Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CLASIFICACION DE OPINIONES EN EL
DICTAMEN DE AUDITORIA FINANCIERA
Un auditor expresa el resultado del trabajo de auditoría en un informe, en el cual se consigna su
opinión profesional y brinda sus recomendaciones. Para el caso de la auditoría financiera, en el
informe se indica si los estados financieros de una organización, que estuvieron sometidos a examen,
reflejan razonablemente la situación financiera y los resultados de las operaciones, conforme a
ciertas prácticas y principios contables.
Ahora bien, en función de los resultados obtenidos por el auditor o de su alcance, la opinión que se
consigna en el informe puede tener diferentes matices. Acá entran en juego diferentes factores tales
como el tiempo de ejecución del trabajo, la oportunidad en la realización de las pruebas, el
compromiso de la gerencia de la organización evaluada, los principios contables empleados, la
importancia de los errores advertidos, entre otras circunstancias.
En condiciones normales, si los resultados de la auditoría son satisfactorios, las pruebas se pudieron
realizar sin contratiempos y la información estuvo disponible, la opinión que expresa el auditor
financiero es limpia, sin salvedades o no calificada.
Para el cliente, esto es un gran resultado. Significa que la auditoría se ha llevado a cabo de
conformidad con las normas de auditoría generalmente aceptadas y que los estados financieros que
se examinaron se ajustan a los principios contables generalmente aceptados que le son aplicables, en
todos los aspectos materiales. En ese sentido, los estados financieros reflejan razonablemente la
situación económica y los resultados de las operaciones de la organización.
No obstante, hay ocasiones en que el auditor no debe expresar una opinión sin salvedades. Lo
correcto es expresar una opinión calificada, adversa o incluso abstenerse de opinar. ¿En que casos
procede de esta manera? A continuación, una breve síntesis al respecto
Opinión calificada o con salvedades:
El auditor emplea Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas, pero el cliente no ha utilizado las
normas de contabilidad que le son aplicables de manera consistente. También pudo ocurrir que, por
diferentes circunstancias el auditor no pudo obtener suficiente evidencia para poder emitir una
opinión no calificada. Por ejemplo, no hubo confirmaciones de cuentas por cobrar a los clientes o no
se pudo inspeccionar un inventario al corte de los estados financieros.
Opinión negativa o adversa:
El auditor debe emitir una opinión negativa cuando los estados financieros presentan desviaciones
importantes de los principios de contabilidad que le son aplicables al cliente u organización evaluada.
Esto significa que hay situaciones de importancia relativa o materialidad[1] que no fueron incluidas
en los estados financieros.
Abstención de opinión o descargo de responsabilidad:
Un auditor debe abstenerse de emitir una opinión sobre los estados financieros que ha examinado,
cuando se presentan ciertas circunstancias tales como:
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA