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Tema 2. Poesía Épica Castellana. Mester de Juglaría. Cantar de Mio Cid
Tema 2. Poesía Épica Castellana. Mester de Juglaría. Cantar de Mio Cid
Cantar
de Mio Cid
Hay dos teorías acerca de cómo se formaron los cantares de gesta: la teoría
La teoría individualista fue defendida por Joseph Bédier y, más tarde, por otros
teóricos. Según esta teoría, los cantares de gesta se escribieron mucho tiempo después
de los hechos que narran. Sus autores son poetas cultos, individuos conscientes de su
labor creativa, que para realizar su obra adquieren datos de alguna fuente escrita en la
que se tratan temas históricos. Estos autores se hallan estrechamente ligados a la vida de
poesía épica, es decir, de los cantares de gesta, habría que situarlo a finales del siglo XI
o principios del siglo XII, ya que solo se tienen en cuenta los textos conservados, la
cantar nace a raíz de hechos históricos, o muy poco después, de modo que el origen de
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la poesía épica de los cantares de gesta es el siglo X. No es que este tipo de textos
empiece a producirse a finales del siglo XI y principios del siglo XII, como defienden
los autores de la teoría individualista, sino que es en esa fecha posterior cuando los
clérigos comienzan a interesarse por estas creaciones en lengua romance y las ponen por
escrito. Por tanto, según la teoría tradicionalista, los cantares de gesta se originan en
principio de manera oral, a través de composiciones que cantan los juglares y que
sometido a sucesivas reelaboraciones, llevadas a cabo por los múltiples juglares que
toman el tema en concreto para cantarlo. De este modo, el cantar de gesta es una obra
colectiva y anónima, no hay un solo autor del mismo y mientras el poema existe de
modo oral, hay diferentes versiones del mismo, pero posteriormente un escribiente en
versiones. Es posible que el cantar de gesta haya sido compuesto en una versión
primitiva por un autor, pero esta primera versión es tomada por otros juglares y cantores
de la Edad Media que la reelaboran y la amplían, por lo que el poema escapa al control
texto que dará lugar a un cantar de gesta es anónimo, al igual que el resto de autores que
tomarán esa versión para introducir adiciones o cambios, porque todos ellos escriben
creación de los cantares de gesta no hay una pretensión de autoría, porque la invención
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lengua digna de estima literaria y culta, mientras que los cantares de gesta eran poemas
cantares de gesta en sus orígenes tendrían dimensiones reducidas, no más de 500 o 600
versos. Sin embargo, estas primeras versiones pasarían a manos de distintos juglares y
romance son anteriores a los manuscritos que se conservan de estos textos. Según
Menéndez Pidal, existe una larga tradición de textos perdidos que van configurando el
género del cantar de gesta, cuyas primeras versiones escritas que se han conservado no
serían en realidad las primeras versiones que se escribieron. Por ello, la primera versión
conservada del Cantar de Mio Cid es considerada como el resultado de varias versiones
literatura.
de seres superiores cuyo único objetivo es la persecución del honor a través del riesgo y
colectividad a la que van destinados los poemas. Según el teórico Cecil Bowra, en su
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obra La poesía heroica, en la poesía épica de los cantares de gesta no se pone en
el rey y el vasallo. El vasallo lucha para obtener la honra y la valoración del rey, que es
(1981), escribe que en los cantares de gesta la actitud del rey siempre es expresada
desde el respeto hacia él, nunca se pone en duda que el rey es un principio sólido de la
sociedad y que por encima de él solo está Dios, que actúa para mantener la jerarquía y
como base el poder del rey. En el Cantar de Mio Cid, varios nobles de la corte del rey
Alfonso VI, a los que se les llama en la obra “mestureros”1, son quienes engañan al rey
con respecto al Cid y le hacen pensar que el Cid había traicionado al rey quedándose
con parte del dinero de impuestos, los cuales el Cid había sido enviado a recoger en
nombre del rey. Por ello, los responsables del error del rey por el que destierra al Cid
son otros nobles, pero no el rey mismo, que es mostrado en la obra como una persona
respetable. Por su parte, el héroe de los cantares de gesta también respeta los principios
cristianos que rigen las sociedades medievales en las que se escriben estos textos.
textos que se producen en una época en la que una sociedad está en su fase nacional
incipiente, es decir, en una fase primeriza de creación de una nación. En este período, el
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“Mesturero” significa persona cizañera, chismosa, es decir, alguien que a través de la palabra y
la conversación tiene como intención crear problemas y hablar de los secretos de otras personas.
