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TRABAJO PRÁCTICO
AGRADECIMIENTO
DEDICATORIA
La función policial ocupa un lugar primordial en materia de seguridad ciudadana. Por ello, la
legitimidad y eficacia de las actuaciones de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley,
son fundamentales para promover la seguridad, la justicia y los derechos humanos en las
sociedades democráticas. La cuestión policial justifica su trascendencia actual, pues, además
de ejercer una función indispensable de la administración del Estado, es un instrumento de
intervención social que tiene un efecto en las principales formas de relación entre el Estado y
la sociedad
La función pública atribuida a los policías tiene como principales objetivos respetar y hacer
respetar las leyes, mantener la seguridad y el orden público, respetando los derechos humanos
de todas las personas en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia.
Pero también sabemos que a pesar de todos los esfuerzos realizados gran parte de la sociedad
no comprende la función policial ya que es el brazo operativo del Estado para el cumplimiento
de las leyes.
INDICE DE CONTENIDO
1. Introducción
2. Antecedentes
3. Planteamiento del Problema
4. Objetivos
4.1. Objetivo General
4.2. Objetivos Específicos
5. Justificación
6. Marco
6.1. Marco Teórico
6.2. Marco conceptual
6.3. Marco institucional
6.4. Marco legal
6.4.1. Base Legal Nacional
6.4.2. Base legal internacional
7. Diagnostico
8. Análisis
9. Conclusiones y Recomendaciones
10. Bibliografía
1. INTRODUCCION
Los altos índices de inseguridad y violencia que actualmente registran diversos países en
América Latina, así como el abuso de la fuerza pública y las constantes violaciones a los
derechos humanos, hacen necesario replantear la función policial con una perspectiva basada
en los derechos humanos y en una nueva concepción de la ética pública. Este trabajo se
fundamenta en la teoría de los derechos humanos; desde esta perspectiva, se aborda la
función policial y se analiza la manera en que realiza su función pública y si cumple con los
principios constitucionales. En contrapeso, se aborda la ética pública como una posible
solución. Fortalecer el aspecto preventivo es indispensable, pues el objetivo consiste en evitar
que en el ejercicio de la función policial se cometan violaciones a derechos humanos, más allá
de los instrumentos de reacción y reparación con los que se cuente.
La actividad de Policía está destinada a proteger los derechos fundamentales tal como está
contenido en la Constitución Política, en Pactos, tratados y Convenciones Internacionales de
Derechos Humanos ratificados por el Estado. La actividad policial está regida por la
Constitución Política, la ley y los Derechos Humanos.
La policía es una de las instituciones fundamentales del Estado Boliviano que más críticas
recibe de Violaciones a los Derechos Humanos a nivel Internacional y de muchas otras
organizaciones de derechos humanos. En diferentes fuentes de información escrito televisivo y
de redes sociales se habla de estas violaciones que en estos últimos años han estado en boca
de todos debido a las transformaciones políticas que se vivió en nuestro país, donde la policía
cumplió un papel de represión y posterior pacificación, que si bien no fue bien vista para
algunos sectores para otros si lo fue, es así que se tuvieron diferentes denuncias sobre
violación de derechos humanos.
Se han documentado innumerables ejemplos de violaciones por parte de la policía de los
derechos básicos de las personas a las que debería servir, desde la tortura y otras formas de
trato cruel, inhumano y degradante hasta impedir el ejercicio del derecho legítimo de reunión
y asociación, poner en peligro la igualdad en el acceso a la justicia y no proteger los derechos
básicos, en particular los de grupos vulnerables como las mujeres y los menores. La policía ha
desatendido, ignorado y tratado sin respeto el derecho básico a la vida, la libertad y la
seguridad en todas las regiones del mundo.
Debido sin duda a que la policía viola los derechos humanos y también los protege, la relación
entre muchas organizaciones de derechos humanos y la policía se caracteriza a menudo por la
ambigüedad. En muchos casos, los defensores de los derechos humanos tienden a sentirse un
tanto incómodos con los asuntos relacionados con la acción policial, Para ello es necesario
poseer conocimientos especializados sobre «la policía» como institución y sobre la «acción
policial» como función, de lo que se trata en este trabajo de investigación.
2. ANTECEDENTES
Todos estos fenómenos han tenido consecuencias muy diversas y hasta contradictorias con
respecto a los derechos humanos. Con mucha cautela se puede aseverar que en Bolivia
únicamente la modernidad occidental introdujo la concepción de los derechos humanos como
los conocemos hoy. Algo similar pasa en la casi totalidad del ámbito islámico, aunque afirmar
esto vaya contra la corrección política del momento y contra las convenciones “progresistas”,
que, interesadamente, intentan rebajar los méritos y la dignidad de la cultura occidental.
