Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
VERSIÓN V
Cochabamba – Bolivia
2023
AGRADECIMIENTO:
Declaración de originalidad
Yo Elizabeth Colque Huanaco, con cédula de identidad No. 7926325 Cbba., declaro
que el trabajo final del DIPLOMADO DERECHO CONSTITUCIONAL VERSION V es
un trabajo original y carece de cualquier tipo de plagio en cualquiera de sus formas.
Entiendo y acepto, que en caso de encontrarse o evidenciarse elementos que vulneren los
Derechos de Autor y/o propiedad intelectual en el trabajo académico presentado
(Monografía), seré sujeto a las sanciones administrativas-académicas derivadas de dicha
acción u omisión, incluyendo el retiro del certificado y/o títulos respectivos.
…………………………………………………………………..
Firma
ELIZABETH COLQUE HUANACO
FICHA RESUMEN
CURSO: DIPLOMADO DERECHO CONSTITUCIONAL V VERSIÓN
FACULTAD: CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
AUTOR: ELIZABETH COLQUE HUANACO
TUTOR: MGR. SERGIO ROJAS BARRIENTOS
TITULO: GARANTÍAS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES APLICABLES
EN MATERIA PENAL
RESUMEN: El propósito de esta investigación fue identificar garantías y principios
constitucionales en materia penal. Para cumplir este objetivo, se ejecutó una revisión de
literatura, cuyo propósito fue seleccionar todos los documentos académicos fidedignos
que aborden la forma como elemento de validez entre ellos la Constitución Política del
Estado, Código de Procedimiento Penal, jurisprudencias constitucionales y del Tribunal
Supremo de Justicia y otros. Como resultado de la revisión de literatura de los
documentos seleccionados, se desarrolló en los capítulos I, II y III cada uno de
principios y garantías constitucionales aplicables en materia penal, que buscan que la
administración de justicia sea efectiva y exista un debido proceso.
1
3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
¿Cuáles son las garantías y principios constitucionales aplicables en materia penal, desde
la perspectiva de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el Código
de Procedimiento Penal boliviano?
4. OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
5. JUSTIFICACIÓN
2
Por otra parte, tales garantías y los principios buscan que en el proceso penal se desarrolle
en el marco del respeto de los derechos consagrados para cada persona en la Constitución
Política del Estado, por consiguiente, al vulnerar los mismos se estaría incurriendo en una
falta de respeto a la Ley Suprema como es la Constitución Política del Estado.
6. DISEÑO METODOLÓGICO
7. INSTRUMENTOS
Las fichas bibliográficas textuales se utilizarán para extraer de las fuentes jurídicas y
doctrinales las citas necesarias para el procesamiento de información teórica.
3
Con la finalidad de establecer cuáles son las garantías y principios constitucionales
aplicables en materia penal, inicialmente corresponde hacer hincapié en cada uno de los
mismos, desarrollando su concepto o definición para finalmente determinar cuáles son los
mismos.
1.1 PRINCIPIO:
Villarroel Ferrer & Villarroel Montaño (2012), definen “El vocablo principio viene del
latín “principium” que significa: Primer instante de la existencia de una cosa, es sinónimo
de origen, es la base fundamento sobre la cual se apoya una cosa, de regla, apertura,
encabezamiento” (p. 139)
Por su parte, el profesor Machado (2013), expresa que técnicamente no debería llamarse
principio, sino fundamento, ya que un principio solo existe en las ciencias exactas (Lógica,
Matemática), en ciencias sociales, como el Derecho, existe el fundamento, pero por el
amplio uso doctrinario, aun se debe utilizar: principio, y define al principio como: una
aspiración, es una guía, un indicador, es la orientación central de un sistema. Asimismo,
expresa que un principio cumple la función de: Dirección, porque guía a los órganos
públicos en la elaboración de la legislación; interpretación, porque constituyen un firme
asidero en la interpretación de las normas; integración, porque permite suplir las
insuficiencias de las normas escritas.
4
De cuyo razonamiento de puede extraer que un principio es una guía, indicador,
fundamento sobre el cual se rige una ley, norma o regla, y una garantía es un mecanismo
que es de cumplimiento obligatorio, ya que se encuentran plenamente identificados en la
ley.
Los Principios Constitucionales, según Quisbert (2006) son “reglas básicas que guían el
funcionamiento coherente y equilibrado de la estructura de una Constitución de un Estado,
y estas sirven para garantizar la vigencia, estabilidad y el respeto a la Constitución Política
del Estado” (p. 28), ya que al no existir tales principios constitucionales no existiría una
organización correcta en nuestra Constitución Política del Estado o cualquier otra Ley, ya
que como hace referencia el señalado autor los principios constitucionales buscan que
exista un funcionamiento coherente y equilibrado, además de estabilidad.
A su vez, Jorge Pareja Paz Soldán citado por el Dr. Daza Ondarza (1973), señala que:
“Las garantías son las seguridades establecidas para lograr el goce efectivo y el ejercicio
cabal de los derechos y medios puestos a disposición de los ciudadanos para hacerlos
respetar” (p. 100)
De los fundamentos efectuados por los diferentes autores, se puede señalar que las
garantías constitucionales son mecanismos, instrumentos y/o fundamentos que tienen la
5
finalidad de hacer prevalecer los derechos de todas las personas que están consagrados en
nuestra Constitución Política del Estado.
