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LA COMPETENCIA ORIGINARIA DE

LA CORTE SUPREMA CUANDO


ES PARTE UNA PROVINCIA
por Alberto B. Bianchi

Sumario: 1. Introducción. a) La competencia de la Corte en general. b) La Constitución


y su reglamentación. c) Reglas básicas de la competencia originaria cuando una
provincia es parte. d) El precedente norteamericano. 2. La provincia como parte
sustancial. a) Exclusión de las entidades descentralizadas y los municipios. b) El
caso de las direcciones provinciales de rentas. c) La provincia como tercero. d) El
caso de la Ciudad de Buenos Aires. 3. La competencia en razón de las personas.
a) Litigios entre provincias. b) Litigios con personas que suscitan jurisdicción
federal. c) El caso de los extranjeros. d) Litigios con la Ciudad de Buenos Aires.
4. La competencia en razón de la materia. a) Las cuestiones civiles o de Derecho
común. 1) La distinta vecindad. 2) La exclusión absoluta del Derecho local. b) Las
acciones de responsabilidad civil extracontractual. 1) La cuestión hasta 2006. 2) La
cuestión desde 2006. El caso “Barreto”. 3) Los casos de responsabilidad contractual.
La llamada “secuela de vínculo administrativo”. 4) La doctrina de la “secuela de
vínculo administrativo” y sus aplicaciones. 5) La excepción del “prolongado trá-
mite”. 6) El problema de la acumulación subjetiva de pretensiones. c) Las cues-
tiones federales. 1) Las reglas básicas. 2) Casos de materia federal exclusiva.
3) Casos de materia federal que involucran cuestiones locales. 5. Conclusiones.

1. Introducción
a) La competencia de la Corte en general
De acuerdo con lo establecido en los artículos 116 y 117 de la
Constitución, la Corte Suprema tiene dos tipos de competencia: (a)
apelada y (b) originaria.
La primera se ejerce, principalmente, por medio del recurso ex-

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Doctrina

traordinario, destinado únicamente a resolver cuestiones constitu-


cionales y federales. Es el remedio procesal que permite a la Corte
cumplir con su función de intérprete final de la Constitución y tribunal
de garantías constitucionales. Dentro de la competencia apelada de la
Corte existe también el recurso ordinario, establecido como una ape-
lación plena pero limitada a ciertos asuntos, en los cuales la Corte se
comporta como una tercera instancia del fuero federal. Así, sin perjuicio
de sus respectivas denominaciones, el recurso extraordinario es la vía
de apelación natural ante la Corte, mientras que el recurso ordinario
es una vía excepcional.
La competencia originaria, por el contrario, permite que la Corte
se comporte como un tribunal de primera y única instancia con ex-
clusión de cualquier otro. Se trata de una instancia excepcional, pre-
vista solamente –como veremos– para que la Corte intervenga en
dos clases de asuntos que están taxativamente establecidos en el
artículo 117 de la Constitución: (a) cuando una provincia es parte,
y (b) cuando el asunto concierne a un embajador, ministro o cónsul
extranjero1. Estos dos supuestos no pueden ser ampliados por leyes
del Congreso. Así lo estableció claramente la Corte Suprema de los
Estados Unidos en “Marbury vs. Madison”2, doctrina que luego fue
incorporada a nuestro Derecho en el caso “Eduardo Sojo”3 y se man-
tiene hasta el presente4.
Como puede verse, la competencia originaria se encuentra estable-
cida, primordialmente, en razón de las personas. Y digo primordial-
mente pues, de los artículos 116 y 117 de la Constitución, de la re-
glamentación establecida en el artículo 24, inciso 1º del decreto-ley
1285/58 y de la jurisprudencia de la Corte Suprema, surgen limitaciones
para ambas categorías.

1 “Artículo 117. En estos casos [los indicados en el artículo anterior] la Corte

Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y excepciones que
prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros
y cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte, la ejercerá originaria
y exclusivamente”.
2 5 U. S. (1 Cranch) 137 (1803).
3 Fallos: 32:120 (1887).
4 “Rama c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 324:2725 (2001); “Intense Life

SA c/Provincia de Tierra del Fuego”, Fallos: 330:178 (2007).

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La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

En el presente trabajo me ocuparé solamente de las que se refieren


a la competencia originaria cuando es parte una provincia.

b) La Constitución y su reglamentación
La competencia originaria de la Corte cuando una provincia es
parte se halla establecida en los artículos 116 y 117 de la Constitución,
los cuales, en lo que aquí interesa, dicen:
Artículo 116 – Corresponde a la Corte Suprema [...] el conocimiento y
decisión de todas las causas [...] que se susciten entre dos o más
provincias; entre una provincia y los vecinos de otra [...] y entre una
provincia [...] contra un Estado o ciudadano extranjero.
Artículo 117 – ...en los [asuntos en los] que alguna provincia fuese
parte, la [Corte Suprema] ejercerá [su jurisdicción] originaria y exclu-
sivamente.

A su vez, el artículo 117 de la Constitución está reglamentado por


el artículo 24, inciso 1º del decreto-ley 1285/585, el cual en lo que se
refiere a la competencia cuando una provincia es parte dice:
La Corte Suprema de Justicia conocerá: 1º) Originaria y exclusivamen-
te, en todos los asuntos que versen entre dos (2) o más provincias y los
civiles entre una (1) provincia y algún vecino o vecinos de otra o
ciudadanos o súbditos extranjeros; de aquellos que versen entre una (1)
provincia y un (1) Estado extranjero [...] A los efectos pertinentes de la
primera parte de este inciso, se considerarán vecinos: a) Las personas
físicas domiciliadas en el país desde dos (2) o más años antes de la
iniciación de la demanda, cualquiera sea su nacionalidad; b) Las perso-
nas jurídicas de derecho público del país; c) Las demás personas
jurídicas constituidas y domiciliadas en el país; d) Las sociedades y
asociaciones sin personería jurídica, cuando la totalidad de sus miem-
bros se halle en la situación prevista en el apartado a.

c) Reglas básicas de la competencia originaria


cuando una provincia es parte
De las normas transcriptas se desprende que, como parte de la
jurisdicción federal, la competencia originaria de la Corte surge: (a)

5 En adelante lo mencionaré como artículo 24(1).

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Doctrina

en razón de las personas, y (b) en razón de la materia. En cada uno


de estos supuestos rigen reglas especiales que mencionaré prelimi-
narmente aquí para facilitar la comprensión de lo que diré más ade-
lante.
La primera y más esencial de todas las reglas es que una provincia
debe ser parte en el proceso. Sin la presencia de una provincia no
surge la competencia originaria. Se exige además que la provincia sea
parte “sustancial”. Esto significa que solamente la provincia como tal
puede acceder a la competencia originaria. No acceden en cambio,
sus entidades descentralizadas ni ninguna otra persona diferente de la
provincia, aun cuando esté vinculada con ella.
A partir de esta regla básica se estructuran todas las demás, que
se refieren a: (1) las personas que litigan con la provincia; (2) la materia
del proceso.
En relación con las primeras hay ciertas personas que cuando litigan
con una provincia generan la competencia originaria, sin perjuicio de
cuál sea la materia del pleito. Ellas son: (a) otra provincia; (b) el
Estado nacional o cualquiera de sus entidades descentralizadas, y (c)
los Estados extranjeros6.
En relación con la materia, recordemos que la misma puede ser:
(i) civil; (ii) federal y (iii) local. Las reglas básicas que se aplican en
cada caso son las siguientes:
(i) Si la materia es exclusivamente civil7, se requiere que entre la
provincia y su contraparte haya distinta vecindad8;
(ii) si la materia es exclusivamente federal, se accede a la compe-
tencia originaria sin que se exija distinta vecindad entre la pro-
vincia y su contraparte;
6 En relación con los ciudadanos extranjeros ver lo que digo en § 3.c.
7 Tal como veremos (§ 4.b) desde 2006 están excluidos los reclamos de daños
y perjuicios, que han sido prácticamente erradicados de la competencia originaria.
8 Recordemos que el concepto de “vecindad” se aplica solamente a los nacionales

y no a los extranjeros. Ello surge del art. 2º, inc. 2º de la ley 48 que dice: “Los
Jueces Nacionales de Sección conocerán en primera instancia de las causas siguientes
[...] 2º) Las causas civiles en que sean partes un vecino de la provincia en que se
suscite el pleito y un vecino de otra, o en que sean parte un ciudadano argentino y
un extranjero”. De modo tal que los extranjeros que poseen domicilio en una provincia
podrían demandar a ésta en una causa civil.

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La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

(iii) si la materia es de Derecho local, o siendo civil o federal presenta


elementos locales, por insignificantes que éstos sean, la causa
no accede a la competencia originaria, ni siquiera cuando entre
las partes haya distinta vecindad.

d) El precedente norteamericano
Antes de analizar todas estas reglas, intentaré establecer cuál es
la real incidencia que tiene en este material el precedente norteame-
ricano.
No caben dudas de que nuestro artículo 117 tiene como fuente
específica el artículo III, sección 2, párrafo 2, de la Constitución de
los Estados Unidos, que dice “En todos los casos que afecten a em-
bajadores, otros ministros públicos y cónsules, y en aquellos en los
cuales un Estado sea parte, la Corte Suprema tendrá jurisdicción ori-
ginaria”9.
Sin embargo, no es menos cierto que la competencia originaria de
la Corte Suprema de los Estados Unidos y la de la Corte Suprema de
la Argentina tienen alcances muy distintos. Allí está prácticamente
reducida a los litigios entre Estados, mientras que aquí se extiende a
otros supuestos. La razón de esta diferencia estriba en la Enmienda
XI que dice: “El Poder Judicial de los Estados Unidos no se extenderá
a ningún juicio de derecho o equidad iniciado o continuado contra un
estado por ciudadanos de otro Estado, o por ciudadanos de cualquier
Estado extranjero”10. Esta Enmienda XI, originada en el antiguo caso
“Chisholm vs. Georgia”11 determina, como vemos, que los Estados no
pueden ser demandados ante la jurisdicción federal por: (a) ciudadanos

9 “In all Cases affecting Ambassadors, other public Ministers and Consuls, and

those in which a State shall be Party, the supreme Court shall have original Juris-
diction”.
10 “The Judicial power of the United States shall not be construed to extend to

any suit in law or equity, commenced or prosecuted against one of the United States
by Citizens of another State, or by Citizens or Subjects of any Foreign State”.
11 2 U. S. (2 Dallas) 419 (1793). El Estado de Georgia fue demandado con motivo

de ciertas deudas contraídas durante la Guerra de la Independencia. Se rehusó a ser


llevado ante los tribunales invocando su inmunidad soberana y la Corte, por mayoría
de 4-1, rechazó esta pretensión. El caso suscitó una gran controversia e inmediatamente
fue propuesta la Enmienda XI, ratificada en febrero de 1795.

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Doctrina

de otros Estados, ni (b) por ciudadanos extranjeros12. Nuestra Consti-


tución nunca incorporó la Enmienda XI y por ende las provincias
pueden ser demandadas ante los tribunales federales13.
En lo que se refiere a la competencia originaria, la cuestión está
reglamentada en la sección 1251 del Título 28 del United States Code
(28 USC, § 1251) que dice: “(a) La Corte suprema tendrá jurisdicción
originaria y exclusiva en todas las controversias entre dos o más Es-
tados. (b) La Corte suprema tendrá jurisdicción originaria pero no
exclusiva en: (1) todas las controversias en las cuales los embajado-
res, otros ministros públicos o los vicecónsules de Estados extranje-
ros sean parte; (2) todas las controversias entre los Estados Unidos
y un Estado, y (3) todas las acciones o procedimientos promovidos
por un Estado contra los ciudadanos de otro Estado o contra los ex-
tranjeros”14.
Como puede verse, la competencia originaria de la Corte de los
Estados Unidos solamente es exclusiva en los litigios entre dos o más
Estados. En los restantes casos se comparte con la jurisdicción de
otros tribunales.
Asimismo, el apartado (3) del inciso (b) establece que la Corte
tendrá jurisdicción originaria concurrente con la de otros tribunales,
cuando un Estado demande a un ciudadano de otro Estado o a un
extranjero. ¿Qué sucede con los litigios planteados contra un Estado
por un ciudadano de otro Estado o bien por un extranjero? En estos

12 Cierto es que la interpretación de la Enmienda XI ha generado una disputa

interpretativa en torno a los alcances de la “inmunidad soberana” de los Estados frente


a la jurisdicción de los tribunales federales que no está totalmente resuelta y varía
según las épocas. Así, por ejemplo, durante la época del Chief Justice Rehnquist
(1986-2005), la mayoría conservadora (Rehnquist, O’Connor, Scalia, Kennedy y Tho-
mas) entendía que la prohibición era total, ningún litigio contra un Estado podía
tramitar en la jurisdicción federal. La minoría liberal (Stevens, Souter, Ginsburg y
Breyer) por el contrario, limitaba la prohibición a los casos específicamente establecidos
en la Enmienda XI. Ver: CHEMERINSKY, Erwin, Federal Jurisdiction, 5ª ed., Wolters
Kluwer, 2007, ps. 415 y ss.
13 Por ello, cuando en “Avegno c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 14:425

(1874), la demandada invocó la Enmienda XI para no quedar sometida a la competencia


originaria, la Corte rechazó su planteo sosteniendo que aquélla no regía en la Argentina.
14 “(a) The Supreme Court shall have original and exclusive jurisdiction of all

controversies between two or more States.

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La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

casos rige la inmunidad soberana del Estado y solamente se permite


demandarlo cuando aquélla ha sido dispensada15.
Todo ello indica que si bien en este aspecto la fuente norteamericana
ha servido para establecer la competencia originaria y delimitar los
asuntos que comprende, no es relevante para el ejercicio diario de
aquélla, pues nuestra Constitución tomó el texto del artículo III de la
Constitución de los Estados Unidos, pero no siguió el de la Enmienda
XI, que introdujo una modificación importante a esta norma.

2. La provincia como parte sustancial


a) Exclusión de las entidades
descentralizadas y los municipios
Tal como dije, la primera regla en materia de competencia originaria
es que la provincia sea parte “sustancial” en el proceso. Esto implica
que la provincia debe tener un “interés directo” en el litigio. Así lo
establece la Corte por medio de una jurisprudencia que corre ininte-
rrumpidamente desde casos antiguos16 hasta el presente17.
Como resultado de ellos no acceden a la competencia originaria
ni las entidades descentralizadas de la provincia, ni sus municipios,
los que no tienen aforo bajo el artículo 117 de la Constitución.
En función de este criterio se ha resuelto que no es parte sustancial
en el pleito la Provincia de Salta en una demanda entablada contra
ésta y el Estado nacional por cumplimiento de una recomendación de
la OIT: “...toda vez que es el Estado Nacional en su condición de
miembro de la Organización Internacional del Trabajo el que, en todo

”(b) The Supreme Court shall have original but not exclusive jurisdiction of: (1)
All actions or proceedings to which ambassadors, other public ministers, consuls, or
vice consuls of foreign states are parties; (2) All controversies between the United
States and a State; (3) All actions or proceedings by a State against the citizens of
another State or against aliens”.
15 Ver: STERN, Robert L.; GRESSMAN, Eugene; SHAPIRO, Stephen M. y

GELLER, Kenneth S., Supreme Court Practice, 7ª ed., The Bureau of National Affairs,
Inc., Washington DC, 1993, p. 473.
16 “Ferrari Oyhanarte c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 176:164 (1936).
17 “Barrick Exploraciones Argentinas SA y otro c/Estado nacional”, Fallos:

334:715 (2011).

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Doctrina

caso, debe valorar los alcances de la recomendación que se intenta


hacer valer, y determinar [...] si asume su cumplimiento”18.
Tampoco es parte sustancial la Provincia de Misiones en un am-
paro ambiental promovido para impedir la construcción de dos em-
prendimientos hidroeléctricos en la cuenca del río Uruguay, pues se
trata de un curso de agua sometido a jurisdicción internacional, lo
que excluye la participación efectiva de la citada provincia en el
caso19.

b) El caso de las direcciones provinciales de rentas


Un caso especial se suscita con las direcciones provinciales de
rentas –que usualmente son entidades descentralizadas– cuando se dis-
cuten aspectos relacionados con la percepción de impuestos provin-
ciales. En estos casos se argumenta que si el órgano recaudador es
una entidad autárquica, la provincia demandada no es parte sustancial
en el pleito, pues quien percibe el tributo es una persona distinta de
ella.
La Corte sostiene, sin embargo, que si el objeto de la pretensión
es que se declare la inconstitucionalidad de la obligación tributaria,
aspecto éste que excede la recaudación material del impuesto, la pro-
vincia demandada tiene interés directo en el pleito y por ello es parte
sustancial en él.
Así, en “Asociación de Bancos de la Argentina y otros c/Provincia
de Misiones”20, la Corte sostuvo que Misiones debía ser considerada
parte sustancial pues: “...ostenta, a través de su Cámara de Represen-
tantes, la potestad tributaria en virtud de la cual se sancionó la Ley
Impugnada 4275 (arts. 101, inc. 2º de la Constitución provincial y 1º
del Código Fiscal), y es la acreedora y destinataria de la obligación
impositiva cuya repetición se persigue, porque provee los gastos de
su gestión con los fondos del tesoro provincial que se integra –entre
otros recursos– con el producido de las contribuciones permanentes y
18 “Asociación de Trabajadores del Estado c/Estado Nacional y otra”, A.386.XXXVII,

25-11-2008, ver consid. 4º.


