29/09/2023

EL SER Y SUS PROPIEDADES EN PARMÉNIDES

HUGO CESAR RAMIREZ SANCHEZ

INTRODUCCIÓN

Cuando hablamos de cualquier cosa, sea lo que sea, nunca nos hemos puesto a
reflexionar lo que implica hablar de ello, o al menos de lo que podría implicar. Una de las
causas por las que no reflexionamos o, mejor dicho, por las que no queremos reflexionar, es la
perdida de conciencia de la importancia que tiene. En el mundo actual se encuentran
demasiadas ideologías en las que cada una de ellas tienen su verdad y es una verdad relativa
que no permite que nosotros con nuestra naturaleza pensante, reflexionemos sobre lo que nos
pasa en el mundo, y más aún de lo que nos sucede a nuestro alrededor.

El tema del que vamos a hablar hoy es un tema interesante para nuestros días, pues casi
no se habla de ello, ahora que nos encontramos en esta facultad nos podemos dar cuenta de la
importancia que tiene comprender estos términos que a continuación vamos a mencionar.

Imaginemos ahora cualquier objeto, lo que sea, en este caso utilizaremos uno muy
sencillo: una casa; ahora, para identificar y comprobar que en todo está el ser acudiremos a la
gramática ordinaria, cuando queremos referir a que la casa tiene una característica, utilizamos
un adjetivo calificativo, pero antes de este adjetivo utilizamos un recurso: un verbo ¿cuál es
ese verbo? Lógicamente si queremos a referirnos que una característica sobre el color de la
casa, en este ejemplo diremos el color rojo, entonces nos expresaríamos así: la casa es roja.

Tiene un propósito el hecho de que se estén remarcando en negritas las palabras “ser”:
demostrar lo que decíamos al inicio de este párrafo: el ser lo abarca todo, y cuando decimos
que todo es TODO; desde que lo pensamos hasta que lo expresamos, solo es necesario mirar a
nuestro alrededor para llegar a la conclusión que todo lleva el ser e incluso podría decir que no
es necesario que una persona esté consiente para que el ser sea. Para que quede más claro a lo
que queremos referirnos pondremos más ejemplos: “el auto es pequeño”, “la escuela es
grande”, el estudiante es distraído; etc.

A continuación, iniciaremos la explicación de los temas que queremos abordar en

nuestro ensayo; es importante notar que en el párrafo anterior tocamos una palabra que a
propósito repetimos mucho para dar a conocer lo importante.

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EL SER EN PARMÉNIDES

Pero ¿por qué estamos hablando de esto anterior? Existió desde hace ya mucho tiempo
un filósofo llamado Parménides entre los siglos IV y V, de él no se conoce mucho por sus
escritos, pues se sabe que no escribió mucho; de lo que sí se sabe y que de ello es de lo que
vamos a abordar en los siguientes párrafos. Se trata del Poema de Parménides o como después
lo llamaron Sobre la Naturaleza, en este texto podemos encontrar lo que se le denominó
Ontología o lo que es en otras palabras: el ser.

A continuación, citaremos una parte del poema y que a partir de ahí vamos a tomar
algunos puntos importantes. “del Ente es ser; del Ente no es no ser” (Bacca, 2007, p. 39). Lo
que acabamos de citar se puede resumir en estas palabras más coloquiales: El ser es y el no ser
no es ¿Confuso?; en pocas palabras podemos decir que en cualquier cosa está el ser -que ya
vamos a dejar de ponerlo en negritas por fines prácticos- ahora bien, para que esto lo
entendamos mejor: al ser le compete estar en todas partes, no hay lugar en donde el ser no esté,
pero ¿qué ocurre con el vacío o la nada? Claro está que también es algo que nosotros lo
conocemos idealmente y no físicamente; entonces si decimos que el ser está en todas partes
¿también está en la nada? Pues es más que claro pensar que sí, pero es totalmente lo contrario,
pues no está; por eso lo dice Parménides en su poema, que al Ente no le corresponde el no ser
y si pensáramos que sí está, entonces estaríamos cayendo en una contradicción dentro de los
parámetros de este filósofo. A todo esto, anterior lo llamamos en nuestros días como el
“principio de identidad”. Este principio de identidad del ser es importante que lo entendamos
bien, puesto que nos ayudará a entender algunas cosas. Ahora bien, lo entenderemos en pocas
palabras y para no redondear mucho de esta manera: todas las cosas son entes, ya sea material
o inmaterial, y de esta manera podemos decir que el ente se predica del ser, pues tomemos
nuevamente el ejemplo de la casa, la casa es un ente y al mencionar el ser en una casa entonces
el ente (la casa) se predica del ser (es roja).

