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DIPLOMADO DERECHO CONSTITUCIONAL

VERSIÓN V

“GARANTÍAS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES APLICABLES EN MATERIA PENAL”

TRABAJO DE MONOGRAFÍA PARA OPTAR AL


CERTIFICADO DEL DIPLOMADO EN DERECHO
CONSTITUCIONAL

POSTULANTE: ELIZABETH COLQUE HUANACO


TUTOR: MGR. SERGIO ROJAS BARRIENTOS
FECHA: 08 DE ABRIL DE 2023

Cochabamba – Bolivia
2023
AGRADECIMIENTO:

Inicialmente agradezco a Dios por cuidarme, protegerme y guiarme, por darme la


oportunidad de continuar con mis estudios y seguir superándome; a toda mi familia por
todas sus buenas vibras y ánimos.
Finalmente, a mi tutor por enseñarme y guiarme paso a paso sobre el desarrollo del
presente trabajo.
DEDICATORIA:

A mi familia por toda su ayuda y colaboración e incentivarme para seguir formando mi


profesión de más conocimiento, Dios me los cuide y proteja.
Cochabamba-Bolivia 08 de abril de 2023.

Declaración de originalidad
Yo Elizabeth Colque Huanaco, con cédula de identidad No. 7926325 Cbba., declaro
que el trabajo final del DIPLOMADO DERECHO CONSTITUCIONAL VERSION V es
un trabajo original y carece de cualquier tipo de plagio en cualquiera de sus formas.

Entiendo y acepto, que en caso de encontrarse o evidenciarse elementos que vulneren los
Derechos de Autor y/o propiedad intelectual en el trabajo académico presentado
(Monografía), seré sujeto a las sanciones administrativas-académicas derivadas de dicha
acción u omisión, incluyendo el retiro del certificado y/o títulos respectivos.

“GARANTÍAS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES APLICABLES EN


MATERIA PENAL”

…………………………………………………………………..

Firma
ELIZABETH COLQUE HUANACO
FICHA RESUMEN
CURSO: DIPLOMADO DERECHO CONSTITUCIONAL V VERSIÓN
FACULTAD: CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
AUTOR: ELIZABETH COLQUE HUANACO
TUTOR: MGR. SERGIO ROJAS BARRIENTOS
TITULO: GARANTÍAS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES APLICABLES
EN MATERIA PENAL
RESUMEN: El propósito de esta investigación fue identificar garantías y principios
constitucionales en materia penal. Para cumplir este objetivo, se ejecutó una revisión de
literatura, cuyo propósito fue seleccionar todos los documentos académicos fidedignos
que aborden la forma como elemento de validez entre ellos la Constitución Política del
Estado, Código de Procedimiento Penal, jurisprudencias constitucionales y del Tribunal
Supremo de Justicia y otros. Como resultado de la revisión de literatura de los
documentos seleccionados, se desarrolló en los capítulos I, II y III cada uno de
principios y garantías constitucionales aplicables en materia penal, que buscan que la
administración de justicia sea efectiva y exista un debido proceso.

PALABRAS CLAVES: Principio, garantías, derecho, Ley, proceso, procedimiento,


Constitución Política, debido proceso, justicia, proceso penal, acusado, víctima,
jurisprudencia, Sentencia.
AÑO: 2023
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 1
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ...................................................................... 1
3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ........................................................................... 2
4. OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN ............................................................................ 2
4.1 OBJETIVO GENERAL ........................................................................................... 2
4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ................................................................................... 2
5. JUSTIFICACIÓN .......................................................................................................... 2
6. DISEÑO METODOLÓGICO ........................................................................................ 3
7. INSTRUMENTOS ......................................................................................................... 3
7.1 FICHAS BIBLIOGRÁFICAS TEXTUALES ......................................................... 3
CAPITULO I – PRINCIPIOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES ....................... 3
1.1 PRINCIPIO: ............................................................................................................. 4
1.2 PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES ................................................................... 5
1.3 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES .................................................................. 5
CAPITULO II – PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES APLICABLES EN MATERIA
PENAL ............................................................................................................................... 6
2.1 EL DEBIDO PROCESO.......................................................................................... 6
2.2 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA ........................................................................... 7
2.3 DERECHO A LA DEFENSA ................................................................................. 8
2.4 PRINCIPIO DE LEGALIDAD ................................................................................ 9
2.5 PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LA LEY ..................................................... 10
2.6 PRINCIPIO DE CELERIDAD .............................................................................. 11
2.7 PRINCIPIO DE NO DECLARAR CONTRA SÍ MISMO .................................... 12
2.8 PRINCIPIO DE JUEZ NATURAL ....................................................................... 13
2.9 PRINCIPIO DE NON BIS IN IDEN ..................................................................... 14
2.10 PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD PENAL .............................................. 15
2.11 PRINCIPIO DE GRATUIDAD ........................................................................... 16
2.12 PRINCIPIO DE PUBLICIDAD Y TRANSPARENCIA ..................................... 18
2.13 PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN .......................................................................... 19
2.14 PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN ........................................................................ 20
CAPITULO III – GARANTÍAS CONSTITUCIONALES EN EL PROCESO PENAL 20
3.1 PRINCIPIO ACUSATORIO ................................................................................. 21
3.2 EL DEBIDO PROCESO ........................................................................................ 22
3.3 NINGUNA CONDENA SIN JUICIO PREVIO Y PROCESO LEGAL ............... 22
3.4 PRINCIPIO DE JUEZ NATURAL ....................................................................... 23
3.5 PERSECUCIÓN PENAL ÚNICA – NON BIS IN IDEM – COSA JUZGADA .. 24
3.6 CALIDAD Y DERECHOS DEL IMPUTADO ..................................................... 25
3.7 DEFENSA MATERIAL ........................................................................................ 26
3.8 DEFENSA TÉCNICA ........................................................................................... 27
3.9 DERECHO A TENER UN INTERPRETE ........................................................... 28
3.10 GARANTÍA DE LA VICTIMA .......................................................................... 28
3.11 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA ....................................................................... 30
3.12 PRINCIPIO DE FAVORABILIDAD .................................................................. 30
3.13 PRINCIPIO DE IGUALDAD .............................................................................. 31
3.14 LEGALIDAD DE LA PRUEBA ......................................................................... 32
3.15 LIBERTAD PROBATORIA ............................................................................... 33
CAPITULO IV - CONCLUSIÓN .................................................................................... 34
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ............................................................................. 36
1. INTRODUCCIÓN

Las garantías y principios constitucionales aplicables en materia penal, son fundamentos,


indicadores, mecanismos e instrumentos que tiene la finalidad de que un proceso penal se
lleve a cabo en el marco de la legalidad, donde se respeten todos los derechos de los sujetos
procesales que afrontan un proceso en calidad de acusado o víctima.

Al margen de ello, inicialmente en el capítulo II se desarrollarán definiciones sobre las


garantías y los principios de forma general, esto con el objetivo de tener una idea clara en
que consiste cada uno y qué forma se debe interpretar.

Posteriormente, tomando en cuenta la Constitución Política del Estado, jurisprudencias


constitucionales, Autos Supremos emitidos por el Tribunal Supremo de Justicia, doctrinas
señaladas por diferentes autores, además del Código de Procedimiento Penal en los
Capítulos II y III se desarrollara cada uno de los principios y garantías constitucionales
aplicables en materia penal como ser el debido proceso, presunción de inocencia, derecho
a la defensa, legalidad, igualdad ante la ley, celeridad, no declarar contra sí mismo,
principio de juez natural, non bis in iden, irretroactividad penal, gratuidad, publicidad,
transparencia, preclusión, inmediación y otros que se desarrollaran de forma oportuna,
que tienen el objetivo de encaminar el proceso penal de forma efectiva, sin ningún tipo de
dilaciones indebidas o demoras innecesarias, además que el cumplimiento de todos los
principios y garantías constitucionales ayudan a la misma autoridad jurisdiccional
administrar justicia y asumir una correcta determinación de los procesos.

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El desconocimiento de los principios y garantías constitucionales de los sujetos que se


encuentran afrontando un proceso penal, genera la vulneración de los derechos al debido
proceso, justicia pronta y oportuna y otros, situación que impide que los acusados puedan
asumir defensa en el marco de la legalidad con garantías y principios constitucionales
establecidos en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, así como el
Código Procedimiento Penal.

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3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿Cuáles son las garantías y principios constitucionales aplicables en materia penal, desde
la perspectiva de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el Código
de Procedimiento Penal boliviano?

4. OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN

4.1 OBJETIVO GENERAL

Determinar cuáles son las garantías y principios constitucionales que se encuentran


debidamente establecidos en el Código de Procedimiento Penal Boliviano y si las mismas
se encuentran plenamente consagradas en la Constitución Política del Estado, con la
finalidad de conocer y hacer prevalecer frente a cualquier tipo o intento de vulneración de
tales garantías y principios en el ejercicio libre de nuestra profesión.

