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Honorable,

CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA.


Bogotá D.C
Demandante: Luis Fernando López Malpica
Asunto: Acción Pública de Inconstitucionalidad
Objeto demandado: Artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo-Modificado
artículo 29 ley 789 de 2022
Subtema: Control de constitucionalidad interpretaciones judiciales- in
dubio pro operario, derechos adquiridos, prohibición de reproducir contenido declarado
inexequibles por vicios de fondo
Caducidad: No caducidad-Vicio material o de fondo

LUIS FERNANDO LÓPEZ MALPICA, mayor de edad, identificado como aparece al pie
de mi correspondiente firma, actuando en nombre propio, en ejercicio de la Acción Pública
de Inconstitucionalidad consagrada en el artículo 241 numeral 5 de la Constitución Política
de Colombia, en concordancia con el artículo 40 numeral 6 de la misma, reglamentada por
el Decreto 2067 de 1.991 y con audiencia del señor Procurador General de la Nación,
solicito se sirva realizar las siguientes:

1.- Pretensiones:
Solicito respetuosamente realice las siguientes declaraciones Constitucionales:

Que se DECLARE INEXEQUIBLE la interpretación realizada por la Honorable SALA


DE CASACIÓN LABORAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA relacionada
con el alcance interpretativo de la indemnización moratoria establecida en el artículo 65 del
CST, modificado por el artículo 29 de la ley 789 de 2002, en la medida en que bajo el
planteamiento del principio constitucional de favorabilidad- In dubio pro operario,
prescrito en el artículo 53 de la Carta Política, el Tribunal Laboral adscribe una norma
interpretativa cuyas consecuencias jurídicas no se coligen del texto normativo y es deber de
todo operador judicial elegir la interpretación más favorable al trabajador, ello, en la
medida de que la corporación reproduce la exigencia de contenido declarado inexequible,
mediante la sentencia C-781 de 2003 y desconoce abiertamente los derechos adquiridos de
un día de salario por día de retardo del artículo 65 del CST establecida en la sentencia de
constitucionalidad.

2.- Disposición o norma sobre la cual se predica necesariamente el cargo; artículo 65


del CST, modificado por el artículo 29 de la ley 789 de 2002. (Certeza).

De acuerdo a la Sentencia C-185 de 2002 el ciudadano deberá identificar la “norma sobre


la cual se predique necesariamente el cargo. En este sentido se ataca la constitucionalidad
del concepto “solo” del artículo 65 del código sustantivo del trabajo.

ARTICULO 65. INDEMNIZACION POR FALTA DE PAGO.


<Texto original del inciso 1o. del Artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo,
vigente para los trabajadores que devenguen un (1) salario mínimo mensual
vigente o menos:>

1. Si a la terminación del contrato, el {empleador} no paga al trabajador los


salarios y prestaciones debidos, salvo los casos de retención autorizados por la
ley o convenidos por las partes, debe pagar al asalariado, como indemnización,
una suma igual al último salario diario por cada día de retardo.

<Artículo modificado por el artículo 29 de la Ley 789 de 2002. El nuevo texto


es el siguiente:>

1. <Aparte tachado INEXEQUIBLE. Para los trabajadores que devenguen


menos de un (1) salario mínimo mensual vigente, continúa vigente el texto
que puede leerse en los párrafos anteriores, para los demás casos el nuevo
texto es el siguiente:> Si a la terminación del contrato, el empleador no
paga al trabajador los salarios y prestaciones debidas, salvo los casos de
retención autorizados por la ley o convenidos por las partes, debe pagar al
asalariado, como indemnización, una suma igual al último salario diario
por cada día de retardo, hasta por veinticuatro (24) meses, o hasta cuando
el pago se verifique si el período es menor. Si transcurridos veinticuatro
(24) meses contados desde la fecha de terminación del contrato, el
trabajador no ha iniciado su reclamación por la vía ordinaria o si
presentara la demanda, no ha habido pronunciamiento judicial, el
empleador deberá pagar al trabajador intereses moratorios a la tasa
máxima de créditos de libre asignación certificados por la Superintendencia
Bancaria, a partir de la iniciación del mes veinticinco (25) hasta cuando el
pago se verifique.

Dichos intereses los pagará el empleador sobre las sumas adeudadas


al trabajador por concepto de salarios y prestaciones en dinero.

2. Si no hay acuerdo respecto del monto de la deuda, o si el trabajador se


niega a recibir, el empleador cumple con sus obligaciones consignando
ante el juez de trabajo y, en su defecto, ante la primera autoridad política
del lugar, la suma que confiese deber, mientras la justicia de trabajo decide
la controversia.

En la sentencia La Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia SL 1639 de 2022, la Corte


planteó su interpretación sobre dicha disposición normativa y afirmó:
“El criterio mayoritario de la Sala respecto del alcance e interpretación de esta
disposición, es que para que proceda dicha indemnización, se debe instaurar la demanda
dentro de los
24 meses siguientes a la terminación del contrato de trabajo; si ello no ocurre, el
trabajador solo tendrá derecho a los intereses moratorios que dicha preceptiva prevé, a
partir del mes
25. Así se dijo en sentencia CSJ SL, 6 May 2010, Rad. 36577, reiterada en la CSJ
SL10632- 2014, y más recientemente en providencia CSJ SL1005-2021, donde se señaló:
Cuando no se haya entablado demanda ante los estrados judiciales, dentro de los
veinticuatro (24) meses siguientes al fenecimiento del contrato de trabajo, el trabajador no
tendrá derecho a la indemnización moratoria equivalente a un (1) día de salario por cada
día de mora en la solución de los salarios y prestaciones sociales, dentro de ese lapso, sino
a los intereses moratorios, a partir de la terminación del contrato de trabajo, a la tasa
máxima de créditos de libre asignación certificada por la Superintendencia Financiera.
De tal suerte que la presentación oportuna (entiéndase dentro de los veinticuatro meses
siguientes a la terminación del contrato de trabajo) de la reclamación judicial da al
trabajador el derecho a acceder a la indemnización moratoria de un día de salario por
cada día de mora hasta por veinticuatro (24) meses, calculados desde la ruptura del nudo
de trabajo; y, a partir de la iniciación del mes veinticinco (25), contado desde esa misma
ocasión, hace radicar en su cabeza el derecho a los intereses moratorios, en los términos
precisados por el legislador
Pero la reclamación inoportuna (fuera del término ya señalado) comporta para el
trabajador la pérdida del derecho a la indemnización moratoria. Sólo le asiste el derecho
a los intereses moratorios, contabilizados desde la fecha de la extinción de vínculo
jurídico. (Subrayas fuera del texto).
Con arreglo al anterior criterio jurisprudencial, observa la Sala que la relación laboral
que se suscitó entre las partes finalizó el 6 de abril de 2003 y la demanda que dio origen al
proceso fue presentada el 7 de julio de 2006 según se infiere del acta individual de reparto
visible a folio 20, es decir, después de haber transcurrido 24 meses desde la ruptura del
vínculo contractual. En estas condiciones, al haber reclamado inoportunamente sus
acreencias laborales, la demandante perdió el derecho a la indemnización moratoria de un
día de salario por cada día de retraso y solo le asiste derecho a los intereses moratorios
sobre los créditos sociales insatisfechos.”
Tomado de https://www.cortesuprema.gov.co/corte/wp-
content/uploads/relatorias/la/bago2022/Ficha%20SL1639-2022.pdf

3.-Norma constitucional violada

La Sentencia C-1052 de 2001 dispone que el Ciudadano deberá señalar “las normas
constitucionales que se consideren infringidas” y “la exposición del contenido normativo
de las disposiciones constitucionales que riñe con las normas demandadas. De esta forma
se han vulnerado las siguientes disposiciones Constitucionales:

FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL
“ARTICULO 53. El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente
tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos fundamentales:

Igualdad de oportunidades para los trabajadores; remuneración mínima vital y móvil,


proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo;
irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; facultades
para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; situación más favorable
al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de
derecho; primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las
relaciones laborales; garantía a la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el
descanso necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor
de edad.