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formación de una nación, normalmente unida bajo su rey y victoriosa de sus enemigos.
objetivo común de los varios reinos cristianos (los más destacados: Castilla, León y
sociedad requiere textos relacionados con relatos históricos y careciendo del uso de la
escritura (pues esta es una actividad que se practica únicamente en los monasterios) fija
ocurrió para que el texto sea más atractivo para el público. No obstante, la épica
castellana se caracteriza por ser más realista que la de otros países de lengua romance,
como Francia. En la poesía épica castellana hay menos elementos fantásticos que en la
transmisión oral, la cual condiciona la naturaleza del texto. Hasta el día de hoy solo ha
llegado alguna fijación por escrito de la narración oral que era popular en la Edad Media
y en la que se recoge una de las diferentes versiones que debieron existir de un cantar de
gesta en concreto.
medida muy variada, los cuales oscilan en su mayoría entre 14 y 16 sílabas, aunque los
hay de mayor y menor extensión. Estos versos suelen dividirse en dos partes, llamadas
que haya diferentes medidas de sílabas en los versos de un cantar de gesta se denomina
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“anisosilabismo” y esta es una característica de los cantares de gesta castellanos. La
rima que se produce en los cantares de gesta castellanos es asonante, es decir, riman
solo las vocales del final de cada palabra que hay al final del verso.
fórmulas o estructuras que se repiten a lo largo del poema. Estas fórmulas facilitan la
labor del poeta y del juglar para recordar mientras canta el argumento de la historia que
narra.
2. El mester de juglaría.
como: «todos los que se ganaban la vida actuando ante un público, para recrearle con la
El término «juglar» se utiliza por primera vez en España a mediados del siglo
XI. El término «juglar» pasó a significar también ‘poeta en lengua romance’ 3, ya que a
En los primeros tiempos en los que se usaban las lenguas romances, como, por
ejemplo, el castellano, los juglares eran los únicos que se ocupaban de recrear y difundir
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De charlatán, es decir, persona que habla mucho y su discurso tiene poca profundidad.
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Los juglares componían y cantaban en lengua romance, por ejemplo, el castellano, en
contraposición al latín, que era la lengua que usaban los escritores cultos para los asuntos de mayor valor
cultural.
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Había juglares que se dedicaban a relatos heroicos, épicos, es decir, en los que
eran protagonistas nobles guerreros. Estos relatos eran dignos de mayor aprecio que
otras actividades a las que se dedicaban otros juglares, como podía ser, por ejemplo, la
literarios, pero de tipo lírico, esto es, relacionados con la expresión de sentimientos,
ensayos sobre literatura. Primera parte. Desde los orígenes románicos hasta finales del
siglo XVI, el recitado de los juglares debía tener alguna característica propia de una
especie de representación teatral en la que el artista no solo cantaba, sino que también
Los juglares actuaban ante todas las clases sociales, igual divertían al pueblo en
calles y plazas que actuaban ante los señores en sus castillos. Algunos juglares se
hallaban permanentemente en la corte al servicio del rey. Siguiendo este ejemplo, otros
juglares eran contratados por los concejos municipales de las ciudades. Una ciudad en la
estaban asentados varios juglares desde comienzos del siglo XII fue Sahagún, en León,
España. De esta ciudad son los primeros juglares de los que se tiene noticia.
ejercía su oficio de modo itinerante, yendo de una ciudad a otra y buscando en cada
lugar su público, fuera de la clase que fuera, para así conseguir ganarse la vida. En
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ocasiones, estos juglares eran contratados por los nobles para sus celebraciones. Era
posible incluso que los juglares intervinieran en actos religiosos entonando cánticos
de Mio Cid
Mio Cid y las Mocedades de Rodrigo. Estos dos cantares de gesta están centrados en el
mismo personaje, que es el caballero Rodrigo Díaz de Vivar. El Cantar de Mio Cid
cuenta la historia de cuando Rodrigo Díaz es adulto y lucha en numerosas batallas para
recuperar el favor del rey Alfonso VI. En el poema épico Mocedades de Rodrigo (que
pertenece a una época posterior al Cantar del Mio Cid) se cuenta la juventud del
caballero Rodrigo Díaz, por ejemplo, cómo llega a casarse con su esposa Jimena.
