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FELIPE RIBOT, O. Carm.

(t 1391)

LIBRO DE LA INSTITUCIÓN
DE LOS PRIMEROS MONJES

Libro de la institución y de las peculiares gestas


de los religiosos Carmelitas

Traducción de Valentín de San José OCD


Edición y notas
Manuel Diego Sánchez OCD

Introducción histórica y espiritual


Balbino Velasco, O. Carm.
y
Manuel Diego Sánchez OCD

EDITORIAL DE ESPIRITUALIDAD
Triana, 9 - 28016 MADRID
DEL PROFETA DE DIOS, ELíAS, PROCEDE COMO CAU-
www.editorialdeespiritualidad.com
SA EJEMPLAR Y COMO DE AUTOR PRIMERO Y PRINCI-
editorial@editorialdeespiritualidad.com
PAL, CUANTO EXlSTE EN ESTA RELIGIÓN DE PERFEC-
CIÓN YVlRTUD (lPM 11,8,7).
NUESTRA EDICIÓN

Seguimos la traducción del carmelita descalzo, benemérito por tantos


motivos, Valentín de San José, muy difundida en los ambientes carmelitas
de lengua española (Ávila 1959)*. Al estar hecha esta versión española sobre .,.
la edición latina de Pedro Wastel (Bruselas 1643) y siguiendo la ordenación
de capítulos (no por libros) establecida por la Bibliotheca Veterum Patrum,
tomo IX (Paris1589), la hemos adaptado a la clásica división por libros que
se halla en los manuscritos y en el Speculum Carmefitanum (Amberes 1680),
teniendo muy en cuenta la propuesta de edición crítica (aún no publicada)
de Paul Chandler en su tesis doctoral (University ofToronto, February
1991). De ahí que en algunas partes no sólo hayamos tenido que revisar la PRÓLOGO
traducción del P. Valentín, sino hasta completar e incluir partes inexisten-
teso
De Felipe Ribot a los 10 libros sobre la Institución del
Orden Profético Eliano
Los títulos explicativos de cada libro (inexistentes en la edición crítica)
de la Beatísima Virgen María del Monte Carmelo
los tomamos de la edición del Speculum Carmelitanum (1680); resultan muy
aclaratorio s del contenido del libro a que preceden.
Esta versión española ha introducido una novedad respecto a la edi- 1. Puesto que Dios tuvo a Israel como Pueblo suyo muy
ción de Chandler y de otras versiones modernas (francesa, inglesa, italiana), amado, como se dice en el libro del Éxodo: Israel es mi hijo
y es la de haber dividido y numerado por párrafos el texto de cada capítulo primogénito (Ex 4,22), Dios quiso instruirlo por encima de los
con el fin de ayudar a la comprensión de la marcha del discurso ribotiano, otros pueblos como a un hijo querido con especiales doctrinas
pero sobre todo para facilitar las citas y referencias a este texto tan antiguo, de la Ley a través de su siervo Moisés, con las que compren-
que se organizan de este modo: libro en numeración romana, seguido del diese la bondad de la voluntad divina y, una vez comprendida,
capítulo y del párrafo o versículo, ambos en numeración arábiga. Con esta la cumpliese mediante las obras, como dice el Profeta en el
medida de tipo editorial-pensamos- hemos facilitado la identificación del salmo 147: Anuncia su palabra a Jacob, sus justicias y juicios
texto en cualquiera de sus partes, independientemente de la página de edi-
a Israel. No lo hizo así con ningún otro pueblo, ni manifestó
ción; como también resulta mucho más fácil la elaboración de los índices
sus juicios a ellos (Sal 147, 19-20). Pero aquel pueblo, como
bíblicos, autores antiguos y de materias. Es la primera vez que se hace este
vanagloriándose de que por su origen camal provenía de Abra-
tipo de división y numeración de párrafos en las ediciones actuales.
ham, confiaba en que aquel origen fuese suficiente para sal-
Dejamos fuera de nuestra edición los libros VIII -X de la IPM porque
varse sin imitar las acciones de Abraham, por lo que fue
no representan la obra personal de Ribot; son más bien reproducción de
documentos anteriores relativos a la vida de la Orden.
acusado por el Señor de tal presunción, diciendo: Si sois hijos
de Abraham, haced las obras de Abraham (Jn 8, 39).-Por tal
Hemos prestado una atención especial a la fijación de las citas bíblicas,
confianza dicho pueblo no sólo omitió el cumplir la Ley de
explícitas e implícitas, respetando siempre la versión latina de la Vulgata
que es la usada por el autor, y cuando recurrimos a otras versiones modernas
Moisés, como dice el Señor: ¿No os dio Moisés la Ley? Y nin-
para percibir variantes textuales de interés, avisamos de ello. Las siglas de guno de vosotros cumple la Ley (Jn 7,19), sino que además fue
los libros bíblicos corresponden a las usadas por la Biblia de Jerusalén. ne?1igente en escrutarla y comprenderla, por lo cual cayó bajo
*Cf. M. DIEGO SÁNCHEZ, Valentín de San José, aCD, Prisciliano Fer- la Ira de Dios, como dice el rey Josías: La gran ira de Dios se
nández Arenillas (1896-1989). Bio-bibliografia, en Archivum Btbtiogra: ha encendido contra nosotros, porque no oyeron nuestros pa-
phicum Carmeli Teresiani (2001) n° 38, pp. 235-358.
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4 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES
PRÓLOGO 5

dres las palabras de este libro y así pudiesen cumplir lo que


Jerusalén3, Y escribió con tanta diligencia acerca de .la institu-
estaba escrito en él para nosotros (2R 22, l3)I.
ción y orígenes de esta religión, y sobre las gestas eJem~lares
2. P~es así como el pueblo israelita fue instruido por Dios, de los fundadores, como también ace~ca de.l~~ más. antiguos
por encima de otros pueblos, con las peculiares doctrinas de que profesaron esta religión nuestra. Este VIVIOen tiempo ~e
l~ Ley por medio del sabio Moisés, así los religiosos Carme. los emperadores Arcadio y Honorio. El segundo, ll~mado.C?~
litas fueron inst~idos por encima de otros hombres de aquel rilo, que fue profeta y eremita en el Monte ~armelo , escn~1O
pueblo, por medio del profeta Elías con especiales doctrinas y del crecimiento de dicha religión desde el tiempo del mencio-
preceptos de la. religión. monástica. Los cuales, para no caer nado Juan hasta el momento en que se dio una Regla a dicha
también en ~a Ira de DIOS, no deben vanagloriarse, porque religión. Éste vivió en el tiempo del emperador Enriq~e VI. El
hayan merecido tener tal profeta, padre y fundador de su reli- tercero llamado, Guillermo de Sanvico, que fue eremita en el
gión, sino más bien imitar la vida de aquel profeta y escrutar Monte Carmelo, escribió una crónica acerca de la difusión de
y comprender sus indicaciones y las reglas de dicha religión esta religión por las regiones de Siria y Europ~ y sobre la pér-
poniéndolas en práctica con las obras. ' dida de los monasterios de la Tierra Santa'. Este vivió en el
3. Para que tales indicaciones y reglas puedan más fácil- tiempo del emperador Rodolfo. El cuarto, llamado Siberto de
mente entenderse y ponerse por obra, yo, Fr. Felipe Ribot, Beka, Maestro en Sagrada Escritura, escribió un tratado 'de
Maestro en Sagrada Escritura y prior provincial de la provincia consideratis super Regula " es decir, sobre la Regla de esta re-
de Cataluña de dicha religión, me he preocupado de buscar di- ligión. Éste vivió en el tiempo del emperador Enrique vn",
ligentemente y de recoger en un solo volumen, todas aquellas 5. Por lo tanto, el presente volumen titulado 'Liber de ins-
cosas que los Padres antiguos de esta religión han escrito en titutione et peculiaribus gestis religiosorum Carmelitarum' ha
forma verídica acerca de su primera institución sobre las en- sido compuesto con 10 que han dicho esos mencionados Padres
seña?zas de Elías y la evolución de dicha religiÓn a través de de esta religión, a cuyos dichos he añadido de vez en cuando,
los tiempos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento
hasta que se multiplicó en nuestros últimos días por las diver-
suyos, propiamente hablando, o fruto de su tarea integradora, vendrían a ser
sas regiones de Europa.
solamente los 7 primeros libros, que son los que nosotros aquí editamos
4. Me he guiado en la tarea sobre todo por cuatro antiguos como tal obra debida a Felipe Ribot. Una opción que han seguido también
padres de esta religión, los cuales escribieron diligentemente otros editores.
3 Se le conoce como Juan Nepote Silvano, obispo XLIV de Jerusalén,
acerca de todo esto-. El primero de los cuales se llamó Juan y en su autoria ficticiamente se basan los 7 primeros libros de esta obra.
el cual fue eremita en el Monte Carmelo y después obispo de 4 Se le identifica tradicionalmente con el 3° General latino de la Orden
de los Carmelitas, aunque es una figura legendaria, y como autor de la carta
a Eusebio, que constituye el octavo libro de esta obra. Nosotros no la edita-
,1 El autor toma .~Ipunto de partida acudiendo a la historia de Israel, que
mos aquí. Ver Santos del Carmelo, Madrid, 1982, p.271.
go,zo de la predIleccI?? divina a través de la enseñanza de la ley, para resaltar
5 La Crónica de Guillermo de Sanvico constituye el libro octavode esta
aSI la especial vocacion de los Carmelitas instruidos ya -según la leyenda-
desde el AT con la palabra profética y el ejemplo de Elías y de Eliseo de obra, que nosotros tampoco editamos aquí. .
6 Las referencias precisas que da Ribot sobre cada autor permiten esta-
forma que éstos sigan adecuadamente tal llamada y se sientan implicados
en una respuesta que en ninguna manera debe coincidir con la de Israel. blecer una cronología: Juan de Jerusalén, durante los reinados de Arcadio
(377-408) y Honorio (388-423); Cirilo durante el mandato del emperador
2 Dado el carácter sistemático que tiene Ribot en el modo de proceder
y razonar, en este párrafo, hablando de sus fuentes de información, ya nos Enrique VI (1165-1197), Guillermo de Sanvico en el mandato del emperador
Rodolfo 1 de Ausburgo (1218-1291); Siberto de Beka, bajo el emperador
ofrece el esquema de su proyecto recopilatorio organizado en 10 libros tal
Enrique VII de Luzemburgo (1275-1313). Todo esto, naturalmente, se ha de
y como lo señalan muchos títulos de su obra: de libri decem ... En realidad,
entender desde el planteamiento ficticio que hace Ribot de toda la obra.
6 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES PRÓLOGO 7

como confirmación, las sentencias de otros autores autoriza- 7. Esta obra se organiza en diez libros por separado, cada
dos, ya sea de aquellos venerados como santos, como también uno de los cuales, a su vez, está dividido en ocho capítulos,
de aquellos otros reconocidos como auténticos. Todo cuanto precedidos ca?a uno de un b.reve prefacio que contiene en ~ín-
viene escrito en este volumen después de la llamada de aten- tesis la matena de todo el libro y de cada uno de sus capítu-
ción [con el nombre de autor y título de obra enunciada], son los 10. El primer libro describe la institución de esta religión,
sólo las palabras del dicho autor citado, aun cuando se cambie así como viene propuesta por Dios para ser observada según
de un capítulo a otro; y así se obra siempre hasta que no se cite el profeta Elías y como fue expuesta por Juan, obispo de Jeru-
expresamente a otro autor. Y puesto que no dudo de que cual- salén. El segundo libro demuestra cómo Elías observó esta
quier discurso del lenguaje humano está sujeto a malentendi. institución y atrajo discípulos para observarla. El tercer libro
dos y contradicción de plagiarios", he procurado el distinguir considera los lugares que habitaron aquellos primeros que pro-
con letras rojas los autores y libros de los que se toman dichas fesaron esta religión y cómo vivieron en ellos según la dicha
sentencias, y las máximas de autoridades que se incluyen en institución. El cuarto libro trata de la ascensión de Elías al
este volumen", para que cada uno pueda leerlas en su respec- paraíso y cómo, después de ella, esta religión fue gobernada
tiva fuente antes de desecharlas. Pues así lo dijo San Isidoro por Eliseo y preservada de la deportación en cautividad de los
en el Libro segundo de los Soliloquios: Puesto que los escritos judíos. El quinto libro trata del primer tiempo en que fueron
no vienen indagados en profundidad, algunos [lectores] en su bautizados los que profesaban esta religión, y de los varones
perplejidad vienen a caer en el laberinto del error, dado que que les bautizaron y les condujeron al conocimiento del Verbo
juzgan antes de entender, acusan antes de examinar reitera- encarnado. El libro sexto determina los títulos de esta religión,
damente lo que han leido', y principalmente el por qué los que la profesan vienen llama-
6. De mi cosecha he añadido poco en esta obra para que dos Hermanos de la Bienaventurada Virgen María. El séptimo
no resultase confuso el orden y el proceso de la historia de los libro considera el hábito de esta religión y las causas de su
hechos. La causa que me ha movido a publicar este libro ha cambio y variedad. El octavo libro trata de los primeros es-
sido la dispersión de dichas sentencias y máximas autorizadas, critores de la institución y de la Regla de nuestra religión,
y que hasta ahora no podían leerse reunidas en un solo volu- como también de la corrección, declaración y mitigación de
men. Cada una, por sí misma, describía en forma incompleta dicha Regla. El noveno libro se ocupa de la difusión de esta
la institución y la evolución de nuestra religión. Y así, reunidas religión por las regiones de Siria y Europa, y también acerca
en este libro sintética y ordenadamente, muestran ahora de ma- de la pérdida de los monasterios de la Tierra Santa. El décimo
nera clara el origen, la institución y evolución, como también libro muestra la exención de esta religión y la aprobación y
el estado actual de esta religión. confirmación de nuestra Orden 11.