19 “Seró c/Provincia de Misiones”, Fallos: 334:1342 (2011).
20 Fallos: 332:1422 (2009). Este caso modificó el criterio sostenido en “IBM

Argentina SA c/Provincia de Misiones”, Fallos: 330:173 (2007).

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La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

transitorias que la Legislatura establece (arts. 67 y 116, inc. 5º de la


referida Constitución y 2º del citado código)”21.
Diferente es la cuestión si sólo se ha impugnado la determinación
tributaria y está demandada también la Dirección de Rentas, pues, tal
como señala la Corte en “Argencard c/Provincia de Misiones”22, aquí
es parte sustancial el órgano recaudador que, en Misiones, es una per-
sona descentralizada.

c) La provincia como tercero


Tradicionalmente se ha establecido que una provincia es parte sus-
tancial del proceso aun cuando esté citada como tercero, si tal citación
es procedente. Por ende, si en el caso se dan los otros requisitos,
corresponde la competencia originaria.
Así fue decidido en los casos “Cía. Introductora de Buenos Aires
c/Yacimientos Petrolíferos Fiscales”23 y “Caja Nacional de Ahorro y
Seguro c/Fischer de Novelle”24. Este criterio ha sido confirmado más
recientemente en “Forestadora Tapebicuá SA c/Administración Federal
de Ingresos Públicos”25, una acción en la que se discutía si correspondía
la cancelación anticipada de obligaciones fiscales diferidas, en donde
la solución del caso exigía la delimitación de las órbitas de competencia
de la Nación y de las provincias con relación a la administración de
un determinado régimen de promoción.

d) El caso de la Ciudad de Buenos Aires


Cuando la reforma constitucional de 1994 convirtió a la Ciudad
de Buenos Aires en un municipio autónomo, se discutió si ello impli-
caba, además, darle condición de aforada a los fines de la competencia
originaria, como si se tratara de una provincia más. Parecía que la
Ciudad de Buenos Aires había sido elevada al status provincial.

21 Ver considerando 7º. En igual sentido “Compañía Microómnibus La Colorada


SACI c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 332:1624 (2009) y “Bolsa de Cereales
de Buenos Aires c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 333:1446 (2010).
22 Fallos: 330:103 (2007).
23 Fallos: 302:571 (1980).
24 Fallos: 308:2621 (1986).
25 Fallos: 331:2878 (2008).

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Doctrina

La respuesta de la Corte fue negativa: la Ciudad de Buenos Aires


no es una provincia y por ende no tiene aforo propio ante el artículo
117 de la Constitución. Así fue establecido en “Cincunegui c/Gobierno
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”26 con fundamento en que
el artículo 117 de la Constitución Nacional establece de modo taxativo
los casos en que la Corte ejerce competencia originaria y exclusiva,
la cual, por su raigambre, no puede ampliarse, restringirse o modificarse
mediante normas legales.
Más allá de que la modificación en este caso provenía de la misma
Constitución, no de una ley reglamentaria, lo cierto es que la solución
me parece correcta. La Ciudad de Buenos Aires no es una provincia.
Fue un municipio federal y autárquico hasta la reforma de 1994 y
desde entonces es: (a) un municipio local y autónomo; (b) cuyo terri-
torio está fuera del territorio de todas las provincias y (c) donde residen
las autoridades del gobierno federal, mientras éstas decidan permanecer
en ella.
Toda la jurisprudencia posterior sobre esta cuestión ha seguido, de
manera uniforme, el criterio establecido en el caso “Cincunegui”27.

3. La competencia en razón de las personas


Veamos ahora qué personas suscitan la competencia originaria, con
independencia de la materia del pleito, cuando litigan con una provincia.

a) Litigios entre provincias


El primer supuesto lo constituyen las propias provincias. El litigio
entre dos o más provincias siempre corresponde a la competencia ori-
ginaria. Esta cuestión surge claramente de la relación entre el artículo
116, que atribuye jurisdicción federal a “las causas que se susciten
entre dos o más provincias”, y el artículo 117, que establece la com-
petencia originaria “...en los [casos en] que alguna provincia fuese
parte”. Siguiendo estos lineamientos, el artículo 24, inciso 1º del de-

Fallos: 322:2856 (1999).


26

Entre ellos: “Aguas Argentinas SA c/Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”,


27

Fallos: 327:4768 (2004) y “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Estado Nacional


(Dirección General Impositiva)”, Fallos: 327:2357 (2004).

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La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

creto-ley 1285/58 dispone: “La Corte Suprema de Justicia conocerá:


1º) Originaria y exclusivamente, en todos los asuntos que versen entre
dos (2) o más provincias”.
Si bien cualquier litigio entre dos provincias tramita en instancia
originaria, vale la pena mencionar que uno de los conflictos típicos
es el de los límites territoriales. Aquí es preciso hacer una aclaración,
pues la fijación de los límites entre las provincias corresponde al Con-
greso de acuerdo con el artículo 75, inciso 15, que dice: “Corresponde
al Congreso [...] 15º) fijar los [límites] de las provincias...”
No obstante, la Corte ha intervenido reiteradamente en litigios entre
provincias suscitados con motivo de conflictos limítrofes. Para ello ha
tenido que delimitar la esfera de su competencia y así, desde el caso
“Carcano”; “Olmos y Provincia de Santiago del Estero c/Gorchs y
Provincia de Córdoba”28 tiene dicho que posee jurisdicción: “...para
entender en cuestiones suscitadas entre Provincias, relativas a la tierra
que pretenden poseer o que se encuentra dentro de sus respectivos
límites, siempre que la resolución que haya de dictarse no implique
forzosamente la determinación de los límites referidos o la modificación
de los determinados por el Congreso. Se trata, en definitiva, de resolver
los conflictos que puedan suscitarse a partir de la fijación de límites
efectuada por el Congreso”.
Entre los casos más recientes menciono “Provincia de Catamarca
c/Provincia de Salta”29, en el cual “...la Provincia de Catamarca pro-
mueve demanda contra la Provincia de Salta en los términos del ar-
tículo 127 de la Constitución Nacional, a fin de obtener que la de-
mandada respete su jurisdicción territorial en la zona limítrofe norte
del Estado provincial, cese en los distintos avances y hostilidades
que según denuncia viene efectuando sobre el referido territorio ca-
tamarqueño, adecue su Registro Cartográfico Minero a los límites
interprovinciales oficiales, cese en el aprovechamiento de los recursos
naturales de la zona porque genera un verdadero impacto ambiental,
y disponga el efectivo amojonamiento en el lugar según límites ya
establecidos”30.
28 Fallos: 98:107 (1904).
29 Fallos: 332:985 (2009).
30 Consid. 1º.

323
Doctrina

b) Litigios con personas que suscitan jurisdicción federal


Como principio general de esta materia, cuando se traba un litigio
entre una provincia y una persona que suscita la jurisdicción federal,
el caso es de competencia originaria de la Corte. Se aplican aquí las
reglas que surgen de los artículos 2º, inciso 6º y 12 de la ley 48. El
ejemplo más típico lo constituyen el Estado nacional, sus entidades
descentralizadas, los Estados extranjeros y, naturalmente, los diplomá-
ticos extranjeros, bien que éstos acceden a la competencia originaria
por derecho propio.
Obviamente debe tratarse de causas en las que el Estado nacional,
o la persona de que se trate, sea parte sustancial31, requisito éste que
no se satisface por el solo hecho de que los fondos de una obra sean
financiados con fondos federales incluidos en el presupuesto nacional32.
Sin embargo, la competencia federal (y por ende la competencia ori-
ginaria de la Corte cuando corresponde) se aplica aun cuando estas
personas intervienen en el pleito como terceros33.
Recordemos, asimismo, que la interpretación de la competencia
federal ha sido amplia, al punto que la suscitan no solamente las en-
tidades descentralizadas del Estado nacional, sino también ciertos entes
públicos no estatales, como el Instituto Nacional de Servicio Sociales
para Jubilados y Pensionados34, y las sociedades anónimas de propiedad
del Estado nacional, tal como Correo Oficial de la República Argentina
SA35.

c) El caso de los extranjeros


En relación con los ciudadanos extranjeros es preciso hacer una

“García c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 330:19184 (2007).


31

“Asociación Civil Ayo La Bomba y otro c/Provincia de Formosa”, Fallos:


32

328:3657 (2005); “Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (IMPSA) c/Provincia de


San Juan y otro (Estado Nacional)”, Fallos: 328:5 (2005).
33 “ASSUPA c/Shell Compañía Argentina de Petróleo SA”, C.1041.XLIII, 26-2-

2008.
34 “Fayad c/Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados

(PAMI)”, C.681.XLIII, 30-10-2007.


35 “Correo Oficial de la República Argentina SA c/Gobierno de la Ciudad de

Buenos Aires”, Fallos: 331:1004 (2008).

324
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

aclaración. Conforme el artículo 8º de la ley 48: “En las causas entre


una provincia y [...] un súbdito extranjero [...] para surtir el fuero
federal, es preciso que el derecho que se disputa pertenezca origina-
riamente, y no por sección o mandato, a ciudadanos extranjeros...”
Esta norma parecería indicar que todo litigio entre una provincia y un
ciudadano extranjero en el cual éste dispute un derecho originario –cual-
quiera sea su materia– podría ser de competencia originaria. Sin em-
bargo el artículo 24(1) del decreto-ley 1285/58 ha limitado la compe-
tencia originaria en estos casos a los pleitos de materia civil: “La
Corte Suprema de Justicia conocerá: 1º) Originaria y exclusivamente,
en todos los asuntos [...] civiles entre una (1) provincia y [...] ciudadanos
o súbditos extranjeros” (agrego el destacado).
Al respecto la Corte ha establecido que si bien la competencia
federal en razón de las personas procede cuando es parte un ciudadano
extranjero, esto es así siempre que se trate de una causa civil, ya sea
que éste litigue contra un vecino argentino o contra una provincia y
no cuando un ciudadano extranjero demanda a una provincia en un
pleito que se rige sustancialmente por el Derecho Público local, su-
puesto en el que la distinta nacionalidad cede ante el principio superior
de la autonomía provincial36.

d) Litigios con la Ciudad de Buenos Aires


A partir del caso “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Pro-
vincia de Tierra del Fuego”37 la Corte ha establecido que “...las causas
que se suscitaren entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y una
provincia deberán tramitar ante los jueces del Estado provincial que
es parte. Naturalmente, por tratarse aquella ciudad de una persona
jurídica de derecho público en los términos previstos por el artículo
24, inciso 1º, apartado b, del decreto-ley 1285/58 con domicilio en
su territorio, a aquella regla le son aplicables las excepciones en
favor de la competencia originaria de esta Corte contempladas de
modo genérico por la Constitución Nacional, para los procesos entre

36 “Ferrel c/Provincia de Buenos Aires”, F.539.XXXVII, 6-5-2008; “Rauhut c/Pro-

vincia del Chubut”, Fallos: 328:1231 (2005).


37 Fallos: 330:5279 (2007).

325
Doctrina

aquellas personas en que se ventilare una causa civil o de manifiesto


contenido federal”38.
Esta doctrina ha sido repetida luego en casos posteriores39 y es la
solución que propicié hace ya varios años40.

4. La competencia en razón de la materia


Cuando la contraparte de la provincia no suscita por sí la jurisdicción
federal, es preciso examinar la materia del pleito que puede ser: (a) civil
o de Derecho común; (b) federal, y (c) local. En los puntos siguientes
examinaré estos tres casos pues cada uno posee reglas diferentes.

a) Las cuestiones civiles o de Derecho común


Para que una causa de naturaleza civil (Derecho común) sea de
competencia originaria, deben respetarse dos reglas básicas: (a) que
la provincia tenga distinta vecindad con su contraparte, y (b) que la
cuestión debatida sea pura y exclusivamente civil, con exclusión ab-
soluta del Derecho local.

1) La distinta vecindad
Tal como establece el artículo 24(1) del decreto-ley 1285/58, y lo
ratifica la jurisprudencia constante de la Corte Suprema, para que una
causa de naturaleza civil, es decir de Derecho común41, sea de com-
petencia originaria, se requiere que exista distinta vecindad entre la
provincia y su contraparte42.

Fallos: 330:5285.
38

“Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Provincia de Tucumán”, G.1017.


39

XLIV, 1-9-2009.
40 BIANCHI, Alberto B., Competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia

de la Nación, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1989, ps. 205-207.


41 El carácter de causa civil, dice la Corte, debe ser atribuido a los casos en los que

su decisión hace sustancialmente aplicables disposiciones de Derecho común, entendido


como tal el que se relaciona con el régimen de legislación enunciado en el art. 75(12) de
la Constitución Nacional. “Celulosa Puerto Piray SA c/Provincia de Misiones”, Fallos:
317:221 (1994); “Valle c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 324:732 (2001).
42 Tal como ha señalado la Corte, la distinta vecindad de las partes es esencial

cuando se trata de una causa civil. “Asociación Trabajadores del Estado c/Provincia

326
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

Textualmente esta norma dice: “La Corte Suprema de Justicia co-


nocerá: 1º) Originaria y exclusivamente [...] [en los asuntos] civiles
entre una (1) provincia y algún vecino o vecinos de otra...”
Interesa saber entonces qué es un “vecino de otra provincia” y en
este punto el inciso citado no da la respuesta correcta, pues enumera
a quienes debe tenerse por “vecinos”43 sin aclarar cuándo hay “distinta
vecindad” con la provincia. De ello se ha encargado la jurisprudencia
de la Corte acudiendo a la regla más simple y lógica: vecino de otra
provincia es quien tiene domicilio fuera de la provincia que es parte
en el pleito.
A partir de esta regla general, surgen las siguientes reglas particu-
lares:
i) Debe tratarse de un domicilio estable, es decir, debe ser la re-
sidencia caracterizada como domicilio real o voluntario en los
términos de los artículos 89 y 91 del Código Civil44, pues de
lo contrario se presume que el mismo ha sido constituido a fin
de provocar la competencia originaria45;
ii) si litiga un litisconsorcio, todos sus integrantes deben tener dis-
tinta vecindad46;

de Entre Ríos”, Fallos: 310:697 (1987); “Merlo c/Provincia de Buenos Aires y otros”,
Fallos: 317:1326 (1994); “Makarevich de Torregrosa Lastra”, Fallos: 322:190 (1999);
“Rodríguez c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 323:3991 (2000).
43 “A los efectos pertinentes de la primera parte de este inciso, se considerarán

vecinos: a) Las personas físicas domiciliadas en el país desde dos (2) o más años
antes de la iniciación de la demanda, cualquiera sea su nacionalidad; b) Las personas
jurídicas de derecho público del país; c) Las demás personas jurídicas constituidas y
domiciliadas en el país; d) Las sociedades y asociaciones sin personería jurídica, cuan-
do la totalidad de sus miembros se halle en la situación prevista en el apartado a)”.
44 Se aplica en este caso el plazo mínimo de dos años establecido en el artículo

24(1) (a) del decreto-ley 1285/58.


45 Así lo establecen el artículo 11 de la ley 48 y el artículo 24(1) del decreto-ley

1285/1258 y está ratificado por la Corte Suprema. Ver, por ejemplo, “Merlo c/Provincia
de Buenos Aires y otros”, Fallos: 317:1326 (1994); “Dimensión Integral de Radio-
difusión SRL c/Provincia de San Luis”, Fallos: 324:3025 (2001); “Escobar c/Provincia
de Buenos Aires”, Fallos: 327:3060 (2004), entre muchos otros.
46 Esta regla surge del artículo 10 de la ley 48 y la jurisprudencia de la Corte es

conteste con ella. Ver, por ejemplo, “Santamarina c/Francinelli”, Fallos: 315:1478
(1992); “Central de Trabajadores Argentinos c/Provincia de La Rioja”, Fallos: 323:441
(2000); “Ceretti c/Instituto Nacional de Servicios Sociales Bancarios”, Fallos: 327:1842

327
Doctrina

iii) esta misma regla se ha aplicado en alguna ocasión a las socie-


dades de responsabilidad limitada47, a quienes se ha exigido
que todos sus socios tengan distinta vecindad. Es un criterio
erróneo, sin dudas, pues asimila la sociedad de responsabilidad
limitada a las sociedades colectivas que menciona el artículo
10 de la ley 48, sin reconocer la personalidad jurídica de la
sociedad, que es distinta de la de sus socios. Por lo demás, el
artículo 24(1)(d) del decreto-ley 1285/58 se refiere a “Las so-
ciedades y asociaciones sin personería jurídica, cuando la to-
talidad de sus miembros se halle en la situación prevista en el
apartado a)” (agrego el destacado).
iv) en relación con las sociedades anónimas rige el criterio del do-
micilio social, salvo que la sociedad posea en la provincia algún
establecimiento o sucursal, en cuyo caso, por aplicación el ar-
tículo 90, inciso 4º del Código Civil, se entiende que el domicilio
es el del establecimiento o sucursal48;
v) los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires tienen distinta ve-
cindad con las provincias.

2) La exclusión absoluta del Derecho local


Hasta el año 2006 cuando en una causa –en la cual se daba la
distinta vecindad– existían elementos de Derecho común y de Derecho
local, la Corte utilizaba una línea divisoria fundada en la “sustancia-
lidad” del Derecho aplicable, a fin de establecer si correspondía o no
su competencia originaria. Así, cuando resultaba sustancialmente apli-
cable el Derecho común, la causa era de competencia originaria49. Por
el contrario, cuando era sustancialmente aplicable el Derecho local, la
causa era de competencia de los jueces provinciales50.