Por otra parte, el Dr. José Antonio Rivera Santivañez (2012) en su libro Temas de Derecho
Constitucional expresa, que:
6
un resultado justo y equitativo dentro del proceso, tener oportunidad de ser oído y hacer
valer sus pretensiones legítimas frente al juez o tribunal, quienes deben observar los
derechos fundamentales de las partes, principios y reglas esenciales exigibles dentro del
proceso como instrumento de tutela de los derechos subjetivos; la Constitución Política
del Estado, reconoce y garantiza la aplicación del debido proceso al constituirse en
fundamento esencial del Estado Plurinacional, que tiene entre sus fines y funciones
esenciales garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes
reconocidos y consagrados, en nuestra economía jurídica.
Este principio procura tanto el bien de las personas, como de la sociedad en su conjunto:
Las personas tienen interés en defender adecuadamente sus pretensiones dentro del
proceso y la sociedad tiene interés en que el proceso sea llevado de la manera más
adecuada posible, para satisfacer las pretensiones de justicia que permitan mantener el
orden social. Por su parte, nuestra Constitución Política del Estado en sus Arts. 115
parágrafo I y 117 parágrafo I, garantiza el derecho al debido proceso, disponiendo que
ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un
debido proceso. Al respecto, el Dr. Florián Zapata Chávez (2018) expresa:
Es un derecho fundamental constitucionalizado por los Arts. 115, 116, 117 y 180-
I en el entendimiento de hacer del proceso penal un conjunto de actos debidamente
ceñidos a las normas procesales y por ende se convierta en un instrumento que
garantice a las partes el ejercicio efectivo, oportuno y adecuado de sus derechos y
deberes judiciales, sin obstáculos ilegales de ninguna naturaleza (p. 108).
7
Principio, porque está dirigido a conservar el estado de inocencia de la persona
durante todo el trámite procesal, ello supone que se convierte en una directriz de
la administración de justicia que debe ser observada por todas las autoridades y
servidores públicos encargados de ejercitar la potestad punitiva del Estado, tanto
en el ámbito punitivo como en todo el sistema administrativo sancionador.
Derecho, porque es predicable respecto de todas las personas, vincula a todos los
órganos de poder y se encuentra reconocido como un derecho humano por los
instrumentos internacionales como el Pacto de San José de Costa Rica (artículo.
8.2) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 14.2), la
Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 11.1), la Declaración
Americana de Derechos y Deberes del Hombre (artículo 26) como en los
Instrumentos Internacionales se encuentra reconocido como un derecho humano.
Garantía, de carácter normativo constitucional, que se constituye en un
mecanismo protector dentro de los procesos judiciales o administrativos a través
del cual se proscribe la presunción de culpabilidad (A.S. 89/2013 de 28 de marzo,
2013).
De lo citado, se puede extraer que ninguna persona puede ser considerado culpable
mientras una sentencia condenatoria ejecutoriada no lo declare como tal, ya que de lo
contrario se está incurriendo en la vulneración de este principio, derecho y garantía que se
encuentra debidamente establecido en el Art. 116 de nuestra Constitución Política del
Estado.
Consiste en que todos los ciudadanos tienen el derecho a defenderse de toda acusación
que contra ellos se formule desde el primer momento hasta la conclusión del
procedimiento y ser oída por una autoridad jurisdiccional competente, independiente e
imparcial, además que ninguna persona puede ser juzgada por comisiones especiales ni
sometida a otras autoridades jurisdiccionales que las establecidas con anterioridad al
hecho de la causa, es decir antes de iniciarse el proceso o inclusive antes de cometido los
8
hechos la autoridad tienen que estar plenamente determinado, al respecto Binder señala
que:
De similar forma, nuestra norma Constitución Política del Estado en sus Arts. 115
parágrafo II y 119 parágrafo II, garantiza el derecho a la defensa y dispone que el Estado
proporcionara a las personas denunciadas o imputadas una defensora o un defensor
gratuito, en los casos que este no cuente con los recursos económicos necesarios.
Por otra parte, los Tratados y Convenios Internacionales de Derechos Humanos ratificados
por el Estado boliviano, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(1976), en su Art. 14.3 señala que: “Durante el proceso, toda persona acusada de un delito
tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: d) A hallarse
presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por un defensor de su
elección…”
De igual forma, la Convención Americana sobre Derecho Humanos de Pacto de San José
(1969), en su Art. 8.2 expresa que: “Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en
plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: d) derecho del inculpado de defenderse
personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y
privadamente con su defensor”.
Este principio también es un principio limitador del Ius Puniendi y consiste en que todas
las personas tanto gobernados como gobernantes estamos sometidos a la ley, ninguna
persona puede ser juzgada si la conducta no está descrita en la norma penal, la autoridad
jurisdiccional, es decir el Juez solo debe aplicar las penas descritas por el legislador para
9
cada delito lo que implica que no puede sustituir por otra pena prevista ni muchos crear
penas o sanciones.