Es posible, por otra parte, que los efectos de la modernización cultural y los intercambios
permanentes con otros modelos civilizatorios generarán a la larga una modificación del
imaginario político-popular. Es probable, aunque no seguro, que la diseminación metódica de
los derechos humanos mediante la labor de la escuela y la cooperación de los medios masivos
de comunicación rendirá frutos positivos en el largo plazo. En una perspectiva optimista se
puede esperar que los derechos universales lleguen a ser percibidos como algo propio e
irrenunciable, es decir como algo constitutivo de la identidad social.
En este punto hay que hacer hincapié en los grandes obstáculos que entorpecen ese noble fin.
Muchos de ellos están enraizados en prácticas culturales de larga data. Y aquí hay que
mencionar un hecho desagradable para la consciencia popular: las corrientes civilizatorias más
importantes que han determinado hasta hoy el imaginario colectivo boliviano han sido
tendencias colectivistas y autoritarias, que afirmaban, a menudo de modo no explícito, la
primacía del Estado, de la comunidad y del partido político sobre el individuo. La primera
ascensión del liberalismo al gobierno a partir de 1899 empezó a modificar muy paulatina y
fragmentariamente este escenario de ideas, valores y prácticas cotidianas. Este proceso fue
truncado por obstáculos y retrocesos, de los cuales el más notable fue el renacimiento de la
cultura autoritaria, clientelista y provinciana por obra de la Revolución Nacional de 1952.
La cultura occidental moderna es la que ha propugnado la primacía del individuo sobre entes
colectivos del modo más sistemático. Y sobre esta primacía se asienta la concepción
contemporánea de los derechos humanos. La lucha contra el absolutismo estatal y religioso
obtuvo sus primeros éxitos permanentes en países de Europa Occidental a partir del Siglo XVIII.
La protección de la persona humana, considerada como el valor más alto de la creación,
requirió de garantías y derechos contra su principal adversario, el Estado absolutista y sus
agentes. Todavía hoy, en todos los países del mundo, el aparato estatal es considerado, con
buenas razones, como la fuente central de violaciones a los derechos humanos, pero
constituye al mismo tiempo el principal garante de los mismos. Por ello la investigación
científica dedica sus esfuerzos a desentrañar los vínculos entre el Estado, los ciudadanos y los
derechos humanos.
La historia de la función de policía es tan remota como la religión misma en la historia de todas
las civilizaciones humanas organizadas. La función policial estaba ya presente en las
civilizaciones antiguas desde la Mesopotamia, la Dinastía China, el Imperio romano, el Imperio
incaico etc. etc. En Bolivia refiriéndonos desde los pueblos Wankarani, Chapín, y otras culturas
anteriores a los quechuas y aymaras en el Alto Perú que dieron origen a los sabios valores
éticos morales del Ama suwa, Ama llulla y Ama quilla, con la visión futurista para los siglos
venideros, ya que tenían la necesidad de que alguien tenga la tarea de hacer cumplir las
normas establecidas, precisamente la función recaía en un grupo de guerreros dependientes
del soberano.
En las sociedades del siglo XXI, la seguridad se ha colocado como una de las principales
preocupaciones y demandas ciudadanas, lo mismo a nivel personal que en el ámbito público.
Desde una perspectiva nacional, o bien, desde el ámbito internacional, la seguridad sigue
siendo un tema pendiente en las agendas de los Estados.
En cualquier Estado de derecho, la función policial tiene un amplio campo de acción en el tema
de la seguridad. Las estrategias y vías que cada gobierno implemente respecto a sus
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley tienen una repercusión directa, ya sea positiva
o negativa, en la seguridad de la ciudadanía. Por ello, previo al análisis concreto de la función
policial, se ha de entender a la seguridad desde la perspectiva de los derechos humanos, es
decir como un mínimo vital que requiere de medidas concretas para su garantía.
Al ser un bien común, la seguridad ciudadana es una prioridad nacional para el desarrollo del
libre ejercicio de los derechos y garantías individuales y colectivas, de todos los estantes y
habitantes del territorio del Estado Plurinacional de Bolivia. “Es una condición fundamental
para la convivencia pacífica y el desarrollo de la sociedad boliviana”, se lee en el artículo 3 de la
Ley del Sistema de Seguridad Ciudadana “Para Vivir Bien”, que fue promulgada en septiembre
de 2012. Por esta razón, el Estado Plurinacional de Bolivia declaró en la norma, como una
prioridad nacional el financiamiento y la ejecución de los planes, programas y proyectos de
seguridad ciudadana. (2) la Pública Viernes, 26 septiembre 2014
El enfoque actual de la seguridad se relaciona con el desarrollo humano como una nueva
dimensión de la seguridad humana. Ésta busca situar al ser humano como eje del desarrollo y
tiene una correlación con factores como los derechos humanos, la salud, el medioambiente, la
democracia, la seguridad alimentaria. Asimismo, “incluye el acceso a los elementos básicos
para la vida; la protección del individuo frente al crimen y al terrorismo; las enfermedades
sociales; la corrupción política; las migraciones masivas; el desarrollo político, económico y
democrático; la sustentabilidad ambiental y los esfuerzos para controlar y reducir la
contaminación”.