(2004); “Arrua c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 328:2767 (2005); “General Mo-
tors Argentina SRL”, C.499.XLIV, 28-10-2008.
47 “Idear Publicidad SRL c/Provincia de Santa Cruz”, Fallos: 308:247 (1986).
48 “Timbó SAGAFeI”, Fallos: 306:539 (1984).
49 “Camino del Atlántico SA c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 326-66, ver

consid. 3º.
50 “González c/Felice”, Fallos: 328:1257 (2005). En este caso la Corte se remitió

al dictamen de la Procuración General.

328
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

Recordemos que entre las causas de Derecho local figuran los re-
clamos de honorarios de abogados y procuradores. Ha dicho la Corte
que la ley 21.839 no integra el Derecho común sancionado por el
Congreso de acuerdo con las atribuciones que le son otorgadas por el
artículo 75, inciso 12 de la Constitución51. La misma solución se aplica
aun en los casos que han tramitado por vía originaria52 y no se altera
ni siquiera cuando la provincia y su abogado han pactado la jurisdicción
originaria en el convenio de honorarios que se intenta ejecutar53.
Desde 2006 en adelante, esta jurisprudencia se ha modificado al
punto que cualquier porción del Derecho local existente en el pleito,
por insustancial que ésta sea, impide la apertura de la competencia
originaria. La cuestión se puso de manifiesto radicalmente con las
acciones de responsabilidad civil extracontractual, las cuales, mediando
diferente vecindad entre el actor y la provincia demandada, eran tra-
dicionalmente de competencia originaria. Este criterio cambió en 2006,
cuando la Corte sostuvo que las acciones de responsabilidad civil, no
obstante regirse por el Derecho común, eran portadoras de Derecho
local en la medida en que la actuación de la autoridad provincial que
había producido el daño, había tenido lugar bajo normas locales, cuyo
examen no podía ser soslayado.
Dada la importancia que esta corriente jurisprudencial ha tenido
en la reestructuración de la competencia originaria, voy a examinarla
por separado en el punto siguiente.

b) Las acciones de responsabilidad civil extracontractual


1) La cuestión hasta 2006
Hasta 1987 la cuestión no había suscitado un examen detenido. Si
bien, como regla, la Corte rechazaba su intervención en instancia ori-
ginaria cuando el caso tenía elementos de Derecho local, en general,
se interpretaba que las causas de responsabilidad civil extracontractual
(daños y perjuicios) se regían por normas de Derecho común y cons-

51 “Balestra c/Provincia de Corrientes”, Fallos: 329:4449 (2006).


52 “Yacimientos Petrolíferos Fiscales SA c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos:
330:619 (2007).
53 “Bianchi c/Provincia de Río Negro”, B.2247.XLII, 26-6-2007.

329
Doctrina

tituían, por ende, un “asunto civil” en los términos del artículo 24(1)
del decreto-ley 1285/58.
Menciono, por ejemplo, el caso “Juan Carlos Patricio”54, donde se
demandaban daños y perjuicios derivados de la actuación presunta-
mente irregular del Registro Inmobiliario de una provincia, y la Corte
admitió la demanda en instancia originaria.
Dos años después, en 1987, se suscitó otro caso de daños y perjuicios
contra Buenos Aires, originado también en errores del Registro Inmo-
biliario, caratulado “Sedero de Carmona c/Provincia de Buenos Ai-
res”55, el cual registra un interesante debate entre el procurador general
y la Corte. Podría decirse que éste es el primer caso en el cual el
punto es analizado con más detenimiento y la solución fue favorable
a la habilitación de la instancia originaria por medio de un fallo uná-
nime56.
La cuestión de competencia se suscitó con motivo de la excepción
planteada por la demandada la cual, en opinión del procurador, era
viable. Éste sostenía, con apoyo en el precedente “Vadell c/Provincia
de Buenos Aires”57 que la responsabilidad del Estado en casos como
éstos procede de la llamada “falta de servicio” regida por el Derecho
Público58.

54Fallos: 307:2090 (1985).


55Fallos: 310:1074 (1987).
56 Votaron los jueces Caballero, Fayt, Belluscio, Petracchi y Bacqué.
57 Fallos: 306:2030 (1984).
58 Dice el procurador: “Entiendo que asiste razón a la excepcionante. Ello así,

por cuanto el concepto de ‘causa civil’ es utilizado para definir la competencia ori-
ginaria de la Corte, debe reservarse para el litigio regido exclusivamente por el Derecho
común, como tuve oportunidad de sostener en el dictamen recaído en la causa: ‘Buenos
Aires, provincia de c/Aubert Arnauld, María Luisa (sus sucesores) y otro s/Expropia-
ción’ (B.628.XX), el 29-8-86, criterio que fue aceptado por V. E. en el fallo del
19-12-86 correspondiente a dicho expediente y ratificado el 10-2-87 in re ‘Dycasa-
Dragados y construcciones Argentinas SAICI c/Santa Cruz, Provincia de s/Cobro de
intereses y actualizaciones’ (D.286.XX), oportunidad en la que también se acogió mi
opinión [...] recuerdo que el Tribunal, en su actual composición, ha sostenido que la
responsabilidad de la provincia por la acción defectuosa del Registro de la Propiedad,
al cumplir las funciones que le son propias, se enrola dentro de la idea objetiva de la
falta de servicio y traduce una responsabilidad extracontractual del Estado en el ámbito
del Derecho Público (conf. Fallos: 306:2030 [causa Vadell] en especial consids. 5º

330
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

No obstante, la Corte se aparta de este criterio y dice, claramente,


que las acciones de responsabilidad contra las provincias no conllevan
de por sí la aplicación del Derecho Público local. “Distinto sería –agrega
el tribunal– si se pretendiera en esta instancia la invalidez de actos
administrativos”59.
Una cuestión similar, bien que originada en la omisión de un tribunal
judicial, se suscitó en “De Gandía c/Provincia de Buenos Aires”60. El
caso tuvo inicio como consecuencia de que la actora fue detenida al
querer cruzar un paso internacional conduciendo un vehículo sobre el

y 6º, p. 2086), criterio seguido en posteriores pronunciamientos, como el del 19-6-86,


en la causa ‘López, Meregilda c/Buenos Aires, Provincia de s/Daños y perjuicios’
(consid. 7º). De lo expuesto, se concluye que a la luz de la doctrina actual de esta
Corte, pleitos como el presente deben resolverse por aplicación de los principios y
normas del Derecho Público local, sin que excepcione tal principio la remisión que
se ha hecho al art. 1112 del Cód. Civ. como fundamento exclusivo de la responsabilidad
pública del Estado, toda vez que esta norma se aplica por vía subsidiaria (conf. consid.
5º del fallo ‘Vadell’) y, por otra parte, ‘el principio del alterum non lædere, entra-
ñablemente vinculado a la idea de reparación, tiene raíz constitucional y la reglamen-
tación que hace el Código Civil en cuanto a las personas y las responsabilidades
consecuentes no las arraiga con carácter exclusivo y excluyente en el Derecho Privado,
sino que expresa un principio general que regula cualquier disciplina jurídica’ (conf.
consid. 14, ‘Gunther, Fernando Raúl c/Estado Nacional (Ejército Argentino) s/Sumario’
–G.184.XX–, resuelta el 5-8-86)”. Fallos: 310:1076-1077.
59 “...si se argumentara que a partir de la sentencia dictada en la causa ‘Vadell,

Jorge Fernando c/Buenos Aires, Provincia de s/Indemnización’ de fecha 18 de di-


ciembre de 1984, donde se aplicó en materia de responsabilidad extracontractual del
Estado la teoría objetiva de la falta de servicio con sustento normativo en el art. 1112
del Código Civil, se produce un desplazamiento de la competencia originaria, bastaría
señalar que ello no importa la aplicación de normas de Derecho Público local ni
conlleva el examen o revisión de disposiciones de ese carácter con el sentido arriba
mencionado [...] distinto sería si se pretendiera, en esta instancia la invalidez de
actos administrativos dictados por la autoridad provincial –en el caso, nulidad de la
inscripción registral– supuesto en que [...] no surtiría la competencia originaria [...]
no altera estas conclusiones, la decisión de esta Corte en la causa ‘Buenos Aires,
Provincia de c/Aubert Arnauld, María Luisa (sus sucesores) y otro s/Expropiación’
toda vez que el instituto expropiatorio se rige por disposiciones del Derecho Público
local dictadas en ejercicio de facultades reservadas por las provincias (art. 105 de la
Constitución) y se ubica, como allí se sostuvo siguiendo el criterio de Fallos: 291:232,
íntegramente en ese ámbito con comprensión de la faz indemnizatoria”. Fallos:
310:1079 (agrego el destacado).
60 Fallos: 315:2309 (1992).

331
Doctrina

cual pesaba una orden de secuestro, cuyo levantamiento el tribunal


interviniente no había comunicado a las autoridades de Migraciones.
La Procuración General, muy brevemente, sostiene que el caso es
de competencia originaria y la Corte, por mayoría, adhiere a este cri-
terio61.
En síntesis, si bien no encuentro diferencias sustanciales en los
casos anteriores y posteriores a 1987, lo cierto es que después de esa
fecha la Corte parece haber analizado la cuestión más detenidamente
a la luz de la objeción planteada por el procurador general en el caso
“Sedero de Carmona”.

2) La cuestión desde 2006. El caso “Barreto”


Como puede verse, hasta marzo de 2006, la Corte entendía que las
acciones de daños y perjuicios, fundadas en la responsabilidad civil
de las provincias, salvo que se planteara conjuntamente la nulidad de
actos administrativos locales, correspondían a la competencia origina-
ria, en la medida, claro está, que hubiera distinta vecindad entre la
provincia y el actor.
La línea divisoria de aguas se produce en marzo de 2006 cuando
la Corte resuelve cambiar drásticamente de criterio. El 21 de ese mes,
al decidir el caso “Barreto c/Provincia de Buenos Aires”62, junto con
otras causas de responsabilidad civil de las provincias,63 la Corte –sin
decirlo– adhiere al criterio sostenido por el procurador general en “Se-
dero de Carmona”, casi dos décadas antes.
Los hechos del caso “Barreto” son simples: un suboficial de la

61 En la mayoría votaron los jueces Cavagna Martínez, Belluscio, Petracchi,

Nazareno, Moliné O’Connor y Boggiano. En disidencia lo hicieron los jueces Levene,


Fayt y Barra.
62 Fallos: 329:759 (2006).
63 “Álvarez Cañedo c/Provincia de Buenos Aires”, A.285.XLII; “Gatica c/Pro-

vincia de Buenos Aires”, G.3024.XXXVIII; “Möhlinger c/Provincia de Corrientes”,


M.3361.XLI; “Olivo c/Provincia de San Luis”, O.24.XLI; “Perret c/Provincia de
Buenos Aires”, P.520.XXXVII; “Pezza c/Provincia de Córdoba”, P.834.XXXIX;
“Platt c/Provincia de Córdoba”, P.1256.XLI; “Ramos c/Provincia de Córdoba”,
R.421.XXXIII; “Rodríguez Rey c/Provincia de Tucumán”, R.1256.XLI; “Sociedad
Anónima Agrícola Ganadera Nehuén c/Provincia de Buenos Aires”, S.210.XL; “Va-
llejos c/Provincia de Santa Fe”, V.255.XLI.

332
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

policía de la Provincia de Buenos Aires, en el curso de un procedimiento


y empleando el arma reglamentaria, da muerte accidentalmente a Gisela
Barreto. Los padres de la fallecida promueven entonces una acción de
daños y perjuicios contra la Provincia y contra el agente policial.
En su dictamen, la Procuración General se opone a la habilitación
de la competencia de la Corte por no estar debidamente probada la
distinta vecindad de las partes, y el tribunal –una vez superada esta
cuestión con una información sumaria– analiza la materia del pleito y
anuncia formalmente que se apartará del criterio establecido en 199264.
Luego de algunos fundamentos de tono institucional65, la sentencia
entra en la materia específica y dice que las acciones de responsabilidad
civil contra las provincias involucran cuestiones de Derecho Adminis-
trativo local y, por ende, no constituyen una “causa civil” a los fines
de la competencia originaria66.

64 Alude al caso “De Gandía” ya mencionado, no obstante que, en mi modesto

entender –como ya dije– este caso sigue las aguas de “Sedero de Carmona”, resuelto
unánimemente en 1987 y con raíces en casos anteriores.
65 “...adquiere un valor decisivo la evidencia empírica que demuestra que el criterio

empleado a partir de 1992 para discernir la presencia de una ‘causa civil’ ha tenido,
como consecuencia de su amplia formulación semántica, una significativa expansión
en el ámbito de la competencia originaria del Tribunal de procesos de esta naturaleza,
caracterizados por una gran diversidad de temas fácticos y jurídicos concernientes a
la responsabilidad patrimonial de los Estados de provincia por la llamada falta de
servicio, o regulados por el Derecho común y el Derecho Público local, con la con-
secuente afectación de los siempre limitados recursos humanos y materiales existentes
que en gran medida están siendo destinados al conocimiento y decisión de asuntos
que, por su naturaleza y más allá de su fuente, son ajenos a la trascendente e insustituible
atribución institucional de este Tribunal como intérprete final de la Constitucional
Nacional y custodio último de las garantías superiores reconocidas en dicha Ley Su-
prema”. Ver consid. 5º.
66 “...quedan excluidos de tal concepto [el de causa civil] los supuestos en los

que, a pesar de demandarse restituciones, compensaciones o indemnizaciones de ca-


rácter civil, se requiere para su solución la aplicación de normas de Derecho Público
provincial o el examen o revisión, en sentido estricto, de actos administrativos, le-
gislativos o judiciales de las provincias en los que éstas procedieron dentro de las
facultades propias reconocidas por los arts. 121 y ss. de la Constitución Nacional [...]
La pretensión procesal subsume el caso, entonces, en un supuesto de responsabilidad
extracontractual del Estado local por la presunta ‘falta de servicio’ en que habría
incurrido un órgano de la Provincia de Buenos Aires derivada del cumplimiento irre-

333
Doctrina

A partir de “Barreto”, la Corte empezó a aplicar la doctrina de


este caso a todos los de responsabilidad civil de las provincias en los
cuales entendió que existía “falta de servicio” y era necesario analizar
normas locales.
Así lo hizo en acciones de responsabilidad extracontractual moti-
vadas por:
– Un presunto error judicial que privó de la libertad a un individuo
que luego resultó absuelto67;

gular de las funciones estatales que le son propias (Fallos: 306:2030 y sus citas;
320:1999, dictamen de la señora procuradora fiscal a la que adhiere este Tribunal)
[...] se trata, pues, de un daño que los actores atribuyen a la actuación del Estado
provincial en el ámbito del Derecho Público, como consecuencia del ejercicio impe-
rativo del ‘poder de policía de seguridad’ entendido como una ‘potestad pública’
propia del Estado, quien la ejerce cuando lo estima conveniente para satisfacer exi-
gencias de bien público o de interés general; materia cuya regulación corresponde al
campo del Derecho Administrativo y de resorte exclusivo, por ende, de los gobiernos
locales, de conformidad con lo dispuesto por el art. 121 y concordantes de la Cons-
titución Nacional; y que encuentra su fundamento en principios extraños a los propios
del Derecho Privado [...] lo expuesto conduce necesariamente a fin de resolver el
caso al estudio del régimen jurídico administrativo local que sienta las bases del
sistema provincial de seguridad pública y que determina las funciones esenciales y
obligaciones del personal que lo integra (leyes 12.154 y 12.155, entre otras), inter-
pretándolo en su espíritu y en los efectos que la soberanía provincial ha querido darle,
todo lo cual no es del resorte de la Corte Suprema [...] no obsta a tal conclusión la
circunstancia de que para resolver el sub lite se invoquen eventualmente disposiciones
contenidas en el Código Civil, pues todos los principios jurídicos entre los que se
encuentra el de la responsabilidad y el resarcimiento por daños ocasionados aunque
contenidos en aquel cuerpo legal no son patrimonio exclusivo de ninguna disciplina
jurídica y menos aún del derecho privado, pues constituyen principios generales del
Derecho aplicables a cualquiera de ellas, aunque interpretándolos teniendo en cuenta
el origen y naturaleza de la relación jurídica de que se trate [...] Tampoco obsta a lo
expuesto la circunstancia de que, ante la ausencia de normas propias del Derecho
Público local se apliquen subsidiariamente disposiciones de Derecho común, toda vez
que ellas pasan a integrarse en el plexo de principios de Derecho Administrativo en
el que, prima facie, se encuadra el presente caso”. Ver consids. 8º, 9º, 10, 11 y 12.
La similitud de estos argumentos con los del procurador general en la causa
“Sedero de Carmona” es evidente. Es más, la Corte menciona aquí el caso de Fallos:
306:2030, que ya citaba el procurador en dicha causa.
67 “Contreras c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:1311 (2006); “Valenzuela

c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:5289 (2006); “Castañares c/Provincia de


Buenos Aires”, C.1367.XLII, 29-5-2007.