4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Identificar las posturas doctrinales sobre las garantías y principios constitucionales


aplicables en materia penal y describir las convergencias y divergencias.
• Desarrollar las garantías y principios Constitucionales en materia penal, señaladas
en el Constitución Política del Estado de Bolivia y Código de Procedimiento Penal.
• Aplicar la jurisprudencia constitucional, al momento de desarrollar las garantías y
principios constitucionales aplicables en el procedimiento de materia penal.

5. JUSTIFICACIÓN

Es muy importante desarrollar las garantías y principios constitucionales aplicables en


materia penal, ya que los mismos buscan que la administración de justicia en nuestro país
se rija mediante un debido proceso donde exista la correcta aplicación de nuestras
normativas en este caso del Código Penal, Procedimiento Penal y por sobre todo se respete
nuestra Constitución Política del Estado que es la normativa suprema que se rige tanto
para gobernados y gobernantes, el deber primordial de todos es hacer prevalecer el mismo.

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Por otra parte, tales garantías y los principios buscan que en el proceso penal se desarrolle
en el marco del respeto de los derechos consagrados para cada persona en la Constitución
Política del Estado, por consiguiente, al vulnerar los mismos se estaría incurriendo en una
falta de respeto a la Ley Suprema como es la Constitución Política del Estado.

6. DISEÑO METODOLÓGICO

En este apartado se describe el procedimiento empleado para ejecutar una revisión de


literatura.

El propósito de la revisión de literatura fue identificar todos los documentos académicos


fidedignos que cumplan con alguno de los siguientes criterios de selección:

• Las garantías y principios constitucionales según el Código de Procedimiento


Penal boliviano.
• Las garantías y principios constitucionales en materia penal.
• Desarrollo de las garantías y principios constitucionales penales, desarrolladas
mediante jurisprudencias constitucionales.

En el presente caso, se excluyeron de la selección aquellos documentos que no acreditaron


ser fidedignos ya que no fueron respaldados mediante proceso editorial.

7. INSTRUMENTOS

Los instrumentos de recolección de información son fichas bibliográficas.

7.1 FICHAS BIBLIOGRÁFICAS TEXTUALES

Las fichas bibliográficas textuales se utilizarán para extraer de las fuentes jurídicas y
doctrinales las citas necesarias para el procesamiento de información teórica.

CAPITULO I – PRINCIPIOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES

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Con la finalidad de establecer cuáles son las garantías y principios constitucionales
aplicables en materia penal, inicialmente corresponde hacer hincapié en cada uno de los
mismos, desarrollando su concepto o definición para finalmente determinar cuáles son los
mismos.

1.1 PRINCIPIO:

Villarroel Ferrer & Villarroel Montaño (2012), definen “El vocablo principio viene del
latín “principium” que significa: Primer instante de la existencia de una cosa, es sinónimo
de origen, es la base fundamento sobre la cual se apoya una cosa, de regla, apertura,
encabezamiento” (p. 139)

Por su parte, el profesor Machado (2013), expresa que técnicamente no debería llamarse
principio, sino fundamento, ya que un principio solo existe en las ciencias exactas (Lógica,
Matemática), en ciencias sociales, como el Derecho, existe el fundamento, pero por el
amplio uso doctrinario, aun se debe utilizar: principio, y define al principio como: una
aspiración, es una guía, un indicador, es la orientación central de un sistema. Asimismo,
expresa que un principio cumple la función de: Dirección, porque guía a los órganos
públicos en la elaboración de la legislación; interpretación, porque constituyen un firme
asidero en la interpretación de las normas; integración, porque permite suplir las
insuficiencias de las normas escritas.

Algunos de estos principios se plasman en la ley o en la Constitución dando origen a las


Garantías constitucionales que pueden ser: Individuales, sociales y estatales. Pero otros
principios se quedan tan sólo como eso: principios, esperando convertirse en garantías.

De la misma forma de manera clara y concisa expresa que un principio es el fundamento,


es la base de una garantía, pero no es una garantía, finalmente define que los principios
son aspiraciones de un Derecho moderno en espera de ser plasmadas en las leyes, una vez
plasmados en la ley se convierten en garantías y estas son obligatorias para el legislador
y el juez garantizan los derechos del imputado y la víctima.

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De cuyo razonamiento de puede extraer que un principio es una guía, indicador,
fundamento sobre el cual se rige una ley, norma o regla, y una garantía es un mecanismo
que es de cumplimiento obligatorio, ya que se encuentran plenamente identificados en la
ley.

1.2 PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES

Los Principios Constitucionales, según Quisbert (2006) son “reglas básicas que guían el
funcionamiento coherente y equilibrado de la estructura de una Constitución de un Estado,
y estas sirven para garantizar la vigencia, estabilidad y el respeto a la Constitución Política
del Estado” (p. 28), ya que al no existir tales principios constitucionales no existiría una
organización correcta en nuestra Constitución Política del Estado o cualquier otra Ley, ya
que como hace referencia el señalado autor los principios constitucionales buscan que
exista un funcionamiento coherente y equilibrado, además de estabilidad.

1.3 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES

El Dr. Julio Veizaga Ovando (2019) en su libro Derecho Constitucional y Derechos


Humanos define a la garantía constitucional como: “Instrumento eficaz que tiene por
finalidad asegurar el respeto y plena vigencia de los derechos humanos”. Asimismo,
expresa que: “Las Garantías Constitucionales fueron instituidas por el constituyente, como
mecanismos institucionales para la tutela de derechos y libertades públicas, cuando estos
fueren vulnerados por el poder público o las personas particulares” (pp. 50-51)

A su vez, Jorge Pareja Paz Soldán citado por el Dr. Daza Ondarza (1973), señala que:
“Las garantías son las seguridades establecidas para lograr el goce efectivo y el ejercicio
cabal de los derechos y medios puestos a disposición de los ciudadanos para hacerlos
respetar” (p. 100)

De los fundamentos efectuados por los diferentes autores, se puede señalar que las
garantías constitucionales son mecanismos, instrumentos y/o fundamentos que tienen la

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finalidad de hacer prevalecer los derechos de todas las personas que están consagrados en
nuestra Constitución Política del Estado.

Por otra parte, el Dr. José Antonio Rivera Santivañez (2012) en su libro Temas de Derecho
Constitucional expresa, que:

Las garantías constitucionales pueden ser clasificadas en dos categorías: a) las


garantías normativas; que son entendidas como aquellas normas
constitucionales que, expresando los valores y principios fundamentales,
establecen obligaciones negativas, es decir, prohibiciones para las autoridades,
funcionarios públicos o particulares para que no asuman actos, decisiones o emitan
resoluciones que restrinjan o supriman derechos fundamentales y, en su caso,
constituyen obligaciones positivas, es decir, la adopción de políticas y acciones
orientadas a hacer efectivo el ejercicio de un derecho fundamental; b) Las
garantías jurisdiccionales; entendidas como aquellas vías o procedimientos
jurisdiccionales, conocidos como recursos extraordinarios, que tienen la finalidad
de poner un remedio jurídico a un acto ilegal o arbitrario que restrinja o suprima
derechos fundamentales, restableciéndolos de forma inmediata y oportuna (p. 132)

Ahora bien, ya teniendo definido de manera concreta y especifica la definición de los


principios y las garantías constitucionales, consiguiente se procederá al desarrollo de los
principios constitucionales aplicables el sistema penal de nuestro país, que también están
debidamente identificados por Constitución Política del Estado y el Código de
Procedimiento Penal, por lo que a continuación desarrollare y definirá dichos principios.

CAPITULO II – PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES APLICABLES EN


MATERIA PENAL

2.1 EL DEBIDO PROCESO

Este principio según el Auto Supremo Nº 62 de 04 de abril (2012), es un principio legal


por el cual toda persona tiene derecho a ciertas garantías mínimas, tendientes a asegurar

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un resultado justo y equitativo dentro del proceso, tener oportunidad de ser oído y hacer
valer sus pretensiones legítimas frente al juez o tribunal, quienes deben observar los
derechos fundamentales de las partes, principios y reglas esenciales exigibles dentro del
proceso como instrumento de tutela de los derechos subjetivos; la Constitución Política
del Estado, reconoce y garantiza la aplicación del debido proceso al constituirse en
fundamento esencial del Estado Plurinacional, que tiene entre sus fines y funciones
esenciales garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes
reconocidos y consagrados, en nuestra economía jurídica.

