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POLICIA BOLIVIANA

DIRECCIÓN NACIONAL DE INSTRUCCIÓN Y ENSEÑANZA


UNIVERSIDAD POLICIAL MCAL. ANTONIO JOSÉ DE
SUCRE
ESCUELA SUPERIOR DE POLICÍAS
LA PAZ – BOLIVIA

TRABAJO PRÁCTICO

CURSO : Administración y Estado mayor


MATERIA : Limitaciones a los Ejercicios de los Derechos
Individuales o Personales
TEMA : Comprender la Función Policial desde la
Perspectiva de los Derechos Humanos y la Ética
Pública
DOCENTE : Lic. Ruddy Chávez Salazar
CURSANTE : My. Choque Fernández Cesar Limbert
My. Cossio Camacho William Oscar
My. Pérez Torrez Richard
My. Tapia Fernández Erwin Fidel
My. Torrico Prado Marco Antonio
My. Villarroel Orozco Marcelo Milton
My. Zamorano Borda Víctor Abad
TITULO DEL TEMA

¨COMPRENDER LA FUNCION POLICIAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS


DERECHOS HUMANOS Y LA ETICA PUBLICA¨

AGRADECIMIENTO

Agradecer a Dios por permitirnos estar hoy presentes en este mundo a


nuestras familias por todo el apoyo y a todos los miembros de la
promoción 1999 de la Academia Nacional de Policías “Jinetes en el
Cielo”, por su compromiso institucional en aras de la dignificación
institucional, así también un agradecimiento especial a nuestro docente
Dr. Rudy Chavez Salazar, por sus conocimientos impartidos en la
materia y por darnos mejores luces para nuestra vida institucional.
No podemos dejar de insistir en que los derechos humanos no son un
impedimento para una acción policial eficaz sino que, por el contrario,
son de vital importancia para su consecución.

DEDICATORIA

Esta investigación va dedicada a todos los miembros de la institución policial y en


especial a los que en el cumplimiento de sus funciones no pudieron vencer la lucha
contra el COVID 19, dejando un gran vacío en sus familias y en nuestra institución.
PROLOGO.

La función policial ocupa un lugar primordial en materia de seguridad ciudadana. Por ello, la
legitimidad y eficacia de las actuaciones de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley,
son fundamentales para promover la seguridad, la justicia y los derechos humanos en las
sociedades democráticas. La cuestión policial justifica su trascendencia actual, pues, además
de ejercer una función indispensable de la administración del Estado, es un instrumento de
intervención social que tiene un efecto en las principales formas de relación entre el Estado y
la sociedad

Desde esta perspectiva, la investigación que se expone analiza el ejercicio y la normatividad de


la función policial, para determinar si dicha función pública cumple con los estándares mínimos
que exigen los criterios en materia de derechos humanos o, en su defecto, para destacar los
desafíos que en la actualidad se presentan.

La función pública atribuida a los policías tiene como principales objetivos respetar y hacer
respetar las leyes, mantener la seguridad y el orden público, respetando los derechos humanos
de todas las personas en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia.

Sin embargo, la Policía Boliviana a través de la Dirección Nacional de Derechos Humanos se


encargó de fortalecer la capacitación del personal policial en materia de derechos humanos
estandarizando la normativa internacional, a la nuestra con herramientas como el Código de
Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley y los Principios Básicos para el
empleo de la Fuerza y Armas de Fuego de Naciones Unidas.

Pero también sabemos que a pesar de todos los esfuerzos realizados gran parte de la sociedad
no comprende la función policial ya que es el brazo operativo del Estado para el cumplimiento
de las leyes.
INDICE DE CONTENIDO

1. Introducción
2. Antecedentes
3. Planteamiento del Problema
4. Objetivos
4.1. Objetivo General
4.2. Objetivos Específicos
5. Justificación
6. Marco
6.1. Marco Teórico
6.2. Marco conceptual
6.3. Marco institucional
6.4. Marco legal
6.4.1. Base Legal Nacional
6.4.2. Base legal internacional

