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Encuentro de fin de año – Cerámica.

(16/12)
Horario: 16hs a 19hs
Coffe break vegano.
Objetivo: charlar acerca de lo que nos enseñó la cerámica a lo largo del año, y como
cerramos el mismo.
El barro (en lugar de la cerámica) es un proceso creativo que para muchas personas
sirve como un descanso mental, como una pausa para une misme, para experimentar,
jugar. También sirve como espacio de encuentro y también como un punto de
pertenencia.
Ahora, más allá del fin que cada persona le dé, o lo que represente para cada une, la
cerámica incluye, por si misma, un montón de aprendizajes.
Entre ellos está compartir el proceso creativo con otras personas, en grupo, eso nos
nos vuelve vulnerables, porque hace que nuestra creación y nosotros mismes estemos
a merced de la opinión del otro. El contacto con el barro nos requiere humildad, para
entrar en contacto con este material, que nos guía para conocerlo mejor.
Por otra parte, están las expectativas, lo que esperamos nosotros de la pieza, del
proceso, de los tiempos. Muchas veces lo que esperamos de una pieza de cerámica no
es distinto de lo que esperamos de nosotres mismes o de les otres, ya que, como
cualquier proceso creativo, nos hace de espejo. Nos muestra nuestra capacidad de ser
flexibles cuando capaz algo no sale como esperábamos. Cuando tenemos muchas
expectativas acerca del proceso, es más difícil en el inicio, cuando empezamos al
principio el que manda es el material, el barro en este caso, nos va llevando, hasta que
conocemos su temperamento por decirle de alguna manera, sus cambios de estado, de
forma, su fragilidad.
En este sentido, algo con lo cual nos enfrenta bastante la cerámica es la frustración,
¿Qué pasa cuando una pieza se rompe en el horno? ¿Qué pasa cuando venimos con
una foto perfecta de lo que queremos, de Pinterest, y el resultado final no tiene nada
que ver con eso? ¿Qué pasa cuando los tiempos que lleva el proceso no responden a
nuestras necesidades? ¿Cuando los colores no quedan como queremos o
esperábamos?
Nuestra forma de reaccionar, nuestro sentir, cuando algunas de estas cosas suceden
nos enfrentan nuestra capacidad de adaptación, nos da la pauta de nuestra necesidad
de control, nuestro perfeccionismo.
Si reconocemos el espejo que es cualquier proceso creativo, podemos aprender a
observarnos durante estos procesos y conocernos mejor. Y seguramente cuando
reconocemos nuestras emociones en este espacio, después podemos identificarlas en
relaciones, en el trabajo, o en cualquier ámbito de nuestra vida.
Otro de los regalos de la cerámica, y de este espacio puntual, es el punto de
encuentro, lo que se genera en este espacio incluye la cerámica, pero también la
trasciende, porque lo que se genera es un lugar de pertenencia, un lugar seguro de
aceptación en el que yo sé que voy a ir todas las semanas a encontrarme. Es muy
hermoso lo que se genera cuando nos reunimos un grupo de personas con la misma
intención, compartir el barro.
Este espacio fue amoroso, amable, no tiene juicio ni espera nada de nosotres, ni titi ni
nadie nos va a decir lo que está bien o mal acá adentro, somos todos bienvenidos,
todos importantes. Y por eso también puede darse el autoconocimiento en este
proceso, porque hay espacio para eso y sostén.
Compartir que se lleva cada una de este espacio.
Despedimos el año con una charla de la mano de Mica y Agus, dos licenciadas en
psicología, quienes crearon una propuesta personalizada para nosotros, para darle un
cierre a este hermoso ciclo juntos y resaltar los aprendizajes que nos llevamos.
Mica:

 Intervención de una hora máximo


 Ejercicio de respiración (guía mica)
 Presentación (primero), contar que venimos del espacio y nos conocimos ahí.
 Abrimos espacio a la presencia mirándonos entre todas preguntando como
llegan
 Marco teórico
 Escribir para hablar y compartir que nos llevamos cada una del espacio y del
barro, LA PRIMERA EN HABLAR ES TITI
 Hacer un anclaje (guiado por mica)
 Como nos despedimos
 Sacar preguntas del mazo
 Presentar flyers y mazos

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