Este principio procura tanto el bien de las personas, como de la sociedad en su conjunto:
Las personas tienen interés en defender adecuadamente sus pretensiones dentro del
proceso y la sociedad tiene interés en que el proceso sea llevado de la manera más
adecuada posible, para satisfacer las pretensiones de justicia que permitan mantener el
orden social. Por su parte, nuestra Constitución Política del Estado en sus Arts. 115
parágrafo I y 117 parágrafo I, garantiza el derecho al debido proceso, disponiendo que
ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un
debido proceso. Al respecto, el Dr. Florián Zapata Chávez (2018) expresa:

Es un derecho fundamental constitucionalizado por los Arts. 115, 116, 117 y 180-
I en el entendimiento de hacer del proceso penal un conjunto de actos debidamente
ceñidos a las normas procesales y por ende se convierta en un instrumento que
garantice a las partes el ejercicio efectivo, oportuno y adecuado de sus derechos y
deberes judiciales, sin obstáculos ilegales de ninguna naturaleza (p. 108).

2.2 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

Respecto a este principio aplicable en materia penal, el Auto Supremo Nº 89 de 28 de


marzo (2013) entre lo más relevante hace referencia que, es un principio jurídico penal
que establece la inocencia de la persona como regla, solamente a través de un proceso o
juicio en el que se demuestre la culpabilidad de la persona, podrá el Estado aplicarle una
pena o sanción, señalando además que este una triple dimensión: principio, derecho y
garantía.

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Principio, porque está dirigido a conservar el estado de inocencia de la persona
durante todo el trámite procesal, ello supone que se convierte en una directriz de
la administración de justicia que debe ser observada por todas las autoridades y
servidores públicos encargados de ejercitar la potestad punitiva del Estado, tanto
en el ámbito punitivo como en todo el sistema administrativo sancionador.
Derecho, porque es predicable respecto de todas las personas, vincula a todos los
órganos de poder y se encuentra reconocido como un derecho humano por los
instrumentos internacionales como el Pacto de San José de Costa Rica (artículo.
8.2) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 14.2), la
Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 11.1), la Declaración
Americana de Derechos y Deberes del Hombre (artículo 26) como en los
Instrumentos Internacionales se encuentra reconocido como un derecho humano.
Garantía, de carácter normativo constitucional, que se constituye en un
mecanismo protector dentro de los procesos judiciales o administrativos a través
del cual se proscribe la presunción de culpabilidad (A.S. 89/2013 de 28 de marzo,
2013).

De lo citado, se puede extraer que ninguna persona puede ser considerado culpable
mientras una sentencia condenatoria ejecutoriada no lo declare como tal, ya que de lo
contrario se está incurriendo en la vulneración de este principio, derecho y garantía que se
encuentra debidamente establecido en el Art. 116 de nuestra Constitución Política del
Estado.

2.3 DERECHO A LA DEFENSA

Consiste en que todos los ciudadanos tienen el derecho a defenderse de toda acusación
que contra ellos se formule desde el primer momento hasta la conclusión del
procedimiento y ser oída por una autoridad jurisdiccional competente, independiente e
imparcial, además que ninguna persona puede ser juzgada por comisiones especiales ni
sometida a otras autoridades jurisdiccionales que las establecidas con anterioridad al
hecho de la causa, es decir antes de iniciarse el proceso o inclusive antes de cometido los

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hechos la autoridad tienen que estar plenamente determinado, al respecto Binder señala
que:

El imputado también tiene el derecho -amplio, en principio- a la elección de su


defensor. Se trata de un asistente de confianza y, por tanto, el imputado debe tener
la mayor libertad posible para elegirlo. Es él quien debe controlar la calidad del
defensor y quien debe admitirlo o no.” (p. 160)

De similar forma, nuestra norma Constitución Política del Estado en sus Arts. 115
parágrafo II y 119 parágrafo II, garantiza el derecho a la defensa y dispone que el Estado
proporcionara a las personas denunciadas o imputadas una defensora o un defensor
gratuito, en los casos que este no cuente con los recursos económicos necesarios.

Por otra parte, los Tratados y Convenios Internacionales de Derechos Humanos ratificados
por el Estado boliviano, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(1976), en su Art. 14.3 señala que: “Durante el proceso, toda persona acusada de un delito
tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: d) A hallarse
presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por un defensor de su
elección…”

De igual forma, la Convención Americana sobre Derecho Humanos de Pacto de San José
(1969), en su Art. 8.2 expresa que: “Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en
plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: d) derecho del inculpado de defenderse
personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y
privadamente con su defensor”.

2.4 PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Este principio también es un principio limitador del Ius Puniendi y consiste en que todas
las personas tanto gobernados como gobernantes estamos sometidos a la ley, ninguna
persona puede ser juzgada si la conducta no está descrita en la norma penal, la autoridad
jurisdiccional, es decir el Juez solo debe aplicar las penas descritas por el legislador para

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cada delito lo que implica que no puede sustituir por otra pena prevista ni muchos crear
penas o sanciones.

Asimismo, este principio implica que nadie puede ser castigado si no es en virtud a un
juicio formal ante autoridades jurisdiccionales competentes, imparciales e independientes
en que se respeten los principios, derechos y garantías constitucionales, sin importar la
gravedad del delito. A su vez la Convención Americana de Derechos Humanos (1969) en
su Art. 9 enuncia:

Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de


cometerse no fueren delictivos según el Derecho aplicable. Tampoco se puede
imponer pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición de una
pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello.

2.5 PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LA LEY

Este principio significa que todas las personas (hombres y mujeres) somos iguales ante la
ley, sin distinción alguna, sin tomar en cuenta privilegios especiales en función de raza,
sexo, títulos de nobleza, envestidura pública, etc.

Asimismo, los parágrafos I y II del Artículo 14 de la Constitución Política del Estado,


determinan que todo ser humano goza de los derechos reconocidos por la Constitución,
sin distinción alguna y prohíbe y sanciona toda forma de discriminación que tenga por
objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en
condiciones de igualdad, de los derechos de las personas.

De igual manera el Art. 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece


que: “todas las personas son iguales ante la Ley y tienen, sin distinción alguna, derecho a
ser protegidas contra toda forma de discriminación”. A su vez en ámbito procesal el Art.
119 – I de nuestra Constitución Política del Estado determina que las partes en un
determinado conflicto gozaran de igualdad de oportunidades para ejercer durante el

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proceso las facultades y derechos que les asistan, es decir tienen esa facultad de
defenderse, presentar sus alegatos, ofrecer pruebas, impugnar, ejercer cuanta actividad sea
permitida por el ordenamiento jurídico.

2.6 PRINCIPIO DE CELERIDAD

El principio de celeridad implica que el proceso procure la efectivización de todas sus


etapas esenciales y por sobre todo que cada una de ellas necesariamente se limite al
término perentorio establecido para su desarrollo, por lo cual en virtud de éste principio,
se deben suprimir plazos o términos adicionales, evitándose dilaciones innecesarias, por
lo cual, cualquier autoridad que conozca una petición relacionada con la libertad física,
tiene la obligación de tramitarla con la mayor premura posible, o por lo menos dentro de
un plazo razonable, impidiendo de ésta manera demoras innecesarias, conforme señala el
entendimiento asumido por la Sentencia Constitucional Plurinacional Nº1421/2012 de 24
de septiembre.

Por otra parte, la Sentencia Constitucional Plurinacional 0757/2012 de 13 de agosto,


señaló:

El filósofo hispanorromano, Lucio Anneo Séneca al referirse a la celeridad, en uno


de sus célebres pensamientos, señaló; 'Nada se parece tanto a la injusticia como la
justicia tardía' y a decir de Augusto Mario Morello, 'Nunca más que ahora frente a
la vertiginosa aceleración histórica, la necesidad de que la solución a un conflicto
judicial recaiga en un tiempo razonablemente limitado, de modo que la garantía
de la efectiva tutela que anida en el marco del proceso, satisfaga los valores de
pacificación, justicia y seguridad'. Raúl Vladimiro Canelo Rabanal opina: 'La
celeridad procesal no es un principio abstracto: muy por el contrario, es el alma
del servicio de justicia. Está claro que la existencia del debido proceso se debe
necesariamente a la existencia de una justicia que no puede y no debe prolongar
innecesariamente el litigio; ya que la sociedad debe recomponer su paz a través
del proceso en el más breve plazo; y es de su interés que el conflicto de intereses
o la incertidumbre jurídica se dilucide prontamente'.

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Héctor Fix Zamudio, escribe: 'La garantía constitucional del plazo razonable
significa que los justiciables tienen derecho a que los tribunales resuelvan las
controversias que plantean ante ellos, dentro de los plazos señalados por el
legislador, puesto que con toda razón se ha insistido en que una justicia lenta y
retrasada no puede considerarse como tal [justicia], e inclusive puede traducirse
en una denegación, cuando ese retraso llega a ser considerable…'.