334
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

– la inundación de un campo68;
– un accidente de tránsito ocurrido en una ruta provincial por falta
de debida iluminación y señalización69;
– la negligencia de la policía provincial que, con ocasión de un
accidente motivado por la presencia de un caballo en una ruta,
no tomó los recaudos necesarios para identificar al propietario
del animal70;
– la mala praxis de los médicos de un hospital provincial71;
– la inundación de un inmueble urbano como consecuencia de la
inundación general de una ciudad72;
– la muerte por asfixia de un detenido en una comisaría73;
– la caída al río de una estructura colgante por donde transitaban
los actores74;
– irregularidades cometidas por un oficial de justicia con motivo
de diligenciamiento de un mandamiento75;
– la muerte de una persona ocasionada por el disparo de un policía
en una manifestación76;
– el contagio de sida en penales de la provincia77, entre otras.
Excepcionalmente esta doctrina no se aplica, cuando es la propia pro-
vincia demandada quien pide la intervención originaria de la Corte. Así
fue decidido en “Serradilla c/Provincia de Mendoza”78, un caso de daños
y perjuicios por actuación irregular del Registro Nacional de las Personas
con sede en Mendoza. El actor, que también demandaba al Estado na-

68 “Galfetti de Chalbaud c/Provincia de Santa Fe”, Fallos: 329:1603 (2006); “Ayer-

za c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:1839 (2006); “Polerio c/Provincia de


Buenos Aires”, Fallos: 329-5178 (2006).
69 “Aguilar c/Rey”, Fallos: 329:2069 (2006).
70 “Pierini de Pochat c/Provincia de La Rioja”, Fallos: 329:2115 (2006).
71 “Ledesma c/Provincia de Santiago del Estero”, Fallos: 329:2737 (2006); “Már-

quez Bello c/Provincia de Santa Cruz”, Fallos: 330:2059 (2007).


72 “Valle Gonzalo c/Provincia de Santa Fe”, Fallos: 329:2764 (2006).
73 “Blackie c/Provincia de Córdoba”, Fallos: 329:2065 (2006).
74 “Gómez c/Provincia de Chubut”, Fallos: 329:3165 (2006).
75 “Vernengo Prack c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:2492 (2006).
76 “Santillán c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:4470 (2006).
77 “Godoy c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:5336 (2006).
78 Fallos: 330:2798 (2007).

335
Doctrina

cional, radicó la demanda ante un juzgado federal civil y comercial de


la Capital Federal, pero al contestar la demanda, la provincia solicita que
intervenga la Corte en forma originaria y se hace lugar a la petición.

3) Los casos de responsabilidad contractual.


La llamada “secuela de vínculo administrativo”
Ya con anterioridad a la doctrina “Barreto”, la Corte rechazaba de
la competencia originaria los casos de responsabilidad contractual si
los daños y perjuicios reclamados tenían como antecedente un vínculo
de naturaleza administrativa con la provincia demandada79. Se invoca
para ello la llamada “secuela de vínculo administrativo”.
Un ejemplo de ello es “Platt c/Provincia de Córdoba”80 donde el
actor reclamaba el pago de los daños y perjuicios que le habría oca-
sionado la rescisión de un contrato de mantenimiento de la instalación
del acondicionador de aire del Banco de la Provincia de Córdoba. La
Corte sostuvo que “...La necesidad [...] de examinar el origen de la
relación jurídica, lleva a concluir que aquélla no reviste carácter civil
si a tal efecto se tiene en cuenta la naturaleza administrativa del vínculo
que ligó a las partes”81.

4) La doctrina de la “secuela de vínculo


administrativo” y sus aplicaciones
El mismo criterio jurisprudencial examinado en el apartado anterior
ha sido aplicado en otros casos fuera de los daños y perjuicios. Así,
por ejemplo, en cobros de facturas impagas por servicios de limpieza82
y de servicios médicos83 y aun en una acción de amparo promovida

El origen de esta doctrina nace en “DYCASA. Dragados y Construcciones


79

Argentinas SA c/Provincia de Santa Cruz”, E. D. 122-533 (1987). De todos modos,


recordemos que en este caso el contrato con Santa Cruz no estaba regido por el
Derecho Público local, sino por normas de Derecho Administrativo nacional (leyes
13.064 y 21.392). No obstante ello, la Corte entendió que la causa era ajena a la
competencia originaria.
80 Fallos: 329:833 (2006).
81 Consid. 4º, primer párrafo.
82 “Awaiken SA c/Provincia de Tierra del Fuego”, Fallos: 329:205 (2006).
83 “Intense Life SA c/Provincia de Tierra del Fuego”, Fallos: 330:2078 (2007).

336
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

por un piloto comercial con el objeto de que la provincia demandada


cese en su falta de control sobre el funcionamiento y mantenimiento
de las aeronaves, los aeropuertos, los vuelos y el personal que los
conduce y tripula, de acuerdo con las normas de aeronavegación vi-
gentes84. Sostuvo la Corte que la pretensión se enmarcaba en el ámbito
de la relación jurídica de carácter laboral existente entre el actor y la
provincia demandada –a través de la Dirección Provincial de Aerona-
vegación– la cual estaba regida por el Derecho local.
También ha sido aplicada esta doctrina –bien que sin ser mencionada
expresamente– en “La Holando Sudamericana Cía. de Seguros SA
c/Provincia de Corrientes”85, caso en el cual la actora pretendía el
reintegro del seguro pagado al Instituto Nacional de Cine y Artes Au-
diovisuales, con motivo de la sustracción de equipos de cine perpetrada
en dependencias de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de-
mandada, los cuales habían sido entregados a ésta como consecuencia
de un comodato celebrado con el Instituto.
Si bien entre la compañía de seguros y la demandada no existía
vínculo contractual alguno y la demanda estaba fundada en normas
de Derecho común (el art. 80 de la ley 17.418) la Corte rechaza su
intervención originaria pues “...no se presenta un asunto susceptible
de ser calificado como causa civil en la medida en que el origen de
la relación jurídica en que se funda la pretensión de la actora es un
convenio celebrado por una organización estatal y un ente público
cuyo patrimonio forma parte de la hacienda pública y que, pese a
gozar de cierto grado de autonomía, se encuentra sujeto a las dispo-
siciones de la ley de administración financiera y a los sistemas de
control del sector público de la Nación”.
Un criterio similar aparece en “Torales c/Provincia de Corrientes”86
una demanda por despido promovida contra Corrientes y la empresa
cesionaria del servicio ferroviario. Dolly Berta Torales, empleada de
Trenes Especiales Argentinos SA fue despedida por ésta y promovió
acción laboral contra su empleador y contra la Provincia, por ser ésta
la concesionaria del servicio ferroviario transferido originalmente por
84 “Aparicio c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:2080 (2006).
85 Fallos: 330:2268 (2007).
86 Fallos: 329:3074 (2006).

337
Doctrina

el Estado nacional y posteriormente otorgado a la empresa. La Corte


descarta su intervención originaria pues entiende que, además de las
normas laborales en juego, debe analizar el vínculo de carácter admi-
nistrativo existente entre el Estado nacional y Corrientes por un lado,
y entre ésta y la compañía concesionaria, por el otro87.

5) La excepción del “prolongado trámite”


La doctrina mencionada en los puntos anteriores no se aplica cuando
la causa ha tenido un “prolongado trámite” y razones de economía
procesal, ligadas al respeto a la defensa en juicio, aconsejan que el
juicio prosiga en instancia originaria88. Un antecedente de este criterio
–bien que aplicado en otro supuesto– puede verse en “Aerolíneas Ar-
gentinas SE c/Provincia de Buenos Aires”89.
En su versión actual, es decir, a partir del caso “Barreto”, esta
línea jurisprudencial comienza con el caso “Punte c/Provincia de Tierra
del Fuego”90 y continúa en numerosos casos posteriores91.
Lamentablemente, estos fallos no indican el tiempo de tramitación

“...aunque [...] la actora haya dado a su pretensión el carácter de una mera


87

reclamación patrimonial originada en una relación de empleo [...] ello no basta pues
para otorgar al asunto el carácter de causa civil [...] si el pleito requiere para su
solución la previa interpretación y examen de actos administrativos y legislativos de
Derecho Público provincial o la aplicación de normas de carácter local; y esa califi-
cación inequívocamente corresponde, por un lado, al convenio de concesión de la
explotación de los Servicios Interurbanos de Pasajeros dentro del territorio del Estado
provincial concluido entre este último y el Estado nacional [...] y por otro, el contrato
entre las codemandadas de transmisión de la posición contractual [...] con apoyo en
el cual [...] la demandante también funda su reclamo para atribuir responsabilidad a
la Provincia de Corrientes”. Consids. 2º y 3º.
88 Si bien los casos aquí examinados son de responsabilidad extracontractual, no

veo inconveniente para que la misma regla se aplique para la contractual.


89 Fallos: 308:2153 (1986).
90 Fallos: 329:809 (2006).
91 Entre ellos: “Bustos c/Provincia de La Pampa”, Fallos: 329:2688 (2006); “Quiroz

Franco c/Provincia de Mendoza”, Fallos: 329:3894 (2006); “Bianchi c/Provincia de


Buenos Aires”, Fallos: 329:4944 (2006); “Mosca c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos:
330:563 (2007); “Albornoz c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 330:748 (2007);
“Baeza c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 334:376 (2011); “Argencard SA c/Pro-
vincia de Entre Ríos”, Fallos: 334:1472 (2011).

338
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

de cada causa, lo que impide saber, en la práctica, qué debe entenderse


por “prolongado trámite”.

6) El problema de la acumulación subjetiva de pretensiones


6.1) El caso “Mendoza”
Se han eliminado de la competencia originaria las causas en las
cuales ésta se suscitaba como consecuencia de una acumulación sub-
jetiva de pretensiones. Ocurre frecuentemente que dos acciones indi-
vidualmente consideradas no habilitarían la competencia originaria,
sin embargo, desde 1977, se admitió que la suma de ellas, por ejemplo,
cuando se demanda a una provincia junto con una persona que suscita
el fuero federal, produjera tal resultado92.
Esto fue posible hasta “Mendoza c/Nación Argentina”93, donde la
Corte resolvió que la competencia originaria no puede surgir como
fruto de una acumulación subjetiva de pretensiones. En “Mendoza”,
una célebre causa ambiental en la cual están demandadas, además del
Estado nacional, la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad de Buenos
Aires y una serie de empresas ubicadas en las márgenes del Riachuelo
y del río Matanza, se acumularon dos pretensiones: (a) el resarcimiento
de los daños y perjuicios, y (b) la recomposición del medio ambiente94.
Partiendo de esta división, la Corte señala que la primera de ellas es
ajena a la competencia originaria por aplicación del precedente “Ba-
rreto”, en tanto que la segunda no lo es, pues la recomposición am-
biental es una materia federal95.

92 Los casos emblemáticos de esta corriente fueron “Mayoraz de Arroyo c/Nación


Argentina”, Fallos: 299:132 (1977) y “Centurión de Vedoya c/Provincia de Misiones”,
Fallos: 305:441 (1983).
93 Fallos: 329:2316 (2006).
94 Según las describe el fallo en su considerando 6º, las pretensiones son las

siguientes: “...La primera reclamación se refiere al resarcimiento de la lesión de bienes


individuales, cuyos legitimados activos son las personas que se detallan en el consi-
derando primero, y que reclaman por el resarcimiento de los daños a las personas y
al patrimonio que sufren como consecuencia indirecta de la agresión al ambiente
(punto 6. fs. 56 vta./75). La segunda pretensión tiene por objeto la defensa del bien
de incidencia colectiva, configurado por el ambiente (fs. 75/76)”. Fallos: 329:2327.
95 “...el art. 7º de la ley 25.675 prevé la competencia federal cuando se trata de

la degradación o contaminación de recursos ambientales interjurisdiccionales, hipótesis

339
Doctrina

En relación con la reducción de su competencia, la Corte dijo:


“...no debe olvidarse que un examen como el que se viene llevando
a cabo, además de hacer pie en el rigor de los razonamientos lógicos,
tiene por objeto mantener la racionalidad de la agenda de casos que
debe examinar y sentenciar este Tribunal así como de no entorpecer
el responsable ejercicio de las atribuciones constitucionales que la Ley
Suprema ha encomendado a este Cuerpo en los asuntos que corres-
ponden a su jurisdicción más eminente, como intérprete final de aquélla,
como guardián último de las garantías superiores de las personas y
como partícipe en el proceso republicano de gobierno”96.

6.2) Las aplicaciones de “Mendoza” en otros casos


La doctrina establecida en “Mendoza” ha sido aplicada en nu-
merosas causas posteriores97. También ha sido aplicada en casos
donde la acumulación subjetiva no se da respecto de una provincia
y el Estado nacional, sino respecto de dos provincias. Así fue de-
cidido en “Agrar SA c/Provincia de Santa Fe”98 un caso de daños
y perjuicios por inundación de un campo en el cual se demandaba
a Santa Fe y a Buenos Aires. La Corte –por aplicación conjunta de
las doctrinas “Barreto” y “Mendoza”– sostuvo que las provincias
debían ser cada una de ellas, en forma separada, demandadas ante
sus propios tribunales.

que se verifica en el sub lite en la medida en que, por un lado, están involucradas
más de una jurisdicción estatal; y en que, por el otro, dos de las pretensiones promovidas
tienen en mira ese presupuesto atributivo de competencia, la degradación o contami-
nación de recursos ambientales, al perseguir la recomposición y el resarcimiento del
daño de incidencia colectiva, que es el único reglado y alcanzado por este estatuto
especial”. Fallos: 329:2327-2329.
96 Fallos: 329:2332.
97 Entre ellas: “Rico c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329-3190 (2006);

“Tabossi c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:4396 (2006); “Godoy c/Provincia


de Buenos Aires”, Fallos: 329:5336 (2006); “Cannavo c/Provincia de Buenos Ai-
res”, Fallos: 329:5670 (2006); “Valenzuela c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos:
329:5829 (2006); “Odano c/Estado Nacional”, Fallos: 329:6009 (2006); “Becce c/Pro-
vincia de Buenos Aires”, B.1872.XLII, 12-6-2007; “Silberman c/Provincia de Entre
Ríos”, S.805.XL, 26-6-2007.
98 A.216.XXXVIII, 12-6-2007.

340
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

Esta doctrina aparece también en “Ávila c/Provincia de Santiago


del Estero”99, donde varios particulares demandan el pago de daños y
perjuicios a Santiago del Estero, al Estado nacional y a la empresa
concesionaria, como consecuencia de un accidente sufrido en una ruta
nacional en el tramo que cruza el territorio provincial. Señala la Corte
que, por aplicación de la doctrina del caso “Barreto c/Provincia de
Buenos Aires”100, la acción contra la provincia debe tramitar ante la
justicia local y, por su lado, la acción contra el Estado nacional y la
concesionaria, corresponde a los tribunales federales inferiores101.
Véase también el caso “Tapia c/Estado Nacional y Provincia de
Mendoza”102.
El mismo criterio fue aplicado en “Pla c/Provincia del Chubut”103,
una acción cuyo objeto era, por un lado, obtener el cese del daño
ambiental en la cuenca internacional del río Puelo, la elaboración de
un plan de gestión con la participación de todos los sectores involu-
crados, la realización de las obras necesarias para prevenir y remediar
los efectos de las inundaciones, y, en defecto de la recomposición del
daño ambiental, el pago de las indemnizaciones previstas para el Fondo
de Compensación Ambiental. Por otro, se reclamaba la reparación de
los daños y perjuicios alegados como consecuencia del daño ambiental
producido. En este caso la Corte admitió su competencia originaria
en la cuestión ambiental y la rechazó en la de daños y perjuicios.
La doctrina del caso “Mendoza” se ha aplicado también en acciones
declarativas de certeza. Un ejemplo de ello puede verse en “Lavado
c/Provincia de Mendoza”104, donde los actores, un grupo de abogados
con matrícula federal, promovieron contra “Mendoza” y el Estado na-
cional una acción declarativa de certeza en los términos del artículo
322 del Código Procesal, con el objeto de que se establecieran ciertos
hechos y se formularan declaraciones en relación con la situación car-
celaria en esa provincia.

99 Fallos: 332:2088 (2009).


100 Fallos: 329:759 (2006).
101 Ver consid. 4º.
102 Fallos: 331:194 (2008).
103 Fallos: 331:1243 (2008).
104 Fallos: 330:1135 (2007).

341
Doctrina

Requirieron así que: 1º) se determinara que los hechos que denun-
cian afectan la garantía del derecho a la vida y a la integridad física
de los internos alojados en las tres unidades carcelarias mendocinas;
2º) se estableciera que el Estado nacional y la provincia demandada
son los sujetos obligados a garantizar la vigencia de esos derechos y
a cumplir las recomendaciones y decisiones adoptadas al respecto por
la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y 3º)
se fijara un plazo máximo para que dichas decisiones sean cumplidas
en su totalidad.
Al resolver –siguiendo el criterio del Ministerio Público– la Corte
sostuvo que existía una acumulación subjetiva de pretensiones, ninguna
de las cuales correspondía por sí a la instancia originaria y, conse-
cuentemente, debían ser tramitadas en las instancias correspondientes,
conforme lo establecido en el caso “Mendoza”. La primera correspondía
a los jueces provinciales y la segunda y tercera a los federales105.
Con igual criterio fue resuelto “Rebull c/Provincia de Misiones”106,
un amparo en el cual el actor demandó a Misiones y al Estado nacional
para que le proveyeran los medios necesarios para la realización de una
operación quirúrgica, para la cual no contaba con medios económicos.