7 Cf. San Hilario de Poitiers, De Trinilate 10,1-2: PL 10,344C; ver tam- lO Puede ser que en la distribución numérica por parte del autor haya
bién Pedro Lombardo, Sententiae, Prólogo 3: ed. Grottaferrata, 1,3,16-17. una cierta intencionalidad simbólica: lO libros como símbolo de plenitud,
8 La medida práctica de Ribot se entiende como aplicada a la copia en de cuanto más completo y acabado se puede decir; a su vez, 8 capítulos para
los manuscritos o códices de su obra que permitía el uso de tinta a diversos cada libro, como indicando que quedan abiertos al infinito: lo que comienza,
colores; en nuestro caso, hemos optado (ya lo había hecho Daniel de la V. termina y vuelve a empezar. Representa el eterno movimiento cósmico base
María) por servimos de letras mayúsculas para indicar el autor de una cita de regeneración y de infinito. Es verticalidad formal del infinito. En la mís-
literal que comienza. tica cosmogónica de la Edad Media el número 8 correspondía también al
9 Así se menciona el título de este libro isidoriano; puede equivocarse cielo de las estrellas fijas. Nosotros dejamos fuera de nuestra edición a los
y referirse más bien a la obra Synonymorum libri 1I (cf. PL 83,825, nOI). libros 8-10.
Pero parece referirse a una obra de carácter jurídico, las Decreta/es de Gra- 11 Aunque el título de la obra de Ribot explícitamente habla de 10 libros
ciano, D 29, c.l; ed. Friedberg, i, 106. Como formando parte de un proyecto literario único (de libri decem ... ), al-
8 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES

8. En estos diez libros el verdadero Carmelita podrá con-


templar piadosamente cuanto deberá saber acerca del origen
de su religión, la evolución y multiplicación de la misma, la
dignidad de sus fundadores y de los que la profesaron prime-
ramente, la institución de la vida monástica eremítica y su fin,
y la dichosa recompensa para los que vivan dignamente en
ella.
9. Os ruego pues, hermanos carísimos, que abracéis todas
estas cosas según el ejemplo de los santos Padres que nos han
precedido, las leáis y profundicéis, las comprendáis y experi.
mentéis, y también las observéis, porque con la observancia
de todas ellas evitaréis la ira de Dios, y así recibiréis la adop-
ción de los hijos de la herencia eterna (cf. Ga 4,5), según aquel
LIBRO I
testimonio del sabio Eclesiástico que se dirige en el capítulo
48 a Elías, nuestro Padre: Dichosos son los que te oyeron y
fueron adornados con tu amistad (Si 48,11).
J

INSTITUCIÓN DEL ORDEN


MONÁSTICO EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO Y DE LOS CUATRO
GRADOS POR LOS QUE SE LLEGA A
LA PERFECCIÓN DE LA VIDA
MONÁSTICA

gunos editores modernos optan por dejar fuera los libros 8-10, ya que no se
percibe en ellos la originalidad de su trabajo, sino más bien se trata de una
extensa reproducción de otros documentos anteriores relativos a la vida de
la Orden.Es la misma opción que hemos hecho nosotros. Ver en el Prólogo
n° 4 y en la nota 2 la descripción que hace de los mismos.
PREFACIO CAPÍTULO 1
El primer fundador de esta religión,
en qué tiempo vivió, quiénes fueron sus padres,
Todo este libro primero trata del fundador de esta religión, dónde nació y dónde vivió en sus primeros años
y de su origen y primera institución, es decir, de la forma de
llegar a la perfección profética y al fin de la vida monástica JUAN XLIV OBISPO DE JERUSALEN, en el libro 'Sobre la ins-
eremítica. Consta de ocho capítulos. titución de los primeros monjes' surgidos en el Antiguo Testa-
El primer capítulo habla del primer fundador de esta re- mento y todavía existentes en el Nuevo Testamento, a
ligión, en qué tiempo vivió, quienes fueron sus padres, donde Caprasio, monje en el Monte Carmelo.
nació y donde vivió en sus primeros años. El segundo, acerca 1. Con muy justa razón me pides antes de todo, amadísimo
de cómo Elías, el primero entre los hombres, comenzó por Caprasio, te diga el principio de esta Orden, cómo nació y
orden divina la vida monástica, profética y eremítica; y cómo dónde tuvo su origen".
Dios 1,'expuso de manera clara o mística (escondida) laforma
y aun cuando la verdad de esta vida que vaya referirte
de llegar al fin y a la perfección de aquella vida. El tercero,
sólo la hayamos recibido por la tradición y la experiencia, y
cómo para llegar a la perfección profética y al fin de la vida
sólo puedan exponerla con toda claridad y verdad los que la
monástica eremitica, ayuda al monje el renunciar a los bienes
han vivido, y tú mismo no llegarás a comprenderla bien hasta
terrenos y a las riquezas. El cuarto de cómo convenga al
que con mucho esfuerzo interés hayas procurado estudiarla
monje crucificar los deseos carnales y abandonar la propia
y vivirla", te será, sin embargo, más fácil y de mayor utilida.d
voluntad, para que así llegue a la perfección profética y al fin
conocer la doctrina de la profesión que has abrazado, y te am-
de la vida religiosa eremítica. El quinto trata de cómo con-
marás a vivirla con mayor esmero y exhortarás con más pro-
venga al monje, para que alcance la perfección profética y el
vecho a los demás para que la abracen, cuando conozcas la
fin de la vida religiosa eremítica, el buscar la soledad, y evitar
la compañía humana, y principalmente la de la mujer, y vivir
12 Esta expresión del objetivo del libro, como conocimiento de losorí-
en continencia. El sexto de cómo para alcanzar la perfección
genes, coincide mucho con la mentalidad de Casiano y de la espiritualidad
profética y elfin de la vida religiosa eremítica, se exige que el monástica antigua que es como el resultado del diálogo entre padre espiritual
monje permanezca en la caridad, y cómo debe amar a Dios y (Abba) y discípulo (pregunta y respuesta), una relación espiritual vital ba-
al prójimo para así permanecer en la caridad. El capítulo sép- sada en la experiencia espiritual del padre y de aquellos monjes antiguos
timo de cómo el monje, a través de los cuatro grados antes más probados. La literatura monástica es el resultado de esta relación, y el
texto escrito un mal sucedáneo de un contacto espiritual directo y personal.
descritos, llega a la perfección profética y alcanza elfin de la
vida eremítica religiosa, y así encuentra la paz en ello. Yel
cr Colaciones 18,4: SC 64,13; ed. española, Neblí 20, p. 217.
13 Una idea muy parecida se encuentra en las Instituciones monásticas
octavo sobre cómo el monje deba perseverar humilde hasta de Casiano, Prefacio 5: SC 109,26; ed. española, Neblí 15, p. 28 y30. Se
que haya llegado a la perfección profética y al fin de la vida trata de afirmar el primado de la experiencia religiosa como base de la en-
religiosa eremítica. señanza o del aprendizaje, basados en el conocimiento de los fundadores y
padres antiguos y como orientación para el ejercicio monástico de cadadía.
Felipe Ribot se sitúa o, mejor dicho, quiere colocar la inspiración antigua
carmelitana dentro de esta misma tradición monástica clásica. En la Vida de
Antonio escrita por Atanasio aparece esta misma idea a la hora de transmitir
la enseñanza espiritual que depende de la propia experiencia: os comunicaré
lo que sé y he experimentado (16,2).
12 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBROI & I 13

grandeza de sus autores y fundadores y sepas cómo fue el ori- 4. Sabes, y recuérdalo ahora, que desde el tiempo en que
gen de esta Orden!". el rey de Israel Acab hasta la Encarnación de Jesucristo, trans-
2. y para proceder con método empezaremos diciendo al- currieron casi unas noventa y cuatro décadas de años (es decir,
gunas noticias del primer fundador de esta religión y del prin- 940 años). Acab, como nos dicen los historiadores sagrados,
cipio de su fundación. Después narraremos algunos hechos empezó a reinar en esas décadas anteriores a la Encarnación
santos de su vida, sus excelsas virtudes y describiremos el ves- de Nuestro Señor Jesucristo.
tido o hábito con que cubría su cuerpo". Trataremos muy bre- Pues durante el reinado de este Acab, rey de Israel, y en
vemente de la persona del fundador, de sus primeros discí- su dominio, vivió un gran Profeta, llamado Elías, nacido en
pulos, y de los demás monjes antiguos que profesaron esta re- Tesbis, en la región de Galaad, perteneciente a la tribu de
ligión; lo trataremos del mismo modo que lo entendieron y vi- Aarón e hijo de Sabaco. Por ser natural de Tesbis, se le cono-
vieron cuantos en esta Orden pasaron su vida antes que ció a Elías con el nombre de Tesbita (Cf. IR 17,1).
nosotros, y nos lo enseñaron con sus palabras y con sus ejem- Elías habitó más tarde en la ciudad de Galaad, así llamada
plos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. por el monte en que está enclavada, como se llamó también
3. Con esto verás cuán sólido es el fundamento que para Galaad la región que está a la otra parte del Jordán, pero co-
vivir este modo de vida tenemos en esta religión enseñado por lindante con el monte y que tocó en suerte a la tribu de Mana-
santos tan preclaros, y con cuánta seguridad para el alma po- sés (Cf. Dt 3,13)18.
demos continuar viviendo este modo de vivir; pues no dirigi-
mos a Dios nuestros pasos y nuestros corazones guiados por
novedades inventadas ni por vanas fábulas (Cf. 2P 1,16), sino
por aquellos primeros y aprobados ejemplos de toda la vida
monástica", y así preparamos y allanamos el camino por
donde el Señor ha de venir a nuestra alma (Cf. Mt 3,3; Jn 1,23),
para que cuando llegue y llame, salgamos enseguida a abrirle
(Le 12,36), pues nos dice: Mira que estoy a la puerta y llamo;
el que oyere mi voz y saliere a abrirme, entraré a él, y cenaré
con él y él conmigo (Ap 3,20)17.