7. Diagnostico
8. Análisis
9. Conclusiones y Recomendaciones
10. Bibliografía
1. INTRODUCCION

Los altos índices de inseguridad y violencia que actualmente registran diversos países en
América Latina, así como el abuso de la fuerza pública y las constantes violaciones a los
derechos humanos, hacen necesario replantear la función policial con una perspectiva basada
en los derechos humanos y en una nueva concepción de la ética pública. Este trabajo se
fundamenta en la teoría de los derechos humanos; desde esta perspectiva, se aborda la
función policial y se analiza la manera en que realiza su función pública y si cumple con los
principios constitucionales. En contrapeso, se aborda la ética pública como una posible
solución. Fortalecer el aspecto preventivo es indispensable, pues el objetivo consiste en evitar
que en el ejercicio de la función policial se cometan violaciones a derechos humanos, más allá
de los instrumentos de reacción y reparación con los que se cuente.
La actividad de Policía está destinada a proteger los derechos fundamentales tal como está
contenido en la Constitución Política, en Pactos, tratados y Convenciones Internacionales de
Derechos Humanos ratificados por el Estado. La actividad policial está regida por la
Constitución Política, la ley y los Derechos Humanos.
La policía es una de las instituciones fundamentales del Estado Boliviano que más críticas
recibe de Violaciones a los Derechos Humanos a nivel Internacional y de muchas otras
organizaciones de derechos humanos. En diferentes fuentes de información escrito televisivo y
de redes sociales se habla de estas violaciones que en estos últimos años han estado en boca
de todos debido a las transformaciones políticas que se vivió en nuestro país, donde la policía
cumplió un papel de represión y posterior pacificación, que si bien no fue bien vista para
algunos sectores para otros si lo fue, es así que se tuvieron diferentes denuncias sobre
violación de derechos humanos.
Se han documentado innumerables ejemplos de violaciones por parte de la policía de los
derechos básicos de las personas a las que debería servir, desde la tortura y otras formas de
trato cruel, inhumano y degradante hasta impedir el ejercicio del derecho legítimo de reunión
y asociación, poner en peligro la igualdad en el acceso a la justicia y no proteger los derechos
básicos, en particular los de grupos vulnerables como las mujeres y los menores. La policía ha
desatendido, ignorado y tratado sin respeto el derecho básico a la vida, la libertad y la
seguridad en todas las regiones del mundo.

El servicio de Policía se presta con fundamento en los principios de igualdad, imparcialidad,


control ciudad, mediante la descentralización, la desconcentración de funciones. Por tanto, el
interés por mantener la armonía social, la convivencia ciudadana, el respeto recíproco entre
las personas y de estas hacia el Estado, da a la actividad policial un carácter eminentemente
preventivo, de auxilio, educativo, solidario y de apoyo legal.

Lo contrario también es cierto: la policía ha efectuado contribuciones positivas al pleno


disfrute de los derechos de las personas. La policía ha impedido la comisión de delitos, ha
garantizado que las personas puedan manifestarse con seguridad en defensa de sus derechos,
ha facilitado la consecución armoniosa de transiciones políticas, ha investigado a compañeros
que han cometido delitos de toda índole, ha denunciado irregularidades en que han incurrido
sus superiores y ha brindado su apoyo a reformas políticas y legales.

Debido sin duda a que la policía viola los derechos humanos y también los protege, la relación
entre muchas organizaciones de derechos humanos y la policía se caracteriza a menudo por la
ambigüedad. En muchos casos, los defensores de los derechos humanos tienden a sentirse un
tanto incómodos con los asuntos relacionados con la acción policial, Para ello es necesario
poseer conocimientos especializados sobre «la policía» como institución y sobre la «acción
policial» como función, de lo que se trata en este trabajo de investigación.

Palabras clave: Función policial; seguridad ciudadana; derechos humanos; ética pública

2. ANTECEDENTES

Los derechos humanos y su evolución en Bolivia

Para comprender el desarrollo de los derechos humanos en Bolivia, es imprescindible una


somera mención del marco socio-histórico. En todo el mundo la temática de los derechos
humanos no puede ser separada del contexto cultural correspondiente. En forma sucinta se
puede aseverar que el territorio boliviano experimentó tres grandes influencias civilizatorias:
(1) las culturas precolombinas (desde los albores de la historia hasta el Siglo XVI), (2) la
influencia ibero-católica (desde el Siglo XVI hasta comienzos del XIX) y, a partir de entonces, (3)
la irradiación de la llamada modernidad occidental.

