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MONOGRAFIA FINAL

COMPETENCIA ORIGINARIA DE LA CSJN, EN LOS ASUNTOS EN QUE


ALGUNA PROVINCIA SEA PARTE, Y LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.

Agustín Falagán, Materia: Recursos y


demandas ante la CSJN, comisión (0254),
docente: Matías Lizatovich, año 2022.

INDICE
I.- INTRODUCCION …………………………………………………………2
II.- COMPETENCIA ORIGINARIA Y EXCLUSIVA DE LA CSJN…………. 2
III.- COMPETENCIA ORIGINARIA Y EXCLUSIVA CUANDO UNA PROVINCIA
ES PARTE ………………………………………………………………………. 3
IV.- COMPETENCIA ORIGINARIA Y CIUDAD AUTONÓMA DE BUENOS
AIRES …………………………………………………………………………… 5
1.- RESEÑA HISTORICA ………………………………………………………. 6
2.- ESTATUS ACTUAL DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES ……………... 8
3.- JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE LA NACIÓN ………. 9
V.- CONCLUSIÓN ………………………………………………………………15

1
I. INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como fin realizar una breve evolución histórica acerca del
estatus jurídico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires – en adelante CABA o
Ciudad - y como esto se vio impactado en la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, en relación a la competencia originaria de esta última, cuando la
Ciudad sea parte

Para así analizar esto, se pretende realizar un recorrido acerca de los distintos
precedentes jurisprudenciales emitidos por la Corte Suprema, en aquellos casos en los
que la Ciudad de Buenos Aires haya sido parte, puntualizando sobre los fallos dictados
por este Tribunal, que hayan provocado un cambio de doctrina en la misma.

Cabe adelantar que la doctrina de la Corte Suprema no ha sido pacífica, dando lugar
a distintas controversias acerca de la naturaleza jurídica de la Ciudad, variando así
también, la facultad de la Ciudad de ser o no un sujeto aforado a la competencia
originaria y exclusiva de la Corte, situación que se vio modificada dependiendo de la
composición del tribunal.

II. COMPETENCIA ORIGINARIA Y EXCLUSIVA DE LA CSJN


El art. 117 de la Constitución Nacional, en su último párrafo, consagra la competencia
originaria y exclusiva de la CSJN en todos aquellos asuntos concernientes a
embajadores, ministros y cónsules extranjeros, como así también, todas aquellas
cuestiones en las que alguna provincia fuese parte.

Este último apartado de la norma, pareciese ser una continuación de lo establecido en


el art. 116, CN -que son aquellas materias en las que intercede la CSJN y los tribunales
inferiores-. A su vez, en el primer apartado del art. 117, CN, se dispone que, en tales
2
asuntos, la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación, según las reglas que
establezca el Congreso.

Así, el principio general es que la CSJN intervenga como consecuencia de un recurso


de apelación. La excepción, contenida en la segunda parte del art. 117, impone la
intervención originaria y exclusiva de la Corte Suprema de Justicia. De manera que,
en caso de duda, la solución consistirá en negar la competencia originaria de dicho
Tribunal. 1

Esta competencia originaria y exclusiva, implica que, la Corte, en estos casos será el
único tribunal interviniente, por lo tanto, sus decisiones no serán pasibles de apelación
ante otro órgano jurisdiccional, al menos en el ámbito interno.

III. COMPETENCIA ORIGINARIA CUANDO UNA PROVINCIA ES PARTE


El art. 24 del decreto-ley 1285/58, se encarga de reglamentar la competencia
originaria de la Corte cuando le corresponda intervenir conforme a los supuestos
taxativos consagrados en el art. 117, CN.

Con respecto a la competencia originaria cuando una provincia es parte, del ya citado
artículo, se desprende que corresponde a la competencia de la CSJN en los casos en
que una provincia sea parte con otra provincia, en los casos civiles entre una provincia
y algún vecino o vecinos de otra, entre una provincia y ciudadanos o súbditos
extranjeros y en aquellos que versen entre una provincia y un Estado extranjero.