Asimismo, este principio implica que nadie puede ser castigado si no es en virtud a un
juicio formal ante autoridades jurisdiccionales competentes, imparciales e independientes
en que se respeten los principios, derechos y garantías constitucionales, sin importar la
gravedad del delito. A su vez la Convención Americana de Derechos Humanos (1969) en
su Art. 9 enuncia:
Este principio significa que todas las personas (hombres y mujeres) somos iguales ante la
ley, sin distinción alguna, sin tomar en cuenta privilegios especiales en función de raza,
sexo, títulos de nobleza, envestidura pública, etc.
10
proceso las facultades y derechos que les asistan, es decir tienen esa facultad de
defenderse, presentar sus alegatos, ofrecer pruebas, impugnar, ejercer cuanta actividad sea
permitida por el ordenamiento jurídico.
11
Héctor Fix Zamudio, escribe: 'La garantía constitucional del plazo razonable
significa que los justiciables tienen derecho a que los tribunales resuelvan las
controversias que plantean ante ellos, dentro de los plazos señalados por el
legislador, puesto que con toda razón se ha insistido en que una justicia lenta y
retrasada no puede considerarse como tal [justicia], e inclusive puede traducirse
en una denegación, cuando ese retraso llega a ser considerable…'.
Por su parte, nuestra Constitución Política del Estado en sus Arts. 115 parágrafo II y 178
parágrafo I reconoce y garantiza el ejercicio de este principio de celeridad, por
consiguiente, es de cumplimiento obligatorio de parte de aquellas autoridades que
administran justicia, ya que de lo contrario se estaría incurriendo en la vulneración de este
principio y en retardación de justicia.
Este principio implica que, en materia penal ninguna persona podrá ser obligada a declarar
contra sí misma, ni contra sus parientes consanguíneos hasta el cuarto grado y segundo
grado de afinidad, y el derecho a guardar silencio no será considerado como indicio de
culpabilidad, conforme establece el Art. 121 parágrafo I de nuestra Constitución Política
de Estado.
12
coacción. De lo anotado, se extraen las siguientes subreglas: a) El término
“declaración” debe ser entendido como el ingreso de información a través de una
manifestación oral o escrita del imputado; b) El imputado tiene la facultad de
abstenerse de declarar; su negativa o silencio no le generan perjuicio, razón por la
que no pueden ser utilizados como fundamento de una resolución administrativa,
fiscal o judicial en su contra (arts. 6 y 92 del CPP); c) El imputado tiene libertad
de decisión sobre su declaración, que no puede ser coartada por ninguna forma de
coacción física o psíquica, como ser tortura, amenaza, juramento, cansancio,
pérdida de serenidad, preguntas capciosas, sugestivas o tendientes a obtener
alguna confesión, respuestas inducidas, promesa ilegítima de alguna ventaja (arts.
114 CPE y 93 CPP); y, d) La voluntariedad de la declaración del imputado no
puede ser eliminada o menoscabada por medios que la excluyan (psicofármacos o
“sueros de la verdad”) o instrumentos que registran reacciones inconscientes o
reflejos condicionados (polígrafos y similares). La vulneración al derecho-garantía
de no declarar contra uno mismo, en alguna de las subreglas señaladas, plasmada
en la declaración del imputado u otro acto investigativo o procesal que lo incrimine
y lo perjudique, es por mandato del art. 114.II de la CPE (concordante con los arts.
167 y 169 del CPP) nulo de pleno derecho. (SCP Nº 224/2012 de 24 de mayo,
2012)
Nuestra normativa suprema que es la Constitución Política del Estado, en su Art. 120
parágrafo I garantiza y reconoce este principio, además dispone que nadie debe ser
juzgado por comisiones especiales o sometido a otros jueces que las establecidas con
anterioridad al hecho de la causa. Al respecto la jurisprudencia constitucional, hace
referencia:
Uno de los elementos esenciales del principio y garantía del debido proceso es el
derecho al juez natural competente, independiente e imparcial; debiendo
entenderse por juez competente aquel que de acuerdo a las normas jurídicas
13
previamente establecidas, conforme criterios de territorio, materia y cuantía, es el
llamado para conocer y resolver una controversia judicial; juez independiente
aquel que, como se tiene referido, resuelve la controversia exenta de toda
injerencia o intromisión de otras autoridades o poderes del Estado; y juez imparcial
aquel que decida la controversia judicial sometida a su conocimiento exento de
todo interés o relación personal con el problema, manteniendo una posición
objetiva al momento de adoptar su decisión y emitir la resolución. (SC 0491/2003-
R de 15 de abril, 2003)
El autor Llobet Rodriguez (1998), con relación a este principio señala “Nadie será
condenado dos veces por la justicia civil a causa del mismo crimen, ofensa o agravio”
(pág. 124), del cual se puede entender ninguna persona puede ser juzgado, sancionado o
condenado dos veces por el mismo hecho, ya que de lo contrario se estaría incurriendo en
doble juzgamiento.