Todos estos fenómenos han tenido consecuencias muy diversas y hasta contradictorias con
respecto a los derechos humanos. Con mucha cautela se puede aseverar que en Bolivia
únicamente la modernidad occidental introdujo la concepción de los derechos humanos como
los conocemos hoy. Algo similar pasa en la casi totalidad del ámbito islámico, aunque afirmar
esto vaya contra la corrección política del momento y contra las convenciones “progresistas”,
que, interesadamente, intentan rebajar los méritos y la dignidad de la cultura occidental.

El proceso combinado de democratización política, liberalización económica y modernización


técnica (a partir de 1985) es el que fomentó en Bolivia hasta 2006 -con obstáculos y
retrocesos- una universalización de los derechos humanos, lo que se reflejó en modestos
cambios constitucionales, en la creación de nuevas instituciones y en el trabajo cotidiano de
numerosas organizaciones, lo que incluyó a instituciones no gubernamentales como la
Asamblea Permanente de Derechos Humanos. Lamentablemente hay que consignar la
actuación errática de esta institución a lo largo de las últimas décadas.

Es posible, por otra parte, que los efectos de la modernización cultural y los intercambios
permanentes con otros modelos civilizatorios generarán a la larga una modificación del
imaginario político-popular. Es probable, aunque no seguro, que la diseminación metódica de
los derechos humanos mediante la labor de la escuela y la cooperación de los medios masivos
de comunicación rendirá frutos positivos en el largo plazo. En una perspectiva optimista se
puede esperar que los derechos universales lleguen a ser percibidos como algo propio e
irrenunciable, es decir como algo constitutivo de la identidad social.

En este punto hay que hacer hincapié en los grandes obstáculos que entorpecen ese noble fin.
Muchos de ellos están enraizados en prácticas culturales de larga data. Y aquí hay que
mencionar un hecho desagradable para la consciencia popular: las corrientes civilizatorias más
importantes que han determinado hasta hoy el imaginario colectivo boliviano han sido
tendencias colectivistas y autoritarias, que afirmaban, a menudo de modo no explícito, la
primacía del Estado, de la comunidad y del partido político sobre el individuo. La primera
ascensión del liberalismo al gobierno a partir de 1899 empezó a modificar muy paulatina y
fragmentariamente este escenario de ideas, valores y prácticas cotidianas. Este proceso fue
truncado por obstáculos y retrocesos, de los cuales el más notable fue el renacimiento de la
cultura autoritaria, clientelista y provinciana por obra de la Revolución Nacional de 1952.
La cultura occidental moderna es la que ha propugnado la primacía del individuo sobre entes
colectivos del modo más sistemático. Y sobre esta primacía se asienta la concepción
contemporánea de los derechos humanos. La lucha contra el absolutismo estatal y religioso
obtuvo sus primeros éxitos permanentes en países de Europa Occidental a partir del Siglo XVIII.
La protección de la persona humana, considerada como el valor más alto de la creación,
requirió de garantías y derechos contra su principal adversario, el Estado absolutista y sus
agentes. Todavía hoy, en todos los países del mundo, el aparato estatal es considerado, con
buenas razones, como la fuente central de violaciones a los derechos humanos, pero
constituye al mismo tiempo el principal garante de los mismos. Por ello la investigación
científica dedica sus esfuerzos a desentrañar los vínculos entre el Estado, los ciudadanos y los
derechos humanos.