Ahora bien, para que una provincia sea considerada parte, la misma debe cumplir con
ciertos requisitos, la Corte exige que la provincia tenga que ser parte “nominal” y
“sustancial”. Según Bidart Campos, es “parte nominal” cuando la provincia figura
expresamente como tal en el juicio, y que es “parte sustancial” cuando en el mismo

1
Badeni, Gregorio, Manual de Derecho Constitucional. - 1ª ed.- La ley, Buenos Aires, 2011, pág. 901.

3
juicio tiene un interés directo que surge manifiestamente de la realidad jurídica, más
allá de las expresiones formales que puedan utilizar las partes. 2

Por consiguiente, conforme a las estipulaciones contenidas en los arts. 116 y 117 de
la CN, y 24, inc. 1° del decreto-ley 1285/58 la competencia originaria y exclusiva de
la Corte Suprema tiene lugar en las causas en que es parte una provincia, en los
supuestos en que lo debatido en el juicio sean cuestiones de orden federal o cuando,
tratándose de causas civiles la contraparte sea argentina, con domicilio en otra
provincia, o persona extranjera. 3

La Corte Suprema, a partir de sus precedentes, ha ido limitando o ampliando su


competencia originaria, una de estas restricciones está dada por el concepto de “causa
civil”, cuestión que tampoco ha sido pacifica para la Corte, ya que esta concepción ha
variado con distintos antecedentes jurisprudenciales.

La idea de “causa civil”, define la competencia por razón de la materia cuando en el


proceso judicial concurre una provincia y vecinos de extraña provincia. 4 Este concepto
reviste basta importancia, ya que permite identificar aquellas materias que pueden ser
tratadas en la jurisdicción ordinaria.

La competencia originaria de la Corte Suprema, por razones asentadas en el sistema


federal de gobierno, excluyó desde un principio los procesos asentados temas de índole
local que resulten de incumbencia de los poderes locales. 5

En el caso “Resoagli” la corte sienta su doctrina sobre la existencia de causa civil, en


aquellos asuntos entre una provincia y ciudadano extranjero, precisando que la misma
se refiere a aquellas causas nacidas de estipulaciones o contrato.6

2
Bidart Campos, Germán J., Tratado elemental de derecho constitucional, Tomo II-B, Ediar, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, 2005, p. 698.
3
Sabsay, Daniel Alberto. Manual de Derecho Constitucional. – 1ª ed. - La ley, Buenos Aires, 2011,
pág. 693
4
BIANCHI, Alberto, “Competencia originaria de la Corte Suprema cuando es parte una provincia”, ob.
cit., p. 178 y ss
5
Silvia B. Palacio de Caeiro, Competencia originaria, provincias y CABA, la Ley, tomo 2021-A, pág. 3
6
“Resoagli, Luis c/ Provincia de Corrientes s/ cobro de pesos. CSJN, 21/07/1869, Fallos: 7: 373.

4
A partir del precedente “De Gandia, Beatriz Izabel”, el máximo tribunal se aleja de
este concepto de causa civil “riguroso”, aproximándose a un criterio más “flexible”.
Precisando que, sobre la base de esta premisa, y acreditada la distinta vecindad, o
extranjería del reclamante, procedía la competencia originaria del Tribunal.

No obstante, la Corte en el caso “Barreto”7 al momento de resolver, se aparta de la


calificación amplia de “causa civil”, que venía empleando a partir del caso “De
Gandia”. El concepto aquí utilizado es que se entiende por causa civil a todos aquellos
litigios regidos exclusivamente por normas y principios de derecho privado.

La Corte manifestó que “encuentran excluidas de la conceptualización de causa civil


en la instancia originaria, las cuestiones de daños y perjuicios que, de cualquier
manera, requieran la aplicación del derecho local, juzgamiento de actos públicos
locales, o que impliquen analizar el desempeño o la participación de personas
pertenecientes al plantel provincial en ejercicio y cumplimiento de funciones
públicas”.

IV. COMPETENCIA ORIGINARIA Y CABA


De lo expuesto hasta aquí, surge que uno de los casos en los que la Corte Suprema
interviene de manera originaria y exclusiva es cuando una provincia sea parte. Ahora
bien, corresponde preguntarse qué sucede con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Nuestro máximo Tribunal ha ido cambiando su postura en relación a los asuntos en


los que la Ciudad sea parte, en consonancia con los cambios que se han producido en
nuestro ordenamiento jurídico y como estos impactaron en la organización y
autonomía de CABA, lo que permitió que esta última sea una jurisdicción aforada a la
competencia originaría de la Corte Suprema, pese a no ser una provincia.