Existe una tercera obra de poesía épica castellana con el título Roncesvalles, de
España y Francia. Este lugar es famoso y tiene relación con los cantares de gesta porque
allí fue derrotado el ejército de los francos en una batalla en el año 778 d. C. contra los
vascones. Los vascones es el nombre con el que los romanos conocían al pueblo que se
encontraba al norte de la Península Ibérica. Carlomagno (742-814 d. C.) fue rey de los
francos desde el 768 d. C. y fue nombrado emperador romano desde el 800 d. C. hasta
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su muerte. En la batalla de Roncesvalles murió Roldán, comandante del ejército del
Roland), cantar de gesta más importante de Francia. Los francos fueron un pueblo que
dominó la zona de Francia, Bélgica, Países Bajos y una pequeña parte de Alemania
desde el siglo V d. C. hasta el siglo IX d. C. Los francos fueron un pueblo que provenía
fueron también reconocidos como parte del Imperio Romano. Aunque la realidad
histórica es que la derrota de los francos fue contra los vascones, en el cantar de gesta
Roncesvalles y en la Chanson de Roland se cuenta que la batalla fue entre los francos y
1270 y 1274 bajo el reinado de Alfonso X, el Sabio. El título Primera Crónica General
es un título asignado en una publicación de este libro realizada en el siglo XX, pero el
título original de este libro es Estoria de España. Por tanto, solo se han conservado
manuscritos originales de cantares de gesta castellanos del Cantar de Mio Cid, de las
se han conservado manuscritos originales, pero se conoce que debieron existir porque se
pertenecientes a la poesía épica castellana medieval es que este tipo de literatura tenía
una naturaleza de carácter oral. Además, los pergaminos en los que se fijaba por escrito
este tipo de textos eran muy costosos, por lo que había muy pocas copias escritas.
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Incluso los juglares se ahorraban las copias escritas en muchas ocasiones y trataban de
época, aparecen cantares en los que hay interés por la juventud de los héroes que habían
aparecido en los cantares de gesta anteriores. Este es el caso del cantar Mocedades de
Rodrigo, cuyo manuscrito conservado ha sido datado de finales del siglo XIV. Se cree
que la obra pudo ser escrita entre 1360 y 1370. Este tipo de cantares posteriores en los
que hay interés por la juventud de los héroes se caracterizan por tener una mayor
cantidad de invenciones en torno a la vida de los mismos, mientras que los primeros
cantares, como el Cantar de Mio Cid, trataban de tener una relación más cercana al
1164 y a partir de esta interrupción hay cuatro folios en blanco. Desde el principio del
cantar hasta el verso 292 se hace un resumen de la historia del reino de León, desde la
muerte del rey Pelayo hasta la independencia en reino propio de Castilla. Entre los
versos 204 y 260, se trata del árbol genealógico del Cid, para resaltar su ilustre rango.
Entre el verso 293 y el 746, se cuenta, en primer lugar, cómo el Cid mata al conde de
Gormaz por robar ganado. El conde de Gormaz tiene una hija llamada Jimena, quien
pide al rey justicia y el rey para reparar su situación, le concede que se case con el Cid.
Se celebra el matrimonio entre el Cid y Jimena. Además, el Cid lleva a cabo numerosas
batallas contra moros y contra condes castellanos que son rebeldes al rey. En estas
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batallas siempre sale victorioso el Cid. A partir del verso 746, se narra la expedición
castellana a Francia, capitaneada por el Cid, para hacer frente al rey francés y al
emperador alemán, quienes exigen a Castilla que les pague tributo. Esta empresa
también acaba con la victoria del Cid, aunque se trata de una parte de la narración que
no está basada en hechos históricos. En este punto, que es el verso 1164, el manuscrito
se interrumpe.
muestra insolente y soberbio, incluso con su propio rey, a quien se niega a besarle la
De este cantar solo se han conservado dos folios en los que hay 100 versos. Se
cree que este cantar debió de componerse en la primera mitad del siglo XIII, aunque el
manuscrito parece haber sido escrito en 1310 en Navarra. Este cantar de gesta castellano
imita al famoso cantar francés la Chanson de Roland, pero no lo traduce, sino que
En los cien versos conservados del cantar Roncesvalles, Carlomagno, rey de los
francos, encuentra muertos tras la batalla los cuerpos de varios de sus caballeros, entre
ella, un pueblo del norte de la Península Ibérica conocidos como vascones derrotaron a
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pensamiento medieval y en los textos de esta época, tanto en el cantar de gesta
entre francos y moros, pues los moros (o árabes) eran el enemigo contra el que se
la autoría
en Madrid. Está compuesto por 74 hojas de pergamino escrito por las dos caras que se
agrupan en 11 cuadernos. Faltan algunas hojas, por lo que el manuscrito de la obra está
incompleto. Por ejemplo, falta la primera hoja del primer cuaderno, entre otras. Así
pues, en el manuscrito conservado del Cantar de Mio Cid hay 3730 versos. Sin
Al final del manuscrito aparece que este libro fue escrito por “Per Abbat”. La
‘copiar’. Por este motivo, la mayoría de los teóricos no consideran que Per Abbat es el
autor, lo que consideran es que Per Abbat realizó una copia de otro manuscrito anterior
XIV.