El estado garantiza el derecho al pago oportuno y al reajuste periódico de las pensiones


legales.

Los convenios internacionales del trabajo debidamente ratificados, hacen parte de la


legislación interna.

La ley, los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo, no pueden menoscabar la


libertad, la dignidad humana ni los derechos de los trabajadores.

ARTICULO 58. <Artículo modificado por el artículo 1o. del Acto Legislativo 1 de 1999.
El nuevo texto es el siguiente:> Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos
adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni
vulnerados por leyes posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por
motivos de utilidad pública o interés social, resultaren en conflicto los derechos de los
particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deberá ceder al
interés público o social.

La propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es inherente una
función ecológica.

El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad.

Por motivos de utilidad pública o de interés social definidos por el legislador, podrá haber
expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Esta se fijará
consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el
legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a posterior
acción contenciosa - administrativa, incluso respecto del precio.

ARTICULO 243. Los fallos que la Corte dicte en ejercicio del control jurisdiccional hacen
tránsito a cosa juzgada constitucional.

Ninguna autoridad podrá reproducir el contenido material del acto jurídico declarado
inexequible por razones de fondo, mientras subsistan en la Carta las disposiciones que
sirvieron para hacer la confrontación entre la norma ordinaria y la Constitución.
4.- Concepto de violación y síntesis de las razones de inconstitucionalidad.

De conformidad con la Sentencia C- 1052 de 2001, el ciudadano deberá argumentar “las


razones por las cuales los textos normativos demandados violan la Constitución” tales
razones deberán ser “claras, ciertas, específicas, pertinentes y suficientes”. En materia de
control constitucional sobre interpretaciones judiciales, la Corte Constitucional estableció
requisitos adicionales, como que además de la claridad sobre la norma demandada, se fijara
el alcance interpretativo de la autoridad judicial sobre la disposición enjuiciada, la
interpretación no sean hipótesis hermenéuticas que no se desprenden realmente del
contenido normativo de la ley y que dicho alcance interpretativo impacte un debate de
orden constitucional, en este caso, bajo el principio de favorabilidad en materia laboral,
elevado a rango constitucional en el artículo 53 de la Carta Política y la prohibición de la
reproducción de contenido declarado inexequible por vicios de fondo.

4.1 Razones claras: La demanda de inconstitucionalidad es clara por cuanto se identifica de


manera cristalina el artículo 65 del CST, modificado por el artículo 29 de la ley 789 de
2002 y sumado a ello, por recaer la acción pública de inconstitucionalidad sobre la
intelección fijada por el órgano de cierre de la Jurisdicción Ordinaria en su especialidad
laboral, se reproduce el sentido que le ha impreso dicha corporación al artículo
mencionado.

4.2 Razones ciertas. La mencionada característica se basa en la identificación de


verdaderos cargos de inconstitucionalidad, sin acudir a simples hipótesis o invenciones
interpretativas que realmente no son acordes con la lectura de la disposición jurídica. Es así
pues que, se relacionan reales elementos de interpretación que surgen de la misma
disposición jurídica acusada, sin introducir nuevos elementos normativos que tergiversen la
sustracción misma de la norma. Tal como se observará adelante en el desarrollo puntual de
la acusación, se toma como objeto interpretativo el artículo 65 del CST, modificado por el
artículo 29 de la ley 789 de 2002, en sus diferentes palabras, instituciones jurídicas
procesales, preposiciones de tiempo, conjunciones coordinantes, analizadas dese la
disposición misma, su fin, su relación con otras disposiciones en el orden procesal laboral y
la intensión del legislador.

4.3. Razones pertinentes: Este elemento es de vital importancia por cuanto se parte de la
base de la interpretación Constitucional de los artículos 53, 58 y 243 de la Carta Política.
Los principios básicos de derecho laboral elevados a rango constitucional se constituyen
como verdaderas normas jurídicas vinculantes para todas los particulares y autoridades del
país, sin exclusión algunas. Así, el principio de favorabilidad, en su subprincipio
interpretativo, prescribe la obligación constitucional por parte de todos los jueces de la
República de elegir la interpretación más favorable para el trabajador que presenten las
distintas fuentes de derecho laboral en el orden jurídico colombiano, en el artículo 58 se
protege los derechos adquiridos, en el presente caso, de un día de salario por día de retardo
hasta el mes 24 y en lo que atañe al artículo 243 de la Carta, la prohibición de la Sala
Laboral de la Corte Suprema de Justicia de reproducir contenidos declarados inexequibles.

4.4 Razones claras y específicas: De manera detallada y objetiva se confronta la


disposición del 65 del CST juntos con la norma adscrita realizada por la Honorable Sala
de Casación
Laboral de la Corte Suprema de Justicia sobre la fuente formal de derecho. Aquí, se recalca,
en esta demanda de inconstitucionalidad en contra de interpretaciones judiciales no se
agregan elementos normativos o consecuencias jurídicas que no se desprenden del texto
mismo de la ley o la combinación de los efectos jurídicos de un supuesto de hecho (2) para
un supuesto de hecho (1) o incluso, sino que, se analiza la disposición jurídica del artículo
65 CST desde el texto, desde el contexto, desde su historia y fin.

4.4.1 Violación del artículo 53 de la Constitución Política de Colombia. Estatuto del


Trabajo. Principios constitucionales del derecho laboral. Principio de Favorabilidad-
Sub principio de la interpretación más favorable para el trabajador en las fuentes
formales del derecho. Artículo 243-Prohibición de la reproducción de contenido
declarado inexequible.

El derecho laboral en Colombia tuvo un giro radical a partir de la expedición de la


Constitución Política de 1991. En dicho Pacto Nacional en el que convergieron diversas
fuerzas políticas, se elevaron una serie de principios y derechos mínimos fundamentales a
rango constitucional, con las implicaciones jurídicas por ello, tales como su jerarquía
normativa respecto a las normas legales, las adscripciones de las autoridades judiciales
(artículo 4 superior) y la garantía de la integridad, supremacía y guarda de sus preceptos
superiores encomendada a un Tribunal Constitucional (artículo 241 superior).

El mínimo vital y móvil, la estabilidad en el empleo, el principio de irrenunciabilidad o el


principio de favorabilidad se estatuyeron en lo más alto de las fuentes formales del derecho
constitucional y, bajo la constitucionalización del derecho, en lo más alto de la legislación
laboral, como asuntos de suma relevancia para el constituyente primario y, por ende, como
parámetro de control constitucional de las leyes y de las decisiones judiciales en todo el
orden nacional.

El principio de favorabilidad o in dubio pro operario es uno de los derechos


constitucionales laborales que ha desarrollado le Corte Constitucional en su más de 30
años. Implica, según la sentencia T-088 de 2018 “que una o varias disposiciones jurídicas
aplicables a un caso admiten diversas interpretaciones razonables dentro de su contenido
normativo, hipótesis bajo la cual el operador jurídico debe escoger aquella que brinde
mayor amparo o sea más favorable al trabajador. (Subrayada fuera del texto).

La Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia también ha declarado cuál es


el sentido del principio de favorabilidad en su modalidad interpretativa. De esta forma, en
la sentencia SL 1084 de 2020 declaró que:

“consiste en que cuando existan dudas fundadas en el entendimiento de una norma, esto
es, cuando el operador jurídico encuentre lógicamente posibles y razonablemente
aplicables al asunto debatido dos o más intelecciones del precepto, debe acoger aquella
que más beneficie al trabajador (…) pero siempre que la disparidad de interpretaciones
resulte de la comprensión que el mismo fallador considere posible al aplicar las reglas
generales de hermenéutica jurídica y las especificas o propias del Derecho Laboral. En
consecuencia, la que deberá resolverse de manera que produzca los efectos más favorables
al trabajador será
aquella duda respecto del entendimiento o inteligencia de la norma jurídica que resulte de
las diferentes interpretaciones que el juzgador encuentre lógicamente posibles y
razonablemente aplicables al caso”

Se puede concluir que el principio de favorabilidad en su sub principio interpretativo o in


dubio pro operario, está relacionada directamente con la intelección que se realiza sobre las
fuentes formales de derecho laboral. De una misma disposición jurídica aplicable a un caso
concreto, pueden desprenderse dos o más interpretaciones jurídicas para la resolución de
dicho caso y el operador judicial deberá aplicar aquella que resulte más benéfica para el
trabajador.

Tanto la Corte Constitucional como la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia


coinciden en que la interpretación que mejor beneficie al trabajador deberá ser razonable y
no, por lo contrario, una interpretación que no atiende al texto mismo de la ley, sino a
conjeturas, hipótesis o situaciones no consagradas en la disposición objeto de extracción
normativa. En este sentido, ello también es coherente con el requisito adicional sentado por
la Corte Constitucional respecto al control constitucional de las interpretaciones judiciales,
cuando la misma corporación en la sentencia C-136 de 2017 afirmó que:

“(ii) no puede considerarse satisfecho el requisito de certeza cuando el reproche de


inconstitucionalidad se sustenta en simples “hipótesis hermenéuticas” que no hallan
sustento en una real y cierta interpretación judicial, o donde la interpretación no conduce
a las implicaciones reprochadas, sino que responden a una proposición jurídica inferida
por el actor o que recaiga sobre disposiciones que no han sido acusadas”

Tal como se ha esbozado, el objeto de reproche constitucional recae sobre el artículo 29 de


la ley 789 de 2002, el cual modifica el artículo 65 del CST relacionado directamente en el
punto 2 de esta demanda de inconstitucionalidad. Allí, se transcribió textualmente, como lo
exige el decreto 2067 de 1991, por lo cual no se reproducirá nuevamente, sin embargo, si se
transcribirá el texto simplificado, sin distractores normativos que afecten la interpretación
genuina del objeto demandado:

“Si a la terminación del contrato, el empleador no paga al trabajador los salarios y


prestaciones debidas, …, debe pagar al asalariado, como indemnización, una suma igual
al último salario diario por cada día de retardo, hasta por veinticuatro (24) meses, …. Si
transcurridos veinticuatro (24) meses contados desde la fecha de terminación del contrato,
el trabajador no ha iniciado su reclamación por la vía ordinaria …, el empleador deberá
pagar al trabajador intereses moratorios …, a partir de la iniciación del mes
veinticinco
(25) hasta cuando el pago se verifique.”

Del texto normativo pleno y de este simplificado se extrae 3 supuestos jurídicos plenamente
identificados:

1. El empleador que no paga al trabajador salarios y prestaciones debidas, debe pagar


al asalariado, como indemnización, un día de salario por día de retardo hasta por 24
meses o hasta cuando el pago se verifique si el período es menor.
2. El empleador que no paga al trabajador salarios y prestaciones debidas, debe pagar
al trabajador intereses moratorios a partir de la iniciación del mes 25 hasta su
efectivo pago, sino ha iniciado su reclamación por la vía ordinaria en los primeros
24 meses.

3. Si el trabajador ha iniciado la reclamación por la vía ordinaria antes del mes 24


tendrá derecho a que se continue pagando, a título de indemnización, un día de
salario por día de retardo, incluso, si pasa el mes 24.

PD: Declaración de inexequibilidad: o si presentara la demanda, no ha habido


pronunciamiento judicial.

La interpretación del artículo 65 del CST debe hacerse bajo el principio de inescindibilidad
o conglobamiento, es decir, debe interpretarse todo el apartado normativo, sin fraccionarlo.
Esta disposición, para los trabajadores que devenguen más de 1salario mínimo consagra un
día de salario por día de retardo hasta por 24 meses y si el trabajador no ha iniciado su
reclamación por la vía ordinaria transcurridos 24 meses desde la terminación del contrato, a
partir del mes 25 debe pagarse intereses moratorios hasta su efectivo pago.

Pero si el trabajador ha iniciado su reclamación por la vía ordinaria antes del mes 24, se
continuará pagando un día de salario por día de retardo, en la medida en que la reclamación
fue interpuesta antes del mes 24 y la expresión “o si presentara demanda, no ha habido
pronunciamiento judicial” fue declarada inexequible, en el entendido en que el trabajador,
como parte débil de la relación, no podía soportar la mora judicial. Así que aquellos
trabajadores que reclamaron por la vía ordinaria antes del mes 24, seguirán causándose
dicha indemnización hasta su pago efectivo.

Es texto normativo no consagra la consecuencia jurídica de la pérdida o la extinción del


derecho a la indemnización moratoria de un día de salario por día de retardo hasta el mes
24 si el trabajador no ha reclamado por la vía ordinaria a partir del mes 25. Lo que describe,
sin asomo a dudas, es que temporalmente el día de salario por día de retardo es hasta 24
meses o hasta su efectivo pago y si no ha habido reclamación por la vía ordinaria dentro de
estos 24 meses debe el empleador el interés moratorio, pero a partir del mes 25 hasta su
pago.

Las expresiones hasta y a partir, como preposiciones de tiempo, describen


complementación: Hasta: para indicar el final o el límite temporal de una acción: hasta el
mes 24 es la imposición legal del límite de la indemnización moratoria de un día de salario
por día de retardo o hasta su efectivo pago, si fuere menor y a partir, cuyo sinónimo es
desde: implica el inicio de la temporada de una acción: el pago de intereses moratorios
bancarios a partir del mes 25 hasta su efectivo pago, si no se ha reclamado por la vía
ordinaria. Así, se tiene que desde el mes 0 hasta el 24 corre el día de salario por día de
retardo y a partir del mes 25 corre los intereses moratorios, si no se ha reclamado por la vía
ordinaria, pero si sí se ha hecho, continúa el día de salario por día de retardo.

En otras palabras, la disposición jurídica no prescribe absolutamente ninguna consecuencia


jurídica sobre el día de salario por día de retardo desde el mes 0 hasta el 24 terminada la
relación laboral si el trabajador no ha iniciado la reclamación por la vía ordinaria. Así que,
allí donde el legislador no ha prescrito una consecuencia jurídica, por cierto, muy gravosa
de la pérdida de la indemnización moratoria, el intérprete no lo debe hacer, sobre todo,
porque pasaría de intérprete a legislador, pues agregaría elementos normativos y
consecuencias jurídicas que la misma disposición no contiene.

Sin embargo, la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia en el extracto jurisprudencial


relacionado en el objeto de la demanda de inconstitucionalidad le ha dado un alcance que
no se acontece con el texto normativo y la sentencia C-781 de 2003, pues afirmó que “para
que proceda dicha indemnización, se debe instaurar la demanda dentro de los 24 meses
siguientes a la terminación del contrato de trabajo; si ello no ocurre, el trabajador solo
tendrá derecho a los intereses moratorios que dicha preceptiva prevé, a partir del mes 25.
Así se dijo en sentencia CSJ SL, 6 May 2010, Rad. 36577, reiterada en la CSJ SL10632-
2014, y más recientemente en providencia CSJ SL1005-2021”.

