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HERPES VIRUS SIMPLE

VHS- 1…En 50 a 75% de los pacientes existen síntomas premonitorios 24 horas antes del episodio,
como parestesias o sensación de ardor. Los accesos se caracterizan por una o varias vesículas
agrupadas en racimos sobre una base eritematosa, que a veces se transforman en pústulas.
Después se observan ulceraciones y costras melicéricas; se acompañan de ardor o prurito leve;
pueden sobrevenir adenopatía regional y síntomas generales. La evolución es aguda, y el proceso
desaparece de manera espontánea en 1 a 2 semanas; a veces ocurre sólo una vez, pero suele
recurrir El acceso primario es más grave, con eritema, edema e incluso necrosis; dura más tiempo
(2 a 6 semanas), y se acompaña de más síntomas locales y sistémicos (cefalea, malestar general y
fiebre).

El herpes labial se localiza con mayor frecuencia en el límite entre la piel y las mucosas; por ello,
predomina en los labios o cerca de la boca, pero se ha descrito gingivoestomatitis herpética y
glositis geométrica herpética. El herpes labial puede acompañarse de eritema polimorfo, 7 a 10
días después de la reactivación.

El herpes genital afecta el glande o la vulva (fig. 105-6). Los pródromos de dolor localizado,
sensibilidad, ardor y hormigueo, pueden dar lugar a manipulación física de las vesículo-ampollas
con ruptura y costra subsecuente.

TRATAMIENTO: El aciclovir es más activo si se administra durante los pródromos o las primeras 48
a 72 horas. Disminuye los síntomas, la contagiosidad y el periodo de cicatrización. Se recomienda
en primoinfección o cuando existen más de tres ataques al año. La dosis oral es de una tableta de
200 mg cinco veces al día durante 5 a 10 días. Ante primoinfección se recomiendan 200 mg cinco
veces al día durante 10 días, o 400 mg tres veces al día por el mismo tiempo; en brotes
recurrentes, 200 mg cinco veces al día durante cinco días, y como profilaxis, 400 mg dos veces al
día, como mínimo durante seis meses a un año.

HERPES ZOSTER

Enfermedad infecciosa, aguda y autolimitada, que se produce por reactivación del virus de la
varicela-zóster (VZV) o HHV-3. Es un padecimiento que puede restringirse a un solo segmento
(dermatoma), y muy rara vez a dos o se presenta de forma bilateral (herpes zóster, duplex
symmetricus); es muy frecuente en las ramas de la parte media del tórax y en las lumbares
superiores (T3-L2). La elección del ganglio donde ocurre la reactivación del virus no sucede al azar,
sino que aparece en las zonas de piel donde el exantema de la varicela fue más intenso. Por lo
general se inicia con hiperestesia, dolor o ardor (alodinia) en la trayectoria de un nervio sensitivo,
más a menudo intercostal (53%); 2 a 4 días después aparecen de modo repentino las lesiones
cutáneas, que casi nunca rebasan la mitad del cuerpo. En 12 a 24 horas se presentan pocas o
abundantes vesículas de 2 a 3 mm de diámetro, que se asientan sobre una base eritematosa; casi
todas se agrupan en racimos que siguen la misma trayectoria que los síntomas; pronto muestran
umbilicación, se desecan o se transforman en pústulas (3 a 4 días) y dejan exulceraciones y costras
melicéricas (7 a 10 días); puede haber formación de ampollas, lesiones purpúricas, zonas de
necrosis y escaras; a veces no existen lesiones cutáneas (lo que se llama “zóster sine herpete”). En
10 a 17% afecta el par craneal V (trigémino), en particular la rama oftálmica; en 30% lesiona la
rama nasociliar de esta última, y se acompaña de vesículas en la punta de la nariz (signo de
Hutchinson); además, conlleva una probabilidad de 76% (en contraposición con 34% en ausencia
de este signo) de complicaciones oculares, como queratitis (50%), uveítis anterior, iridociclitis, e
incluso panoftalmitis. La afección de los pares craneales VII (facial) y VIII (vestíbulo-coclear) puede
causar síndrome de Ramsay-Hunt, que consiste en parálisis de Bell, zóster oticus (vesículas en oído
externo), eventualmente vesículas en paladar blando, disminución de la secreción lacrimal,
artralgia temporomandibular, parestesias con disestesias (ramas V1 a V3 del trigémino), acúfenos,
tinnitus, hipoacusia, disgeusia (alteración lingual en sus 2/3 partes anteriores), y vértigo. Es toda
una polineuropatía craneal.