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Una interpretación que explica esta diferencia entre la fecha escrita (1207) y la
antigüedad del manuscrito (siglo XIV) es pensar que un monje en el siglo XIV escribió
la copia conservada del Cantar del Mio Cid y, al hacerlo, copió la fecha y, quizá, el
nombre que aparecían en el manuscrito original del cual realizó la copia. Otra
interpretación es considerar que hay un error en la fecha y que Per Abbat es el nombre
del monje que realizó la copia en el siglo XIV, pero se equivocó al escribir la fecha.
(1207) y la antigüedad del manuscrito, que es el siglo XIV. No obstante, el hecho es que
el manuscrito conservado del Cantar de Mio Cid pertenece al siglo XIV, algo de lo que
es una prueba, por ejemplo, el tipo de letra con el que está escrito. Sin embargo, al final
de este manuscrito conservado del siglo XIV aparece que fue escrito por Per Abbat en
1207.
Según el teórico Menéndez Pidal, el Cantar de Mio Cid debió de fijarse por
escrito por primera vez a finales del siglo XII o principios del siglo XIII. Por tanto,
parece ser que el momento en que fue fijada la historia del Cid por escrito no fue mucho
después de que ocurrieran los hechos históricos del caballero Rodrigo Díaz de Vivar,
Como hemos escrito, la mayoría de los teóricos consideran que Per Abbat fue un
monje que realizó una de las copias del manuscrito del Cantar de Mio Cid, pero no es
considerado por la mayoría como el autor. La mayor parte de los críticos no consideran
que hay un autor único de la obra, sino que es el resultado de un período previo de
literatura oral por parte de juglares y otro período en el que debió haber varias versiones
Mio Cid hace pensar que es resultado de diferentes versiones que fueron cambiando y
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por la cual Per Abbat no fue el autor, sino un copista del manuscrito, entonces se da el
hecho de que no hay una autoría individual que corresponde a una persona que hace
público su nombre y apellidos junto con la obra y, por tanto, se considera que la obra es
anónima.
Resumen del argumento y partes en las que se divide el Cantar de Mio Cid.
obra que preparó. Esta división de la historia del cantar de gesta realizada por Menéndez
La primera parte del Cantar de Mio Cid es el destierro. Esta parte va desde el
principio del cantar hasta el verso 1084. En esta parte, el rey Alfonso VI envía al Cid a
cobrar impuestos al rey moro de Sevilla. A la vuelta, los enemigos del Cid en la corte
del rey Alfonso VI le hacen creer a este que el Cid se ha quedado con parte del dinero
Aragón. El Cid lleva a cabo batallas contra los moros en las que logra la victoria. Las
primeras batallas contra los moros las realiza en Castejón de Henares y Alcocer. Tras la
victoria, consigue las riquezas de los moros que han sido vencidos. El Cid envía parte
de las riquezas que consigue con sus victorias al rey Alfonso VI, en señal de vasallaje y
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para recuperar su confianza. Otra de las batallas que lleva a cabo el Cid es contra el
La segunda parte del Cantar de Mio Cid es la de las bodas de las hijas del Cid.
Esta parte va desde el verso 1085 hasta el verso 2277. El Cid sigue ganando batallas en
su camino hacia la ciudad de Valencia, la cual pretende liberarla de los moros. El Cid
asedia la ciudad de Valencia y gana la batalla. Gracias a esta victoria consigue nuevas
riquezas y se las envía al rey Alfonso VI. Además, le pide al rey que permita que su
mujer Jimena y sus hijas Elvira y Sol puedan reunirse con él en Valencia, lo cual es
pero el Cid vence. El Cid vuelve a conseguir riquezas gracias a su victoria en la batalla
y le envía una parte al rey Alfonso VI. El rey Alfonso VI finalmente promete perdonar
al Cid y le pide que case a sus hijas con los condes de Carrión. El rey y el Cid se
reencuentran a orillas del río Tajo. El Cid acepta que sus dos hijas se casen con los
condes de Carrión. Se realizan los matrimonios de las hijas del Cid y de los condes de
La tercera parte del Cantar de Mio Cid es la afrenta de Corpes. Esta parte ocurre
entre los versos 2278 y 3730. Los condes de Carrión se comportan como cobardes en
varios sucesos. Uno de estos sucesos es cuando un león se escapa y ellos se esconden.