14 Cf. Juan Casiano, Colaciones 18,4: SC 64,13-14; ed. española, Neblí


20, p. 217.
15 Cf. Juan Casiano,Instituciones monásticas 1,1, 1: SC 109,34; ed. es-
pañola Neblí 15, p. 35.
16 Acentúa el deseo que Ribot tiene de dar antigüedad y fundamento
histórico-espiritual al propósito carmelitano, que era como darle solidez y que tiene toda la vida cristiana (a la espera del Señor Jesús), pero mucho
consistencia a tanta distancia de tiempo; este ideal no es algo de última hora, más fuerte y señalada es en la vida religiosa como espera y anuncio, ya an-
se basa en la misma Biblia y en la más pura y original tradición rnonástica. ticipados, de la vida futura que inauguró Cristo Jesús.
Está claro que detrás hay un motivo de tono apologético, y es el colocar a la 18 Para la biografía de Elías maneja y coordina las noticias de varios li-

Orden carmelita, de origen medieval, en un marco histórico de comprensión bros bíblicos, a los que añade otros datos de la misma tradición judía y cris-
mucho más antiguo y amplio incluso que el de las grandes familias religiosas tiana, como es en el caso del nombre de su padre. En el ámbito cristiano
que a menudo contrariaban y ridiculizaban los orígenes carmelitas a causa ofrecen referencias a la historia eliana: San Isidoro de Sevilla, De ortu 35,61:
de no tener un fundador concreto y renombrado. PL 83,141; Pedro Comestor, Historia scholastica libr. 3 Reg. 2: PL 198,
17 Las citas bíblicas escogidas advierten de la dimensión escatológica 1387D; Ps. Epifanio, De vitis prophetarum 5: PG 43,3958.
LIBRO I &2 15
14 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES

CAPÍTULO 11 Con el ansia que sentía por la divina contemplación y el


h emente deseo de adelantar en la virtud 20 , se marc heo 1ejos
.
Cómo Elías, ve
de las ciudades y, despojándose de to.dos
o.s los i
os I?tereses ~~rrenos
el primero entre los hombres, mundanos, se propuso empezar a VIVIrla VIda ~remItIca, re-
comenzó por orden divina la vida monástica, hgiosa y profética, consagrándose a ~lla .~om~ nmguno hasta
profética y eremítica; y cómo Dios ntonces lo había hecho, y con la mspiracion e Impulso del Es-
le expuso de manera clara o también mística (escondida) ~íritu Santo comenzó a vivirla y la instituyó.
la forma de llegar al fin y a la perfección de aquella vida Porque, apareciéndosele el Señor, le mandó huyese de los
poblados de los hombres y se es~ondiese ,d~ las gentes en el
JUAN XLIV OBISPO DE JERUSALÉN, en el libro antes citado, desierto Y viviese en adelante la VIda monástica del modo que
dice: se le había inspirado.
1. Este Profeta de Dios, Elías, fue el primero de todos los 2. Esto se prueba claramente con las palabras de la Sagrada
monjes que han existido y en él tuvo principio la santa y glo- Escritura. Refiriéndose a esto leemos en el libro 1de los Reyes:
riosa institución monacal". y habló el Señor a Ellas diciéndole: «Sal de aquí y encamínate
hacia (contra) el oriente y escóndete en el torrente Carit, que
está enfrente del Jordán. Allí beberás del arroyo y ya he man-
19 Es muy frecuente en la Patrística y la primera literatura monástica la
dado a los cuervos que te lleven allí de comer» (iR 17,2-4)21.
referencia a Elías como Padre y fundador del monaquismo y hasta la de ser
el primer monje, en el sentido de haber sido el inspirador original del pro- El Espíritu Santo puso en Elías un vehemente dese? d.eej~-
pósito que después se actuará en la historia de la Iglesia. Aquí se buscan re- cutar tan santo y tan conveniente mandato que le habla mspi-
presentados en él, en su saga bíblica, todos los puntos esenciales de lo que rada, y le escogió y fortaleció para que pusiera por obra las
constituye el ideal monástico. Por eso, Ribot se colocaba con su propia re-
flexión acerca de los orígenes carmelitas dentro de la más estricta tradición tan deseadas promesas.
eclesial y monástica; le daba fundamento, historia y tradición antigua (bí- 3. Los religiosos monjes ermitaño~ tanto más. deb~mos n~e-
blicos) al ideal carmelita dentro de un ambiente religioso que se mueve por ditar cada una de estas palabras, no solo en sentido hteral hIS-
la emulación entre las familias religiosas medievales. De esta forma el Car-
tórico, sino en el místico principalmente22, Y con tanta mayor
melo se colocaría incluso por encima de todas ellas. Sobre la idea de Elías,
como primer monje, puede verse p.e. San Jerónimo, Carta a Paulino: "y
para volver a la autoridad de las Escrituras, jefe nuestro (princeps) es Elías, 20 Cf. Juan Casi ano, Colaciones 18,6: SC 64,17; ed. española Neblí 20:
de los nuestros es Eliseo, guías nuestros son los hijos de los profetas que ha- p. 222; ID., Instituciones monáslicas 8,18,1: SC 109,358; ed. española, Nebh
bitaban en el campo y en la soledad y fijaban sus tiendas junto a las corrien- 15,p.320. . ,
tes del Jordán" Epistola 58,5: BAC 530,571. Ver también en San Isidoro de 21 Esta cita bíblica va a adquirir tal importancia dentro del dOSSIer bí-

Sevilla, el De eccles. offic. 11,15; las Instituciones monásticas de Casi ano, blico eliano, por encima de otras, que va a ser el texto de base sobre el que
1, 1: eblí 15,36-37; también en las Colaciones 18,6: Neblí 20,222. Biblio- caminará su exégesis y la lectura actualizada que hace Ribot para funda-
wafia moderna sobre el particular: Élie, le Prophéte, 2 vol. Bruges-Paris, mentar el ideal carmelita, y esto lo hace a modo de lectio divina. Todos y
Etudes Carmélitaines, 1956, sobre todo el artículo de HERVÉDE L'lNCARNA- cada uno de sus elementos van a ser aprovechados minuciosamente y con
TION,Élie chez les Péres latins, vol. 1, pp. 179-207; L. LELOIR,Élie et lean detalle, por lo que aparecerá una y otra vez a lo largo de todo el libro, como
le Bapliste. Leur message aux moines et moniales de'aujourd'hui, en Co- el autor recuerda en los nn. 3 y 10 de este mismo capítulo. ., ,
Ilectanea Cisterciensia 53 (1991) 123-145, 195-214. Los testimonios de la 22 Se entiende el sentido "místico" de la Escritura en su acepclOn mas
etapa patrística sobre Elías están recogidos en Le saint prophéte Élie d'aprés original, aquel de escondido o misterioso, lo que se halla bajo la letra o,sen-
l~s Péres de l'Église, Abbaye de Bellefontaine, 1992, 696 p.; E. POIROT, tido literal del texto. No tiene que ver la expresión con el campo de la mística
Elie, archétype du moine. Pour un ressourcemenl prophétique de la vie mo- o espiritualidad cristianas. Este sentido místico de la Biblia, tanto en la pa-
nastique. Abbaye de Bellefontaine, 1995,275 p. (Spiritualité orientale 65). trística (que inaugura y usa antes esta terminología exegética) como en nues-
LIBRO 1 & 2 17
16 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES

solicitud, cuanto que en ellas se encierra más perfecta la insti- 1beber del torrente de la delicia divina (Cf. Sal 109,7). Dios
tución, esto es, el modo de vida para llegar a la perfección pro- ~rometió este fin a Elías al decirle: y allí beberás del torrente
fética y al fin de la vida religiosa eremítica. (IR 17,4?6.
Esta vida de perfección religiosa encierra dos fines: uno 6. Para conseguir estos dos fines ha de abrazar el monje la
P?~emos con~eguirle nosotros con nuestro esfuerzo y el ejer- vida profética y eremítica, como lo dice el Profeta: En esta tie-
CICIO de las virtudes, ayudados de la divina gracia". Este fin rra desierta, intransitable y sin agua, me pongo en tu presen-
consiste en ofrecer a Dios el corazón santo y limpio de toda cia, oh Dios, como si me hallara en el santuario para
actual mancha de pecado". contemplar tu poder y tu gloria (Sal 62, 3).
4. Conseguimos este fin cuando somos ya perfectos y es- 7. Por lo mismo que eligió vivir en la tierra desierta, in-
ta~os en Carit, o sea, cuando nos hemos escondido en aquella transitable Y sin agua, para presentarse de este modo como en
candad de la cual dijo el Sabio: la caridad cubre todas las fal- un santuario delante del Señor, que es el corazón limpio de pe-
tas (Pr 10,12). Mostrando el Señor a Elías que quería llegase cado, señala el primer fin de la vida solitaria elegida, que es
a este fin de la caridad, le dijo: te esconderás en el torrente ofrecer a Dios el corazón santo y limpio de todo pecado actual.
Carii", En lo que continúa, para contemplar tu poder y la gloria tuya,
claramente expresa el segundo fin de la vida eremítica, y d~ji-
5. El otro fin de la vida santa eremítica es un don total-
mos consistía en experimentar de alguna manera en esta Vida
mente gratuito de Dios y que Él comunica al alma. Consiste
o contemplar místicamente dentro del alma algo del pode~ de
en que no sólo después de la muerte, sino aún en esta vida mor-
la divina presencia y gustar de la dulzura de la eterna glona.
tal, da ya a gustar en el afecto del amor y en el gozo de la luz
del entendimiento algo sobrenatural del poder de la presencia 8. El primer fin, que es el corazón limpio, se a1canz~ ~or
de Dios y del deleite de la eterna gloria. Esto quiere significar el esfuerzo y la práctica de las virtudes, ayudados de la divina
gracia. Al segundo se llega por el amor perfecto y por la pureza
tro autor medieval, se alcanza -de ordinario- mediante un procedimiento del corazón; es decir, se llega a gustar deleitosamente algo de
hermenéutico de carácter alegórico y que tiene como resultado una com- una alta noticia de Dios y de la celestial gloria, según lo dijo
prensión o interpretación de tono espiritual o moralizante. El término ya lo el Señor: el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le
usaba a menudo Orígenes en su trabajo exegético que solía manejar dos es- amaré y yo mismo me manifestaré en él (Jn 14,21).
quemas interpretativos: uno temario (sentido literal, moral y espiritual) y
otro aplicado más habitualmente de carácter binario (sentido literal y espi- 9. Pues según las palabras que hasta aquí hemos recordado,
ritual). Dios dijo a Elías para enseñarle a él como a primera y principal
23 El doble fin de la vida monástica, ya formulado por Evagrio Póntico, cabeza de todos los monjes, y en él persuadimos a todos cuan-
nuestro autor lo ha tomado de Casiano, en sus Colaciones 14,1-2: SC 54,
tos nos proponemos imitarle: que seamos perfectos, así como
183-184; ed. española en Neblí 20, 85-87.
24 Podemos considerar esta afirmación, inspirada en 1Tm 1,5, como re-
nuestro Padre celestial es perfecto (Mt 3,48); y, sobre todo,
cogida del texto de la Regla albertina, evocada en otras ocasiones (1, 2,7 y mantened la caridad, la cual es el vínculo de la perfección
8; r,7,8; I,7,lOn). Ya Casiano vinculaba a Elías y Eliseo con el ejercicio de (Col 3,14).
la ciencia práctica concentrada en la búsqueda de la pureza de corazón: Co-
laciones 15: SC 42,82; ed. Nebli 19,38; Colaciones 14,4: ed. Neblí, 20,89. 26 Se trata del don divino de la contemplación, expresada como fruición
25 Da una interpretación del torrente Carit de carácter etimológico (sólo y deleite en la realidad divina que se acerca al hombre. Y esto lo hace acu-
funciona con la versión vulgata latina), por la que este torrente tiene un doble diendo a tres citas bíblicas (1 R 17,4 + Sal 109,7 + Sal 62,3) que le permiten
significado, el de la caridad divina, y el de la separación o división. Ambos usar un lenguaje simbólico: el beber del torrente de la delicia divina y el
significados serán aprovechados abundantemente para la doctrina espiritual contemplar su gloria. Puede haberse inspirado en Casiano, Colaciones 10,7:
que intenta exponer a través de IR 17,2-4. Ver el significado de Carit-sepa- SC 54,81-82; ed. española, Neblí 19,478.
ración en 1,5,6-7; 1,6,4.
18 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO 1 & 3 19

