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“INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PÚBLICO “LA MERCED”

COMPORTAMIENTO ÉTICO
TEMA 9: LA PERSONALIDAD

¿Qué es la personalidad?
Por personalidad se entiende el conjunto de dinámicas psíquicas que son
características de una misma persona, es decir, a su organización mental
interior, que determina el modo en que dicha persona responderá ante una
situación determinada.

Dicho de otro modo, la personalidad es un patrón de actitudes, pensamientos y


sentimientos recurrentes, que son más o menos estables a lo largo de la vida de
un individuo y que permiten cierto grado de predictibilidad respecto a su modo
de ser.

Este término, tomado de la psicología, es de uso corriente en el lenguaje


cotidiano, pero su origen se encuentra en el término latino «persona», que era la
máscara empleada por los actores del teatro de la antigüedad, a la hora de
representar personajes reconocibles.

Así, inicialmente dicha palabra tenía que ver con los roles encarnados por los
actores, y de algún modo luego se trasladó a otras áreas de la vida, pasando a ser
«personas» únicamente los ciudadanos de pleno derecho (y no, por ejemplo, los
esclavos). Eventualmente el término engendró el adjetivo «personal» y de allí
provino personalidad.

Hoy en día entendemos que la personalidad es una serie de rasgos mentales que
permiten distinguirlo de los demás, y que además son más o menos fieles a sí
mismos a lo largo del tiempo. Sin embargo, la personalidad puede cambiar,
modificarse paulatinamente a partir del tiempo y de las experiencias vividas.

Características de la personalidad
La personalidad es un patrón funcional coherente consigo mismo (aunque no
exento de contradicciones), generalmente consolidado y resistente al cambio. Sin
embargo, es capaz de operar de forma diferente en situaciones distintas,
dado que se trata de formas psíquicas interiorizadas, que no dependen tanto del
afuera.

Por otro lado, los elementos de la personalidad tienen que ver no sólo a las
respuestas ante estímulos y situaciones determinadas, sino también al estilo de
vida, las creencias y motivaciones, e incluso las concepciones del mundo.

Componentes de la personalidad
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Conforme a la escuela y el modelo de pensamiento del psicoanálisis,


especialmente de los estudios de Sigmund Freud (1856-1939), la personalidad de
los individuos está conformada por tres factores importantes que operan en
conjunto y por separado:

• El Yo. También conocido como lo consciente o la consciencia, es el


componente de nuestra mente del cual más percepción tenemos, ya que está
constantemente diciéndonos dónde estamos y haciendo qué, o cómo estamos.
Ello implica tanto la percepción del mundo externo, como los pensamientos y
el mundo interior. Su función es brindarnos un Principio de realidad respecto a
la existencia.
• El SuperYo. Comprendido como el conjunto de interiorizaciones que definen
el «deber ser» sobre a nosotros mismos, es decir, es la instancia en donde se
encuentran grabadas las leyes existenciales, sociales, culturales, etc., que
provienen del exterior, y que sirven para brindarnos un Principio de
perfeccionamiento respecto de nosotros mismos.
• El Ello. Identificado como el inconsciente de Freud (aunque no son
sinónimos), se refiere al contenido bloqueado o reprimido de nuestra mente,
que se vincula con nuestras necesidades primarias y biológicas, como
la alimentación, la reproducción, etc. Está encargado de brindarnos
el Principio del placer.

Factores de la personalidad
Conforme al modelo de los Grandes Cinco (Big Five, en inglés), todas las
personalidades están determinadas por una serie de factores que se dan en
distinta proporción en cada individuo. Estos cinco factores son:

• Factor O (de Openness o apertura). Se refiere al grado de apertura que un


individuo presenta respecto a las nuevas experiencias, al cambio y la variedad,
e incluso la curiosidad. Los individuos dotados de gran apertura son inquietos,
imaginativos, originales y deseosos de valores no convencionales. Su polo
opuesto lo constituyen sujetos más conservadores en lo social y en la vida, que
prefieren el ámbito familiar y las experiencias más controladas.
• Factor E (de Extraversion o extroversión). La extroversión se refiere a un
alto grado de sociabilidad y de interés por situaciones sociales, por la
compañía de otros y la tendencia a evitar la soledad. Los individuos
extrovertidos requieren de estimulación social constante y están muy
volcados al mundo externo, a diferencia de sus opuestos, los introvertidos, que
le rehúyen a las situaciones sociales, se sienten a gusto en su mundo interior y
suelen valorar la soledad.
• Factor C (de Conscientiousness o responsabilidad). Alude al autocontrol,
la planificación y el compromiso, tanto en la organización como la ejecución de
las tareas. También se la conoce como “voluntad de logro” y los individuos que
la poseen en altas dosis suelen ser los llamados workaholics o adictos al
trabajo, que manifiestan altísimos grados de compromiso con las tareas
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emprendidas. Por el contrario, sus opuestos son personas poco confiables y


