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Siern, S. M.: Les chansons mozárabes. Collczionc di test!

a cura
•di Ettore Li Gotti, níun. I. Palcrmo, 1953 [4.°, 66 páginas].—Después
de la larga bibliografía que, precisamente a partir de las investiga­
ciones del señor Stern, se ha dedicado a las jarchas, una obra de con­
junto era de muy grande utilidad. Por eso este librito merece nuestro
reconocimiento. Sin embargo, es de lamentar que el autor haya li­
mitado su quehacer a exponer habitualmente su postura, silenciando,
.a veces, interpretaciones disconformes con la suya.
En efecto, como el señor S. dice (pág. vu), después de sus estu-
■dios, la colección de las jarchas conocidas se ha enriquecido notable­
mente, y para esclarecer el arcano han colaborado semitistas y ro­
manistas. De la importancia del hallazgo del señor S. no es ocasión
de hablar: si con él la lírica romance ha adelantado en mucho su
-aparición, es de esperar que también la métrica occidental gane en
perfección ele conocimiento con la impresión de la Poésie strophique
.arabe et la litlérature romane, que el autor anuncia (págs. viii y xx)
para publicar en la RFE.
Las 66 páginas que comento ahora quieren ser ‘‘surtout un ins
trument de travail i l’intcntion de ceux qui voudront avoir sous la
muin una coilection de kharjas romanes” (pág. vni). En efecto, a
pesar de la modestia con que el autor presenta el librito, su utilidad
y provecho serán innegables. En una breve introducción estudia con
exactitud las características métricas del zéjel y la muwassaha (pági­
nas xni-xvn), inventaría los cultivadores de la estrofa (págs. xvm-
xix) y analiza la penetración de la muwassaha en la literatura hebrai­
co-española del siglo xt (pág. xix).
La publicación de las ¿archas está hecha con esmero y, siempre
que es posible, va acompañada de las lecturas conocidas en manus­
critos diferentes del tomado como base. Los textos constan de una
introducción sopre el poema (el texto, la métrica), una traducción de
la última estrofa, la jarcha sin vocalizar, la posible interpretación de
la ‘‘vuelta” y, al final, la traducción francesa de la cancioncilla. Si­
guiendo la propia numeración del autor, voy a considerar algunos
de los extremos que me parecen más interesantes.
I. Stern transcribe: "Ven sidi veni —... / Dcst al-zamcni —con
lilyo d’Aben al-Dayyéni.” Cantera (Sefarad, IX, págs. 205-207) pro­
puso el querer es tanto bieni en vez de los puntos suspensivos. La
interpretación parece correcta y está de acuerdo con el espíritu del
poema (vid. Sefarad, IX, pág. 207).
3. Esta jarcha ha requerido una y otra vez la atención de los in­
vestigadores. Cantera (art. cit., págs. 208-211) difiere ligeramente con
respecto a Stern: señalo esid (S.) por ¿xyd (C.) y Cidello (S.) por
(¿idyelo (C.).
4. El señor S. no tiene en cuenta las aportaciones de Dámaso
Alonso (RFE, XXX11I, pág. 319), que parecen lógicas y mejoran la
lectura de contener a por contener é (forma de futuro).
5. I^a jarcha es difícil de interpretar; sin embargo, se han hecho
plausibles conatos para su comprensión. En este sentido ha sido Can­
tera (art. cit., pág. 214) quien ha tratado de avanzar más, aunque su
reconstrucción —ingeniosa, desde luego— no liega a ser totalmente
satisfactoria; Dámaso Alonso (art. cit., pág. 327) propone una nueva
interpretación que debería haberse tenido en cuenta. He aquí el es
tado de lectura, según los tres investigadores (no los únicos en el
.intento de cxplayación):

Stern.
Venid la pasca ayun sin ellu
... mcu corajon por ellu
Cantera.
. Vényd la Pasca ccl ríen (?) sin clu;
¡ com’ cáncd me» coraron por clu I
A1.ONSO.
Venid la Pasca, ¡cd yo, sin clu!
¡cómo.., mcu coracbón por elu!

Alguna corrección de Cantera a la traducción del texto hebreo-


tampoco se ha tenido en cuenta.
9. El primer hemistiquio del segundo verso fué reconstruido en.
la forma "¡Tan mal mcu dolor H-1-habibl”. Otras probables Inter­
pretaciones del poemilla fueron señaladas por el mismo Investigador.
El texto, desde luego, no es nada fácil.
22. Stern rectifica alguna lectura de García Gómez.
41. Esta jareha de Moshe ibn Ezra aparece muy escasamente in­
terpretada en la compilación de Stern (pág. 34); Cantera (Sefarad,
XIII, págs. 360-361), partiendo de ciertas variantes dadas a conocer
pór la señorita Garbcll, ha avanzado notablemente en la comprensión
del texto (c! trabajo de C. es posterior a la publicación del llbrito
de Stern). La situación actual de la ¡archa y del proceso de su des­
cifre es:
’km’ y flyglh ’ly’n h* rTinyby
kyryd lw dmy b’ ’ry sw ’lrqyby

adamay filygiiclo alyenu cd ¿1 a mibi


kyridlu demi vetari (?) su al- raqibi

Esto es: "amé (o amo) con pasión a hijuelo ajeno y él me ha- cu-,
rrespondido (o corresponde), su espía o guardián quiérelo de mi.
apartar".
Las ¡archas leídas por García Gómez son, casi siempre, transcritas-
según la interpretación de nuestro arabista. Otras —gran parte—, es­
tudiadas por el propio Stern, han sido aceptadas' por la crítica sin
apostillas ulteriores.
El opúsculo del señor Stern se completa con unas notas lingüís­
ticas (págs. 35-39) y un glosario (págs. 45-49) de referencias a los tex­
tos. Ambos exactos y útiles.—Manuel Alvar (Universidad de Gra
nada).

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