La seguridad humana integra tres libertades: la libertad del miedo, la libertad de la necesidad
(o miseria) y la libertad para vivir con dignidad:
• Libertad del miedo, implica proteger a las personas de las amenazas directas a su seguridad
y a su integridad física, se incluyen las diversas formas de violencia que pueden surgir de
Estados externos, de la acción del Estado contra sus ciudadanos y ciudadanas, de las acciones
de unos grupos contra otros, y de las acciones de personas contra otras personas.
La seguridad ciudadana supone una situación social en donde todas las personas, como
miembros de la sociedad, gozan libremente de sus derechos y libertades fundamentales. Por
otra parte, este tipo de seguridad implica la capacidad del Estado para garantizar el pleno
ejercicio de estos derechos y para responder ante las afectaciones que se causen a los mismos.
En los primeros tiempos de la democracia por lo que el Art. 3 de la Ley del Sistema Nacional de
Seguridad Ciudadana define: Seguridad ciudadana es un bien común esencial de prioridad
nacional para el desarrollo del libre ejercicio de los derechos y garantías individuales y
colectivas, de todos los estantes y habitantes del territorio del Estado Plurinacional de Bolivia y
una condición fundamental para la convivencia pacífica y el desarrollo de la sociedad boliviana.
* Fiscalización social y del gobierno para terminar con la pulseta de medición de poder entre el
comando y la ANSSCLAPOL aplicando las leyes y normativa disciplinaria interna (dicho de otra
manera definir, quién obedece a quién).
* Como este proyecto parece ser una utopía y hasta que despierte la voluntad política en el
Gobierno, solo queda ejecutar inmediatamente el control social. (4) OPINION 27 de octubre de
2013
Por lo anterior, la seguridad se puede analizar a partir de diversas perspectivas, así como
factores, que influyen positiva o negativamente en cada caso concreto. Dentro de esta gama
de vertientes, el presente trabajo se centra en el análisis de la función policial, a partir de la
perspectiva de los derechos humanos y la ética pública, entendidos como el piso común en el
que se debe basar dicha función pública.
La profesión de policía, como del abogado o médico, existe y es indispensable en una sociedad,
esto por la confianza que inspira en la gente, que ve necesaria su presencia y participación,
porque busca sentirse resguardada ante la complejidad de la conducta social y del delito, en un
entorno social donde la inseguridad o bien está latente o inexistente.
¿Todo esto para qué? o ¿en busca de qué?, para ganar y fortalecer no sólo la confianza de la
sociedad sino también para ser una institución modelo de servicio, situación que es la
permanente búsqueda de la pacífica convivencia y del bienestar de la colectividad.
Demandaría mucho espacio explicar los ocho artículos que hacen en sí toda la estructura de
este instrumento legal de los derechos humanos, no vinculante. A continuación este resumen
especifica aquellos más destacados.
La Policía podrá usar la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo
requieran las exigencias del servicio; esto se rige por los principios de legalidad, necesidad, y
proporcionalidad, enmarcados en la ética; donde su inobservancia podría generar
responsabilidades y perjuicios institucionales. El uso de armas de fuego es una medida
extrema, que debe considerar riesgos. En general, no se deberá emplear armas de fuego
contra las personas, salvo en defensa de la vida propia o de terceros, con el propósito de evitar
la comisión de un delito; aprehender a una persona que represente ese peligro y oponga
resistencia, o para impedir su fuga, siempre que durante la fuga ponga en riesgo la vida de
alguien.
No imponer, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles inhumanos
o degradantes, ni es válida aquella que haga referencia a que fue en cumplimiento de una
orden superior, Artículo 110 de la Carta Magna.
Las y los servidores públicos policiales deben hacer cumplir la Constitución Política del Estado y
el Código de Conducta; este artículo preventivo ético tiene respaldo de la Ley del Régimen
Disciplinario de La Policía Boliviana que establece en el artículo 12 inciso 34, como Falta Grave,
“Desobedecer e incumplir resoluciones administrativas emitidas por el Comando General”.
Finalmente cabe destacar que la disciplina, los derechos humanos y la ética policial son pilares
fundamentales para seguir postulando y ejecutando el desenvolvimiento de la misión
constitucional; aun cuando los horizontes de las vidas de muchos policías sean mucho más
estrechos y alejados, pues donde está el peligro está el policía y también los derechos
humanos… (5) El Diario BOLIVIA, 28 de Febrero de 2017
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
4. OBJETIVOS
Analizar la función policial desde la perspectiva de los derechos humanos y la ética publica
para el cumplimiento de su misión constitucional ante la sociedad.
Identificar las debilidades en la función policial con respecto a los derechos humanos.
Desarrollar estrategias para la función policial en estricto apego a las normas nacionales e
internacionales, basados en el código de conducta para los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley
5. JUSTIFICACION
La función policial ocupa un lugar primordial en materia de seguridad ciudadana. Por ello, la
legitimidad y eficacia de las actuaciones de estos agentes estatales son fundamentales para
promover la seguridad, la justicia y los derechos humanos en las sociedades democráticas. La
cuestión policial justifica su trascendencia actual, pues, además de ejercer una función
indispensable de la administración del Estado, es un instrumento de intervención social que
tiene un efecto en las principales formas de relación entre el Estado y la sociedad.
Entender la labor policial trata de definir un lenguaje común y establecer parámetros para
llevar a cabo una evaluación de los organismos policiales basada en los derechos humanos,
desde estas fuentes diversas. Dichos parámetros no conducirán directamente a la formulación
de recomendaciones para la acción policial, sino a un conjunto de cuestiones y
consideraciones que han de tenerse presentes cuando se llevan a cabo investigaciones sobre
la policía en un país determinado o cuando se realiza un análisis contextual para ayudar a
determinar por qué las instituciones policiales no hacen respetar las normas de derechos
humanos. El supuesto básico que tiene por objetivo este trabajo es que para lograr una
intervención eficaz sobre la cuestión de la conducta policial, el respeto de los derechos
humanos y todo el contexto en cuanto a la labor policía en Bolivia es indispensable conocer a
fondo a la policía, junto a sus virtudes sus fortalezas así como sus debilidades y sus amenazas.
6. MARCO
Entender la labor policial tiene como objetivo aclarar conceptos prácticos y normas
internacionales y de otros ámbitos relativos a la acción policial. Trata de facilitar de este modo
la evaluación de los organismos policiales en países concretos. Estas valoraciones son
fundamentales para desarrollar estrategias de investigación y acción eficaces que traten de
influir en la acción policial con el fin de mejorar el respeto de los derechos humanos y hacer
que la conducta policial se ajuste a las normas de derechos humanos reconocidas
internacionalmente. Las evaluaciones son asimismo fundamentales para decidir si es adecuado
entablar contacto con la policía para lograr esos fines. Este libro de recursos está dirigido
especialmente a las personas que trabajan en el marco de la organización de Amnistía
Internacional, pero también se dirige a la comunidad de derechos humanos en general.
Se debe informar a ustedes distinguidos lectores de “EL PERIÓDICO” que la Policía Boliviana
como mandato constitucional fundamenta su existencia en la consecuencia del bien común,
como último fin y por ello lo delimita a cumplir además roles esenciales que han sido
prescritos en la aún vigente Ley 734 Ley Orgánica de la Policía Boliviana; estos roles se vinculan
a sus funciones, pero también a su ordenamiento interno y al producto final que otorga a la
sociedad.
FUNCION
POLICIAL
CODIGO POLICIA
DD.HH.
DE ETICA SOCIEDAD
LA POLICIA Y LA SOCIEDAD,
PAZ Y
ENCUANTO A LOS DDHH, Y EL
ARMONIA
CODIGO DE ETICA BUSCAN LA
PAZ Y ARMONIA SOCIAL
La función Policial se caracteriza por un conjunto de normas legales que limitan la libertad de
cada individuo en favor de la de todos, permitiendo a la autoridad intervenir preventivamente
ante de que se viole el derecho, lo que nos permite concluir que la función de policía es
esencial y exclusivamente preventiva.
El poder de Policía es la facultad que se reconoce y atribuye a la autoridad, de emplear medios
adecuados para el mantenimiento del orden público.
El orden público que protege la policía es el que resulta de la prevención y eliminación de las
perturbaciones de la seguridad, intranquilidad, y todo contexto que genere un ambiente de
inseguridad ciudadana en el marco de la función policial junto a la ética pública y los derechos
humanos.
Como consecuencia de la íntima, directa y estrecha relación que existe entre el fin y el motivo
de policía, es posible afirmar de un modo general que constituyen motivo de policía todos los
hechos que amenacen o perturben el ordenamiento público en el marco del cumplimiento
normativo vigente y la política estratégica institucional valorando el vivir bien en estado de paz
y tranquilidad.
Los medios de policía a través de los cuales los servidores policiales alcanzan el
mantenimiento del orden público, se clasifican en jurídicos y materiales. Los primeros son los
actos que emanan de los funcionarios a quienes la Constitución o la Ley, ha otorgado el poder
de Policía y que son capaces de crear, o una situación jurídica general o una situación jurídica
individual. Los segundos son los que suponen la intervención de la fuerza física y las armas.
Los medios de policía, cuyo empleo es provocado por los motivos de policía que persiguen un
fin de policía, tienen un objeto que es la regulación del ejercicio de los derechos humanos. El
análisis de esta regulación debe partir de los derechos mismos sobre los cuales incide. He aquí
la razón por la cual la formulación de una teoría general del derecho de policía, no puede, para
ser completa, eludir el estudio de los derechos del hombre y de la mujer.