El Cid atrapa al león y lo mete en la jaula. Otro de estos momentos en los que los
contra el rey Búcar, un rey moro. El Cid lucha contra el rey Búcar y vence. En esta
batalla, el Cid gana su famosa espada, a la que pone como nombre Tizona. Por el hecho
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de que los condes de Carrión actúan como cobardes, los hombres del Cid se burlan de
ellos. Los condes de Carrión planean vengarse por la humillación que les hacen los
hombres del Cid. En primer lugar, piden permiso al Cid para irse con sus esposas a
Carrión y el Cid concede el permiso. En el camino hacia Carrión, los condes paran en el
robledo en Corpes. Allí, azotan a sus esposas, que son las hijas del Cid, en venganza por
la humillación que han recibido de los hombres del Cid, quienes se rieron por su
cobardía. Después de azotar a sus esposas, las abandonan allí. Un caballero del Cid
llamado Félez Muñoz encuentra a las hijas del Cid y las rescata.
El Cid al descubrir lo que los condes de Carrión han hecho a sus hijas, pide
justicia al rey. El rey convoca cortes extraordinarias en Toledo para resolver este
conflicto. Allí, el Cid reta a los condes de Carrión. Los caballeros que representan al Cid
derrotan a los caballeros que representan a los condes de Carrión en un duelo. Las hijas
del Cid vuelven a casarse, pero en esta ocasión con los infantes de Navarra y de Aragón.
Puede decirse que el tema de la obra es la búsqueda por parte del Cid del
ellas se produce cuando es desterrado. Tras ganar varias batallas a los moros, entre ellas,
la toma de Valencia, y enviar parte de las riquezas que consigue al rey Alfonso VI, el
Cid recupera el favor del rey y con ello su honra. La segunda ocasión en la que el Cid
pierde su honra es cuando los condes de Carrión azotan a las hijas del Cid en el robledo
de Corpes. De nuevo, el Cid busca restablecer su honra. Para ello, pide justicia al rey,
que organiza unas cortes extraordinarias en Toledo, donde los caballeros del Cid vencen
en un duelo a los de los infantes de Carrión. Tras esto, las hijas del Cid se casan de
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nuevo, con los infantes de Navarra y Aragón, por lo que el Cid recupera su honra otra
vez.
La mayoría de los versos del Cantar de Mio Cid oscila entre las 14 y las 16
llama anisosilabismo. Salvo raras excepciones, los versos del Cid están divididos en dos
partes, cada una de las cuales se denomina hemistiquio. La pausa que se produce a
mitad de estos versos se le llama cesura. Normalmente, los hemistiquios tienen medidas
tenga hemistiquios con diferente medida de sílabas entre sí, por ejemplo, un verso puede
asonante, es decir, riman las vocales del final de la palabra de cada verso, pero no
Por otro lado, como parte de la tradición de la literatura oral, el Cantar de Mio
Cid presenta una gran cantidad de expresiones que se repiten a lo largo del poema. La
reiteración hace que se refuercen ciertos mensajes y crean un tono más solemne. Alguna
de las fórmulas que se repiten, son, por ejemplo, cuando se dice que el Cid nació en
- Verso 899, en que el narrador se refiere al público para expresar que quiere
«Quiero vos dezir del que en buen ora nasco e çinxo espada».
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Ceñir significa sujetar, en este caso, referido a sujetar su espada. Es decir, la expresión “en
buena hora ceñiste espada” es una expresión que celebra que el Cid sea guerrero porque hace mucho bien
llevando a cabo esa actividad.
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- Verso 41: «Ya Campeador, en buen ora çinxiestes espada».
se muestra con calma tanto en las victorias como en los momentos de deshonra. Es un
hombre íntegro, que actúa fiel a sus propios principios, por los cuales su mayor objetivo
heroicas se ven completadas con la ternura y el cariño que muestra hacia su familia. El
agradecer a la divinidad los beneficios recibidos. Por todo ello, nos encontramos ante un
de Castilla y León, pues en su mandato ambos reinos están ya unidos. Cuando comete
errores, como el destierro del Cid, no se muestra en la obra que lo realice por cuenta
propia, sino por mal consejo de otros nobles de la corte. Por otro lado, sabe ver que el
Los infantes de Carrión son nobles de la corte de Alfonso VI. Aunque son dos y
cada uno de ellos se casa con una de las hijas del Cid, no se presenta ninguna diferencia
entre ambos, se les presenta como si fueran un solo personaje. Estos infantes son el
Jimena, la esposa del Cid, tiene pocas intervenciones en la obra, pero en todas
ellas se muestra como un personaje de gran dignidad. Comparte la contención del Cid y
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