jonas había rodado los ojos mientras se le quedaba viendo y lo llamaba
mamá gallina.
Frankie estaba acostumbrado a que Jonas le pusiera apodos y no le
importaba, siempre y cuando se tomara la medicación.
Más tarde, cuando iban al centro comercial, Sean subió con ellos a la
camioneta y les contó de la audición para la estación de radio.
—Fantástico, — dijo Jonas—. Sabemos una o dos cosas de tocar en 124
parques.
—Entonces, mañana en la audición tienen que impresionarlos a todos, —
dijo Luke mientras conducía.
—¿A dónde vamos? — Preguntó Frankie.
—Al centro comercial Oakwood. Necesitan algún atuendo para la audición
de mañana y ya que estamos aquí, también escogeremos algo para su debut
televisivo.
—Nuestro debut en televisión, — mencionó Frankie—.Ooh, me entere que
las cámaras te aumentan diez o veinte libras, así que tal vez no debí comerme
esa hamburguesa con queso y la malteada.
—Si, tu trasero ya esta bastante gordo, — le dijoJonas.
—Oh, ¿tenías que salir con eso? —Frankie discutió en broma con su
hermano—. No todos podemos ser esbeltos como tu.
Adelante, en sus asientos, Sean y Luke se reían de sus payasadas.
—Para nada creo que tu trasero sea demasiado grande, —Luke le dijo a
Frankie—. Así está perfecto.
Frankie dejó de reírse y se encogió en su asiento. —Gracias. —Se volvió a
ver a Jonas por un poco de ayuda y su hermano solo se encogió de hombros.
—¿Como fue el ensayo? — Preguntó Luke.
—Genial, —respondió Jonas —. Terminamos el álbum.
—Es una gran noticia, — afirmó Sean.
Frankie no dijo nada. Seguía estando desconcertado por el comentario de
Luke. Aunque antes de que empezara a salir con Adam pensó en sacar partido
de Luke, todo había cambiado y él no era infiel. También, esto iba por Myron.
Por lo tanto, todos los comentarios de Luke acerca de su trasero estaban fuera
de lugar.
—¿Que hay en la agenda para mañana? — Preguntó Luke.
—Danza. Trabajaremos con Antoine.
Sean se rio. —Creciste en New Orleans. ¿Qué es lo que va a enseñarte...
baile de salón?
Jonas dijo de repente. —Probablemente. Me pregunto si sabrá cuán difícil
125
es bailar con una guitarra.
—Trata de hacerlo con el violín, — mencionó Frankie. Observaba por la
ventanilla tratando de ver hacia el río Mississippi cuando cruzaban el puente.
Pasar sobre esa enorme cantidad de agua lo ponía nervioso.
Luke cruzó y se disponía a bajar la rampa para salir. Minutos después de
haber encontrado un lugar para estacionarse, se bajaron de la camioneta.
—Dentro de un año o más, no podrán andar en un centro comercial como
este sin ser acosados por sus fans, — les dijo Luke.
—Entonces Adam tendrá que contratarnos guardaespaldas porque yo no
quiero ser acosado por un grupo de adolescentes, —dijo Jonas.
Frankie pensaba que para ser alguien tan joven, Jonas usaba muchas
palabras antiguas. Y de verdad era una diva.
Luke los llevó a una exclusiva tienda de ropa de la cual Frankie ya había
escuchado. Los maniquíes estaban vestidos con algunos trajes de última moda.
—¿Que hacen aquí?
Frankie volteo y vio a Gerard Tyler mirándolos. Se veía muy lindo con
esos pantalones negros, la camisa de vestir color blanco con corbata y una
pequeña etiqueta con su nombre.
—Vinimos por tu consejo, —Luke mencionó—. Jonas y Frankie necesitan
algo para un evento en televisión y para una audición para un futuro concierto al
aire libre de una estación de radio.
—Hmm, —Gerard los rodeo—. Tienen un color de piel muy pálido.
Necesitan algún color que iguale sus tonos. Déjame pensar.
Gerard se acercó a un estante y empezó a buscar entre todas las prendas. —
¿Que tallas son?
Frankie y Jonas le dijeron.
Gerard empezó a tomar prendas de los mostradores y perchas para
entregarlos a Jonas y a el. —Chicos, me siento tan especial por vestirlos para su
debut en televisión. Tal vez debería convertirme en su coordinador de moda.
—Por mi esta bien, —dijo Frankie—. Aunque deberás preguntarle a
Adam.
Los envió a los probadores. 126
Frankie se cambió rápidamente, le gusto como se le ajustaban los
pantalones en la parte inferior y se puso el chaleco. Gerard le había entregado
unos pantalones azul marino, una camisa y un suéter color amarillo con un
velero azul marino estampado en el bolsillo superior. Salió del probador para
saber las opiniones.
—Perfecto, —Luke dijo al observarlo.
Frankie se estremeció. El hombre estaba examinándolo minuciosamente...
sobre todo la parte trasera y delantera.
Jonas salió con unos pantalones color verde oscuro, una camisa negra y un
suéter color canela.
—Me gusta, —dijo Sean—. Luces como un profesor de colegio.
—Tienes unos gustos muy raros, —Luke le dijo a Sean—. También me
gusta, pero necesitaran algo un poco más adecuado para la estación de radio.
—Tengo algo perfecto, —Gerard dijo y salió corriendo. Varios minutos
después, regresó.
—Estos acaban de llegar. —A cada uno le dio una percha y los envió otra
vez al probador.
—No estoy seguro de esto, —Frankie dijo mientras se revisaba como le
quedaba el atuendo.
—Sal y veamos, —Sean mencionó.
Frankie salió.
—Oh dios mío, —Gerard exclamó—. Luces sensacional.
—Es cierto, —señaló Luke.
Jonas salió. —Nunca antes he usado algo parecido.
Frankie se echó a reír. —Mírate.
—Date la vuelta, —Sean pidió a Jonas.
Jonas se dio la vuelta.
Sean se quedo viendo a Jonas. —Me encanta la forma en que el cuero
sintético abraza tu trasero.
—Seguro que te gusta, —Frankie mencionó. Gerard le había dado
pantalones de cuero negro a Jonas y marrón para el. Ambos tenían cazadoras de
cuero a conjunto, pero diferente color de camisa—. Me veo como si hubiera
127
regresado a los setenta.
—Luces estupendo, — le dijo Sean.
Jonas se rio.
—No lo animes, —Frankie le dijo a su hermano.
—Adam quedara embobado cuando te vea con este atuendo, —mencionó
Sean.
—¿Por que quedara embobado Adam? — cuestionó Luke.
Frankie ignoró la pregunta. «¿Embobado? ¿En serio?»—Estos pantalones
están ahorcándome el trasero.
—Eso es porque estas usando la ropa interior incorrecta, —dijo Gerard.
—¿Eh?
—Tengo algo, —Gerard volvió a desaparecer y regresó con dos cajas. Le
dio una Jonas y otra a Frankie.
Frankie abrió la caja. —Por dios. No puedo usar eso.
Jonas miró dentro de su caja. —Yo si.
Frankie frunció el ceño. —Tú si lo harías.
—Además necesitan accesorios, —dijo Gerard —. Unos brazaletes y
también anillos.
—No usare brazaletes, —exclamó Jonas —. Tengo cierta moral.
Frankie movió la cabeza. No, la verdad no la tenía.
—No seas tan exigente, —le dijo Gerard —. ¿Qué te parece un reloj fino?
—Eso está mejor, —acordó Jonas.
Sean se rio.
Frankie rodó los ojos. Que bueno que nadie los vería, salvo el tipo de la
estación de radio.
—Creo que deben usar estos atuendos para la televisión, — sugirió Luke—
. Las chicas enloquecerán.
Frankie se quedó boquiabierto. Si tuviera amigos, sería el hazmerreir del
vecindario.
128
—También pienso eso, — dijo Sean—. Solo imagina lo bien que se verán
cuando estén frente a las cámaras.
—Ya me veo bien, — dijo Frankie.
—Por su puesto, pero ese traje hace que te veas aún más bien.
Frankie lo dudaba. Atrapó a Luke mirándolo con curiosidad.
—Ve a cambiarte, — le dijo Gerard.
Frankie regreso al probador y se cambió la ropa. Jonas no le hizo caso y se
quedó hablando con Sean junto al mostrador de la ropa interior. No, en realidad
estaba escogiendo algo con ayuda de Sean. Luke estaba hablando por teléfono.
—¿Este fin de semana quieres venir a mi casa y tener una sesión de
improvisación? —Gerard le preguntó a Frankie mientras terminaba de vestirse.
—Me gustaría eso, — dijo Frankie—. Pero déjame revisar mi agenda.
Vendí mi vida a la discográfica y ahora ellos tienen el control.
—¿Ya te has inscrito a la universidad?
—Frankie asintió. —Primero estoy tomando unos cursos en línea sobre
comercio. Quiero aprender todo sobre administración. No quiero ser uno de
esos cantantes que terminan debiendo al IRS14 por mala administración de
fondos.
—Te entiendo, — dijo Gerard—. Podemos pedir una pizza y quizá ver una
película.
—No quiero entretenerte todo el sábado. Luke podría tener otros planes. —
Gerard hizo un puchero—. No logro verlo mucho últimamente. Generalmente
está muy ocupado.
—Lo siento, — dijo Frankie.
—No es tu culpa. Simplemente es su trabajo. ¿Qué pasa con Adam? ¿Lo
ves seguido?
Frankie negó. Le había confesado a Gerard que salía con Adam y le pidió
que no le contara a Luke. —No, también ha estado ocupado. Creo que podría
verlo esta noche, cuando vaya por Kalen.
—¿Está de niñera?

14
Por sus siglas IRS Internal Revenue Service o en español Servicio de Impuestos Internos, en México se le
129
denomina Servicio de Administración Tributaria por sus siglas SAT, básicamente este el organismo de cada
país que se encarga de la recaudación de impuestos sobre el dinero que alguna persona posea, mas allá de
eso, también va sobre los bienes y su valor.
—Si, mientras veníamos de compras, recogió a Kalen de la guardería.
Luke se acerco y ya había pagado las compras. —¿Están listos?
Frankie noto que Luke no beso o intentó coquetear con Gerard.
—Si, —Jonas respondió por ellos.
—Nos vemos más tarde, —Luke le dijo a Gerard—. Iremos a comprar
zapatos.
—¿Que tienen de malo los que tengo? —Frankie le preguntó a Luke
saliendo de la tienda de ropa.
—Nunca se tienen suficientes zapatos, —Luke mencionó—. Tengo un par
para cada conjunto.

—Hola, Adam.
Adam alzó la mirada para encontrar a Nico Washington parado en la
puerta. Había perdido peso, traía mas corto el pelo y usaba un traje que se le
veía excelente. —Hey, ¿que haces aquí?
Nico entró a la oficina en el hotel de Adam. —Estaba por el vecindario y
pensé en venir y saludarte. —Lo beso en los labios y luego se sentó.
—Luces fantástico, para empezar no es que no hubiera nada malo en ti.
¿Qué te hiciste?
—Cambie mi dieta, —Nico respondió—. Suprimí la carne roja y lo dulce.
—A tu novio debe encantarle.
—Ya no estamos juntos, — dijo Nico—. Rompimos hace unas semanas.
—Oh, lo siento, — dijo Adam y volvió a sentarse.
130
—Yo no, — mencionó Nico—. No era el hombre adecuado para mí.
Seguía comparándolo contigo. —Hizo una pausa. —¿Como están los Kerry?
—Están bien, — respondió Adam—. Mañana tienen una audición para
poder actuar en un festival que organiza una estación de radio y el viernes
estarán en un noticiero matutino.
—Suena como que se están comiendo el mundo. ¿Siguen viviendo aquí?
—No, — respondió Adam—. Compraron una casa.
—¿Ellos o tú se las compraste?
«Uh-oh, aquí viene». —¿Importa? —Adam preguntó. Nico había
cambiado su apariencia exterior, pero en el interior seguía siendo rencoroso—.
Nunca volverán a dormir en la calle.
—¿Estás saliendo con Frankie?
—Sí, supongo que estabas en lo cierto.
—No es más que un niño, Adam. Necesitas un hombre de verdad.
—No, — dijo Adam—. Tú decidiste. Frankie y yo somos felices.
Nico se inclinó. —¿Puede hacerte sentir tan bien en la cama como yo lo
hacía?
Frankie nunca le hizo ese tipo de preguntas sobre Nico. —Si, el es muy
cariñoso y apasionado.
—Sí, pero ¿Sabe chuparte el pene como te gusta? Recuerdas cuánto te
gustaba cuando te lamia las bolas.
—El sabe lo que me gusta, — respondió Adam.
Nico se rio entre dientes. —¿Y qué harás cuando se encuentre a alguien
más joven que tú?
—Eso nunca sucederá, —Adam afirmó y cada minuto que pasaba se
enfadaba más—.Frankie me ama.
Nico se levantó de la silla y se acercó al otro lado del escritorio. —Vamos.
También te amo. Deja al chico. Tú y yo estamos hechos el uno para el otro.
Extraño como te empujabas tan profundo en mi interior.
El pene de Adam se negó a endurecerse.
Nico se sentó en su regazo.
131

—¿Que haces?
—Permitiéndote sentir el calor de mi culo.
—No, Nico. —Adam protesto.
Nico restregó su trasero y luego intentó besarlo.
Alguien se aclaró la garganta detrás de ellos.
—Oh, mierda, —Jonas exclamó, mirándolos. Sean y Luke estaban a su
lado y Frankie también estaba allí. Él se limitó a mirarlos con incredulidad.
—Frankie, no es lo que parece, —Adam trato de explicar.
—¡Oh! — gimió Luke.
Frankie dio la vuelta y salió a toda prisa de la oficina.
Riendo, Nico se levantó. —Te dije que era un niño.
—¿Podrías irte por favor? —Adam le pidió a Nico—. Frankie nunca me va
creer que no tuve nada que ver en esto.
—Yo no le creería, — dijo Jonas.
Nico se acercó a la puerta contoneándose. —Te llamo después, Adam. —Y
se fue.
Adam tiro todo lo que estaba en su escritorio. —Maldición.
—¿Donde esta Kalen? —Jonas preguntó.
Adam señaló hacia la puerta que conducía a la habitación contigua a su
oficina.
Jonas pasó junto al escritorio y entró a la habitación.
Adam se levantó.
—Te creo, —Sean comento.
—¿Por qué? —Adam le preguntó.
Sean señalo hacia la entrepierna de Adam.
—¿Cuando empezaste a salir con el chico? — lo cuestiono Luke.
—Hace unas semanas, — respondió Adam.
132
—Eso explica muchas cosas.
Jonas regreso con Kalen en brazos y dormido.
—¿Por qué me crees? —Adam le preguntó a Sean.
—Porque no tienes una erección. Si un chico estuviera restregándome su
trasero como Nico lo hacia contigo, me gustaría poder estar duro. Y tu no lo
estas.
Jonas miró la entrepierna de Adam. —Es cierto. Pero Frankie no lo creerá.
—Será mejor que vaya a buscarlo, — dijo Adam.
—No, — le dijo Jonas—. Quédese aquí. Lo encontrare e intentaré hacerlo
entender. —Salió de la oficina con Kalen. Y Sean lo siguió.
Luke se quedó.
Adam se sentó y con la mano golpeó en el escritorio. Maldito Nico. Jamás
lo perdonaría por esto.

Antes de darse cuenta, Frankie corrió todo el camino hasta Canal Street.
Sentía como si su corazón estuviera a punto de explotar y estaba a punto de
llorar. Debió haber previsto esto. ¿Como podría resistirse Adam a alguien tan
bien parecido como Nico Washington? Y la peor parte de esto es que Adam
había dejado a Nico por el. ¿Por qué? En este momento la vida sería mucho
mejor si aquella noche no hubiera salido a cenar a solas con el. No tendría
destrozado el corazón y seguirían siendo amigos. Ahora no sabía que eran.
Cuando estaba en la esquina, escucho un claxon tras el. Se volvió en esa
dirección y vio su SUV. ¿Como haría para enfrentar a Jonas y a Sean? También
vieron eso.
Jonas seguía tocando el claxon, así otros conductores cuidarían por donde
conducían.
Frankie fue acercándose a la camioneta antes de que Jonas recibiera una
infracción por perturbar la paz. Abrió la puerta y subió. Nadie dijo una sola
palabra. Jonas simplemente se alejó de la acera y condujo a casa. 133
Frankie ni siquiera recordaba bajarse de la camioneta y entrar a la casa.
Simplemente fue directo a su habitación, entro al baño, lleno la tina y se metió.
No derramo ni una sola lágrima. Quizás esto significaba que ya había crecido.

134
Capítulo Trece

—¿Crees que Frankie vendrá? —Luke le preguntó a Adam mientras


esperaban para ir a la estación de radio.
—No lo se —respondió Adam—. No he hablado con él desde que salió
corriendo del hotel. —Adam ya le había contado todo a Luke y en este
momento, su sustento dependía del éxito de los Kerry. —Debí sacar a Nico de
mi oficina. Sabía que intentaría algo.
—¿Por qué no lo hiciste? —preguntó Luke desde su asiento.
—No se. Supongo que me sentía un poco afligido por la forma en que
rompimos.
—Mal movimiento —mencionó Luke—. Un amante despechado es de lo
peor.
—Si, lo se. —Adam miró su reloj. Tenían una hora para llegar a la estación
de radio para la audición.
La puerta se abrió y Sean entro. —Buenos días. Aquí estamos.
—¿Frankie? —le preguntó Adam.
—Está en la camioneta —respondió Sean—. No ha dicho una sola palabra,
pero se vistió y está listo para la audición.
Luke se levantó. —Creo que mejor tú y yo nos vamos en mi SUV.
—Buena idea —dijo Adam. Quería hablar con Frankie tan urgentemente
que su corazón dolía. Pero tan solo podía imaginar cómo se sentía el joven.
«Debe estar tan devastado». A los dieciocho todo era una tragedia. Tomó su
maletín y salió de la oficina y del edificio con Luke y Sean.
Frankie ni siquiera volteó a ver hacia donde él estaba cuando llegaron a la
estación de radio y se bajó de la camioneta. Ni siquiera dijo algo cuando
entraron al ascensor. Simplemente sostuvo el estuche de su violín. Los lentes
oscuros que usaba de seguro ocultaban sus ojos hinchados. Apostaba que 135
Frankie estuvo llorando toda la noche.
Cuando la puerta del ascensor se abrió salieron al piso de la estación de
radio. —Hola, mi nombre es Adam Montgomery —le dijo a la secretaria—.
Tenemos una audición con el Sr. Charles Youngblood.
—Si, Sr. Montgomery —dijo mujer—. El Sr. Youngblood lo está
esperando. Solo siga por ese pasillo. El estudio está a la derecha
—Gracias —dijo Adam. Dio media vuelta y los demás lo siguieron por el
pasillo. Tocó a la puerta y entró. Encontró dos hombres caucásicos sentados en
un auténtico estudio con un escenario. Uno de los tipos se puso de pie.
—Hola, soy Charles Youngblood.
Adam le estrechó la mano al hombre. —Soy Adam Montgomery. —
Presentó a los demás—. Ellos son mis asistentes Luke Austin y Sean Johnson. Y
ellos son los Kerry... Frankie y Jonas .
Charles les estrechó la mano a todos. —Encantado de conocerlos. El es el
Sr. John Turner. Es el propietario de la emisora. Quería quedarse a la audición.
—No hay problema —dijo Adam.
Charles volteó a ver a Jonas y a Frankie. —Cuando ustedes estén listos…
Frankie se quitó los lentes.
Adam lo miró. «No se le veían los ojos hinchados». De hecho, Frankie se
veía muy lindo con su nuevo atuendo. Jonas también se veía bien.
Jonas y Frankie subieron al escenario llevando sus instrumentos, mientras
los demás se sentaban. Y durante la siguiente media hora los Kerry tocaron
diferentes temas, desde algo clásico hasta un nuevo tema de soul que Adam
nunca antes había escuchado. Le encantó.
Charles y John aplaudieron cuando finalizó la audición.
—Me gustan —dijo John—. Están dentro.
—Gracias. —Jonas mencionó.
Frankie no dijo nada. 136
Adam y Luke revisaron el contrato mientras los Kerry guardaban sus
instrumentos.
—Los quiero este fin de semana —pidió John—. Atraeremos público joven
si saben que ellos van a presentarse.
—¿Tiene fotos publicitarias de ellos que podamos usar? —preguntó
Charles.
—Si —dijo Luke, abrió el maletín y sacó algunas fotos—. También cuando
regrese a la oficina podría enviarlas por mail a su departamento de publicidad.
—Excelente —dijo Charles—. Debemos hacer que las impriman lo antes
posible.
Según el contrato, la estación les pagaría a los Kerry una cantidad absurda
por presentarse las dos tardes. «Bueno, necesitaban un pequeño pago».
Además, a Sean, Luke y él, también les pagarían bien.
Jonas y Frankie firmaron el contrato y con eso terminaron la audición.
—En la semana me contactaré con ustedes para darles los detalles. —
Charles le mencionó a Adam.
—Tengo muchas ganas de volverlos a escuchar —dijo John a los
hermanos—. Me encanta la música clásica.
Casi era mediodía cuando Luke y él regresaron a la oficina.
Sean había llevado a almorzar a los Kerry y después fue a dejarlos a casa
para que descansaran. Jonas tenía que estudiar para una clase y Frankie seguía
sin decir nada.
Adam se preparó para salir luego de resolver unos asuntos en la oficina. —
Quizás debería ir a ver a Frankie y disculparme —comentó Adam a Luke.
—Él no esta en casa —respondió Luke.
—¿Dónde está? —Adam pidió.
—Fue a casa de Gerard.
—¿Como sabes eso? —preguntó.
Luke sacó su teléfono. —Gerard me envió un mensaje hace un rato. Van a 137
tener una sesión de improvisación. Se suponía que iban a reunirse el fin de
semana después de que consiguieran el concierto con la estación de radio, por
eso Gerard lo invito hoy.
—¿Gerard no trabajo hoy?
Luke movió la cabeza. —Hoy está libre para poder pasar mucho tiempo a
solas con Frankie.
Adam no sabía si eso le agradaba o no. —¿No estás ni un poco nervioso de
que ellos estén juntos?
Luke movió la cabeza. —No. Son amigos y los dos son pasivos.
—Aw, Frankie también es activo —confesó Adam—. Puede estar tanto
arriba como abajo.
Luke lo miró con curiosidad. —¿Es bueno en eso?
Adam asintió. —Hizo que me viniera una o dos veces, o quizá tres.
Luke sonrió. —Confío en Gerard.
—Bueno, yo también confío en Frankie. Y necesita estar cerca de personas
de su edad. —Aun así, Frankie seguía molesto con él y podría hacer algo tonto.
Adam agarró su maletín—. Iré al hotel. No olvides poner la alarma.
Luke se despidió de él y siguió trabajando en las fotos publicitarias de los
Kerry.
Adam se subió al coche y se alejó del edificio. Confiaba en Frankie.
Además, ¿por qué tendría sexo con Gerard cuando no habían roto oficialmente?