10. Para que lleguemos a obtener los dones de la perfec- CAPÍTULO III
ción aconsejada y a gustar de la visión de gloria prometida a
Cómo para llegar a la perfección profética
Elías por el Señor en las palabras citadas, esforcémonos con
y al fin de la vida monástica eremítica,
atenta diligencia por entenderlas con precisión y luego poner-
ayuda al monje el renunciar a los bienes terrenos y a
las por obra.
las riquezas
11. Cuando el Señor habla a Elías, habla también a cual-
quier religioso eremita del Antiguo o del Nuevo Testamento: JUAN XLIV OBISPO DE JERUSALÉN, en el libro antes citado,
Sal de aquí, esto es, de las cosas mundanas y transitorias", y dice:
marcha hacia el oriente, esto es, dirige tu guerra hacia la nativa
concupiscencia de tu cuerpo, y escóndete en el torrente Carit; 1. Ahora te aconsejo estudies estos grados por orden y dis-
no vivas en las ciudades entre la gente, sino enfrente del Jor- curras sobre cada uno de ellos.
dán, que es vivir separado de los pecados por la caridad". Lo primero que te dije en mi disposición fue: sal de aquí,
Subiendo por estos cuatro grados llegarás hasta la cima de o sea, sal de la casa de tu tierra, y de tu parentela y de la casa
la perfección profética y allí beberás del arroyo. Y para que de tu padre (Gn 12,1), no sólo con la intención cuidando de
no te falte la perseverancia en este modo de vivir, he mandado que tu corazón no ponga su afecto (Cf. Sal 61,11) en los bienes
a los cuervos que te lleven allí de comer. materiales de tu familia, ni en las riquezas perecederas del
mundo, sino que salgas de hecho deshaciéndote de los bienes
Comprenderás esto con mayor claridad cuando te lo ex- que poseas, porque cualquiera de vosotros que no renuncia
plique ordenadamente exponiendo frase por frase. todo lo que posee, no puede ser mi discípulo (Le 14,33)29.
2. Pues si la posesión de las riquezas no cierra la puerta
del celestial reino al rico mientras no ponga en las riquezas el
corazón, como nos dice el Sabio: Bienaventurado el rico que
es hallado sin culpa y que no anda tras del oro, ni pone su es-
peranza en el dinero y en los tesoros (Si 31,8), sin embargo,
con lo que el mismo Sabio continuó diciendo: ¿Quién es éste
y le elogiaremos? (Si 31,9), nos enseñó clarísimamente cuán
difícil es encontrar un hombre, que poseyendo riquezas no
tenga el afecto de su corazón en ellas, ya que el corazón del
hombre se apega fácilmente a lo que ordinariamente trata gus-
27 Este abandono, dejar las cosas caducas, mundanas y transitorias con-
toso.
duce al pensamiento neotestamentario de Un 2,16: la concupiscencia de la
carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las riquezas, que vienen 3. Mientras se poseen las riquezas, ellas mismas aumentan
del mundo. en el corazón la llama y engendran una nueva ansia más ve-
28 A partir de la consabida cita de IR 17,2-4 explica también los 4 grados

de la contemplación que considera como incluidos en los mandatos divinos 29 Por medio de un procedimiento exegético antiquísimo (la Biblia con
dados a Elías, y que -enunciados apenas aquí- explicará uno por uno en los la Biblia) a la cita principal de IR 17,2-4, que ha puesto como fundamento
capítulos siguientes. Estos cuatro grados son: el dejar las riquezas; la lucha de su proyecto espiritual, asocia otras dos citas (Gn 12,1 + Le 14,33), y así
contra la concupiscencia de la carne; el esconderse en la soledad como ca- pone el pasaje eliano en relación con dos momentos capitales de la historia
mino para ser uno (monje), incluso mediante la virginidad; vivir en la caridad de la salvación: la vocación de Abraham y el éxodo junto con la vocación y
divina y en el amor del prójimo para esconderse del pecado. llamada del discípulo de Jesús.
11

20 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO 1 &4 21

hemente, como también lo dijo el Sabio: el rico está tan re- CAPÍTULO IV
pleto de manjares que no puede dormir (Qo 5,11). Afanado en
el inútil amor de las riquezas que posee, viéndose forzado a
Cómo convenga al monje crucificar
administrar la cuantiosa hacienda, se siente continuamente los deseos carnales
afligido bajo el peso de incesantes cuidados, los cuales le cie- y abandonar la propia voluntad para que así
rran el paso para que no pueda ni aun tener deseos de cumplir
llegue a la perfección profética
los preceptos del Señor. Los afanes del siglo, y la ilusión de
y al fin de la vida religiosa eremítica
las riquezas y los demás apetitos desordenados a que dan en-
trada, ahogan la palabra divina y viene a quedar sin fruto (Mt JUAN XLIV OBISPO DE JERUSALÉN, en el libro antes citado,
4,19); por esto dificilmente entrará el rico en el reino de los dice:
cielos (Mt 19,23)30. l. Escucha ahora la explicación del segundo grado.
4. Pues, hijo mío, si tu quieres ser perfecto (Mt 19,21) Y Continúa mi exhortación diciéndote: y encamínate hacia
llegar a vivir bien el fin de la vida monástica eremítica, y ya (contra) el oriente (IR 17,3); que es decirte: lucha por desha-
allí beber del torrente, sal de aquí, o sea, aléjate de las cosas cer la desordenada inclinación de tu natural concupiscencia
perecederas de este mundo dejando, de corazón y de obra, camal. Porque debes tener presente que en el día de tu naci-
todos tus bienes terrenos y hasta el poder de tenerlos, por mi miento no se te arrancó la raíz del pecado (Ez 16,4) y naciste
amor. Porque éste es el camino más fácil y más seguro para todo envuelto en pecado (Jn 9,34), como también de toda per-
caminar a la perfección profética y también para llegar al reino sona que nace de hombre y mujer dice el Profeta: Mira que fui
de los cielos. Según cuanto leemos en Mateo: Todo el que haya concebido en iniquidad y que mi madre me concibió en pecado
dejado casa o hermanos, o padre, o esposa, o hijos o hereda- (Sal 50,7).
des por causa de mi nombre, recibirá cien veces más en bienes 2. De este pecado original en que nace todo hombre, pro-
más sólidos (Mt 19,29), gustando ya en esta vida de antema- cede que la carne tiene deseos contrarios a los del espíritu
no de la suavidad de mi dulzura, cien veces muy superior a las (Ga 5,17). El Apóstol dice: echo de ver otra ley en mis miem-
dulzuras terrenas y luego poseerá la vida eterna", bros, la cual resiste a la ley de mi espíritu y me sojuzga a la
Muy brevemente has oído aquí el primer grado, por el ley del pecado que está en mis miembros (Rm 7,23). Esta ley
cual podrás subir a la cumbre de la perfección profética. del pecado es la puerta ancha por la cual entra el que consiente
en el pecado y es el camino espacioso por donde va el hombre
cuando vive según su concupiscencia, que conduce a la per-
30 Daniel de la V. María en la edición del Speculum Carmelitanum dición, siendo muchos los que entran por ella (Mt 7,13).
(1680) da como complemento algunas citas patrísticas sobre el valor de la
pobreza: Ambrosio, Comentario a Lucas; como también la homilía de J. Cri- 3. Mas al que se ofrece al servicio de Dios (Si 2,1) le con-
sóstomo al pueblo antioqueno que vincula el ejercicio de la pobreza a EJías. viene abstenerse de los deseos carnales, que combaten contra
31 Las dos citas del Evangelio que añade al dossier (Mt 19,21 Y 29) nos el alma (1P 2,11) Ypermanecer en la justicia y temor de Dios,
descubren que el autor, también para la vida carmelitana -según él ya pre- preparando su alma no para el descanso y regalo, sino para la
sente en el NT - busca sea reflejo de la perfección evangélica enseñada por
tentación (Cf. Si 2,1-2) Y angustia, pues es necesario pasar
Jesús. De hecho la invitación al joven rico (si quieres ser perfecto) va a ser
de ahora en adelante como el motivo básico (el deseo del hombre por acer- por medio de muchas tribulaciones para entrar en el reino de
carse a Jesús) que abrirá cualquier otra enseñanza. Como para decir que en Dios (Hch 14,22), porque angosta es la puerta y estrecha la
la vida carmelitana se trata sólo de responder a la llamada de Jesús a la per- senda que conduce a la vida eterna y pocos los que entran por
fección evangélica. ella (Mt 7,14) ya que son pocos los escogidos (Mt 22,14) y
22 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO 1&4 23

pequeño el rebaño al cual se ha complacido mi Padre celestial 6. Si quieres, pues, venir detrás de mí, marchando hacia el
darIe el reino de los cielos (Cf Le 12,32)32. oriente, o sea, contra la natural concupiscencia de tu carne para
4. Pues, hijo mío, si tu quieres ser perfecto y llegar a con- venir en pos de mi, escucha cómo tienes que llevar tu cruz. El
seguir el fin de la vida monástica y eremítica, y allí beber del que está clavado en la cruz, ya no puede mover sus miembros,
torrente, marcha hacia el oriente, o sea, lucha contra la natural ni aun darse la vuelta según desee, sino que ha de estar nece-
concupiscencia o contra los apetitos aviesos de tu carne, y no sariamente fijo e inmóvil donde le clavó y como le clavó el
reine el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que obe- crucificador; de este mismo modo has de permanecer tú cla-
dezca a sus concupiscencias (Rm 6,12). Porque conozco y sé vado y te has de negar a ti mismo sin que escoja tu voluntad
reservar a los hombres malos para los tormentos en el día del lo que al presente te agrada o deleita, sino que has de abrazar
juicio; y mayormente aquellos que para satisfacer sus impuros con toda tu voluntad lo que la mía dispone de ti y todo e!
deseos, siguen la concupiscencia de la carne y desprecian las tiempo que en la tierra vivieres, vivas no conforme a las pa-
potestades (2P 2,9-10). No te dejes arrastrar de tus pasiones siones humanas, sino conforme a la voluntad de Dios (lP 4,2).
y apártate de tu propio querer (Si 18,30), prescindiendo total- 7. Y como el que está clavado en la cruz, no se detiene a
mente de él, y entrégate a la recta voluntad del superior some- contemplar lo que está delante de sus ojos, ni trae a la memoria
tiéndote humilde por mi amor hasta la muerte. el pasado, ni se preocupa cómo vivirá el día de mañana; no le
5. No es el discípulo superior al Maestro; para ser per- mueve la sensualidad de la carne, ni le envanece ni le excita
fecto ha de ser como su maestro (Le 6,40). Yo, Señor y Maes- la soberbia, ni el menosprecio, ni la venganza ni la envidia,
tro de los Profetas, descendí del cielo no para hacer mi sino que aun respirando su cuerpo, se considera ya muerto al
voluntad, sino la voluntad de! Padre, que me ha enviado (Jn mundo y fija sólo su atención adonde sabe con certeza que en-
6,38), y me hice obediente hasta la muerte y muerte de cruz seguida llegará, así tú, clavado con el santo temor de Dios,
(Flp 2,8). Por esto, si alguno quiere venir en pos de mí, nié- debes estar muerto a cuanto acabo de decirte, y debes tener
guese a sí mismo, y cargue su cruz y sigame (Mt 16,24), yel fija tu atención allí donde en cada instante esperas que vas a
que no carga con su cruz y no me sigue, tampoco puede ser entrar>'.
mi discípulo (Le 14,27)33. 8. Sal, pues, como se te indica, hacia el oriente, o sea, a
deshacer la nativa concupiscencia de tu cuerpo. Por esto, los
32 Idénticas citas bíblicas en Juan Casi ano, Instituciones monásticas que son de Cristo tienen crucificada su propia carne con los
4,38: SC 109,178; ed. española Neblí 15, 158-159. vicios y pasiones (Ga 5,24), llevando siempre representada en
33 La llamada a la obediencia, que procede también de la Regla carme-