Pareciera que Parménides tuviera todo en mente y que ya supiera desde ese entonces
que a los que ahora estudiamos su texto sería complicado entender. Pues él presentó en el texto
por medio de la diosa que el ser tiene cuatro propiedades y que tanto ellas como el principio de
identidad se basan en un principio lógico: el principio de no contradicción: “una cosa no puede
ser y no ser al mismo tiempo y bajo las mismas circunstancias” (Metafísica, Aristóteles, lb XI,
c V).

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Bien, ya acabamos de ver el concepto del principio de no contradicción y ahora

trataremos de abordar las propiedades del ser y estos son: uno, eterno, infinito, inmóvil; estos
anteriores son los que vamos a abordar a continuación, cada uno tiene que ver con el otro, y
éstos sirven para dar una explicación más detallada sobre el ser, ¿qué es? Y ¿cómo es?; y son
solo algunas cosas que se aclaran con esto. Primero citaremos la parte en donde se redactan las
propiedades y después daremos paso a la explicación de cada una: “Un solo mito queda cual
camino: el Ente es. Y en este camino, hay muchos, múltiples indicios de que es el Ente ingénito
y es imperecedero, de la raza de los “todo y solo”, imperturbable e infinito; ni fue ni será que
de vez es ahora todo, uno y contínuo” (Bacca, 2007, p. 41)

PROPIEDADES DEL SER

Anudado a lo anterior, ya podemos dar paso a lo que compete la descripción de cada

uno:

Uno: el ser es uno porque si hubiera dos seres, ¿qué habría entre ellos? ¿la nada? ¿el
vacío? Si retomamos la citación que hace unas palabras arriba leímos, podemos recordar que
el no ser no es, o sea que el no ser no existe, o en otras palabras más coloquiales: imaginemos
un cuadrado, ese cuadrado tiene cuatro lados y vamos a pensar que ese cuadrado es un TODO
o sea que es el TODO del universo y de todo lo que no conocemos pero existe; y para el ser
aplicaremos la analogía de un lápiz de color, ahora hay que pintar ese cuadrado completo, sin
dejar un espacio en blanco ni mucho menos salirnos de la línea -así como el en kínder- y
procurando no dejar lugares en los que se pueda confundir el color o se puedan ver los rayones
de una mal pintada; ¿cómo quedó el cuadrado? Quedó lleno de color, ¿será posible añadir otro
color allí sin que encimemos o se encimen los colores? ¡Claro que no!, bueno, pues eso es ser
como uno, no cabe otro ser puesto que el ser todo lo abarca y no habría cavidad para otro,
porque además estaríamos incumpliendo el principio de identidad, y también el principio de no
contradicción.

Eterno: se hablará que el ser es eterno porque lo eterno no tiene un comienzo, así como
el Dios de los Judíos-cristianos que se dice que es eterno e infinito, pues desde el principio ya
existía y como no hubo nada antes que él, entonces podemos decir que tampoco fue creado.
Ahora bien, ¿cómo podemos explicarlo a una manera entendible? Imaginemos ahora un

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círculo, no tiene comienzo, ni mucho menos un final, y aunque el círculo en término de creación
si tiene un comienzo porque alguien tuvo que dibujarlo, cuando la línea del primer trazo se
cruza con el comienzo deja de tener un comienzo y lo que aparentemente parecía ser un final,
se convirtió en algo eterno, puedes pasar el lápiz por la línea del círculo y estar ahí infinitamente
trazándolo pues no tiene en dónde acabarse, pues si lo desviaras a otro lugar dejaría de ser un
círculo y se convertiría en otra cosa; en pocas palabras podemos decir que es eterno por el
simple hecho de que no es creado ni tampoco tiene un comienzo, pues ya existía desde la
eternidad. Aquí cabe mencionar o tal vez recordar que con Parménides nace la ontología, que
es como tal el estudio del ser.