—Me alegra que vinieras —le dijo Gerard a Frankie después de terminar su
sesión de improvisación.
Ya había llegado la pizza y las sodas y Frankie se moría de hambre. —
También me alegra haber venido. —Le había dicho a Jonas que lo dejara ir en
138
vez de ir a almorzar con él y Sean.
—Supe lo que pasó con Adam —comentó Gerard cuando fueron a sentarse
a la mesa de la cocina—. Estoy dispuesto a escucharte si quieres hablar de eso.

—No hay nada que debatir —dijo Frankie—. Se terminó.


Gerard se rio entre dientes. —No, no creo eso. Simplemente no puedes
desenamorarte así de rápido.
—Puedo. —Frankie insistió.
—Luke parece creer que Adam es inocente.
—Se lo que vi —dijo Frankie—. Tenía a su ex novio sentado en el regazo
besándolo.
—Ah, el ex lo estaba besando, no al revés.
Frankie sacó un trozo de pizza de la caja. —No importa quien lo iniciara.
Nico estaba en el regazo de mi novio y Adam lo permitió. —Mordió la pizza.
Gerard también sacó un trozo y empezó a comer. —Luke coquetea con
muchos chicos.
Frankie estaba muy consciente de esto. Luke había coqueteado con él una
o dos veces. —¿Alguna vez te ha engañado?
Gerard se encogió de hombros. —Nunca lo he sorprendido haciéndolo,
pero sospecho que si.
—¿Y lo aceptas?
—Lo amo —mencionó Gerard—. No puedo disgustarme si no lo he visto
tirándose a un tipo.
Frankie suspiro. —Adam dejó que otro tipo lo besara.
—Si, un ex amante a quien Adam de seguro beso miles de veces antes.
Entiendo porque quieres terminar con él, pero me pregunto si merece la pena
ese sufrimiento. No conozco a este tal Nico, pero pienso que Adam no es
alguien tan estúpido como para invitar al hombre a su hotel sabiendo que irías a
recoger a Kalen.
Maldición, se enteró de todo, Frankie dejó de masticar. Tampoco creía que 139
Adam fuera estúpido, pero estaba seguro de lo que vio.
—Creo que deberías de darle la oportunidad de explicarte —dijo Gerard—.
Todas las relaciones tienen problemas. Sería agradable pensar que puedes estar
felizmente enamorado todo el tiempo, pero la vida no funciona así.

—En este momento no puedo hablar con él —dijo Frankie—. Necesito


concentrarme para el noticiero y los conciertos del fin de semana. Vas a venir,
¿verdad?
—Sí —dijo Gerard—. No me lo perdería por nada. —Hizo una pausa—.
¿Alguna vez has besado a cualquier otro chico además de Adam?
Frankie negó.
—¿Te gustaría hacerlo?
Frankie contempló el hermoso rostro de Gerard. —Sí, pero no lo haré.
Gracias por la oferta.
Gerard se rio y siguió comiendo su pizza. —Eres un buen chico, Frankie. Y
Adam también lo sabe.

Adam se quedó viendo el teléfono, queriendo levantarlo y marcar el


número de Frankie. Pero temía ser rechazado. Había perdido al amor de su vida
por una estúpida decisión, no evitar que Nico lo besara.
Seguía despierto, acostado en la cama y abrazando la almohada que
Frankie solía usar cuando se quedaba con él. No sabía como solucionaría esto,
pero si sabía que tenía que esperar hasta la semana que viene antes de abordar al
chico con su disculpa. El fin de semana era demasiado importante para los
Kerry y no quería arruinarlo. Si alguna vez le ponía las manos encima a Nico,
asfixiaría al imbécil.
Sutilmente se rio. Su pene ni siquiera se había movido cuando Nico intentó
seducirlo. ¿Eso quería decir que ningún chico le atraía, excepto Frankie? 140
Maldita sea, se estaba poniendo duro con solo pensar en sus besables labios.
Adam metió la mano entre sus calzoncillos y se acarició el pene. No se había
masturbado tanto desde que era un adolescente. Cuando otros chicos se
enteraban que era gay, empezaban a insinuársele a diestra y siniestra. Pero
ahora un mocoso de pelo rizado lo había castrado emocionalmente.
—Oh —gimió Adam al imaginarse su pene en la boca de Frankie. Se
acarició más rápido, necesitando liberarse ya—. ¡Ah! —jadeó mientras
disparaba semen en la palma de su mano—. Genial —dijo Adam en voz alta
mientras se limpiaba la mano con un pañuelo desechable. Se acostó en la
almohada—. Quiero a Frankie —dijo. No sabia que tenia que hacer, pero se
pondría de rodillas, gatearía e imploraría que Frankie lo perdonara. Esto no
podía terminar así. Amaba al chico, y a Jonas y al pequeño Kalen. Ya eran parte
de su familia y los quería de regreso en su vida. Cerró los ojos y esperaba que
mañana las cosas mejoraran.

141
Capítulo Catorce

El viernes llegó y Frankie se levantó de la cama a las cuatro de la mañana.


Estaba previsto que Jonas y él actuaran en el noticiero de las siete y tenía que
ducharse y vestirse para las cinco, sino Sean iba a matarlo.
Kalen había pasado la noche con Amanda y ella se había ofrecido a ir a
dejarlo a la guardería. Frankie le había dicho a la Sra. Griffith, quien dirigía la
guardería, que Jonas y él se presentarían en la televisión y que Amanda llevaría
a Kalen. La Sra. Griffith dijo que se aseguraría de que Kalen y los demás niños
vieran su presentación.
Se encontraron en la televisora con Adam y Luke y la mañana se fue muy
rápido. Jonas y él entraron al vestuario y a maquillaje. Por suerte tenían un
estilista a su disposición para arreglarles el cabello. A pesar de que Jonas se
quejaba de sus ajustados pantalones de cuero otra vez, ni siquiera tuvo tiempo
de ponerse nervioso.
Los presentaron al inicio del programa y los pusieron delante de las
cámaras. Toda inquietud salió de su mente cuando empezó a tocar su violín. Lo
siguiente que supo es que el presentador de noticias estaba parado entre Jonas y
él anunciando que los Kerry se presentarían en el festival de mañana y el
domingo. Supuso que Luke había hecho su trabajo informándole al gerente de la
televisión sobre sus siguientes actividades.
Y luego Jonas y él se sentaron con el hombre para su primera entrevista
profesional.
—Damas y caballeros, los teléfonos del noticiero, literal, no dejan de
sonar. A mi productor le informan que las personas llaman para saber sobre los
Kerry. Quieren saber si están solteros.
—Sí. —Tanto Jonas como él respondieron. Luke les había dicho cómo
responder si alguna vez les preguntaban eso. Les había dicho que necesitaban
aumentar sus fans y que un artista soltero era más atractivo que uno que tenía
una relación. 142
Alguien puso una foto de Kalen en la pantalla tras ellos.
—¿Quién es esta lindura? —preguntó el presentador.

—Es nuestro hermanito —respondió Jonas.


A Frankie aun no le agradaba usar a Kalen en su publicidad. Había
demasiada gente rara en el mundo.
—Nos enteramos que desde que fallecieron sus padres, ustedes han estado
cuidándolo.
—Si, es nuestro hermanito y la persona más importante en nuestras vidas
—mencionó Frankie.
—Chicos, son dignos de elogio —dijo el presentador—. No conozco
muchos chicos de su edad que darían la vida por criar un hermano menor. Y me
entero también que es un saludable y hermoso niño.
—Hey, Kalen —dijo Jonas ante la cámara—. Soy yo, Jonas. —Hizo un
saludo.
El presentador se rio.
—Además también me enteré que recién terminaron de editar su primer
álbum. ¿Saben cuándo va a lanzarse?
—Mañana —respondió Frankie. Había practicado lo que diría sobre dónde
se podía comprar el CD.
—Escuché que ustedes no sólo tocan la guitarra y el violín, sino que
también tocan el piano —comentó el presentador.
—Si, —Jonas respondió.
—¿Les importaría tocar algo para nosotros? —El telón se abrió, revelando
dos pianos.
Frankie y Jonas se levantaron y se acercaron a estos. Las cámaras los
siguieron.
—Damas y caballeros, los Kerry tocando el primer sencillo de su primer
álbum, All my Life.
Frankie y Jonas fueron a sentarse a los pianos y empezaron a tocar y a 143
cantar.
—Sí, me puse en contacto con el servicio de seguridad. —Adam le decía a
Tory mientras Luke y él iban al estudio de grabación. No sabía porque Tory lo
estaba llamando si estaban de camino a encontrarse con él—. Sí, Luke eligió sus
atuendos. Lo sé, sí, Frankie se veía muy sexy. Ya sé, no eres gay y sólo lo
mencionas como un halago.
Luke se reía desde el asiento del conductor.
Sean los seguía en el SUV con los recién coronados príncipes de New
Orleans. ¿Quién diría que en la televisora los Kerry romperían récord en la
cantidad de llamadas registradas durante su presentación en vivo? Bueno,
probablemente Tory lo sabía porque hizo a Adam contratar guardaespaldas para
ellos. Desde mañana comenzarían a trabajar con los Kerry en el festival y se
quedarían con ellos por el resto de sus vidas o al menos hasta que su carrera
musical se acabara.
Iban a reunirse con Tory por lo de los conciertos y el lanzamiento del CD.
Mañana en la noche él estaría dando una fiesta por esto en el salón del hotel de
Adam. Los Kerry iban a tocar todas las canciones del álbum para los asistentes
y nadie podía entrar sin invitación. Las demás personas tendrían que comprar el
CD.
—Se los diré —mencionó Adam—. Te veo en unos minutos. —Terminó la
llamada con Tory y enseguida llamó a Sean.
—Si, soy Sean.
—Sé quien eres. Soy Adam. Tory quería felicitar a los Kerry.
—Te están escuchando —dijo Sean—. Están cambiándose atrás en la
camioneta. Jonas dijo que los pantalones de cuero irritaron su delicada piel.
Adam se rio. —Bueno, a Tory le gustó como se veían con esos atuendos.
No se sorprendan si pide que usen más atuendos como esos.
144
Escuchó una mezcla de gemidos al fondo.
—Felicitaciones, camaradas. Están camino al éxito. —Adam terminó la
llamada antes de empezar a llorar y suplicar hablar con Frankie. Prometió darle
un respiro. Estaba bien con sólo estar cerca de él. Ese sería su castigo por lo que
dejo que Nico hiciera.
Llegando al estudio de grabación. Los empleados y la gente les
aplaudieron al entrar.
Tory los estaba esperando con champagne y para Frankie y Jonas había
sidra espumosa.
—Filmaremos un video mañana en el festival. —Tory les informo—. Y el
lunes comenzarán a trabajar en otro video por el lanzamiento del CD. —Tory se
quedó mirando a los Kerry. —¿Por que se cambiaron chicos? Se veían bien con
los trajes de cuero. Luke, consíguele a Frankie un traje como el de hoy pero en
rojo y también uno a Jonas pero en azul marino.
Jonas se veía como que estaba a punto de desmayarse.
—Esta bien —dijo Luke—. Los llevaré de compras más tarde.
—Esta mañana les contrate a una persona de vestuario. Tiene buen gusto
en moda, Luke, quiero que trabajes con él.
—Esta bien. —El hombre volvió a decir.
—Ya que estarán tocando mañana en la fiesta de lanzamiento, necesitaran
algún atuendo. Necesitan algo que sea moderno y con lo que puedan bailar toda
la noche.
Tory estaba de buen humor, Adam lo notó. Ahora el hombre sabía que su
compañía había contratado superestrellas.
—Y espero no tener que recordarles que la imagen lo es todo. Ni besos o
bailes con sus novios durante los conciertos o mañana en la fiesta.
—Lo sabemos —dijo Jonas—. Sólo que Sean y yo tendremos que tener
mucho sexo después del festival y también después de la fiesta de lanzamiento.
Sean se aclaró la garganta. —Estaré esperando por eso.
Adam se rio. Nada avergonzaba a esos dos. 145
Por otro lado, Frankie bebió de su sidra pero no hizo comentarios.
Gerard entró a la sala.
—¿Que haces aquí? —Le preguntó Luke—. ¿Sucede algo?
—No —respondió Tory por Gerard—. Conozcan al nuevo batería de los
Kerry, y su estilista.
—¿Que? —Preguntó Luke—. Nadie me dijo.
—Queríamos que fuera sorpresa —comentó Gerard.
—¿Qué pasa con la escuela y el trabajo? —le preguntó Luke.
—Puedo tomar clases en línea y esta mañana renuncié a mi trabajo.
Adam se rio entre dientes. —Bienvenido a la familia, Gerard.
Y la sonrisa en el rostro de Frankie no pasó desapercibida.
—Gracias —dijo Gerard—. Y sí, los trajes de cuero también están en rojo y
azul marino. Los entregaron en el salón del hotel esta mañana.
Jonas se quejó. —Me provocan comezón en los muslos.
—Te frotaré talco de bebé antes de que te lo pongas —dijo Gerard.
—¿En serio? —le preguntó Jonas.
Sean se veía furioso mientras su novio juguetonamente coqueteaba con
Gerard.
Luke también se veía un poco molesto.
—También me irrita en los muslos —dijo Frankie.
—También te voy a echar talco —mencionó Gerard. Le hizo un guiño.
Frankie sonrió de oreja a oreja.
Adam no lo había visto tan sonriente, nunca. No le importaba lo que le
había dicho Luke, los estaría vigilando.
—Tengo que irme —dijo Gerard—. Sólo vine a felicitarlos y a firmar el
contrato. Necesito ir a entregar una investigación a mi profesor de física. Nos
vemos mañana en el festival. —Le dio un beso de despedida a Luke, fingió 146
besar a Frankie y se fue.
—¿Qué fue todo eso? —preguntó Luke a Frankie.
—Sólo está siendo excéntrico —respondió—. Una cosa de amigos.

La última persona que Frankie esperaba ver en el festival era a Myron o al


resto de sus bobos amigos. Los había visto en cuanto Jonas y él subieron al
escenario la primera noche del festival. Estaba programado que su presentación
durara cuarenta y cinco minutos. En New Orleans, a mediados de otoño aún
hacía mucho calor. Unos días antes había estado lo suficientemente frío como
para usar blazer. Afortunadamente, los atuendos que Luke les había dado eran
de algodón para conservar algo de calor.
Gerard llegó con Luke y alcanzó a ver a Adam y a Sean entre la multitud.
Después de la fiesta de lanzamiento hoy en la noche y de llevar a dormir a
Kalen, él estaría solo en la cama, mientras Sean y su hermano mayor estarían
muy acaramelados.
Myron le lanzó un beso.
Frankie movió la cabeza y se preparó para tocar. Bebió un poco de la
botella de agua y fue a sentarse lejos de los altavoces.
Cuando el MC los anunció, la multitud enloqueció en cuanto empezaron a
tocar. Cuarenta y cinco minutos después, Frankie tenía muchísimas ganas de
hacer pis. La multitud quería que siguieran tocando. No creía aguantar si tenían
que hacer un bis15.
—Los Kerry regresaran mañana —dijo el presentador—. Por favor,
disfruten el resto de nuestro show.

147
15
Encore. En los conciertos se refiere a un extra, es decir que toquen/canten una o más canciones. Algunas
veces me parece que se usa como expresión y gritan ¡otra! ¡otra!
Frankie se inclinó hacía Jonas. —Guarda mi violín, por favor. Tengo
muchas ganas de hacer pis.
—Esta bien —le dijo Jonas.
Frankie bajó del escenario para ir a buscar el sanitario portátil más
cercano. La última persona que esperaba ver en el festival fue la primera
persona en ver cuando salió hacía el Puerto O' John.
—Hola, Frankie —dijo Myron.
—Hey —le respondió.
Me gustó mucho su presentación.
—Gracias —dijo Frankie. Era la primera vez que lo veía desde la barbacoa.
Cambió sus rastas por un corte al estilo de la Ivy League16. Lucía muy bien y
refinado así. También iba vestido con pantalón y camisa en lugar de esos
habituales jeans que se le caían del trasero—. Luces diferente.
—¿Te gusta? —preguntó Myron—. Tengo un nuevo empleo y tienen un
código de vestimenta.
—Sí, me gusta —dijo Frankie. También Myron usaba alguna colonia que
olía muy bien.
—¿Todavía sales con ese tipo del hotel?
—Sí —respondió Frankie—. Pero nos estamos tomando un descanso.
—¿En serio? —preguntó Myron, acorralando a Frankie junto a un árbol.
—Sí —respondió Frankie cuando Myron se acercó más.

16
También he leído como Harvard o Princeton -ambas universidades- por lo que quizá bien podría ser un
148
'peinado universitario'. Este estilo los lados son muy cortos y solo la parte de encima se deja mas largo para
estilizarse hacia los lados. En México hay un nombre que me parece describe este corte 'casquete corto' pero
no se si en otras regiones sea igual
—¿Dónde está Frankie? —preguntó Adam a Jonas cuando estaban a punto
de irse del festival.
—Fue a hacer pis —comentó Jonas—. Pero eso fue hace un buen rato.
Se asustó. Frankie no sólo era un común asistente del festival. Era una de
las atracciones principales. —¿Por dónde se fue?
Jonas señaló hacia la derecha.
Adam se fue en esa dirección para buscarlo. Había mucha gente allí y
estaba empezando a oscurecer, por lo que se le dificultaría distinguirlo. Empezó
a correr y a mirar en todas direcciones. Tenía que encontrar a Frankie antes de
que algo le sucediera. Se detuvo para recobrar el aliento. Y escuchó una risa
familiar. Entrecerró los ojos para enfocar mejor. Vio a Frankie junto a un árbol
y no estaba solo. Estaba con Myron. ¿Qué hacían juntos? Se acercó un poco
para escuchar a escondidas su conversación.
—De todos modos es demasiado viejo para ti —comentó Myron,
acariciándole la mejilla a Frankie—. Sabes que siempre he estado enamorado de
ti.
—Sí, lo sé —dijo Frankie sin aliento.
—Anda. Vámonos de aquí.
—¿A dónde iremos? —preguntó.
—A mi casa —respondió Myron—. Cambié las sábanas y todo.
Frankie se rio sensualmente. —Estas loco.
—Loco de amor por ti —dijo Myron—. Quiero joderte con tanta
desesperación.
Adam ya había escuchado suficiente. —Frankie no irá a ninguna parte —
dijo al aproximarse.
—Aquí esta tu novio —anunció Myron.
—Ex-novio. —Frankie corrigió.
—Ve a la camioneta —dijo Adam con firmeza.
149
—No me digas que hacer. —Frankie le espetó.
Adam se le quedó viendo. El antiguo Frankie había regresado. El que era
astuto. —No juegues conmigo, Frankie. No quieres tratar conmigo cuando me
molesto.
—¿Por qué demonios estarías molesto? —Lo cuestionó Frankie—. Estaba
hablando con un amigo.
—No es un amigo —le dijo Adam—. Quiere joderte.
—Eso no es ningún secreto —dijo Myron sin demora.
—Aléjate mientras puedas —advirtió Adam a Myron—. Esto es entre
Frankie y yo.
—Vete, Myron —le dijo Frankie—. Esto podría ponerse feo.
Myron negó. —No te dejaré aquí con él. Podría intentar golpearte o algo.
—No lo hará —mencionó Frankie—. A él le gusta este bonito rostro.
Estaré bien, vete.
Myron se apartó. —Me iré, pero voy a buscar a Jonas. —Se alejó.
Frankie fulminó con la mirada a Adam. —Habla.
—¿Qué crees que haces aquí y con él?
—Hablar —respondió.
—A mi me parecía algo más —comentó Adam.
—A veces está mal la forma en que percibimos las cosas. —Hizo una
pausa—. Me lastimaste, Adam. —Frankie se alejó.
Adam agarró su brazo y lo jaló hacia su pecho. —No te alejes de mí. Sólo
dame una oportunidad para explicarte.
—Olvídalo —dijo Frankie, apartándose—. Se lo que vi.
Vio a Frankie alejarse y regresar a la zona donde había dejado a Jonas.
Adam pateó el suelo. —Maldito mocoso. —Lo siguió para asegurarse de
que nadie le pusiera un solo dedo encima. De todos modos, ¿dónde demonios
estaban los guardaespaldas? 150
—¿Estas bien? —preguntó Jonas a Frankie cuando regresó.
—Sí —respondió Adam—. No le puse una mano encima. —No vio a
Myron—. Salgamos de aquí.
Gerard le hizo un guiño a Frankie.
Luke agarró de la mano a Gerard y lo arrastró hacía la camioneta.
Antes de asfixiar a Frankie, Adam se aseguro de no subirse al mismo
vehículo que él.