La primera generación de derechos (el derecho a la vida, a la inviolabilidad de la esfera


personal e íntima, los derechos de libre expresión, reunión y asociación y otros similares)
estuvo dirigida principalmente contra acciones arbitrarias e inhumanas del Estado absolutista.
A partir de ella se constituyeron las garantías dirigidas a evitar transgresiones del aparato
gubernamental contra los ciudadanos. Se trata de garantías de tipo político para asegurar los
valores supremos proclamados por la Ilustración y el racionalismo: la libertad y la igualdad de
los seres humanos. La primera generación de derechos representa la base de todos los demás
derechos sociales, culturales, económicos y de género, que tienden a multiplicarse con el
avance de la democracia y con el aumento de la complejidad de cada sociedad. Los derechos
de naturaleza individualista no están contrapuestos a los derechos sociales, comunitarios y
económicos, pero se puede afirmar que poseen una dignidad ontológica superior. Y es bueno
que así sea. Hay que señalar también, aunque sea un tema incómodo, que los llamados
derechos sociales y culturales tienden a multiplicarse de modo exponencial porque
representan, en muchísimos casos, intereses particulares, que se recubren con la
denominación de derechos por el prestigio que esta categoría ha alcanzado. (1) el diario H. C.
F. Mansilla 27/12/2018

La historia de la función de policía es tan remota como la religión misma en la historia de todas
las civilizaciones humanas organizadas. La función policial estaba ya presente en las
civilizaciones antiguas desde la Mesopotamia, la Dinastía China, el Imperio romano, el Imperio
incaico etc. etc. En Bolivia refiriéndonos desde los pueblos Wankarani, Chapín, y otras culturas
anteriores a los quechuas y aymaras en el Alto Perú que dieron origen a los sabios valores
éticos morales del Ama suwa, Ama llulla y Ama quilla, con la visión futurista para los siglos
venideros, ya que tenían la necesidad de que alguien tenga la tarea de hacer cumplir las
normas establecidas, precisamente la función recaía en un grupo de guerreros dependientes
del soberano.

El Mantenimiento del Orden Público y el surgimiento de los Derechos Humanos en las


sociedades en desarrollo traen consigo una serie de alteraciones. Los propósitos del respeto a
los Derechos y la dignidad humana son elogiados sin embargo la conciencia del ser humano
todavía no logra comprender el equilibrio entre los derechos y las obligaciones. Esa falta de
conciencia hace que muchos ciudadanos que conforman sociedades y países tengan una forma
de vida sociocultural, político económico, costumbres, tradiciones y la convivencia en un clima
de paz y armonía enmarcadas en la seguridad integral bajo la responsabilidad del estado, sus
gobernantes, legislaciones y autoridades respectivas que a pesar de existir legislaciones y entes
que regulan y controlan como las instituciones policiales, falta la conciencia ciudadana se
encuentra debilitada y vulnerable a cometer actos que vayan en contra de la norma
establecida.

En las sociedades del siglo XXI, la seguridad se ha colocado como una de las principales
preocupaciones y demandas ciudadanas, lo mismo a nivel personal que en el ámbito público.
Desde una perspectiva nacional, o bien, desde el ámbito internacional, la seguridad sigue
siendo un tema pendiente en las agendas de los Estados.

Frente a este conjunto de factores de riesgo, el Estado de derecho se plantea nuevas


estrategias que permitan asegurar el desarrollo y el bien común de sus gobernados. No
obstante, debemos reconocer que nos encontramos frente a una enorme tarea que presenta
desafíos importantes por cumplir.

En cualquier Estado de derecho, la función policial tiene un amplio campo de acción en el tema
de la seguridad. Las estrategias y vías que cada gobierno implemente respecto a sus
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley tienen una repercusión directa, ya sea positiva
o negativa, en la seguridad de la ciudadanía. Por ello, previo al análisis concreto de la función
policial, se ha de entender a la seguridad desde la perspectiva de los derechos humanos, es
decir como un mínimo vital que requiere de medidas concretas para su garantía.

En palabras de los conocedores en seguridad: “La seguridad ciudadana está orientada a la


lucha contra la criminalidad y la violencia con apoyo de la comunidad y de las autoridades
locales, es una competencia privativa indelegable del Estado Plurinacional la seguridad y
defensa estatal y la seguridad interna en el país está garantizada por la Constitución
Política ...30 mar. 2012

La seguridad ciudadana es un derecho, un bien común que se articula mediante la acción


integrada que desarrolla el Estado, con la colaboración de la ciudadanía y de
otras organizaciones públicas. Busca asegurar su convivencia pacífica, la erradicación de la
violencia, la utilización pacífica y ordenada de vías y de espacios públicos y, en general, evitar
la comisión de delitos y faltas contra las personas y sus bienes.