En el mismo apartado expresamente citado afirmó que “Cuando no se haya entablado


demanda ante los estrados judiciales, dentro de los veinticuatro (24) meses siguientes al
fenecimiento del contrato de trabajo, el trabajador no tendrá derecho a la indemnización
moratoria equivalente a un (1) día de salario por cada día de mora en la solución de los
salarios y prestaciones sociales, dentro de ese lapso, sino a los intereses moratorios, a
partir de la terminación del contrato de trabajo”

En los dos apartes interpretativos, por ejemplo, afirmó que para que proceda la
indemnización moratoria se debe instaurar la “demanda” dentro de los 24 meses siguientes
a la terminación del contrato de trabajo de lo contrario, sólo tiene derecho a los intereses
moratorios a partir del mes 25 y en la otra dice que a partir de la terminación del contrato.
La pregunta que surge de la intelección del Honorable Tribunal de cierre de la jurisdicción
ordinaria laboral es ¿cuál es específicamente el apartado normativo que prescribe la
consecuencia jurídica gravosa de sólo pagar los intereses moratorios si dentro de los 24
meses siguientes a la terminación del contrato de trabajo no se demanda? primero, porque
del objeto de control del artículo 65 CST sobre el cual se extrae la interpretación no existe
en la institución de la “demanda”, sino de la “reclamación por la vía ordinaria” y
segundo, porque el pago de los intereses moratorios tiene causación expresa a partir del
mes 25 hacia adelante, siempre y cuando no se haya reclamado por la vía ordinaria y nunca
hacia atrás, es decir, la disposición normativa no deshecha o desconoce el día de salario por
día de retardo del mes 0 hasta el 24, pues es un derecho adquirido.

La disposición jurídica no prescribió en sus consecuencias jurídicas la pérdida de la


indemnización moratoria de un día de salario por día de retardo hasta el mes 24; lo que hizo
la disposición objeto de interpretación fue limitarla temporalmente en esta última fecha, en
la medida en que el texto original del artículo 65 del Código Sustantivo del trabajo no tenía
limitación alguna. Así, continua el texto de la ley, si no ha iniciado la reclamación por la
vía ordinaria transcurridos los 24 meses, se debe pagar el interés moratorio a partir del mes
25 hasta su efectivo, pago, igualmente sin que la disposición normativa establezca la
pérdida del día de salario por día de retardo hasta el mes 24.
En conclusión, el objeto de interpretación del artículo 65 del CST, modificado por el
artículo 29 de la ley 789 de 2002, contiene tres consecuencias jurídicas frente al
adeudamiento de salarios y prestaciones sociales al finalizar el contrato de trabajo, los
cuales son (i) el pago de un día de salario por día de retardo hasta el mes 24 como límite o
(ii) sino se ha reclamado por la vía ordinaria transcurridos los 24 meses se debe pagar los
intereses moratorios a partir del mes 25, pero iii) si sí se ha reclamado, continua la
indemnización moratoria, ambas consecuencias del texto de la ley sin que ninguna de ellas
regule la supuesta pérdida del día de salario por día de retardo.

PROHIBICIÓN DE REPRODCIR CONTENIDO DECLARADO INEXEQUIBLE


POR VICIOS DE FONDO

La fuerza vinculante de los articulados de la Constitución Política, por medio de la


supremacía constitucional y la garantía judicial de la Carta, por intermedio de un Tribunal
Constitucional, son dos pilares para que el texto Superior sea salvaguardado y cumplido por
todos los particulares y autoridades de país. La Carta Política de 1991, a contrario de la de
1886, es un texto normativo vinculante en todas las esferas de la sociedad colombiana y
dicho efecto, de irradiación constitucional, implica la pretensión de cumplimiento eficaz de
sus disposiciones.

La garantía de un Tribunal constitucional, como lo refiere el artículo 243 de la Carta


Magna, le atribuye a la Corte Constitucional la guardad de la integridad y supremacía de la
Constitución y sus sentencias, en control abstractos de constitucionalidad y en sede de
tutela, son fundamentales para adscribir el contenido mismo del derecho viviente. Por ello,
bajo estas premisas, cuando la Corte se expresa sobre determinada forma, en una sentencia
tipo C, SU o T, se pronuncia la misma Constitución.

La adscripción de inconstitucionalidad por vicios de fondo en un texto normativo del


alcance de dicha norma en una sentencia de control abstracto de constitucionalidad la
convierte en una norma de obligatorio cumplimiento con efecto erga omnes. Ninguna
autoridad, por respeto a la exclusión de un contenido normativo que desconoce los
principios, derechos y garantías superiores, debe reproducirse en el texto de una ley o en las
decisiones de jueces y tribunales en el país el contenido declarado inexequible por parte de
la Corte Constitucional.

Por ello, es importante constitucionalmente resaltar que la expresión “o si presentara la


demanda, no ha habido pronunciamiento judicial” fue declarada inexequible por la Corte
Constitucional, mediante la sentencia C-781 de 2003, aún así, en la intelección de la Sala
Laboral de la Corte Suprema de Justicia todavía reproduce dicha expresión, cuando la
misma afirma que:

“Cuando no se haya entablado demanda ante los estrados judiciales, dentro de los
veinticuatro (24) meses siguientes al fenecimiento del contrato de trabajo, el trabajador no
tendrá derecho a la indemnización moratoria equivalente a un (1) día de salario por cada
día de mora en la solución de los salarios y prestaciones sociales, dentro de ese lapso, sino
a los intereses moratorios, a partir de la terminación del contrato de trabajo, a la tasa
máxima de créditos de libre asignación certificada por la Superintendencia Financiera.
De entrada, de impacto, la exigencia interpretativa de una “demanda”, como institución
jurídica procesal para la procedencia de la indemnización moratoria de un día de salario por
día de retardo es inexistente en el artículo 65 del CST, modificado por el artículo 29 de la
ley 789 de 2002. El legislador, en la expedición original del artículo 65 del CST estableció
dos instituciones jurídicas diferentes y diferenciables entre sí: la reclamación por la vía
ordinaria
o si presentara la demanda. Esta última institución, con su respectivo predicado, fue
declarado inconstitucional y ninguna autoridad debe reproducir dicho contenido.

Así, se puede colegir que aún declaración de inexequibilidad de la institución jurídica


procesal de la “o si presentara la demanda”, la Honorable Sala de Casación Laboral de la
Corte Suprema de Justicia reproduce dicha institución en la interpretación que le imparte al
artículo 65 del CST. De este modo, la interpretación sentada desconoce la prohibición
expresa del numeral 2 del artículo 243 de la Carta Política, la cual prescribió que:

“Ninguna autoridad podrá reproducir el contenido material del acto jurídico declarado
inexequible por razones de fondo, mientras subsistan en la Carta las disposiciones que
sirvieron para hacer la confrontación entre la norma ordinaria y la Constitución.

Se tiene que la declaración de inexequibilidad de la expresión “o si presentara la demanda,


no ha habido pronunciamiento judicial” fue demanda por la ciudadana Ada Luz Hernández
Montoya, por considerar que dicha disposición era inconstitucional por desconocer los
artículos superiores 13, 25 y 53 de la Carta Política, por lo que se concluye, la declaración
de inexequibilidad se produjo por el legislador incurrir en vicios materiales o de fondo,
pues no acudió a denunciar vicios en el procedimiento legislativo, sino a aspectos de
derechos constitucionales sustanciales como la igualdad, el trabajo y los principios
mínimos fundamentales en materia laboral que actualmente están vigentes como
parámetros de control constitucional.

Así, se configuran los presupuestos de la reproducción de contenido material declaro


inexequible. Si bien en dicha sentencia se aborda la reproducción legal, en esta ocasión la
reproducción no proviene del texto de la ley, sino de la interpretación realizada por la Corte
Suprema de Justicia, en la medida en que una institución jurídico procesal, como la
demanda, excluida del orden jurídico y especialmente del artículo 65 del CST, es
reproducida vía interpretación judicial. Así, tenemos el (i) objeto declarado inexequible, (ii)
contenido material de la interpretación judicial es igual al declarado inexequible (o si se
presentara la demanda) (iii) la declaración de la expresión “o si presentara la demanda” se
configuró por vínculos materiales, como se explicó anteriormente y (iii) subsisten los
artículos 13, 25, 53 de la Carta Política.