151
Capítulo Quince
Frankie estaba viéndose en el espejo grande. Vestía un esmoquin blanco
con fajin azul que resaltaba el color de sus ojos.
Jonas estaba arreglándose en el espejo de al lado. Vestía un esmoquin
negro con un chaleco azul. —Adam está muy molesto contigo.
—Ese es su problema —dijo Frankie, admirando el corte del traje—. No
pasó nada.
—Sabes bien que no debes jugar con Myron. Podrías haber hecho que lo
asesinara.
Frankie se echó a reír. —Me estaba esperando afuera del sanitario. Él
también debió pensar en eso.
Jonas movió la cabeza. —Frankie, no lastimes a Adam. Nunca antes lo
había visto tan molesto.
—No estoy lastimándolo. Sólo voy a dejar que sufra como yo lo he estado
haciendo.
—Entiendo que estés dolido, pero Adam es un buen tipo y te quiere —le
dijo Jonas.
—Bueno, tiene una forma muy extraña de demostrarlo —dijo Frankie—.
Ese día él no fue tras de mí, fuiste tú. ¿Y cuándo fue la última vez que fue a
casa para ver a Kalen? Hasta donde sé, cada noche podría estar durmiendo con
Nico.
—Sabes que no es así —dijo Jonas—. También Adam está dolido. Veo
como te mira. No lo arruines con esto. Deja que se disculpe.
—No se lo estoy impidiendo. —Frankie espetó y escucho la música para su
entrada—. Es hora de salir.
—Sólo recuerda lo que te dije. El amor verdadero no aparece así de fácil.
Frankie revisó su aspecto por última vez. Jonas no sabía lo que estaba
diciendo. Salió del vestidor con Jonas tras él. Esta noche y mañana saldría con 152
un rostro sonriente. No le daría a Adam el placer de ver realmente cuán
miserable se sentía.
—Damas y caballeros, los Kerry.
Adam dejó de hablar con Tory y desvió la mirada hacía el escenario. El
telón se abrió y Jonas y Frankie aparecieron.
El público les dio una calurosa bienvenida llena de aplausos.
—Gracias, damas y caballeros —mencionó Jonas—. Vamos a iniciar esto
con una canción de nuestro primer CD. Así que tomen asiento, relájense y
disfruten del espectáculo.
Frankie se acercó al micrófono, la orquesta junto con Jonas empezaron a
tocar y él empezó a cantar. Adam nunca lo había visto tan maduro o que cantara
una canción tan apropiada "If You Think You’re Lonely Now" de Bobby
Womack, mientras lo miraba directamente a los ojos.
El público enloqueció cuando Frankie se arrodilló y luego se levantó y se
dio una vuelta.
Luke lo miraba fijamente.
Adam rodó los ojos.
La canción terminó y siguieron con otra de sus canciones nuevas, algo de
soul que Frankie y Travis Miller habían escrito juntos. Frankie fue a sentarse al
piano mientras Jonas tocaba la guitarra.
Las mujeres en el público comenzaron a balancearse y movían los brazos
al aire. Una le gritó a Frankie. Él siguió tocando el piano y cantando.
Los Kerry animaron al público con un tema rápido. En esta ocasión,
Frankie y Jonas se pararon frente a los micrófonos y cantaron. Luego
empezaron a bailar.
Adam se removió en su asiento. Ambos chicos eran tan sexy. Se preguntó
cómo se vería Frankie si se dejara crecer el pelo hasta la cintura, así como Jonas
153
lo llevaba. «No, no debería de estar pensando en eso». La canción terminó
rápido. «Gracias a Dios».
Los Kerry tocaron por casi una hora y luego el DJ se hizo cargo. Ellos
fueron a encontrarse con el público y empezaron a socializar con todos.
Gerard fue a buscar a Frankie. Vestía un traje negro con una camisa roja
que parecía muy ajustada.
Adam hablaba con Tory y otros de sus amigos, pero estuvo vigilando al
demonio de pelo rizado que tenía a los chicos dando vueltas a su alrededor. En
ese momento quería acercarse y llevarse a Frankie a su habitación, pero Tory les
dijo que evitaran tocarse frente a la multitud. Maldición. Hace mucho tiempo
que había salido del armario y no le preocupaba lo que la gente pensara, pero
respetaría los deseos de su amigo.
Una jovencita se acercó a Frankie y lo invitó a bailar.
Frankie la siguió hasta la pista y bailaron una pieza lenta. Él le sonreía y
hablaron mientras bailaban.
Adam gruñó. Frankie no sabría que hacer con una chica, aun si ella iba de
ofrecida con él.
—Debes sonreír —le dijo Luke después de que Tory fuera a codearse con
otros de sus clientes.
—¿Por qué? —preguntó Adam.
—Porque por fruncir el ceño te saldrán arrugas.
—Frankie está bailando con una chica.
—También Gerard —dijo Luke—. Si quieres también puedes bailar con
una mujer.
Adam frunció el ceño. —Sólo con mi madre —dijo.
Luke se rio. —Sigues enfadado por lo de antes, ¿verdad?
—Es que tendrías que haber visto a ese tal Myron sobre Frankie. Me costó
mucho no golpearlo para que se largara.
—¿Y aparte de que te arrestaran, de que hubiera servido que hicieras eso?
Frankie es un jovencito gay de buen aspecto. Y es demasiado arrogante. A partir
de ahora habrá chicos y chicas acercándosele. Tienes que superarlo.
154
—Pero es que no comprendes. Myron es amigo de Jonas y ha estado
enamorado de Frankie desde pequeños. Si no hubiera ido a buscarlo, no se que
podría haberle pasado.
—Probablemente nada —dijo Luke—. Tomaste su cereza y lo subiste a ese
trono. Lo sacaste de las calles y pusiste un techo sobre su cabeza. Frankie no
está loco. No haría nada con Myron. Él tiene demasiado que perder. Y por más
increíble que parezca, es más listo de lo que parece.
—Hey, él es magnifico —mencionó Adam.
—Sí, y lo amas. Así que déjalo ser el centro de atención esta noche y luego
te disculpas. Si es necesario, besa su trasero, pero no lo molestes.
—¿Desde cuándo eres tan inteligente? —preguntó Adam a Luke.
—¿Ya viste con quién estoy saliendo? Mi corazón dio un vuelco la primera
vez que lo vi pasar por el campus de la universidad hace unos años. Aún estaba
en preparatoria y había ido a buscar información a la oficina de registro.
Imagínalo a los dieciséis años. Tenía el pelo así de largo como lo tiene Jonas,
enormes ojos azules y un bello rostro.
—Puedo imaginarlo —dijo Adam.
—Y lo he engañado tantas veces que me avergüenzo de mi mismo —dijo
Luke.
Adam se le quedó viendo. —Y sigue contigo.
—Sí. —Luke afirmó—. Casi perderlo hizo que me diera cuenta que ya era
tiempo de enmendar mi comportamiento. Oh, todavía coqueteo, pero sus brazos
son los únicos entre los que quiero despertar.
Adam soltó un suspiro exasperado. —Besaré su trasero —dijo Adam
finalmente—. También me gusta despertar entre los brazos de Frankie.

155
—Esta noche se está volviendo un poco pesada —dijo Gerard a Frankie
cuando se quedaron solos y ambos estaban bebiendo sodas—. ¿Estás bien?
—Sí —respondió Frankie—. Es sólo que todo se salió de contexto con
Adam.
—¿En serio? —cuestionó Gerard.
—Só, yo sólo estaba hablando con Myron.
—He visto a Myron —comentó Gerard—. Es alguien por quien terminar
enfadado.
—No era como si fuera a besar al tipo o que me fuera a acostar con él —
admitió Frankie—. Sólo quería sentirme especial por un minuto. No tienes ni
idea de lo que he estado pasando.
—Sí, lo sé —admitió Gerard—. Luke y yo también hemos tenido
momentos difíciles. Tenía dieciséis años cuando lo conocí. La verdad, al
principio no era mi tipo, pero entonces un día me desperté y estaba enamorado
de él. —Suspiró —. Mira a Adam. Tan sólo es unos años mayor que Luke, pero
ellos podrían ser hermanos. Tenemos a los chicos más atractivos del salón y
estamos aquí sentados sintiendo lástima por nosotros mismos.
—Pensé que nosotros éramos los chicos más atractivos del salón —bromeó
Frankie—. Estabas bailando con una chica.
—También tú.
Ambos se estremecieron.
—Ella me dio su número —comentó Gerard—. Quiere que la llame esta
noche.
—¿Lo harás? —preguntó Frankie.
Gerard negó y se rio. —Lo tiré a la basura cuando no estaba mirándome.
—Dejó de reír—. Adam está fulminándome con la mirada.
Frankie volteó a ver. —No te preocupes por él. Si quiere que volvamos,
tendrá que pedirme perdón.
—¿Así de simple? —preguntó Gerard.
156
—No, también quiero flores —comentó Frankie.
—Oh, caprichoso.
—Sean le da flores a Jonas sin ninguna razón. Al menos yo debería ser
digno de recibir una rosa de tallo largo.
—Al menos. —Gerard estuvo de acuerdo—. Nos vamos a divertir mucho
trabajando juntos y viajando. Piénsalo. Podríamos tener la oportunidad de
presentarnos en Inglaterra o en Japón.
—Hey, es cierto. El lunes empiezas a ensayar con nosotros.
—Y a diseñar sus atuendos.
—No más pantalones de cuero —dijo Frankie.
—Oh, ¿por qué no? Tienes un muy lindo y pequeño trasero.
—No, tengo un trasero enorme —dijo Frankie—. Jonas es quien tiene el
trasero pequeño.
—Me gusta un chico con buen trasero —comentó Gerard—. El de Luke es
magnífico.
Frankie se echó a reír. —Eres tan tonto.
—¿Qué hay con el de Adam?
—El de él también esta muy bien, pero soy más del pecho de un hombre.
Me gusta ver todos esos músculos moviéndose. —Frankie hizo un puchero—.
Extraño eso. Y siempre huele tan bien.
—Deja de pensar. Sólo vas sentirte más miserable —dijo Gerard.
—Quiero bailar con él —mencionó Frankie.
—Sabes que va contra las reglas.
—Dilo —mencionó Frankie—, así que nunca podrá bailar conmigo en
público.
—Haré una fiesta y los invitaré —comentó Gerard—. Y en mi casa podrás
bailar todo lo que quieras con él.
—Hablando de eso, ¿cómo un chico de tu edad puede tener una casa?
—Mi padre es un político —le explicó—. En cuanto descubrió que yo era
gay, la compró para sacarme de la suya. 157
—¿Él no está muy entusiasmado con la idea de que estés enamorado de un
chico?
—No, él acepta mi singularidad. Simplemente que no quiere tener eso bajo
su techo. Tiene una reputación que mantener. —Gerard se rio—. Fue generoso.
—Creo que la fiesta ya está terminado —comentó Frankie—. Ya se va la
gente.
—Será mejor que vaya a buscar a Luke —dijo Gerard y se levantó.
Frankie también se levantó. —Sí, mejor voy a buscar a Jonas.
Probablemente estará besuqueándose con Sean en alguna parte.
Se alejó en la dirección opuesta a la de Gerard. Se encontró a Jonas y a
Sean esperándolo en el vestíbulo del hotel.
—¿Estás listo para irnos? —preguntó su hermano.
—Sí —respondió Frankie—. Tenemos que ir por Kalen.
—Amanda lo cuidará esta noche —dijo Jonas—. Es tarde y no quiere
despertarlo.
—Está bien —dijo Frankie—. Vámonos.
Iban hacía la salida cuando Frankie escuchó que alguien decía su nombre.
Se volteó. Ahí parado, estaba Adam y sostenía una rosa roja de tallo largo.
—¿Podemos hablar?
—Ya nos íbamos —dijo Frankie.
—Solo dame cinco minutos —dijo Adam—. Y si todavía quieres
marcharte, entonces te dejaré ir.
—Jonas y yo estaremos en el restaurante de enfrente. —Sean le dijo a
Frankie. Jonas y el se alejaron dejándolo a solas con Adam.
—Empieza a hablar.
—Aquí no —pidió—, en mi oficina. —Le entregó la flor a Frankie y se dio
la vuelta.
Por un instante, Frankie se quedó allí y luego lo siguió.
Entró a la oficina y Adam se puso de rodillas. —Lo siento —dijo—. No
debí permitir que Nico me besara. No se por qué no lo saqué de aquí en cuanto 158
me di cuenta de lo que pretendía hacer. Te amo más que a nada en la vida,
Frankie. Perdóname por favor.
"The Greatest Love of All" de Whitney Houston estaba sonando en la
radio de la oficina de Adam.
Frankie asintió. —Te perdono.
Adam se puso de pie y jaló a Frankie. —Quedate conmigo esta noche.
Frankie volvió a asentir. —Pero aquí no... en tu casa.
Adam sacó su teléfono del bolsillo.
—¿A quién llamas?
—A Sean —respondió—. Hola, soy Adam. Frankie se quedará esta noche
conmigo. Esta noche tú y Jonas tendrán toda la casa para ustedes.
Frankie escuchó el grito de Sean a través del teléfono.
—Lo llevaré a casa en la mañana. —Adam terminó la llamada—. Vamos.
—No tengo un cambio de ropa o el neceser —le dijo Frankie cuando salían
de su oficina.
—Soy propietario de un hotel —comentó Adam mientras se dirigían a la
salida—. Creo que puedo conseguir algunos artículos. Y en cuanto a la ropa...
no vas a necesitarla.
Cuando se iban se encontraron con Sean y Jonas.
—Nos vemos en la mañana —le dijo Jonas a Frankie.
—Esta bien —respondió. Siguió a Adam por el estacionamiento y subió a
su coche.

159
Capítulo Dieciséis

Nunca llegaron al dormitorio. En cuanto entraron a la casa, Adam estaba


sobre Frankie. Él siempre fantaseó con hacerlo delante de la chimenea. La noche
era lo suficientemente fría como para justificar el encenderla. Lo bueno es que
era eléctrica.
—Esto es una locura —comentó Frankie mientras Adam le quitaba la ropa
y lo empujaba contra el piso alfombrado.
—No hay nada de loco en esto —dijo Adam mientras recorría el cuerpo del
chico con besos—. Te quiero ya mismo. —Puso sus labios en la punta del pene
de Frankie y tan profundo como pudo, lo tomó en su boca antes de retroceder
lentamente.
El cuerpo de Frankie se estremeció eróticamente. —Vamos a ensuciar la
alfombra.
—Se puede cambiar —dijo Adam cuando por un instante dejo de chuparlo.
Humedeció uno de sus dedos y lo llevó al interior del culo de Frankie.
—¡Ooh! —exclamó el más joven.
Adam se rio, deseando poder ver el rostro de Frankie. Llevó un segundo
dedo a su interior, preparándolo para la penetración. No tenía lubricante en la
sala de estar, así que dejo de chuparlo, levantó la parte inferior de Frankie y usó
su lengua para lubricar su entrada. Adam agarró uno de los almohadones
decorativos del sofá y lo acomodo debajo de las caderas de Frankie. Guio su
pene en ese agujerito y luego empujo a su interior. —¡Oh! —exclamó mientras
su pene se rodeaba de calor. Lo había hecho con muchos chicos, pero Frankie
era de lejos el mejor. Y hacía unas expresiones muy lindas. En especial le
gustaba esos círculos que hacía con los labios como si lo estuviera chupando—.
Prométeme que nunca dejaras a nadie más que a mí hacerte estas cosas.
—Lo prometo —dijo mientras movía sus caderas—. Tienes que
prometerme lo mismo.
160
—Nadie más puede tomar tu lugar —dijo Adam—. Te juro que no tendré
sexo con nadie más que contigo.
Frankie se impulsó con los codos. —¿Lo dices enserio?
Adam lo empujó contra la alfombra. —Si. —Lo embistió con fuerza.
—¡Adam! —gritó el chico cuando mientras cuerpo se estremecía sin
control. Semen brotó en el aire y cayó por todo el vientre plano de Frankie.
—Nunca me canso de ver eso —le dijo su amante mientras embestía contra
la parte carnosa del trasero de Frankie. Se retiró y lamió su semen tibio.
Frankie se zafó del agarre de Adam, lo empujo sobre su estómago y
comenzó a lamerle el culo.
—Ooh, alguien está de buen humor.
Frankie separó las mejillas de Adam y pasó su lengua a lo largo de la
grieta. —Quiero joderte.
—Adelante.
Frankie había aprendido mucho y en poco tiempo tenía a Adam agitándose
bajo su cuerpo con sólo usar sus dedos. Montado su culo, le separó las mejillas
y lo penetró.
Adam gritó con pasión en ese instante. ¿Qué tan afortunado era por tener
un amante joven con un pene largo? —Oh, mierda, Frankie —dijo mientras este
lo montaba con fuerza. Las rodillas le dolían por la fricción contra la alfombra.
Frankie siguió, quería hacer que Adam se viniera. Y logró lo que quería.
—¡Ah! —El cuerpo de Adam se sacudía mientras sus bolas se vaciaban.
Aún no terminaban. Frankie mantenía su erección.
Adam se apartó y se subió encima de Frankie, equilibrando su peso puesto
que era más grande que su amante. Movía su cuerpo mientras miraba hacía sus
hermosos ojos azules. —Estas creciendo muy rápido —comentó Adam.
—Menos hablar y más amor —dijo Frankie sarcásticamente.
Adam se hundió más. —También se algunos trucos. —Apretó los
músculos de su culo y monto a Frankie. Haciéndolo gemir otra vez. Él tenso sus
facciones tratando de contener su orgasmo. Adam se rio—. ¿Qué le paso a todo 161
ese sarcasmo?
Frankie se vino y casi tira a Adam de encima suyo.
Adam se esperó un rato antes de quitarse de encima del flácido pene de
Frankie y quitarle el condón. Frankie simplemente se quedó allí acostado y
respirando con dificultad. Adam se colocó encima, cubrió la boca de Frankie
con la suya y lo llenó de besos. —Te amo, Frank Kerry y nunca lo olvides.
Frankie se veía exhausto. «La ventaja de tener un amante más grande
que tú es que te puede llevar a la cama».

—¿Adam y tú se reconciliaron? —le preguntó Jonas al dia siguiente luego


de que Adam lo llevara a la casa como prometió. Fue a dejarlo temprano para
que pudiera descansar antes de irse otra vez al festival.
—Sí —confirmó a su hermano mientras estaba sentado en el piso jugando
con Kalen. Últimamente había sido un mal hermano mayor por no pasar tiempo
con él—. Todo está bien.
Jonas estaba afinando su guitarra y Sean se había ido a pasar tiempo con
sus padres.
—Frankie —dijo Kalen con claridad.
—¿Qué? —preguntó, sorprendido de que la pronunciación de Kalen estaba
mejorando.
—Me gustas. —Kalen se rio.
Jonas se rio.
—¿Dónde aprendió eso?
—Probablemente en la guardería —respondió Jonas—. Su profesor dijo que
estaba haciendo muchos amigos y que es muy popular con las niñas.
—¿Te gustan las niñas? —Frankie le preguntó a Kalen.
Él se rio.
162

—Gracias a Dios —comentó.