El principio non bis in idem tiene su alcance en una doble dimensión, pues, de un
lado, está el material, es decir, que nadie puede ser sancionado dos veces por el
mismo hecho y, de otro, el procesal referido al proceso o al enjuiciamiento en sí,
es decir, que ante la existencia de identidad de sujeto, objeto y causa, no sólo que
no se admite la duplicidad de resolución por el mismo delito, sino también que es
inadmisible la existencia de un nuevo proceso o juzgamiento con una repetición
de las etapas procesales, es decir, el procesal, se infiere que la manifestación
esencial del principio non bis in idem es la cosa juzgada, lo que supone la
existencia de un proceso cuyo resultado sea una sentencia ejecutoriada, misma que
podrá ser absolutoria, declaratoria de inocencia o condenatoria, lo que implica el
cierre del proceso penal en forma definitiva y firme. (SCP 726/2014 10 de abril,
2014)
En el principio se debe distinguir el aspecto sustantivo (nadie puede ser sancionado
doblemente por un hecho por el cual ya ha sido absuelto o condenado) y el aspecto
14
procesal o adjetivo (nadie puede ser juzgado nuevamente por un hecho por el cual ya ha
sido absuelto o condenado). En este sentido, existirá vulneración al non bis in idem, no
sólo cuando se sanciona sino también cuando se juzga nuevamente a una persona por un
mismo hecho. Este principio no es aplicable exclusivamente al ámbito penal, sino que
también lo es al ámbito administrativo, cuando se impone a un mismo sujeto una doble
sanción administrativa, o cuando se le impone una sanción administrativa y otra penal
pese a existir las identidades antes anotadas -sujeto, hecho y fundamento- (SCP
0962/2010-R de 17 de agosto, 2010)
Este principio consiste en que la ley solo dispone para lo venidero y no tendrá efecto
retroactivo, excepto en materia laboral, cuando lo determine expresamente a favor de los
trabajadores y trabajadoras, en materia penal cuando beneficie a la imputada o al
imputado; en materia de corrupción para investigar, procesar y sancionar los delitos
cometidos por los servidores públicos contra los intereses del Estado, como dispone el
Art. 123 de la Constitución Política del Estado.
15
ser aplicadas de manera inmediata a todos los procesos que se inicien o que están
pendientes al tiempo en que entran en vigor, ello porque su aplicación tiene la
finalidad de regular un hecho en la actualidad y no a situaciones o hechos pasados
y debidamente consolidados.
Este principio consiste en que los litigantes no deben pagar ningún monto económico,
sueldo o retribución a los operadores de justicia, ya que el Estado es quien se encarga de
dirimir la justicia y de las controversias, en consecuencia, se encarga de tal retribución.
16
Constitucional Plurinacional resaltó que: 'De donde se infiere que, al constituirse
el principio de gratuidad en uno de los pilares del sistema de administración de
justicia, no puede, la autoridad jurisdiccional, a título de la falta de provisión de
recaudos, paralizar la tramitación de una causa o de un recurso dentro de la
misma, toda vez que dicha actuación incidiría directamente en su tramitación,
ocasionando una dilación indebida y consecuentemente posibles vulneraciones
a derechos y garantías de los particulares'.
Ahora bien, en virtud de que el art. 7.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011
de Transición para el Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental,
Consejo de la Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional, determina
expresamente: 'A partir del 3 de enero de 2013, se suprime y elimina todo pago
por concepto de formularios de notificación y papeletas de apelación, en todo tipo
y clase de proceso'; dicha sentencia constitucional (SCP 0286/2012 de 6 de junio),
concluyó, en esa fecha (6 de junio de 2012) que '…mientras tanto, las partes
interesadas deberán continuar proveyendo los recaudos de ley para impulsar la
continuidad del proceso…', debido a que como se tiene anotado, la fecha de
emisión de la sentencia constitucional, temporalmente otorgaba esa posibilidad;
situación que a partir del 3 de enero de 2013, por imperio de la ley (art. 7.II de la
Ley 212), constitucionalmente válida a la luz del principio de gratuidad (art. 178.I
de la CPE) ya no puede sostenerse, debido a que la norma taxativamente, desde
esa data, suprime y elimina todo pago por concepto de formularios de notificación
y papeletas de apelación, en todo tipo y clase de proceso con cargo a las partes
interesadas quienes ya no tienen la obligación de proveer los recaudos de ley para
impulsar la continuidad del proceso…”»
De cuyo razonamiento se puede extraer que, en los procesos judiciales donde planteen
apelación y la parte apelante no deje recaudos, esa situación no impide que puedan
remitirse actuados ante el superior en grado, toda vez que, bajo el principio de gratuidad
los funcionarios judiciales tienen la obligación de remitir los actuados que tengan en su
17
poder, ya que desde la gestión 2013 se determinó que los sujetos procesales no pueden
ser obligados a pagar por los valorados, notificaciones u otros formularios.
Por este principio, se garantiza que toda persona tiene el derecho a ser oído en juicio
público, garantizando a la ciudadanía la libertad de presenciar el desarrollo de la audiencia
y como consecuencia de ello, la posibilidad de controlar la marcha de él, es decir se da la
opción pública, de una manera directa o sino a través de los medios de comunicación
social, para que se vigile el comportamiento de los jueces, su imparcialidad y
profesionalidad.