105 “...en el caso, la acumulación de acciones pretendida no puede prosperar, por

cuanto el objeto de cada una de las pretensiones corresponde a jurisdicciones diferentes


y, por lo tanto, deben ser examinados en procesos distintos y ante los jueces correspon-
dientes [...] la primera pretensión individualizada en el considerando 2º se refiere a la
prestación del servicio de seguridad y custodia del sistema carcelario de la Provincia de
Mendoza, cuestión principalmente regida por el Derecho Público local y respecto de la
cual [...] el gobierno provincial conserva el pleno ejercicio de las facultades que se ha
reservado [...] en lo que atañe a las dos restantes pretensiones, tampoco se configura un
litisconsorcio necesario que autorice a radicar estas actuaciones en la instancia pretendi-
da en razón de las personas, dado que con relación a aquéllas no puede concluirse que la
Provincia de Mendoza resulte parte sustancial [...] es dable recordar que es el Poder
Ejecutivo Nacional quien tiene la atribución de representar a la República Argentina en
el marco de aquellos asuntos que puedan involucrar la responsabilidad del país en la
esfera internacional, toda vez que le ha sido conferido constitucionalmente el ejercicio
de la conducción de las relaciones exteriores de la Nación [...] el propio tenor de las
resoluciones y comunicaciones de los organismos internacionales que intervienen en las
denuncias que dan origen a este proceso acompañadas a estos autos revelan que la
relación jurídica que se invoca [...] vincula a los actores de manera directa con el Estado
Nacional y no con la Provincia de Mendoza”. Consids. 5º, 6º, 12, 13 y 15.
106 Fallos: 329:2911 (2006).

342
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

Aplicaciones de la doctrina “Mendoza” pueden verse también en


acciones de cobro de pesos107. En una de ellas, “SADAIC c/Provincia
de Tierra del Fuego”108, se dio una situación realmente singular, que
además sirve de ejemplo para comprender el dispendio de jurisdicción
que en ocasiones exige el sistema judicial argentino para hallar el juez
competente109. SADAIC demandó a Tierra del Fuego y a un canal de
televisión de Ushuaia ante un tribunal provincial, reclamando una suma
de dinero en concepto de derechos de autor. Al contestar la demanda,
la provincia pide la citación como tercero del Estado nacional, pues
parte de la deuda se habría devengado cuando Tierra del Fuego era
todavía un territorio nacional. Al presentarse en juicio, el Estado na-
cional pide la intervención de la justicia federal. Luego de una serie
de trámites, el juez federal se declara incompetente y remite la causa
a la instancia originaria de la Corte y ésta resuelve finalmente, por
aplicación de la doctrina “Mendoza”, que la deuda de la provincia
debe ser reclamada ante los tribunales provinciales y la del Estado
nacional ante los federales110.
Importa destacar que en este caso, para rechazar su intervención
originaria, además de la doctrina “Mendoza”, la Corte invoca el so-
metimiento inicial de la actora a los tribunales provinciales, lo cual
implica una prórroga voluntaria de la jurisdicción originaria a favor
de éstos, en los términos del artículo 12, inciso 4º de la ley 48. En
efecto, se trataba aquí de una demanda civil, promovida contra una
provincia, por una persona que no tiene domicilio en ella, ante los
tribunales provinciales. Todo ello, en los términos de la norma citada,
genera una prórroga de la jurisdicción originaria que podría haber co-
rrespondido de haberse iniciado la demanda directamente ante la Corte
Suprema. Queda en dudas si –de haberse dado esta situación– la Corte
hubiera admitido la citación como tercero del Estado, o si también la
hubiera rechazado por aplicación de la doctrina “Mendoza”.
107 “Clemente c/Provincia de Jujuy”, Fallos: 329:4255 (2006).
108 S.1666.XXXIX, 12-6-2007.
109 De acuerdo con la mención de las fojas que figura en la sentencia, parecería

que al menos todo el segundo cuerpo del expediente está dedicado a resolver qué
juez resultaba competente.
110 La descripción de todos los recursos y presentaciones que la cuestión de com-

petencia demandó en este caso figura en los consids. 2º a 7º de la sentencia.

343
Doctrina

6.3) La doctrina “Mendoza” no se aplica


cuando la materia es federal
Un supuesto de acumulación subjetiva de pretensiones, pero en un
caso de materia federal, tuvo lugar en “Hidroeléctrica Alicurá SA c/Es-
tado Nacional”111. La actora demandó aquí al Estado nacional pidiendo
la nulidad de una resolución de la Secretaría de Energía112 que obligó
a los generadores de energía eléctrica a abonar regalías a las provincias
por “la potencia puesta a disposición del Mercado Spot durante el mes
de comercializar toda la energía en ese Mercado”. Asimismo demandó
a las provincias de Neuquén y Río Negro reclamándoles la devolución
de los montos de las regalías percibidas por ese concepto.
Si bien se trataba de un típico caso de acumulación subjetiva de
pretensiones al cual podía resultarle aplicable la doctrina “Mendoza”,
ni la Corte ni la Procuración General ponen obstáculos a la competencia
originaria, ni mencionan el citado precedente. Debe deducirse entonces
que, tratándose de una materia federal (la regulación de la energía
eléctrica) el caso “Mendoza” no se aplica.

c) Las cuestiones federales


1) Las reglas básicas
Cuando la materia del litigio es federal, existen dos reglas básicas
que deben ser tenidas en cuenta: (a) una provincia puede ser demandada
por sus propios vecinos, y (b) el Derecho local está totalmente excluido.
En relación con lo primero, en las cuestiones federales no se exige
la distinta vecindad. Si la cuestión materia del litigio es federal, una
provincia puede ser demandada por sus propios vecinos en instancia
originaria de la Corte. Sin perjuicio de algunos casos anteriores, este
criterio fue establecido claramente en “Nougués Hnos. c/Provincia de
Tucumán”113 y se mantiene hasta el presente114.

Fallos: 330:2932 (2007).


111

Resolución SE 08/94.
112
113 Fallos: 97:177 (1903).
114 “Víctor Hugo Maidana”, Fallos: 322:1387 (1999); “Empresa Distribuidora y

Comercializadora Norte Sociedad Anónima (Edenor SA) c/Provincia de Buenos Aires”,


Fallos: 323:1716 (2000); “Loveli SA c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 324:723

344
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

La segunda regla es tan tajante aquí como en las cuestiones civiles.


La menor presencia del Derecho local en el pleito obsta a la compe-
tencia originaria. Si bien en algunos casos la Corte dice que la cuestión
federal debe ser “predominante”, esto no debe llevar a error, pues
usualmente en el mismo párrafo el tribunal señala que aquélla debe
ser “exclusiva”115. Se sigue de ello que, aun cuando la cuestión federal
pueda ser “predominante”, si no es exclusiva la Corte rechaza su com-
petencia originaria.
Son muchos, naturalmente, los casos en los cuales está presente
una cuestión federal que puede suscitar la competencia originaria. De
todos ellos los más frecuentes son las acciones declarativas de incons-
titucionalidad de leyes provinciales, de modo tal que las analizaré es-
pecíficamente en el próximo punto.

2) Casos de materia federal exclusiva


Entre los casos de materia federal exclusiva, el supuesto más típico
es el de las acciones declarativas de inconstitucionalidad de leyes pro-
vinciales. De los resueltos en la última década, menciono los siguientes:

(2001); “Teyma Abengoa SA c/Provincia de Salta”, Fallos: 325:1873 (2002); “Aguas


de Formosa SA y otra c/Provincia de Formosa”, Fallos: 327:2179 (2004); “Torea
c/Banco Chubut SA y otro”, Fallos: 330:520 (2007); “Total Especialidades Argentina
SA c/Provincia de Misiones”, Fallos: 333:60 (2010).
115 Así, por ejemplo: “Uno de los supuestos en que procede la competencia ori-

ginaria de la Corte, en los casos en que se demanda a una provincia, es si la acción


entablada tiene manifiesto contenido federal, o sea, cuando la pretensión se funda
directa y exclusivamente en prescripciones constitucionales, en tratados con las na-
ciones extranjeras y en leyes nacionales, de tal suerte que la cuestión federal sea la
predominante en la causa” (agrego los destacados). “Molinos Río de La Plata SA
c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 327:3202 (2004).
Con igual o similar redacción véase: “Zavalía c/Provincia de Santiago del Estero”,
Fallos: 327:3852 (2004); “Galeano c/Provincia de Santiago del Estero”, Fallos:
327:4846 (2004); “Centrales Térmicas Patagónicas SA c/Provincia del Chubut”, Fallos:
328:837 (2005); “Droguería Disval SRL c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:542
(2006); “Arias c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 330:4055 (2007); “Asociación
de Empresas de Correo de la República Argentina c/Provincia de Buenos Aires”,
Fallos: 331:382 (2008); “Asociación de Bancos de la Argentina y otros c/Provincia
de Misiones”, Fallos: 332:1422 (2009); “Protección a los Consumidores y Usuarios
de la República Argentina Asociación Civil (PROCURAR) c/Provincia del Neuquén”,
P.925.XLVII, 15-5-2012.

345
Doctrina

2.1) Acciones relativas a impuestos provinciales


En estos casos, como regla general, la Corte sostiene que: (a) el
cobro de un impuesto no constituye una causa civil por ser una carga
que grava las personas o las cosas con un fin de interés público, y
(b) sólo se debe discutir en instancia originaria la validez de un tributo
cuando es atacado exclusivamente como contrario a la Constitución116.
Son numerosísimos los precedentes en esta materia, por ello me
limitaré a mencionar solamente:
(i) Las acciones de inconstitucionalidad de las normas que gravan
con el impuesto de sellos los contratos no instrumentados for-
malmente. Esta jurisprudencia nacida en dos causas caratuladas
“Shell Compañía Argentina de Petróleo SA c/Provincia del Neu-
quén”117, fue repetida luego en varias causas posteriores118;
(ii) las acciones por medio de las cuales se demanda la inconstitu-
cionalidad de las leyes provinciales que gravan con el impuesto
a los ingresos brutos el transporte interjurisdiccional de pasa-
jeros119;
(iii) la acción declarativa de inconstitucionalidad del impuesto de
sellos provincial sobre el permiso de concesión otorgado por

116 Entre otros: “Industrias Alimenticias Mendocinas SA c/Provincia de Buenos

Aires”, Fallos: 329:4385 (2006); “Droguería Oncofarma SRL c/Provincia de Tucu-


mán”, Fallos: 329:5675 (2006).
117 Fallos: 327:1034 (2004) y Fallos: 327:1051 (2004).
118 “Esso Petrolera Argentina SRL c/Provincia de Entre Ríos”, Fallos: 329:2231

(2006); “Petrobras Energía SA c/Provincia de Entre Ríos”, Fallos: 330:2617 (2007);


“Volkswagen SA de Ahorro y Préstamo para fines determinados c/Provincia de Salta”,
V.395.XXXVI, 12-6-2007.
119 “Microómnibus Quilmes SA c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:2745

(2006); “El Cóndor Empresa de Transportes SA c/Provincia de Chubut”,


E.144.XXXIV, 19-9-2006; “El Nuevo Halcón SA c/Provincia de Buenos Aires”,
E.117.XXXV, 26-9-2006; “Línea 22 SA c/Provincia de Buenos Aires”, L.243.XXXIV,
12-6-2007; “El Puente SA de Transporte c/Provincia de Buenos Aires”, E.134.XXXIV,
20-6-2007; “Sociedad Anónima Expreso Sudoeste (SAES) c/Provincia de Buenos Ai-
res”, S.692.XLIII, 2-6-2008; “Línea Expreso Liniers SA c/Provincia de Buenos Aires”,
L.279.XXXV, 19-2-2008; “Transporte Automotor La Estrella SA c/Provincia de Bue-
nos Aires”, T.459.XLIII, 24-2-2009; “Compañía Microómnibus La Colorada SACI
c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 332:1624 (2009); “Autotransportes Andesmar
SA c/Provincia del Chubut”, Fallos: 332:2838 (2009).

346
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

autoridad nacional –en el caso, el Ministerio de Economía y


Obras y Servicios Públicos de la Nación– para prestar el servicio
de transporte interjurisdiccional de pasajeros bajo el régimen
de la ley 12.346120;
(iv) la acción declarativa planteada por la concesionaria del servicio
de distribución de energía eléctrica, con fundamento en el marco
regulatorio eléctrico nacional y en los instrumentos de la pri-
vatización del servicio, contra la Provincia de Mendoza, que
reclama, de acuerdo con el Código Fiscal, el pago del impuesto
de sellos respecto del Contrato de Concesión celebrado entre
la actora y el Estado nacional121;
(v) la acción meramente declarativa de certeza contra la Provincia
de Buenos Aires a fin de que se despeje la incertidumbre ge-
nerada por la pretensión de dicha provincia de gravar con el
impuesto de sellos local al contrato de concesión para la pres-
tación del servicio de agua potable y desagües cloacales122;
(vi) la acción declarativa de certeza promovida por una licenciataria
del servicio de distribución de gas natural contra la Provincia
de Salta, para que se determine cómo debe calcularse la base
imponible del impuesto a las actividades económicas, previsto
en el Convenio Multilateral, pues se trata de un asunto vinculado
con un servicio público nacional y, por ende, con el comercio
interjurisdiccional, y el caso exige hacer mérito del marco re-
gulatorio del gas natural (ley 24.076 y sus decretos reglamen-
tarios) integrado por normas federales123;
(vii) la acción por medio de la cual se plantea (a) la inconstitucio-
nalidad del artículo 7º de la ley provincial 4275, en cuanto
establece que el impuesto de sellos sobre operaciones monetarias

120 “Expreso Lomas SA c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 331:337 (2008);

“Empresa de Transportes Microómnibus Sáenz Peña SRL c/Provincia de Buenos Ai-


res”, Fallos: 331:400 (2008); “Línea 22 SA c/Provincia de Buenos Aires”,
L.1798.XXXVIII, 27-4-2010; “Transportes Automotores Plusmar SA c/Provincia de
Buenos Aires”, T.367.XLII, 25-10-2011.
121 “Distrocuyo SA c/Provincia de Mendoza”, Fallos: 331:2913 (2008).
122 “Aguas Argentinas SA c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 331:310 (2008).
123 “Gasnor SA c/Provincia de Salta”, Fallos: 331:1750 (2008).

347
Doctrina

y financieras debe ser soportado íntegramente por las entidades


financieras sin poder ser trasladado a sus clientes; (b) que se
condenara a la demandada a devolver lo percibido por dicho
impuesto y (c) que se declarara la inconstitucionalidad de la
resolución general de la Dirección General de Rentas provincial
que regula aspectos de la aplicación de la citada ley, la Corte
se declaró competente124;
(viii) la acción mediante la cual se impugna la constitucionalidad de
la ley 5800 de la provincia del Chaco por medio de la cual se
crea el Impuesto a la Captación Neta de Fondos que grava los
fondos captados por las entidades financieras sujetas a la ley
21.526 que tengan sucursales en el territorio provincial, y los
depositados en otras jurisdicciones por personas con domicilio
real, legal y fiscal en la citada provincia125;
(ix) la acción en la cual se cuestiona la ley 13.529 de la Provincia
de Buenos Aires que otorgó facultades a la Dirección Provin-
cial de Rentas para ordenar medidas precautorias y requerir
información a las entidades financieras sobre los fondos y va-
lores de sus clientes, en contra del artículo 39 de la ley na-
cional 21.526, que establece la obligación de secreto banca-
rio126;
(x) la acción en la cual se impugna una disposición de la Dirección
de Rentas de la Provincia de Buenos Aires que, en contra de
lo dispuesto por normas nacionales, impide a una distribuidora
de energía eléctrica compensar el pago de un impuesto con
sumas que el Estado provincial le adeuda por la prestación del
servicio de energía eléctrica127;

124 “Asociación de Bancos de la Argentina y otros c/Provincia de Misiones”,

Fallos: 332:1422 (2009). Ver consids. 10 y 11.


125 “Asociación de Bancos de la Argentina y otros c/Provincia del Chaco”, Fallos:

330:4953 (2007).
126 “Asociación de Bancos de la Argentina c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos:

332:1519 (2009); “Di Benedetto c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 331:2528


(2008).
127 “Empresa Distribuidora Norte SA (Edenor) c/Provincia de Buenos Aires”, Fa-

llos: 333:2159 (2010).

348
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

(xi) la acción por medio de la cual se pretende la declaración de


inconstitucionalidad del impuesto de sellos de Misiones que gra-
va las cartas oferta con aceptación tácita128;
(xii) la acción declarativa tendiente a obtener la declaración de in-
constitucionalidad de una ley de Mendoza que crea un sistema
de fiscalización higiénico-sanitaria de los productos lácteos y
derivados en tránsito federal, y establecen una tasa por el servicio
de inspección que debe ser abonada al momento de recibir el
servicio por quien los ingresa al territorio provincial129;
(xiii) la acción declarativa de inconstitucionalidad, la ley 14.333 de
Buenos Aires, en tanto establece el pago de una alícuota dife-
rencial en concepto de impuesto de sellos, respecto de los actos,
contratos y operaciones sobre inmuebles radicados en la pro-
vincia, concertados en instrumentos públicos o privados, otor-
gados fuera de ella130;
(xiv) la acción contra una “Tasa del Servicio de Verificación de Pro-
cesos Productivos” que –se alega– constituye en verdad un im-
puesto a la exportación de productos131;
(xv) la acción declarativa contra la Provincia de Misiones por in-
constitucionalidad de la pretensión fiscal de imponer el impuesto
sobre los ingresos brutos a las operaciones de la exportación
efectuadas a través de aduanas ubicadas fuera del territorio pro-
vincial132.

2.2) Cuestiones sobre hidrocarburos


Menciono, en primer lugar, las acciones vinculadas con el pago de
regalías hidrocarburíferas. Entre ellas debe tenerse en cuenta “YPF

128 “Telefónica Móviles Argentina SA c/Provincia de Misiones”, T.392.XLVII,

30-12-2011.
129 “Logística La Serenísima SA c/Provincia de Mendoza”, Fallos: 335:49 (2012).
130 “Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires c/Provincia de Buenos

Aires”, Fallos: 335:23 (2012); “Barceló c/Provincia de Buenos Aires”, B.34.XLVIII,


20-3-2012.
131 “Glaciar Pesquera SA c/Provincia de Tierra del Fuego”, G.195.XLVI, 7-12-

2010.
132 “Aceitera Martínez SA c/Provincia de Misiones”, A.911.XLVII, 4-2-2014.