—Sabes que no comprende lo que acabas de preguntarle —comentó Jonas.
—¿Tú qué sabes?
—Tiene dos años —respondió Jonas.
—Pronto cumplirá tres —dijo Frankie—. ¿Quieres una fiesta? —preguntó
al pequeño.
Kalen se subió al regazo de Frankie y lo abrazó.
Frankie se echó a reír. —Creo que eso significa que sí.
—Hablaré con su profesor para ver si podemos hacer algo en la guardería
—mencionó Jonas. Empezó a tocar unos acordes.
—Me agrada eso.
—¿La idea de una fiesta en la guardería? —preguntó Jonas.
—Sí, y esa melodía. ¿Es nueva?
—Sí —respondió—. Se me ocurrió cuando dormía.
Por lo general, a Frankie también se le ocurrían esas ideas de esa forma.
Jonas tocó unos acordes más.
—Escríbela. Suena bien.
—Hablando de bien, ¿sabías que hoy nuestro álbum se está escuchando en
todas las estaciones de radio?
—Sí —dijo Frankie—. Adam me lo comentó.
—Sean también dijo que se está vendiendo muy bien. Supongo que eso
quiere decir que al público estadounidense le gusta nuestro sonido.
Creo que si. También significa que ya no podremos salir sin escolta.
Desde ayer Adam ha tenido guardaespaldas siguiéndonos —comentó
Jonas.
—¿Qué guardaespaldas? —preguntó su hermano.
—Unos tipos corpulentos de traje. Me sorprende que no los vieras. 163
—Supongo que estaba muy ocupado discutiendo con mi novio.
Kalen se bajó del regazo de Frankie y fue hacía Jonas. —Jonas —dijo. Puso
su mano en el muslo de Jonas y empezó a brincar con la melodía.
—Creo que esa melodía sería un éxito —afirmó Frankie, observándolos—.
A Kalen le gusta.
—Y el tiene ritmo —dijo Jonas—. Tal vez quiera ser un bailarín o
coreógrafo.
—Sólo dejemos que cumpla tres años —comentó Frankie. El quería tomar
una siesta, además no estaban programados para presentarse hasta las seis de la
tarde. Casi toda la madrugada Adam lo había mantenido despierto tratando de
ver cuantas veces podía hacer que se viniera—. Adam dijo que me amaba.
Jonas dejó de tocar. —Creí que ya sabías eso.
—Sí, pero me hace sentir mejor cuando lo dice.
—Myron también te ama —dijo Jonas.
—No empieces con eso, Jonas —le advirtió.
—¿Myron y tú estaban haciendo algo cuando Adam los encontró?
—No exactamente —admitió Frankie—. Todavía teníamos la ropa puesta.
—No arruines lo que tienes con Adam por diez minutos de placer con
Myron —dijo Jonas.
—¿Sólo diez minutos? —cuestionó Frankie.
—Sí —respondió—. ¿Por qué crees que él y yo nunca salimos?
Frankie se echó a reír. —Gracias por decirme. —Se levantó—. ¿Podrías
cuidar a Kalen?
—¿A dónde vas?
—A tomar una siesta. Aun estoy exhausto por reconciliarme con Adam.
—Querrás decir por hacerlo —lo corrigió Jonas.
—Lo que sea.
164
—Te despertaré como a las tres sí para entonces no bajas —dijo Jonas.
—Esta bien. —Salió al pasillo y se fue a su dormitorio. Instantes después,
dormía profundamente.

165
Capítulo Diecisiete
El segundo día del festival estaba tan abarrotado de gente como el primero
y a los alrededores del escenario parecía que había mucha más gente que el día
de ayer. Frankie y Jonas estaban a punto de salir al escenario y Luke les estaba
dando algunas indicaciones sobre cómo atraer a la audiencia. Adam no creía que
hoy se repitiera lo de Myron, pero planeaba vigilarlo. Esta mañana después de
dejar a Frankie, había regresado a dormir unas horas y se sentía despierto y
revitalizado. Lo único diferente era que esta noche podría irse a casa en lugar de
ir a una fiesta como había sido anoche. Después de revisar el hotel y tal vez
conseguir algo para ir a comer con Frankie, planeaba irse a la cama temprano
para mañana poder reunirse con Tory y hablar sobre las fechas del tour.
Frankie y Jonas salieron del trailer que la estación de radio había
proporcionado para que los artistas usarán de vestidor. Gerard, Sean y Luke
salieron detrás de ellos. Luke y Gerard vistieron a las nuevas estrellas con jeans
de color claro y chalecos con camisetas blancas bajo estos. Jonas usaba un
pañuelo azul claro como diadema. Frankie no uso nada en la cabeza, pero
llevaba lentes oscuros. Se suponía que aún estaba un poco exhausto por haber
estado jugando a cosas de adultos con él. Adam sonrió. Sencillamente, Frankie
sacudía su mundo.
El MC los anunció y los Kerry tocaron las mismas canciones de ayer. La
multitud se unió a cantar. Adam sospechaba que algunas de esas personas
compraron el CD de los Kerry y probablemente lo estuvieron escuchando una y
otra vez para aprenderse las letras.
Adam hubiera querido traer a Kalen, pero Frankie se puso nervioso por
exponer a su hermanito a tantas personas. Aunque era contra la ley, olía a
marihuana en el aire. Bueno, supuso que traer consigo a Kalen no habría sido
buena idea. Jonas había comentado que estaba pensando en organizarle a Kalen
una fiesta de cumpleaños en la guardería, eso le parecía una gran idea. Puesto
que la mayoría de los empleados del hotel querían mucho al pequeño, Adam
pensó en organizarle una fiesta de cumpleaños en el hotel y permitir que los
empleados llevarán a sus hijos. Después de la cena le diría esto a Jonas y a
Frankie. No quería hacer algo que pudiera meterlo en problemas otra vez. 166
—Hey, hermano —dijo David al acercarse a Adam con Carlos tras él.
—¿Que hacen aqui? —le preguntó.
—Vinimos a ver la presentación de tu novio.
—Suenan muy bien —comentó Carlos—. Compre su CD.
—Estarán encantados de escuchar eso —dijo Adam. Los guardaespaldas
que había contratado estaban cerca del escenario.
—¿Dónde está programada su siguiente presentación? —David le
preguntó.
—En el Cajundome.
—Van a lo grande —afirmó Carlos.
—Habrá algunos artistas de otras partes del país, además, Sean fue quien se
puso en contacto con los organizadores y logró que los Kerry se incluyeran en
la alineación. Ellos aún no saben de esto, así que no digan nada.
—Un fin de semana tú y Frankie deberían venir a cenar —dijo Carlos—.
Sería la oportunidad perfecta para probar mi nuevo asador.
—Sólo elige qué día —respondió Adam—. Intentaremos ir.
—Hay un grupo de chicas mirando a tu chico. —David le comentó a
Adam. Las señaló. Estaban gritándole a Frankie y saludándolo. Adam movió la
cabeza—. Pierden su tiempo.
Carlos se rio. —Ellas no saben. Pero es lindo ver que tiene ese carisma.
—Pero tiene mal gusto en chicos —se burló David.
—Tiene excelentes gustos. —Adam se jacto—. Y él es mío.
Los Kerry terminaron su actuación y la multitud gritaba por un bis. Pero
Frankie y Jonas bajaron del escenario y fueron escoltados por los
guardaespaldas hacía el trailer.
—Mejor voy a sacarlos de aquí antes de que los acorralen —les dijo a
David y a Carlos—. Disfruten el festival y no te olvides de llamar para la
167
barbacoa.
Le estrechó la mano a su hermano y luego a Carlos y se fue en dirección al
trailer. Se encontró con Sean, Gerard y Luke a punto de subir los escalones—.
Saquémoslos de aquí —le dijo Adam a su equipo—. Cuanto más rápido se
vuelvan a cambiar a su ropa normal, antes podremos ir a cenar.

Frankie envió su examen al correo electronico del profesor de matemáticas


y esperó a recibir confirmación de que había sido recibido. Además de
participar en festivales y estudiar, al fin obtuvo un descanso para pasar tiempo
con la familia. Hoy era el cumpleaños número tres de Kalen y el afortunado
niñito tendría una fiesta en la guardería y otra en el hotel de Adam.
Adam se había excedido comprándole obsequios a Kalen. Él tenía tantos
juguetes en su dormitorio que ya no cabían. Y estaba creciendo muy rápido.
Frankie prometió que un día de estos revisaría la ropa del niño y empacaría toda
la que ya no le quedaba para donarla a niños desfavorecidos para que la usaran.
Kalen estaba en la guardería y Jonas también había ido para ayudar al profesor a
decorar el salón. La primera fiesta estaba prevista para la una y la segunda sería
a las siete de la noche. Tory había recomendado un payaso para que animara la
fiesta en el hotel, Adam y su personal se encargarían de la comida. Frankie se
sentía inútil ya que tenía que quedarse en casa para estudiar y hacer pruebas.
Pero sabía que concluir su educación le serviría en el futuro.
Jonas regresó como a las once y trajo el almuerzo para que ambos
comieran.
—¿Cómo esta Kalen? —preguntó Frankie.
—Estaba muy emocionado de que lo visitara en la guardería —comentó
Jonas—. Y hablaba hasta por los codos con sus amiguitos. —Fingió un sollozo y
se limpio los ojos—. Fue tan lindo. Nuestro bebé esta creciendo. 168
Frankie estaba contento porque Kalen finalmente había dejado los pañales
y había aprendido a ir al baño. Pero por lo que estaba más contento era porque
su hermanito tenía la oportunidad de una infancia normal. —¿Qué me trajiste
para el almuerzo?
—Pollo frito y frijoles rojos.
—¿Qué comerás tú?
—Lo mismo —admitió Jonas—. Tomé la medicación y ya estoy listo para
comer.
Hoy, Adam había prohibido que Frankie cocinara ya que en la fiesta de
Kalen habría suficiente comida para llenar tanto a Jonas como el estómago de
Sean. Más tarde, Adam lo llevaría al cine, luego a cenar y a bailar a un club en
el Barrio Francés. Jonas había aceptado cuidar a Kalen, así que Sean y él tendría
algo de tiempo a solas después de que Kalen se durmiera.
Frankie recibió respuesta de su profesor. Envió una tarea de humanidades a
otro profesor y luego apagó el ordenador para ir a almorzar con Jonas. Los
frijoles rojos seguían calientes y el pollo estaba crujiente y condimentado como
le gustaba. Fue al refrigerador por dos botellas de agua y le entregó una a Jonas.
—Gracias. Mejor disfruta esto porque a Gerard le dará un ataque si el
próximo sábado no nos quedan los atuendos para el gran concierto.
Adam y Sean habían conseguido que participaran en un enorme concierto
de pop y rock en el Superdome. Al fin empezaban a tener más contactos en la
industria del espectáculo gracias al trabajo que estaban haciendo. Tory quería
que hicieran apariciones en televisión, radio y conciertos por todo Louisiana. Y
el sitio web que Luke les había creado tenía muchos fans registrándose para
hacerles preguntas y felicitarlos por el CD. Se encontrarían con artistas de
renombre por todo el país. Tory estaba muy contento porque esa noche harían su
debut profesional. Después de eso, el verdadero tour comenzaría. Kalen iría con
ellos y su profesor se comprometió a guardar su lugar para cuando volviera. A
diferencia de Jonas y él, Kalen tendría la mejor educación que el dinero podía
pagar, pero si para cuándo entrara a primaria seguían teniendo giras, lo
educarían en casa. 169
—¿Crees qué a Kalen le gusten los obsequios que le compramos? —
preguntó Frankie.
—Si yo fuera él, me gustarían —dijo Jonas—. Recibirá un triciclo nuevo y
un carrito para andar en el patio.
—Le hice cita con el pediatra para llevarlo a sus siguientes vacunas —dijo
Frankie—. Se enfadara conmigo.
—Que mal —comentó Jonas—. Necesita esas vacunas. Tengo cita el
martes y no me ves llorando por eso.
—Aún no —bromeó Frankie—. ¿Para qué es tu cita?
—Iré a mi análisis anual de las vías respiratorias. Es tiempo de nuevas
prescripciones.
—Asegúrate de surtirte bien —comentó Frankie—. No puedo permitir que
te enfermes estando conmigo. Aunque no me importaría lanzarme como solista
y convertirme en el rey del mundo.
Jonas se rio. —Sueñas. Me echarías de menos en un segundo.
—Es cierto —dijo Frankie—. Sólo recuerda conseguir suficiente
medicación para que la lleves en la gira.
—No lo olvidaré. ¿Qué película irán a ver Adam y tú esta noche?
Frankie se encogió de hombros. —Adam dijo que sería una buena, pero ya
me conoces. Voy sólo por las palomitas.
Jonas se rio entre dientes. —Sí, no comas demasiado o nunca podrás entrar
en los pantalones de cuero.
—Lo siento, no estaré para cocinarles la cena esta noche.
—Si después de la fiesta de Kalen nos da hambre, iremos a buscar algo —
dijo Jonas—. Pero aún tenemos que ir por el pastel y el helado para la primera
fiesta.
Frankie miro el reloj de la pared. Se suponía que el pastel de Kalen estaría
listo al mediodía. Terminó de almorzar y luego se fue a su habitación para
170
cambiarse. Jonas y él salieron de la casa hacía la panadería. Llegaron a la
guardería justo a tiempo para la primera fiesta, con los guardaespaldas tras ellos.
Cuando Kalen entró al salón del hotel, tenía una mirada de sorpresa y
todos empezaron a cantarle feliz cumpleaños otra vez. Esta vez fue muy
glamoroso, con un pastel en forma de número tres y con muchos mas obsequios.
Pero el payaso se robó la tarde con sus trucos, los malabares y juegos para los
niños. Jonas y Sean fueron muy afortunados. Kalen se quedó profundamente
dormido de camino a casa.
—Desnúdate. —Sean le pidió a Jonas una vez que regresaron a la sala
luego de dejar a Kalen en la nueva cama de niño grande y con forma de coche
de carreras que Tío Adam le trajo.
—Ew, creo que es nuestra señal para salir —le dijo Frankie a Adam.
—O tal vez no —comentó Adam, salió de la casa tras Frankie—. A lo
mejor quieren que nos unamos para un grupal.
—En tus sueños —dijo Frankie—. Esos dos se emocionan mucho cuando
hacen el amor. Se olvidan que hay otras personas, o sea, yo, viviendo bajo el
mismo techo que ellos. —Subió al lado del pasajero del coche y Adam al lado
del conductor.
Terminaron en un elegante cine en Canal Street en donde vieron una
película de acción. Adam lo hizo disfrazarse para que no lo reconocieran.
Después de la película fueron a Spago's por ostras hervidas y fritas y luego
fueron a un club nocturno donde Frankie fuera lo suficientemente mayor para
entrar. Era sólo para miembros y el guardia le había puesto una pulsera para que
los camareros no le sirvieran ninguna bebida alcohólica. Se toparon con Gerard
y Luke y decidieron sentarse en la misma mesa para escuchar un poco de
música.
Gerard también tenía una pulsera.
—¿Estás bebiendo alcohol? —Adam le preguntó a Luke. 171
—Sí. Gerard conducirá.
—Sabía que tenía que haber ventajas al salir con chicos más jóvenes —
comentó Adam.
—Gracias —dijo Frankie sarcásticamente—. Puedes beber todo lo que
quieras. Me asegurare de que llegues a casa de forma segura.
—No en esta vida —dijo Adam, revolviéndole el pelo a Frankie—. Vamos
a tener una noche obscena y tengo que estar alerta para evitar que me esposes a
la cama.
Frankie se acomodó el pelo mientras Gerard y Luke se reían de la broma
de Adam. —Eso no parece mala idea. Entonces podré hacértelo como quiera.
—Pero eres pasivo. —Gerard cuestionó a Frankie.
Adam se rio.
—No siempre —respondió Frankie y sintió que se ruborizaba desde el
cuello hasta el rostro.
—Frankie puede estar tanto arriba como abajo —alardeó Adam.
—¡Oh! —exclamó Gerard y se quedó mirando a Frankie—. ¿Y eres bueno
en eso?
Frankie se encogió de hombros, sabía muy bien que era inapropiado estar
hablando de esto con amigos, sobre todo con Gerard.
—Es muy bueno en eso —comentó Adam.
Frankie estiró la mano, agarró la bebida de Adam y olio por si tenía
alcohol. Algo lo tenía muy juguetón esta noche. Probablemente había sido tanto
pastel de cumpleaños.
Gerard se quedó viendo a Luke.
—Ni siquiera lo pienses. —Luke se golpeó el pecho con el puño—. Yo
Tarzan, tu Jane.
—Ooh, al menos podrías haber dicho John —dijo Gerard con una risa
nerviosa—. De todos modos, me gusta más ser quien recibe.
Para Frankie no pasó desapercibida la tímida sonrisa que Gerard le dio a 172
Luke. Él también usaba ese tipo de sonrisa. La cual significaba aun no he
terminado esta conversación.
La banda se tomó un descanso y alguien empezó a poner música. Gerard
sacó a bailar a Frankie. —Necesitamos practicar para la presentación —dijo
Gerard. Tanto Adam como Luke se lo creyeron.
—¿Cuánto baile podrías hacer estando sentado en la batería? —Frankie
cuestionó mientras bailaban.
—Mentí —dijo Gerard—. Sabes que necesito mucha más información.
¿Cómo lograste que Adam te dejará hacérselo?
—Solo le pregunté —respondió Frankie—. Adam es alguien que se
preocupa por lo que quiere su amante.
—¿Cuándo se lo haces, logras que se corra?
Frankie asintió.
—Oh, debes ser muy bueno en cualquier forma si estas presumiendo.
¿Podrías enseñarme?
—No si tengo que desnudarme contigo —dijo Frankie.
Gerard se sonrojó. —Eres tan lindo.
—Solo tienes que hacer lo mismo que Luke te hace. Pero no te olvides que
él podría aún ser virgen, así que tendrás que tomarte el tiempo para prepararlo
con lubricante y usando tus dedos para poder penetrarlo.
—¿Eso es todo? —preguntó Gerard.
—Si, pero tienes que ser sutil. Vas a estar muy ocupado intentando lograr
que Luke acepte dejarte estar arriba.
—Sí —dijo Gerard—. Tienes razón, pero le preguntaré esta noche cuando
vayamos de regreso a su casa.
—Mucha suerte —dijo Frankie y la canción terminó—. Hay dos tipos
mirándonos. Será mejor que regresemos con nuestras citas.
Gerard miró a los chicos. —Sí. —Lo siguió.
Todo el camino de regreso a casa, Adam siguió estando de buen humor.
Luego de un largo baño en la bañera estaba listo para el sexo. —¿Quieres tomar 173
la iniciativa?
Frankie movió la cabeza. —No. Quiero que me mimes.
—Buena respuesta —dijo Adam, volteando a Frankie sobre su estómago y
dejándole un buen beso en cada nalga.
La lengua subiendo por la grieta de su culo hizo que Frankie se
estremeciera. La ventaja de salir con un chico mayor y más experimentado, era
que sabían en qué momento hacer que su pareja se viniera.
Adam apretaba ambas mejillas mientras su lengua seguía haciéndole el
amor.
Frankie se retorcía. Su pene estaba duro. —¡Ah! —exclamó cuando Adam
lo penetró con sus dedos cubiertos de lubricante. Masajeando su interior,
mientras Frankie se estremecía de deseo—. No hagas que me venga todavía —
rogó.
Adam rio con malicia. —Yo Tarzan, tu eres mío. —Sacó sus dedos.
Frankie se volteó y empujó a Adam sobre su espalda. Tomo el pene del
hombre en su boca y fue bajando.
—Ooh, gracias, Frankie. Me encanta cuando haces eso.
Adam se removió mientras Frankie apretó la punta con sus labios y sujetó
con fuerza sus bolas. Bajó un poco más y empezó a chupar el saco. El pene de
Adam se puso rígido. Frankie volvió a engullirlo y a chuparlo, volteó a ver a su
amante para ver su reacción.
Adam lo empujó juguetonamente. —Te estas tomando muchas libertades.
Quieres hacer que me venga sólo con esa cálida boquita que tienes.
Frankie se rio y se lamió los labios. —Casi lo logro.
Adam lo jaló encima suyo y lo beso. —Ahora voy a tomarte. —Acomodó
en la cama a Frankie. Fue dejando besos por todo su cuerpo y luego por fin
llegó a su pene.
Frankie veía como la cabeza de Adam se movía arriba y abajo. —Ooh
mierda. Me tienes tan excitado.
Adam deslizó un dedo al interior del culo de Frankie y lo acarició desde el 174
ahí.
—Ooh, ooh, ooh. —Frankie exclamaba mientras Adam lo devoraba—.
Adam, por favor, estoy a punto de venirme.
Saco el dedo y alzó la cabeza. —No, no lo harás, cariño. Vas a aguantarte.
—Le levanto las piernas.
Frankie reprimió el impulso de venirse.
Adam lo penetró.
Frankie respiró profundamente. —Ya no aguanto —dijo cuando el pene de
Adam llego más profundo—. ¡Ah! —Su estómago se salpicó de semen e incluso
escurrió hasta sus muslos dejándolo todo pegajoso.
—Me encanta cuando haces eso —comentó Adam—. Ya puedes montarme.
Cambiaron de posición y Frankie se puso encima.
Arriba y abajo su cuerpo se movía e intento hacer que Adam se viniera.
—Brinca, bebé, brinca —dijo, haciendo que la misión de Frankie fuera
prácticamente imposible puesto que ambos seguían riendo.
—Ooh —Adam exclamó—. Estuve a punto de explotar.
Frankie siguió riéndose. Quizás era a causa del payaso. —Así. —Se volteó
para enfrentarse a Adam. Se inclinó para besarlo y despacio movió las caderas
mientras besaba a su amante.
—Mmm, me encanta esto —comentó Adam entre besos—. Creo que me
haré cargo desde aquí. —Puso a Frankie sobre su espalda sin dejar su interior.
Frankie tenía otra erección y se sorprendió por lo rápido que se recuperó.
Con sus piernas rodeó la cintura de Adam y movió su parte inferior mientras
Adam continuó embistiéndolo más profundo.
Frankie se vino otra vez, pero no fue tanto como la vez anterior.
—Oh, mierda —dijo Adam rebotando a Frankie arriba y abajo en su pene—
. ¡Ah! —Disparó su esperma muy profundo dentro del trasero del chico.
—Ew —exclamó Frankie—. No usamos preservativo.
175
Adam le había enseñado el certificado de salud de su última visita al
médico. Desde entonces habían estado haciéndolo sin protección.
Adam salió del interior de Frankie. —Creo que necesitamos otro baño. Y
justo eso haremos cuando me recupere.
Lo siguiente que Frankie escuchó, fueron los ronquidos de Adam. Bajó la
mirada hacía su cuerpo. «De ningún modo podría dormirme así». Se bajó de la
cama y fue al baño para ducharse.