Pese a esto, la Corte ha tenido un criterio restrictivo acerca de las causales que
habilitan su competencia de manera originaria, limitándose a aquellos asuntos
detallados de manera taxativa por los arts. 117 de la CN, y 24 del decreto ley 1285/58.

7
“Barreto, Alberto Damián y Otra c/ Buenos Aires, Provincia de y otro s/ daños y perjuicios. CSJN,
21/03/2006, Fallos: 329: 759.

5
Desde su pronunciación en el caso “Sojo” la misma sostuvo que al tener la
competencia originaria, raigambre constitucional, es de naturaleza restrictiva e
insusceptible de ser ampliada ni restringida por normas legales.8

Así, en los autos anteriormente mencionados concluyo que “no es dado a persona o
poder alguno, ampliar o extender los casos en que la Corte Suprema ejerce jurisdicción
exclusiva y originaria por mandato imperativo de la Constitución Nacional”.

Es menester, para poder comprender esta dúctil interpretación, que se ha tenido en


relación a la Ciudad, realizar una reseña histórica de la misma, enfocándose en las
cuestiones políticas y especialmente jurídicas que han llevado al status jurídico actual
de la Ciudad, equiparándola –al menos jurídicamente- a una provincia.

1. RESEÑA HISTORICA

Desde el año 1776, con la declaración de la Ciudad de Buenos Aires como capital
del Virreinato del Rio de la Plata, esta ha sufrido grandes cambios en su estructura.

En el año 1853, con la sanción de nuestra Constitución Nacional, se dicta por ley, que
la Ciudad sea capital de la Republica, pese a la puja existente entre Unitarios y
Federales, tendiente a dilucidar qué modelo de Gobierno debía adoptarse.

Tras la secesión, la capital de la república se trasladó a Paraná. Con la celebración del


Pacto de San José de Flores, y la posterior reforma constitucional del año 1860, Buenos
Aires se reincorpora a la Nación, a su vez, entra en vigencia el actual texto del art. 3
de nuestra Constitución.

En el año 1880, tras la sanción de la ley de federalización, se produce un gran hito, es


que, a causa de esto, la Nación federaliza a la Ciudad, lo que provocó que la misma se
convierta en una entidad autárquica federal, que era gobernada por una autoridad
designada por el Gobierno de la Nación. El entonces art. 86. Inc. 3° establecía que el
presidente de la Nación era el jefe inmediato y local en la jurisdicción de la Ciudad.

8
“Sojo, Eduardo c/ Cámara de Diputados de la Nación, CSJN, 22/09/1887

6
A partir del año 1882, la Ciudad de Buenos Aires, a través de la ley 1.260, la cual
dotaba a la municipalidad de un consejo deliberante, que era el órgano legislativo, y
un departamento ejecutivo a cargo del intendente, que era designado por el presidente
de la Nación, con acuerdo del Senado.

Empero estas facultades, que se le había otorgado a la Ciudad, la misma al ser


considerada un municipio, no era estimada como una entidad autónoma, situación que
no parecía muy pertinente, teniendo en cuenta el crecimiento y desarrollo sostenido,
económico y demográfico que por entonces vivía la Capital Federal.

Esta cuestión provoco que en 1993 con la firma del “Pacto de Olivos”, que fue un
núcleo de coincidencias básicas entre las dos fuerzas políticas por entonces más
importantes del país, por un lado, se encontraba la Unión Cívica Radical, con Alfonsín
como su representante, y, por otro lado, Saúl Menem, por entonces presidente de la
Republica, como representante del Partido Justicialista. Se llegará a un acuerdo para
estipular un estatus jurídico “especial” para la Ciudad de Buenos Aires, cuestión que
se vería plasmada con la reforma constitucional del año 1994.

Entre los convencionales constituyentes se debatió de manera intensa que tipo de


tratamiento se debía dar a la Ciudad de Buenos Aires, por un lado, un sector sostenía
que la autonomía de la misma debía ser “plena”, es decir, que se debía dejar atrás el
régimen de gobierno de la Ciudad, para concederle amplias facultades tanto en su
forma de gobierno y administración, como de justicia.

Por otro lado, un sector consideraba que no era correcto equiparar a la Ciudad con el
resto de las provincias de la Republica, y que su régimen de gobierno debía limitarse
al alcance de autonomía municipal.