Las autoridades del poder ejecutivo, administrativo del poder público, tienen facultades para
fijar limitaciones a las libertades individuales, a ellos corresponde reglamentar y ejecutar las
leyes que versan sobre cuestiones de policía y que tienen características esencialmente
preventivas y de auxilio a la sociedad.
La erradicación de la corrupción, el abuso del poder, el uso excesivo de la fuerza pública, las
detenciones ilegales y arbitrarias, etc., son algunos de los desafíos que plantea el ejercicio de
la función policial en nuestros días. Para poder establecer líneas de acción que permitan
combatir estas malas prácticas resulta indispensable analizar la función policial desde sus
orígenes, así como desde el ámbito normativo que determina los límites legales con los que
deben actuar los servidores policiales de seguridad. Asimismo, se debe advertir que los
aspectos culturales, económicos y políticos de los Estados constituyen variantes por considerar
en cada caso concreto.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue el documento de mayor
importancia en aquel momento, dado su contenido protector de derechos y libertades
fundamentales. Éste estableció en su artículo 12 que: “la garantía de los derechos del hombre
y del ciudadano necesita de una fuerza pública. Esta fuerza se instituye, por tanto, para
beneficio de todos y no para la utilidad de aquellos que la tienen a su cargo”. 7 (ONU
Declaración de los derechos humanos) A través de este pronunciamiento, por primera vez, la
fuerza pública como mecanismo de coerción y orden social, quedó claramente encaminada
hacia el bien común y el aseguramiento de la dignidad de las personas.
• Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y cumplirán la ley en todo
momento.
• Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley cumplirán en todo momento los deberes
que les impone la ley, sirviendo a su comunidad y protegiendo a todas las personas contra
actos ilegales, en consonancia con el alto nivel de responsabilidad exigido por su profesión.
Recuerde que "la obediencia a las órdenes de un superior" no puede invocarse para justificar
violaciones graves de los derechos humanos, como asesinatos y torturas.
• Comunique las infracciones de la ley y las violaciones de los derechos humanos. (8) Manual
ampliado de derechos humanos para la policía
Conforme a las pautas internacionales que se han elaborado referentes al uso progresivo de la
fuerza por parte de los miembros de las policías en el mundo, para cumplir su función, esa
actividad debe ser necesaria y proporcional a las necesidades de la situación y al objetivo que
se trata de alcanzar. Asimismo, la adecuación de los procedimientos de los policías de
seguridad a los parámetros internacionales significa que el empleo de la fuerza debe ser tanto
necesario como proporcional a la situación, es decir, que debe ser ejercido con moderación y
con proporción al objetivo legítimo que se persiga.
Antes de recurrir al empleo de la fuerza física, medios de coacción o uso de armas de fuego, es
indispensable que los policías utilicen medios no violentos para enfrentar la situación de riesgo
o que atente contra la seguridad ciudadana. Para ello, es ineludible que se actualicen dos
aspectos. Primero, debe existir una normatividad legal específica para el uso de la fuerza
pública, en la cual se incluya una perspectiva de derechos humanos. Segundo, los Miembros
de la policía deben estar totalmente capacitados en la materia, es decir, tener una cultura de
legalidad y de respeto a los derechos humanos.
El derecho a la vida está protegido por el derecho internacional consuetudinario así como por
el artículo 3 de la declaración Universal de Derechos Humanos, que dice lo siguiente: "
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona".
Art. 251.I.” La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de
la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el
territorio boliviano. Ejercerá la función policial de manera integral, indivisible y bajo mando
único, en conformidad con la Ley Orgánica de la Policía Boliviana y las demás leyes del Estado”.
Todas las sociedades del mundo conforme a la evolución del ser humano viven y se
desenvuelve enmarcada a normas que rigen el comportamiento de las personas, instituciones,
estados, respeto a los derechos humanos, etc. Por tanto, Bolivia tiene como base legal interna
su Constitución Política que rige en todo el territorio a sus habitantes, instituciones, etc.
Art.6 La Policía Nacional tiene por misión fundamental conservar el orden público, la defensa
de la sociedad, en un clima de paz y tranquilidad.
c. Código Penal
El Código Penal es otra de las normativas que rige y condiciona el comportamiento humano de
todos los estantes y habitantes del territorio boliviano, dejando en claro que las inconductas
están sujetas a sanciones con el propósito de enmendar y rectificar lo errado, que como seres
humanos no somos perfectos pero que tenemos la capacidad de comprender y discernir lo
bueno de lo malo.
“Como policía has recibido la facultad del uso de la fuerza, la que deberá ser administrada bajo
los principios de legalidad, proporcionalidad y necesidad; y siempre de una manera progresiva,
ética y técnica; incluido el extremo del empleo letal de las armas de fuego, las que deberán
usarse en los casos estrictamente necesarios para la defensa de la vida, sea la tuya o la de
terceros”.