poco comprometidas, informales o laxos con sus principios morales.
• Factor A (de Agreeableness o amabilidad). Se refiere a las tendencias
interpersonales, específicamente a la empatía y la capacidad de vínculo con el
otro. Las personas con alto nivel de amabilidad tienden a ser consideradas,
altruistas, confiadas y solidarias, mientras que las personas con baja
amabilidad tienden a relacionarse de maneras más hostiles.
• Factor N (de Neuroticism o neuroticidad). Este último rasgo tiene que ver
con la inestabilidad emocional fruto de ansiedad, preocupación y percepciones
catastróficas de las cosas, que son consecuencia de la imposibilidad de la
mente de prever y controlarlo todo. Las personas con alto nivel de
neuroticidad suelen ser ansiosas, estresadas, poco sociables, y pueden incurrir
a menudo en la depresión, la irritabilidad o la vulnerabilidad. Por el contrario,
los bajos niveles de este rasgo tienden a personalidades más estables, menos
preocupadas por el control y más relajadas.

Tipos de personalidad
Existen muchas y muy diversas formas de clasificación de la personalidad,
dependiendo del enfoque psicológico o psicoanalítico y del método específico que
se emplee para comprenderla. Por citar un ejemplo, el psicoanalista Carl Gustav
Jung (1875-1961) propuso una clasificación de 8 tipos de personalidad, que son:

• Pensamiento-introvertido. Aquellas personalidades que están más


interesadas por las ideas que por los hechos, es decir, por su realidad interior
que por los demás. Son propensas a las reflexiones, los pensamientos
abstractos o los desafíos teóricos.
• Sentimental-introvertido. Personalidades contenidas en su propio mundo
emocional, poco propensas a lidiar con el mundo exterior, pero capaces de
hacerlo a partir de lo emotivo, en lugar de lo reflexivo del caso anterior. Son
propensas al apego, pero en un círculo íntimo y cerrado.
• Sensación-introvertido. Típica de artistas y creadores, esta es la
personalidad más preocupada por la experiencia subjetiva del ser, lo cual
puede conducirlos a vivir en un mundo irreal, construido a su propia medida.
• Intuición-introvertido. La típica personalidad de los soñadores, es decir, de
quienes están más pendientes de lo que pasará, lo que podría pasar o lo que
les gustaría que pasara, que con el presente real. Están, a su manera, en
contacto con su contenido inconsciente y pueden ser talentosos creadores.
• Pensamiento-extrovertido. Aquellas personalidades más interesadas en los
hechos y en el afuera, que su mundo interno, sobre todo como fuente de
teorías y reflexiones, ya que se vincula racionalmente con el mundo. Sus
emociones y sensaciones son, por ende, reprimidas, y suele descuidar sus
vínculos socio-afectivos.
• Sentimiento-extrovertido. Es el perfil de las personas más empáticas,
sociales y ajustadas al entorno comunitario, típicas de aquellos a quienes
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gusta cuidar de los demás o que se sienten bien protegiendo a terceros. Su


actividad intelectual se enmarca necesariamente en lo que sienten.
• Sensación-extrovertido. Se vincula con lo real a partir de las sensaciones que
le evoca, es decir, prestando mucho interés a lo que el entorno real y los
demás le hacen sentir. Es la personalidad típica de quienes viven en busca del
placer, y por lo tanto suelen buscar nuevos estímulos constantemente.
• Intuición-extrovertido. La personalidad del aventurero, de quien cambia de
perspectivas una vez que consigue el objetivo deseado, pero nunca para de
moverse. Suelen ser carismáticos y entusiasman a terceros con sus ideas,
siéndole fiel a su intuición más que a sus sentimientos y sus razonamientos.

Trastornos de personalidad
Los trastornos de personalidad son rasgos de la personalidad que se muestran
inflexibles, desadaptativos, en lugar de contribuir a la adaptación y al
desempeño vital. Sabotean el desempeño social o emocional de los individuos, y a
menudo conducen a complicaciones más serias.

No suelen tener cura o tratamiento fácil, ya que forman parte de la


personalidad del sujeto, o sea, son parte de él.

Los trastornos de personalidad pueden ser muy distintos entre sí y siempre


obedecen a condiciones sumamente particulares del paciente, pero a grandes
rasgos pueden resumirse en tres grupos:0

• Personalidades excéntricas y raras, como el Trastorno de Personalidad


Paranoide, Trastorno de Personalidad Esquizoide o Trastorno de Personalidad
Esquizotípico.
• Personalidades erráticas, emocionales y teatrales, como el Trastorno de
Personalidad Histriónico, Trastorno de la Personalidad Antisocial, Trastorno
de la Personalidad Naricisista o Trastorno Límite de Personalidad.
• Personalidades con marcada ansiedad, como el Trastorno de Personalidad
Dependiente, Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo, Trastorno de
la Personalidad Evitativo.

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