Finalmente, tras acalorados debates, se incorporó al texto constitucional el art. 129,


otorgándole un régimen de gobierno autónomo, ampliando considerablemente sus
facultades en comparación a su régimen anterior a la reforma constitucional bajo
análisis.

7
Se puede destacar que, esta envía senadores al Congreso de la Nación, también
conforme al art. 44, CN tiene representación en la Cámara de Diputados, cuyos
miembros son elegidos directamente por el pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Su
jefe de gobierno también es elegido directamente por el pueblo, a diferencia de lo que
ocurría anteriormente a la reforma del año 1994.

Al mismo tiempo, la Ciudad integra el régimen de coparticipación, en este caso, entre


esta y la Nación. Otro aspecto a remarcar es que la CABA, cuenta un poder ejecutivo,
a cargo del Jefe de Gobierno de la Ciudad, un poder legislativo, unicameral, que cuenta
con sesenta (60) miembros y un poder judicial, con funciones en los fueros Penal,
Contravencional y de Faltas, y en el fuero Contencioso Administrativo y Tributario.

2.2. EL ESTATUS JURIDICO ACTUAL DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES


Cabe preguntarse cuál es la naturaleza jurídica de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires tras la reforma constitucional de 1994, de lo expuesto hasta aquí, surge que la
Ciudad en varios aspectos tiene similitudes con las provincias, no obstante, también
cuenta con grandes diferencias, por lo tanto, tampoco es una provincia. Para el
desarrollo del presente trabajo, esta cuestión reviste basta importancia, para determinar
si la Ciudad es o no sujeto aforado a la competencia originaria de la Corte.

Distintos doctrinarios han esgrimido sus posturas acerca de la naturaleza jurídica de


la misma, desde ya, cuestión que no ha sido para nada pacifica en la doctrina. Así,
Según Horacio Rosatti, reviste el estatus de “ciudad constitucional federada” 9 Se trata
de una posición jurídica no asimilable con la de los municipios de provincia ni con la
de las provincias, más allá de que comparta algunas de sus características.

Para Badeni, se trata de una “ciudad autónoma”, por su parte, Bidart Campos
manifestó que la misma tiene un estatus intermedio (entre una provincia y un
municipio), entiende que este estatus implica “ser algo menos que una provincia, pero

9
Rosatti, Horacio, Tratado Derecho Constitucional, tomo II, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2011, pág.
624.

8
mucho más que lo que tenemos hoy”, y agrega que una denominación tentativa podría
ser “Estado de la Ciudad de Buenos Aires”. 10

Dalla Vía considera que al incorpora a la Ciudad, como sujeto de las relaciones del
régimen federal. Esta goza de una autonomía de grado superior a la municipal, pero
distintas de la de las provincias, en razón de la reserva de competencias del gobierno
federal en su territorio, mientras este sea el de la capital de la Nación. 11

Podemos observar así una disparidad de criterios encontrados, en donde lo único que
parece quedar claro es que la Ciudad cuenta con un régimen de gobierno autónomo.

3. JURISPRUDENCIA DE LA CSJN
La postura de la corte acerca de si la Ciudad es un sujeto aforado a su competencia
originaria ha ido variando con el tiempo, por lo tanto, su doctrina no ha sido pacífica.
En este apartado mencionaremos y desarrollaremos brevemente aquellos precedentes
esenciales, que han influido en el cambio de doctrina de la Corte.

Como hemos mencionado anteriormente, en aquellos casos en que la Ciudad sea parte,
estaremos frente a un supuesto no mencionado en el art. 117 de la Constitución, ni en
el decreto ley 1285/58 que se encarga de reglamentar el alcance de dicha competencia
originaria. Por lo tanto, ha sido la propia corte la encargada de realizar distintas
observaciones y precisar su significado acerca de esta hipótesis.