La seguridad ciudadana como un derecho

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948,


estableció un trípode de derechos sobre cuya base se deben materializar los demás. Se
enfatiza que toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y la seguridad, “ésta última se
refiere precisamente a que la seguridad es el correlato de las dos anteriores, en el entendido
de que las personas no deben  estar sometidas a una serie de amenazas, agresiones físicas o
psicológicas, amedrentamientos, coacciones, extorsiones y un abanico de acciones de violencia
que pongan en riesgo la vida, integridad física, la tranquilidad, la propiedad y el derecho a vivir
en paz que se merece todo ser humano”, escribe el ex Defensor del Pueblo, Waldo Albarracín,
en sus Fichas Constitucionales.

La seguridad ciudadana como un bien común

Al ser un bien común, la seguridad ciudadana es una prioridad nacional para el desarrollo del
libre ejercicio de los derechos y garantías individuales y colectivas, de todos los estantes y
habitantes del territorio del Estado Plurinacional de Bolivia. “Es una condición fundamental
para la convivencia pacífica y el desarrollo de la sociedad boliviana”, se lee en el artículo 3 de la
Ley del Sistema de Seguridad Ciudadana “Para Vivir Bien”, que fue promulgada en septiembre
de 2012. Por esta razón, el Estado Plurinacional de Bolivia declaró en la norma, como una
prioridad nacional el financiamiento y la ejecución de los planes, programas y proyectos de
seguridad ciudadana. (2) la Pública Viernes, 26 septiembre 2014 

Desde un enfoque cronológico, el término seguridad ha sufrido múltiples transformaciones. La


seguridad pública, la seguridad social, la seguridad jurídica, la seguridad humana y la seguridad
ciudadana son algunas de las diversificaciones del término que han evolucionado en sincronía
con los eventos históricos de la humanidad. Sin menospreciar siempre el termino de seguridad
y la participación de la Policía Boliviana desde el inicio de la Republica.

El primer término en aparecer fue el de seguridad pública, entendida como el conjunto de


acciones encaminadas a asegurar el orden público, la integridad y los bienes de las personas.
La seguridad social atendió a las constantes demandas ante los riesgos y condiciones de
trabajo en la época de la industrialización. En el ámbito del derecho, se dio la seguridad
jurídica como una garantía judicial. La seguridad humana surge como un concepto propuesto
en 1993 por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo cuya significación responde a
dos factores: la percepción de inseguridad y el Estado de satisfacción de necesidades.

El enfoque actual de la seguridad se relaciona con el desarrollo humano como una nueva
dimensión de la seguridad humana. Ésta busca situar al ser humano como eje del desarrollo y
tiene una correlación con factores como los derechos humanos, la salud, el medioambiente, la
democracia, la seguridad alimentaria. Asimismo, “incluye el acceso a los elementos básicos
para la vida; la protección del individuo frente al crimen y al terrorismo; las enfermedades
sociales; la corrupción política; las migraciones masivas; el desarrollo político, económico y
democrático; la sustentabilidad ambiental y los esfuerzos para controlar y reducir la
contaminación”.

De esta manera, la seguridad humana se integra al tradicional concepto de seguridad, consiste


en proteger, de las amenazas críticas (graves) y omnipresentes (generalizadas), la esencia vital
de todas las vidas humanas de forma que se realcen las libertades humanas y la plena
realización del ser humano.

 La seguridad humana integra tres libertades: la libertad del miedo, la libertad de la necesidad
(o miseria) y la libertad para vivir con dignidad:

 • Libertad del miedo, implica proteger a las personas de las amenazas directas a su seguridad
y a su integridad física, se incluyen las diversas formas de violencia que pueden surgir de
Estados externos, de la acción del Estado contra sus ciudadanos y ciudadanas, de las acciones
de unos grupos contra otros, y de las acciones de personas contra otras personas.

 • Libertad de la necesidad o de la miseria, se refiere a la protección de las personas para que


puedan satisfacer sus necesidades básicas, su sustento y los aspectos económicos, sociales y
ambientales relacionados con su vida.