176
Capítulo Dieciocho

Adam se despertó por segunda vez. En algún momento de la noche, se


había levantado para ducharse y luego regresó a la cama junto a su amante de
dieciocho años. Frankie seguía junto a él durmiendo tranquilamente como si no
tuviera ninguna preocupación en el mundo. Detestaba tener que despertarlo,
pero en menos de dos horas tenían que ir a la oficina de Tory para una reunión,
después tenían una sesión de fotos para su siguiente promoción. Luego harían
un viaje a Lafayette porque los Kerry se presentarían en otro festival. Frankie
tendría suerte si conseguía una buena noche de sueño después de esto.
Adam entró al baño para afeitarse. Cuando salió, Frankie seguía
durmiendo de espaldas y se veía tan vulnerable. Gimió. «¿Por qué le estoy
viendo la boca?» Se estaba convirtiendo en un alguna clase de viejo libidinoso.
Lo único que quería hacer era besar o meter su pene en alguna parte de Frankie.
Después de que anoche jodió al chico hasta que se quedó dormido, aun quería
su sexy cuerpo estremeciéndose bajo él, justo como en este instante. Adam se
sentó en la cama y lo beso. —Despierta dormilón.
Frankie medio abrió los ojos y luego esos ojos claros intentaron enfocarlo.
—¿Qué hora es?
—Las siete de la mañana —respondió Adam y se apartó para que pudiera
desperezarse.
—¿En serio? Apenas pude dormir.
—Me temo que sí. La agenda para hoy está repleta.
Frankie se destapó.
Adam frunció el ceño. Sólo estaba en calzoncillos. Maldición. Esperaba
poder echarle un vistazo a ese joven y atractivo cuerpo.
Frankie bajo de la cama, bostezo y se estiró. —Estoy cansado —dijo—.
¿Dónde está lo divertido en todo esto? Nadie me dijo que ser artista haría que
me quedara sin dormir. 177
—Bienvenido a la fama, peque —comentó Adam. Frankie tenía una gran
erección.
—¿Qué estas mirando?
—A ti —respondió Adam—. Tienes una erección matutina.
—Noticia de última hora. Soy un chico —comentó sarcásticamente
mientras iba hacía el baño.
Adam lo escuchó gemir otra vez. —Me duele la cadera y el trasero.
—Noticia de última hora. Eres gay. —Adam se burló.
Escucho la ducha aislando el sonido de Frankie orinando. Él le había dicho
que su madre lo había enseñado a ir al baño mientras dejaba correr el agua del
lavabo. ¿Quién diría que seguiría teniendo esa costumbre? Para cuando volvió
al dormitorio ya se había duchado y afeitado el invisible vello facial. Adam
sonrió. Toda la piel del chico era tan suave como la de un bebé. También
llevaba la toalla atada bajo sus estrechas caderas.
—¿Por qué no te has vestido?
—No pude —respondió Adam mostrándole a Frankie su miembro
hinchado.
La mirada de Frankie bajo al pene de Adam. —¿Cómo paso eso?
—No tienes idea de cuán sexy te ves cuando duermes, respiras o cuando te
duchas.
—¿Me miras mientras duermo?
Adam asintió.
—Pervertido.
—¿Puedes ayudar a un hermano17? —preguntó Adam.
—Eres un hombre caucásico. —Frankie le recordó—. Acuéstate.
Adam se acomodo en la cama. «Frankie va a montarme». Amaba eso.
Frankie se acercó a la mesita de noche, saco un condón y se lo puso. Saco
también la botella de lubricante.
—¿Por qué usas el condón? 178
17
dice brotha, este termino es usado por las personas de color, los varones suelen decirlo como si fuera un
'amigo' o algo así. No suelen agradarme estos conceptos pero...
—¿Tú por qué crees? —Respondió Frankie—. Voy a ayudar a un hermano.
Los ojos de Adam se agrandaron. —¿Vas a estar arriba?
—Sí —respondió Frankie—. Voy a deshacerme de esta molesta erección.
—Oh mi dios, —Adam gritó cuando el ángel de ojos azules penetró su culo
con su duro pene. Frankie ya lo había preparado y luego siguió con las fuertes
estocadas—. ¡Oh, mierda! —Adam se balanceaba sobre sus rodillas para darle el
mismo placer que recibía. Su festival matinal de amor era candente, sexy y
desafortunadamente, corto.
—¡Ah! —gimió Frankie. Se echó hacia atrás y luego embistió a Adam,
tocando la pequeña glándula en su interior.
El cuerpo de Adam se estremeció de deseo. Su orgasmo estaba tan cerca
que podía sentirlo.
Frankie renovó sus energías y siguió las intensas estocadas. —Esto se
siente increíblemente bien. Tu culo está tan apretado.
Usualmente esas eran las palabras de Adam. Frankie continuó
embistiéndolo. El sudor recorría el cuerpo de Adam mientras movía su culo para
hacer que Frankie se viniera. Pero tuvo el efecto contrario.
—¡Ah! ¡Ah! —exclamó cuando las profundas embestidas de Frankie lo
hicieron disparar su semen sobre las sábanas.
—Estupendo —dijo Frankie—. Ahora me toca. —Siguió embistiéndolo—.
¡Oh! ¡Ooh!
Adam sintió como se estremecía el cuerpo del chico y luego sintió algo
cálido en su culo. Frankie también se había venido.
Se inclinó y besó a Adam en la espalda. —Ahora necesito otra ducha.
Adam se dejó caer en el colchón. —Tienes que salirte antes.
—No creo poder —dijo Frankie—. Tu culo es tan cálido y reconfortante.
Adam se movió para que el saliera de su trasero. —Mi ego agradece que
sientas eso, pero tenemos una reunión con Tory. 179
Frankie se quito el condón cuando se bajó de la cama. —Vamos, Adam.
No podemos hacer esperar al jefe.
Adam gimió. —Me duelen las caderas y el trasero. —Se bajó de la cama.
—Bienvenido a mi mundo. —Frankie expresó sarcásticamente cuando
fueron a bañarse juntos.

La reunión con Tory no tomo tanto tiempo como había esperado.


—Se han fijado las fechas de los conciertos de los Kerry —comentó Tory
para todos—. Tenemos un mes para comenzar la promoción y preparar el
siguiente CD, luego iniciará la gira por Estados Unidos. La primera parada será
en Los Angeles.
Adam se rasco la cabeza. Eso sólo le daba un mes para encontrar una
niñera para Kalen. Llevar a un niño en la gira sería complicado, pero Adam
haría todo lo posible para cuidarlo bien durante esto. Quiso ofrecerle el puesto a
Amanda ya que Kalen se había encariñado con ella. Además, Amanda tenía un
grado en educación infantil y seria perfecto, pero ella tendría que renunciar a su
puesto en la escuela en la que trabajaba para ir a la gira con ellos. No, ahora que
lo pensaba mejor, no seria justo para ella ya que después de que la gira
terminara, no tendría un empleo al que volver.
Gerard tenía buen ojo para la moda y los tres cautivaron al fotógrafo y a
sus asistentes con su apariencia juvenil y natural belleza, además de sus
agradables personalidades.
El pelo de Frankie estaba empezando a crecer más largo. Se negaba a
cortárselo otra vez y con todos esos rizos parecía una versión mayor de Kalen.
—Me pregunto como te verías con el pelo lacio. —Gerard le comentó a
Frankie mientras esperaban su turno con el fotógrafo.
Frankie señaló a Jonas. —Me gustaría verme como él y no creo que el
mundo esté preparado para dos Jonas. 180
—Escuche eso —dijo su hermano mientras posaba para el fotógrafo.
Para esta ocasión, Luke y Gerard habían vestido de color negro al mayor
de los Kerry, asi que su tez pálida y sus ojos marrones eran el punto focal. Su
largo cabello rubio colgaba sobre uno de sus hombros. Adam suspiró. Jonas era
demasiado bonito para ser un chico y el fotógrafo se estaba tomando demasiado
tiempo para tomarle las fotos.
—¿Debería estar celoso? —Sean cuestionó, mirando a su novio coquetear
con el fotógrafo con sus enormes ojos de corderito, esos pucheros y esas poses
sexys.
—Yo lo estaría —comentó Adam, riendo—. La cámara y el fotógrafo
simplemente lo aman.
—Ya veremos si te parece tan divertido cuando sea el turno de Frankie —
dijo Sean.
—Gerard es el siguiente —mencionó Luke mientras estaba parado junto a
ellos escuchando su conversación.
El nuevo bateria entró luciendo como todo un estudiante universitario con
pantalones azul rey, camisa rojo y un suéter amarillo brillante sobre sus
hombros. Había añadido zapatos y un cinturón rojos para realzar su look.
Gerard tenía el pelo negro y con un corte estilo bob. Sedujo a la cámara con sus
ojos azules.
Gerard tuvo que cambiar de posición varias veces y Adam notó el sudor en
la frente del fotógrafo.
—Tal vez la próxima vez no deberían recurrir a un fotógrafo tan joven —
murmuró Sean.
—Estoy excitado. —Luke anuncio—. Así es como se veia Gerard la
primera vez que lo vi.
Ambos, Adam y Sean se le quedaron viendo y se rieron como un par de
chiquillos.
Frankie entró para su sesión una media hora más tarde. Gerard lo había
vestido con unos ajustados pantalones de cuero rojo y con un chaleco sin
camisa. También tenía un cinturón negro con pedrería y botas de piel a juego.
181
Adam se le quedo viendo.
—¿Podría decirse que está vestido como para jugar al Dom? —se burló
Sean.
De la frente de Adam empezó a gotear sudor cuando el fotógrafo hizo a
Frankie posar en una motocicleta y luego en un diván, después lo hizo sentarse
a horcajadas en una silla.
—Sonrie para mi, Frankie —pidió el fotógrafo a su modelo—. Tus labios
son los mejores que he visto en un chico desde hace mucho tiempo.
En lugar de poner mala cara como solía hacer cuando alguien le decía que
sonriera, Frankie frunció los labios como para un beso. Luke dejó caer la
carpeta que traía en la mano y el pobre Sean simplemente gimió.
—Creo que necesito una ducha fría —dijo Luke después de levantar la
carpeta.
—Quiero todas las fotos y también los negativos —dijo Adam—. Nadie va
estar masturbándose con esas fotos. —Golpeó en el brazo a Sean—. Debiste
contener ese gemido. ¿Quieres que Jonas te mate?
Sean negó rápidamente. —No. Sólo fue una reacción masculina natural
gay. Tiene labios bonitos.
Luke estuvo de acuerdo en eso. —Y ese pequeño provocador lo sabe.
Adam también tenía que estar de acuerdo. ¿Desde cuando aprendió cómo
funciona la cámara? El primer fotógrafo ni siquiera pudo hacer que Frankie
sonriera.
Frankie hizo otra pose y hubo muchos juego de miradas con el fotógrafo.
—Gerard ha creado un monstruo —dijo Luke—. Sabe que el rojo y el negro
son mis colores favoritos.
—¿Por qué estoy teniendo fantasías de atar a Frankie a una cama y azotar
sus hermosas nalgas con una fusta? —cuestionó Adam.
—Es el color rojo —comentó Luke—. Nos hace pensar en cosas malas.
Gerard y Jonas regresaron ya vestidos con su ropa normal.
—Ooh, Frankie no sólo se ve bien —comentó Gerard—. Parece un travieso 182
angelito.
—De verdad eres malvado, ¿lo sabes? —le dijo Adam.
—Sí, lo sé. Me imaginé que eso los excitaría.
—Estoy muy contento de que Kalen no este aquí —comentó Jonas—.
¿Quién se imaginaría que Frankie podría verse tan sexy?
Adam tosió. —Sí, ¿quién lo imaginaria?

183
Capítulo Diecinueve

Frankie durmió todo el camino a Lafayette después de salir del estudio


fotográfico. Todos se fueron en la camioneta de los Kerry y Sean era quien
conducía. Les tomó cerca de tres horas llegar. Se ubicaba junto al río Vermilion
en el sureste de Louisiana. Estaban en el centro de Arcadia y rodeados de toda
la cultura cajún. O como Gerard lo expresó, estaban por sus lares. Los Kerry
iban a presentarse en el Cajundome.
Sean estacionó la camioneta y todos bajaron. Uno de los autobuses
turísticos que Tory compró para ellos se acercó y se detuvo.
—Me siento como pez fuera del agua —comentó Frankie, frotándose los
ojos y bostezando.
—Por lo menos tienes un instrumento.
—Se llama violín, amigo —argumentó Frankie.
Gerard se encontró con dos amigos mientras estaban sacando sus
instrumentos. Bueno, no fue exactamente que se los encontrara. Adam se enteró
que los había llamado por teléfono avisándoles de su llegada y les dijo dónde
encontrarlo. Les presento a los dos jovencitos.
—Señores, estos son mis amigos Henry y Jean-Sebastian. Crecimos juntos
aquí en Lafayette. Y estos son mis compañeros de banda, Jonas y Frankie,
también están nuestros managers, Sean, Luke y Adam.
Todos se saludaron.
—¿Realmente vas a tocar aquí, Gerard? —preguntó el que se llamaba Jean-
Sebastian. Era alto y rubio con mucho músculo. Traía puesta una gorra que
decía Bésame, soy Cajun. Iba vestido con unos jeans azules y una camisa
ceñida para lucir su pecho.
—Oui18, Jean-Sebastian. Formamos parte de la cartelera de este concierto.
—Tu mamá me contó que estas estudiando diseño de moda. Por favor,
184
dime que no es cierto —comentó el que se llamaba Henry.

18
Sí en francés.
Henry era más bajo que Jean-Sebastian, pero un poco más alto que Gerard.
También llevaba una gorra, pero no tenía letras y era de color café. Vestía jeans
azules y una camisa a cuadros color café.
—Me temo que así es, Henry. Soy el coordinador de moda para nuestro
grupo, además de tocar la batería.
Adam apostaba que ninguno de los amigos de Gerard sabía que le gustaba
besar chicos. Aunque, Jean-Sebastian estaba observando a Gerard como si fuera
un pedazo de carne.
—Pensé que ibas a regresar para trabajar con nosotros en la planta de agua
—comentó Henry.
—Claro que no. Quiero tocar la batería.
—Bueno, tienes que ir a ver tu familia después del concierto. —Jean-
Sebastian le dijo a Gerard.
Adam notó la expresión de rechazo en el rostro de Gerard. Por lo que Luke
le había contado, Gerard provenía de una familia muy estricta que la verdad no
tomó muy bien cuando salió del armario con ellos.
Gerard les entregó unas entradas. —Son para el show. Tratad de no
perderlas o venderlas. —Pidió a sus amigos.
—Debemos reunirnos con el promotor —les dijo Adam—. Fue un placer
conocerlos.
Todos se volvieron a saludar y Jean-Sebastian y Henry se fueron.
Los de seguridad y su equipo bajaron del autobús y ayudaron a sacar los
demás instrumentos para la banda de acompañamiento de los Kerry.
Adam se encontró con el promotor y todos se sentaron en la sala de
descanso para ver el concierto hasta que llegara el turno de los Kerry.
El maquillador que Tory había contratado, se ocupó de los hermanos y de
Gerard mientras estaban en el vestidor.
Estaba oscureciendo cuando los Kerry subieron al escenario, vestían
pantalones de mezclilla, chalecos, camisetas blancas, y botas. Gerard sabía 185
cómo vestirlos para que el público los notara.
La multitud se volvió loca con estos hermosos chicos, a medida que hacían
estremecer al Cajundome con las nuevas canciones que Gerard los había
forzado a aprender.
—Hay que darle a la gente lo que quiera. —Gerard les había explicado
cuando Jonas y Frankie se quejaron por tener que aprender melodías Cajún.
Adam apostaba que los caprichosos hermanos no volverían a quejarse
sobre cambiar de categoría musical.
Todos y cada uno de los instrumentos se guardaron en el autobús y en la
camioneta. Adam recibió el pago de todos por el concierto y regresaron a New
Orleans.
Gerard se quedó en casa de Luke y Adam decidió pasar la noche con su
novio porque estaba de verdad muy cansado para conducir hasta la suya.
Alcanzaron a recoger a Kalen antes de regresar a la casa. El menor de los Kerry
se despertó cuando Adam lo llevaba a la casa.
—¡Adam! —dijo Kalen con entusiasmo.
—Hey, chico.
Frankie pasó junto a Adam.
—Hey, Frankie —dijo el pequeño.
Adam notó la claridad con que Kalen hablaba. Se sentía mal por tener que
sacarlo de la guardería puesto que estaba aprendiendo mucho allí. La niñera
tendría que seguir enseñándole mientras estaban de gira y él había comprado
algunos videos de preescolar para ponerlos en el DVD del autobús, mientras
viajaban.
Kalen se volvió a dormir en cuanto entraron.
Jonas lo cargó y lo acomodó en la cama.
—¿Quieren algo de comer? —preguntó Frankie—. Hay unos Camarones
Creole o puedo preparar unos sandwiches.
—Sandwiches. —Todos acordaron.
Frankie se fue a la cocina.
186
—Voy a ducharme —anunció Jonas. Se fue en dirección contraria a
Frankie.
—Tal vez lo acompañe —comentó Sean—. Podría necesitarme para lavarle
el pelo.
—Sí, sí —dijo Adam—. Traten de no despertar a Kalen. —Se fue a la
cocina para encontrarse con Frankie.
Frankie ya tenía la barra de pan cortada, tostada y acomodada en los platos.
Empezó poniendo rebanadas de carne, lechuga, tomate, pepinillos y mucha
salsa picante.
Jonas y Sean se unieron en cuanto Frankie dejo los platos en la mesa junto
con las papas fritas. Trajo cervezas para Adam y Sean. Jonas y el bebieron agua
embotellada ya que estaban cuidando su dieta. Adam reviso el tamaño de los
sandwiches y pensó que podría, de hecho ganaría, unas cuantas libras por
comerlo.
—Hace mucho tiempo que no tengo un sandwich de carne asada como este
—comentó Adam después de comerse casi la mitad de su comida—. Tal vez
debería abrir un restaurante en el hotel y permitirte ser el cocinero.
—No, gracias —dijo Frankie—. Con las clases de administración me basta.
—¿Cómo te fue en la prueba?
—Obtuve una A.
—Estoy muy orgulloso de ti. Ahora mis amigos no me molestaran por
quererte solo por tener un rostro bonito. Puedo presumir que también tienes una
mente brillante.
—Gracias —comentó Frankie sarcásticamente—. ¿Hablas de mí con tus
amigos?
—Claro que sí —dijo Adam—. Estoy saliendo con un joven y sexy estrella
del pop. Mis amigos tienen mucha envidia.
Frankie se limitó a mover la cabeza y siguió comiendo.
—También obtuve una A —dijo Jonas. 187
Sean se acercó y lo besó en la mejilla. —Sabía que bajo todo ese atractivo
también eras muy inteligente.
Jonas le pegó en el brazo a Sean mientras Adam y Frankie se reían de
ellos.
Frankie limpió la cocina y luego fue a revisar a Kalen.
Sean fue directo a la habitación de Jonas, mientras Adam fue a la suya para
ducharse. Después fue a la de Frankie. Él había puesto la radio y la música soul
se escuchaba en toda la habitación.
Frankie recién salía de la ducha.
Adam lo empujo a la cama. —Es mi turno de estar arriba.
—¿Estás seguro que sabes que hacer? —preguntó Frankie mientras se
volteaba sobre su estómago y luego se puso de manos y rodillas.
—¿Dónde esta el lubricante? —le preguntó Adam.
Frankie señaló la mesita de noche. —Búscalo tú —dijo con una sonrisa
seductora.