El caso “Cingunegui”12, constituyo el primer asunto en que la CSJN se manifestó


acerca sobre el estatus de la Ciudad, y si este permitía o no ser sujeto aforado a su
jurisdicción.. En el citado fallo, el actor, en calidad de ciudadano argentino y vecino
de la Capital Federal, interpuso una demanda en contra el Gobierno de la Ciudad de

10
Bidart Campos, Germán, Tratado elemental de Derecho Constitucional, tomo VI., pág.537.
11
Dalla Via, Alberto Ricardo. Manual de derecho Constitucional, 3ª ed.- Abeledo Perrot, Buenos
Aires, 2011 pág. 573.
12
CINCUNEGUI, JUAN BAUTISTA c/ GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES
s/INCONSTITUCIONALIDAD. - CSJN, 18/11/1999, Fallos: 322:2856.

9
Buenos Aires, a fin de que se declare la inconstitucionalidad de la ley N°164,
sancionada por la legislatura local de la Ciudad.

La referida norma ratificaba el decreto 474, el cual convocaba al electorado de la


ciudad a pronunciarse a través de consulta popular, sobre la constitucionalidad de una
nueva candidatura del por entonces presidente Saúl Menem, el actor argumento que
esta situación era violatoria del principio de división de poderes y de los derechos de
los partidos políticos, consagrado en el art. 38, CN, desde la reforma constitucional del
año 1994.

A su vez, soslayo que el gobierno local carecía de atribuciones para llevar a cabo dicha
consulta popular. Asimismo, consideraba que fue convocada fuera de los plazos
previstos por las normas locales.

El Máximo Tribunal, a la hora de resolver, sostuvo que no corresponde igualar a la


Ciudad de Buenos Aires, con la autonomía provincial, por otro lado, afirmo que “la
competencia originaria de la Corte es insusceptible de ampliarse, restringirse o
modificarse mediante normas legales”.

Podemos observar como la Corte Suprema, pese a la inclusión del art. 129 en nuestra
Carta Magna, mantuvo su postura de tipo “restringida”, limitándose a ejercer su
competencia originaria a los asuntos taxativamente enunciados en la normativa
pertinente. Al no revestir la Ciudad de Buenos aires, el carácter constitucional de una
provincia, la Corte entendió, que no era un sujeto aforado a su competencia originaria.

El tribunal, mantuvo lo dicho en fallos 302:63 y sus citas: 308:2356; 310:1074;


311:872 y 1200; 312:640 y 1875; 313:575 y 936; 314:94 y 240; 315:1892; 316:965.
Podemos advertir como la Corte mantiene su postura, al no estar mencionada la Ciudad
ni en el art. 117 de la Constitución Nacional, ni tampoco en el art. 24 del decreto- ley
1285/58, esta rechaza su competencia originaria, al no ser la Ciudad una provincia, no
es sujeto aforado a esa competencia de la Corte.

10
Al interpretarse que la Ciudad no posee un estatus jurídico similar al de las provincias,
aquellos conflictos entre una provincia y CABA, debían dirimirse ante los jueces del
Estado provincial que era parte.

Pese a mantener esta doctrina de manera pacífica, la propia Corte, en el año 2003 al
pronunciarse en el caso “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/ Chubut”, cambia
su criterio, para así decidir tuvo en cuenta que el conflicto no sea entre la Ciudad y un
particular -como en los precedentes anteriores- sino entre la Ciudad y una Provincia.

Sostuvo que esta situación provocaba la necesidad de dirimir el conflicto de una


manera distinta hasta ahora, argumentando que “las provincias poseen la prerrogativa
de no ser sometidas a tribunales federales inferiores”. 13

Por un lado, se vio afectada la autonomía de la Ciudad, y, por otro lado, el privilegio
de las provincias de solo ser demandadas ante la Corte Suprema, por lo tanto, para
poder llegar a una solución equilibrada, el tribunal se adhirió de manera unánime al
dictamen de la Procuración General, reconociendo así, para ese caso en concreto, la
apertura de la competencia originaria.

No obstante, este criterio aquí sentado, no se convirtió en un cambio de doctrina, ya


que la postura de la corte siguió la regla general establecida desde el caso “Cingunegui,
esto significaba que, la Ciudad no era un sujeto aforado a su competencia originaria,
empero crea una especie de excepción, para aquellos casos en que el conflicto sea entre
la Ciudad de Buenos Aires y una provincia, donde debe reconocerse la competencia
originaria por los motivos anteriormente mencionados.

