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Ensayo sobre Improvisación, elección del tempo, dirigir y

conformación de una orquesta

Si bien el director tiene potestad sobre la interpretación de las obras bajo su autenticidad y estilo
propio, no debe dejar de lado, la intención, la mentalidad y la tendencia del autor. Cuanto más
profundos sean los conocimientos que el intérprete haya estudiado sobre la obra, su estilo, su época,
características del autor, cuanto más empapado esté sobre el contexto general que enmarca la obra,
más estará facultado para transmitir el espíritu del maestro a través de la interpretación de la misma.
En la antigüedad existía una excelente practica relacionada con la improvisación, casualmente los
compositores interactuaban directamente en la ejecución de las obras, lo que les permitía de cierto
modo hacer pequeñas “modificaciones” o versiones acudiendo a la creatividad del momento, esto
daba pie a la aplicación de ornamentos, apoyaturas, mordentes, notas de paso (las así llamadas
“Manieren” “Maneras”) que acrecentaban categóricamente el significado de la nota principal, dando
la oportunidad de presentar modificaciones propias del momento, que podían deleitar al público en
general. Un aspecto importante al momento de improvisar con un acompañamiento de orquesta
también es mantener la firmeza y profundo control del “tempo”.
El ”tempo” es la condición “sine qua non” de la forma y un elemento dé espiritualidad ineludible
antes del resonar real de una obra. El director debe dominar la precisión de manejo de los tiempos,
dado que debe conocer la posición de cada detalle de la obra, así como la fuerza, la tranquilidad, las
diferentes variaciones, dándole sentido a las a las indicaciones musicales que cambian según la obra,
a los maestros y a la época, de ahí que uno de los grandes requisitos para un director es dominar el
conocimiento detallado de las obras y el don apreciable de compenetración con la composición.
Para que el director aplique una acertada metodología de manejo del “tempo” debe tener la habilidad
de utilizar eficientemente la seña para empezar, indicación y conservación del “tempo”, interrupción
del discurso del movimiento (calderones, cesuras), cambios de “tempo” dentro de una pieza (siempre
que este esté exigido por una indicación) y la señal para el final de la pieza. Es importante resaltar
que el “tempo” es el único elemento de estructuración que queda en manos del ejecutante, así las
cosas, el director da vida y control al movimiento de la obra a través de la utilización de anacrusas,
logrando la unidad de la orquesta en la ejecución. Cuando un director de orquesta logra el dominio
del “tempo” de forma impecable, se podría decir que tiene el dominio total de la ejecución de la obra.
Es importante tener en cuenta que el director es un medio para la interpretación, él es la cabeza del
grupo, de la orquesta, no solo porque dirige, también debe tener la capacidad de desarrollar cualidades
de liderazgo que le permitan convertir en súbditos de su voluntad a los intérpretes y artistas, su
objetivo es lograr llevar a la orquestad que tiene un sin número de sonidos a una unidad sonora,
logrando ejecutar la obra impecablemente a través de la investigación y el profundo conocimiento
nombrado al inicio del texto. Esto en verdad es lo que hace realmente necesario contar con un director.
Aparte de la investigación, otra de las condiciones más relevantes con las que debe cumplir un director
es tener la habilidad de dominar al aparato ejecutante, pero sobre todo la habilidad de transmisión de
conocimientos, sentimientos, técnicas, emociones de la obra a los ejecutantes, debe tratar al músico
como el verdadero ejecutante, darle la importancia y relevancia propia de su función, esto lo debe
hacer por convencimiento propio. No hay que caer en el error de pensar que la orquesta por si misma
podría llegar a ejecutar las notas sin indicación alguna, siempre es necesario que el director transmita
y ejecute el “tempo” correcto, que al final le da mucho del sentido a la obra.
Por último y no menos importante, otra de las condiciones necesarias es la fuerza de transmisión del
sentido de la obra a la orquesta, esta es una cualidad que va directamente arraigada en al entusiasmo
artístico, en la capacidad de compenetrarse con la obra de manera tal que pueda expresar de forma
concluyente, los sentimientos y emociones que el maestro compositor expresó a través de la
composición o creación de su obra. Para esto, no solo se requiere de habilidades de comunicación
sino también gozar de una personalidad influyente, que lleve a la orquesta a cumplir desafíos en la
pulcritud de la ejecución, el director es más dependiente de la orquesta que ésta de él, de ahí la
creencia de que no hay mala orquesta sino malos directores.
Se recomienda que para lograr la mayor claridad de ejecución y calidad artística, la orquesta debe
estar constituida por 43 músicos, de los cuales 12 deberán interpretar los vientos (2 flautas, 2 oboes,
2 clarinetes, 2 fagotes, 2 trompas y 2 trompetas) un timbal y 30 cuerdas (16 violines, 6 violas, 4
violonchelos y 4 contrabajos), se recomienda que algunos de los músicos sean mayores, dado que
deben contar con alta experiencia, y la mayor parte, jóvenes con altos niveles de instrucción. En el
grupo de las cuerdas deben existir 4 primeros violines, 3 segundos, 2 violas, 1 violonchelo y 1
contrabajo que cuenten con mucha experiencia, el resto debe graduarse de las escuelas de primera
línea, es importante que estos aprendan la rutina de los primeros más experimentados, se aconseja
pasar por turnos a los jóvenes a los primeros atriles, con el objetivo de aprender mejores prácticas
haciendo parte de su profesionalización como músico de orquesta.
El ambiente ideal para la práctica o ensayo de las obras por parte de la orqueta debe reunir varios
elementos importantes, los ensayos como tal son el escenario ideal para que los músicos aprendan a
oírse mutuamente, para incentivar la disciplina, por otra parte, los instrumentos deben ser de primera
calidad y propios que deben ser atendidos directamente por el fabricante, una sala de ensayos que
garantice la comodidad y una acústica impecable, también un sistema de compensación económica
con aumento de sueldos por antigüedad.
Para finalizar detallo que la calidad en la ejecución de una obra por parte de una orquesta se define,
en resumen, con la aplicación de todos los puntos anteriormente mencionados. Es mejor cancelar un
concierto e intensificar las horas de ensayo antes que interpretar erradamente una obra.

José David Escandón Ariza.

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