“En algunos casos puede ser preciso recurrir a la fuerza para detener a un sospechoso; ello se
hará sólo cuando sea estrictamente necesario y nada más que en la medida precisa para
alcanzar el objetivo lícito que se persigue”.
El Manual está dirigido específicamente, al entrenamiento que deben tener, así como la
capacidad de discernir cuando y como aplicar la fuerza. El funcionario policial, durante mucho
tiempo desde la etapa de formación recibe un entrenamiento especial físico, psicológico,
técnicas, tácticas en el empleo de medios letales y no letales acompañados de conocimientos
teóricos legales en las cuales tiene la obligación durante el ejercicio de su deber enmarcar su
conducta profesional al servicio de la sociedad.
Artículo 21:
“Se reconoce el derecho de reunión pacífica. El ejercicio de tal derecho sólo podrá estar sujeto
a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en
interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del orden público, o para proteger la
salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los demás".
Aprobado el 16 de diciembre de 1966, este tratado obliga a los estados a promover el respeto
efectivo de los derechos y libertades de los seres humanos en el ámbito universal y cuenta con
un Comité encargado de supervisar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los
estados ratificados de la cual Bolivia es parte adherida desde el 12 de agosto de 1982.
P.4. “Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en el desempeño de sus funciones,
utilizarán en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al empleo de la
fuerza y de armas de fuego. Podrán utilizar la fuerza y armas de fuego solamente cuando otros
medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado previsto”.
P.9. Los Funcionarios Encargados de Cumplir la Ley no emplearan armas de fuego contra las
personas salvo en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte
o de lesiones graves, o con el propósito de evitar la comisión de un delito particularmente
grave que entrañe una seria amenaza para la vida, o con el objeto de detener a una persona
que represente peligro y oponga resistencia a su autoridad.
P.12. “Dado que todas las personas están autorizadas a participar en reuniones lícitas y
pacíficas, de conformidad con los principios consagrados en la Declaración Universal de
Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los gobiernos y
los organismos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley reconocerán que la fuerza y
las armas de fuego pueden utilizarse solamente de conformidad con los principios 13 y 14”.
P.13. “Al dispersar reuniones ilícitas, pero no violentas, los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley evitarán el empleo de la fuerza o, si no es posible, lo limitarán al mínimo
necesario”.
P.14. “Al dispersar reuniones violentas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
podrán utilizar armas de fuego cuando no se puedan utilizar medios menos peligrosos y
únicamente en la mínima medida necesaria. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la
ley se abstendrán de emplear las armas de fuego en esos casos, salvo en las circunstancias
previstas en el principio 9”.
P.20. “En la capacitación de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, los gobiernos
y los organismos correspondientes prestarán especial atención a las cuestiones de ética
policial y derechos humanos, especialmente en el proceso de indagación, a los medios que
puedan sustituir el empleo de la fuerza
Los principios Básicos sobre el empleo de la fuerza y armas de fuego, fueron adoptados por el
Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre prevención del delito y tratamiento del
delincuente 1990, donde considera el carácter peligroso de la labor policial, que la amenaza a
la vida y la seguridad de los funcionarios debe considerarse como una amenaza a la estabilidad
de toda la sociedad ya que el policía es un representante del estado y que tiene la obligación
de cumplir y hacer cumplir las leyes haciendo uso legal de los medios proporcionados que el
estado le otorga siempre enmarcando la conducta y ética profesional en respeto a los
derechos Humanos. La labor policial se desarrolla en una permanente lucha por la paz interna
en una constante tensión de desarrollo de la sociedad de la cual también es parte.
Por la importancia del tema de la monografía hago referencia específicamente a los principios
relacionados con el uso de la fuerza como son los principios 4,9,12,13,14, 20, que respalda la
normativa internacional el uso de la fuerza y armas de fuego previa preparación, capacitación
y observación de los Derechos Humanos.
Art. 3 “Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo cuando
sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas”.
La labor de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley constituye un servicio social de
gran importancia. En consecuencia, es preciso mantener y mejorar las condiciones de trabajo y
la situación de estos funcionarios. Por eso este articulo demuestra la capacidad de saber
cundo es necesario el uso de la fuerza, en la protección del derecho a la vida, la libertad y la
seguridad de las personas.
Para aplicar el uso de la fuerza, la policía debe realizar una labor ética y lícita, la misma que
está basada en los siguientes principios fundamentales:
a. Cooperativo
b. Resistente pasivo
c. Resistente activo
d. Agresivo no letal
e. Agresivo letal
2. Percepción del riesgo
3. Niveles de fuerza:
a. Presencia física
c. Control físico
La doctrina considera los siguientes principios esenciales para el uso de la fuerza y de armas de
fuego:
Los funcionarios que se nieguen a obedecer una orden ilícita de uso de la fuerza o de
armas de fuego, no serán objeto de ninguna sanción penal o disciplinaria.
Las armas de fuego se utilizarán sólo en defensa propia o en defensa de otros, en caso
de amenaza inminente de muerte o de lesiones graves.