188
Capítulo Veinte

Para los Kerry tocar en el Superdome de New Orleans podría no significar


gran cosa ya que vivían en esa ciudad, pero para Adam de verdad significaba un
gran logro que un grupo tan joven y prácticamente desconocido tocara allí. El
evento, el primer festival Deep South Music, Extravaganza19. Habría un montón
de bandas y músicos locales y muchas más populares que encabezan el cartel.
Esta sería la oportunidad de Jonas, Frankie y Gerard para demostrar que estaban
a la altura para ser la atracción principal en un futuro próximo. Ellos tres ahora
mismo estaban en el estudio de grabación afinando detalles de su siguiente CD.
Al primero le estaba yendo muy bien y subía en las listas. Tory quería que este
próximo se lanzará en cuanto los Kerry regresaran de su primera gira.
—Vamos, chicos y esta vez hagámoslo bien. —Elton, el arreglista musical
les dijo a los tres.
Con una balada cantada por Frankie y estarían a punto de terminar la
edición del CD.
Para cuando la última palabra salió de la boca de Frankie, Adam se dio
cuenta que esa canción los haría ganar una nominación al Grammy. Podría decir
que también Tory pensaba eso cuando vio las lágrimas en sus ojos. Adam
apartó la mirada, tratando de no avergonzar a su viejo amigo.
—Terminamos —dijo Elton.
Tory ya había recuperado la compostura. —Eso fue fantástico, caballeros.
Ahora regresen a su casa y descansen para la presentación de hoy en la noche.
Tienen que estar en el dome a las cinco.
Los Kerry guardaron sus cosas. Frankie y Jonas siempre llevaban el violín
y la guitarra con ellos en lugar de guardarlos en el autobús con el resto del
equipo y los instrumentos. Por desgracia, Gerard no podía hacer eso porque en
la camioneta no había suficiente espacio para su batería.
19
El Deep South Music es un festival que se efectúa en diversos estados sureños de Norteamérica, Louisiana.
Alabama, Tennessee, Kentucky, Louisiana y Mississippi, se supone que cada uno de estos estados tiene música
189
característica e influenciada por los otros, en general desde el blues, soul, jazz y las deformaciones blue grass
así como el rock 'n' roll, gospel, folk y otros. Durante todo el año se promocionan eventos de difusión para
estos géneros, algunos llegan a ser masivos. Extravangaza solo es un titulo adicional de la autora ^^
—¿Tienen hambre? —preguntó Sean.
Todos dijeron que sí.
—No los lleves a comer algo muy pesado —advirtió Tory—. No quiero que
a alguien le duela el estómago antes de la presentación.
Adam estuvo de acuerdo.
—¿Ensalada o sandwich? —preguntó Sean.
—Sandwich —respondieron todos.
Sean los llevo a comer a uno de los restaurantes más populares en Poydras,
luego todos se fueron a casa para dormir unas horas.
Adam decidió pasar por el hotel y revisarlo, ya que el lunes se reuniría con
su gerente para ver a quien dejaría a cargo cuando estuviera de viaje. Su
hermano, David, había aceptado ir a revisar el hotel cuando no estuviera en la
corte. También se había comprometido a verificar que los pagos se hicieran a
tiempo y estaría allí si el gerente tenía algún problema.
—Estoy ansiosa por ver a los Kerry tocar esta noche. —Linda, la secretaría
de Adam le dijo cuando llegó a la oficina—. No puedo creer que esos pequeños
tan adorables hayan llegado tan lejos. Y todo porque decidiste darle a unos
niños sin hogar una habitación durante un fin de semana.
—Sí, me alegro de haberlo hecho. No se que les habría sucedido si no lo
hubiera hecho.
—¿Están emocionados? —preguntó Linda.
—Sí, pero tratan de hacerse los valientes frente a mí. A pesar de que
tocaron en el Cajundome, no hay nada como la audiencia de New Orleans.
Todos sus amigos estarán allí hoy en la noche. —Eso incluye a Myron, a quien
no había visto desde la tarde del festival cuando el jovencito intentó seducir a
Frankie para que se fuera con él. Jonas había insistido en que él tenía que estar
también ya que eran buenos amigo. Al final, tuvo que ceder ya que Jonas nunca
antes le había pedido algo.
—Oh, olvidaba decirte. El Sr. Washington llamó antes. Quería que le 190
devolvieras la llamada en cuanto pudieras.
«¿Nico?» ¿Por qué lo llamaría después de como lo había sacado la última
vez que vino al hotel? Adam estuvo tentado de marcarle a su ex novio para
saber que quería, pero lo pensó mejor. La otra vez casi pierde a Frankie y estaría
destrozado si pasaba por eso de nuevo. Nico podía quedarse esperando. —
¿Cualquier otro mensaje?
—Sí, tu madre llamó para desearles a Frankie y a ti buena suerte y dijo que
te vería mañana.
Después del concierto, los promotores de Extravaganza darían una fiesta
para los artistas y sus amigos en uno de los salones de baile del Dome. Allí
habría muchos medios de comunicación y a los Kerry podría servirles estar ahí.
La llamada a su madre la haría en cuanto regresara. Adam entró a su oficina,
encendió la luz y se sentó ante su escritorio. La luz roja de su teléfono
parpadeaba continuamente, lo cual significaba que tenía mensajes. Pulsó el
botón. La primera llamada era de Nico.
—Lamento haberme metido entre Frankie y tú. Te deseo toda la felicidad
del mundo y espero que esta noche los Kerry sean un rotundo éxito en el dome.
También espero verte allí. —El mensaje terminó.
«No si yo te veo antes». Adam borró el mensaje. Después de escuchar el
resto, regresó las llamadas incluyendo la de su madre. Salió del hotel cuando se
habían resuelto todos los asuntos que surgieron, se detuvo en la tintorería para
recoger sus trajes y luego pasó por el estilista para que le arreglara el pelo.
Desde el numerito con Nico, había dejado de ir con él para arreglarselo. Por fin
regreso a casa y puso la alarma a las 3:00 pm. Se metió a la cama y tomó una
muy necesaria siesta.

El teléfono de Frankie sonó exactamente a las 3:01. —¿Hola? —Era


Adam—. Ya me desperté. ¿Cómo sabías que aun estaba dormido? Sí, dormí un
rato. 191
Se incorporó.
—Mejor iré a ver si Jonas y Sean ya se despertaron. No tarda en llegar
Kalen y quiero pasar un rato con él antes de que tenga que volver a irse con
Amanda. —Se sentía mal. Últimamente parecía que todos los días Kalen iba a la
guardería y luego con la niñera y no pasaba suficiente tiempo de calidad con
Jonas y con él. Hizo una nota mental para corregir eso. No quería que su
hermanito se sintiera desatendido y olvidado por ellos—. Te veré en el dome.
—Termino la llamada con Adam y fue a la cocina. Después se encontró una
nota de Jonas donde decía que él y Sean habían salido y se habían llevado a
Kalen para comprarle un helado. Frankie decidió tomar una ducha y lavarse
bien el pelo antes de que Jonas volviera y acaparará toda el agua caliente.
Amaba muchísimo a su hermano mayor, pero el de verdad era una diva cuando
se trataba de su apariencia y de su cuerpo. Y Sean simplemente lo consentía
demasiado. Confiaba en que Jonas estuviera tomando su medicación para que
esta noche no tuviera problemas respiratorios en el escenario.
Justo cuando se metía en la ducha, Frankie escuchó como se abría y
cerraba la puerta principal. Jonas podía cuidar a Kalen un rato más hasta que
terminara de ducharse y vestirse. Luego iría por fin a jugar con el pequeño.
—¡Frankie! —dijo Kalen con entusiasmo cuando lo vio. No tenía ni una
sola mancha de helado, eso significaba que Jonas lo había limpiado.
—Hey, hermanito.
Kalen se le acercó y le acarició la mejilla.
—Le enseñe a hacer eso. —Sean se jactó—Es una caricia para las niñas.
A Frankie no le importó lo que dijo Sean. Cargo a Kalen, lo abrazó y le dio
un gran y largo beso en la mejilla a su hermanito.
Kalen gritaba de alegría. —Frankie huele bien.
—Acabo de tomar una ducha —mencionó. Y olió a Kalen—. También
hueles bien. ¿Jonas te dio un baño?
Kalen asintió. —Echó agua en mi pelo.
192
—Tenía helado encima —dijo Jonas en su defensa. Sean y él estaban
sentados en el sofá de la sala viendo videos de Hip-Hop y fingiendo ser cool.
Frankie fue a sentarse en uno de los otros sillones con Kalen.
Kalen se bajó de su regazo, se acercó a la televisión y empezó a brincar
con la música.
—Este niño definitivamente tiene ritmo —comentó Sean.
La canción terminó. Kalen aplaudió y luego beso a la pantalla de televisión
y a la chica que presentaba los videos.
—También tiene buen gusto en mujeres, algo que ninguno de sus
hermanos parece tener —continuó Sean.
Jonas le dio un golpe en el brazo.
—Ouch, solo bromeaba. —Sean se defendió.
—También pienso que la presentadora es linda —comentó Jonas. Y se
acomodó el cabello.
—Si tanto te gusta, ¿por qué no te casas con ella? —bromeó Sean.
—Tampoco me gusta tanto —dijo Jonas—. No tiene el equipo indicado
para mantenerme atento.
—Ooh, ¿imagino que esta semana obtuviste una A en la clase de inglés? —
dijo Frankie—. Dijiste mantener.
—Gracias, me va muy bien en la universidad —comentó Jonas—. ¿Y a ti?
—Me entretengo —dijo Frankie, viendo como Kalen seguía bailando—.
Pero Kalen crecerá y se convertirá en juez del Tribunal Supremo.
—O en un bailarín —dijo Sean—. Que lastima que no podamos llevarlo
esta noche. Apuesto que le encantaría verlos en el escenario.
—Podemos mostrarle el video. Trata de conseguir una copia.
—Ese no es mi trabajo, hombre —comentó Sean, jugando con un mechón
de pelo de Jonas.
193
—¿Entonces cuál es tu trabajo? —cuestionó Frankie. Se inclinó cuando
Sean le arrojó un cojín.
—Mantener feliz a Jonas —respondió.
Jonas asintió conforme.
Frankie frunció el ceño en broma. —Aplaudo tus esfuerzos. Jonas es
demasiado para manejar.
—Te odio, Frankie —le dijo su hermano.
—Te odio, Frankie. —Kalen repitió.
Frankie se le quedo viendo. —¿Disculpa? ¿Dónde aprendiste eso?
Kalen se rio.
Sonó el timbre de la puerta y Frankie fue a abrirla. Gerard y Luke estaban
ahí.
—Pasen —dijo—. Estamos en la sala viendo videos.
—¿Sabes algo de Adam? —preguntó Luke.
—Sí, llamó hace como una hora —respondió Frankie—. Debería llegar
pronto.
Luke y Gerard entraron a la casa.
—Este lugar está siempre tan limpio —afirmó Luke—. ¿Seguro que no
tienes una sirvienta?
—Sí, se llama Frankie —comentó Sean comentó y se levantó para ir a
saludar a los otros dos hombres. Se estrecharon las manos—. Es un demonio de
la limpieza. Incluso limpia las ventanas. —Hizo una pausa—. Te lo
prestaríamos, pero Jonas podría extrañarlo.
—No, no lo extrañaría —dijo Jonas con sarcasmo.
El timbre volvió a sonar. Frankie rodó los ojos y fue a abrirla. Esta vez era
Adam. Fue recompensado con un gran beso por abrirle. —Hey, amor, ¿estás
listo para el debut?
—Sí —respondió, aún seguía un poco sorprendido por tener un chico tan
sexy como amante. Adam se veía muy elegante con ese traje azul marino y
camisa blanca con gemelos de diamantes. El hombre sin duda convertía la 194
elegancia en una ciencia—. Jonas quiere regalarme con Luke para limpiar su
casa.
—No antes de que limpies la mía —dijo Adam cuando entraron a la sala—.
Que bueno que todos estén aquí. Llevemos a Kalen con Amanda y vayamos al
Superdome. Es hora de la fiesta.
Todos se levantaron. Sean llevó a Kalen y Jonas llevó su mochila. A los
ojos de Sean, Kalen ya era un niño grande y se había deshecho de la pañalera. A
Frankie le parecía que Sean se estaba convirtiendo en un padre. Fue a revisar las
puertas y ventanas y puso la alarma de seguridad al salir. Todos subieron a la
camioneta y Sean la sacó de la calzada para ir a la casa de Amanda. Kalen
tendría una fiesta de pijamas con Jonathan, el sobrino de Amanda. Él y Kalen
rápidamente se hicieron amigos. Ni siquiera se despidió cuando llegaron.
Jonathan lo vio y corrió a encontrarse con él.
—¿Deberíamos preocuparnos? —preguntó Sean.
—Naw —dijo Jonas—. Al niño le gustan las damas. Lo viste besando a la
chica de la televisión.
—¿Estaba besando a las chicas que salen en televisión? —Preguntó
Adam—. ¿A quien ha estado viendo besándose?
—Frankie. —Sean y Jonas dijeron al mismo tiempo.
Frankie frunció el ceño. —Dios, ustedes dos son como uña y mugre.
Incluso mienten al mismo tiempo.
—¿Con quién te has estado besando? —le preguntó Adam y lo tomó de la
mano empujándolo a la camioneta.
—Con nadie —dijo Frankie rápidamente—. ¿No te dije hace rato que
estaban intentando deshacerse de mí?
Sean se rio de forma amenazadora cuando todos regresaron a la camioneta
y se dirigieron a Poydras. Cerca del dome había mucho tráfico. También las
aceras estaban atestadas con personas que iban a ver su presentación. Había
personal de seguridad dirigiendo el tráfico. El bus de su equipo los alcanzó
junto con sus guardaespaldas. Adam se bajó de la camioneta para indicarles cual
era la entrada que tenían que usar.
Frankie estaba muy emocionado al ver a muchos de sus artistas favoritos 195
tras bastidores. Intento actuar indiferente, pero deseo haber traído su libreta de
autógrafos.
Los Kerry estaban programados para presentarse inmediatamente después
del primer intermedio. Adam creía que era un momento perfecto, ya que las
personas aún tendría mucha adrenalina para ese momento. Lo siguiente que
Frankie supo es que Jonas, Gerard y él fueron llevados a los vestidores y luego
al estilista para que finalmente los maquillaran. Los organizadores de
Extravaganza habían dispuesto todo. Frankie estaba muy contento de haber
evitado que Gerard y Luke los hicieran vestir de cuero para su debut en New
Orleans. Gerard vestía de blanco, Jonas de azul y el tenía el honor de vestir de
rojo.
—Al público le encanta todo lo que tenga que ver con Estados Unidos. —
Gerard les aseguro.
—¿Por qué Luke y Adam me miran así? —Preguntó Frankie—. ¿Mis
pantalones son demasiado ajustados?
—No, sólo están siendo estúpidos —comentó Gerard—. Te ves sexy. El
rojo resalta tus mejillas y hace que tus ojos brillen.
Jonas asintió.
Frankie les habría creído si no se hubiera dado cuenta que también otros
tipos lo estaban observando. Se revisó en uno de los espejos. Se veía muy bien
con ese color. Y podía moverse con esa tela. Movió las caderas y se puso de
cuclillas para asegurarse de que los pantalones no se romperían a mitad de su
presentación. Literalmente, los chicos se detenían en seco.
—Tal vez no deberías hacer eso —dijo Gerard—. Estas llamando mucho la
atención.
Frankie dejó de moverse y las personas regresaron a lo que hacían.
—Chicos, no me gusta ser portador de malas noticias —comentó Jonas—.
Pero hay unas chicas mirándonos.
Frankie y Gerard miraron a todos lados.
Efectivamente, un grupo femenino los estaba mirando y saludándolos.
—No te asustes, Jonas. Te protegeré —dijo Frankie con una sonrisa.
196
—Una de ellas te está saludando, Frankie —replicó Gerard.
Frankie le devolvió el saludo para ser amable.
Una de las chicas empezó a saltar de alegría cuando las demás la
felicitaron por llamar la atención de Frankie.
—Adam está a punto de asesinarte —dijo Jonas, mirando en otra dirección.
Frankie volteó a ver a Adam y tragó. Su novio no parecía contento.
—Eres bienvenido a esconderte en mi casa —comentó Gerard—. Parece
que Adam está a punto de estallar.
Un coordinador vino a darles indicaciones. Empezó a dirigir a los grupos a
distintas salas.
Adam se acercó, tomó de la mano a Frankie y lo atrajo hacia sí. —Tú te
quedas junto a mí para vigilarte.
—Sí, bebé —dijo Frankie para ganarse un indulto.
Jonas y Gerard simplemente se rieron de él.
La sala a la que fueron trasladados tenía una gran pantalla de televisión
para que pudieran ver el show, además de comida y bebidas. Afortunadamente,
el grupo femenino fue a otra sala. Adam seguía sentado muy cerca de él. El
aroma de su colonia hizo que Frankie sintiera mariposas en el estómago. «Por
favor, no quiero tener una erección con estos pantalones tan ajustados».
Alejó su concentración de su novio y la puso en la pantalla. El show había
comenzado y el primer grupo estaba en el escenario. Empezó a ponerse ansioso
una hora más tarde. Deseaba mucho besar a Adam y también quería hacer cosas
traviesas con el hombre. Se removió en su asiento.
—¿Estás bien? —le preguntó Adam.
—Sí —mintió Frankie.
Gerard y Jonas lo miraron y se rieron.
«Mierda, ¿se dieron cuenta?» —Disculpa —dijo y se levantó. Fue al baño
de hombres y metió las manos en agua fría. Eso le funcionaba a algunos. Ya que
estaba allí, usó el inodoro y se luego se volvió a lavar las manos. Unos segundos
más tarde se reunió con sus amigos. Más personas habían salido de las salas y 197
aparecían en el escenario.
—Hey, ¿esas chicas no son las que coquetearon contigo, Frankie? —
preguntó Jonas.
Adam se acercó.
—¿Que chicas? —preguntó. Si Adam no dejaba de moverse, tendría que
buscar una sala vacía y hacerlo con él.
El MC las anunció como Cinnamon. Las jovencitas comenzaron su
presentación.
—Hey, son buenas —comentó Gerard—. La morena canta bien. Tal vez
ustedes dos podrían grabar una canción juntos, Frankie.
Bien, no sabía que hacer con estos dos idiotas, pero al final, los haría pagar
por esto.
—¿Te gustaría eso? —preguntó Adam.
—No —respondió Frankie rápidamente.
—Buena respuesta. Ustedes demonios, dejen de querer meterlo en
problemas.
—No estamos haciendo nada, ¿verdad Jonas? —interrogó Gerard.
—Sí, estamos haciendo algo —respondió.
Gerard se rio. —Haré que uses ropa de cuero la próxima vez.
—Ya es tiempo del intermedio —anunció Luke—. Mejor dejen de jugar y
prepárense.
Frankie se levantó de su asiento.
—Habla con una sola chica y te ataré a la cama. —Adam le advirtió.
Gerard siguió riendo.
Frankie no veía lo gracioso de la amenaza. De algún modo, supo que lo
que Adam había dicho iba en serio.

198
Capítulo Veintiuno

—! Señoras y señores, haciendo su debut en New Orleans, Louisiana, cuna


del Soul, los Kerry!
Cuando el telón se abrió Adam sentía que tenía las palmas sudorosas.
Estaba tan nervioso y tenía la esperanza de que al público le encantase su grupo.
Los chicos comenzaron a tocar y el público les aplaudió. Tocaron dos
canciones de su reciente CD y la multitud cantó con ellos.
—Buenas noches, damas y caballeros, gracias por venir —dijo Jonas—. Me
gustaría presentarles a los miembros del grupo. Tras de mí y en la batería,
procedente de Lafayette, Louisiana, está Gerard Tyler. —Presentó a los otros
guitarristas y a los trompetistas—. A mi izquierda, tocando el violín, esta mi
hermano menor Frankie Kerry. —La multitud enloqueció y corearon el nombre
de Frankie.
—Apuesto a que se ruboriza. —Adam le comentó a Luke—. Aun no
soporta la atención.
—Y yo, mi nombre es Jonas.
Las mujeres en el público gritaron.
—Uh-oh, Sean —exclamó Adam—. Jonas ya cuenta con club de fans y
parece que son puras mujeres.
—Te odio, Adam —comentó Sean.
Adam se rio.
—Haremos un cambio con la siguiente canción que es una balada. —Jonas
continuo.
Las mujeres seguían gritando.
Comenzó a tocar los primeros acordes de "All My Life" en el piano.
La multitud enloqueció y las mujeres se levantaron de sus asientos para 199
acercarse al escenario. Los de seguridad evitaron que subieran.
Frankie comenzó a cantar y Jonas y Gerard entraron en los coros.
—Se escuchan muy bien —comentó Luke y empezó a lagrimear.
Frankie tomó el micrófono y se movió por todo el escenario, cantando para
la audiencia y para las chicas que estaban más cerca del escenario. —¡I really
love you!
Las mujeres le gritaban como si él les estuviera cantando sólo a ellas.
El público siguió cantando con ellos y levantaron sus glow sticks20 que
transformaron el dome en un mar de color rojo.
—Espero que lo chicos de video estén grabando esto —dijo Adam.
—Eso hacen —respondió Sean—. Les prometí cerveza.
Los Kerry siguieron con "If You Think You're Lonely Now" antes de que
la audiencia se calmara. Frankie se puso unos lentes oscuros y habló cuando la
intro comenzó para luego cantar.
Adam sentía escalofríos recorriendo su cuerpo mientras Frankie cantaba
esta conmovedora canción. Se apoderó del escenario, poniéndose de rodillas y
cantando con el corazón.
—Más tarde, cuando lo lleve a casa, voy a darle muchos besos —dijo
Adam con orgullo.
Frankie se levantó y siguió cantando hasta el final.
La multitud comenzó a saltar y a gritar al compás —Kerrys, Kerrys.
—Gracias a todos —dijo Frankie—. Para nuestra última canción, vamos a
regresar muy atrás en el pasado, probablemente mucho antes de que cualquiera
de nosotros hubiésemos nacido. Esta canción es para nuestro hermanito Kalen.
No estamos en casa para decirle buenas noches, pero espero que esté
mirándonos. Hey, Kalen, soy yo, Frankie. Esto es para ti.
La banda empezó a tocar " A Lover's Concerto", Gerard bajó de la batería
y comenzó a dirigir la canción puesto que su voz era más alta que la de los
hermanos.
—También le daré muchos besos más tarde —dijo Luke—. Estoy saliendo
con un artista. 200
20
los glow sticks son unos tubitos que cuando los doblas se iluminan, suelen obsequiarlos en conciertos, pero
también los dan en fiestas de centros nocturnos.
—Ustedes dos están tan locos —dijo Sean, aplaudiendo y silbando a los
Kerry mientras bajaban del escenario. La multitud empezó a pedir un bis.
—Apuesto a que están muy emocionados —dijo Adam. No soportaba tener
que esperar a que el concierto terminara.
Para medianoche la gente ya había salido del dome y la fiesta siguió en uno
de los salones. Los Kerry tuvieron que cambiarse los atuendos y ahora vestían
trajes. El grupo femenino Cinnamon, se acercó a ellos y la morena estaba
parada muy cerca de Frankie. Por ningún motivo iba a perder a su nene por una
chica. Adam se fue acercando para escuchar de qué hablaban. Se paró junto a
Frankie.
—Hey —le dijo Frankie—. ¿Nos viste?
—Si —respondió Adam—. Estuvieron impresionantes. Vamos a bailar.
—No podemos —le recordó—. Tory se pondrá furioso.
—No si estamos bailando en grupo. —Señaló—. Están haciendo una
coreografía. Anda, te enseñare a bailar el Electric Slide21.
Adam no idea tenía de sí Frankie conocía ese baile. No apartó la mirada de
su joven amante mientras movía esas estrechas caderas suyas.
Gerard y Luke se unieron a ellos. Jonas y Sean también.
Adam siguió vigilando a Frankie debido a que las chicas de Cinnamon
también lo observaban. La siguiente canción que pusieron fue Cupid's Shuffle.
Adam, Luke, Sean y Jonas salieron de la formación para tomar aliento. Los dos
más jóvenes, Frankie y Gerard siguieron bailando.
—No me dijiste que Frankie pudiera bailar así. —Adam le comentó a
Jonas.
—No preguntaste —respondió.
—Sabe moverse y también hace Twerk —dijo Sean.
Adam lo miró con extrañeza.