Por su parte, nuestra Constitución Política del Estado en sus Arts. 115 parágrafo II y 178
parágrafo I reconoce y garantiza el ejercicio de este principio de celeridad, por
consiguiente, es de cumplimiento obligatorio de parte de aquellas autoridades que
administran justicia, ya que de lo contrario se estaría incurriendo en la vulneración de este
principio y en retardación de justicia.

2.7 PRINCIPIO DE NO DECLARAR CONTRA SÍ MISMO

Este principio implica que, en materia penal ninguna persona podrá ser obligada a declarar
contra sí misma, ni contra sus parientes consanguíneos hasta el cuarto grado y segundo
grado de afinidad, y el derecho a guardar silencio no será considerado como indicio de
culpabilidad, conforme establece el Art. 121 parágrafo I de nuestra Constitución Política
de Estado.

El derecho a declarar es la prerrogativa que posee el imputado de introducir al proceso la


información que considere adecuada, si se parte de la premisa que nadie puede ser
obligado a declarar en su contra, por lo que el imputado no está obligado a brindar
información sobre lo que conoce, pues como bien señala Binder: “(…) el imputado no
tiene el deber de declarar la verdad” (p.181).

El imputado es quien determina qué información desea introducir en el proceso y


puede declarar cuantas veces lo considere necesario, salvo que sea
manifiestamente reiterativo o dilatorio. Cosa muy distinta es que el imputado libre
y voluntariamente quiera confesar, sin embargo, esta facultad es personalísima y
no puede ser inducida por el Estado mediante argucias o diversas formas de

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coacción. De lo anotado, se extraen las siguientes subreglas: a) El término
“declaración” debe ser entendido como el ingreso de información a través de una
manifestación oral o escrita del imputado; b) El imputado tiene la facultad de
abstenerse de declarar; su negativa o silencio no le generan perjuicio, razón por la
que no pueden ser utilizados como fundamento de una resolución administrativa,
fiscal o judicial en su contra (arts. 6 y 92 del CPP); c) El imputado tiene libertad
de decisión sobre su declaración, que no puede ser coartada por ninguna forma de
coacción física o psíquica, como ser tortura, amenaza, juramento, cansancio,
pérdida de serenidad, preguntas capciosas, sugestivas o tendientes a obtener
alguna confesión, respuestas inducidas, promesa ilegítima de alguna ventaja (arts.
114 CPE y 93 CPP); y, d) La voluntariedad de la declaración del imputado no
puede ser eliminada o menoscabada por medios que la excluyan (psicofármacos o
“sueros de la verdad”) o instrumentos que registran reacciones inconscientes o
reflejos condicionados (polígrafos y similares). La vulneración al derecho-garantía
de no declarar contra uno mismo, en alguna de las subreglas señaladas, plasmada
en la declaración del imputado u otro acto investigativo o procesal que lo incrimine
y lo perjudique, es por mandato del art. 114.II de la CPE (concordante con los arts.
167 y 169 del CPP) nulo de pleno derecho. (SCP Nº 224/2012 de 24 de mayo,
2012)

2.8 PRINCIPIO DE JUEZ NATURAL

Nuestra normativa suprema que es la Constitución Política del Estado, en su Art. 120
parágrafo I garantiza y reconoce este principio, además dispone que nadie debe ser
juzgado por comisiones especiales o sometido a otros jueces que las establecidas con
anterioridad al hecho de la causa. Al respecto la jurisprudencia constitucional, hace
referencia:

Uno de los elementos esenciales del principio y garantía del debido proceso es el
derecho al juez natural competente, independiente e imparcial; debiendo
entenderse por juez competente aquel que de acuerdo a las normas jurídicas

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previamente establecidas, conforme criterios de territorio, materia y cuantía, es el
llamado para conocer y resolver una controversia judicial; juez independiente
aquel que, como se tiene referido, resuelve la controversia exenta de toda
injerencia o intromisión de otras autoridades o poderes del Estado; y juez imparcial
aquel que decida la controversia judicial sometida a su conocimiento exento de
todo interés o relación personal con el problema, manteniendo una posición
objetiva al momento de adoptar su decisión y emitir la resolución. (SC 0491/2003-
R de 15 de abril, 2003)

2.9 PRINCIPIO DE NON BIS IN IDEN

El autor Llobet Rodriguez (1998), con relación a este principio señala “Nadie será
condenado dos veces por la justicia civil a causa del mismo crimen, ofensa o agravio”
(pág. 124), del cual se puede entender ninguna persona puede ser juzgado, sancionado o
condenado dos veces por el mismo hecho, ya que de lo contrario se estaría incurriendo en
doble juzgamiento.

El principio non bis in idem tiene su alcance en una doble dimensión, pues, de un
lado, está el material, es decir, que nadie puede ser sancionado dos veces por el
mismo hecho y, de otro, el procesal referido al proceso o al enjuiciamiento en sí,
es decir, que ante la existencia de identidad de sujeto, objeto y causa, no sólo que
no se admite la duplicidad de resolución por el mismo delito, sino también que es
inadmisible la existencia de un nuevo proceso o juzgamiento con una repetición
de las etapas procesales, es decir, el procesal, se infiere que la manifestación
esencial del principio non bis in idem es la cosa juzgada, lo que supone la
existencia de un proceso cuyo resultado sea una sentencia ejecutoriada, misma que
podrá ser absolutoria, declaratoria de inocencia o condenatoria, lo que implica el
cierre del proceso penal en forma definitiva y firme. (SCP 726/2014 10 de abril,
2014)
En el principio se debe distinguir el aspecto sustantivo (nadie puede ser sancionado
doblemente por un hecho por el cual ya ha sido absuelto o condenado) y el aspecto

14
procesal o adjetivo (nadie puede ser juzgado nuevamente por un hecho por el cual ya ha
sido absuelto o condenado). En este sentido, existirá vulneración al non bis in idem, no
sólo cuando se sanciona sino también cuando se juzga nuevamente a una persona por un
mismo hecho. Este principio no es aplicable exclusivamente al ámbito penal, sino que
también lo es al ámbito administrativo, cuando se impone a un mismo sujeto una doble
sanción administrativa, o cuando se le impone una sanción administrativa y otra penal
pese a existir las identidades antes anotadas -sujeto, hecho y fundamento- (SCP
0962/2010-R de 17 de agosto, 2010)

2.10 PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD PENAL

Este principio consiste en que la ley solo dispone para lo venidero y no tendrá efecto
retroactivo, excepto en materia laboral, cuando lo determine expresamente a favor de los
trabajadores y trabajadoras, en materia penal cuando beneficie a la imputada o al
imputado; en materia de corrupción para investigar, procesar y sancionar los delitos
cometidos por los servidores públicos contra los intereses del Estado, como dispone el
Art. 123 de la Constitución Política del Estado.

Sobre este mismo principio y garantía, la Sentencia Constitucional Nº1421 de 06 de


septiembre (2004), señala:

Entrando a un razonamiento jurídico cabe señalar que este principio se aplica al


ámbito de aquellas leyes que establecen o definen derechos, obligaciones o
responsabilidades, ello porque si una persona goza de un derecho subjetivo
reconocido por la ley no puede ser privado de él por una nueva ley; en cambio la
excepción de la retroactividad se aplica, especialmente, en el ámbito de las normas
de carácter procesal, es decir, en aquellas que no definan o determinen derechos.
Asimismo, la Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0636/2011-R de 3 de mayo,
señala que:
De la doctrina constitucional referida se puede señalar que, las leyes en general y
las normas consignadas en ellas en particular, cuando son de naturaleza procesal
no sustantiva, es decir, aquellas que regulan procesos o procedimientos, pueden

15
ser aplicadas de manera inmediata a todos los procesos que se inicien o que están
pendientes al tiempo en que entran en vigor, ello porque su aplicación tiene la
finalidad de regular un hecho en la actualidad y no a situaciones o hechos pasados
y debidamente consolidados.

2.11 PRINCIPIO DE GRATUIDAD

Este principio consiste en que los litigantes no deben pagar ningún monto económico,
sueldo o retribución a los operadores de justicia, ya que el Estado es quien se encarga de
dirimir la justicia y de las controversias, en consecuencia, se encarga de tal retribución.

El principio de gratuidad en la administración de justicia se encuentra plasmado en la


Constitución Política del Estado y la Ley N° 025 del Órgano Judicial, lo que supone que
la administración de justicia no es onerosa, es decir no tiene costo, de tal manera que toda
persona, sin necesidad de dinero, puede acceder a la misma.