Para evitar un delito particularmente grave que entrañe un serio peligro para la vida.
Para detener o impedir la fuga de una persona que plantea ese peligro y que se opone
a los esfuerzos por eliminar ese peligro.
En todos los casos, solo cuando las medidas menos extremas resulten insuficientes.
El uso intencionado de la fuerza y de armas de fuego con fines letales se permitirá solo
cuando sea estrictamente inevitable a fin de proteger una vida humana.
No será necesario si la demora pudiera dar lugar a la muerte o a heridas graves en el
agente u otras personas.
Por otro lado, los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los
Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, conocidos como Principios de la Habana,
señalan en el numeral 4 que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en el
desempeño de sus funciones, utilizarán en la medida de lo posible medios no violentos, antes
de recurrir al empleo de la fuerza y de armas de fuego. De la misma manera el numeral 19
indica que los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley procurarán que
todos los funcionarios de este orden reciban capacitación en el empleo de la fuerza y sean
examinados de conformidad con normas de evaluación adecuadas. Los funcionarios que
deban portar armas de fuego estarán autorizados para hacerlo sólo tras haber finalizado la
capacitación especializada en su empleo.
7. DIAGNOSTICO
Considerando que el presente trabajo tiene como justificativo el análisis de los niveles de
fuerza empleados por la policía en los diferentes escenarios de conflicto, Bolivia es uno de los
pocos países donde la Policía Nacional hoy Boliviana es la única institución
constitucionalmente establecida que tiene la misión del control y mantenimiento del orden
público para garantizar las libertades constitucionales de todos los estantes y habitantes en
todo el territorio nacional así como la facultad de ejercer labores de seguridad ciudadana en
mantenimiento del orden público, por tanto la misión es atribuida enteramente a la Policía
Boliviana quien a través de las instancias correspondientes elabora los planes para cada
ocasión
Uso Progresivo y diferenciado de la fuerza
PRIMER NIVEL
SEGUNDO NIVEL
COOPERADOR VERBALIZACION
Es natural que durante el desarrollo de las Es una constante que caracteriza a la Policía
actividades propias del deporte surgen en el desarrollo de su labor de control y
altercados, disgustos, insultos ofensivos que mantenimiento del orden público en
muchas veces o casi siempre requiere de la general. El Policía también es un ser social
intervención de la Policía para poner orden. que entre una de las características
Sin embargo, el infractor accede y coopera elementales es la comunicación y el
con la labor policial sin mostrar resistencia raciocinio que le permite desarrollar una
alguna. verbalización con el o los infractores de la
ley con el propósito de lograr
respetuosamente que desista de su actitud
descontrolada.
TERCER NIVEL
CUARTO NIVEL:
RESISTENCIA FISICA CONTROL FISICO
Es prácticamente la actitud desafiante que La policía con la sola presencia en el lugar
demuestra el o los agresores frente a la toma el control físico e identifica a los
policía haciendo caso omiso a cualquier cabecillas para centrar en el su atención y
verbalización. lograr de ellos la desarticulación.
QUINTO NIVEL
SEXTO NIVEL
En concordancia, los cuerpos de seguridad policial deberán tener en cuenta estos parámetros
para ejercer sus funciones públicas. Es decir, la fuerza no debe emplearse de acuerdo con la
voluntad de cada miembro policial. Por el contrario, el uso de la fuerza se debe ajustar a los
criterios internacionales y nacionales que determinan exclusivamente cuándo ha de emplearse
la fuerza pública. Así la función policial debe atender siempre a los criterios normativos legales
permitidos y a la preservación de la dignidad humana, aún en casos de extrema urgencia, sin
llegar a tener que estar lamentando diferentes violaciones normativas que pongan en
problemas la imagen institucional y los códigos de ética establecidos.
8. ANALISIS
Los derechos humanos deben constituirse como un límite y a la vez como un objetivo de la
Policía Boliviana. En las sociedades democráticas es evidente que los derechos humanos y la
función policial tienen una relación estrecha, pues su finalidad es lograr el bienestar de la
ciudadanía y garantizar su integridad y seguridad, en un ámbito del vivir bien y el sumaj
kamaya reconocido como un plan estratégico nacional.
Si bien es cierto que los cuerpos policiales, en ejercicio de sus funciones, cuando la ley lo
estime necesario, pueden limitar el ejercicio de ciertos derechos y libertades, esto no puede,
bajo ningún supuesto, justificar violaciones a derechos humanos. Las herramientas legales con
las que cuentan la Fuerza del Orden (policía boliviana) para defender la seguridad de la
ciudadanía no pueden ser utilizadas para avasallar estos derechos, mas al contrario están para
la defensa de la sociedad y el auxilio a los mismos.