201
21
Se refiere a una coreografía muy sencilla, empiezas pasos a la izquierda, luego a la derecha, vuelta y hacia
un flanco repites pasos a la derecha y luego a la izquierda, vuelta, hacia el otro flanco y repites, en general este
paso y este baile es mas común para música country y hay bastantes tutoriales para aprenderlo ^^
—¿Qué? Vivo en la misma casa. Y siempre está bailando con Kalen.
Las jovencitas de Cinnamon se acercaron a Frankie y a Gerard.
Con suerte bailarían la siguiente.
Las chicas de Cinnamon hacían del baile una ciencia.
Frankie se puso detrás de la morena y Gerard se quedó una rubia.
Jonas evitó que Adam y Luke hicieran algo estúpido. —Calma, sólo están
bailando.
—Frankie es muy bueno en eso —señaló Sean, agregando sal a la herida.
—Demasiado bueno —dijo Adam molesto. Casi todos en ese lugar estaban
bailando o mirando.
La siguiente era una canción lenta y ambas chicas convencieron a Frankie
y Gerard de bailar con ellas.
La canción que continuó, Adam nunca la había escuchado. Y el video se
proyectaba en una pantalla.
—Hey, es Taeyang. —Gerard comentó cuando Frankie y el por fin se
deshicieron de las chicas.
—¿Quién demonios es Taeyang? —preguntó Adam.
—Es un cantante coreano —respondió Frankie—. De Big Bang.
—¿De The Big Bang Theory22?
Frankie frunció el ceño. —Sólo mira en la pantalla.
Las mujeres en la sala empezaron a gritar.
—Me encanta su pelo —comentó Frankie.
—A mi también. —Gerard estuvo de acuerdo.
El cantante tenía un peinado Mohawk23 platinado.
Frankie y Gerard empezaron a hacer el baile de Ringa Linga24 con el chico
en la pantalla.
202
22
Serie de la televisión estadounidense.
23
Estilo de corte de pelo mohicano.
Cuando el video terminó, un camarero se acercó con bebidas. A los
chiquillos les dio refrescos y los adultos tuvieron auténticas bebidas.
«Champagne. Sí, justo lo que necesito». Y la noche podría haber sido perfecta
si no hubiera visto a Myron y un chico dirigiéndose hacia donde estaban. Miró a
su derecha. Y también Nico y un chico se acercaban. Adam se acercó a Frankie.
—No quiero angustiarte, pero Nico Washington está aquí.
—Sí, lo sé. Lo vi hace rato —dijo Frankie—. También Myron esta por aquí.
—Lo vi —dijo Adam—. Jonas lo invitó.
Myron se acercó a Jonas y a Sean. El otro chico con él era alguien
atractivo y le recordaba un poco a Frankie, excepto que Frankie era mucho más
atractivo y lindo.
—Podemos salir de aquí si te es incómodo esto —dijo Frankie.
—Estoy bien —comentó Adam—. Es el amigo de Jonas. Así que
eventualmente ustedes tendrían que hablarse.
—No, lo digo por Nico. Viene hacia aquí.
Adam volvió a mirar hacia su derecha. Efectivamente, Nico caminaba
entre la multitud. Él y el chico con quien estaba, vestían chaquetas blancas a
juego con pantalón negro. Nico había perdido más peso y llevaba el pelo un
poco más largo.
—Buenas noches —dijo cuando por fin llegó a donde estaban ellos—. Gran
espectáculo, Frankie.
—Gracias —expresó desde atrás de su vaso de refresco.
—Nene, hay alguien que me gustaría presentarte. Él es mi amigo Adam
Montgomery. Es propietario del Montgomery Arms Hotel cerca de CBD25 y el
es Frankie Kerry.
Adam estrecho la mano del hombre.
—Hola, mi nombre es Solomon Turk. Es un gusto conocerlos a ambos.
Nico me ha hablado mucho de ti.
203
24
Sencillo lanzado por el cantante surcoreano Taeyang.
25
CBD es una abreviación para referirse al Distrito Central de Comercio, -de New Orleans- en Ingles: Central
District of Bussines, la mayoría de las ciudades mas grandes de Norteamérica tienen el suyo.
Adam miró a Nico por algún tipo de confirmación. —¿A qué se dedica, Sr.
Turk? —Se dio cuenta que ambos hombres observaban a Frankie. Era como si
su ex amante fuera a intentar exponer a Frankie en un lugar público.
—Dirijo una agencia inmobiliaria. Y acabo de venderle a Nico una bonita
casa en Stonebridge.
Stonebridge era un fraccionamiento privado al otro lado del río Mississippi
en el otro extremo de New Orleans. —Felicitaciones. —Adam les dijo a ambos.
Un camarero volvió a pasar con más champagne.
Nico y Solomon tomaron una copa y luego también Adam.
Frankie negó cuando el camarero se le acercó.
—¿Qué pasa Frankie? ¿No te gusta el champagne? —preguntó Nico.
—No, no he desarrollado gusto por el licor —respondió—. Además no soy
tan viejo como ustedes.
Solomon se rio.
—Frankie apenas tiene dieciocho años. —Adam comentó orgulloso.
—Yo te ayude a descubrirlos —dijo Nico.
Adam no podía negar eso. Si aquel día Nico no hubiera escuchado a
Frankie y a Jonas cantando en el parque, no lo habría conocido. —Y estaré
eternamente agradecido por eso —respondió Adam—. Me aseguraré de darte el
crédito en la biografía de Frankie.
—¿Cómo esta Kalen? —preguntó Nico ignorando el comentario de Adam.
—Está creciendo muy rápido —respondió Adam aunque sabía que Nico
hizo la pregunta a Frankie—. Ya camina y también habla y se está convirtiendo
en un niño tan adorable.
—Desde el principio siempre estabas con él —dijo Nico.
La morena regresó y Frankie se fue a bailar con ella otra vez.

204
Jonas y Sean seguían con Myron y su amigo. Así que tuvo que quedarse
con Nico y Solomon. Y Nico se estaba empezando a poner negativo. —Sí,
espero un dia tener un niño como él. Pero hasta entonces, me gusta ser el tío
Adam.
Nico frunció el ceño. —Oh, vi a Jonas. ¿Cómo esta?
—Bien —respondió Adam.
Nico le indico a Solomon quien era Jonas. —Él tiene el pelo tan hermoso.
Tal vez me deje crecer mas el pelo.
Tanto él como Solomon se quedaron viendo a Nico.
—No lo hagas —dijo Solomon a Nico—. Pienso que te ves perfecto tal y
como eres.
Relación comprobada. Solomon era el nuevo amor de Nico. —Escucha a
Solomon —dijo—. Ese estilo es para las generaciones más jóvenes. El pelo
corto resalta tus hermoso ojos y tus exquisitas facciones, ¿no crees, Solomon?
Nico levantó una ceja como preguntándose qué era de lo que hablaba.
—Sí —respondió el hombre—. Tu rostro fue lo primero que note. Mis
amigos están tan celosos de que conseguí atrapar a alguien tan bien parecido.
—Además es un muy buen estilista —agregó Adam.
—¿Él te arregló el pelo? —Preguntó Solomon—. Se te ve muy bien.
—No —respondió Adam—. Encontré un chico cerca de casa, pero no lo
hace igual que Nico.
—¿Ella es la novia de Frankie? —preguntó Nico. Señalando hacía la pista
de baile.
—No —dijo Adam, y volteó a ver a Frankie que estaba bailando con la
cantante—. Sólo son amigos.
—Pero se ven tan bien juntos —mencionó Nico—. Apuesto que terminan
saliendo.
—Tal vez —Adam dijo. 205
Gerard y Luke se acercaron a ellos.
—Oh, dios —exclamó Solomon cuando vio a Luke.
—Tory está buscándote. —Luke le dijo a Adam.
Solomon miró a Luke. —¿Ustedes son hermanos?
Adam los presentó. —Señores, el es Luke Austin, mi asistente y Gerard
Tyler, el bateria de los Kerry.
—Es un gusto conocerte —dijo Nico con la mirada fija en Luke e
ignorando a Gerard—. Tú y Adam se parecen mucho, como para ser parientes.
—Ve a buscar a Frankie —Adam le dijo a Gerard. La canción terminó y no
veía por ningún lado a Frankie o a la chica.
—Deja que el niño se divierta un rato —dijo Nico—. Las mujeres se
mueren por conocerlo.
—Voy por Jonas —mencionó Luke—. Fue un gusto conocerlos. —Luke se
alejó y fue al grupito de Sean.
Gerard regreso con Frankie. Los dos venían riendo.
—Juntos se ven tan lindos —replicó Nico—. Creo que Gerard es una gran
adición al grupo.
Luke volvió con Sean y Jonas.
—¿Nos disculpan? —Adam pidió—. Tenemos una reunión a la cual asistir.
Por favor, disfruten la fiesta. —Adam llevó a su gente lejos de Solomon y
Nico—. No tengo ni la más remota idea de a dónde tenemos que ir.
—Tory nos dijo que fuéramos a la oficina en la sección de administración
—comentó Luke—. Dijo que allí habría alguien para mostrarnos el camino hacía
la reunión.
Adam simplemente siguió a Luke. Él los guió directamente hacia donde
tenían que ir. Tory y otros prominentes miembros del comité del Superdome ya
estaban ahí.
—Adelante —dijo Tory—. Estuvieron sensacionales —elogió a los Kerry.
Las otras personas en la sala estuvieron de acuerdo. 206
Tory los presentó con todos.
—Jonas, Gerard y Frankie, me gustaría que conocieran a Thomas Avery, el
encargado de los shows en el Superdome.
Thomas Avery era un corpulento hombre caucásico con el pelo entrecano
y largas patillas. Usaba anillos en casi todos sus gruesos dedos. —Es un placer
conocer a tan agradables jovencitos. Esta noche fueron el orgullo de esta ciudad
y consiguieron miles de nuevos fans.
Adam seguía sin saber por qué habían sido citados.
—El Sr. Albertson me ha dicho que están a punto de comenzar su primera
gira. Acabo de enterarme que varias compañías quieren que ustedes
promocionen sus productos. Ya saben, que los elogien.
«Promocionarlos. Cha-Ching26». Adam sonrió. Frankie se vería tan lindo
usando jerseys deportivos y tenis. Tal vez una de esas compañías vendría a
ofrecerles a los Kerry algo para hacerse exclusivos de su marca. Y quizás eso
los llevaría a salir en portadas de revistas. Las posibilidades eran infinitas.
Thomas Avery seguía hablando. —Serán grandes. Todo el mundo
suplicará para que vayan a tocar en sus Estadios.
—Por supuesto que tendré a mis abogados comprobando todo esto —
comentó Tory—. Pero creo que esto sólo se pondrá mejor.
—Y mi hija simplemente está fascinada contigo, Frankie —dijo Thomas—.
Me alegro ver se cayeron bien y que estaban bailando hace un rato.
La sonrisa en el rostro de Adam desapareció.
Frankie ni siquiera parecía sorprendido. Simplemente seguía tranquilo
mientras Adam estaba tan nervioso.
—¿Quién es su hija? —le preguntó Adam.
—Se llama Tierney Avery. Es la cantante principal del grupo Cinnamon.
«Maldición». —También son un grupo talentoso —comentó Adam.
—Tal vez ahora tendré dos cantantes en vez de uno —dijo Thomas,
riendo—. Tal vez podríamos hacer que ambos grupos se presenten juntos
después de que los Kerry regresen de su gira. 207
26
se supone que es la onomatopeya de cuando se abre la caja registradora y se guarda dinero y luego se
cierra. No creo que exista alguna en español...
Adam empezó a sentir un dolor de cabeza. No creía que unos patrocinios
fueran más importantes que su relación con Frankie.
—Sí, señor. —Frankie respondió a algo que Thomas le había preguntado.
Adam frunció el ceño. O quizás podría estar equivocado.

208
Capítulo Veintidós
—Hola, Frankie.
Frankie volteo hacia donde escuchó la voz de Nico. Acababa de entrar a
esa sala vacía en el dome para darse un respiro y nunca se imaginó que alguien
lo siguiera. —Hey.
—¿Estás escondiéndote de Adam?
Frankie movió la cabeza. —No.
—¿O quizás de la linda cantante morena?
«¿Qué este tipo no tiene vida?» —No, sólo vine por un poco de paz y
tranquilidad. —Desde la ventana, la vista era impresionante. Nunca en su vida
había estado fuera de Louisiana y ahora estaba a punto de irse de gira y tal vez
un día viajaría fuera del país. En ocasiones le asustaba la idea de ser exitoso y
crecer.
Nico se acercó y se sentó en un sofá junto a él. —Supongo que esto ha sido
demasiado para alguien de tu edad, ya sabes, ¿de la calle a un palacio?
—Supongo —respondió Frankie, no sabía cuál era el punto. Con palabras
amables o no, Nico seguía siendo el enemigo.
—Adam no te quiere. Él sólo siente pena por ti.
—Eso no es verdad —argumentó Frankie—. Adam no es esa clase de
persona que estaría con alguien por lastima. Y aunque fuera cierto, ¿cómo es
que sigue estando conmigo?
Nico se echó a reír. —No conoces al verdadero Adam. Está contigo porque
eres lindo, joven y tienes buen cuerpo. Eso es lo único por lo que lo mantienes a
tu lado. Pero en cuanto subas un poco de peso y empieces a perder pelo, te
dejará por un chico joven como hizo conmigo. Demonios, podría estar
esperando a que Kalen crezca. Él lo ama.
—Adam no te dejó—dijo Frankie.
209
—Tú lo rechazaste. Yo hubiera sido igual de feliz con sólo ser su amigo. Él
es muy agradable, así que no lo hagas parecer un monstruo. Estoy agradecido
por toda la ayuda que nos diste, pero no me culpes de tu error. Y en caso de que
Adam quiera dejarme, con mucho gusto me haré a un lado porque lo único que
quiero es que sea feliz.
—Mira, no tengo nada contra ti. En parte fue mi actitud lo que hizo que
Adam me dejara. Por lo que, sólo te digo esto para que no te sorprendas cuando
el encuentre a alguien más —dijo Nico.
¿Qué el hombre no escucha?
—Y tienes que pensar en tu carrera. ¿Crees que el mundo aceptara una
relación gay? Ahuyentaras a las mujeres cuando descubran que permites que un
tipo te dé por el culo.
—Ahí está la diferencia entre tú y yo —mencionó Frankie—. No me
importa lo que piense la gente de mí. No puedo evitar ser gay más de lo que tú
puedes. Nacimos de esta forma. Adam es mi manager y aun si rompemos el
seguirá estando en mi vida. Espero que lo entiendas aun si regresa contigo.
Nico se echó a reír. —Eres tan ingenuo y apuesto que ni siquiera eres gay.
Pienso que sólo sientes que es lo que tienes que hacer debido a lo que Adam
hizo por tus hermanos y por ti.
Frankie no creía eso. ¿Si no era gay como es que podía excitarse
simplemente con oler una colonia masculina? ¿Y como iba a explicar la
excitación sexual que sentía estando junto a Adam y no con Tierney Avery?
«Nico sólo intenta engañarme». —Adam no se aprovechó de mí, si eso es lo
que piensas.
—Hace rato te vi bailando con esa jovencita —comentó Nico—. Se veían
muy bien juntos. Mira, hazte un favor y sal con ella antes de que tus fans se
enteren de que duermes con un hombre. Piensa que el escándalo podría afectar a
Kalen.
Golpe bajo al usar a su hermanito para sus argumentos. —Kalen estará
bien. Jonas y yo nos aseguraremos de eso. 210
—¿Pero qué pasará si esto de la música no funciona para ti y Jonas?
¿Crees que Tory mantendrá en su nómina a personas que no le generan
ingresos? ¿Podrías regresar otra vez a las calles?

Para Frankie fue suficiente. —Eso jamás sucederá. Solo estas siendo
mezquino porque Adam me prefirió. ¿Por qué no puedes ser feliz con el Sr.
Solomon? Parece alguien muy agradable. ¿Qué crees que pensaría si supiera
que estabas aquí, tratando de envenenarme contra Adam para poder
recuperarlo? ¿Por qué haces esto?
—Porque Adam y yo estamos muy bien juntos. —Nico respondió
airadamente—. Él y yo habríamos tenido una muy buena vida si tú no hubieras
aparecido. Disfrútalo por ahora, pero cuando se canse de jugar con un niño
regresara conmigo. —Nico se levantó y salió de la sala, dejando a Frankie verlo
cuando salía. Nico estaba loco si creía que simplemente le daría a Adam.

Adam vio salir a Nico de la sala donde Frankie había estado descansando.
Había decidido ir a revisar a Frankie cuando vio a Nico seguirlo, pero se detuvo
en la puerta y terminó escuchando su conversación. Lo que había escuchado,
literalmente, lo había agarrado en curva. El pequeño Frankie Kerry estaba
enamorado de él. Adam no creía haber escuchado esas dulces palabras y supo
que eran verdad porque Frankie no era esa clase de persona que mentiría sobre
algo tan serio.
Frankie salió de la sala y parecía nervioso. Y se acercó hacia Adam.
Adam decidió encontrarse con él a mitad de camino.
—Hey —dijo Frankie.
—Hey. ¿Estás bien? Vi a Nico salir de la sala en donde estabas.
211
—Si, estoy bien —respondió—. No me hizo nada. Sólo trató de hacer que
te dejara.
—¿Lo harás? —le preguntó.
Frankie negó. —No. Me estoy encariñando contigo.

—No voy a ninguna parte. —Adam le aseguro—. Te amo y estás atrapado


conmigo por lo que dure.
Frankie lo recompensó con una hermosa sonrisa. —También te amo. No
importa lo que Nico dijo. Se que tú y yo somos perfectos el uno para el otro.
En ese momento, Adam tuvo que resistir la tentación de besar a Frankie. —
Igual que la mantequilla de maní y la jalea.
Frankie asintió. —Si.
Frankie se veía exhausto. —¿Estás cansado? —le preguntó Adam.
—Sí, pero no creo que podamos irnos porque todos vinimos en la
camioneta.
Adam sacó su teléfono y marcó el número de su chofer. —Soy Adam.
Encuéntrame en Poydras frente al Superdome. —Terminó la llamada—. Ahora
sólo tenemos que encontrar a los demás y decirles que nos vamos.
Gerard y Luke fueron fáciles de localizar. Estaban en la pista de baile entre
la multitud. Cuando encontraron a Sean y a Jonas seguían hablando con Myron
y el chico con el que había venido.
—Hey —dijo Myron en cuanto los vio—. Él es Caleb.
—Gusto en conocerte —dijo Adam—. Soy el manager de los Kerry.
—Hola —respondió Caleb—. Encantado de conocerte y también a Frankie.
Frankie solo asintió y ni miró a Myron.
A Adam ya no le preocupaba que ambos llegaran a estar juntos porque
Frankie lo quería a él. —Frankie y yo estamos a punto de irnos. Está cansado.
—Oh, pero la noche aun es joven —comentó Sean.
—Ustedes pueden quedarse y divertirse —dijo Adam—. Llamé a mi
chofer. —Se volteo hacia Frankie—. Anda, vámonos.
212
Frankie salió del edificio tras él.
George ya había llegado y estaba junto al coche. —¿Tuvieron una velada
agradable?
—Sí —respondió Adam—. Y espero divertirme más tarde con Frankie.
Frankie rodó los ojos y subió al coche.
Adam lo siguió, entre risas.