 • Libertad para vivir con dignidad, se refiere a la protección y al empoderamiento de las


personas para librarse de la violencia, la discriminación y la exclusión. En este contexto, la
seguridad humana va más allá de la ausencia de violencia y reconoce la existencia de otras
amenazas a los seres humanos, que pueden afectar su sobrevivencia (abusos físicos, violencia,
persecución o muerte), sus medios de vida (desempleo, inseguridad alimentaria, amenazas a la
salud, etc.) o su dignidad (violación a los derechos humanos, inequidad, exclusión,
discriminación).
Según se señala en la resolución 66/290 de la Asamblea General, «la seguridad humana es un
enfoque que ayuda a los Estados Miembros a determinar y superar las dificultades
generalizadas e intersectoriales que afectan a la supervivencia, los medios de subsistencia y la
dignidad de sus ciudadanos».28 nov. 2017 (3) instituto interamericano de derechos humanos

La seguridad pública se centra en el orden político, a través de acciones que tienden a


garantizar la paz pública, por medio de la prevención y represión de los delitos y las faltas
contra el orden público. Por su parte, la seguridad ciudadana se sitúa como objeto central de la
protección estatal para la persona humana, así como para un ambiente armónico y pacífico.

La seguridad ciudadana supone una situación social en donde todas las personas, como
miembros de la sociedad, gozan libremente de sus derechos y libertades fundamentales. Por
otra parte, este tipo de seguridad implica la capacidad del Estado para garantizar el pleno
ejercicio de estos derechos y para responder ante las afectaciones que se causen a los mismos.

La seguridad ciudadana es preocupación de las naciones libres, eminentemente democráticas


y de cumplimiento obligatorio del Gobierno. El vocablo seguridad significa “Exención de peligro
o daño. Solidez, certeza plena. Firme convicción. Confianza. Fianza. Garantía. Ofrecimiento de
cumplir o hacer para determinado plazo. Sistema de prevención racional y adecuada”.
(Ossorio, Manuel. “Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales”). Y el significado de
ciudadano hoy se utiliza para denominar a todo habitante de un país en plena posesión de sus
derechos cívicos: sobre todo, como sustitución de “súbdito”, que era palabra que indicaba una
sujeción.

En los primeros tiempos de la democracia por lo que el Art. 3 de la Ley del Sistema Nacional de
Seguridad Ciudadana define: Seguridad ciudadana es un bien común esencial de prioridad
nacional para el desarrollo del libre ejercicio de los derechos y garantías individuales y
colectivas, de todos los estantes y habitantes del territorio del Estado Plurinacional de Bolivia y
una condición fundamental para la convivencia pacífica y el desarrollo de la sociedad boliviana.

La función y el monopolio de la seguridad ciudadana le concede a la Policía Boliviana la C. P. E.


en el Art. 251, en concordancia con la Ley Orgánica de la Policía Boliviana y el Art. 26 de la Ley
del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. Mediante esta última se puede considerar el
interés político partidista y de subalternización, atribuyéndose la facultad de elaboración de
políticas, planes, estrategias, procedimientos, institucionalidad y funciones en materia de
seguridad ciudadana. Menospreciando y subestimando la capacidad profesional de los policías.

El oportunismo de algunos generales y algunos oficiales superiores (antes jefes) de Policía.