Las estrategias y políticas públicas en materia de seguridad deben ser evaluadas desde la
perspectiva de los derechos humanos. Sólo a través de una ética pública, basada en el respeto
a la dignidad y a los derechos y libertades fundamentales, podremos cruzar esta ola de
inseguridad y violencia que desafortunadamente se ha generalizado en gran parte de América
Latina, que viene como una cambio en las ideologías políticas de cada país siendo la izquierda
el ámbito político domínate en este último periodo de tiempo.
Desde esta perspectiva, la solución que se plantea radica en una nueva cultura gubernamental
de los derechos humanos, en conjunto con la sociedad y las entidades de mantener el orden
interno como externo de nuestro país para así de esta manera tener una nueva cultura de
seguridad enmarcada en los derechos humanos y la ética pública en nuestro territorio.
Esto quiere decir que todos los servidores públicos policiales, independientemente del rango y
de las funciones que desempeñen, deben conocer y entender los derechos humanos. Para que
así de esta manera, se encuentren en posibilidades de llevar a cabo sus funciones con ética y
con respeto a estos mínimos vitales, siempre viendo y entendiendo la función policial desde un
punto de vista social.
9. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Función policial y derechos humanos son dos temas relacionados. En los países donde se
cometen violaciones de derechos humanos, prácticamente en todos los casos la policía está
implicada de un modo u otro. Entre las violaciones de derechos humanos en las que interviene
la policía figuran el abuso de los poderes (uso ilegítimo de la fuerza, arresto y detención
ilegales), por una parte, y el desconocimiento de las normativas en el desempeño de las
funciones policiales por otra. La policía boliviana tiene un sin fin de dificultades internas que
afecten la imagen institucional que son escasos asilados pero que siempre estarán inmersos en
el deterioro de la credibilidad policial (corrupcion, carece de interés, desmotivación, haber
recibido escasa formación, etc.), todo lo cual se traduce en labor policial que no puede o no
está dispuesto a alcanzar sus legítimos objetivos con el compromiso requerido. Pero incluso en
los países donde la policía recibe una formación amplia, donde se han desarrollado métodos
de captación y selección avanzados y donde hay abundantes recursos, siguen cometiéndose
violaciones de derechos humanos, tal como se documenta en muchos informes de Amnistía
Internacional sobre los distintos países. ¿Por qué sucede así y cómo pueden los defensores de
los derechos humanos desarrollar estrategias eficaces y relevantes para la intervención y la
relación de trabajo con la policía?
La respuesta variará de un país a otro debido a las diferencias existentes entre la realidad de
cada uno. Por ello, todo intento de intervenir en relación con la conducta de la policía debe
basarse siempre en un análisis y una evaluación contextuales, es decir al ámbito del país
donde se están violando los derechos humanos y quienes son los actores en este cometido, de
la misma manera se debe de realizar un análisis de la normativa legal interna y la internacional
si está o no está reconocido los derechos humanos dentro de este país.
Debe entenderse siempre con claridad que la policía forma parte del sistema del Estado en
todos los aspectos. La historia del país, su cultura, economía, etc., se reflejan en su legislación
y sus políticas, así como en su práctica operativa y en el lenguaje que se emplea.
Una acción policial respetuosa de los derechos humanos requiere, para su desarrollo, un
entorno respetuoso de estos derechos. Tratar de intervenir en la acción policial, al tiempo que
se pasa por alto este simple hecho, rara vez será eficaz, acaso nunca. Teniendo esto presente,
daremos cuatro conclusiones específicas sobre las intervenciones en materia de derechos
humanos y la ética pública, que tratan de mejorar la acción policial y cómo estas acciones
pueden ser más eficaces.
Toda estrategia de derechos humanos que pretenda ser eficaz debe comenzar siempre
con una evaluación del sistema de seguridad y justicia, y a continuación analizar el papel
que la policía desempeña dentro del Estado. Esto debe incluir siempre un análisis del
marco legal y de políticas sobre el cual actúan la policía y los demás organismos de
seguridad y justicia, tomando en cuenta la normativa interna como la normativa
internacional en materia de derechos humanos. y del grado de claridad con que define
los límites de los derechos de las personas y los límites del accionar policial. Debe incluir
asimismo una evaluación de sus autoridades administrativas y políticas, tomando en
cuenta que somos una institución fundamental del estado que respondemos en línea
directa con el Ministerio de Gobierno, por ende del gobierno central en actual vigencia.
De la misma manera cualquier reforma en el ámbito de derechos humanos en el accionar
policial con ética pública debe de estar acompañado del compromiso de las autoridades
policiales.
El reto para la policía será conseguir que los cambios de los ciudadanos se produzcan, visto
desde otra perspectiva, es necesario que se abandone la muy clara tendencia de resistirse a la
función policía hasta los más pequeños ámbitos de la convivencia.
Para mejor entender realizamos un cuadro para poder realizar diferentes recomendaciones del
accionar policial en materia de derechos humanos y código de ética publica policial.
15. Principios Básicos sobre el empleo de la Fuerza y de Armas de fuego por los Funcionarios
Encargados de Hacer Cumplir la Ley.