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Participante:

Francisco Emilio Calcaño Jorge

Facilitador:
Carmen Rosa Martinez

Matrícula:
100044896

Asignatura:
Derecho intelectuales

Carrera:
Derecho

Tema:
Trabajo Final
Introducción

Según la Ley 20-00, constituye una invención cualquier idea novedosa,

creación del intelecto humano, que sea capaz de ser aplicada en la industria y

que no se encuentre en el estado actual de la técnica. La invención puede

referirse a un producto o a un procedimiento. La invención que cumpla con

estos requisitos puede ser patentada por el inventor en la ONAPI, con lo cual

se le reconoce el derecho exclusivo para explotarla durante un plazo

determinado.

La Ley 65-00 sobre Derecho de Autor protege los derechos e intereses de los

autores de cualquier trabajo intelectual de carácter creativo, tales como: (a)

libros, revistas, folletos u otros escritos; (b) conferencias, alocuciones, y

sermones; (c) obras dramáticas o dramático-musicales; (d) obras coreográficas

y pantomímicas; (e) composiciones musicales, con o sin letras; (f) obras

audiovisuales; (g) obras de dibujo, pinturas, arquitectura, escultura, grabado,

litografía y demás obras artísticas; (h) obras fotográficas; obras de arte

aplicado; ilustraciones, mapas, planos, croquis y obras plásticas relativas a la

geografía, a la topografía, a la arquitectura o a las ciencias; (i) programas de

computadoras; y (j) bases o compilaciones de datos u otros materiales.


Investigar dos sentencias emitidas por La Suprema Corte de Justicia
relativas a la violación del derecho de autor y violación a la propiedad
industrial. Analizarlas y establecer en su trabajo los hechos, y las
justificaciones emitidas por la Suprema. No pueden copiar los
considerando, van a leer y analizar en virtud de lo que establece la Ley
65-00 y 20-00.

Sentencia No. 2090

A continuación, se analizará una sentencia de casación emanada por la

Cámara Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia actuado como Corte

de Casación dicta en audiencia pública para conocer el recurso de casación

interpuesto por de los querellantes el Sr. Luis Lizardo Pichardo y Sr. Luis

Fernando Acosta Moreta contra la Compañía Dominicana de Teléfonos, C. por

A (antigua Verizon), con sus representantes legales los Lcdo. Jaime R. Ángeles

Pimentel y Zaida Lugo Lovatón.

El caso trato de una demanda por daño y perjuicio incoada por dos

ciudadanos contra una compañía telefónica dominicana. Los querellantes

alegan que la citada compañía utilizo un símbolo de sus autorías. la parte

recurrida (la compañía) alega que ese símbolo o signo distintivo fue utilizado

sumamente para actos culturales, no generando dicha utilización lucro algunos

y además el mismo fue realizado o creado por un tercero por autoría de la parte

recurrente. Siendo más específico la parte recurrida utilizo en un libro cultural e

informativo sobre “El Merengue: Música y Baile de la Republica Dominicana” un

sketch hecho a lápiz en donde aprecia la imagen de “Tavito Vásquez” tocando

en una esquina el saxofón”, la parte recurrente aduce que esa imagen es de su

autoría, debido que la misma se realizó para un CD musical del citado músico y

que la parte recurrida debía de solicitar un permiso para su utilización, ya que

esa es una creación artística dentro de las diversidad del género de las artes

plásticas.
La primera sala de la cámara civil y comercial del juzgado de primera instancia

del distrito nacional declaró de inamisible la demanda interpuesta por los

querellantes Luis Lizardo Pichardo y Luis Fernando acosta Moreta, en contra

de la entidad comercial Verizon dominicana, c. por a, condenando a los

demandantes, los señores Luis Lizardo Pichardo y Luis Fernando Acosta

Moreta, a pagar las costas del procedimiento, ordenando su distracción en

provecho de los abogados de recurrido.

Los demandantes por no estar conforme con la decisión emanada por la

primera sala de la Cámara Civil y comercial del juzgado de primera instancia

del distrito nacional recurrieron a interponer un recurso de apelación ante la

Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación del Distrito Nacional contra

la sentencia emanada en primer grado. La Cámara Civil y Comercial de la

Corte de Apelación del Distrito Nacional declaro de regular y valido, en cuanto

la forma, el recurso de apelación, pero rechazo cuanto, al fondo, condenando a

los demandantes a pagar las costas legales.