Al respecto, la Sentencia Constitucional Plurinacional 0710/2016-S3 de 17 de junio de


2016 concluyó que:

«La Norma Suprema en su art. 180.I, expresamente establece que la jurisdicción


ordinaria se basa en los principios de gratuidad, publicidad, transparencia,
oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia,
accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido proceso e igualdad de las partes
ante el juez; constituyéndose el principio de gratuidad en uno de los pilares que
sustenta la administración de justicia ordinaria en nuestro país. En relación al
principio de gratuidad y al pago de recaudos de ley que el litigante debía cubrir
con la compra de formularios, valores, timbres para las legalizaciones, entre otros;
en aplicación del art. 7 de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, el Tribunal
Constitucional Plurinacional a través de la SCP 2075/2013 de 18 de noviembre,
citando a la SCP 0286/2012 de 6 de junio, determinó que: “Sobre el principio de
gratuidad en la administración de justicia y su desarrollo en la Ley del Órgano
Judicial y la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, la citada Sentencia

16
Constitucional Plurinacional resaltó que: 'De donde se infiere que, al constituirse
el principio de gratuidad en uno de los pilares del sistema de administración de
justicia, no puede, la autoridad jurisdiccional, a título de la falta de provisión de
recaudos, paralizar la tramitación de una causa o de un recurso dentro de la
misma, toda vez que dicha actuación incidiría directamente en su tramitación,
ocasionando una dilación indebida y consecuentemente posibles vulneraciones
a derechos y garantías de los particulares'.
Ahora bien, en virtud de que el art. 7.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011
de Transición para el Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental,
Consejo de la Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional, determina
expresamente: 'A partir del 3 de enero de 2013, se suprime y elimina todo pago
por concepto de formularios de notificación y papeletas de apelación, en todo tipo
y clase de proceso'; dicha sentencia constitucional (SCP 0286/2012 de 6 de junio),
concluyó, en esa fecha (6 de junio de 2012) que '…mientras tanto, las partes
interesadas deberán continuar proveyendo los recaudos de ley para impulsar la
continuidad del proceso…', debido a que como se tiene anotado, la fecha de
emisión de la sentencia constitucional, temporalmente otorgaba esa posibilidad;
situación que a partir del 3 de enero de 2013, por imperio de la ley (art. 7.II de la
Ley 212), constitucionalmente válida a la luz del principio de gratuidad (art. 178.I
de la CPE) ya no puede sostenerse, debido a que la norma taxativamente, desde
esa data, suprime y elimina todo pago por concepto de formularios de notificación
y papeletas de apelación, en todo tipo y clase de proceso con cargo a las partes
interesadas quienes ya no tienen la obligación de proveer los recaudos de ley para
impulsar la continuidad del proceso…”»

De cuyo razonamiento se puede extraer que, en los procesos judiciales donde planteen
apelación y la parte apelante no deje recaudos, esa situación no impide que puedan
remitirse actuados ante el superior en grado, toda vez que, bajo el principio de gratuidad
los funcionarios judiciales tienen la obligación de remitir los actuados que tengan en su

17
poder, ya que desde la gestión 2013 se determinó que los sujetos procesales no pueden
ser obligados a pagar por los valorados, notificaciones u otros formularios.

2.12 PRINCIPIO DE PUBLICIDAD Y TRANSPARENCIA

El principio de publicidad, según Cordero Miranda, se caracteriza porque exige la máxima


difusión de la actividad procesal y de los actos procesales llevados a cabo por las partes,
sin más limitaciones que las emergentes de la misma Ley, la moral y/o las buenas
costumbres, además de los derechos de terceros con interés legítimo; por lo que, los actos
procesales pueden ser presenciados y conocidos por todas las personas, incluyendo a
quienes no son parte en el proceso, y ello se sustenta en la muy conveniente idea de acordar
a la opinión pública, un rol de fiscalización en la conducta de los operadores de justicia, y
de los mismos justiciables (p. 16).

Por este principio, se garantiza que toda persona tiene el derecho a ser oído en juicio
público, garantizando a la ciudadanía la libertad de presenciar el desarrollo de la audiencia
y como consecuencia de ello, la posibilidad de controlar la marcha de él, es decir se da la
opción pública, de una manera directa o sino a través de los medios de comunicación
social, para que se vigile el comportamiento de los jueces, su imparcialidad y
profesionalidad.

Por su parte, Tamayo respecto al principio de publicidad hacer referencia que, el mismo:
Se ha erigido en uno de los pilares del sistema democrático, permitiendo un
proceso público con todas las garantías tanto en consideración a la ciudadanía,
como a las partes implicadas en el mismo. Una doble dimensión pues; interna a
los efectos de los intervinientes en el procedimiento en toda su complejidad, como
externa, en consideración a la comunidad y su posibilidad de conocer las
actuaciones judiciales tanto previas como coetáneas al proceso. (Tamayo, 2013)

Por otra parte, el principio de transparencia implica que el actuar de la Administración se


deje ver como a través de un cristal, constituye una extensión del principio de publicidad
el cual supone una posición activa de la Administración, mientras que la transparencia se

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enfoca en permitir que el poder público y su accionar se encuentren a la vista de todos, sin
velos ni secretos, en una situación tanto pasiva como activa: dejar ver y mostrar. Estos
principios están debidamente garantizados por nuestra Constitución Política del Estado en
los Arts. 115-II y 178-I, asimismo este principio implica que todo el proceso judicial se
haga de manera pública y que cualquier persona interesada pueda obtener información
sobre el desarrollo de cada una de las etapas de dicho proceso.

2.13 PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN

El Dr. Arandia Guzmán, en su libro Derecho Procesal Penal hace referencia que: “Este
principio consiste en dividir el proceso en periodos o etapas fundamentales con tiempos
determinados dentro los cuales debe realizarse determinados actos que, si no se realizan
antes de cerrarse una etapa, no pueden realizarse o no tienen validez” (p. 7)

A su vez, el Auto Supremo Nº 118 de 07 de abril 2014, citando la Sentencia Constitucional


1157/2003 y el Art. 16 –I de la Ley de Órgano Judicial dispone:

Las y los magistrados, vocales y jueces, deberán proseguir con el desarrollo del
proceso, sin retrotraer a las etapas concluidas, excepto cuando existiera
irregularidad procesal reclamada oportunamente y que viole su derecho a la
defensa conforme a ley. II. La preclusión opera a la conclusión de etapas y
vencimiento de plazos, es decir, que por regla los tribunales deben conservar los
actos procesales procediendo a la anulación solo cuando dicho vicio procesal
afecte al debido proceso y el derecho a la defensa reclamados en el plazo oportuno
reconocido por ley a los litigantes, de lo contrario quedará cubierta por el
consentimiento tácito de las partes.

La preclusión implicada que cada etapa del proceso penal es única, lo que implica que, si
no se hace prevalecer algún derecho como la presentación de alguna prueba, interposición
de incidentes o solicitud de alguna audiencia u otro, dicha solicitud ya no puede hacerse
prevaler en otra por que la precluyó el tiempo de duración o el término de dicha etapa.

19
2.14 PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN

Este principio está debidamente expresado en el Art. 330 del Código de Procedimiento
Penal modificado por la Ley Nº 1173, cuando expresa entre lo más relevante, que el juicio
oral se realizara con la presencia ininterrumpida de la autoridad jurisdiccional y de todas
las partes.

Por otra parte, Condori Mamani (2020), respecto al principio de inmediación hace
referencia que:

La inmediación es una condición necesaria para la concreción de visu audito de la


oralidad en el mismo lugar, acto y tiempo. Es la relación interpersonal directa:
frente a frente, cara a cara entre el acusado y el juzgador, entre el acusado y el
acusador, entre el acusado y los defensores y entre estos y el juzgador y el acusado
respectivamente, también testigo y el perito. Es decir, una relación interpersonal
directa de todos entre sí y a su turno. (p. 673)

Este principio es muy importante, frente un proceso penal, ya que permite que la autoridad
judicial pueda observar de forma directa al acusado, victima, testigos y viceversa,
asimismo permite que los sujetos procesales puedan tenerse contacto visual, situación que
facilita al juzgador poder apreciar y valorar las inquietudes de todos en una audiencia de
juicio oral o cualquier otra, para luego poder determinar de forma correcta la resolución.

CAPITULO III – GARANTÍAS CONSTITUCIONALES EN EL PROCESO


PENAL

Las garantías constitucionales procesales, son un conjunto de mecanismos y disposiciones


que se encuentran debidamente establecidos en la Constitución Política del Estado y el
Código de Procedimiento Penal con la finalidad de asegurar el cumplimiento de los
derechos y las condiciones necesarias para el logro de un proceso justo (el debido proceso)
y estas principalmente deben ser resguardas, protegidas por las autoridades que
administran justicia ya que ellos son los conocen el derecho y tienen la obligación de

20
asegurar el cumplimiento de derechos y garantías constitucionales de las partes del
proceso, por lo que a continuación desarrollaremos los derechos y garantías procesales
que se encuentran en nuestro Código de Procedimiento Penal en concordancia con la
Constitución Política del Estado.