Precedentemente habíamos mencionado que la posición de la Corte con respecto al


estatus de la Ciudad no había sido para nada pacifica e inmutable, es así, que, en el año
2007, en el fallo “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/ Tierra del Fuego,
Provincia de s/ cumplimiento de contrato y cobro de pesos”. 14 abandona esta especie

13
“Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/ Chubut, casa de la Provincia del s/ ejecución fiscal,
CSJN. 05/08/2003, Fallos: 326:2479”.
14
“Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Tierra del Fuego, Provincia de s/cumplimiento de
contrato y cobro de pesos. CSJN, 18/12/2007 - Fallos: 330: 5279”.

11
de “sub regla” anteriormente mencionado y vuelve a sus bases sentadas en el
precedente “Cingunegui”. Esto es que, al no tener la Ciudad el status jurídico de
provincia, estaríamos frente a un escenario no contemplado por el art. 117 de la
Constitución, y en su defecto por el art. 24, inc. 1° del decreto-ley 1285/58. Por lo
tanto, al no ser posible modificarse legalmente la competencia originaria, según lo
fallado por la CSJN, en el fallo “Sojo” la Ciudad no era un sujeto aforado a su
competencia.

Posterior al referido caso, la Corte mantuvo esta postura restrictiva, donde estima que
la Constitución establece de modo taxativo los asuntos en que esta ejercerá su
competencia originaria y exclusiva. Esta posición fue replicada en casos como
“Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos aires c/ Chaco”. “Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires c/ Misiones”. y “Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires c/ Neuquén”, entre otros.

Con la composición actual de la corte, en el año 2019, el Máximo Tribunal cambia su


postura que sostenía desde el precedente “Cincunegui”. Al momento de resolver en los
autos caratulados “Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Córdoba
Provincia de s/ ejecución fiscal”. 15

La mayoría entendió que “la Ciudad de Buenos Aires tiene aptitud semejante a la de
las provincias argentinas para ejercer plenamente la jurisdicción y, con ello para
realizar la autonomía que le fuera concedida por el art. 129 de la Constitución”.

Por otro lado, dijo que “la Ciudad Autónoma, tal como sucede con las provincias, se
ve afectada en su autonomía cuando es forzada a litigar ante tribunales de extraña
jurisdicción, y en que para no afectar la continuidad de su proceso de
institucionalización, la ciudad debe generar un autogobierno entendido como el
derecho de sancionar y aplicar sus leyes sin someterse a ninguna otra autoridad, pero

15
“Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/ Córdoba, provincia de s/ ejecución fiscal, CSJN,
2084/2017”.

12
también debe contar con la misma posibilidad que tienen las provincias de contar con
un tribunal imparcial para dirimir las controversias que pudiera tener con ellas”.

Luego, se afirmó que “el carácter estricto con el que esta Corte interpreta el art. 117
de la Constitución Nacional no debe ya postularse como un obstáculo para conceder a
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el privilegio federal de litigar en instancia
originaria”.

Otro de los argumentos fue que “la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene el mismo
puesto que las provincias en el sistema normativo que rige la jurisdicción de los
tribunales federales y, por lo tanto, el mismo derecho a la competencia originaria de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación (arts. 116, 117 y 129 de la Constitución
Nacional y art. 1°, inc. 1° de la ley 48 y art. 24, inciso 10 del decreto-ley 1285/58,
ratificado por ley 14.467)”.

Para así decidir, la Corte tuvo en cuenta el precedente “Nisman” 16


, en donde se
discutía a quien correspondía la competencia, si a la justicia federal o la competencia
criminal ordinaria de la Ciudad, ya que se trataba de un hecho que involucraba a un
funcionario federal. A la hora de deliberar manifestó que pese a que los tribunales
nacionales con asiento en la Ciudad, no son equiparables a los federales, estas
limitaciones jurisdiccionales “debían ser resueltas, para que ella pudiera contar con
una justicia local capaz de juzgar todas las causas relativas a la aplicación del derecho
común”.

La corte reexamina así el alcance de la autonomía de la Ciudad, apartándose de su


postura decidida en casos análogos, modificando su doctrina y dando lugar a que la
Ciudad sea considerado un sujeto aforado a litigar ante la competencia originaria y
exclusiva de la Corte Suprema.

Con esta nueva conclusión a la que arriba la Corte vemos que esto no implica
solamente retomar a la excepción establecida en los autos “Gobierno de la Ciudad de

16
“N.N. Y otros s/ averiguación de delito - Damnificado: Nisman, Alberto y otros. CSJN, 20/11/2016”.