Por su parte, Tamayo respecto al principio de publicidad hacer referencia que, el mismo:
Se ha erigido en uno de los pilares del sistema democrático, permitiendo un
proceso público con todas las garantías tanto en consideración a la ciudadanía,
como a las partes implicadas en el mismo. Una doble dimensión pues; interna a
los efectos de los intervinientes en el procedimiento en toda su complejidad, como
externa, en consideración a la comunidad y su posibilidad de conocer las
actuaciones judiciales tanto previas como coetáneas al proceso. (Tamayo, 2013)
18
enfoca en permitir que el poder público y su accionar se encuentren a la vista de todos, sin
velos ni secretos, en una situación tanto pasiva como activa: dejar ver y mostrar. Estos
principios están debidamente garantizados por nuestra Constitución Política del Estado en
los Arts. 115-II y 178-I, asimismo este principio implica que todo el proceso judicial se
haga de manera pública y que cualquier persona interesada pueda obtener información
sobre el desarrollo de cada una de las etapas de dicho proceso.
El Dr. Arandia Guzmán, en su libro Derecho Procesal Penal hace referencia que: “Este
principio consiste en dividir el proceso en periodos o etapas fundamentales con tiempos
determinados dentro los cuales debe realizarse determinados actos que, si no se realizan
antes de cerrarse una etapa, no pueden realizarse o no tienen validez” (p. 7)
Las y los magistrados, vocales y jueces, deberán proseguir con el desarrollo del
proceso, sin retrotraer a las etapas concluidas, excepto cuando existiera
irregularidad procesal reclamada oportunamente y que viole su derecho a la
defensa conforme a ley. II. La preclusión opera a la conclusión de etapas y
vencimiento de plazos, es decir, que por regla los tribunales deben conservar los
actos procesales procediendo a la anulación solo cuando dicho vicio procesal
afecte al debido proceso y el derecho a la defensa reclamados en el plazo oportuno
reconocido por ley a los litigantes, de lo contrario quedará cubierta por el
consentimiento tácito de las partes.
La preclusión implicada que cada etapa del proceso penal es única, lo que implica que, si
no se hace prevalecer algún derecho como la presentación de alguna prueba, interposición
de incidentes o solicitud de alguna audiencia u otro, dicha solicitud ya no puede hacerse
prevaler en otra por que la precluyó el tiempo de duración o el término de dicha etapa.
19
2.14 PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN
Este principio está debidamente expresado en el Art. 330 del Código de Procedimiento
Penal modificado por la Ley Nº 1173, cuando expresa entre lo más relevante, que el juicio
oral se realizara con la presencia ininterrumpida de la autoridad jurisdiccional y de todas
las partes.
Por otra parte, Condori Mamani (2020), respecto al principio de inmediación hace
referencia que:
Este principio es muy importante, frente un proceso penal, ya que permite que la autoridad
judicial pueda observar de forma directa al acusado, victima, testigos y viceversa,
asimismo permite que los sujetos procesales puedan tenerse contacto visual, situación que
facilita al juzgador poder apreciar y valorar las inquietudes de todos en una audiencia de
juicio oral o cualquier otra, para luego poder determinar de forma correcta la resolución.
20
asegurar el cumplimiento de derechos y garantías constitucionales de las partes del
proceso, por lo que a continuación desarrollaremos los derechos y garantías procesales
que se encuentran en nuestro Código de Procedimiento Penal en concordancia con la
Constitución Política del Estado.
Asimismo, este principio conforme hace referencia el Dr. Zapata Chavez (2015), se
caracteriza por la utilización de los principios de oralidad, publicidad, igualdad procesal
entre las partes, presunción de inocencia del imputado, derecho a la defensa, la detención
preventiva es la excepción y la libertad la regla, se aplica el principio de contradicción, la
sentencia debe ser debidamente fundamentada conforme a derecho misma que puede ser
impugnada por las partes y sobre todo este principio y sistema se rige por la división entre
la potestad investigativa y la judicial. (pp. 126-130)
Con relación a la división de roles entre el Ministerio Público y el Juez, el Art. 279 del
Código de Procedimiento Penal, prevé: “La Fiscalía y la Policía Nacional actuaran
siempre bajo Control Jurisdiccional. Los fiscales no podrán realizar actos jurisdiccionales
ni los jueces actos de investigación que comprometa su imparcialidad”
Con relación a este punto nuestra Constitución Política del Estado en los Arts. 178 – I y
180 expresa lo siguiente:
Art. 178. I. “La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se
sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica,
publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad,
21
equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto
a los derechos…”.
La Constitución Política del Estado (2009) en su primera parte, titulo IV, Art. 115.II
garantiza el derecho al debido proceso cuando señala lo siguiente: “El Estado garantiza el
derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta y oportuna, gratuita,
transparente y sin dilaciones”. De la misma forma en su Art. 117.I. dispone que: “Ninguna
persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido
proceso…”
Por su parte, el Código de Procedimiento Penal en su Art. 1 prevé: “Nadie será condenado
a sanción alguna si no es por sentencia ejecutoriada, dictada luego de haber sido oído
previamente en juicio oral y público, celebrado conforme a la Constitución, las
Convenciones y Tratados internacionales vigentes y este Código.”