Así, por ejemplo, la reproducción de una exigencia de la “demanda” por parte de la


Honorable Corte Suprema de Justicia en la interpretación judicial hoy objeto de control
constitucional, desconoce la prohibición expresa de que ninguna autoridad podrá reproducir
el texto declaro inexequible, por vicios de fondo. Así que, la institución procesal de la
“reclamación por la vía ordinaria” descarta la presentación de la demanda para cualquier
efecto, pues esta última fue declarada inexequible, como segunda opción y que cuando el
legislador alude a la “reclamación por la vía ordinaria”, no alude a reclamación “judicial”,
reclamación por la “justicia ordinaria”, forzando como similitud, o sinónimo, lo que el
artículo 65 del CST original claramente diferenció: “reclamación por la vía ordinaria o si
presentara la demanda, como conjunciones disyuntivas. O lo uno o lo otro, como entes
jurídico procesales independientes.

Ahora, podría pensarse que si bien existe declaración de inexequibilidad de la expresión


relacionada en el párrafo anterior en la cual se incluye el concepto jurídico “o si presentara
demanda”, podría interpretarse que la expresión intacta de “reclamación por la vía
ordinaria” de que trata el párrafo 2 del artículo 65 del CST se refiere a la institución
jurídico procesal declarada inexequible, tal interpretación no la realiza de la Corte Suprema,
pues en su interpretación judicial nunca ha abordado la expresión “reclamación por la vía
ordinaria”. No obstante, que se equipare “reclamación por la vía ordinaria” como un
sinónimo de “demanda” es lógicamente insostenible, por cuanto el artículo original
distinguía perfectamente, de manera alternativa dos posibilidades: 1) “reclamación por la
vía ordinaria” y 2) “o si presentara la “demanda”.

“La reclamación por la vía ordinaria” está compuesto por 5 palabras. Reclamación, por, la,
vía, ordinaria. Dentro de las instituciones del derecho laboral la reclamación, como primer
concepto e institución, está establecida en el artículo 151 del CPTSS, el cual establece que
“El simple reclamo escrito del trabajador, recibido por el patrono, sobre un derecho o
prestación debidamente determinado, interrumpirá la prescripción pero sólo por un lapso
igual” o lo que se denomina como la reclamación laboral e igualmente, el artículo 6 del
CPTSS en el siguiente sentido: Esta reclamación consiste en el simple reclamo escrito del
servidor público o trabajador sobre el derecho que pretenda, y se agota cuando se haya
decidido o cuando transcurrido un mes desde su presentación no ha sido resuelta, lo que se
establece como establece la reclamación administrativa.

Por la vía Ordinaria - diferente por el proceso ordinario laboral - diferente por la justicia
ordinaria-diferente- con la presentación de la demanda: el prefijo “reclamación”
condiciona la interpretación de las palabras “por la vía ordinaria”, como sufijos. En
este sentido, teniendo en cuenta el prefijo, “por la vía ordinaria”, ordinario u ordinaria,
como adjetivo, significa por el camino común, regular y
que sucede habitualmente- https://dle.rae.es/ordinario o que no destaca
por nada especial y se encuentra en lo que se considera normal-
Definitions from Oxford Languages · Learn more
https://www.google.com/search?q=ordinario+significado&oq=ordinario+sign&gs_lcrp=Eg
ZjaHJvbWUqBwgAEAAYgAQyBwgAEAAYgAQyBggBEEUYOTIHCAIQABiABDIHC
AMQABiABDIHCAQQABiABDIHCAUQABiABDIICAYQABgWGB4yCwgHEAAYFh
geGPEEMgoICBAAGA8YFhgeMggICRAAGBYYHtIBCDM1MTFqMWo3qAIAsAIA&s
ourceid=chrome&ie=UTF-8

Que no destaca por nada especial y se encuentra en lo que se considera normal, coincide
con el concepto de la reclamación laboral estatuida en el artículo 6 y 151 del CPTSS, como
un simple reclamo escrito, tanto en la reclamación laboral, como administrativa. Esta
reclamación, sin ninguna formalidad, por ser “por la vía ordinaria”, dista y se aleja como
institución procesal de la demanda que, en términos jurídicos es definida como:
“instrumento para ejercer el derecho de acción” que se caracteriza no por un simple
escrito, sino por una
serie de requisitos formales establecidos en la ley, como las partes, las pretensiones,
fundamentos de derecho etc.

Fue así que el legislador estipuló alternativamente (i) la reclamación por la vía ordinaria o
(ii) si se presentara la demanda… En igual sentido es clara, además de las dos posibilidades
legales originalmente establecidas antes de la declaratoria de inexequibilidad, que la
expresión “si se presentara” … “la demanda”, alude a que la reclamación por la vía
ordinaria no era la demanda; era un objeto diferente que inclusive se complementó con su
que “no había pronunciamiento judicial”, si se optara por la segunda opción de la
presentación de la demanda.

La prohibición de la reproducción del contenido declaro inexequible por parte de la Corte


Constitucional establecida en el numeral 2 del artículo 243 de la Constitución Política tiene
su fundamento en la imposibilidad de revivir, sea legislativamente o de manera
jurisprudencial, expresiones, conceptos, oraciones o interpretaciones que no son acordes a
los principios y valores constitucionales que aún perviven como parámetro de control
constitucional. A pesar de que las expresiones “o si presentara la demanda” declaradas
inconstitucionales en la sentencia C- 781 de 2003, la Sala Laboral de la Corte Suprema
continúa exigiendo interpretativamente una demanda que no existe en la disposición
acusada.

DERECHOS ADQUIRIDOS-NO EXISTE CONSECUENCIA JURÍDICA ALGUNA


DE SÓLO PAGAR LOS INTERERES MORATORIOS SI SE RECLAMA POR LA
VÍA ORDINARIA A PARTIR DEL MES 25

El acto de interpretación por parte del intérprete debe ser conforme al objeto interpretado y
no es jurídicamente adecuado, en el ejercicio intelectual, agregar situaciones, supuestos
jurídicos ni mucho menos consecuencias jurídicas que realmente no se encuentran en cada
una de las palabras del texto interpretado. Como se ha analizado anteriormente, la exigencia
interpretativa por parte de la Corte Suprema de Justicia de una “demanda” presentada ante
los estrados judiciales, palabra declara inexequible por la sentencia C-781 de 2003, son
interpretaciones que agregan elementos que no contiene la disposición normativa.

