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Con el orgullo más sincero, me ha correspondido el honor de pronunciar unas

palabras con ocasión del Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo.
Nadie puede dudar que abundan los motivos para resaltar la conmemoración de
tan importante acontecimiento, donde Maracaibo asumió el protagonismo de la
independencia de Venezuela en su fase final.

Tras la victoria en Carabobo, el 24 de junio de 1821, las tropas libertadoras no


derrotaron en forma definitiva a las fuerzas realistas, quienes, al mando de
Francisco Tomas Morales, se lanzaron a reconquistar el Occidente venezolano
ocupando a Maracaibo en el año 1822. Ante tal situación, la orden emanada
desde las filas republicanas fue inapelable: reconquistar al Zulia por tierra y mar.

El 24 de julio de 1823, entre las 3:30 y seis de la tarde, las aguas serenas del
Lago de Maracaibo, fueron testigos de la cruzada de esta gesta histórica que
enfrentó a las escuadras del Almirante José Prudencio Padilla y las del
Comandante Español Ángel Laborde. El bando patriota con un total de 22
embarcaciones, un arsenal de 85 cañones y una escuadra de combate de 1.312
hombres, obtuvieron un determinante triunfo sobre las fuerzas realistas. La hazaña
del Almirante Padilla es un hito de alta estrategia militar naval. Ya que contó con
una logística condicionada por la precariedad de los medios y la adversidad dentro
del terreno de la lucha que compensó con un arrojo admirable.

A partir del resultado alcanzado, los realistas quedaron sin ninguna posibilidad de
reponerse y ofrecer resistencia. Es la Batalla Naval del lago la que cierra el ciclo
independentista en Venezuela porque el 03 de agosto de 1823, el ultimo Capitán
general de Venezuela, el canario Francisco Tomas Morales capituló. Vale
destacar, que esta batalla tiene un gran significado histórico no sólo para el pueblo
venezolano, sino para toda América Latina y el Caribe, ya que con ella se reafirmó
que Venezuela fuera un territorio libre y soberano, además se fortaleció la labor
del Libertador Simón Bolívar en el sur.
La conmemoración de este hecho histórico debe conducir al pueblo zuliano a ir
más allá del recuerdo de aquella gesta heroica, y posar la mirada en el presente
cuando las aguas de aquel importante escenario para la liberación de Venezuela,
por donde avanzaron victoriosos el bergantín Independiente y toda la escuadra
patriota, se encuentra contaminado.

Los continuos derrames petroleros, la basura y el abundante verdín son parte de


la problemática que afectan al estuario zuliano, no seamos indiferente ante esta
situación, tomemos el ejemplo de nuestros libertadores, unámonos en esta lucha
de salvar a nuestro lago, solo a través de la colaboración y la acción colectiva
podemos enfrentar esta crisis ambiental y garantizar un futuro positivo para
todos…

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