22
Conforme dispone el Art. 1 del Código de Procedimiento Penal, este principio consiste en
que: “Nadie será condenado a sanción alguna si no es por sentencia ejecutoriada, dictada
luego de haber sido oído previamente en juicio oral y público, celebrado conforme a la
Constitución, las Convenciones y Tratados internacionales vigentes y este Código”.
De modo similar nuestra Constitución Política del Estado en el Art. 115. I-II expresa:
I. Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales
en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos. II. El Estado garantiza el
derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna,
gratuita, transparente y sin dilaciones.
A su vez el Art. 117 – I de la misma normativa Constitucional prevé: “I. Ninguna persona
puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso...”
Esto significa que la persona debe ser acusado de la comisión de un delito, presentándose
prueba en su contra, empero el mismos también debe tener la oportunidad de defenderse
alegando sus derechos y presentando las pruebas que tenga para demostrar su inocencia,
y solo en base a estos elementos, el Juez juzgará los hechos y finalmente dictará una
sentencia, absolviendo o condenando, en caso de emitir una sentencia condenatoria el
mismo debe ser surgido del debido juicio previo, caso contrario no puede ser sancionado.
El Art. 2 del Código de Procedimiento Penal dispone que: “Nadie será juzgado por
comisiones o tribunales especiales ni sometido a otros órganos jurisdiccionales que los
constituidos conforme a la Constitución y a la ley, con anterioridad al hecho de la causa.”
De similar forma el Art. 3 de la misma normativa legal expresa:
23
el Juez informará a la Corte Suprema de Justicia sobre los hechos que afecten su
independencia. Cuando la intromisión provenga del propio Poder Judicial, el
informe será presentado al Consejo de la Judicatura o al Congreso Nacional.
Asimismo, con relación a este derecho y garantía nuestra Constitución Política del Estado
Plurinacional de Bolivia en su primera parte, título IV en los Arts. 120-I y 122 prevén:
“Toda persona tiene derecho a ser oída por una autoridad jurisdiccional competente,
independiente e imparcial, y no podrá ser juzgada por comisiones especiales ni sometida
a otras autoridades jurisdiccionales que las establecidas con anterioridad al hecho de la
causa.” y Art. 122 “Son nulos los actos de las personas que usurpen funciones que no les
competen, así como los actos de las que ejercen jurisdicción o potestad que no emane de
la ley.” Esta garantía procesal también va de mano con el principio de legalidad, es decir
que todas las actuaciones que se realicen el proceso deben estar sometido conforme
determina las normativas vigentes.
Ahora con relación al juez natural como se explicó anteriormente, esta debe estar integrada
por los elementos de la competencia, la independencia y la imparcialidad del juzgador. La
competencia por que debe estar facultado por ley para conocer un determinado caso, debe
ser competente en cuanto al territorio y materia; independiente no debe estar sometido a
injerencia de otras autoridades, órganos de Estado o grupos de interés e imparcial porque
no debe tener favoritismo por ninguna de las partes, ya que es la autoridad que va resolver
la litis y debe hacerlo de manera objetiva, y finalmente esta autoridad judicial debe estar
debidamente establecida con anterioridad al hecho de la causa.
Esta garantía debidamente establecida por el Art. 4 del Código de Procedimiento Penal
que expresa que:
Nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho, aunque
se modifique su calificación o se aleguen nuevas circunstancias. La sentencia
24
ejecutoriada dictada en el extranjero sobre hechos que puedan ser conocidos por
los tribunales nacionales producirá efecto de cosa juzgada.
Con relación a esta garantía nuestra normativa suprema que es la Constitución Política del
Estado en la primera parte, título IV, Art. 117. II. expresa: “Nadie será procesado ni
condenado más de una vez por el mismo hecho...”
Este principio de manera clara implica la imposibilidad de que el Estado sancione dos
veces a una persona por los mismos hechos, garantizando a toda persona que no sea
juzgado nuevamente por el mismo delito o infracción, ya que en un juicio primigenio fue
absuelto o condenado por los hechos que se pretendan analizar por segunda ocasión.
El Art. 5 del Código de Procedimiento Penal, de manera clara y especifica determina que
se considera imputado a toda persona a quien se atribuya la comisión de un delito ante los
órganos encargados de la persecución penal. Asimismo, determina que el mismo podrá
ejercer todos los derechos y garantías que la Constitución, las Convenciones y los Tratados
internacionales vigentes y el mismo Código Procesal le reconozcan, desde el primer acto
del proceso hasta su finalización.
Se entenderá por primer acto del proceso, cualquier sindicación en sede judicial o
administrativa contra una persona como presunto autor o partícipe de la comisión de un
delito, y este tiene el derecho a ser tratada con el debido respeto a su dignidad de ser
humano. En estrecha relación a lo siguiente el Art. 84 de la misma normativa legal expresa:
25
dentro de las veinticuatro horas siguientes y facilitará en todo momento su
comunicación con el defensor.