litana, la cual se sirve del mismo texto bíblico (Le 6,40), aquí se identifica 34 Aunque se ha identificado bien la fuente de esta presentación de la
como una vida crucificada con Cristo en el sentido más crudo de lo que es vida carmelitana como una vida crucificada (Casiano, según la nota ante-
el seguimiento (Flp 2,8 + Mt 16,24 + Le 14,27). Pero el autor desarrolla el rior), sin embargo pueden servir de referencia y hasta de ámbito de com-
tema por un camino propio e insospechado, el del análisis fisico y anatómico prensión la experiencia y doctrina posterior de Santa Teresa de Jesús, como
de la crucifixión que deja prácticamente inmóvil al condenado, para indicar la hallamos expresada, p.e. en 7Moradas 4,8 (esclavos, señalados con el hie-
la suerte del seguidor de Jesucristo en la obediencia y la mortificación (nn. rro de la cruz), o en un sentido más intenso y lírico, semejante al texto de la
6-7). Esta típica consideración ya la había inaugurado Ignacio de Antioquía IPM 1,4,6-7, en las Poesías: Cruz, descanso sabroso (18); En la cruz está la
('clavados a la cruz de Cristo en la carne en el espíritu': Esmirniotas 1,1), vida (19); Abrazadas a la cruz (20); Oh cruz, madero precioso (21). Mientras
pero puede haberse inspirado en la misma fuente de otras veces, Casiano: que San Juan de la Cruz tiene páginas más calcadas sobre esta doctrina car-
"El que está crucificado no tiene ya poder para mover sus miembros ni vol- rnelitana medieval, puesto que hablará de muerte en cruz sensitiva y espiri-
ver/os a su capricho ... ": Instituciones monásticas 4,35: SC 109,174; ed. es- tual, o de crucificados interior y exteriormente con Cristo: 1Subida 5,8;
pañola, Neblí 15, 154-155. 2Subida 7,5.6-7.11; LlamaB 2,28.
24 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES
LIBRO 1 & 5 25

su cuerpo por todas partes la mortificación de Jesús a fin de según el Sabio, aun viviendo en monos (o sea en uno o singu-
que la vida de Jesús se manifieste también en sus cuerpos (2Co lar) no te verás libre de pecado, debes temblar y llorar en la
4,10); Y cuando lleguen a transformarse en la vida de Cristo, soledad, y esto es cumplir con la obligación del monje. Mo-
vendrán por ella a la posesión de la gloria sobrenatural, como nos en griego significa singular o solo; achos en griego signi-
se lo dice el Apóstol: muertos estáis ya y vuestra nueva vida fica triste, de aquí procede la palabra monje (monachos), que
está escondida con Cristo en Dios. Cuando aparezca Cristo, es igual a singular y triste, y que ha de llorar en la soledad sus
que es vuestra vida, entonces apareceréis vosotros también pecados y los ajenos; y se te da que escojas mejor esto a que
con El gloriosos (Col 3,3-4). sea tu trato con las gentes de la ciudad".
He aquí como muy brevemente he puesto ante tu conside- 3. Pues si, según nos dice el Sabio, viviendo en uno, que
ración el segundo grado por dónde has de subir a la cumbre es solo, en soledad, no podrás verte inmune (libre) de pecado
de la perfección profética. (cf. Si 11,10), ¿cuánto más, continúa diciendo, sumarás peca-
dos a pecados si vives en medio de las gentes y aumentarás el
CAPÍTULO V doble de pecados? (Si 7,7-8).Y por esto te conviene temblar y
llorar más largamente.
Cómo convenga al monje, para que alcance
la perfección profética 4. Retírate, pues, de las concurrencias de las gentes, no sea
y el fin de la vida religiosa eremítica, que viviendo en la ciudad te veas como forzado a hacer vo-
el buscar la soledad, y evitar la compañía humana, luntariamente lo que no necesitaba tu natural; tal sería, por
y principalmente la de la mujer, ejemplo, que te airases por la ira de otro, o tengas que soportar
y vivir en continencia las luchas de otro; o sea ocasión de tu caída la mirada de la
mujer desenvuelta, o te atraiga a abrazos ilícitos la belleza en-
JUAN XLIV OBISPO DE JERUSALÉN, en el libro antes citado, cantadora de un cuerpo; o te sujeten los lazos de la avaricia o
dice: de otros vicios. De todo esto se ve libre el que vive en la sole-
dad. ¿Quién dejó en libertad al onagro (asno salvaje) y quién
1. Ahora procura comprender bien el tercer grado.
En mi exhortación se continúa diciendo: y escóndete en el 35 Se trata de buscar la etimología de la palabra monje (monachos en

torrente Carit (IR 17,3). No quiero que en adelante convivas griego) que ya había sido ampliamente usada en la misma literatura monás-
tica antigua como significativa del ideal en su misma esencia, es decir, el
con las gentes de la ciudad, pues veo que la ciudad está llena
llegar a ser monos, único, igual a sí mismo; una persona unificada interna y
de iniquidad y discordia. Día y noche va dando vueltas sobre externamente. Ver cómo aparece este ideal (sin recurrir al valor etimológico)
sus muros la iniquidad. En medio de ella habita la opresión y en la Vida de Antonio escrita por Atanasio (14 y 67). San Jerónimo explica
la injusticia; no se apartan de sus plazas la usura y el fraude la etimología en el Contra Vigilancio 15: PL 23,367 A; también se encuentra
(Sal 54,10-12). recogida en las Decretales de Graciano Il, causa 16, q.l , c.8. En cuanto a la
derivación de la tristeza, es sintomático que en las sentencias del desierto
2. y porque es necesario evitar todo esto, el mismo Profeta haya un capítulo preciso dedicado a la compunción, el llorar los propios pe-
que se te ha dado por modelo, escogió vivir en el desierto y cados, como algo que forma parte del ideal monástico en sus mismos oríge-
no en la ciudad. Así dice: Mira como me alejé huyendo y per- nes. Casiano tratando de la tentación diabólica, habla de la tristeza en
manecí en la soledad (Sal 54,8).Y el Sabio dice: Guárdate de sentido nega;ivo y positivo: Instituciones monásticas IX,lO-13: ed. Neblí
15,338-341. Con un sentido más profundo al mero valor etimológico, Epi-
encontrar a la muchedumbre en una ciudad, y no te metas en
fanio dice que "monje es aquel que, separado de todo, está unido a todos.
el tumulto del pueblo. No añadas pecados a pecados, porque Monje es aquel que se estima unido a todos, porque se ve a sí mismo en cada
ni aún de uno solo has de quedar sin castigo (Si 7,7-8). Como, hombre sin excepción": Sobre la oración 124-125: BP 28,266.
26 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO I & 5 27

soltó sus ataduras, sino el que le dio casa en el desierto y al- para alcanzar tu profética perfección, que estés recóndito y ale-
bergue en una tierra estéril? Por esto, desprecia el gentío de jado del trato con los hombres, que no te unas a la mujer como
las ciudades; no oye los gritos del amo duro (lb 39,5)36. refugio. Loable cosa es en el hombre no tocar la mujer (1Co
5. El onagro es un animal que gusta de la soledad y es fi- 7,1); por lo demás yo lo digo esto para provecho tuyo ... y so-
gura del solitario que, alejado de las gentes de las ciudades, lamente para exhortaras a lo más loable y a lo que habilita
conversa amorosamente con Dios; y Dios rompe los lazos de para servir a Dios sin ningún embarazo (1Co 7,35).
los pecados del solitario y le perdona sacándole de la esclavi- Te es conveniente separarte de los que te impiden entre-
tud del mal, cuando ha escogido por morada la soledad y por garte totalmente a Dios en vida perfecta.
albergue la tierra estéril (ibid.), en la cual quema la sed, para 8. El cuidado de este mundo y el engaño de las riquezas
que sienta la sed de la justicia de la patria celestial. Pues biena- ahogan la palabra de Dios (Mt 13,22) e impiden al alma amar
venturados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque a Dios con todas sus fuerzas. Según el Sabio: los que aman a
ellos serán saciados (Mt 5,6). Dios, conservan su Palabra (Si 2,16); mas el que vive con
6. Pues, hijo mío, si quieres ser perfecto (Mt 19,21) Ycon- mujer, está afanoso de las cosas del mundo(1Co 7,33) y no se
seguir el fin de la vida monástica y eremítica, y allí beber del determina a entregarse por completo a la perfecta unión con
torrente, escóndete en el torrente Carit, guardando silencio en Dios. Anda afanado ... en cómo agradar a la mujer (1Co 7,33);
la soledad recóndita. Conociendo tu fragilidad y 10quebradizo el que no tiene mujer, anda únicamente solícito de las cosas
del vaso que llevas, debes tener miedo a tropezar en la ciudad del Señor; y en lo que ha de hacer para agradar a Dios (1Co
ya chocar, porque entonces quizás caigas y te rompas". Sién- 7,32). y así, si estás sin mujer no busques el casarte (lCo
tate, pues, solo y callado, porque bueno es guardar en silencio 7,27); mucho más dichoso serás si permanecieres según mi
la salud que viene de Dios (Lm 3,26). consejo, para que seas de aquellos vírgenes que se hicieron eu-
7. Por lo mismo escóndete en el torrente Carit, que signi- nucos por el reino de los cielos (Mt 19,12). Por mi parte les
fica división, separación", porque es de suma conveniencia daré un lugar distinguido en mi casa, y dentro de mis muros,
y un nombre más apreciable del que le darían los hijos e hijas:
36 El ónagro (asno salvaje) citado en la Biblia viene asumido como sím- daré les yo un nombre sempiterno, que jamás se acabará (Is
bolo del que busca por encima de todo la soledad; por eso, la cita se adapta 56,35)39.
especialmente al propósito de Ribot, pero también es verdad que ya había
llamado la atención sobre el particular la literatura monástica antigua. Ver
Ves cómo te he explicado el tercer grado por donde pue-
las Colaciones de Casiano 18, 6, donde viene presentado como imagen de des llegar a la cumbre de la perfección profética.
los monjes anacoretas, ed. española, Neblí 20,223. También Gregorio Magno
habla de este animal bíblico en los Morales 30,15,50: CCL 143,1525. Llama
la atención que Ribot no se sirva nunca de otro animal bíblico, la tórtola,
para hablar del deseo de la soledad, ya consagrado en la misma tradición
pagana con ese simbolismo.
37 Parece inspirarse en un pasaje semejante de San Jerónimo, Contra 39 Este recurrir aquí al ideal cristiano de la virginidad (1Co 7) se ha de
Vigiliantium 15: PL 23,367 A.
entender como algo que favorece la soledad interior y exterior, en definitiva,
38 Ribot combina el significado del torrente Carit como caridad divina
la libertad humana en el servicio de Dios. En los libros posteriores (sobre
(1,2,4), con el de separación que desarrolla aquí y en el capítulo siguiente todo el VI) tratará ampliamente sobre este tema: 11,1,4-7; VI,3,2-3.5-11;
(1,5,6-7; 1,6,4). Para dar esta segunda acepción de significado puede haber VI,4,2-3; VI,5,3-4; VII,5,4-6. Sobre la prerrogativa de la castidad en Elías
acudido a San Jerónimo en el Libro de la interpretación de los nombres he- yen sus discípulos, modelo implícito aquí de este ideal, puede verse lo que
breos 3 Regum: CCL 72,100; también en la Glosa ordinaria a IR 17,3: PL dice San Jerónimo en la Epístola 22,21 a Eustoquio: BAC 530,228.
113,606C.
28 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO 1 & 6 29