En gracia de discusión que la expresión “reclamación por la vía ordinaria” fuese la misma
institución jurídica de la demanda, cosa que no es cierta, pues el legislador diferenció
ambas, el artículo 65 del CST, modificado por el artículo 29 de la ley 789 de 2002, no
consagra la consecuencia jurídica de sólo pagar los intereses moratorios (perder la
indemnización de un día de salario por día de retardo hasta mes 24), si se presentare la
reclamación por la vía ordinaria después este último mes, tal como lo ha manifestado la
Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia. Dicha interpretación no tiene asidero de las
palabras, expresiones, instituciones y oraciones del objeto interpretado, sino que agrega
consecuencias jurídicas que la misma disposición no prevé, pues el aparte normativo
prescribe que:

“Si transcurridos veinticuatro (24) meses contados desde la fecha de terminación del
contrato, el trabajador no ha iniciado su reclamación por la vía ordinaria o si presentara
la demanda, no ha habido pronunciamiento judicial, el empleador deberá pagar al
trabajador intereses moratorios a la tasa máxima de créditos de libre asignación
certificados por la
Superintendencia Bancaria, a partir de la iniciación del mes veinticinco (25) hasta
cuando el pago se verifique.
El apartado expreso sobre la no interposición de la “reclamación por la vía ordinaria”
transcurridos 24 meses contados desde la terminación del contrato de trabajo, trae como
consecuencia jurídica el pago de intereses moratorios, pero a partir del mes 25 hacia
adelante, señores magistrados y nunca desde la terminación de contrato. En otras palabras,
el apartado inmediatamente transcrito no consagra la consecuencia jurídica de sólo pagar
intereses moratorios desde la terminación del contrato si se interpone la “reclamación por la
vía ordinaria” transcurridos 24 meses o que se pierda la indemnización moratoria por haber
reclamado transcurridos 24 meses después de la terminación del contrato.
Aquí, señores magistrados, la Corte Suprema de Justicia toma las consecuencias jurídicas
de la interposición de la “reclamación por la vía ordinaria” transcurridos 24 meses
después de terminado el contrato, como el pago de intereses moratorios, pero aplica que es
a partir del mes 25 en adelante, pues ya el día de salario por día de retardo se ha causado,
como derecho adquirido, sino que retrotrae el pago de los intereses moratorios al mes 0 de
la terminación del contrato hasta su pago.
Es aquí el momento crucial en el proceso cognitivo en el que el intérprete jurisdiccional
(Sala Laboral Corte Suprema de Justicia) rompe la intelección clara y prístina del objeto
interpretado, pues le hace decir una cosa que la misma disposición normativa no prescribe:
el pago de intereses moratorios es a partir del mes 25 hacia adelante, siempre y cuando no
se haya interpuesto la reclamación por la vía ordinaria en los primeros 24 meses y no, como
lo afirmó la Sala Laboral, desde la terminación del contrato; en otras palabras, la
disposición jurídica no prescribe la consecuencia de perder la indemnización moratoria de
un día de salario por día de retardo hasta el mes 24, pues la deja incólume, intacta y sobre
ella no genera consecuencia jurídica negativa alguna.
Por ello, para realizar una interpretación adecuada conforme al real objeto sobre el cual se
pretende extraer el mensaje, se debe tener en cuenta su texto, tal como se ha esgrimido aquí
con aquellas instituciones que realmente existen y descartar aquellas declaradas
inconstitucionales; se debe tener en cuenta su contexto, en el sentido de relacionarlas con
las demás disposiciones que regulan la institución, tal como se relacionó con la reclamación
laboral y reclamación administrativa por la vía ordinaria, o sin formalidad alguna y
distinguiéndola de “o si presentara la demanda”;
LA INTENSIÓN DEL LEGISLADOR Y SU FIN PROTECCIONISTA
Para la protección de los salarios y prestaciones sociales de los trabajadores del país el
artículo 65 del CST original consagraba una indemnización moratoria sin límite temporal
alguno que sirviera como apremio para obligar a los empleadores del país a no desconocer
los derechos constitucionales laborales y en ese sentido, imponía un día de salario por día
de retardo sin condicionamiento alguno, fuese o no trabajadores que devengaran 1 o más
salarios mínimos. El artículo disponía que:
“Artículo 65.- Indemnización por falta de pago. 1. Si a la terminación del
contrato el patrono no paga al trabajador los salarios y prestaciones debidos,
salvo los casos de retención autorizados por la ley o convenidos por las partes,
debe pagar al asalariado, como indemnización, una suma igual al último
salario diario por cada día de retardo.

2. Si no hay acuerdo respecto del monto de la deuda, o si el trabajador se


niega a recibir, el patrono cumple con sus obligaciones consignando ante el
juez del trabajo y, en su defecto, ante la primera autoridad política del lugar,
la suma que confiese deber, mientras la justicia del trabajo decide la
controversia.

3. En la misma sanción incurre el patrono cuando no haga practicar al


trabajador el examen médico y no le expida el correspondiente certificado de
salud de que trata el ordinal 7º del artículo 57.”

El articulado original del primer párrafo del numeral 1 del artículo 65 consagraba una
indemnización sin condicionamiento u obstáculo alguno. En esta medida, no importaba si el
trabajador devengara 1 salario mínimo o más de 1 salario mínimo, pues las situaciones
jurídicas eran tratadas de igual forma en sus consecuencias legales. Este punto, en el
procedimiento legislativo ordinario, era debatido por los Congresistas de la República,
pues, de una parte, en el proyecto de reforma, se fundamentaban en ideas como que la
misma era una:
“...forma de enriquecimiento de los trabajadores debido a la lentitud de la justicia cuando
el trámite de un proceso laboral de primera instancia, si se cumplieran los términos no
debería durar, incluida la apelación, más de seis (6) meses” pues “la manera como está
prevista la indemnización por falta de pago ha dado lugar a que los trabajadores esperen
para presentar sus demandas cuando están para cumplirse los tres (3) años, término de
prescripción y le juegan a una cuantiosa indemnización moratoria a veces injusta ya que,
de acuerdo con la jurisprudencia, en este caso se presume la mala fe del empleador.
En esta misma intensión legislador obedeció igualmente obedeció que:
“3. En la indemnización por falta de pagos de salarios y prestaciones a términos de
relación laboral: la propuesta consiste en que durante los primeros 6 meses de
incumplimiento del empleador, se le paga al trabajador un día de salario por cada día de
retardo ¿salarios caídos¿, y después de ese tiempo se le cancelan intereses moratorios a
la tasa máxima permitida por la Superintendencia Bancaria, y actualmente el ex empleado
tiene derecho a salarios caídos durante el tiempo que dure el incumplimiento.”

“En la práctica qué está pasando, un proceso ordinario laboral como estos, que debería
durar el promedio seis meses, un año, en la práctica se está yendo a tres o cuatro años,
inclusive, de pronto, hasta asesorado por algunos abogados en el sentido de decir, no, deje
pasar el tiempo, porque esos brazos caídos usted interpone la acción, a los dos o antes de
los tres años, para efectos que solamente se juzguen tres o cuatro años.
Entonces, aquí inclusive con los conciliadores y con la subcomisión el día de ayer, ¿ya
termino doctor Germán ¿, se optó llevar hasta los dieciocho meses los brazos caídos, o
sea, si ese proceso se va a demorar más de un año y medio, los primeros dieciocho meses
opera el fenómeno de brazos caídos, y a partir de ese momento la indemnización ya no se
tasa por brazos caídos, sino se tasaría por intereses moratorios, certificados por la
Superintendencia.

Es una manera no solamente de indexar esa cuantía, sino de acrecentar un valor


importante, y ese es el sentido doctor Germán Navas, para darle la palabra con la venia
de la Presidencia, recordemos igualmente que caducan las acciones y prescriben los
derechos.” Tomado de debates ley 789 de 2002
https://drive.google.com/drive/folders/1BdwneXVAJG5h8S4wodknpwBBlifkuFlt

De los fragmentos en el procedimiento legislativo ordinario mencionados se extrae que la


intensión del legislador, como efectivamente quedó planteada el artículo 29 de la ley 789 de
2002, fue limitar temporalmente la indemnización moratoria de un día de salario por día de
retardo y no que la perdiera, como actualmente está interpretando la Sala de Casación
Laboral de la Corte Suprema de Justicia transcurridos 24 meses de finalizado el contrato si
no se ha interpuesto la reclamación ordinaria. Primero, en los debates, por los primeros 6 o
18 meses operaría el fenómeno de los “brazos caídos” y a partir de ese momento los
intereses moratorios y prosigue que era una manera de no solamente de indexar esa cuantía,
sino de acrecentar un valor importante. Así quedó planteada en la disposición reformada;
por los primeros 24 meses y a partir del mes 25 intereses de mora, si el trabajador no ha
reclamado por la vía ordinaria, transcurridos 24 meses desde la finalización del contrato.