La evolución de la dermatosis es aguda o subaguda; dura en promedio 2 o 3 semanas; se presenta


una sola vez, pero puede repetirse en sujetos con alteraciones inmunitarias por leucemia, linfoma
de Hodgkin, trasplantes, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana VIH/sida, o en
quienes reciben glucocorticoides, citotóxicos o radiaciones. TRATAMIENTO: En ocasiones no se
requiere, principalmente en niños y jóvenes, porque el cuadro desaparece de manera espontánea,
sin síntomas ulteriores. Si se observa infección agregada se recomiendan antisépticos suaves. En
un caso ordinario se administran para alivio de los síntomas: fomentos con agua de vegeto
(subacetato de plomo a partes iguales con agua destilada), solución de Burow (acetato de calcio y
sulfato de aluminio); después se aplica sólo talco simple. Para las molestias que acompañan a las
lesiones cutáneas son aconsejables analgésicos como el ácido acetilsalicílico, 500 mg, o la
combinación con propoxifeno y cafeína 2 a 3 veces al día; también puede usarse clonixinato de
lisina u otros. Hay controversia en cuanto a la utilidad de los glucocorticoides (prednisona) en la
neuritis; durante los primeros cinco a 10 días es necesario administrar 40 a 60 mg/ día de
prednisona durante ocho días, y luego reducción progresiva en tres semanas más. Se recomienda
combinarlos con antivirales en la localización ótica. El empleo de esteroides sistémicos no previene
la neuralgia posherpética. Existe acuerdo universal en que los antivirales funcionan cuando son
administrados en las primeras 72 horas, que se están formando las vesículas. La biodisponibilidad
oral de los antivirales determina el número de administraciones diarias. Se utilizan antivirales
como: ribavirina, 400 mg por vía oral (VO), en crema al 7.5%, tres veces al día durante seis días;
arabinósido de adenina (vidarabina), 10 mg/kg/día por vía intravenosa (IV) (para administrarlo se
hospitaliza al paciente, quien recibe una solución con 0.5 mg/mL en periodos de 12 horas, durante
siete días), o aciclovir, 800 mg VO cada 4 horas (cinco veces al día) durante 7 a 10 días, o IV ante
alteraciones inmunitarias, 500 mg/m2 de superficie corporal cada 8 horas durante 7 a 10 días, o 10
mg/kg en una hora cada 8 horas durante siete días; es discutible la utilidad de la crema al 5% como
coadyuvante; se llega a combinar aciclovir con prednisona. No deben utilizarse corticoesteroides
en casos de embarazo, lactancia, diabetes mellitus, hipertensión arterial, tuberculosis, úlcera
gastrointestinal activa, o inmunocompromiso grave y evidente. También se utiliza valaciclovir
(éster valina de aciclovir), 500 a 1 000 mg tres veces al día, durante 7 a 10 días (se convierte en
aciclovir luego de su administración VO, y produce cifras terapéuticas semejantes a las que se
obtienen con el aciclovir IV, con pocos efectos adversos), o famciclovir (profármaco del
penciclovir), 250 a 500 mg tres veces al día durante siete días. La brivudina 125 mg cada 24 hrs por
7 días, no es nefrotóxica, está contraindicada en pacientes en tratamiento con 5-fluoruracilo y
otras 5-fluoropirimidinas.

Molusco contagioso
El periodo de incubación varía desde una semana hasta 50 días. Se localiza en cualquier parte de la
piel, de preferencia en cara, tronco y extremidades en niños; y en la parte baja del abdomen,
muslos, pubis, glande y región perianal en adultos. Es excepcional en las palmas de las manos,
plantas de los pies, boca y ojos; está constituido por lesiones de aspecto papular (neoformaciones)
en general abundantes, de 1 a 3 mm hasta 1 cm, rara vez gigantes (de 3 cm); son semiesféricas,
duras, del color de la piel o blanco-amarillentas, translúcidas y umbilicadas, y al exprimirlas dejan
salir un material grumoso; por lo regular hay menos de 30, pero se han observado cientos e
incluso pueden formar placas. A veces son inflamatorias, y en 10% se ha visto una reacción
eccematosa perilesional (eccema moluscoide o dermatitis por molusco). La evolución es crónica y
asintomática; puede resolverse de manera espontánea en un plazo de seis meses a cuatro años. A
veces existe prurito leve; el rascado causa autoinoculación (semeja fenómeno de Koebner). Rara
vez estas lesiones remiten solas, y suelen mostrar recidiva. Si se localizan en los párpados pueden
dar lugar a conjuntivitis o queratitis punteada. En enfermos de sida, el número y tamaño
aumentan con rapidez, y muchas veces tienen localización anogenital y extragenital