CAPÍTULO VI 3. Mas yo, como dice la Sagrada Escritura (cf. Gn 1,26-


28), doté al hombre de tan maravillosa naturaleza, que le cons-
Cómo para alcanzar la perfección profética y el fin
tituí rey de todas las criaturas (cf. Sal 8,6-7). Cuando el
de la vida religiosa eremítica,
hombre se apega al goce de las criaturas, pierde de su dignidad
se exige que el monje permanezca en la caridad,
y empequeñece su corazón sin que las criaturas pierdan belleza
y cómo debe amar a Dios y al prójimo
según su especie. Esta es la razón que movió la lengua del Pro-
para así permanecer en la caridad
feta para decir de los que ponen su afecto en las cosas creadas:
y se hicieron abominables como las cosas que amaban (Os
JUAN XLIV OBISPO DE JERUSALÉN, en el libro antes citado, 9,10). En otro lugar de nuevo escribe el Profeta: ha sido disi-
dice: pada la hinchazón del Jordán (Za 11,3), o sea, del pecado.
1. Escucha ahora la explicación del cuarto grado. Porque los hombres tanto, como despreciando los mandamien-
En mi advertencia exhortatoria se continúa diciendo: El tos de Dios por el pecado, se engrien contra Dios, otro tanto
torrente de Carit está enfrente (contra) del Jordán (IR 17,3). decaerán después por ello en el estrago de la corrupción y de
La palabra Jordán significa bajada de éstos; por lo mismo no la abominación, como lo dijo el Profeta: se han corrompido y
está fuera de sentido decir que significa pecado. ¿Puede haber se han hecho abominables por seguir sus pasiones (Sal 13,1;
algo que haga descender al hombre de la imagen y semejanza 52,2)42.
de Dios que tenía, hasta la miseria y torpeza, tanto como el pe- 4. Carit significa separación y por él con razón entende-
cado que es la transgresión de los mandatos divinos? Nos lo mos la caridad, ya que la divina caridad separa al hombre del
atestigua el Sabio cuando dice: El pecado hace desdichados a Jordán, o sea de la caída en el pecado. Se dice aquí que Carit
los pueblos (Pr 14,34): De aquí que Moisés dijo a su pueblo o la divina caridad está enfrente o contra el Jordán, que es con-
cuando quebrantó los mandamientos de Dios: bajarás y serás tra la caída en el pecado, pues según nos enseña el Apóstol: si
inferior (Dt 28,43)40. un hombre estuviera dotado de bienes sobre todos los demás,
2. Toda criatura, aun cuando sea limpia o hermosa según si hablara todas las lenguas y tuviera el don de profecía y do-
su género y especie, cuando se la compara con otra superior, minara toda la ciencia; y aun cuando distribuyera todos los
parece fea y manchada y como que desciende de su natural bienes para sustento de los pobres y entregara su cuerpo a las
hermosura; y cuando se mezcla un objeto precioso con otro llamas, pero si le falta la caridad, de nada le sirve todo esto
inferior, desmerece y pierde hermosura, aun cuando el objeto (lCo 13,2-3), ni pasa de la muerte del pecado a la vida de la
de naturaleza inferior no se desvalore ni afee. Así el oro pierde gracia, pues el que no ama permanece en la muerte (1Jn 3,14).
valor y hermosura cuando se le mezcla con plata". 5. Se aparta el hombre de esta muerte y se traslada a la
vida por la caridad divina como lo dice el mismo apóstol San
40 Para los Padres, siempre que en la Biblia se habla de bajar o descen-

der, se entiende en sentido negativo, es decir, como índice de caída, de venir


a menos de la condición original, en este caso de aquella de la imagen divina 42 El tema de la imagen y semejanza de Dios en el hombre es muy re-

en nosotros. En ese sentido se mueve Jerónimo en el Libro de la interpre- currente en el pensamiento patrístico, no siempre éste con idéntica presen-
tación de los nombres hebreos sobre el Éxodo, un libro bíblico que se presta tación; baste pensar en la diferencia con que se afronta dentro de la teología
especialmente a esta apreciación por las varias ocasiones en que se menciona asiática (Ireneo de Lyón) a como lo desarrolla la tradición alejandrina (pla-
la bajada a Egipto o la subida a la tierra. En las homilías sobre el Éxodo de tonismo). Pero siempre se trata de una manera de desarrollar la idea de la
Orígenes se había tratado ampliamente de este significado espiritual. Vocación divina del hombre y de su salvación, como don y como tarea. Un
41 Esta apreciación puede inspirarse en San Agustín, Sermón de las bie- buen complemento a cuanto dice el autor en estos números 2-3 puede ser la
naventuranzas, 2,13,44: CCL 35,135. doctrina sanjuanista de CánticoB 1,1.
30 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO 1 & 6 31

Juan: Nosotros conocemos haber sido trasladados de la con toda tu alma y con toda tu mente, y a vivir en Carit, que
muerte a la vida, en que amamos a los hermanos (Un 3,14). es la caridad divina; pues de verdad me ama el que ha recibido
En verdad Carit, o sea la caridad, está enfrente o contra el mis mandamientos y los observa (Jn 14,21).
Jordán, o es opuesto a la caída del pecado, pues como dice el 10 Y el primero y principal de todos los mandamientos es
Sabio: la caridad cubre todos los pecados (Pr 10,12). éste: Escucha, oh Israel. El Señor Dios tuyo es el solo y único
6. Hijo mío, si quieres ser perfecto (Mt 19,21) Y llegar a Dios y Señor. Amarás, pues, al Señor Dios tuyo con todo tu
la cumbre de la vida monástica eremítica y asegurarte contra corazón y con toda tu alma y con todas tus potencias. Este es
el Jordán, que es permanecer opuesto a la caída en el pecado, el primero y principal mandamiento (Dt 6,4-5; Mc 12,29-30).
escóndete bien en Carit, que es en el amor de Dios y allí be- y como no puede observarse este mandamiento si no se ama
berás del torrente: amarás al Señor Dios tuyo con todo tu co- al prójimo, porque el que no ama a su hermano a quien ve, no
razón; y con toda tu alma, y con toda tu mente (Mt 22,37). es posible que ame a Dios a quien no ve (Un 4,20), de aquí
Cuando cumplieres esto, serás ya perfecto y estarás escondido que el segundo mandamiento es semejante al primero: amarás
en Carit, enfrente del Jordán, que es el amor de Dios. Si rehu- a tu prójimo como a ti mismo (Mt 22,39); o sea, ámale en lo
sares hacer esto, serás un pobre y desgraciado (Cf. 1Co 9,27), mismo y por lo mismo que te debes amar a ti; y tú debes
y no vivirás escondido en Carit, sino en el Jordán, o sea en el amarte a ti en el bien verdadero, no en el mal. Si te amaras en
barranco del pecado. el mal, ya no te amarías a ti mismo, antes te tendrías odio; por-
que el que ama la maldad, odia su propia alma (Sal 10,6)43.
7. Y si amas alguna cosa más que a mí, ya no me amas con
todo tu corazón, ni estás escondido en Carit y en el amor per- 11. Debes, pues, amar a tu prójimo como a ti mismo en el
fecto de Dios, y por ello no te has hecho digno de verme, pues bien, no en lo malo, para que cuanto deseas hagan contigo los
quien ama al padre o a la madre más que a mí, no merece ser hombres, hagas tú con ellos (Mt 17,12), Y lo que aborreces
mío, y quien ama al hijo o a la hija más que a mí, tampoco hagan contigo, nunca lo hagas tú a otro (Tb 4,15) ya que el
merece ser mío (Mt 10,37). amor que se tiene al prójimo no sufre se le haga daño alguno
(Rm 13,10). Debes amar y portarte con tu prójimo haciendo
8. Y aun si amas alguna cosa tanto como a mí, todavía no
lo que contribuya a traerle al bien, aun si fuere malo, y lo que
me amas a mí con todo tu corazón, ni moras en Carit o en mi
le ayude a perseverar en el bien, si es que ya es bueno.
amor; pues si me amaras con todo tu corazón, por mucho que
te amaras a ti mismo y a todo lo demás, antepondrías a todas 12. Ya ti debes amarte no por ti mismo, sino por Dios; lo
las cosas mi amor, y rechazarías y hasta odiarías cuanto inci- que se ama por sí, se ama porque en ello se pone el fin de la
tara tu corazón a apartarte de mi amor, porque si alguno de los
43 Todas estas referencias en la parte final de este capítulo al amor a
que me siguen no aborrece (no ama menos que a mí) a su Dios por sí mismo, y al amor a sí y al prójimo por Dios, parece que dependen
padre, a su madre, a su mujer y a sus hermanos y hermanas y del pensamiento agustiniano, dedicado especialmente a este tema en el co-
aun su misma vida, no puede ser mi discípulo (Le 14,26). ~entario a la Carta de Juan, y en los sermones 330 y 336. Es la doctrina que
el llama del amor ordenado: "Ama a Dios por sí mismo, y ámate a ti en él y
9. Mas si me ofreces tu corazón con tan grande amor y te
siempre por él. Te amarás con amor ordenado, cuando ames a Dios en ti, sea
me entregas a ti mismo con tanta verdad, que por amor mío porque ya está en ti, o sea para que venga a ti" (Sermón 336,2) Ver también
evites y hasta odies lo que yo quiero que se evite y te prohíbo, la Ciudad de Dios X, 6. Sobre el amor ordenado se puede ver la Ciudad de
por dificil que te parezca; y si observas y cumples por amor Di?s XV, 22. Esa insistencia por parte del autor demuestra que no entiende
mío cuanto yo quiero y te mando, por duro y dificil que te pa- el¡deal carmelitano fuera de esa búsqueda esencial a todo cristiano del cum-
plimiento del mandamiento fundamental del amor a Dios y al prójimo ( nn.
rezca, empezarás entonces a amarme con todo tu corazón y 6 y 10).
32 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO 1 & 7 33

alegría y la vida bienaventurada, y la sola esperanza de llegar que ha amado mucho le son perdonados muchos pecados (Le
a conseguirla es ya en esta vida muy grande consuelo. Ni en ti 7,47).
ni en otro hombre alguno debes poner tu esperanza de la vida He aquí que te he explicado el cuarto grado, con lo cual
feliz, porque maldito sea el hombre, que confia en otro hom- podrás llegar a la mansión de la perfección profética.
bre, y se apoya en brazo de carne miserable y aparta del Señor
su corazón (Jr 17,5).
CAPÍTULO VII
13. Has de poner en Dios el fin de tu alegría y la seguridad
de tu vida bienaventurada como nos lo dice el Apóstol: Ahora, Cómo el monje, a través de lo cuatro grados
habiendo quedado libres del pecado, y hechos siervos de Dios, antes descritos,
tenéis por fruto vuestro la santificación y por fin la vida llega a la perfección profética
eterna ... en Jesucristo nuestro Señor (Rm 6,22-23). y alcanza el fin de la vida eremítica religiosa,
y así encuentra paz en ello
14. Si lo has comprendido bien, ves como debes amar a
Dios por sí mismo; y a ti no por ti mismo sino por Dios. Yes-
tando obligado a amar al prójimo como a ti mismo, debes cier- JUAN XLIV OBISPO DE JERUSALÉN, en el libro antes citado,
tamente amarle no por él ni aún por ti mismo, sino por Dios. dice:
¿Y qué otra cosa es esto sino amar a Dios en el prójimo? El 1. Sólo falta ahora que te fijes en lo que has de hacer para
Apóstol San Juan nos dice: En esto conoceremos que amamos llegar por estos cuatro grados a la cumbre de la perfección pro-
a los hijos de Dios, si amamos a Dios y guardamos sus man- fética y vivas cumplidamente el fin de la vida monástica y ere-
damientos (Un 5,2). mítica.
15. Todo esto lo vives en tu intención si amas a Dios por En mi propuesta se continúa diciendo: y allí beberás del
Dios, y si por amor de Dios amas al prójimo como a ti mismo, torrente (IR 17,4). Mira que te es muy conveniente según el
ya que en estos dos mandamientos está cifrada la ley y los pro- Sabio negar a tu cuerpo el uso del vino y demás deleites para
fetas (Mt 22,40) Y el amor es el pleno cumplimiento de la ley dedicar tu ánimo a la sabiduría y evitar el error (Qo 2,3). Lu-
(Rm 13,10). juriosa cosa es el vino, y llena está de desórdenes la em-
El Apóstol San Pedro nos exhorta a que cumplamos la ley briaguez. No será sabio quien a ella se entrega (Pr 20,1).
diciendo: Sobre todo mantened constante la mutua caridad 2. Para que puedas llegar más fácilmente a la verdadera
entre vosotros; porque la caridad cubre muchedumbre de pe- Sabiduría, viviendo en Carit te abstendrás del vino y para apa-
cados (IP 4,8). gar tu sed y reponer el vigor de tu cuerpo, beberás allí del to-
16. Pero Carit, o sea tu caridad tanto menos borra los pe- rrente material, o sea del agua que allí corre. Ten presente
cados y está menos opuesta al Jordán, que es apartada de la cómo antes de que te dijese: y allí beberás del torrente, ante-
caída en el pecado, cuanto es menor tu amor a Dios y al pró- puse enseñándote: te esconderás en el torrente Carit. Yadver-
jimo, pues el amor menos intenso merece menor perdón de los tidamente te lo antepuse, porque para que puedas beber
pecados, como está escrito: Ama menos aquel a quien menos espiritualmente del torrente, te es necesario vivir antes en
se le perdona (Le 7,47). Tanto más Carit o tu amor perdona Carit, o sea, estar escondido en la caridad.
los pecados y está opuesta a la caída en el pecado, cuanto más 3. Pero no puedes estar escondido en esta divina caridad
amas a Dios y al prójimo; porque el amor más intenso merece desde el primer momento que empiezas a vivirla, pues ya
mayor perdón de los pecados, como también está escrito: por- queda advertido que no cualquier amor divino borra todas las
culpas (Pr 10,12), sino sólo el amor perfecto. Aun cuando
34 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO I & 7 35

