La Generacién del 98
PEDRO SALINAS
Literatura espaifiola. Siglo xx
EI modernismo, tal como desembareo imperialmente en Espaiia personificado
en Rubén Dario y sus Prosas profanas, era una literatura de los sentidos, trémula
de atractivos sensuales, deslumbradora de cromatismo. Corria precipitada tras los
éxitos de la sonoridad y de la forma. Nunca habian cantado las palabras castellanas
con alegria tan colorinesca, nunca antes brillaran con tantos visos y relumbres
como en las espléndidas poesias de Dario. [...] Gran parte de esta poesia en vez de
arrancar de la experiencia directa de la realidad vital, sale de concepciones
artisticas anteriores; por ejemplo, de la escultura helénica de los retratos del
Renacimiento italiano, de las fiestas galantes de la Francia versallesca, y hasta me
atreverta a decir que de los dibujos escabrosos de La Vie Parisienne. La historia
del arte inspira a los modernistas tanto 0 mds que sus intimos acaecimientos
vitales. [...].
Volvamos a los hombres del 98 espaiiol. El cuadro cambia por entero. Son los
“preocupados”, como se los llamo certeramente. Hombres tristes, ensimismados
[...] Son los analizadores, los meditadores. Su literatura viene a ser un inmenso
examen de conciencia, preludio de la confesién patética. Donde el modernista
nada dgilmente, disfrutando los encantos de superficie y sus espumas, el hombre
del 98 se sumerge, bucea, disparado hacia los mds profundos senos submarinos.
Unamuno lanza su famoso grito (titulo de un ensayo): jAdentro! En él marca de
este modo el rumbo a su generacién: “En vez de decir: jAdelante! jArribal, di:
jAdentro!.