349
Doctrina

SA c/Provincia de Neuquén”133, donde la actora promovió una acción


declarativa de inconstitucionalidad contra dos decretos de la demandada
que habían fijado el llamado “valor boca de pozo”, a efectos de liquidar
y pagar las regalías de hidrocarburos líquidos y de gas natural, tomando
el valor correspondiente al mercado internacional, sin considerar el
precio efectivamente facturado en el mercado interno. La Corte se
declaró competente para entender en la cuestión sosteniendo que el
planteo involucraba una típica cuestión federal134. También se refieren

Fallos: 329:4829 (2006).


133

Dice la sentencia: “...YPF [...] promueve la presente acción contra [Neuquén]


134

con el objeto de que se declare la inconstitucionalidad de los decretos provinciales


225/2006 y 226/2006 [...] Expone que en ellos se fija como ‘valor boca de pozo’ [...]
el correspondiente al mercado internacional, sin considerar el precio efectivamente
facturado en el mercado interno. Sostiene que la demandada al adoptar ese tempera-
mento avasalla competencias propias de la autoridad de aplicación de la ley 17.319,
que es la Secretaría de Energía de la Nación, e interfiere de esa manera con la política
del sector que en materia de cálculo y pago de regalías ha adoptado el Poder Ejecutivo
Nacional. La actora expone en su escrito inicial que los decretos provinciales violan
la ley federal de hidrocarburos, sus decretos reglamentarios [...] el ‘Pacto Federal de
hidrocarburos’ [...] y, en consecuencia, los arts. 11, 14, 16, 17, 28, 31, 33, 75, incs.
11, 21, 12, 18, 19 y 30; 121, 124 y concordantes de la Constitución Nacional [...] a
fin de determinar la competencia de este Tribunal [...] resulta propicio recordar que
la materia y las personas constituyen dos categorías distintas de casos cuyo conoci-
miento atribuye la Constitución Nacional a la justicia federal [...] En el primero lleva
el propósito de afirmar atribuciones del gobierno federal en las causas relacionadas
con la Constitución, tratados y leyes nacionales, así como las concernientes a almi-
rantazgo y jurisdicción marítima. En el segundo procura asegurar, esencialmente, la
imparcialidad de la decisión, la armonía nacional y las buenas relaciones con los
países extranjeros [...] Así, la competencia establecida por el art. 117 de la Constitución
Nacional procede en razón de la materia en la medida en que la pretensión se funde
exclusivamente en prescripciones constitucionales de carácter nacional, en leyes del
Congreso, o en tratados, de tal suerte que la cuestión federal sea la predominante en
la causa [...] el presupuesto necesario de la competencia federal [...] ratione materiæ
estriba en que el derecho que se pretende hacer valer esté directa e inmediatamente
fundado en un artículo de la Constitución, de la ley federal o de un tratado [...] de
manera que una causa es de las especialmente regidas por la Constitución a las que
alude el art. 2º, inc. 1º, de la ley 48, si está en juego la inteligencia de una cláusula
constitucional [...] tal como ha sido propuesta la cuestión sometida a conocimiento
de esta Corte, y teniendo en cuenta el claro interés federal que abarca el tema [...]
se declarará la competencia para entender en la causa por la vía prevista en el art.
117 de la Constitución Nacional. En efecto, en el sub lite la cuestión federal es

350
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

a regalías hidrocarburíferas los casos “Pluspetrol SA c/Provincia del


Neuquén”135, “Petróleos Sudamericanos SA c/Provincia del Neu-
quén”136, “Total Austral SA c/Provincia del Neuquén”137, “Petrolera
Entre Lomas SA c/Provincia de Neuquén”138, “Capex SA c/Provincia
del Neuquén”139, “Chevron Argentina SRL c/Provincia del Neuquén
y Estado Nacional”140 y “Total Austral SA c/Provincia de Tierra del
Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”141.
Se encuentra también entre los casos relativos a hidrocarburos la
demanda de una provincia a una empresa que explota una concesión,
por el pago de una servidumbre142.

2.3) Las cuestiones ambientales interjurisdiccionales


En las cuestiones relativas a la protección ambiental, la Corte ha
establecido una regla muy clara. Cuando el recurso natural cuya pro-

exclusiva en tanto lo medular del planteo remite necesariamente a desentrañar el


sentido y alcance del art. 124 de la Constitución Nacional, y de preceptos federales,
cuya adecuada hermenéutica resulta esencial para la solución del caso y permite apreciar
si existe la violación constitucional que se invoca [...] en ese orden de decisiones
cabe asignarle un manifiesto contenido federal a esta acción, ya que el planteo de
inconstitucionalidad sobre la base del cual se considera que han sido dictadas normas
que lo violan constituye una típica cuestión de esa especie [...] la solución indicada
se sostiene en el criterio seguido por el tribunal según el cual cuando la alegada
actividad legislativa de las autoridades provinciales invade un ámbito que podría ser
considerado propio de la Nación, la acción se encuentra entre las especialmente regidas
por la Constitución a las que alude el art. 2º, inc. 1º, de la ley 48, ya que versa sobre
el preservamiento de las órbitas de competencia entre las provincias argentinas y el
Gobierno federal [...] si a ello se une que la inconstitucionalidad de las leyes y decretos
nacionales constituye una típica cuestión federal, la competencia originaria de la Corte
para entender en la acción incoada queda confirmada”. Consids. 1º a 5º.
135 Fallos: 329:4822 (2006).
136 P.639.XLII, 31-10-2006.
137 T.407.XLII, 31-10-2006.
138 P.1718.XLII, 5-7-2007.
139 Fallos: 331:2528 (2008).
140 Fallos: 331:2910 (2008).
141 Fallos: 332:2094 (2009).
142 “Provincia del Neuquén c/Chevron San Jorge SRL”, N.74.XLIV, 10-8-2010;

“Provincia del Neuquén c/Pan American Energy LLC Sucursal Argentina”, Fallos:
333:1386 (2010).

351
Doctrina

tección se pretende es interjurisdiccional, la causa es de competencia


originaria. Por el contrario, si el recurso natural es intraprovincial, el
proceso debe tramitar en las instancias locales. Un ejemplo reciente
del primer caso es “Palazzani c/Provincia de Mendoza”143, donde se
trataba de la protección del Río Atuel, que es un curso de agua inter-
provincial.

2.4) Servicios públicos


En relación con los servicios públicos, se ha entendido que corres-
ponden a la competencia originaria:
(i) La demanda de la Provincia de Buenos Aires contra Telefónica
de Argentina SA a fin de que se la condene a efectuar, a su
costo, la remoción de cables telefónicos de su propiedad, que
interfieren con la construcción de alcantarillas en la cuenca de
un arroyo provincial144;
(ii) un amparo promovido por una cooperativa de distribución eléc-
trica local contra la Provincia de Buenos Aires y Edesur SA,
en el cual se pretendía que esta última cesara en sus actividades
de depósito y trabajos de colocación de postes de luz y extensión
de cables para redes eléctricas. La materia federal estaba dada
por el propio régimen legal de la energía eléctrica; en esta ma-
teria la Corte ha abierto su competencia originaria en el caso145;
(iii) la acción declarativa de inconstitucionalidad contra una ley de
emergencia de la Provincia de Río Negro que elimina el cargo
por reconexión o retiro de medidores y cualquier otro tipo de
multas por facturas en mora por servicios de gas146.

2.5) La preservación de la autonomía municipal


Un supuesto de “manifiesto contenido federal”, y por ende habili-

143 P.732.XLVI, 4-2-2014.


144 “Provincia de Buenos Aires c/Telefónica de Argentina SA”, Fallos: 331:1234
(2008).
145 “Cooperativa de Electricidad, Consumo, Crédito y otros Servicios Públicos de

Antonio Carboni Ltda. c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 330:542 (2007).


146 “Camuzzi Gas del Sur SA c/Provincia de Río Negro”, Fallos: 331:2178 (2008).

352
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

tante de la competencia originaria, es la preservación de la autonomía


municipal. El caso tuvo lugar en “Municipalidad de San Luis c/Pro-
vincia de San Luis”147, donde el intendente de la Ciudad de San Luis
demanda a la Provincia con el objeto de obtener la declaración de
inconstitucionalidad de una serie de leyes provinciales –y de todos los
actos dictados en su consecuencia– que a su juicio perturbaban el
proceso electoral municipal atentando contra la autonomía municipal
establecida en la Constitución Nacional. La Corte se declaró competente
en forma originaria pues “...se desprende [de la demanda] que la actora
dirige su pretensión contra una provincia y la materia del juicio tiene
un manifiesto contenido federal”148.

2.6) La distribución de la propaganda oficial


Se ha entendido que es de competencia originaria la demanda de
una emisora de radio local149 contra la provincia en la cual desarrolla
sus actividades: “con el objeto de que (i) ‘se le imponga el cese de
la arbitraria decisión’ de privar a la radiodifusora y a su audiencia de
la publicidad oficial de los actos de gobierno y de las campañas pu-
blicitarias oficiales de ese Estado, incluyéndola como proveedor a tra-
vés de sus frecuencias AM LU 33 y FM POWER 103; y se establezca
(ii) el reordenamiento de la distribución de publicidad oficial, sobre
bases transparentes, equitativas y acordes a la llegada y penetración
de cada uno de los medios de comunicación social de la provincia”150.

2.7) La candidatura a la reelección de un gobernador


en violación a la Constitución provincial
Luego de cumplir dos mandatos consecutivos como gobernador de
Santiago del Estero, el doctor Gerardo Zamora intentó presentar su
candidatura para un tercer mandato, valiéndose de que el primer período
había tenido lugar antes de la reforma de la Constitución provincial151.

147 Fallos: 330:3126 (2007).


148 Consid. 8º.
149 Radiodifusora Pampeana SA, titular de la licencia LU 33 Emisora Pampeana.
150 “Radiodifusora Pampeana SA c/Provincia de La Pampa”, Fallos: 331:2893
(2008).
151 Zamora fue gobernador en los períodos 2005-2009 y 2009-2013.

353
Doctrina

Su pretensión era manifiestamente inadmisible pues la propia Consti-


tución provincial en la Disposición Transitoria Sexta deja en claro que
“El mandato del Gobernador de la Provincia, en ejercicio al momento
de sancionarse esta reforma, deberá ser considerado como primer pe-
ríodo (referida al artículo 152)”.
Por tal motivo, la Unión Cívica Radical152 promovió en instancia
originaria de la Corte, una acción de certeza para que se declarara que
Zamora no estaba habilitado para ser candidato a gobernador para el
período 2013-2017.
Por medio de dos sentencias –una cautelar y la otra de fondo–
dictadas en octubre y noviembre de 2013, respectivamente, la Corte
fue muy clara en establecer la inconstitucionalidad del tercer mandato
pretendido por Zamora153.
Aun así, en el terreno político la situación tuvo un desenlace muy
argentino: Zamora resultó electo senador por Santiago del Estero y su
esposa, Claudia Ledesma Abdala, fue elegida gobernadora.
Al margen de esta circunstancia, en lo que aquí interesa, la sentencia
cautelar hizo lugar a la tramitación de la causa en instancia originaria.
Ciertamente esta competencia era dudosa en el caso, pues se trataba,
en definitiva, de la interpretación de normas constitucionales provin-
ciales, y la cuestión federal, bien que existente, estaba lejos de ser
exclusiva y excluyente. Sin embargo, es evidente que la premura del
caso para evitar la producción de hechos consumados, aconsejó al
tribunal intervenir y justificar su competencia.
Para ello la Corte no duda en afirmar que “la cuestión federal que
se propone aparece como exclusiva y excluyente de cualquier autoridad
provincial”154. Dice luego: “Lo que se ha puesto en tela de juicio es
la garantía republicana amparada por el artículo 5º, y lo que esa norma

152 Cabe aclarar que Gerardo Zamora es (o era) radical, pero luego de la crisis

de las retenciones agropecuarias en 2008, provocadas por el rechazo en el Congreso


de la resolución 125 del Ministerio de Economía, se alineó con el gobierno de la
Presidenta Fernández de Kirchner liderando el llamado Frente Cívico por Santiago.
153 “Unión Cívica Radical de la Provincia de Santiago del Estero c/Provincia de

Santiago del Estero”, U.58.XLIX, 22-10-2013 (sentencia cautelar) y 5-11-2013 (sen-


tencia de fondo).
154 Sentencia cautelar, consid. 2º.

354
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

ha perseguido resguardar; el goce y el ejercicio efectivo y regular de


las instituciones”155. Y remata con una frase de tal amplitud que podría
llevar cualquier caso ante la instancia originaria “...es deber del Tribunal
admitir la radicación de estas actuaciones en su instancia originaria,
pues le corresponde al Poder Judicial de la Nación buscar los caminos
que permitan garantizar la eficacia de los derechos, y evitar que éstos
sean vulnerados, como objetivo fundamental y rector a la hora de
administrar justicia y de tomar decisiones en los procesos que se so-
meten a su conocimiento, sobre todo cuando están en juego garantías
constitucionales de la índole de las invocadas. No debe verse en ello
una intromisión indebida del Poder Judicial cuando lo único que se
hace es tender a tutelar derechos, o suplir omisiones en la medida en
que dichos derechos puedan estar lesionados”156.

2.8) Otros casos


Además de los casos mencionados, también se ha declarado de
competencia originaria:
(i) El planteo de inconstitucionalidad de una resolución de la Sub-
secretaría de Actividades Pesqueras de la Provincia de Buenos
Aires, que exigía procesar en establecimientos de esta última
los pescados y mariscos frescos, capturados fuera de la línea
de las 12 millas y desembarcados en puertos bonaerenses, im-
pidiendo así trasladarlos a otras jurisdicciones donde la actora
poseía sus plantas industriales157;
(ii) la acción por medio de la cual se plantea la inconstitucionalidad
de un artículo de una Constitución provincial, por ser contrario
al principio de inamovilidad de los jueces158;
(iii) la acción de inconstitucionalidad de una ley provincial por ser
contraria a una ley federal159, o bien la acción planteada por

155 Ídem, consid. 51.


156 Ídem, consid. 6º.
157 “Antonio Barillari SA c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 329:2684 (2006).
158 “Federación Argentina de la Magistratura c/Provincia de Salta”, Fallos: 333:709

(2010).
159 “Argenova SA c/Provincia de Santa Cruz”, Fallos: 333:2367 (2010).

355
Doctrina

una provincia contra el Estado nacional por la inconstituciona-


lidad de una ley nacional160;
(iv) la acción de inconstitucionalidad de la ley 12.432 de Santa Fe,
que crea el programa de control del tabaquismo en tanto prohíbe
efectuar la publicidad y promoción de los productos del tabaco
y sus derivados destinados al consumo humano y el auspicio
de eventos deportivos y culturales, en violación a la ley nacional
23.344 y su complementaria la ley 24.044 que regula, a nivel
nacional, la publicidad de cigarrillos161;
(v) la acción declarativa de inconstitucionalidad contra una ley de
emergencia de la Provincia de Río Negro que elimina el cargo
por reconexión o retiro de medidores y cualquier otro tipo de
multas por facturas en mora por servicios de gas162;
(vi) la acción declarativa tendiente a dilucidar si el decreto nacional
815/99 asigna al Senasa la competencia exclusiva para otorgar
los registros de los productos de origen animal de tránsito federal
o interjurisdiccional, o si frente a ello también le corresponde a
la Provincia de Buenos Aires, en ejercicio del poder de policía163;
(vii) la acción dirigida contra la resolución 205/2001 de la Subse-
cretaría de Recursos Humanos y Gestión Pública del Ministerio
de Educación de la Provincia de Catamarca que, al ordenar que
los aportes se efectúen obligatoriamente a la obra social de em-
pleados públicos, genera la desafiliación compulsiva de OS-
PLAD por parte del personal docente y desconoce lo dispuesto
en los artículos 7º y 9º de la ley 24.049 y del decreto PEN
504/98 en el marco del Sistema Nacional del Seguro de Salud164.

3) Casos de materia federal que involucran cuestiones locales


Veamos ahora los casos en los cuales la Corte rechaza su inter-

“Provincia de San Luis c/Estado Nacional”, S.122.XLVII, 7-2-2012.


160

“Nobleza Piccardo SAICyF c/Provincia de Santa Fe”, Fallos: 331:108 (2008).


161
162 “Camuzzi Gas del Sur SA c/Provincia de Río Negro”, Fallos: 331:2178 (2008).
163 “Molinos Río de La Plata SA c/Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 332:66

(2009).
164 “Obra Social para la Actividad Docente (OSPLAD) c/Provincia de Catamarca”,

Fallos: 331:1262 (2008).

356
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

vención originaria por entender que la cuestión federal está acompañada


por elementos de Derecho local.

3.1) La aplicación de la Ley de Coparticipación Federal


En “Papel Misionero SAIFC c/Provincia de Misiones”165, la Corte
cambió –otra vez– el criterio sobre la naturaleza del régimen de
coparticipación federal, para decir –nuevamente– que éste posee ca-
rácter local, de modo que su interpretación es ajena a la competencia
originaria. Cabe señalar que esta doctrina había sido sostenida, con
anterioridad a la reforma constitucional, en “Transportes Automo-
tores Chevallier c/Provincia de Buenos Aires”166, pero fue modifi-
cada en “El Cóndor Empresa de Transportes c/Provincia de Buenos
Aires”167, a raíz de la reforma de 1994 que dio rango constitucional
a la coparticipación federal. No obstante, en “Papel Misionero”, la
Corte sostiene que el régimen de coparticipación federal es de De-
recho local.