desde el primer momento en que empiezas a amarme con todo a mi amor casto, mas huye también de cuanto entorpezca en ti
tu corazón ya estés viviendo en Carit, o sea en la caridad di- el crecimiento de mi amor, como son las que por esto mismo
vina, no por esto estás ya escondido sin interrupción en Carit, te he enumerado: el matrimonio, las riquezas y todos los demás
o en la caridad, porque no quedas del todo separado de la ac- negocios seculares, que inquietan y atan, ya que ninguno que
tual concupiscencia del pecado, ya que no desaparecen ense- se ha alistado en la milicia de Dios, debe embarazarse con
guida las inclinaciones o concupiscencias sensuales ni las negocios del siglo, afin de agradar a aquel que le alistó (2Tm
torpes imaginaciones cuando se ha recibido el amor, sino que, 2,4).
a veces, se alborotan y revuelven más contra ti, intentando 7. Procura con todo tu esfuerzo vivir cuanto te mueva a
arrastrar tu corazón a lo prohibido y arrancarte de nuevo todo crecer en mi amor como son los mandamientos de mi ley y
mi amor. Esta es la causa de que no puedas amarme aún per- todo lo que antes te aconsejé para que te escondas en el amor,
fectamente con todo tu corazón. lo cual es abrazarte con la pobreza, matar la concupiscencia
4. Pues aun cuando tu corazón viva habitual y continua- de tu carne, profesar obediencia y renunciar tu propia voluntad,
mente en mi amor, no puedes, sin embargo, ser perfectamente vivir en continencia y en la soledad del desierto.
atraído hacia mí por un actual amor ya serenado. Y para que 8. Si te ejercitares tanto en vivir mis mandamientos y con-
no vuelvas a perder este mi amor, te es entonces necesario es- sejos hasta el punto de que no sólo hayas ahuyentado las torpes
forzarte para vencer las rebeldes imaginaciones de torpeza y imaginaciones y las torcidas inclinaciones de tu carne, sino
las sensuales inclinaciones opuestas a mi amor. Y aún cuando todo cuanto te impidiere o retardare crecer en mi amor, y es-
como prohibidas o malas las vences, no estarás por esto ya es- cogieres practicar las obras que le hacen crecer y, con esto, lle-
condido en Carit o en la caridad divina, pues todavía no habrás gues a amarme con tanta vehemencia y te unas a mí en todo
podido llegar a amarme con todo tu corazón. Pues hay otras con tan ardiente caridad, que no sientas ya en tu alma ningún
muchas cosas lícitas, que yo ni te he mandado ni prohibido; deseo contrario a mi amor ni lo que te retarde en su ejercicio,
tales son el matrimonio, las riquezas, los negocios terrenos y entonces será cuando empieces a amarme perfectamente con
otras semejantes ya mencionadas. todo tu corazón y a estar escondido en Carit o en la caridad
5. Cuando te atas y comprometes con todo esto, es cierto perfecta, y a conseguir el fin que habías abrazado ya que elfin
que no arrancan del todo mi amor de tu corazón, pero con fre- de los mandamientos es la caridad que nace de un corazón
cuencia te impiden recogerte en mí y aún acordarte de mí, y puro, de una conciencia buena y de fe no fingida (1Tm 1,5).
apagan el calor de mi amor de tu corazón, y cuanto menos sea 9. Cuanto en mi ley te he mandado o aconsejado es ya para
el fervor que tengas, tanto más será lo que distas de amarme que ahuyentes de ti las torpes imaginaciones y las concupis-
con todo tu corazón; y cuanto menos es tu amor a mí, tanto cencias de la carne y del mundo, a fin de que tu corazón se
menos te has escondido en Carit, o en mi perfecto amor; y mantenga totalmente limpio; ya para que prestes tus servicios
cuanto menos estás escondido en mi amor, tanto menos te es- en favor del prójimo y evites ofenderle, y de este modo vivas
meras en llegar a la perfección profética y vivir el fin de la en la paz sin remordimiento de tu conciencia; ya también para
vida monástica eremítica. que ofrezcas los obsequios debidos a mi honor y así estés con-
6. Pues, hijo mío, para que puedas llegar muy pronto a es- sagrado a mi servicio con fe no fingida, sino de toda verdad.
conderte en Carit, o en la caridad perfecta, y llegar al fin que 10. Te recuerdo todas estas verdades y las aconsejo para
abrazaste, y allí beber del torrente, huye no sólo de cuanto te este fin, para que brote de tu corazón limpio, de tu conciencia
he prohibido y te separa completamente de mi amor, como son buena y de tu fe no fingida un amor tan encendido y vehe-
las inclinaciones carnales y las imaginaciones torpes contrarias mente, que llene tu alma de paz y serenidad y te unas ya total-
36 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO I & 7 37

mente a mí sin resistencia ni cansancio, ni sientas más lo que ción entre nosotros y Dios; y nuestros pecados le han hecho
es contrario a mi amor o que empereza tu espíritu, sino que volver su rostro de nosotros (Is 59,2).
descanses ya en mi amor". 14. A lo segundo dice: en vez de tierra, entendiendo por
11. Vivir la quietud de este mi amor no es otra cosa que tierra los terrenos afectos y las riquezas o bienes que ya de-
tener el corazón completamente limpio de toda actual mancha jaste, te dará el Señor pedernal (Jb 22,24), que es como una
de pecado y estar escondido en Carit, que es aquel amor per- ardiente e intensa caridad. El pedernal es una piedra dura y
fecto del cual dijo el Sabio: el amor borra todos los pecados propia para el hogar, de la cual piedra se hace saltar la chispa
(Pr lO,12). de fuego y es como figura de aquella caridad perfecta, de la
12. Cuando hayas llegado a vivir con perfección este fin cual dice el Sabio: el amor es fuerte como la muerte; los celos,
de la vida profética, monástica y eremítica, y estuvieres de este implacables como el infierno; sus brasas, brasas ardientes y
modo escondido en Carit, o sea, sumergido en la caridad per- un volcán de llamas (Ct 8,6). El dador de este fuego santo es
fecta, entonces beberás allí del torrente; porque en esta íntima Dios, como lo dice el Apóstol: la caridad de Dios ha sido de-
unión que ya has llegado a tener conmigo te daré a beber a ti rramada en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo,
y a tus hermanos del agua de la vida de aquel torrente a que se que se nos ha dado (Rm 5,5)
refería el Profeta cuando, hablando conmigo, decía: Les harás 15. Lo tercero, por el pedernal duro, la ardiente y perfecta
beber en el torrente de tus delicias (Sal 35,9). Pues también caridad en que ya vives, te dará el Señor torrentes de oro, o
está escrito: Si te convirtieres al Todopoderoso, serás resta- sea aquellas suaves e inefables delicias de las cuales se dijo:
blecido y alejarás de tu morada la culpa. En vez de tierra te Ni ojo vio, ni oreja oyó, ni pasó a hombre por pensamiento
daré pedernal y torrentes que llevarán oro en lugar de piedras. cuales cosas tiene Dios preparadas para aquellos que le aman
El Todopoderoso te protegerá contra tus enemigos, y la plata (lCo 2,9). y se dice que estas delicias son torrentes, porque
entrará en tu casa a montones. Entonces, en brazos del Todo- descienden sobre el alma del profeta con grande ímpetu y en
poderoso, abundarás en delicias y lleno de confianza alzarás muy grande abundancia de gozo a manera de los torrentes,
a Dios tu rostro (Jb 22, 23-26)45. como está también escrito: como torrente que desborda, son
13. Reflexiona cómo serás levantado paso a paso al grado las palabras que salen del varón sabio (Pr 18,4).
último del bien si te entregas a Dios de todo corazón, como se 16. Cuando domina el calor del sol, el torrente se seca
te ha explicado. pronto, y también estas delicias espirituales se secan y desapa-
Primero has de alejar la culpa de tu morada, o sea de tu recen del espíritu del profeta cuando se aviva la sensualidad.
alma, porque si no haces esto no puedes unirte con el Todopo- y en verdad que estos torrentes son de oro, pues brillan
deroso, como está escrito: Si dijéremos que tenemos unión con por la llama del amor divino que inflama el alma del profeta y
él y andamos entre las tinieblas del pecado, mentimos (1Jn por el conocimiento claro de Dios que misteriosa o mística-
1,6), porque nuestros pecados han puesto un muro de separa- mente ponen en el espíritu del profeta, como lo dice el Señor:
el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré y yo
44 En estos dos párrafos (nn. 8-10) podemos ver un reclamo a la Regla
mismo me manifestaré en él (Jn 14,21).
de San Alberto que cita también el texto bíblico de l Tm 1,5. Ver 1,2,3; 1,2.7.8 17. Lo cuarto, cuando se te haya comunicado esta alta y
Y la correspondiente nota.
clara noticia de Dios, el Todopoderoso te protegerá contra tus
45 Esta cita de Jb 22,24 es fundamental para el autor por la referencia al
silex o pedernal (sólo en la traducción latina de la Vulgata) que le servirá
enemigos visibles e invisibles, defendiéndote contra ellos, pues
para desarrollar el tema de la ardiente o encendida caridad (nOI4). así lo dice el Señor: yo le protegeré por haber conocido y ado-
rado mi nombre (Sal 90,14).
38 INSTITUCIÓN DE LOS PRlMEROS MONJES LIBRO I& 8 39