3.1 PRINCIPIO ACUSATORIO

Si bien este principio no está establecido de manera clara en nuestro ordenamiento


jurídico, por su aplicación es el principio y sistema aplicado en nuestro procedimiento
penal, ya que como su nombre lo indica para que exista un proceso, un juicio tiene que
existir una acusación ya sea por parte del querellante o el Ministerio Publico en delitos de
acción pública.

Asimismo, este principio conforme hace referencia el Dr. Zapata Chavez (2015), se
caracteriza por la utilización de los principios de oralidad, publicidad, igualdad procesal
entre las partes, presunción de inocencia del imputado, derecho a la defensa, la detención
preventiva es la excepción y la libertad la regla, se aplica el principio de contradicción, la
sentencia debe ser debidamente fundamentada conforme a derecho misma que puede ser
impugnada por las partes y sobre todo este principio y sistema se rige por la división entre
la potestad investigativa y la judicial. (pp. 126-130)

Con relación a la división de roles entre el Ministerio Público y el Juez, el Art. 279 del
Código de Procedimiento Penal, prevé: “La Fiscalía y la Policía Nacional actuaran
siempre bajo Control Jurisdiccional. Los fiscales no podrán realizar actos jurisdiccionales
ni los jueces actos de investigación que comprometa su imparcialidad”

Con relación a este punto nuestra Constitución Política del Estado en los Arts. 178 – I y
180 expresa lo siguiente:

Art. 178. I. “La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se
sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica,
publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad,

21
equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto
a los derechos…”.

Art. 180. I. “La jurisdicción ordinaria se fundamenta en los principios procesales


de gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad, celeridad, probidad, honestidad,
legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido
proceso e igualdad de las partes ante el juez. II. Se garantiza el principio de
impugnación en los procesos judiciales…”

3.2 EL DEBIDO PROCESO

La Constitución Política del Estado (2009) en su primera parte, titulo IV, Art. 115.II
garantiza el derecho al debido proceso cuando señala lo siguiente: “El Estado garantiza el
derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta y oportuna, gratuita,
transparente y sin dilaciones”. De la misma forma en su Art. 117.I. dispone que: “Ninguna
persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido
proceso…”

Por su parte, el Código de Procedimiento Penal en su Art. 1 prevé: “Nadie será condenado
a sanción alguna si no es por sentencia ejecutoriada, dictada luego de haber sido oído
previamente en juicio oral y público, celebrado conforme a la Constitución, las
Convenciones y Tratados internacionales vigentes y este Código.”

El debido proceso es reconocido por la Constitución en su triple dimensión: como derecho


fundamental de los justiciables, de quien accede reclamando justicia, la víctima y de quien
se defiende el imputado. A la vez es un principio procesal, que involucra la igualdad de
las partes Art. 119.I CPE y una garantía de la administración de justicia, previniendo que
los actos del proceso se ceñirán estrictamente a reglas formales de incuestionable
cumplimiento.

3.3 NINGUNA CONDENA SIN JUICIO PREVIO Y PROCESO LEGAL

22
Conforme dispone el Art. 1 del Código de Procedimiento Penal, este principio consiste en
que: “Nadie será condenado a sanción alguna si no es por sentencia ejecutoriada, dictada
luego de haber sido oído previamente en juicio oral y público, celebrado conforme a la
Constitución, las Convenciones y Tratados internacionales vigentes y este Código”.

De modo similar nuestra Constitución Política del Estado en el Art. 115. I-II expresa:

I. Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales
en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos. II. El Estado garantiza el
derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna,
gratuita, transparente y sin dilaciones.

A su vez el Art. 117 – I de la misma normativa Constitucional prevé: “I. Ninguna persona
puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso...”

Esto significa que la persona debe ser acusado de la comisión de un delito, presentándose
prueba en su contra, empero el mismos también debe tener la oportunidad de defenderse
alegando sus derechos y presentando las pruebas que tenga para demostrar su inocencia,
y solo en base a estos elementos, el Juez juzgará los hechos y finalmente dictará una
sentencia, absolviendo o condenando, en caso de emitir una sentencia condenatoria el
mismo debe ser surgido del debido juicio previo, caso contrario no puede ser sancionado.

3.4 PRINCIPIO DE JUEZ NATURAL

El Art. 2 del Código de Procedimiento Penal dispone que: “Nadie será juzgado por
comisiones o tribunales especiales ni sometido a otros órganos jurisdiccionales que los
constituidos conforme a la Constitución y a la ley, con anterioridad al hecho de la causa.”
De similar forma el Art. 3 de la misma normativa legal expresa:

Los jueces serán imparciales e independientes, sometidos únicamente a la


Constitución, las Convenciones y Tratados internacionales vigentes y a las leyes.
Por ningún motivo, los órganos estatales, ni personas naturales o jurídicas
interferirán en la substanciación de un proceso concreto. En caso de intromisión,

23
el Juez informará a la Corte Suprema de Justicia sobre los hechos que afecten su
independencia. Cuando la intromisión provenga del propio Poder Judicial, el
informe será presentado al Consejo de la Judicatura o al Congreso Nacional.

Asimismo, con relación a este derecho y garantía nuestra Constitución Política del Estado
Plurinacional de Bolivia en su primera parte, título IV en los Arts. 120-I y 122 prevén:
“Toda persona tiene derecho a ser oída por una autoridad jurisdiccional competente,
independiente e imparcial, y no podrá ser juzgada por comisiones especiales ni sometida
a otras autoridades jurisdiccionales que las establecidas con anterioridad al hecho de la
causa.” y Art. 122 “Son nulos los actos de las personas que usurpen funciones que no les
competen, así como los actos de las que ejercen jurisdicción o potestad que no emane de
la ley.” Esta garantía procesal también va de mano con el principio de legalidad, es decir
que todas las actuaciones que se realicen el proceso deben estar sometido conforme
determina las normativas vigentes.

Ahora con relación al juez natural como se explicó anteriormente, esta debe estar integrada
por los elementos de la competencia, la independencia y la imparcialidad del juzgador. La
competencia por que debe estar facultado por ley para conocer un determinado caso, debe
ser competente en cuanto al territorio y materia; independiente no debe estar sometido a
injerencia de otras autoridades, órganos de Estado o grupos de interés e imparcial porque
no debe tener favoritismo por ninguna de las partes, ya que es la autoridad que va resolver
la litis y debe hacerlo de manera objetiva, y finalmente esta autoridad judicial debe estar
debidamente establecida con anterioridad al hecho de la causa.

3.5 PERSECUCIÓN PENAL ÚNICA – NON BIS IN IDEM – COSA JUZGADA

Esta garantía debidamente establecida por el Art. 4 del Código de Procedimiento Penal
que expresa que:

Nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho, aunque
se modifique su calificación o se aleguen nuevas circunstancias. La sentencia

24
ejecutoriada dictada en el extranjero sobre hechos que puedan ser conocidos por
los tribunales nacionales producirá efecto de cosa juzgada.

Con relación a esta garantía nuestra normativa suprema que es la Constitución Política del
Estado en la primera parte, título IV, Art. 117. II. expresa: “Nadie será procesado ni
condenado más de una vez por el mismo hecho...”

Este principio de manera clara implica la imposibilidad de que el Estado sancione dos
veces a una persona por los mismos hechos, garantizando a toda persona que no sea
juzgado nuevamente por el mismo delito o infracción, ya que en un juicio primigenio fue
absuelto o condenado por los hechos que se pretendan analizar por segunda ocasión.

3.6 CALIDAD Y DERECHOS DEL IMPUTADO

El Art. 5 del Código de Procedimiento Penal, de manera clara y especifica determina que
se considera imputado a toda persona a quien se atribuya la comisión de un delito ante los
órganos encargados de la persecución penal. Asimismo, determina que el mismo podrá
ejercer todos los derechos y garantías que la Constitución, las Convenciones y los Tratados
internacionales vigentes y el mismo Código Procesal le reconozcan, desde el primer acto
del proceso hasta su finalización.

Se entenderá por primer acto del proceso, cualquier sindicación en sede judicial o
administrativa contra una persona como presunto autor o partícipe de la comisión de un
delito, y este tiene el derecho a ser tratada con el debido respeto a su dignidad de ser
humano. En estrecha relación a lo siguiente el Art. 84 de la misma normativa legal expresa:

Toda autoridad que intervenga en el proceso se asegurará de que el imputado


conozca, los derechos que la Constitución Política del Estado, las Convenciones y
Tratados internacionales vigentes y este Código le reconocen. El imputado desde
el inicio de su captura tendrá derecho a ser asistido y a entrevistarse en privado
con su defensor. Si el imputado está privado de libertad, el encargado de su
custodia transmitirá al juez las peticiones u observaciones que aquél formule

25
dentro de las veinticuatro horas siguientes y facilitará en todo momento su
comunicación con el defensor.