13
Buenos Aires c/ Tierra del fuego”, sino que la regla general pasa a ser el
reconocimiento de la Ciudad como sujeto aforado a su competencia originaria.

No obstante, debe destacarse el voto en disidencia de la Ministra Highton de Nolasco,


quien se enrolo en la doctrina sentada hace un tiempo, por el Máximo Tribunal, postura
que podemos denominar como de corte “restringido”. Nolasco juzgo que la Ciudad al
tener un estatus distinto al de las provincias, no tiene el derecho de acceder a la
competencia originaria de la Corte Suprema, ya que la Constitución reconoce ese
derecho solo a las provincias.

A su vez sostuvo que esa diferencia entre la Ciudad y las provincias encuentra
fundamento no solo en las disposiciones que surgen de la Constitución, sino que
“también surge de la propia intención de los constituyentes, donde estima que la
finalidad de estos no era equiparar a la Ciudad como una provincia, ni que tampoco su
autonomía tenga el mismo alcance que la de aquellas”.

Recientemente, en el caso “Gobierno de la Ciudad c/ Estado Nacional s/ acción


declarativa de inconstitucionalidad”, sentencia de fecha 04/05/2021, la corte volvió a
reiterar su nueva doctrina adoptada, a partir del año 2019. El voto mayoritario del
Tribunal, se remitió al dictamen de la Procuración Fiscal.

Quien, en su dictamen, recordó la doctrina sentada por la Corte en la causa “Gobierno


de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Córdoba”. A su vez sostuvo que “toda vez
que, en el caso, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires demanda al
Estado Nacional, que tiene derecho al fuero federal según lo dispuesto por el art. 116
de la Constitución Nacional, entiendo que la única forma de conciliar ambas
prerrogativas jurisdiccionales es sustanciando la acción en esta instancia”. 17

El ministro Lorenzetti, en su voto, sostuvo que “La Ciudad Autónoma de Buenos


Aires tiene el mismo puesto que las provincias en el sistema normativo que rige la

17
“Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/ Estado Nacional (Poder Ejecutivo Nacional) s/ acción
declarativa de inconstitucionalidad, dictamen procuración general, 04/05/2021”.

14
jurisdicción de los tribunales federales y, por lo tanto, el mismo derecho a la
competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.

La ministra Highton de Nolasco nuevamente voto en disidencia, manteniendo su


postura expresada en el fallo “Córdoba”.

V. CONCLUSIÓN

Con lo expuesto a lo largo de este trabajo se ha intentado evidenciar sucintamente, la


complejidad del tópico aquí tratado, complejidad que aún persiste pese al nuevo estatus
que el constituyente le otorgo a la Ciudad de Buenos Aires con la inclusión del art. 129
de la Constitución.

Situación que tampoco ha revestido claridad para la propia corte acerca de si procede
su competencia originaria cuando la Ciudad sea parte, ya que se pueden evidenciar dos
posturas distintas posteriores a la reforma del año 1994, emplazamiento que a mi
criterio no otorga la seguridad jurídica suficiente.

Esta discrepancia sobre este asunto tan controvertido, incluso con algunas
contradicciones que se produjeron a la hora del cambio de doctrina por parte del
Tribunal, hacen preguntarse si en un futuro, con la integración de nuevos ministros,
con una mirada equivalente a la expuesta por la Corte durante mucho tiempo, y
últimamente por la Ministra Highton de Nolasco, la Ciudad puede volver a perder su
condición de ser sujeto aforado a la competencia originaria de nuestro Máximo
Tribunal.

Considero que sería conveniente, una justificación clara y precisa acerca de los
cambios de doctrina, argumentando si esto es o no beneficioso. Sería ventajoso un
consenso acerca de la racionalidad del cambio, para así mantener –en la mayor medida
posible- una postura uniforme. Vale recordar que, la Corte ha tenido facultades para
regular su propia competencia originaria. Situación que, podría provocar que los
cambios de doctrina se funden en la subjetividad de los miembros que componen el
Tribunal, dependiendo de la visión constitucional que tenga cada uno, provocando así

15
desconfianza sobre cuál es la naturaleza jurídica de la Ciudad de Buenos Aires, y como
esto impacta en aquellos asuntos en los cuales esta última sea parte.

16

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