TRATAMIENTO se recomienda localmente ácido salicílico al 5 a 20%; 5-fluorouracilo al 5%;


cantaridina (Cantharis vesicatoria) al 0.7 a 0.9% en solución de acetona y colodión, en aplicaciones
locales u oclusivas durante 6 a 10 horas (no siempre está disponible, y no se aconseja aplicarla en
la cara ni en los genitales por la intensa reacción local con ampollas y dolor y las secuelas);
hidróxido de potasio al 5%, o mejor al 20%, que se aplica a diario por las noches durante 2 a 3
semanas, hasta que se produzca inflamación y ulceración superficial; tretinoína al 0.1 o 0.05% por
vía tópica o, con menos eficacia, podofilina al 10 a 25%, nitrato de plata, tintura de yodo, fenol o
metiosazona o incluso candidina intralesional. El imiquimod en crema al 5% se aplica tres veces al
día durante cinco días de cada semana, o la podofilotoxina al 0.5% durante tres días consecutivos
cada semana, en tanto no desaparezcan las lesiones.

VERRUGAS VIRALES

Vph…. Verrugas vulgares: Llamadas popularmente mezquinos, se observan en cualquier parte de


la piel, con predominio en las zonas expuestas tas, principalmente cara, antebrazos y dorso de las
manos. Se caracterizan por neoformaciones únicas o múltiples, aisladas o confluentes,
semiesféricas, bien limitadas, de 3 a 5 mm, hasta 1 cm, de superficie verrugosa, áspera y seca, del
color de la piel o grisáceas, y asintomáticas; muestran involución en dos años en promedio. En
general son sésiles o, sobre todo en el borde palpebral, filiformes, y pueden relacionarse con la
conjuntivitis y queratitis. Cuando se presentan en el borde de la uña ocasionan distrofia ungueal y
son dolorosas. VPH 57 tiende a producir distrofia ungueal. Las verrugas del carnicero son
múltiples y afectan las manos. Si dañan los genitales son más queratósicas y menos vegetantes
que los condilomas. En sujetos con inmunosupresión o con alteraciones inmunitarias,
especialmente en receptores de trasplante y en personas con sida, son muy abundantes.

Verrugas planas: Las verrugas planas o juveniles son neoformaciones pequeñas (1 a 4 mm),
redondeadas o poligonales, lo que lleva a confundirlas con pápulas o denominarlas
impropiamente así. Hacen cierto relieve sobre la piel y son del color de ésta o un poco
eritematopigmentadas. Son asintomáticas, predominan en cara y dorso de las manos, y puede
haber unas cuantas o ser muy abundantes; a veces muestran configuración lineal (semeja
fenómeno de Koebner).
Verrugas plantares: También llamadas “ojos de pescado” se localizan en las plantas o entre los
dedos de los pies; son neoformaciones de 0.5 a 1 cm de diámetro, engastadas en la piel
(endofíticas). En las palmas de las manos y plantas de los pies pueden ser solitarias y profundas
como la mirmecia (del griego myrmex, -ekos, hormiga, hormiguero) (VPH-1) que está rodeada por
un collar hiperqueratósico doloroso a la presión (helioma), o son múltiples, con hasta 40 o 50
lesiones coalescentes, en mosaico (VPH-2). Presentan color blanco-amarillento con algunas zonas
oscuras o hemorrágicas (puntos negros por vasos trombosados) y son dolorosas a la presión,
porque la verruga actúa como cuerpo extraño.