Los demandantes tuvieron que recurrir a su última instancia, a la Suprema

Corte de Justicia a interponer un recurso de casación. La Suprema Corte de

Justicia asigna al Juzgado de la Sala Civil y Comercial de la SCJ, actuando

como Corte de Casación procedió a fallar de tal manera: acogió el recurso de

apelación interpuesto contra la sentencia del primer grado, pero revoco esa

decisión y acepto en cuanto al fondo de la demanda en reparación de daños y

perjuicios. El Juzgado por la Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de

Justicia, como Corte de Casación tomo la decisión de casar la sentencia civil

emanada de la Primera Sala de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de

Apelación y envió el asunto por ante la Tercera Sala de la Cámara Civil y

Comercial de la Corte de Apelación. Condena también a la parte recurrida al

pago de las costas legales


La parte recurrente expresan que fueron violado el artículo 141 del Código de

Procedimiento Civil que dicta “ La redacción de las sentencias contendrá los

nombres de los jueces, del fiscal y de los abogados; los nombres, profesiones y

domicilio de las partes; sus conclusiones, la exposición sumaria de los puntos

de hecho y de derecho, los fundamentos y el dispositivo”, la violación del

artículo 36 de la ley 65-00, sobre derecho del autor, que dicta ”La publicación

del retrato es libre cuando se relacione con fines científicos, didácticos o

culturales en general o con hechos o acontecimientos de interés público o que

se hubieren desarrollado en público 34”, los artículos 9 y 10 de la Resolución

No. 69-97, del Congreso Nacional y el artículo 8, numeral 14 de la Constitución

Dominicana y el artículo 131 del Código de Procedimiento Civil.

Los derechos morales del autor son irrenunciables, al tenor del art. 17 de la Ley

No. 65, aun cuando haya cedido sus derechos patrimoniales. Esa disposición

fue el fundamento de una sentencia por la cual se rechazó una querella con

constitución en actor civil por supuesta violación a derechos autorales:

Considerando: Que la obra es una creación y sólo el ingenio humano es capaz

de crear ya que se trata de una actividad intelectual exclusiva de las personas

naturales por lo que cualquier titularidad de derechos en cabeza de una

persona moral ya sea de derecho público o privado tiene un carácter derivado y

no originaria y solo puede referirse a aquellos atributos de orden patrimonial no

así a los de orden moral (derechos morales) los cuales siguen perteneciendo

siempre al autor de la obra por ser perpetuos inalienables, imprescriptibles e

irrenunciables según el Artículo 17 de la indicada Ley

El art. 17 de la Ley No. 65-00 consagra el derecho perpetuo, inalienable,

imprescriptible e irrenunciable de que goza todo autor de una obra literaria o

artística para oponerse a toda deformación, mutilación u otra modificación de la

obra, cuando tales actos puedan causar o causen perjuicio a su honor o a su


reputación profesional, o la obra pierda mérito literario, académico o científico.

El autor así afectado concluye el texto podrá pedir reparación por el daño

sufrido. El art. 12 del Reglamento No. 362-01, del 17 de marzo de 2001, para la

aplicación de la Ley No. 65-00, precisa que esa facultad se denomina derecho

de integridad, y que en concordancia con el art. 6 bis del Convenio de Berna

para la protección de las obras literarias y artísticas, el autor puede ejercerlo

«incluso frente al propietario del soporte material que contiene la obra». Esto

así porque como bien consigna el art. 3 de la ley, el derecho de autor es

independiente del derecho de propiedad que se ejerce sobre el corpus

mechanicum en el que la obra se encuentra incorporada: una persona diferente

al autor podrá ser propietaria del soporte en el que se contenga la obra, pero

no necesariamente será titular derivado del derecho de autor sobre la misma;

en lo que toca a su vertiente moral, como se apuntó más arriba, esta no le

correspondería nunca, por ser inalienable e irrenunciable respecto de la

persona del creador. Siguiendo lo apuntado anteriormente, debe entenderse

que la reparación de los daños y perjuicios causados a un autor por la violación

de su derecho moral de integridad ante la deformación, mutilación o cualquier

otra forma de modificación de su creación por parte del propietario del soporte

que la contiene está sujeta, como se lee en el citado art. 17, a la constatación

de que tales actos «puedan causar o causen perjuicio a su honor o a su

reputación profesional, o la obra pierda mérito literario, académico o científico»;

esto es, solo una vez probada la afectación de la persona del autor o de la obra

per se, la transgresión a su derecho será resarcida. El derecho de autor se

impondría así al derecho de propiedad. La prueba de tales condicionantes y el

conflicto entre ambos derechos constitucionales fue la piedra de toque de un

atrayente proceso civil que culminó con una iluminadora sentencia de la Sala

Civil de la Suprema Corte de Justicia.