3.2) La aplicación del Convenio


Multilateral de Ingresos Brutos
Del mismo modo, cuando la cuestión, a juicio de la Corte, exige
la aplicación del Convenio Multilateral de Ingresos Brutos, que es una
normativa local, ésta es ajena a la competencia originaria, pese a que
en el caso se haya planteado una típica cuestión federal.
Así ha sido resuelto recientemente en “Vicentín SAIC c/Provincia
de Córdoba”168 donde se planteó la inconstitucionalidad del artículo
174(a) de la ley provincial 6006, el cual establece que la mera compra
de productos –en el caso, agropecuarios– en Córdoba para ser vendidos
fuera de la provincia, constituye un hecho imponible del impuesto
sobre los ingresos brutos al que se denomina “Impuesto sobre la Mera
Compra”.

165 Fallos: 332:1007 (2009).


166 Fallos: 314:862 (1991).
167 Fallos: 324:4226 (2001).
168 V.461.XLVIII, 4-2-2014.

357
Doctrina

3.3) Las cuestiones ambientales intraprovinciales


Conforme la distinción mencionada más arriba169 las causas am-
bientales de protección de recursos naturales que pertenecen a una
sola provincia no son de competencia originaria.
Hay numerosos ejemplos de casos resueltos en este sentido. Menciono
entre ellos: “Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas c/Pro-
vincia de Buenos Aires”170 y “Altube c/Provincia de Buenos Aires”171,
amparos colectivos muy similares al caso “Mendoza c/Nación Argentina”,
pero que fue rechazado de la competencia originaria172. En ambos casos
se trata de causas ambientales en las cuales se pretendía la recomposición
de un río (en este caso, el Reconquista) y se demandó al Estado nacional,
a la Provincia de Buenos Aires, a los municipios ubicados en sus márgenes
y los presuntos responsables de la contaminación por el vertido de ma-
teriales tóxicos. Todo parecía indicar que, siguiendo la doctrina del caso
“Mendoza”, se haría lugar a la tramitación de este amparo en sede ori-
ginaria. Sin embargo, la Corte entendió que, no obstante estar demandado
también el Estado nacional, no hay motivo para que la causa tramite ante
la jurisdicción federal pues, a diferencia del Matanza-Riachuelo, el río
Reconquista no es un curso de agua interjurisdiccional, ya que todo su
recorrido tiene lugar dentro de la Provincia de Buenos Aires173.

169 Ver § 4.c.2.2.3).


170 Fallos: 331:699 (2008).
171 Fallos: 331:1312 (2008).
172 Fallos: 329:2316 (2006).
173 Si bien los fallos son extensos, la clave de la cuestión parece estar en los

considerandos 12 y 13 de cada uno de ellos que, en sustancia, dicen “...en el caso


no se encuentra acreditado [...] que ‘el acto, omisión o situación generada provoque
efectivamente degradación o contaminación en recursos ambientales interjurisdiccio-
nales’ (art. 7º de la ley 25.675), de modo de surtir la competencia federal perseguida
[...] cabe destacar que toda la extensión de la cuenca del río Reconquista cuya re-
composición se pretende, está ubicada en la Provincia de Buenos Aires, y que la
contaminación denunciada, atribuida a distintas causas, también encontraría su origen
en actos realizados en territorio de ese Estado provincial [...] frente a ello [...] no se
advierte razón para concluir que el caso en examen deba ser sustanciado y decidido
en la jurisdicción federal pretendida [...] Si bien la interdependencia es inherente al
ambiente [...] no debe perderse de vista la localización del factor degradante, y resulta
claro que en el sub lite dicho factor, en el caso de existir, se encuentra en el territorio
de la Provincia de Buenos Aires. Más allá de la movilidad que se le pueda atribuir

358
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

Idéntica solución fue adoptada en “Asociación Ecológica Social de


Pesca, Caza y Náutica c/Provincia de Buenos Aires”174, un caso en el
cual se reclamaba el saneamiento del río Santiago y en “Vecinos por
un Brandsen Ecológico Sociedad Civil c/Provincia de Buenos Aires”175,
un amparo promovido para evitar la instalación de un sitio de dispo-
sición final de residuos en la localidad de Coronel Brandsen. En este
caso la Corte sostuvo que “son los jueces provinciales quienes deben
intervenir en el examen del planteo efectuado frente a la eventual
instalación de un polo ambiental provincial (PAP) en el municipio de
Coronel Brandsen. Lo contrario importaría tanto como, desde el inicio
y por vía de la instancia originaria de la Corte, interferir y avasallar
facultades propias y reservadas de la provincia demandada”176. Igual
principio ha sido aplicado en “Comunidad del Pueblo Diaguita de An-
dalgalá c/Provincia de Catamarca”177.
Similar ha sido el criterio aplicado para resolver el caso “Desarrollo
de Proyectos Mineros SA c/Provincia de Mendoza”178. En él se cues-
tionaba la ley 7422 de Mendoza que –por motivos ambientales– declaró
de utilidad pública y sometió a expropiación unos terrenos objeto de
una explotación minera, los cuales quedaron abarcados en el “Área
Natural Protegida” establecida por la ley y ubicados en una zona ca-
tegorizada como Reserva Hídrica Natural y Reserva de Paisaje Pro-
tegido, sujeta a la ley 6045, que prohíbe toda actividad minera en
dicho ámbito. A juicio del Ministerio Público –criterio que en este
caso el tribunal comparte– la cuestión federal planteada queda subor-
dinada al problema ambiental en juego, que es de competencia emi-
nentemente local, lo cual excluye la instancia originaria179.

a los residuos industriales y domiciliarios, no existen elementos en autos que autoricen


a concluir que será necesario disponer que otras jurisdicciones recompongan el medio
ambiente tal como se pide [...] es sólo la Provincia de Buenos Aires quien deberá
responder y llevar a cabo los actos necesarios para lograr la recomposición del medio
ambiente que se dice afectado”.
174 Fallos: 331:1679 (2008).
175 Fallos: 331:2784 (2008).
176 Consid. 11.
177 C.284.XLVII, 17-4-2012.
178 Fallos: 330:549 (2007).
179 Dice el dictamen “...según se desprende de los términos de la demanda [...]

359
Doctrina

También se discutía la constitucionalidad de una norma ambiental


en el caso “Antonio Barillari c/Provincia de Santa Cruz”180. La actora
pretendía aquí la declaración de inconstitucionalidad de una ley local
que encuadra los restos de pescado fresco como “residuos peligrosos”,
en contra del criterio seguido en la materia por las autoridades sanitarias
y ambientales nacionales. Con similares fundamentos a los desarro-
llados en el caso anterior, la Corte rechazó su intervención originaria.
Esta línea jurisprudencial ha sido confirmada nuevamente en
“Schröder c/Provincia de Buenos Aires”181. Se trataba aquí de una de-
manda de remediación de un área de la Provincia de Buenos Aires ubi-
cada en la zona de Bahía Blanca, en la cual la Corte rechazó intervenir
en competencia originaria empleando los siguientes argumentos:
(i) El hecho de que la demandante sostenga que la causa concierne
a normas de naturaleza federal, no funda per se la competencia
originaria del tribunal en razón de la materia, pues esta juris-

la actora pretende impugnar una ley provincial por la cual se declara de utilidad
pública y sujetos a expropiación los inmuebles en donde desarrolla su proyecto minero,
cuyo objeto reside en la protección y conservación del medio ambiente de dicho
territorio [...] corresponde reconocer a las autoridades locales la facultad de aplicar
los criterios de protección ambiental que consideren conducentes para el bienestar de
la comunidad para la que gobiernan, así como valorar y juzgar si los actos que llevan
a cabo sus autoridades, en ejercicio de poderes propios, afectan el bienestar perseguido
[...] No empece a lo expuesto el hecho de que la actora invoque el respeto de cláusulas
constitucionales o normas nacionales o sostenga que la ley viola el ‘Convenio para
la Promoción y Protección de Inversiones’ suscripto con el Gobierno de Canadá, pues
ello no funda la competencia originaria de la Corte en razón de la materia, en tanto
[...] esta jurisdicción procede tan sólo cuando la acción entablada se basa ‘directa y
exclusivamente’ en prescripciones constitucionales de carácter nacional, ley del Con-
greso o tratados internacionales, de tal suerte que la cuestión federal sea la predominante
en la causa, pero no cuando [...] se incluyen temas de índole local y de competencia
de los poderes locales [...] las cuestiones federales que propone la actora no son las
predominantes en la causa, sino las vinculadas con la protección del medio ambiente
que expone en el escrito inicial al transcribir las intervenciones más representativas
de los legisladores en el debate parlamentario de la ley 7422 [...] lo cual me lleva a
concluir que deben ser las autoridades administrativas y judiciales de la Provincia de
Mendoza las encargadas de valorar si la ley local afecta dicho aspecto tan propio del
Derecho Público provincial”. El destacado en cursiva es del original.
180 Fallos: 329:5661 (2006).
181 S.759.XLVII, 1-8-2013.

360
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

dicción procede tan sólo cuando la acción entablada se basa


directa y exclusivamente en prescripciones constitucionales de
carácter nacional, leyes (federales) del Congreso o tratados, de
tal suerte que la cuestión federal sea predominante en la causa,
pero no cuando se incluyen también temas de índole local y de
competencia de los poderes locales, como son los atinentes a
la protección ambiental en la provincia afectada182;
(ii) en ese marco es preciso poner de resalto que el artículo 7º de
la Ley General del Ambiente establece que “La aplicación de
esta ley corresponde a los tribunales ordinarios según corres-
ponda por el territorio, la materia, o las personas. En los casos
que el acto, omisión o situación generada provoque efectiva-
mente degradación o contaminación en recursos ambientales
interjurisdiccionales, la competencia será federal”. Por su par-
te, en consonancia con esa disposición, el artículo 32, primera
parte, ha establecido que “La competencia judicial ambiental
será la que corresponda a las reglas ordinarias de la compe-
tencia”183, y
(iii) la protección del ambiente es responsabilidad del titular origi-
nario de la jurisdicción, que no es otro que quien ejerce la
autoridad en el entorno natural y en la acción de las personas
que inciden en ese medio. Máxime si no se advierte en el caso
un supuesto de problemas ambientales compartidos por más de
una jurisdicción184, en tanto no se encuentra acreditado, y ni
siquiera ha sido invocado, que el acto, omisión o situación ge-
nerada provoque efectivamente degradación o contaminación
en recursos ambientales interjurisdiccionales de modo de justi-
ficar la competencia federal perseguida185.

3.4) Elección y nombramiento de autoridades provinciales


También se observa una sensible reducción de la competencia ori-
ginaria en cuestiones relativas al nombramiento y elección de autori-
182 Consid. 9º.
183 Consid. 11, párrafo 3.
184 Consid. 12.
185 Consid. 14.

361
Doctrina

dades provinciales. Si bien en “Iribarren c/Provincia de Santa Fe”186


y en “Hooft c/Provincia de Buenos Aires”187, dos casos de acciones
declarativas de inconstitucionalidad de normas provinciales que obs-
taban al nombramiento de jueces en razón de la edad y de la nacio-
nalidad, respectivamente, la Corte admitió su competencia originaria,
más recientemente se presentaron dos casos similares y, sin embargo,
la solución fue diferente.
En “Díaz c/Provincia de Buenos Aires”188, la acción estaba dirigida
en contra del artículo 177 de la Constitución de Buenos Aires, el
mismo que estaba cuestionado en “Hooft”, bien que por motivos di-
ferentes189. La actora impugnaba la exigencia del tope 70 años de edad
establecido allí para acceder a la magistratura. No obstante tratarse de
una acción típica de inconstitucionalidad de una norma provincial, la
Corte rechaza su competencia originaria argumentando que se impug-
naba no sólo la constitucionalidad de una disposición local, sino tam-
bién, la interpretación de la misma efectuada por las autoridades pro-
vinciales, lo cual exigía abordar el Derecho local, cuestión ajena a la
instancia originaria190.

186Fallos: 322:1253 (1999).


187Fallos: 327:5118 (2004).
188 Fallos: 329:5814 (2006).
189 En Hooft se trataba de la nacionalidad y en Díaz de la edad, requisitos éstos

contemplados en el artículo 177 que dice: “Para ser Juez de la Suprema Corte de
Justicia, Procurador y Subprocurador General de ella, se requiere: haber nacido en
territorio argentino o ser hijo de ciudadano nativo si hubiese nacido en país extranjero,
título o diploma que acredite suficiencia en la ciencia del derecho reconocido por
autoridad, competente en la forma que determine la ley; treinta años de edad y menos
de setenta y diez a lo menos de ejercicio en la profesión de abogado o en el desempeño
de alguna magistratura. Para serlo de las Cámaras de Apelación, bastarán seis años”.
190 “...esta Corte reiteradamente ha establecido que la apertura de su jurisdicción

originaria en razón de la materia sólo procede cuando la acción entablada se basa directa
y exclusivamente en prescripciones constitucionales de carácter nacional, leyes del
Congreso o tratados, de tal suerte que la cuestión federal sea la predominante en la causa.
Por lo mismo, dicha jurisdicción será improcedente cuando se incluyan cuestiones de
índole local y de competencia de los poderes provinciales [...] por tratarse en la especie
de un cuestionamiento atinente a la elección y nombramiento de una autoridad provin-
cial, que exigirá desentrañar el alcance de una norma local, no corresponde admitir la
radicación de esta causa en la instancia pretendida [...] la impugnación de inconstitucio-
nalidad no se funda en el caso sólo en la disposición misma, sino en la interpretación que

362
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

Más estricta ha sido aún la decisión recaída en “De Narváez Steuer


c/Provincia de Buenos Aires”191, donde se cuestionaba el inciso 1º del
artículo 121 de la Constitución bonaerense. Según esta norma, para
ser elegido gobernador se requiere “haber nacido en territorio argentino
o ser hijo de ciudadano nativo, si hubiese nacido en país extranjero”.
Francisco de Narváez no reúne exactamente estas condiciones pues
ha nacido en Colombia, es argentino naturalizado y, a su vez, es hijo
de argentino naturalizado. Alegó, entonces, que la Constitución de
Buenos Aires discrimina de los cargos políticos a las personas en su
situación, violando así los artículos 16 y 37 de la Constitución Nacional
y disposiciones varias del Pacto de San José de Costa Rica y del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Al rechazar su competencia originaria el tribunal empieza diciendo:
“...esta Corte reiteradamente ha establecido que la apertura de su ju-
risdicción originaria en razón de la materia sólo procede cuando la
acción entablada se basa directa y exclusivamente en prescripciones
constitucionales de carácter nacional, leyes del Congreso o tratados,
de tal suerte que la cuestión federal sea la predominante en la causa”
(el destacado es del original)192.
Este Preámbulo parecería indicar que la causa pertenece a la ins-
tancia originaria, pues el planteo estaba fundado precisamente en la
Constitución Nacional y en tratados internacionales. Sin embargo, la
Corte193 se inhibe de intervenir argumentando que “por tratarse en la

se ha hecho de ella. En este sentido se debe señalar que la actora le atribuye al art. 117
de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, un sentido diverso al que le ha
asignado el Senado provincial, a tal punto que arguye que la exigencia que allí se
establece, en cuanto a la edad, sólo es exigible con relación a los miembros de la Suprema
Corte provincial, pero no en el caso de la selección de los integrantes de los demás
tribunales inferiores de esa jurisdicción territorial. Frente a lo expuesto, debe concluirse
que la propia interesada considera que el acto que impugna es también violatorio de las
instituciones provinciales, en la medida en que, y en todo caso, a la disposición
constitucional en la que se basa se le habría otorgado un alcance que no es el que los
convencionales constituyentes le otorgaron al momento de sancionarla. Tal circunstan-
cia también exige que se deba ir primeramente ante los estrados de la justicia provincial”.
Consids.: 4º, 6º y 8º.
191 Fallos: 330:1114 (2007).
192 Consid. 2º.
193 En disidencia votaron los jueces Fayt, Zaffaroni y Maqueda.

363
Doctrina

especie de un cuestionamiento atinente a la elección y nombramiento


de la máxima autoridad provincial, no corresponde admitir la radicación
de esta causa en la instancia pretendida [...] el problema suscitado
concierne al procedimiento jurídico-político de organización de una
provincia, es decir, a un conjunto de actos que deben nacer, desarro-
llarse y consumarse dentro del ámbito estrictamente local, sin perjuicio
de que las cuestiones federales que puedan contener este tipo de litigios,
sean revisadas, en su caso, por esta Corte por la vía prevista en el
artículo 14 de la ley 48”194.
Nuevamente me permito discrepar con la solución alcanzada. En
relación con el fundamento del primero de los casos, es obvio que
siempre existirá alguna interpretación de las normas provinciales efec-
tuada por los órganos locales. Ello es típico, por ejemplo, en las causas
impositivas donde se ha efectuado la determinación del impuesto. No
olvidemos que nuestro sistema de control constitucional no se ejerce
en abstracto sino en un caso concreto. No se enjuicia a la norma en
sí sino a su aplicación en un caso, y ello supone –incluso en las acciones
declarativas– alguna forma de interpretación o aplicación previa por
parte de la autoridad provincial.
Tampoco es convincente la argumentación desarrollada en De Nar-
váez Steuer. No caben dudas de que la preservación de la autonomía
de las provincias, como fundamento del fallo, constituye un propósito
encomiable195, pero admitamos que ese criterio lleva directamente a la
eliminación de toda acción de inconstitucionalidad de normas provin-
ciales en instancia originaria. Si bien hay casos que por su trascendencia
institucional son más sensibles que otros, y la elección del Gobernador
es uno de ellos, no lo es menos que la mayor o menor sensibilidad
política del caso no es una regla de jurisprudencia aconsejable.