TRATAMIENTO La sustancia más usada, sencilla de aplicar, eficaz y sin complicaciones es el ácido
salicílico, que puede emplearse en pomadas al 1 a 4%, o incorporarse a partes iguales con ácido
láctico en cuatro partes de colodión elástico; rara vez, especialmente en las plantas, se utiliza el
ácido salicílico en concentraciones de 10 a 50%, y otra opción es la combinación de cantaridina al
1%, podofilotoxina al 5% y ácido salicílico al 30%. En casos bien elegidos, especialmente en
verrugas planas, cabe emplear ácido retinoico por vía tópica (véase cap. 169), peróxido de
benzoílo o un gel de ácido glicólico al 15% y ácido salicílico al 2%, durante 4 a 8 semanas. La
podofilina y la podofilotoxina son útiles en la región anogenital.

CONDILOMAS

VPH y la aparición de verrugas anogenitales es de 11 a 12 meses en hombres y de 5 a 6 meses en


mujeres. Predominan en los genitales. En mujeres, en vulva, labios mayores y menores, y rara vez
en cuello uterino; en varones, en el surco balanoprepucial, frenillo, prepucio y meato urinario.
También pueden observarse en periné, ano y recto y, rara vez, en ingles, axilas y pliegues inter
digitales. Se presentan lesiones vegetantes de superficie granulosa, húmedas, blandas, del color de
la piel, rosado o grisáceo; es posible que se encuentren cubiertas por un exudado seroso o
hemorrágico; son sésiles o pediculadas. Algunas son puntiformes, sobre todo en el pene, a veces
tienen aspecto de verrugas vulgares; pueden crecer y producir grandes masas con aspecto de
coliflor; llegan a medir 20 cm o más de diámetro; crecen más en mujeres; ante infección agregada
presentan maceración y fetidez; en varones llegan a generar fimosis. Es recomendable que, ante
todo paciente con condilomas, se procure un examen cuidadoso del área genital, paragenital, anal,
perianal y oral. Se recomienda luz adecuada y seguir un orden de inspección sistemático y
concreto. Hoy podemos explotar el beneficio de la dermatoscopia (por ejemplo, ante condilomas
ubicados en uretra). En las mujeres aparecen con más frecuencia en labios mayores y menores,
horquilla vulvar, vestíbulo y periné. Mientras que, en los varones, suelen aparecer en cara interna
o externa del prepucio, corona del glande y frenillo. También convendrá explorar pubis, cara
interna de los muslos, glúteos, mentón, zonas perioral y periocular, dedos de manos y áreas de
pliegues. La evolución es crónica y persistente; rara vez son dolorosas; no tienden a la involución
espontánea. Un 75% de las parejas sexuales de los pacientes queda infectado. En niños con
condilomas es necesario excluir abuso sexual, o infección por contacto manual o por fómites.
Cuando las lesiones no se visualizan con facilidad se aplica ácido acético al 2 a 5%, o vinagre, y se
observan con lupa (aumento de 15 a 20×) o colposcopio, después de 3 a 5 minutos; también
puede aplicarse una combinación de azul de metileno con azul de toluidina. TRATAMIENTO 5-
fluorouracilo, por vía tópica o intralesional; inmunoterapia con levamizol (150 mg/día durante
cinco días, o una vez a la semana durante varias semanas), BCG, dinitroclorobenceno (DNCB),
radioterapia, vacunas, interferón-α o cidofovir; este último tiene acción antiviral,
inmunorreguladora, antiproliferativa y oncorreguladora. El imiquimod al 5% en crema se aplica
tres veces por semana durante varias semanas;