La SCJ acogió en cuanto al fondo el recurso de apelación de la parte

recurrente contra a sentencia de primer grado, revocando la decisión, pero

avoco el conocimiento de fondo de la demanda en reparación de daños y

perjuicios.

El resultado emanado por la Suprema Corte de Justicia fue casar la sentencia

del fallo del primer grado por la Primera Sala de la Cámara Civil y Comercial de

la Corte deApelación y envía el caso o asunto ante la Tercera Sala de la

Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación. También condena a la

parte recurrida al pago de las costas del procedimiento y ordena su distracción

el provecho de los abogados de la parte recurrente.

Sentencia TC/0334/14

La propiedad intelectual es la principal excepción a la libertad de comercio y

competencia, según la naturaleza de dicho derecho. , otorga a su propietario

derechos exclusivos sobre su objeto.

Hay que reconocer que los titulares de derechos están protegidos por la ley.

65-00 no solo es artista, sino también propietario de un activo intangible que

genera ingresos según el propietario de un negocio independiente.

Desde 1854, la protección de la propiedad intelectual tiene un rango jurídico

constitucional propio siguiendo el de España. La segunda excepción es cuando

no se mantiene el monopolio estatal sobre los "intereses", los derechos de

propiedad intelectual están exentos. En cuanto a la hermenéutica histórica, la

protección de los autores de obras literarias y artísticas es un monopolio

temporal, como señaló la Corte Suprema, la más clara y clara excepción a esta

norma constitucional.
El privilegio de los titulares de derechos también es una importante excepción

a la libertad artística negativa. 50 porque tiene una función sociocultural

dependiente de la protección personal en beneficio de su titular. Este privilegio

es bueno para la inversión y la originalidad, ya que estas obras eventualmente

se convertirán en patrimonio colectivo intangible. El desarrollo del país no sólo

está relacionado con la producción de bienes y servicios. La cultura es parte

del crecimiento humano. Para asegurar esto, el sistema de derechos de autor

le otorga a él y a sus descendientes beneficios económicos exclusivos por un

cierto período de tiempo. Esto significa que el sistema de excepciones tiene en

cuenta que las personas naturales y jurídicas que son autores de obras

también son titulares de derechos de libre empresa.

Son bienes intangibles creados por el ingenio humano que están

especialmente protegidos por su especial importancia económica. La

protección legal de la propiedad intelectual es esencial para garantizar una

remuneración adecuada por el uso de las obras y brindar oportunidades para

un retorno satisfactorio de la inversión.

El TC demandante afirmó que la Ley núm. 71 y 72 Los artículos 71 y 72 son la

interpretación correcta. 65-00, sobre derechos de autor, a favor de un

monopolio que afecte el mercado de empresas comerciales dedicadas a la

venta y alquiler de películas. Argumentó que el hecho de que la obra

cinematográfica haya sido obtenida en el país de origen e importada a ese país

no constituye un uso ilícito. Afirmó que esto se hizo a través de las respectivas

autoridades aduaneras en presencia de las autoridades de ambos países; la

prohibición legal de las importaciones paralelas creó así un monopolio a favor

de sus representantes autorizados.


Conclusión

La propiedad intelectual es un instrumento muy importante, ya que en sentido

amplio, reconoce un derecho particular a los autores, creadores, inventores u

otros titulares de derecho sobre las obras derivadas del intelecto humano, lo

cual puede contribuir para incentivar e incrementar el conocimiento, la creación

y la innovación. Sin embargo, es bueno señalar, que la propiedad intelectual no

es un fin en sí mismo pero su correcta utilización, por parte de los Gobiernos,

centros de investigación y desarrollo, universidades, empresarios,

investigadores, creadores, ingenieros y otros usuarios, puede generar efectos

que favorezcan a la sociedad y coadyuvar al logro de los objetivos económicos,

de competitividad, innovación y desarrollo trazados por el Gobierno.

Por su naturaleza, la propiedad intelectual comprende la protección de bienes

y servicios producto de la creación del intelecto humano, y se otorga a través

de los derechos de autor, obras literarias y artísticas y la propiedad industrial

que incluye las patentes, las marcas y demás signos distintivos. Los Derechos

de Obtentor, son otra forma de propiedad intelectual, y protegen las variedades

vegetales.
Referencias

 Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI)


 Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA)
 Ley No. 65-00 sobre Derecho de Autor
 Ley No. 20-00 sobre Propiedad Industrial

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