Por su parte la Constitución Política del Estado en la primera parte, titulo II Art. 22,
dispone que: “La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y
protegerlas es deber primordial del Estado.” Asimismo, el Art. 23 -I prevé:
Asimismo, de manera específica en la primera parte, título IV, Art. 121 de la misma
normativa Constitucional se estable lo siguiente: “I. En materia penal, ninguna persona
podrá ser obligada a declarar contra sí misma, ni contra sus parientes consanguíneos hasta
el cuarto grado o sus afines hasta el segundo grado. El derecho de guardar silencio no será
considerado como indicio de culpabilidad.”.
La defensa material es uno de los derechos que debe tener el imputado a momento de
asumir defensa en todos los actos del proceso, es asi que nuestro Código de Procedimiento
Penal en su Art. 8 expresa: “El imputado, sin perjuicio de la defensa técnica, tendrá
26
derecho a defenderse por sí mismo, a intervenir en todos los actos del proceso que
incorporen elementos de prueba y a formular las peticiones y observaciones que considere
oportunas”.
Por su parte nuestra Constitución Política del Estado en la primera parta, titulo IV, en su
Art.115 parágrafo II. dispone que: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la
defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones.”
La defensa material se realiza por medio de las declaraciones que el imputado brinda en
el proceso, pudiendo hacerlo cuantas veces quiera, siempre que sean pertinentes, esta es
la defensa material activa, pero también puede hacerlo pasivamente, cuando se abstiene
de declarar. Port ello la declaración del imputado, más que un medio de prueba es un
medio de defensa, es cual está debidamente garantizado a su vez en el Art. 119 – II de la
Constitución Política del Estado, cuando prevé que toda persona tiene derecho inviolable
a la defensa.
27
La defensa técnica es ejercida por un abogado, esta se ejerce mediante instancias,
argumentaciones, alegatos u observaciones que se basan en normas de derecho sustantivo
o procesal, por ello, se exigen conocimientos jurídicos que el imputado muchas veces no
podría conocer y defenderse como establece la normativa legal.
El Código de Procedimiento Penal en el Art. 11 dispone que: “La víctima por sí sola o por
intermedio de un abogado, sea particular o del Estado, podrá intervenir en el proceso
penal, aunque no se hubiera constituido en querellante”. Ahora de manera clara y
específica en el Art. 76 del Código de Procedimiento Penal modificado por la Ley Nº 1173
en su Art. 5, víctima se considera a:
28
1) A las personas directamente ofendidas por el delito; 2) Al cónyuge o
conviviente, a los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad, al hijo o padre adoptivo y al heredero testamentario, en los
delitos cuyo resultado sea la muerte del ofendido; 3) A las personas jurídicas en
los delitos que les afecten; 4) A las fundaciones y asociaciones legalmente
constituidas, en aquellos delitos que afecten intereses colectivos o difusos,
siempre que el objeto de la fundación o asociación se vincule directamente con
estos intereses; y, 5) Al Estado, a través de sus instituciones, en los delitos que les
afecten.
Por otra parte, aun cuando la víctima no hubiere intervenido en el proceso, deberá ser
informada por la autoridad responsable de la persecución penal sobre sus derechos y por
el juez o tribunal sobre los resultados del proceso, bajo responsabilidad que corresponda
en caso de incumplimiento. (Art. 77 del CPP)
Nuestra Constitución Política del Estado en su Art. 115 – I dispone que: “Toda persona
será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el ejercicio de sus
derechos e intereses legítimos.” De manera clara en el Art. 113 – I expresa que: “La
vulneración de los derechos concede a las víctimas el derecho a la indemnización,
reparación y resarcimiento de daños y perjuicios en forma oportuna.” A su vez, el Art.
121 – II de la misma normativa Constitucional se específica que:
Con relación a este punto el Art. 81 del Código de Procedimiento Penal prevé:
La persona ofendida directamente por el delito podrá disponer que sus derechos y
facultades sean ejercidos por una asociación o fundación de protección o ayuda a
las víctimas. En este caso no será necesario el poder especial y bastará que la
29
delegación de derechos y facultades conste en un escrito firmado por la víctima y
el representante legal de la entidad.
3.11 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
De manera clara y especifica el Art. 6 del Código de Procedimiento Penal dispone que:
Todo imputado será considerado inocente y tratado como tal en todo momento,
mientras no se declare su culpabilidad en sentencia ejecutoriada. No se podrá
obligar al imputado a declarar en contra de sí mismo y su silencio no será utilizado
en su perjuicio. La carga de la prueba corresponde a los acusadores y se prohíbe
toda presunción de culpabilidad. En el caso del rebelde, se publicarán únicamente
los datos indispensables para su aprehensión.
Dentro de este marco los Arts. 116 – I y 121 – I de la Constitución Política del Estado,
garantiza la presunción de inocencia, estableciente además que, en materia penal, ninguna
persona podrá ser obligada a declarar contra sí misma, ni contra sus parientes
consanguíneos hasta el cuarto grado o sus afines hasta el segundo grado y el derecho de
guardar silencio no será considerado como indicio de culpabilidad.
30
Por su parte nuestra Constitución Política del Estado en el Art. 23 – I establece que: “…La
libertad personal sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para
asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias
jurisdiccionales.”
De igual manera en concordancia con el Art. 7 del código de Procedimiento Penal citado
anteriormente, nuestra normativa constitucional en el Art. 116 – I determina: “…Durante
el proceso, en caso de duda sobre la norma aplicable, regirá la más favorable al imputado
o procesado.”