213
Capítulo Veintitrés

El teléfono de Frankie sonó como a las cinco de la mañana. Gimió. Adam y él


acababan de acostarse hace como una hora. La habitación todavía estaba oscura,
así que tuvo que alcanzar a tientas la mesita de noche para encontrarlo. Miró la
pantalla y vio el número de Sean. —¿Hola? ¿Qué? —Se sentó en la cama—.
¿Dónde estas? Bueno. Te encontraré allí. —Terminó la llamada y se levantó de
la cama.
—¿Qué sucede? —le preguntó Adam. Su voz aún se escuchaba atontada
por el sueño. Estiró la mano y encendió la luz.
Frankie corrió hacia el armario y sacó algo de ropa. —Kalen y Jonas están
enfermos. En el hospital.
—¿Ambos?
—Sí —respondió mientras se ponía unos calzoncillos que había sacado de
la cómoda—. Sean dijo que Kalen tiene mucha fiebre y que Jonas tuvo una
crisis asmática.
Adam saltó de la cama y también comenzó a vestirse. —¿En qué hospital
están?
—Tulane —respondió Frankie mientras se ponía los mocasines.
Salieron de la casa y en vez de despertar a George, Adam condujo.
El corazón de Frankie palpitaba más rápido, mientras más se preocupaba
por sus hermanos. Hace unas horas, cuando salieron de la fiesta, Jonas se veía
perfectamente bien, pero el sabía que algo tan simple como la colonia de alguien
o un aromatizante podrían provocarle un ataque de tos. Y el pobre Kalen,
anoche estaba tan feliz cuando lo dejaron con Amanda.
Frankie y Adam llegaron al hospital y entraron corriendo directos a la
recepción en la sala de urgencias.
—Mi nombre es Frankie Kerry. Mis hermanos, Jonas y Kalen fueron
214
ingresados.
La enfermera revisó en la computadora—. Sí, en este momento ambos
están siendo examinados por un doctor. Por favor tome asiento. Le avisaré
cuando pueda pasar.
—Gracias —dijo Frankie, sin saber si podría sentarse y esperar.
—Sean debe estar con Kalen —comentó Adam, mientras guiaba a Frankie
a una de las sillas.
Frankie se sentó Adam también lo hizo, a su lado.
Adam se acercó y le dio unas palmaditas en el brazo. —Intenta relajarte.
—Pero es que Kalen nunca antes se había enfermado. Debe estar muy
asustado.
—Los niños se enferman —dijo Adam—. ¿Tiene todas sus vacunas?
Frankie asintió. —Sí. Hasta ahora. Una vez tuvo fiebre cuando le estaban
saliendo los dientes.
—Nunca se ha enfermado porque tu lo cuidas muy bien. También a Jonas.
—Tal vez la emoción de esta noche fue demasiado para Jonas —sugirió
Frankie.
—¿Ha estado usando el inhalador como debe? —preguntó Adam.
Frankie se encogió de hombros. —Cuando éramos él y yo, solía recordarle
que lo hiciera. Pero ahora duerme en la misma habitación que Sean y
simplemente no sé. —Si perdiese a cualquiera de ellos, no sabría lo que haría.
El teléfono en la estación de enfermeras sonó. —Sr. Kerry, puede pasar. El
doctor quiere hablar con usted.
Frankie se levantó de la silla.
Adam lo siguió.
—¿Es usted un pariente? —La enfermera le preguntó a Adam.
—Sí, su tío.
Si la situación no hubiera sido tan grave, Frankie se habría reído por esa 215
mentira.
Se dirigieron a la puerta que conduce a las salas de exploración. había
varias personas yendo y viniendo, otras estaban acostadas en las camillas y
había otras sentadas en sillas de ruedas. Adam le tomo la mano a Frankie
mientras avanzaban de cuarto en cuarto buscando a sus seres queridos. Primero
encontraron a Kalen durmiendo. Sean y el doctor estaban con él.
Sean volteó hacia la puerta y los vio. Tenía los ojos rojos por excederse en
la fiesta y por la falta de sueño. —Me alegra que llegaran. Amanda dijo que
Kalen empezó a tener fiebre y a llorar después de que lo llevó a dormir. Salimos
de la fiesta en cuanto llamó.
—¿Qué le paso a Jonas?
—Creo que en la fiesta hacía mucho frío para él. Pero ya lo conoces. Nunca
se queja.
—¿Dónde está? —le preguntó Adam.
—En otro cuarto. El doctor le dio algo para tranquilizarlo y ayudarlo a
respirar.
—Ve con él. También te necesita —dijo Adam—. Nosotros nos quedamos
con Kalen.
—Gracias. —Frankie le dijo a Sean.
—No es necesario que agradezcas, Frankie. Somos familia. —Sean salió
del cuarto.
Frankie se quedó mirando a Kalen. Tenía sus rizos pegados a la frente y su
piel se veía sucia. —¿Va a estar bien? —le preguntó al doctor.
—Sí. Tiene una infección por estreptococos27 en el oído y en la garganta.
El otro joven me comentó que Kalen asiste a la guardería.
—Sí —respondió Frankie—. ¿Se contagió allí?
—Tal vez —comentó el doctor—. Pero sólo para estar seguros, quiero que
lo mantengas en casa durante una semana. El antibiótico que le di surtirá efecto,
pero tienes que mantenerlo aislado para que no pueda contagiar a alguien. Envié
la prescripción a la farmacia cerca de su domicilio. Mantenlo en refrigeración y
216
asegúrate de dárselo según las instrucciones.
27
son un grupo de bacterias que provocan diversas afecciones
—Sí, señor —dijo Frankie.
—¿Aún tiene fiebre? —preguntó Adam.
—Sí. Tenía ciento tres28 cuando llegó. La bajamos a noventa y nueve. Le di
algo para bajar la fiebre. Si en unas cuatro horas la fiebre vuelve a subir dale un
poco más. Dale muchos líquidos y algunas de esas paletas heladas. No
queremos que se deshidrate.
Increíblemente, Adam estaba anotando todo la información en la
aplicación de notas de su teléfono.
—Puedes llevarlo a casa y dejarlo dormir —dijo el doctor mientras
imprimía la documentación del alta—. La próxima semana asegúrate de llevarlo
a revisión con su pediatra. Y tráelo a urgencias si empeora.
—Gracias —dijo Frankie.
Adam levantó a Kalen y cuidadosamente recargó al niño contra su pecho.
—Espera —dijo—. Déjame cargarlo. Podrías enfermarte.
—¿No escuchaste lo que te dijo Sean? Somos familia.
El doctor salió primero y Adam lo siguió llevando a Kalen.
—Vamos a buscar a Jonas —comentó Adam.
Jonas ya había sido dado de alta y Sean y él estaban en la sala de espera
cuando Adam y Frankie llegaron. Jonas se veía cansado y tenía la piel pálida,
con un tono gris, como si le faltara aire. Eso explicaría el pequeño tanque de
oxígeno conectado a su silla de ruedas.
Los cinco salieron del hospital y llegaron al estacionamiento.
Adam acomodo a Kalen en su silla. —¿Te hicieron una prescripción? —le
preguntó a Jonas.
Jonas respondió después de quitarse la mascarilla de oxígeno. —Sí, el
doctor llamó a la farmacia.
—Llévalos a casa. —Adam le dijo a Sean—. Iré a recoger las
prescripciones y luego iré a verlos. 217
28
En grados Fahrenheit, 103 equivale a 39°C y 99°F equivale a 37°C (aprox.) Se supone que la temperatura
normal ronda los 36°C o 97°F
Sean ayudó a Jonas a subir en el asiento delantero.
Frankie beso a Adam y luego se subió a la camioneta. Adam se subió a su
coche y se marchó. Sean lo siguió saliendo del estacionamiento.

Tanto Kalen como Jonas estaban profundamente dormidos cuando Adam


llegó con la medicina.Frankie estaba en la habitación de Kalen sentado en el
sillón reclinable.
—¿Cómo está?
—Bajó la fiebre —respondió Frankie.
Frankie se veía agotado. Incluso se tambaleó un poco cuando se levantó.
Adam lo atrapó y lo estabilizó. —¿Adónde vas?
—A preparar el desayuno —respondió Frankie—. Necesito hacer algo y
mantenerme ocupado. —Regresó por el monitor de bebé y salió de la
habitación.
Adam lo siguió hasta la cocina.
Sean entró poco después.
—¿Cómo esta Jonas? —le preguntó Adam.
—Ya mejor —respondió Sean, sentándose a la mesa frente a Adam—.
Estaba tan asustado intentando conducir y asegurándome de que Jonas seguía
respirando.
—Lo hiciste bien —dijo Frankie. Empezó a sacar las cosas de la bolsa que
Adam trajo de la farmacia y las guardó en el refrigerador.
—¿Jonas ha estado tomando su medicina? —Adam preguntó mientras
Frankie empezaba a cocinar. 218
—No lo sé —admitió Sean—. Lo he visto inyectarse varias veces, pero casi
nunca lo he visto usando el inhalador.
—Vas a tener que hablar con él al respecto —dijo Frankie calmadamente—
. Jonas tiene que usar el inhalador púrpura por la mañana y antes de dormir.
—Esta bien —dijo Sean tristemente—. Jadeaba en busca de aire y no pude
hacer nada.
—También tiene un inhalador de emergencia. Es de color café. Ese es el
que debe usar cuando no puede respirar. Y no te haría daño tomar un curso de
RCP y aprender a inyectarle la insulina. Si vas a estar con su hermosura real,
tienes que estar tras él para hacerlo tomar la medicación. Todo el tiempo nuestra
madre discutía con él sobre esto.
Era la primera vez en mucho tiempo que escuchaba a Frankie hablar de sus
padres. Adam siguió viendo cocinar a Frankie.
—Kalen y el tienen tanta suerte de tenerte, Frankie —comentó Sean—. Tú
eres quien mantiene a todos unidos.
—No es así —dijo Frankie—. Prácticamente actuo por la adrenalina. Pero
también estoy aterrado. Jonas siempre tendrá asma y diabetes, y no hay nada
que yo pueda hacer al respecto, más que ayudarlo a mantenerse bajo control.
Era demasiado para colgarle a los hombros a un chico de dieciocho años,
pero Frankie nunca se quejaba.
—Haré mi mejor esfuerzo para ayudarte —dijo Sean.
—También yo te ayudare —señaló Adam cuando Frankie empezó a servir
la comida—. No tengo ningún problema en llamarle la atención.
Frankie esbozó una sonrisa mientras llevaba los platos a la mesa y los dejó
delante de Sean y de él. Fue de vuelta a la cafetera y les sirvió café. También lo
llevó a la mesa antes de sentarse con ellos.
—O estoy muriendo de hambre o esto sabe muy bien —dijo Sean después
de comerse un trozo de su omelet—. De verdad tienes que enseñarle a cocinar a
Jonas.
219
—Jonas sabe cocinar —confirmó Frankie.
—¿Qué? —exclamó Sean.
—Nuestra madre nos enseñó a los dos y Jonas todo el tiempo usaba la
cocina y tenía la cena lista para cuando nuestros padres llegaban a casa del
trabajo.
—¿Cómo es que nunca lo he visto cocinar algo? —preguntó Sean.
Frankie se echó a reír. —Eso es porque a Jonas le gusta parecer indefenso y
le gusta que lo mimen.
Adam se rio de Sean. —Este omelet esta muy bueno, Frankie.
—Gracias —respondió y volteo a ver el monitor de bebé.
—Escucharas cuando Kalen se despierte. —Adam le aseguro. Tanto Jonas
como Kalen tenían aire fresco en sus vaporizadores. Frankie se aseguró de que
hubiera uno en cada dormitorio para añadir humedad al aire. Adam dormía
como un bebé cuando pasaba ahí la noche.
—¿Crees que ellos podrán hacer la gira, Adam? —le preguntó Sean.
—Sí, haremos la gira. —Frankie respondió por él—. Jonas y Kalen deben
estar bien para ese entonces.
Eso esperaba Adam porque había mucho dinero en juego. Si no hacían la
gira, financieramente, Tory sería responsable de todos los contratos que se
firmaron. Adam se levantó.
—¿Adónde vas? —preguntó Frankie.
—Voy a casa por suficiente ropa como para una semana y por mi
ordenador. Los tres tendremos que turnarnos para cuidar a Kalen y a Jonas para
asegurarnos de que toman sus medicamentos y se recuperen. Tenemos que
hacer esta gira o Tory perderá mucho dinero y probablemente me mataría.
—Oh —exclamó Frankie—No podemos permitírselo.
Un semana después de que las condiciones de Jonas y Kalen habían
mejorado, todo volvió a la normalidad. Adam se fue.

220
Capítulo Veinticuatro

—No puedo creer que mañana salimos de New Orleans —dijo Frankie
mientras Adam y él estaban tomando un baño. Ya habían comprado los pasajes
de avión, tenían ya las reservaciones y finalmente, Adam había contratado un
tutor para que Kalen viajará con ellos.
—Sí, ¿estás nervioso? —preguntó Adam mientras le lavaba la espalda a
Frankie.
Frankie asintió. —Sí. Nunca antes me he subido a un avión. —Tenía un
serio caso de mariposas revoloteando en su estómago—. ¿Vas a sostener mi
mano?
Adam lo besó en el cuello. —Sí, pero tendrás que acostumbrarte a volar si
quieres continuar con tu carrera musical. Es sólo que no es muy práctico
conducir por todo el país, y hasta donde sé, no puedes llegar a Asia en auto.
Tory había mencionado que en un futuro podrían hacer una gira por Asia.
Frankie ya hasta había decidido aprender a hablar japonés.
Adam había dejado de lavarle la espalda y ahora estaba ocupado dejando
besos por toda su espalda y los hombros.
Frankie se estremeció. Los labios de Adam eran tan suaves y él era tan
sensible entre los omoplatos.
—Salgamos del agua y sigamos esto en el dormitorio —sugirió.
—Es una gran idea —acordó Frankie. Quitó el tapón del desagüe para
permitir que el agua se saliera. Primero Adam salió de la bañera, se secó y
luego Frankie lo siguió. Se envolvieron juntos en una enorme toalla de baño y
salieron.
En la radio del dormitorio sonaba un poco de música soul. Adam levantó
el grueso edredón negro de la cama y Frankie se acomodó. Puso el tubo de
lubricante bajo la almohada y mientras observaba a Adam, se dispuso a preparar
221
su culo.
—¿Eso quiere decir que hoy me toca arriba? —preguntó Adam cuando
Frankie se acomodó entre las almohadas.
Frankie separó las piernas. Ya no era tímido a la hora de que Adam viera
su cuerpo. —Sí. Estoy de humor para que me des placer.
La lujuria que se apreciaba en los ojos de Adam le indico que estaba de
acuerdo con la idea de darle placer. Se subió a la cama y se acomodó entre los
muslos de Frankie. Adam tenía su pene en la mano y sutilmente lo acariciaba.
—Delicioso —expresó Frankie, observándolo con interés—. ¿Eso es para
mí?
Adam asintió. —¿Te importaría si nos saltamos los juegos previos? Quiero
enterrar esto muy profundo en ti.
Frankie alzó las caderas. —Puedes empezar a deleitarte.
Adam puso la punta de su pene contra el agujerito de Frankie y se empujó
con fuerza a su interior.
—¡Ah! —Frankie gemía mientras Adam lo reclamaba. Su propio pene
ahora saludaba. Estaba tan contento de que Adam supiera como manejar el
cuerpo de un hombre.
—¿Estás bien? —preguntó Adam mientras lo embestía.
Frankie movió sus caderas. —Sí. Esto se siente tan bien.
Adam se salió todo el camino y luego volvió a empujarse con fuerza y más
profundo.
—Oh, mierda —gritó Frankie cuando Adam encontró ese pequeño y
sensible punto en el interior de su culo. Con sus piernas se abrazó a la espalda
de Adam y se deslizó por su pene. Eso lo hacía llegar más profundo. Siempre le
asombraba cuanto podía estirarse esa pequeña grieta—. Por favor, jódeme más
fuerte.
Adam movió sus caderas más rápido y guio su pene dentro y fuera de
Frankie con continuas embestidas.
—Creo que voy a venirme —anunció Frankie mientras movía su trasero al 222
compás de las embestidas de Adam.
Sentía que se le hacía un nudo en el estómago. Intentó contenerse todo lo
que pudo. Pero el hombre estaba haciéndoselo tan bien—. ¡Oh dios, me vengo!
—Semen brotó de la ranura y salpicó todo el estómago de Frankie. Tanto Adam
como él dejaron de moverse, así podría recuperar el aliento—. Esa es la mejor
sensación del mundo.
Adam se rio triunfante. Se separó de Frankie y luego se colocó encima por
un beso. —No, esto es la mejor. —Sus labios se encontraron y sus lenguas
chocaron en el interior de la boca de Frankie.
Frankie envolvió sus brazos en el cuello de Adam, jalándolo hacia abajo
contra él. El pene erecto de Adam se presionaba contra Frankie.Guiándolo de
nuevo en su trasero, otra vez harían el amor. Soltó a su amante y este se
incorporó y acomodo las piernas de Frankie contra su pecho. Para él era un
poco incómodo, pero dejó que Adam enterrara su pene tan profundo que sus
bolas rebotaban contra su trasero. Frankie no pudo ayudar mucho, forzando a
que Adam hiciera todo el esfuerzo para alcanzar el orgasmo. Al hombre parecía
no importarle. Siguió así por varios minutos antes de salirse y acomodar a
Frankie de rodillas. Volvió a penetrarlo, lo sujetó de las caderas y rápidamente
empezó a mover su cuerpo de ida y vuelta.
—¡Ah! —Adam exclamó desde atrás—. Tienes el mejor culo que haya
visto, y es tan cálido y estrecho que podría quedarme así para siempre.
Las rodillas de Frankie se irritaron con las sábanas. No creía que siempre
pudiera hacerlo en esta posición. Abrió más las piernas y Adam se acercó más y
siguió jodiendolo hasta dejarlo sin sentido. Su pene volvió a despertar. No supo
cómo se dio cuenta Adam, pero Frankie amó la cálida mano del hombre,
envolviéndose en su eje.
Adam dejó de embestirlo y movió sus caderas. Se ocupó del pene de
Frankie mientras él se mecía adelante y atrás sobre su pene. —Te amo tanto,
Frankie.
Frankie escuchó la confesión aun cuando su mente estaba nublada por el
deseo. —También te amo, Adam. Sigue jodiendome.
Adam se rio entre dientes. —Es enserio. Nunca antes he sentido esto por
223
alguien. Haces que mi vida esté completa.
El cuerpo de Adam se estremeció. Dejó de masturbar a Frankie y empezó a
mover sus caderas como si estuviera a punto de venirse. Frankie empujó su
espalda contra Adam para ayudar un poco. Su amanté lo abrazó y siguió
empujando toda su longitud. Volvió a encontrar el punto de Frankie. —¡Me
vengo, Adam! —Su cuerpo tembló y roció las sábanas.
—Yo igual, bebé —mencionó Adam.
Adam lleno de calidez la cavidad de Frankie y luego se dejó caer contra él.
Durante unos segundos, Frankie sostuvo el peso de Adam y luego sus rodillas
cedieron y se hundió en el colchón. —También te amo, Adam. Por favor, nunca
me dejes.
Adam beso en la nuca al joven. —No voy a ninguna parte. Frankie Kerry.
—Se quitó de encima de Frankie y se acostó a su lado.
Frankie se movió de costado para que Adam y él pudieran acurrucarse.
Adam acomodó una de sus piernas sobre Frankie para mantenerlo en ese
sitio.Frankie se sentía exhausto pero tan amado. Lo siguiente que escuchó fue la
tranquila respiración de Adam. Cerró los ojos. Todo el nerviosismo que sintió
antes, había desaparecido y ahora tenía más deseos de ir a Los Angeles para
comenzar la gira, con Adam a su lado. —Gracias por todo lo que has hecho por
nosotros, Adam. No se que nos hubiera pasado si no nos hubieras sacado de la
calle y nos hubieras dado un hogar. —Frankie no era muy religioso pero cada
noche daba gracias a Dios por enviarles un ángel—. Prometo siempre tratar de
hacerte feliz.
—Ya lo haces —dijo Adam, poniendo su brazo alrededor de Frankie y
acercándose más—. Gracias por compartirme tu maravillosa familia. No sé que
nos depara el futuro, pero deseo estar allí para ustedes en cada paso del camino.
Frankie se volteó y besó a Adam, luego cerró los ojos y se durmió en
brazos de su amante.

Fin
224
Sobre el autor

Shawn Bailey escribe desde New Orleans, Louisiana. Colecciona mangas y


novelas yaoi y le gusta mucho ver anime japonés. Cuando no está escribiendo,
trabaja como analista de finanzas y espera un día retirarse e ir a conferencias de
escritores y viajar por Asia. Claro, primero tendrá que superar su miedo a volar.
Actualmente trabaja en distintos nuevos escritos de romance gay que espera
sean publicados en breve.

225
Gracias por compartir tu vida con nosotros, por regalar
alegría a muchas personas con tu trabajo desinteresado, por seguir
adelante a pesar de las dificultades.
En memoria de nuestra querida amiga y compañera de staff
Sandy. Descansa en paz mi amiga.

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