18. Lo quinto promete que la plata entrará en tu casa a quien ninguno de los hombres ha visto, ni tampoco puede ver
montones; sobre lo cual dice el salmista: palabras puras y sin- en esta vida".
ceras son las palabras del Señor; son plata refinada al fuego, 2. La segunda causa es, porque mientras estás esforzándote
acendrada en el crisol (Sal 11,7), lo cual no es otro que el en gustar de aquellas delicias inefables del torrente de mi in-
amor. superable gozo, de repente te verás privado de ellas por la fla-
19. Porque por amor de Dios y para unirte con el mismo queza de tu pobre cuerpo y te encontrarás de nuevo contigo
Dios con corazón limpio, sales del mundo y del trato con los mismo, pues el cuerpo corruptible apega al alma, y este vaso
hombres y te haces digno de que el Señor te haga gozar con de barro deprime la mente, ocupada como está en muchas
abundancia de su divina comunicación, y hasta de que te re- cosas (Sb 9,15).
vele a veces verdades ocultas y futuras. Entonces serás col- 3. Por estas dos razones de no poder ver claramente mi
mado de inestimables delicias acerca de Dios Omnipotente y rostro y de no poder permanecer largo tiempo en aquella glo-
será fortalecida la vista de tu inteligencia para que puedas riosa contemplación de dulzura, por la flaqueza de tu cuerpo
contemplar a Dios, según tu deseo, sin que pueda estorbártelo corruptible, si quieres perseverar en la perfección debes supli-
nadie (Cf. Jb 22,26). car a Dios con gemido diciéndole: ¡Dios mío, Dios mío! A ti
Ves cómo te he explicado el modo de llegar a la perfección aspiro y me dirijo desde que apunta la aurora. De ti está se-
profética y cómo conseguirás vivir el fin de la vida monástica. dienta el alma mía. ¡Y de cuántas maneras lo está también
este mi cuerpo! En esta tierra desierta e intransitable y sin
CAPÍTULO VIII agua, me pongo en tu presencia como si me hallara en el San-
tuario, para contemplar tu poder y la gloria tuya (Sal 62, 2-
Cómo el monje deba perseverar humilde
3).
hasta que haya conseguido la perfección profética
y el fin de la vida religiosa eremítica Para que entonces no mueras desconsolado con los incon-
tenibles sollozos y tristezas del corazón por el ansia de verme
y el hambre de gustar la suavidad de la dulzura de mi gloria,
JUAN XLIV OBISPO DE JERUSALÉN, en el libro antes citado,
dice:
46 En el ejercicio de la contemplación entendida como búsqueda de
1. Conviene también reflexiones qué has de hacer para per- Dios, el creyente y el monje se encuentran con el dato revelado de la alteri-
severar viviendo con perfección la vida eremítica. dad divina. Dios es totalmente otro, y el hombre no puede atraparlo; escapa
Sigue mi promesa diciendo: yo he mandado a los cuervos a todo conocimiento y a todo deseo de conocer su ser y esencia. Por eso, el
autor trae a colación dos citas bíblicas fundamentales (Ex 33,20 + 1Tm
que te lleven allí de comer (IR 17,4). Juzgué era muy necesa-
6,16), aunque se le ha escapado otra muy importante para este discurso en
rio anunciarte esto para tu consuelo. Pues aun cuando estés na- la tradición patrística (Jn 1,18), como también aquella afirmación de poder
dando en delicias inefables mientras bebes del torrente de mi verlo y tocarlo (lJn 1,1-3) que hace de contraluz a las anteriores. El plante-
gozo, tu alegría todavía no puede ser completa por dos cau- amiento místico mejor estructurado del tema lo tenemos en la Vida de Moisés
sas. de Gregario de Nisa (Il,162-164), un texto escrito para los monjes de Basilio.
Esto quiere decir que Ribot ha buscado y percibido para la vida del Carmelo
La primera, porque de lo íntimo de tu alma sentirás un ve- Un ideal que tiene una salida mística, basada precisamente en el ejemplo de
hementísimo deseo de ver ya claramente mi rostro y aun no Elías, que él trata de especificar en todas sus dimensiones y exigencias. En
puedes verle,porque no me verá hombre alguno sin morir (Ex esto podemos hallar ya como un signo y huellas de una cierta doctrina mís-
33,20), pues yo habito en una luz inaccesible (lTm 6,16), a tica en esta obra que, seguramente, ha influido mucho en la trayectori~ pos-
terior del Carmelo en esta misma dirección que aquí se trata de describir y
codificar.
40 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO 1 & 8 41

he mandado a los cuervos que te lleven allí de comer (IR 17,3) no les es posible tomar del deseado alimento de la dulzura es-
para darte consuelo. piritual y, como está escrito: si no os volvéis y hacéis semejan-
4. Por los cuervos se entienden aquí alegóricamente los tes a los niños en la sencillez e inocencia, no entraréis en el
Profetas santos, que te precedieron y te mandé para que fueran reino de los cielos (Mt 18,3); deben reconocer humildemente
tus modelos. Nunca ellos sintieron presunción de la equidad que aún son polluelos o niños en la virtud, y no dejar de crecer
de su vida santa, sino que conociéndose bien por la gracia de en el bien para no caer en el mal, pues está escrito: todos tro-
la humildad y viendo su flaqueza, confesaban la negrura de pezamos en muchas cosas (St 3,2).
sus deficiencias diciendo: si dijéremos que no tenemos pecado, 7. Porque muchas veces desdeñan meditar en sus pecados
nosotros mismos nos engañamos y no hay verdad en nosotros y en la propia miseria, y por esto no pueden vestirse de la ne-
(IJn 1,8). De cada uno de éstos se escribió: ¿Quién prepara grura de la humildad que necesitan tener para preservarse del
al cuervo su alimento cuando sus pollitos levantan sus graz- vano brillo de la soberbia del mundo. Cuanto más pretendan
nidos hacia Dios, yendo de un lado a otro del nido por no brillar al exterior afanándose en las atenciones de la presente
tener nada que comer? (lb 38,41)47. vida, tanto menos aptos estarán para poder recibir y gustar en
5. Tiene el cuervo el instinto de mirar a sus polluelos su alma aquellos manjares espirituales.
cuando nacen y los ve blanquecinos y que se mueven a un lado 8. El cuervo mira los piquitos abiertos de sus polluelos,
y a otro del nido abriendo sus picos y pidiendo alimento. Pero que hambrientos le piden de comer, pero hasta no verlos cu-
no se 10 da hasta no verlos con plumaje negro, reconociendo biertos de negro no les da alimento; y el Profeta, enviado mío,
por la negrura que se le parecen; cuando ve que el plumaje se antes de llevar a sus discípulos donde saboreen el escondido
les toma negro, pone ya todo su esfuerzo en alimentarlos. De manjar de mi dulzura, les enseña y exhorta a que, como él,
semejante modo nacen también los polluelos o discípulos del desechen el brillo vano de la presente vida y espera a ver si
Profeta, que yo envié y luego, con su ejemplo, llegan a conse- por los sufrimientos de la penitencia y la meditación de sus
guir tanta gracia que beben del torrente de mi delicia, como pecados, se visten de negro y se reconocen humildes en su fla-
bebió el Profeta Elías". queza. Si con la humilde confesión de su pasada vida se vis-
6. Cuando por la flaqueza de la propia naturaleza no han tieren como de negras plumas de llantos y gemidos brotado s
llegado a gustar de mi suave dulzura, deben dirigir sus súplicas de lo íntimo del alma, mi Profeta acudiría solícito a cuantos
a mí moviéndose con el deseo de un lado a otro, porque aún se lo pidan, con el regalado manjar que yo mismo les tengo
preparado, ya que los invita a que gusten de la dulzura que
47 Otra cita bíblica de Job (38,41) que le viene en ayuda al autor para mana del torrente de mi delicia, y tanto más gustosa y prove-
desarrollar parte del texto fundamental de la saga de Elías (IR 17,4), según
chosamente los alimenta cuanto los ve más perfectamente
la técnica antigua de la Biblia con la Biblia. El tema del cuervo, aprovechado
por Ribot en todos sus significados, bíblico y natural, va a estar presente
apartados del brillo del mundo y cubiertos de negro por la
hasta el final del capítulo. El cuervo citado por Job le ayuda a entender la compunción de la humilde penitencia.
función simbólica de la misma ave en Elías.
48 Además de la tradición bíblica y cristiana, el cuervo como signo de

confesión y de penitencia, se aducen creencias populares de la historia na- cia de esta ave en la hagiografia cristiana, como en el caso de San Benito de
tural, como ese detalle relativo a su comportamiento con los hijos y con los Nursia (Gregorio.Magno). Ver cuanto se dice en los Morales 30,9,33-35:
padres, a veces con fama estos pájaros de ser malos padres. También se apro- CCL 143,1514-1515; como también San Isidoro en las Etimologías 12,7,43.
vecha el simbolismo del color negro, de ordinario con carácter negativo (ne- Sobre el simbolismo del cuervo, cf. E. GIANNARELLI,Dalla Bibbia al Pe-
grura del pecado). Para el autor (nn. 6-8) este animal-alegóricamente-Ie trarca: Elia, i corvi e l'amicizia, en Paideia cristiana. Studi in onore di M.
trae la necesidad del recuerdo de los propios pecados. No olvidar la presen- Naldini (Roma 1994) pp. 225-273.
42 INSTITUCIÓN DE LOS PRIMEROS MONJES LIBRO 1 & 8 43

9. Para que los discípulos se den perfecta cuenta de que y en segundo lugar, para que la desees con mayor vehemencia
los alimentos ofrecidos por el Profeta los reciben directamente y, ac~ecentando el deseo, te prepares mejor para poderla con-
de mí, se lo propone muy prudentemente en forma de pre- segUIr.
gunta: ¿Quién prepara al cuervo su alimento cuando sus polli- 13. y para que en ese tiempo no desmayes del todo en la
tos levantan sus graznidos hacia Dios, yendo de un lado a otro perfección, mandé a los cuervos que te lleven alli el alimento,
del nido por no tener nada que comer? (Jb 38,41). Date per- y así dispuse que los Profetas santos, tus antecesores, te ali-
fecta cuenta de esto. Sólo Dios da la comida y ningún otro, mentasen con la doctrina de los ejemplos de la humilde peni-
como está escrito: el que da el alimento a los polluelos de los tencia; con la penitencia veían ellos, humillados, la negrura de
cuervos, que claman a él (Sal 146,9). sus pecados y no caían en el fascinador brillo de la vida camal.
10. Hijo mío, cuando tu llegares a la perfección profética Para que durante ese tiempo sepas lo que has de hacer, alimén-
y vivas ya con perfección el fin de la vida monástica eremítica, tate muy solícito con su doctrina, como está escrito: el sabio
y se tí dé a beber del torrente de mi delicia, no te engrías por- indagará la sabiduria de todos los antiguos y hará estudio en
que g istas de tanta dulzura; sentirás que ésta de repente des- los Profetas (Si 39,1).
aparece por algún tiempo a causa de la flaqueza y miseria de 14. Si a imitación suya, te esfuerzas por quitar de ti el vano
tu cuerpo. brillo de la vida presente y procuras vestirte de negro, como
Entonces ten gran cuidado. No desciendas de la terraza de los polluelos del cuervo, con la meditación de la propia fla-
esa perfección y vuelvas a abrazar alguna de las cosas de tu queza y la práctica de la verdadera humildad, y elevas al Señor
casa (cf. Mt 24,17) que ya habías dejado y renunciado"; por- tus fervorosas y humildes plegarias, y la correspondiente con-
que ninguno que después de haber puesto su mano en el arado fesión de tus pecados y los abundantes gemidos de dolor, como
vuelve los ojos atrás, es apto para el reino de los cielos (Le si fuesen las plumas negras del cuervo; y si también, a seme-
9,62); y por esto, olvidando las cosas de atrás y atendiendo janza de sus polluelos, te alejas del tumulto de las ciudades, y
sólo y mirando a las de adelante, esforzándote a ti mismo, pro- estableciendo tu vivienda en la soledad, te obscureces todo
sigue hasta obtener el premio a que Dios te llama desde lo lejos de la gloria de la vida mundana y de las posesiones y
alto (Flp 3,13-14), . demás bienes y riquezas del mundo, te dará el Señor de nuevo
11. No se prometió el premio al que empezare a vivir esto de beber y que saborees la dulzura del manjar que nace del to-
anunciado, sino que el que perseverare viviendo esto hasta el rrente de su delicia. Por esto se ha escrito: mirad los cuervos
fin, ese se salvará (Mt 24,13). cómo no siembran ni siegan, ni necesitan tener graneros y
Dios los alimenta (Lc 12,24).
Para ello, yendo y viniendo con la consideración, como
los polluelos del cuervo en el nido, debes decirme en súplica Ya te he enseñado cómo debes vivir para perseverar hu-
ininterrumpida: Como brama el sediento ciervo por las fuentes milde en la perfección de la vida profética eremítica'".
de aguas, asi, oh Dios mio, clama a ti el alma mia (Sal 41,2).
12. Y si no volvieres a gustar pronto de aquella suavidad 50 En algunos mss. de la IPM figuran aquí dos explicit que ha encontrado

de mi dulzura, ya antes probada, será para que te des cuenta el editor moderno Chandler, y que denotan en cierta manera como si se tra-
primeramente de que si llegaste a gustar de tan inefable dul- tara del final del proyecto original en la mente del autor: "Final del libro de
zura, no fue por tus méritos propios, sino por benignidad mía; la Institución, es decir, aquella forma de llegar a la perfección profética y al
fin de la vida monástica eremítica, consignada por Dios al profeta Elías para
ser observada, y comentada por Juan, XLIV obispo de Jerusalén, y expuesta
49 Puede depender en este párrafo de Juan Casiano, Instituciones mo- por la palabra tanto del Viejo como del Nuevo Testamento" .
násticas 4,36,1-2: SC 109,174-176; ed. española, Neblí 15, 155-156.

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