Ahora bien, las medidas cautelares son excepcionales y su aplicación no debe vulnerar las
garantías constitucionales, y estas solo pueden ser restringidos para la averiguación de la
verdad, garantizar el desarrollo del proceso y la aplicación de la ley, sin embargo esta solo
debe durar mientras subsista la necesidad de su aplicación, de la misma forma las medidas
de carácter personal se aplican con criterio restrictivo y se ejecutaran de modo que
perjudique lo menos posible a la persona y reputación de los afectados, conforme señalan
entre lo más relevante los Arts. 221 y 222 Código de Procedimiento Penal.
31
con este articulo nuestra Constitución Política del Estado el Art.119 – I dispone que: “Las
partes en conflicto gozarán de igualdad de oportunidades para ejercer durante el proceso
las facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por la indígena
originaria campesina.”
Los elementos de prueba sólo tendrán valor si han sido obtenidos por medios
lícitos e incorporados al proceso conforme a las disposiciones de la Constitución
Política del Estado y de este Código. No tendrá valor la prueba obtenida mediante
torturas, malos tratos, coacciones, amenazas, engaños o violación de los derechos
fundamentales de las personas, ni la obtenida en virtud de información originada
en un procedimiento o medio ilícito.
Con relación a lo dispuesto por su parte nuestra Constitución Política del Estado en el Art.
15, prevé:
32
A su vez, el Art. 25 – IV establece: “La información y prueba obtenidas con violación
de correspondencia y comunicaciones en cualquiera de sus formas no producirán efecto
legal.”
De forma similar en la parte primera, titulo IV, Art. 114- II de nuestra Constitución
Política del Estado dispone: “Las declaraciones, acciones u omisiones obtenidas o
realizadas mediante el empleo de tortura, coacción, exacción o cualquier forma de
violencia, son nulas de pleno derecho.”
Respecto a esta garantía el Art. 171 del Código de Procedimiento Penal, entre lo más
relevante llega al entendimiento de que el juez debe admitir como medios de prueba todos
los elementos lícitos de convicción que puedan conducir al conocimiento de la verdad
histórica del hecho, de la responsabilidad y de la personalidad del imputado, de la misma
forma puede limitar los medios de prueba ofrecidos cuando ellos resulten manifiestamente
excesivos o impertinentes. Ahora, aquellas pruebas que fueron obtenidas en virtud de
información originada en un procedimiento o medio ilícito vulnerando los derechos y
garantías consagradas en la Constitución Política del Estado, en las Convenciones y
Tratados internacionales vigentes, el Código de Procedimiento Penal o fueron prueba
incorporados al proceso sin observar las formalidades previstas por el Código de
Procedimiento Penal carecerán de toda eficacia probatoria.
33
CAPITULO IV - CONCLUSIÓN
Por otra parte, el desarrollo de los entendimientos asumidos por los diferentes autores
respecto a las garantías y principios constitucionales aplicables en materia penal, nos
ayudaron a entender que los garantías y principios constitucionales son importantes dentro
el desarrollo de un proceso, toda vez que, buscan que todo proceso penal se realice en el
marco de la legalidad, donde la justicia también sea pronta y oportuna para los sujetos
procesales.
Asimismo, en el desarrollo del trabajo se puede observar que se desarrolló todas garantías
y principios constitucionales en materia penal que se encuentran plenamente identificadas
en la constitución Política del Estado y el Código de Procedimiento Penal, mismas que
buscan la protección de los derechos de los sujetos procesales frente a un proceso penal,
34
donde exista el derecho a la defensa de ambas partes, se presuma la inocencia del imputado
mientras no se demuestre en una sentencia ejecutoriada, se presente las pruebas de cargo
y descargo mediante obtención licita, se aplique correctamente la normativa
procedimental penal, sin vulnerar los derechos y garantías constitucionales de las partes,
de esta forma quien debe velar por el cumplimiento de los mismos en un proceso en
nuestro pais es la autoridad jurisdiccional (Juez), mismo que debe actuar de manera
objetiva, siendo competente, independiente e imparcial.
35
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Código de Procedmiento Penal Ley 1970. (25 de marzo de 1999). Bolivia: Gaceta oficial.
Cordero Miranda, M. (s.f.). El Proceso por Audiencia y los Medios de Impugnación. Poder
Judicial Bolivia - Academia Nacional de Ciencias Jurídicas.
CPE. (07 de febrero de 2009). Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia.
Bolivia: Gaceta oficial.
36
Ley 1173 de Abreviacion Procesal Penal. (03 de mayo de 2019). Bolivia: Gaceta oficial.
Llobet Rodriguez, J. (1998). Proceso penal comentado. San Jose de Costa Rica:
Universidad para la Cooperación Internacional.
37
Sentencia Constitucional 1421/2012 de 24 de septiembre. (2012). Sucre: Tribunal
Constitucional Plurinacional.
Villarroel Ferrer, C. J., & Villarroel Montaño, W. J. (2012). Derecho Procesal Orgánico.
La Paz - Bolivia: El Original San José.
38