MICOSIS SUPERFICIALES

TIÑA

La tiña de la cabeza (tinea capitis) es casi exclusiva de niños y predomina en los preescolares y
escolares; depende predominantemente de M. canis (80%) y T. tonsurans (15%). La variedad seca
se manifiesta por descamación y “pelos tiñosos”, es decir, pelos cortos (2 a 3 mm), gruesos,
quebradizos, deformados y en ocasiones con una vaina blanquecina (fig. 94-3). Las tiñas tricofíticas
generan alopecia difusa con placas pequeñas e irregulares, intercaladas con los pelos sanos; los
pelos afectados semejan granos de pólvora (puntos negros); por este mismo hongo se observa una
presentación clínica con descamación difusa tipo pitiriasis capitis. Las tiñas microspóricas originan
una o pocas zonas seudoalopécicas redondeadas (placas), bien limitadas, con los pelos tiñosos
cortados al mismo nivel. Dan la impresión de haber sido “podados” con una podadora de césped.
En adultos es excepcional y fundamentalmente tricofítica, aunque se han registrado casos en
ancianas de más de 70 años de edad, y casi nunca en varones. La variedad inflamatoria (querión de
Celso) es la manifestación más evidente de una inmunidad adecuada; los agentes causales más
frecuentes son M. canis y T. mentagrophytes; pueden afectar cualquier parte de la piel, pero
predominan en la cabeza. Aparece un plastrón inflamatorio, doloroso al tacto, constituido por
múltiples pústulas, abscesos, úlceras y costras melicéricas. Se observa adenopatía satélite, y no
hay fiebre. En las etapas iniciales es una foliculitis dermatofítica, y en las avanzadas constituye el
querión verdadero; el nombre querión, tomado del griego, significa “panal”, lo que concuerda con
su aspecto. Trichophy ton verrucosum (T. ochraceum) puede dar lugar a grandes ulceraciones. La
alopecia es muy importante, y es difícil encontrar pelos tiñosos; puede curar sola en un plazo de 2
a 5 meses, pero sin terapéutica es posible que sobrevenga alopecia definitiva. La tiña del cuerpo
(tinea corporis, herpes circinado o tiña de la piel lampiña o glabra) puede depender de M. canis, T.
rubrum, T. tonsurans, T. mentagrophytes y E. floccosum. Existe eritema y escamas en placas
redondeadas, con bordes vesiculares activos, con prurito. En la tricofítica hay pocas placas de gran
tamaño, que son más abundantes y llegan a confluir en quienes habitan en regiones tropicales; T.
tonsurans predomina en niños, y T. rubrum en adultos. La variedad microspórica produce placas
pequeñas (0.5 a 2 cm) y múltiples; con frecuencia se presentan en forma de epidemias familiares
(microsporias), con un origen común, que es un perro o gato infectado. La tricofitosis de los
gladiadores (tinea corporis gladiatorum) se presenta en luchadores de cuerpo a cuerpo; es una
tiña del cuerpo que afecta fundamentalmente la cabeza, cuello y brazos, y casi siempre se produce
por T. tonsurans. La tiña de la ingle (tinea cruris o eccema marginado de Hebra), se presenta en las
regiones inguinocrurales y el periné; en ocasiones se extiende hacia abdomen y nalgas, y rara vez
hacia el escroto y pene. Se observan placas eritematoescamosas con borde vesicular; la evolución
crónica y el prurito intenso dan lugar a pigmentación y liquenificación. Es frecuente en zonas
calurosas y en quienes permanecen sentados mucho tiempo. Depende de T. rubrum, E. floccosum
y T. mentagrophytes. Estos mismos hongos producen la tiña de los pies (tinea pedis o pie de
atleta), que afecta por lo regular a varones adultos, pero también a mujeres y niños; se localiza en
los pliegues interdigitales (interdigital), las plantas y los bordes de los pies; puede causar grietas,
fisuras, descamación, vesículas, ampollas y costras melicéricas (vesiculoampollar, dishidrótica o
eccematiforme), o se manifiesta por zonas de hiperqueratosis (hiperqueratósica). La tiña de las
manos (tinea manuum) afecta una o ambas palmas; el agente causal es T. rubrum (90%); hay
hiperqueratosis difusa, descamación, anhidrosis y eritema, y a veces se produce una forma
inflamatoria con vesículas o pústulas.

La tiña de la barba (sicosis dermatofítica) se caracteriza por pústulas foliculares de evolución


crónica, que dan lugar a alopecia cicatrizal; es más frecuente en ancianos.

TRATAMIENTO

En casos de tiña de la cabeza debe administrarse el antibiótico micostático griseofulvina (Gentles,


1959) por vía oral, 10 a 20 mg/kg/día, durante 2 a 3 meses; 375 mg a los de 8 a 12, y 500 a 1 000
mg/día a adultos. Los principales efectos secundarios son cefalea, náuseas y fotosensibilidad.