Infinito: se dirá que el ser es infinito ya no desde un término de creación, sino más bien
de extensión; ¿Cuántas veces hemos escuchado, o incluso nosotros mismos hemos dicho la
frase: te amo hasta el infinito? ¿qué es el infinito? ¿cómo lo entenderemos? Pues bien, así
podemos razonar sobre lo infinito del ser. Regresemos a la analogía del cuadrado pintado, sea
del color que sea, ya forma parte de un todo y preguntémonos: ¿puede ese cuadro de color
pasarse a otro lado del cuadrado? ¿puede abarcar otro espacio más? Pues claro que no porque
el color ya lo abarca todo; así entendemos la extensión infinita del ser; más claro no puede
estar, así es el ser. No puede y no hay nada antes o después de él, hablando en termino de
espacio.

Inmóvil: ahora toca el turno de hablar de la ultima propiedad del ser; hablamos de que
el ser es inmóvil en el contexto literal de la palabra, y que nos permitiremos primero dar la
conclusión a este argumento y enseguida diremos una pequeña explicación de ésta. La
conclusión es: podemos entonces decir que nada se puede mover a donde ya está. Mencionamos
anteriormente que el ser es infinito en cuanto extensión, o sea que lo abarca todo, no hay nada
antes o después de él; entonces si decimos que el ser es infinito, también, por misma lógica, el
ser es inmóvil. Ya en el párrafo anterior hablamos parte de esto: el color ya no puede moverse
a otro lado del cuadro puesto que lo abarca todo; entonces así llegamos a la conclusión ya antes
mencionada: nada se puede mover a donde ya está, pues si se moviera a otro lugar significaría
que entonces no lo abarca todo, y que tampoco hay un solo ser, en consecuencia, caemos en
contradicción y no se cumple la regla de la no contradicción ya mencionada desde los primeros
párrafos.

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CONCLUSIÓN

Ahora ya llegando al final de éste nuestro escrito, trataremos de dar nuestra conclusión
a modo de recopilación sobre lo que hemos tratado durante todo el texto. En el principio
tratamos el tema del ser en general y su principio de identidad: el ser es y el no ser no es; a
manera de explicación lo entendimos que el ser lo abarca todo y no puede haber nada que no
tenga ser, como el ejemplo de la casa. Luego de esto, vimos que para Parménides el ser tiene
cuatro propiedades intrínsecamente unidas unas con otras: el ser es uno, eterno, infinito e
inmóvil; dimos una explicación pequeña sobre esto y del por qué tiene esas propiedades.

Ya con todo esto resumido de lo que vimos anteriormente, podemos llegar a la

conclusión que Parménides en su poema, trata al ser como algo importante e intrínseco para
nuestra realidad; él fue el primero en hablar algo sobre el ser y entenderlo de una manera un
poco confusa para nuestros tiempos. También podemos concluir que el ser en el poema de
Parménides, en nuestros tiempos se tomaría como algo no importante pues ya están inmersos
en un mundo en donde todos tienen su verdad relativa y si no respetas su verdad, aunque sea
evidente que no sea verdad, te “funan” o te bloquean porque ya heriste sentimientos; el
desprecio ante el ser ha crecido y es nuestro deber como filósofos dar a conocer la importancia
de todos los temas aquí abarcados.

Entonces la próxima vez que alguien nos diga que una casa es solo un objeto y que solo
sirve para habitarla y tener comodidad, podemos sacar nuestros lentes, ponerlos en nuestros
ojos de filósofos y contestar de una manera filosófica: “pues mi estimado, cabe decir que la
casa no solo implica el ser un hogar y ya, pues conociendo el poema de Parménides podemos
decir que la casa también es un ser, y que su ser de la casa posee cuatro propiedades: una,
eterna, infinita e inmóvil y que éstas cuatro propiedades la hace ser lo que es y no ser otra cosa;
esa mi estimado es lo que después se llamará esencia.