Por su parte la Constitución Política del Estado en la primera parte, titulo II Art. 22,
dispone que: “La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y
protegerlas es deber primordial del Estado.” Asimismo, el Art. 23 -I prevé:

Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal. La libertad personal


sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias
jurisdiccionales… III. Nadie podrá ser detenido, aprehendido o privado de su
libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley. La ejecución
del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea
emitido por escrito. IV. Toda persona que sea encontrada en delito flagrante podrá
ser aprehendida por cualquier otra persona, aun sin mandamiento. El único objeto
de la aprehensión será su conducción ante autoridad judicial competente, quien
deberá resolver su situación jurídica en el plazo máximo de veinticuatro horas. V.
En el momento en que una persona sea privada de su libertad, será informada de
los motivos por los que se procede a su detención, así como de la denuncia o
querella formulada en su contra (…).

Asimismo, de manera específica en la primera parte, título IV, Art. 121 de la misma
normativa Constitucional se estable lo siguiente: “I. En materia penal, ninguna persona
podrá ser obligada a declarar contra sí misma, ni contra sus parientes consanguíneos hasta
el cuarto grado o sus afines hasta el segundo grado. El derecho de guardar silencio no será
considerado como indicio de culpabilidad.”.

3.7 DEFENSA MATERIAL

La defensa material es uno de los derechos que debe tener el imputado a momento de
asumir defensa en todos los actos del proceso, es asi que nuestro Código de Procedimiento
Penal en su Art. 8 expresa: “El imputado, sin perjuicio de la defensa técnica, tendrá

26
derecho a defenderse por sí mismo, a intervenir en todos los actos del proceso que
incorporen elementos de prueba y a formular las peticiones y observaciones que considere
oportunas”.

Por su parte nuestra Constitución Política del Estado en la primera parta, titulo IV, en su
Art.115 parágrafo II. dispone que: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la
defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones.”

La defensa material se realiza por medio de las declaraciones que el imputado brinda en
el proceso, pudiendo hacerlo cuantas veces quiera, siempre que sean pertinentes, esta es
la defensa material activa, pero también puede hacerlo pasivamente, cuando se abstiene
de declarar. Port ello la declaración del imputado, más que un medio de prueba es un
medio de defensa, es cual está debidamente garantizado a su vez en el Art. 119 – II de la
Constitución Política del Estado, cuando prevé que toda persona tiene derecho inviolable
a la defensa.

3.8 DEFENSA TÉCNICA

La defensa técnica al igual que el material es un derecho y garantía que se encuentra


debidamente establecida en los Arts. 115 – II y 119 – II Constitución Política del Estado,
con la complementación de que: “Estado proporcionará a las personas denunciadas o
imputadas una defensora o un defensor gratuito, en los casos en que éstas no cuenten con
los recursos económicos necesarios.” A su vez el Art. 9 del Código de Procedimiento
Penal, prevé:

Todo imputado tiene derecho a la asistencia y defensa de un abogado desde el


primer acto del proceso hasta el fin de la ejecución de la sentencia. Este derecho
es irrenunciable. La designación del defensor se efectuará sin dilación ni
formalidad alguna, desde el momento de la detención, apresamiento o antes de
iniciarse la declaración del imputado. Si consultado el imputado, no lo elige o el
elegido no acepta inmediatamente el cargo, se le nombrará de oficio un defensor.

27
La defensa técnica es ejercida por un abogado, esta se ejerce mediante instancias,
argumentaciones, alegatos u observaciones que se basan en normas de derecho sustantivo
o procesal, por ello, se exigen conocimientos jurídicos que el imputado muchas veces no
podría conocer y defenderse como establece la normativa legal.

3.9 DERECHO A TENER UN INTERPRETE

El intérprete complementa al derecho a la defensa es asi que está debidamente


comprendido en el Art. 10 del Código de Procedimiento Penal, que prevé:

El imputado que no comprenda el idioma español tendrá derecho a elegir un


traductor o intérprete para que lo asista en todos los actos necesarios para su
defensa. Cuando no haga uso de ese derecho o no cuente con los recursos
suficientes, se le designará uno de oficio.

De similar forma nuestra normativa Constitucional en su Art.120 – II establece: “Toda


persona sometida a proceso debe ser juzgada en su idioma; excepcionalmente, de manera
obligatoria, deberá ser asistida por traductora, traductor o intérprete”.

Este derecho también es una garantía debidamente establecida en nuestra Constitución


Política del Estado, que permite asegurar el derecho a la defensa en este caso en procesos
penales, toda vez que la ignorancia del idioma utilizado por el juez o tribunal o la dificultad
de su comprensión por parte del imputado, pueden constituir un obstáculo para el ejercicio
del derecho a la defensa.
3.10 GARANTÍA DE LA VICTIMA

El Código de Procedimiento Penal en el Art. 11 dispone que: “La víctima por sí sola o por
intermedio de un abogado, sea particular o del Estado, podrá intervenir en el proceso
penal, aunque no se hubiera constituido en querellante”. Ahora de manera clara y
específica en el Art. 76 del Código de Procedimiento Penal modificado por la Ley Nº 1173
en su Art. 5, víctima se considera a:

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1) A las personas directamente ofendidas por el delito; 2) Al cónyuge o
conviviente, a los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad, al hijo o padre adoptivo y al heredero testamentario, en los
delitos cuyo resultado sea la muerte del ofendido; 3) A las personas jurídicas en
los delitos que les afecten; 4) A las fundaciones y asociaciones legalmente
constituidas, en aquellos delitos que afecten intereses colectivos o difusos,
siempre que el objeto de la fundación o asociación se vincule directamente con
estos intereses; y, 5) Al Estado, a través de sus instituciones, en los delitos que les
afecten.

Por otra parte, aun cuando la víctima no hubiere intervenido en el proceso, deberá ser
informada por la autoridad responsable de la persecución penal sobre sus derechos y por
el juez o tribunal sobre los resultados del proceso, bajo responsabilidad que corresponda
en caso de incumplimiento. (Art. 77 del CPP)

Nuestra Constitución Política del Estado en su Art. 115 – I dispone que: “Toda persona
será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el ejercicio de sus
derechos e intereses legítimos.” De manera clara en el Art. 113 – I expresa que: “La
vulneración de los derechos concede a las víctimas el derecho a la indemnización,
reparación y resarcimiento de daños y perjuicios en forma oportuna.” A su vez, el Art.
121 – II de la misma normativa Constitucional se específica que:

La víctima en un proceso penal podrá intervenir de acuerdo con la ley, y tendrá


derecho a ser oída antes de cada decisión judicial. En caso de no contar con los
recursos económicos necesarios, deberá ser asistida gratuitamente por una
abogada o abogado asignado por el Estado.

Con relación a este punto el Art. 81 del Código de Procedimiento Penal prevé:

La persona ofendida directamente por el delito podrá disponer que sus derechos y
facultades sean ejercidos por una asociación o fundación de protección o ayuda a
las víctimas. En este caso no será necesario el poder especial y bastará que la

29
delegación de derechos y facultades conste en un escrito firmado por la víctima y
el representante legal de la entidad.
3.11 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

De manera clara y especifica el Art. 6 del Código de Procedimiento Penal dispone que:

Todo imputado será considerado inocente y tratado como tal en todo momento,
mientras no se declare su culpabilidad en sentencia ejecutoriada. No se podrá
obligar al imputado a declarar en contra de sí mismo y su silencio no será utilizado
en su perjuicio. La carga de la prueba corresponde a los acusadores y se prohíbe
toda presunción de culpabilidad. En el caso del rebelde, se publicarán únicamente
los datos indispensables para su aprehensión.

Dentro de este marco los Arts. 116 – I y 121 – I de la Constitución Política del Estado,
garantiza la presunción de inocencia, estableciente además que, en materia penal, ninguna
persona podrá ser obligada a declarar contra sí misma, ni contra sus parientes
consanguíneos hasta el cuarto grado o sus afines hasta el segundo grado y el derecho de
guardar silencio no será considerado como indicio de culpabilidad.

El principio de presunción de inocencia como lo citamos anteriormente tiene una triple


dimensión como principio, derecho y garantía, en el cual se establece la inocencia de la
persona como regla, por lo tanto, su culpabilidad puede ser demostrada en un debido
proceso en cual exista una sentencia condenatoria ejecutoriada.
3.12 PRINCIPIO DE FAVORABILIDAD

Si bien nuestra normativa legal que es el Código de Procedimiento Penal no lo especifica


de esta manera, en su Art. 7 dispone que:

La aplicación de medidas cautelares establecidas en este Código será excepcional.