3.5) La adhesión de la provincia a las normas


federales invocadas en la demanda
Una de las restricciones más inexplicables a la competencia origi-

Consids. 6º y 7º.
194

“...este Tribunal [...] jamás ha descuidado la esencial autonomía y dignidad


195

de las entidades políticas por cuya voluntad y elección se reunieron los constituyentes
argentinos”. Consid. 3º.

364
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

naria en acciones declarativas de inconstitucionalidad se da cuando la


actora sustenta su demanda en varias normas federales y la provincia
demandada ha adherido a alguna de ellas. Uno de estos casos es “Henter
Industrial y Comercial SA c/Provincia de Misiones”196, donde se im-
pugnaba la aplicación del impuesto a los ingresos brutos sobre la ex-
portación de madera en violación a varias normas nacionales, entre
ellas, el “Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el Crecimien-
to”.
Ya vimos197 que la Corte admite en instancia originaria la acción
declarativa de normas que gravan con el impuesto a los ingresos brutos
el transporte de pasajeros cuando se trata de servicios interjurisdiccio-
nales. Parecería entonces que el mismo criterio debería ser aplicado
cuando dicho impuesto grava la exportación de mercaderías, en tanto
se trata de una actividad sometida a la regulación impositiva nacional.
Sin embargo, la solución en este caso ha sido distinta, pues la
provincia demandada había adherido a una de las normas federales
invocadas por la actora. En su dictamen la Procuración General sostiene
que la actora no sólo invoca normas nacionales, sino también locales,
y menciona como ejemplo de éstas la ley 3045 por medio de la cual
la Provincia de Misiones ratificó el citado Pacto Federal. Entiende por
ello –criterio que es compartido por la Corte– que la acción no co-
rresponde a la instancia originaria198.
Creo que nos encontramos ante un criterio extraordinariamente res-
trictivo de la competencia originaria, pues el Pacto Federal para el
Empleo, la Producción y el Crecimiento, sin perjuicio de haber sido
ratificado por la legislatura de Misiones –como lo ha sido también
por otras provincias– no deja de ser una norma dictada por el Estado

196 Fallos: 329:6033 (2006).


197 Ver § 4.c.2.2.1).
198 Dice el dictamen “...a mi modo de ver, la cuestión federal no es la predominante

en la causa pues [...] la materia del pleito no resulta exclusivamente federal, en tanto
los actores efectúan un planteamiento conjunto de un asunto de naturaleza federal
con uno de orden local, ya que está directa e inmediatamente relacionado, de manera
sustancial, con la aplicación e interpretación de normas que integran el Derecho Público
provincial como lo es el ‘Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento’
que fue ratificado por la ley local 3045”. El destacado es del original.

365
Doctrina

nacional199 a la cual han adherido las provincias200. Por lo demás, lo


que en realidad debía interpretarse en el caso era dicho Pacto y no la
norma provincial de adhesión, que no constituye más que un acto
formal.
Un criterio similar fue aplicado en “Industrias Alimenticias Men-
docinas SA c/Provincia de Buenos Aires”201. Aquí se planteaba la in-
constitucionalidad del artículo 226(21) de la Ley Orgánica de Muni-
cipalidades de Buenos Aires202, en tanto que autoriza a las comunas
a percibir un “derecho de faenamiento e inspección veterinaria” por
el ingreso a su jurisdicción de los productos alimenticios con fines de
venta, así como también, de diversas ordenanzas municipales de ca-
rácter fiscal, reglamentarias de dicho artículo. Alegaba la actora la
violación a diversos artículos de la Constitución Nacional; del Convenio
Multilateral del 18 de agosto de 1977; del artículo 91 de la ley 23.548
de Coparticipación Federal de Impuestos; del Pacto Federal para el
Empleo, la Producción y el Crecimiento (ratificado por la ley local
11.463), y la ley local 13.230, de adhesión a la ley nacional 18.284
“Código Alimentario Argentino”.
El dictamen de la procuración general al cual adhiere la Corte
sostiene: “...según se desprende de los términos de la demanda las
actoras plantean en forma conjunta una cuestión federal con una de
orden local, en tanto aducen que la disposición provincial y las orde-
nanzas municipales de carácter fiscal que pretenden impugnar, con-
culcan tanto con [sic] la Constitución Nacional, como con [sic] el
‘Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento’, al
que la Provincia adhirió por ley 11.463, el cual forma parte del Derecho
Público provincial y no suscita una cuestión constitucional [...] Por lo
expuesto, entiendo que el pleito corresponde al conocimiento de los

199 Inicialmente fue aprobado por decreto 1807/93, B. O. del 2-9-93 y posterior-

mente fue prorrogado por diversas leyes.


200 Todas las provincias han adherido íntegramente al Pacto, con excepción de

Córdoba que lo hizo sólo parcialmente. El cuadro de las leyes provinciales de adhesión,
puede verse en la obra colectiva El federalismo fiscal a partir de la reforma consti-
tucional, dirigida por Félix Borgonovo, publicación de la Asociación Mutual Emplea-
dos de la DGI, Buenos Aires, 1995, p. 626.
201 Fallos: 329:4385 (2006).
202 Decreto-ley 6769/1958.

366
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

jueces locales, toda vez que su naturaleza no reviste carácter exclusi-


vamente federal, como lo requiere antigua doctrina del Tribunal para
que proceda su competencia originaria”.
Obviamente –cuando ello resulte posible– puede sortearse la apli-
cación de la regla jurisprudencial sentada en estos fallos, evitando
fundar la demanda en aquellas normas federales a las cuales la provincia
demandada ha adherido.

3.6) Los impuestos sobre el transporte intercomunal de pasajeros


Así como se admiten en instancia originaria acciones declarativas
de normas provinciales que gravan el transporte interjurisdiccional de
pasajeros203, no se admiten, en cambio, las que lo hacen sobre el trans-
porte intercomunal. Así fue decidido en “La Independencia Sociedad
Anónima de Transportes c/Provincia de Buenos Aires”204.

3.7) La demarcación de la propiedad indígena


Conforme una jurisprudencia ya consolidada sobre la base de varios
precedentes similares, las acciones de las comunidades indígenas di-
rigidas contra las provincias con el objeto de obtener la delimitación
y mensura del terreno comunitario, la expedición del título de dominio
y su inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble son ajenas
a la competencia originaria de la Corte Suprema, tanto en razón de
la materia como en razón de las personas, aun cuando además de una
provincia, haya sido demandado el Estado Nacional205.
Esta cuestión volvió a plantearse en el caso “Comunidad de San
José-Chustaj Lhokwe y Comunidad de Cuchuy c/Provincia de Salta y
Estado Nacional”206, con idéntico resultado.
En relación con el derecho aplicable, la sentencia expresa que “...en
causas sustancialmente análogas en las que distintas comunidades in-

203 Ver § 4.c.2.2.1).


204 Fallos: 329:783 (2006).
205 “Asociación de Comunidades Aborígenes Lhaka Honhat c/Provincia de Salta”,

Fallos: 328:3555 (2005); “Comunidad Indígena del Pueblo Guaraní Kufta Piru c/Pro-
vincia de Misiones”, C.4022.XLI, 21-3-2006; “Comunidad Aborigen de Tekoa Ama
y de Kapii Yutae c/Provincia de Misiones”, C.4024.XLI, 21-3-2006.
206 C.1133.XLV, 15-10-2013.

367
Doctrina

dígenas reclamaron el reconocimiento de la posesión y la propiedad


comunitaria de las tierras que ocupan ancestralmente, con la delimi-
tación correspondiente, la mensura del terreno, la expedición del título
de dominio y su inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble,
este Tribunal ha tenido oportunidad de establecer que su conocimiento
corresponde a la justicia local; pues tales planteos requieren para su
solución la interpretación y aplicación del ordenamiento jurídico pro-
vincial, sin perjuicio de que una eventual cuestión federal en los tér-
minos del artículo 75, inciso 17, de la Constitución Nacional pueda
oportunamente habilitar la instancia extraordinaria ante la Corte Su-
prema prevista en el artículo 14 de la ley 48”207.
En apoyo de esta afirmación, la Corte agrega estos argumentos:
(i) Desde la organización nacional fueron los Estados locales los
que se ocuparon, en primer término, de las cuestiones indíge-
nas;
(ii) el proceso legislativo de reconocimiento de tales derechos tuvo
su origen en las provincias que sancionaron una serie de leyes
específicas, entre ellas la ley 6373 de Salta;
(iii) la cuestión responde a los lineamientos básicos de un régimen
federal equilibrado, que no puede prescindir de las múltiples
y variadas realidades locales, con mayor razón en materia abo-
rigen, por el íntimo encuentro entre los distintos pueblos y
cada una de las tierras que habitan;
(iv) el grueso de las tierras fiscales disponibles en el país, y gran
parte de los recursos naturales, son del dominio de los Estados
provinciales;
(v) la cuestión federal planteada no es predominante o exclusiva, y
(vi) es deber de las jurisdicciones provinciales dictar normas ten-
dientes a garantizar los derechos de los pueblos indígenas re-
conocidos en la Constitución Nacional208.
En cuanto a la legitimación pasiva del Estado nacional en el
proceso la Corte dice que “...no se advierte cuáles han sido las
omisiones –por cierto genéricas– que se imputan a la Nación en

207 Consid. 3º.


208 Consids. 4º y 5º.

368
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

orden a la previsión constitucional contenida en el artículo 75, inciso


17, y, particularmente la relación que guardarían tales omisiones
con el objeto principal de la demanda, y, en todo caso, por qué
resultaría insuficiente a tal efecto el remedio establecido en el ar-
tículo 14 de la ley 48 [...] De tal manera, no aparece configurada
la exigencia de que aquél sea parte en sentido sustancial, en la
medida en que no se advierte que se le pueda atribuir una vinculación
con la cuestión que surja manifiesta de la realidad jurídica más allá
de las expresiones formales usadas por las partes”209.

3.8) Otros casos


También se ha decidido que tienen elementos locales que obstan
a la competencia originaria:
(i) La acción en la cual se plantea la presunta violación del “Pacto
Federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento”, pues
aquél forma parte del Derecho Público provincial y no suscita
una cuestión constitucional210;
(ii) la acción declarativa de inconstitucionalidad promovida por la
Fundación Argentina para el Bienestar Animal contra la ley de
la Provincia de San Luis que autoriza, dentro del territorio pro-
vincial, la organización de las competencias denominadas “riñas
de gallo”211. Según sostiene la Corte “son las autoridades pro-
vinciales las que deben examinar, en primer término, si la Pro-
vincia de San Luis se ha excedido en el ejercicio del poder de
policía al reglamentar esta práctica enraizada en costumbres de
la comunidad local y si ha traspasado el principio de razonabilidad
al dictar la norma impugnada en el marco de las atribuciones
propias según lo dispuesto por el artículo 36 de la Constitución
local” pues “el respeto del sistema federal y de las autonomías

209 Consid. 7º.


210 “Cuyoplacas SA c/Provincia de La Pampa”, Fallos: 332:998 (2009). En el
dictamen de la Procuración General, de fecha 26-8-2004, al que remite el fallo de la
Corte, se describe la naturaleza mutante que ha tenido el “Pacto Federal para el
Empleo, la Producción y el Crecimiento” en la jurisprudencia de la Corte.
211 “Fundación Argentina para el Bienestar Animal c/Provincia de San Luis”,

Fallos: 331:710 (2008).

369
Doctrina

provinciales exige que se reserve a los jueces provinciales el


conocimiento y decisión de este tipo de causas”212;
(iii) la demanda promovida por Justicia Ambiental Asociación Civil
contra la Municipalidad de Concepción del Uruguay y la pro-
vincia de Entre Ríos, a fin de obtener que cese el daño ambiental
presuntamente causado por la disposición final de la basura en
el basurero municipal de dicha ciudad, y que se recomponga el
ambiente por el daño causado, si no se encuentra acreditado,
con el grado de verosimilitud suficiente que “el acto, omisión
o situación generada provoque efectivamente degradación o con-
taminación en recursos ambientales interjurisdiccionales” (art.
7º de la ley 25.675), de modo de surtir la competencia federal213;
(iv) la acción declarativa contra la Provincia del Chubut, a fin de
que se declare la inconstitucionalidad del estatuto provincial del
docente en punto a las condiciones exigidas para ejercer la do-
cencia, pues –según la Corte– ello exige desentrañar el alcance
de las normas de Derecho Público provincial relevantes para
decidir el caso, en particular las que han sido impugnadas. Al
ser ello así, el juez tendrá que establecer el alcance de la norma
provincial atacada e interpretar y aplicar el Derecho Público
provincial, extremo éste que puede ser determinante para la de-
cisión de la controversia214;
(v) la acción entablada por un juez de Salta, designado bajo la
Constitución provincial de 1929, que planteaba la inconstitu-
cionalidad del artículo 156, tercer párrafo de la Constitución
provincial, de 1986, en tanto dispone que la inamovilidad de
los jueces cesa en el momento en que éstos pueden obtener la
jubilación. Para llegar a esta conclusión el tribunal estimó que
“varios cuestionamientos del actor remiten ineludiblemente a la
consideración de temas que pertenecen al Derecho Público local.
En efecto, sólo interpretando la Constitución provincial podría
arribarse a una conclusión sobre si le son o no aplicables al

Ver consids. 8º y 9º.


212

“Justicia Ambiental Asociación Civil c/Municipalidad de Concepción del Uru-


213

guay y otro”, Competencia Nº 919.XLIII, 26-2-2008.


214 “Lavados Bello c/Provincia del Chubut”, Fallos: 331:2777 (2008).

370
La competencia de la Corte Suprema cuando es parte una provincia

demandante las reformas constitucionales de 1986 y 1998 o si


le corresponde en razón de la fecha de su designación la apli-
cación del régimen constitucional de 1929 (arts. 150 a 159), es
decir, si existen derechos adquiridos frente a la modificación
de la norma; sólo a la luz del Derecho provincial puede el
promotor del amparo afirmar la ilegitimidad del procedimiento
que llevó a cabo el Poder Ejecutivo provincial para la elección
de magistrados provinciales”215;
(vi) la acción entablada contra el decreto 3687/2006 de la Provincia
de Buenos Aires, que aprobó el acuerdo celebrado entre la Sub-
secretaría de Gestión Tecnológica y Administrativa y el Correo
Oficial de la República Argentina SA, por medio del cual todos
los organismos de la administración pública provincial están
obligados a emplear los servicios postales de la mencionada
empresa estatal216. En este caso se rechazó la intervención ori-
ginaria de la Corte “...pues en la demanda se incluyen temas
de índole local y de competencia de los poderes locales [...]
como son los concernientes al sistema de contrataciones al que
debe ajustarse el Estado provincial de acuerdo a las normas que
rigen al respecto en el ámbito local”217;
(vii) un pleito de naturaleza electoral que se rige por el Derecho
Público local, sin perjuicio de que las elecciones provinciales
se celebren simultáneamente con las nacionales, si en el caso
no se encuentran en juego las candidaturas nacionales, sino úni-
camente las locales218;
(viii) la acción declarativa promovida por diputados provinciales elec-
tos a quienes se les negó el ingreso en la legislatura provincial219.

5. Conclusiones
Si bien la competencia originaria de la Corte Suprema en lo que
215 “Amerisse c/Provincia de Salta”, Fallos: 331:1302 (2008), ver consid. 9º.
216 “Asociación de Empresas de Correo de la República Argentina c/Provincia de
Buenos Aires”, Fallos: 331:382 (2008).
217 Ver consid. 7º.
218 “Frente Primero Jujuy c/Provincia de Jujuy”, Fallos: 332:1460 (2009).
219 “Ojeda c/Provincia de San Luis”, Fallos: 333:1710 (2010).

371
Doctrina

se refiere a las provincias no ha sido restringida únicamente a los


litigios entre provincias –como lo ha sido en los Estados Unidos– lo
cierto es que en los últimos años la reducción de la misma ha sido
sustancial.
Esta limitación ha tenido lugar en los casos suscitados en razón
de la materia y muy especialmente en las acciones civiles. La mayoría
de ellas eran causas de daños y perjuicios que han desaparecido de la
competencia originaria. El argumento empleado para ello es que en
toda causa civil es necesario examinar alguna porción del Derecho
local, lo que veda el acceso a la instancia originaria.
Obviamente, ello no le quita el carácter civil a la cuestión, pues,
si así fuera, todo el Derecho de Daños se convertiría en una materia
local sobre la cual podrían legislar libremente las provincias. No obs-
tante, la Corte se vale de ello para limitar su intervención bajo el
artículo 117 de la Constitución.
Eliminadas las acciones de daños y perjuicios de la competencia
originaria, quedan como remanente, cuantitativa e institucionalmente
importante, las acciones declarativas de inconstitucionalidad, en par-
ticular las que se refieren a las normas tributarias provinciales, que
abundan.
Estas acciones, junto con los litigios entre provincias y los que se
suscitan entre ellas y las personas que de suyo acceden a la jurisdicción
federal, constituyen el eje sobre el cual gira actualmente la competencia
originaria cuando es parte una provincia.

372

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