En la tiña de la cabeza, en especial por M. canis, se administra itraconazol, 3 mg/kg/día de manera


intermitente (“pulsos”) durante una semana de cada mes, durante 3 a 4 meses;. Tienen interés
histórico el acetato de talio y la radioterapia, utilizados para generar depilación transitoria. En las
tiñas de piel lampiña puede administrarse localmente, durante 1 a 2 meses, cualesquiera de los
compuestos que siguen: toques con yodo al 0.5 a 1%; ungüento de Whitfield (vaselina con ácido
salicílico al 3% y ácido benzoico al 6%); tolnaftato al 1% en solución, crema o talco; tolciclato,
pirrolnitrina, ácido undecilénico o butenafina; imidazoles en crema o solución al 1 o 2%, como
miconazol, clotrimazol o isoconazol dos veces al día, o econazol, ketoconazol, sertaconazol,
oxiconazol, sulconazol, eberconazol, omoconazol, flutrimazol, fenticonazol, luliconazol, tioconazol
o bifonazol una vez al día. En ocasiones se administran: griseofulvina por vía oral, 10 a 20
mg/kg/día, o tópica; alilaminas, como la naftifina y terbinafina en crema; derivados de morfolinas,
como amorolfina, y de piridona como ciclopiroxolamina, en solución o crema. En el Tokelau han
mostrado más utilidad la griseofulvina y la terbinafina por vía oral.

PITIRIASIS VERSICOLOR

Malassezia spp. Las lesiones muestran distribución centrípeta en tórax, espalda y parte proximal
de las extremidades; rara vez se extienden al cuello, los antebrazos o la porción distal de las
extremidades;. Se ha observado principalmente en zonas del cuerpo con temperatura y humedad
altas. La dermatosis está constituida por abundantes manchas lenticulares hipocrómicas, de color
café (marrón) o rosado. Puede haber un “seudoborde” activo, otra forma con máculas oscuras
(pitiriasis versicolor nigra), así como la transformación gradual de una a otra o a la forma alba.
Miden 2 a 4 mm de diámetro o hasta 1 o 2 cm; están cubiertas por descamación furfurácea; a
veces son lesiones foliculares. Casi todas son aisladas, pero pueden confluir y formar grandes
placas. Las lesiones son de evolución crónica y asintomática, aunque en ocasiones hay prurito leve.

TRATAMIENTO

Se usan lociones, cremas o jabones con ácido salicílico y azufre al 1 a 3%; ungüento de Whitfield;
toques yodados a 1%; tolnaftato en loción o crema; piritione de cinc; disulfuro de selenio al 2.5% o
ketoconazol al 2%, ambos en champú; hiposulfito de sodio al 20% o propilenglicol al 50%, ambos
en solución acuosa; ácido retinoico en solución o crema al 0.005% (véase cap. 169); imidazoles
tópicos en cremas o solución al 1 o 2%, como miconazol, clotrimazol, econazol, ketoconazol,
tioconazol, oxiconazol, bifonazol, sertaconazol, fenticonazol, paramiconazol; alilaminas tópicas
como terbinafina y naftifina; derivados de morfolinas como amorolfina; butenafina, o derivados de
piridona como la ciclopiroxolamina y la griseofulvina tópicas; recientemente se ha propuesto el
uso de la espuma de ketoconazol al 2%, o la combinación de adapaleno al 0.1% gel y ketoconazol
al 2% una vez al día; todos se aplican de forma local durante varias semanas. Dependiendo de la
gravedad del cuadro se administra ketoconazol por vía oral, 400 mg en una sola dosis, o 200
mg/día, por las mañanas, durante 10 días a un mes.

CANDIDOSIS

Levaduras del género Candida ALBICANS.

Clasificación:

a) Formas circunscritas: boca, grandes pliegues, pequeños pliegues, zona del pañal, genitales,
uñas y región periungueal.

b) Formas diseminadas y profundas: candidosis mucocutánea crónica y granuloma candidósico.

c) Formas sistémicas: septicemia por Candida, candidemia iatrogénica y dermatitis fúngica


invasora.