Cuando exista duda en la aplicación de una medida cautelar o de otras
disposiciones que restrinjan derechos o facultades del imputado, deberá estarse a
lo que sea más favorable a éste.

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Por su parte nuestra Constitución Política del Estado en el Art. 23 – I establece que: “…La
libertad personal sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para
asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias
jurisdiccionales.”

De igual manera en concordancia con el Art. 7 del código de Procedimiento Penal citado
anteriormente, nuestra normativa constitucional en el Art. 116 – I determina: “…Durante
el proceso, en caso de duda sobre la norma aplicable, regirá la más favorable al imputado
o procesado.”

De forma similar el Art. 256 de la Constitución Política del Estado prevé:

I. Los tratados e instrumentos internacionales en materia de derechos humanos que


hayan sido firmados, ratificados o a los que se hubiera adherido el Estado, que
declaren derechos más favorables a los contenidos en la Constitución, se aplicarán
de manera preferente sobre ésta. II. Los derechos reconocidos en la Constitución
serán interpretados de acuerdo a los tratados internacionales de derechos humanos
cuando éstos prevean normas más favorables.

Ahora bien, las medidas cautelares son excepcionales y su aplicación no debe vulnerar las
garantías constitucionales, y estas solo pueden ser restringidos para la averiguación de la
verdad, garantizar el desarrollo del proceso y la aplicación de la ley, sin embargo esta solo
debe durar mientras subsista la necesidad de su aplicación, de la misma forma las medidas
de carácter personal se aplican con criterio restrictivo y se ejecutaran de modo que
perjudique lo menos posible a la persona y reputación de los afectados, conforme señalan
entre lo más relevante los Arts. 221 y 222 Código de Procedimiento Penal.

3.13 PRINCIPIO DE IGUALDAD

Esta garantía y derecho está debidamente establecido en el Código de Procedimiento Penal


en el Art. 12, que prevé: “Las partes tendrán igualdad de oportunidades para ejercer
durante el proceso las facultades y derechos que les asisten.” A su vez, en concordancia

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con este articulo nuestra Constitución Política del Estado el Art.119 – I dispone que: “Las
partes en conflicto gozarán de igualdad de oportunidades para ejercer durante el proceso
las facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por la indígena
originaria campesina.”

A su vez el Art. 180 – I establece: “La jurisdicción ordinaria se fundamenta en los


principios procesales de gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad, celeridad,
probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad
material, debido proceso e igualdad de las partes ante el juez.”

3.14 LEGALIDAD DE LA PRUEBA

La legalidad de la prueba está debidamente establecida en el Art. 13 del Código de


Procedimiento Penal, el mismo que establece:

Los elementos de prueba sólo tendrán valor si han sido obtenidos por medios
lícitos e incorporados al proceso conforme a las disposiciones de la Constitución
Política del Estado y de este Código. No tendrá valor la prueba obtenida mediante
torturas, malos tratos, coacciones, amenazas, engaños o violación de los derechos
fundamentales de las personas, ni la obtenida en virtud de información originada
en un procedimiento o medio ilícito.

Con relación a lo dispuesto por su parte nuestra Constitución Política del Estado en el Art.
15, prevé:

I. Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual.


Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o
humillantes. No existe la pena de muerte… III. El Estado adoptará las medidas
necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género y
generacional, así como toda acción u omisión que tenga por objeto degradar la
condición humana, causar muerte, dolor y sufrimiento físico, sexual o psicológico,
tanto en el ámbito público como privado.

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A su vez, el Art. 25 – IV establece: “La información y prueba obtenidas con violación
de correspondencia y comunicaciones en cualquiera de sus formas no producirán efecto
legal.”

De forma similar en la parte primera, titulo IV, Art. 114- II de nuestra Constitución
Política del Estado dispone: “Las declaraciones, acciones u omisiones obtenidas o
realizadas mediante el empleo de tortura, coacción, exacción o cualquier forma de
violencia, son nulas de pleno derecho.”

3.15 LIBERTAD PROBATORIA

Respecto a esta garantía el Art. 171 del Código de Procedimiento Penal, entre lo más
relevante llega al entendimiento de que el juez debe admitir como medios de prueba todos
los elementos lícitos de convicción que puedan conducir al conocimiento de la verdad
histórica del hecho, de la responsabilidad y de la personalidad del imputado, de la misma
forma puede limitar los medios de prueba ofrecidos cuando ellos resulten manifiestamente
excesivos o impertinentes. Ahora, aquellas pruebas que fueron obtenidas en virtud de
información originada en un procedimiento o medio ilícito vulnerando los derechos y
garantías consagradas en la Constitución Política del Estado, en las Convenciones y
Tratados internacionales vigentes, el Código de Procedimiento Penal o fueron prueba
incorporados al proceso sin observar las formalidades previstas por el Código de
Procedimiento Penal carecerán de toda eficacia probatoria.

Asimismo, la autoridad jurisdiccional sea el juez o tribunal asignará el valor


correspondiente a cada uno de los elementos de prueba, con aplicación de las reglas de la
sana crítica, justificando y fundamentando adecuadamente las razones por las cuales les
otorga determinado valor, en base a la apreciación conjunta y armónica de toda la prueba
esencial producida, entendimientos que fueron asumidos por los Arts. 172 y 173 del
Código de Procediendo Penal.

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CAPITULO IV - CONCLUSIÓN

De todo lo desarrollado, se llega a la conclusión que las garantías y principios


constitucionales según el Código de Procedimiento Penal y la Constitución Política del
Estado son el derecho al debido proceso, presunción de inocencia, derecho a la defensa,
legalidad, igualdad ante la ley, celeridad, no declarar contra sí mismo, principio de juez
natural, non bis in idem,, irretroactividad penal, gratuidad, publicidad, transparencia,
preclusión, inmediación, principio acusatorio, ninguna condena sin juicio previo y proceso
legal, Juez natural, persecución penal única, defensa material y defensa técnica, a tener un
intérprete, favorabilidad, legalidad de la prueba y otros, que se encuentran plenamente
identificados en las Leyes señaladas precedentemente, mismos que buscan y hacen que la
administración de justicia en nuestro país se rija mediante un debido proceso donde exista
la correcta aplicación de nuestras normativas en este caso del Código Penal,
Procedimiento Penal y por sobre todo se respete nuestra Constitución Política del Estado
que es la normativa suprema que se rige tanto para gobernados y gobernantes, el deber
primordial de todos es hacer prevalecer el mismo, y ante solo intento de vulneración a los
principios y derechos que tenemos todas las personas sin excepciona alguna, solicitar se
activen los respectivos mecanismos o instrumentos (garantías) que limitan la arbitrariedad
de quienes pretenden vulnerar (sean personas particulares y/o funcionarios públicos).

Por otra parte, el desarrollo de los entendimientos asumidos por los diferentes autores
respecto a las garantías y principios constitucionales aplicables en materia penal, nos
ayudaron a entender que los garantías y principios constitucionales son importantes dentro
el desarrollo de un proceso, toda vez que, buscan que todo proceso penal se realice en el
marco de la legalidad, donde la justicia también sea pronta y oportuna para los sujetos
procesales.

Asimismo, en el desarrollo del trabajo se puede observar que se desarrolló todas garantías
y principios constitucionales en materia penal que se encuentran plenamente identificadas
en la constitución Política del Estado y el Código de Procedimiento Penal, mismas que
buscan la protección de los derechos de los sujetos procesales frente a un proceso penal,

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donde exista el derecho a la defensa de ambas partes, se presuma la inocencia del imputado
mientras no se demuestre en una sentencia ejecutoriada, se presente las pruebas de cargo
y descargo mediante obtención licita, se aplique correctamente la normativa
procedimental penal, sin vulnerar los derechos y garantías constitucionales de las partes,
de esta forma quien debe velar por el cumplimiento de los mismos en un proceso en
nuestro pais es la autoridad jurisdiccional (Juez), mismo que debe actuar de manera
objetiva, siendo competente, independiente e imparcial.

Finalmente, también se efectuó la aplicación de diferentes sentencias constitucionales


emitidos por el Tribunal Constitucional Plurinacional, así como Autos Supremos emitidos
por el Tribunal Supremo de Justicia, que ayudaron a entender con mayor precisión el
significado y aplicación de los principios y garantías constitucionales aplicables en
materia penal en un proceso como tal, además que las jurisprudenciales constitucionales
tienen carácter vinculante y por ende son de cumplimiento obligatorio por todas las
personas, sin excepción alguna.

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