DISTORSIONES INTERPRETATIVAS ENTORNO AL ALCANCE DE


LA INDEMINZACIÓN MORATORIA DEL ARTÍCULO 65 DEL CST

La interpretación del artículo 65 del CST no ha sido pacífica en la medida en que dicha
disposición no ha sido detenidamente analizada, sino variada en el orden de las
expresiones que demarcan sus instituciones y significados, por ende, ha sido despojada
de su sentido genuino. La “reclamación por la vía ordinaria o si presentara la
demanda” establece dos opciones procesales que tenía el trabajador legalmente, pero
no para que proceda la indemnización moratoria hasta el mes 24, pues ya se causó y el
legislador la limitó hasta el mes 24, si no que se estableció como requisito para que la
indemnización moratoria de un día de salario por día de retardo prosiguiera después del
mes 25.

La segunda opción de “o si se presentara la demanda…” fue, como se expuso


anteriormente, declarada inexequible. La única expresión que contenía la institución
jurídica procesal de “demanda” dentro del artículo 65 del CST fue excluida del orden
jurídico, por su contenido material, por lo quedó intacta una sola opción: “la
reclamación por la vía ordinaria”. Sin embargo, el análisis realizado por la Corte
Constitucional en la sentencia C-781 de 2003 de manera rápida, en la búsqueda de
palabras clave
“reclamación por la vía ordinaria o si presentara la demanda” se encontraron 7
coincidencias, de las cuales 5 de ellas hacen alusión estricta al texto legal, es decir,
“reclamación por la vía ordinaria o si presentara la demanda”, sin embargo, las dos
restantes, en cuanto a la intervención de la Procuraduría General de la Nación, modifica
la palabra subrayada en negrilla y la varía por su pasado, así:

“cuando el trabajador no ha iniciado su reclamación por la vía ordinaria o si presentada


la demanda no ha habido pronunciamiento judicial” p.35

Ya, en la última coincidencia, se tiene que la Corte Constitucional modifica el concepto


subrayado (presentara), haciéndolo pasar como si fuese de la disposición legal, pues lo
subraya y pone en cursiva, cuando no era así. El fragmento extraído de la Corte es el
siguiente:

“3ª. El artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, según la nueva redacción que le
imprime el artículo 29 de la Ley 789 de 2002 preceptúa que la indemnización a que
tiene derecho el trabajador en la hipótesis en él establecida, será de “una suma igual al
último salario diario por cada día de retardo, hasta por veinticuatro (24) meses, o
hasta cuando el pago se verifique si el período es menor. Si transcurridos veinticuatro
(24) meses contados desde la fecha de terminación del contrato, el trabajador no ha
iniciado su reclamación por la vía ordinaria o si presentada la demanda, no ha habido
pronunciamiento judicial, el empleador deberá pagar al trabajador intereses
moratorios a la tasa máxima de créditos de libre asignación certificados por la
Superintendencia Bancaria, a partir de la iniciación del mes veinticinco (25) hasta
cuando el pago se verifique”. P.44

Claramente aquí hubo una modificación al texto de la disposición jurídica del artículo
65 del CST, en la medida en que tal como se describió, no es “o si presentada”, sino,
“o si presentara” y ello, de todas maneras, no impacta en la interpretación genuina que
se realice sobre el particular. Existen dos opciones legales; la “reclamación por la vía
ordinaria o si presentara la demanda”. Ahora, en relación con las distorsiones que
impactan el sentido genuino de la ley, se tiene que desde la primera página de la
sentencia C-781 de 2003 la Corte Constitucional unió dos conceptos que son
instituciones jurídicas procelas independientes: la reclamación por la vía ordinaria o si
presentara la demanda”. Así, el Tribunal Constitucional afirmó, sólo en dos
coincidencias encontradas en la sentencia y antes de la declaratoria de inexequibilidad
de la expresión “o si presentara la demanda”, que:

“Si el trabajador no ha presentado demanda por la vía judicial ordinaria dentro de los
veinticuatro (24) meses siguientes a la terminación de su vínculo laboral, o si la misma
no ha sido resuelta definitivamente por la autoridad judicial, ya no se continúa
haciendo exigible el pago de la indemnización moratoria –un día de salario por cada
día de retardo
-, sino únicamente el pago de intereses moratorios.”

Puede observarse que “reclamación por la vía ordinaria o si presentara la demanda”,


como dos instituciones jurídicas procesales independientes, fue mezclada
interpretativamente de manera rápida por presentar la demanda por la vía judicial
ordinaria. Primero, la disposición prescribe “reclamación por la vía ordinaria o si
presentara la demanda” y no la expresión presentada, la demanda por la vía judicial
ordinaria. Aquí, con esta interpretación, repito, que fue declara inexequible por la
sentencia C-781 de 2003, se introdujo un elemento normativo que la expresión
“reclamación por la vía ordinaria” no tenía y es el concepto “judicial”. La única
expresión que tiene el concepto “judicial” era que si se optara por la opción legal “o si
presentara la demanda” se condicionaba al pronunciamiento “judicial”, expresiones,
todas declaradas inexequibles por vicios de fondo.

Nótese cómo se alteraron el orden de las expresiones legislativas que se desprendían del
contenido original del artículo 65 del CST antes de que la segunda opción legal “o si
presentara la demanda, no ha habido pronunciamiento judicial” fuese declarada
inexequible. El requisito de una demanda judicial no está contemplado en la disposición
jurídica después de la sentencia C-781 de 2003.

Igualmente sucede con la expresión “jurisdicción ordinaria” desde la sentencia C-781 de


2003. Allí, se identificaron 7 coincidencias de la expresión relacionada de las cuales, en la
primera página de la sentencia, la Corte declara que “Morosidad en el trámite de las
reclamaciones ante jurisdicción ordinaria no puede traducirse en pérdida de derechos para
el trabajador.” Aquí, nuevamente, las expresiones “reclamación por la vía ordinaria o si
presentara la demanda”, como dos opciones legales que tiene el trabajador, fueron
mezcladas. El apartado entre comillas no tiene estatuido el concepto “jurisdicción”, lo cual
es un elemento normativo agregado vía intérprete y no por disposición legal del artículo 65
del CST.

Sin embargo, aquí, la Corte si precisa el alcance de lo que fue objeto de


inconstitucionalidad, cuando afirmó que:

“Dicho en otros términos, el trabajador pierde el derecho a recibir la indemnización


moratoria desde el mes veinticinco (25) de no pago, cuando a pesar de haber promovido
demanda ante la jurisdicción ordinaria la autoridad encargada de conocer de su caso no
ha adoptado una decisión. Ello se traduce, en últimas, en que el sujeto más débil de la
relación laboral –el trabajador -, se ve afectado como consecuencia directa de la tardanza
de la administración de justicia en resolver sus demandas”

Aquí es claro, junto con las expresiones declaradas inexequibles que, el aparte normativo
objeto de análisis constitucional que efectuó la Corte era sobre “o si presentara la
demanda, no ha habido pronunciamiento judicial” y no sobre la reclamación por la vía
ordinaria (art 6 y 151 CPTSS), pues si bien dichas reclamaciones las regula la ley procesal
laboral, no son demandas, sino simples escritos dirigidos al empleador o la entidad pública
respectiva.

Igualmente es de resaltar tal como lo dispone la Corte Constitucional en el precedente


inmediatamente citado, que el trabajador pierde la indemnización moratoria desde el mes
25 de no pago, cuando a pesar de haber promovido ante la jurisdicción ordinaria, esta no ha
adoptado una decisión, lo que es coherente que es desde el mes 25, si no se ha interpuesto
la reclamación por la vía ordinaria, que se pierde el día de mora y no como lo sostiene la
Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia que es desde la terminación del contrato (mes
0 hasta 24), cuando afirma que:
Pero la reclamación inoportuna (fuera del término ya señalado) comporta para el
trabajador la pérdida del derecho a la indemnización moratoria. Sólo le asiste el derecho
a los intereses moratorios, contabilizados desde la fecha de la extinción de vínculo
jurídico. (Subrayas fuera del texto).