Cuadro clínico: Afecta cualquier tejido, órgano o sistema. En la boca se presentan enrojecimiento y
placas mucosas blanquecinas, lo que se conoce comúnmente como muguet o algodoncillo. Las
lesiones pueden ser difusas o afectar una sola región como paladar, carrillos, encías o lengua
(glositis); son asintomáticas o hay sensación de ardor. Se han descrito las siguientes formas:
seudomembranosa aguda, con placas blanquecinas fácilmente desprendibles, se le acompaña de
dificultad para la deglución; seudomembranosa crónica, es persistente, se observa en pacientes
con sida, y muestra resistencia al tratamiento; eritematosa (atrófica) aguda y crónica, la superficie
mucosa es roja y brillante, se acompaña de inflamación y boca ardorosa o glosodinia; crónica en
placas, predomina en fumadores, en la lengua y otras áreas de la boca existen placas blanquecinas
que no desprenden; nodular crónica, la mucosa tiene aspecto de empedrado; glositis romboidal
media, en el dorso de la lengua toma el aspecto de trocisco; erosiva o dolorosa, afecta cualquier
región, predomina en ancianos y se relaciona con prótesis dentarias, en cuyo caso suele
acompañarse de estomatitis por debajo de la placa. La afección en labios es excepcional, pero se
observa con frecuencia queilitis angular, que se manifiesta por eritema y fisuras que forman un
triángulo de base externa. Puede ocurrir lengua negra vellosa por esta levadura o por Geotrichum
spp. Cuando se afectan 2 o más sitios en la cavidad oral se llama candidosis multifocal crónica. Las
candidosis de los pliegues se caracterizan por eritema, descamación, piel macerada, bordes
marcados por un collarete de escamas y lesiones satélite papulares, vesiculares o pustulares. Se
conocen como intertrigos blastomicéticos (erosio interdigitale blastomycetica); se observan en
espacios interdigitales en amas de casa o personas que se mojan mucho las manos, y pueden
encontrarse en los pies o en los grandes pliegues: axilares, inguinales e inframamarios o
interglúteo En las vaginitis se presenta inflamación, leucorrea espesa y grumosa, y prurito, con
extensión de las lesiones a la vulva y el periné; la mucosa vaginal está eritematosa y presenta
placas blanquecinas o amarillentas; puede haber dispareunia. En el glande (balanitis o balano
postitis) la piel está macerada, muestra placas blanquecinas y erosiones (fig. 96-10), y a veces
vesículas y pústulas; puede haber disuria y polaquiuria. TRATAMIENTO Eliminación de factores que
favorecen la infección. El agua con bicarbonato reduce la candidosis oral, lo mismo que el
miconazol en gel; en esta localización también se recomiendan las tabletas vaginales de miconazol
o nistatina, dada su lenta disolución El ketoconazol, 200 mg/día por vía oral, puede usarse en piel,
mucosas, uñas o en formas crónicas o profundas; las formas cutaneomucosas mejoran en días o
semanas, las otras en varios meses (deben tenerse en cuenta los efectos secundarios
hepatotóxicos o antiandrógenos con la administración prolongada); ante la vaginitis se
recomiendan 400 mg/día durante cinco días, o terconazol en crema y óvulos. En formas
superficiales son útiles la yodoclorohidroxiquinoleína (clioquinol [Vioformo®]) al 3%, el clotrimazol,
el econazol, isoconazol, tioconazol, ketoconazol, sulconazol, bifonazol y miconazol; terbinafina
tópica, amorolfina y ciclopiroxolamina. Para onicomicosis, una opción es utilizar barnices de
ciclopirox olamina y amorolfina y, más recientemente, una combinación de ciclopirox con un
nuevo transportador obtenido de la quitina de crustáceos, llamado hidroxipropilquitosán. También
está bajo estudio un nuevo triazol, el efinaconazol. En las formas cutáneo mucosas el itraconazol
se administra en dosis de 100 mg/día por vía oral en tanto no desaparezcan los síntomas; en
presencia de afección de las uñas de las manos se administran 100 a 200 mg/día durante 3 a 6
meses, y en las de los pies, 200 mg/día por tres meses y observación sin tratamiento durante 4 a 6
meses; en vaginitis, 400 a 600 mg en dosis única, o 200 mg/día durante tres días; en formas
crónicas de vaginitis se repite cada primer día del ciclo menstrual durante cinco meses. Puede
usarse fluconazol, 150 mg por vía oral en dosis única o semanal durante cuatro semanas. En casos
crónicos puede administrarse a diario. En las formas mucocutáneas crónicas graves se recomienda
anfotericina B, 0.5 a 0.7 mg/kg/día o anfotericina liposomal, 3 a 5 mg/kg/día; también se usan
ketoconazol, itraconazol o fluconazol hasta obtener la remisión; si ocurre recaída se aconsejan
tratamientos breves de 3 a 7 días. En algunos casos posaconazol 100 mg, una o dos veces al dia, al
menos 13 días y en casos refractarios 400 mg dos veces al día tres días y luego una vez al dia un
mes.

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