La declaratoria de inexequibilidad de la expresión “o si presentara la demanda, no ha


habido pronunciamiento judicial” dejó intacta la única opción legal establecida por el
artículo 65 del CST: “reclamación por la vía ordinaria” que no es lo mismo que
reclamación “judicial” o reclamación por la “justicia” ordinaria o por la reclamación por
la “jurisdicción” ordinaria, conceptos, entre comillas, añadidos por los intérpretes que,
incluso, deforman el texto legal. Aquí se ha propuesto que “reclamación por la vía
ordinaria” implica la reclamación laboral y administrativa como instituciones jurídicas
procesales que regula la ley procesal laboral y conforme a las reglas gramaticales el
concepto “reclamación”, como prefijo, es decir, que condiciona el significado de los
elementos posteriores que lo acompañan, “por la vía ordinaria”, significan por la “vía”,
“camino” o reglas establecidas en el CPTSS que regula el proceso ordinario laboral,
porque nunca una reclamación es equiparable a una demanda, en sus definiciones y aún
más cuando el legislador diferenció entre la reclamación o si se presentara la demanda.

La Sala Laboral de la Corte Suprema también ha incurrido en este tipo de yerros


hermenéuticos, pues en la sentencia SL 1639 de 2022, afirmó algo similar que la Corte
Constitucional expresó, en el siguiente sentido:

“De tal suerte que la presentación oportuna (entiéndase dentro de los veinticuatro meses
siguientes a la terminación del contrato de trabajo) de la reclamación judicial da al
trabajador el derecho a acceder a la indemnización moratoria de un día de salario por
cada día de mora hasta por veinticuatro (24) meses”

Como se explicó anteriormente, la expresión “reclamación por la vía ordinaria” no


contiene el elemento normativo que agrega la máxima corporación en la sentencia aludida:
reclamación “judicial”. No existe en la expresión dicho concepto y la única expresión que
sí la tenía incorporada fue declarada inexequible mediante la sentencia C-781 de 2003 y
estaba atada al pronunciamiento “judicial”.

Agregar elementos normativos a la disposición legal objeto de interpretación y


reproduciendo conceptos e instituciones declaradas inexequibles deforman el proceso de
intelección de la norma adscrita a la disposición jurídica expedida por el legislador, en la
medida en que no se atiende fielmente a su texto, sino que se altera el orden lógico de las
palabras o se agregan instituciones no establecidas realmente en el texto normativo.
Intentar, por medio de la interpretación, reproducir el contenido declarado inexequible,
desconoce abiertamente la prohibición constitucional de toda autoridad de reproducir el
contenido declarado inconstitucional y, además, el intérprete funge como legislador.

Es el momento en que pueda abordarse, sin interpretaciones veloces que imposibilite la


reflexión profunda del artículo 65 del CST, atendiendo a los puntos seguidos, la conjunción
disyuntiva “o” para establecer opciones excluyentes, desde y a partir, como preposiciones
de
tiempo, la prohibición constitucional de reproducción de elementos declarados
inexequibles, la protección de los derechos adquiridos y, sobre todo, la interpretación más
favorable para el trabajador de las fuentes formales del derecho (art 65 CST).

4.6. Principio pro actione: En el evento de hallar en la presente demanda algún vicio,
inexactitud e indeterminación, solicito respetuosamente se aplique el principio pro actione
y en este sentido se interprete la misma y se falle de fondo la pretensión expuesta, en el
sentido de confrontar la disposición del artículo 65 del CST con la interpretación realizada
por la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia y se concluye que en ningún apartado
normativo se consagra la consecuencia jurídica de la pérdida de la indemnización moratoria
de un día de salario por día de retardo hasta el mes 24, sino que si no se ha reclamado por la
vía ordinaria transcurridos 24 meses desde la terminación del vínculo laboral, se debe pagar
intereses moratorios a partir del mes 25. Así, como derechos adquiridos, se tiene cada día
de salario por día de retardo hasta el mes 24, como fijación del límite temporal, tal como
fue la intensión del legislador de limitar en el tiempo dicha indemnización, más no de
extinguirla.

5.- Razón por la cual la corte constitucional es competente.

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 241 numeral 5 de la Constitución La Corte


Constitucional es competente para conocer de esta acción, por cuanto se acusa una de
inconstitucionalidad una interpretación judicial que es una norma adscrita a una disposición
legal, como el artículo 65 del CST y que impacta la esfera constitucional del principio de
favorabilidad en su modalidad interpretativa, establecido en el artículo 53 superior y la
prohibición de reproducir normas declaradas inexequibles por vicios de fondo.

6.- Potencial cosa juzgada Constitucional - Cosa juzgada Constitucional Aparente.

Sobre la interpretación extraída por la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia no


existe ninguna sentencia de control abstracto de constitucionalidad que se pronuncie de
fondo sobre la constitucionalidad de la misma, específicamente, porque normalmente son
objeto de control constitucional las disposiciones normativas de actos legislativos, las leyes
aprobatorias de tratados internacionales, leyes en sentido general y excepcionalmente las
interpretaciones que se realicen sobre estas disposiciones. La norma adscrita o el alcance
interpretativo vertido por la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia dista abiertamente
de su genuina interpretación, pues ningún supuesto normativo prescribe como consecuencia
la pérdida de la indemnización moratoria desde el mes 0 hasta el mes 24. Sólo a partir del
mes 25, si no se ha reclamado por la vía ordinaria, se paga intereses moratorios, pero no,
como lo sostiene el Tribunal laboral desde el mes 0 terminado el contrato laboral.

En igual sentido reproduce contenido declarado inexequible, como la presentación de una


demanda e incluye un supuesto normativo que no yace allí, como que debe interponerse
dentro de los 24 meses siguientes a la terminación del contrato o si genera como
consecuencia jurídica la pérdida del día de salario por día de retardo desde el mes 0 hasta el
24.

“Si a la terminación del contrato, el empleador no paga al trabajador los salarios y prestaciones
debidas, …, debe pagar al asalariado, como indemnización, una suma igual al último salario diario
por cada día de retardo, hasta por veinticuatro (24) meses, …. Si transcurridos veinticuatro (24) meses
contados desde la fecha de terminación del contrato, el trabajador no ha iniciado su reclamación por la
vía ordinaria …, el empleador deberá
pagar al trabajador intereses moratorios …, a partir de la iniciación del mes veinticinco (25) hasta
cuando el pago se verifique.”

El criterio mayoritario de la Sala respecto del alcance e interpretación de esta disposición, es que para
que proceda dicha indemnización, se debe instaurar la demanda dentro de los 24 meses siguientes a la
terminación del contrato de trabajo; si ello no ocurre, el trabajador solo tendrá derecho a los intereses
moratorios que dicha preceptiva prevé, a partir del mes 25. Así se dijo en sentencia CSJ SL, 6 May
2010, Rad. 36577, reiterada en la CSJ SL10632-2014, y más recientemente en providencia CSJ
SL1005-2021.
7.-Anexo. - De conformidad con lo dispuesto por el artículo 2 del Decreto Nro. 2067 de
1.991 anexo copia de la demanda.

8.-Direcciones para las notificaciones.


Dirección: Cra 6 este 30 -14 sur
Celular: 3102566630
Email: luisfernandopecho@hotmail.com

Cordialmente,

Luis Fernando López


Malpica
C.C: 1.023.936.799
T.P: 330.948 del Consejo Superior de la Judicatura

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