En los últimos tiempos se ha intensificado extraordinariamente la labor de zapa de perforar la
integridad institucional. Esta labor ha adquirido carácter público de parte de quienes se
encuentran al mando, se despliega, especialmente aceptando que la Policía ha sido rebasada
por la delincuencia, para permitir la injerencia de otras instituciones en la misión
constitucional, comportándose como escolar aplicado en reciprocidad del nombramiento.
Para nadie es un secreto que los policías se encuentran divididos en dos bandos, dos
comandos. La mayor asociación de policías es la ANSSCLAPOL y el Comando General. Esta
escisión no ha conducido actualmente a nada bueno, perdiendo el honor policial, la ética
profesional, el deber, la disciplina, respeto a la jerarquía, la obediencia, la cooperación, la
lealtad, la solidaridad y la responsabilidad, como también la credibilidad de la ciudadanía.
Aunque, es evidente que el movimiento sindical se hubiera desarrollado a un ritmo más rápido
en la gestión del MAS-IPSP, porque en sus filas de la ANSSCLAPOL existen funcionarios
policiales inscritos en ese partido político, lo que también ocurre en la categoría de los
oficiales, pero en menor número, aprovechado por quienes son enemigos de la institución del
orden, que de acuerdo con la historia nacional en la gestión del general René Barrientos
Ortuño el año de 1967 fue el inicio de la confabulación para la ruina de la Policía Nacional,
como se puede en la actualidad leer: “Paradójicamente, en lugar de lograr la subordinación
constitucional por la vía de la modernización e institucionalización policial, los gobiernos
forjaron lealtades policiales gubernamentales sobre la base de mecanismos éticamente
vetados. La subordinación policial fue abonada mediante el despliegue de dispositivos de
mediación clientelar, concesión de esferas ilegales de autonomía e impunidad frente a la
ilicitud a cambio de facilitar el “orden y buen gobierno democrático”.

El tráfico de influencias, la infidencia, los trabajos sucios y las interferencias policiales se


convirtieron en moneda corriente y acabaron por desplomar su edificio disciplinario, su unidad
interna y la ética de servicio público. [Quintana, Juan Ramón (coord.). “Policía y democracia en
Bolivia: una política institucional pendiente”, 2003]. Lo que se propagó en esta gestión de
Gobierno.
ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN (control social)

* Aplicar la reingeniería para refundar una institución apolítica (independencia funcional)


dependiente solo administrativamente del Estado, para que la Policía Boliviana cumpla con la
misión constitucional y no sea utilizada por los gobiernos de turno como “Guardia Pretoriana”
y/o “Policía Política”.

* Fiscalización social y del gobierno para terminar con la pulseta de medición de poder entre el
comando y la ANSSCLAPOL aplicando las leyes y normativa disciplinaria interna (dicho de otra
manera definir, quién obedece a quién).

* Erradicación de la corrupción y la impunidad institucional interna.

* Como este proyecto parece ser una utopía y hasta que despierte la voluntad política en el
Gobierno, solo queda ejecutar inmediatamente el control social. (4) OPINION 27 de octubre de
2013 
Por lo anterior, la seguridad se puede analizar a partir de diversas perspectivas, así como
factores, que influyen positiva o negativamente en cada caso concreto. Dentro de esta gama
de vertientes, el presente trabajo se centra en el análisis de la función policial, a partir de la
perspectiva de los derechos humanos y la ética pública, entendidos como el piso común en el
que se debe basar dicha función pública.

La profesión de policía, como del abogado o médico, existe y es indispensable en una sociedad,
esto por la confianza que inspira en la gente, que ve necesaria su presencia y participación,
porque busca sentirse resguardada ante la complejidad de la conducta social y del delito, en un
entorno social donde la inseguridad o bien está latente o inexistente.

Ante esta situación, el Comando General de la Policía Boliviana ha innovado y actualizado su


Código de conducta, en observancia a la Ley del Estatuto del Funcionario Público, de 27 de
octubre de 1999, que señala que “las entidades públicas deberán promover políticas y normas
de conducta regidas por principios y valores éticos que orienten la actuación personal y
profesional de sus servidores y la relación de éstos con la colectividad”.
El Código de conducta de la Policía Boliviana de Resolución Administrativa del Comando
General 043/2015, de 20 de febrero de 2015 “raya la cancha” preventivamente sobre los
límites que tiene el policía en el ejercicio de sus funciones, situación que no es de
conocimiento exclusivo del uniformado, sino también de la población en general.

¿Todo esto para qué? o ¿en busca de qué?, para ganar y fortalecer no sólo la confianza de la
sociedad sino también para ser una institución modelo de servicio, situación que es la
permanente búsqueda de la pacífica convivencia y del bienestar de la colectividad.

Demandaría mucho espacio explicar los ocho artículos que hacen en sí toda la estructura de
este instrumento legal de los derechos humanos, no vinculante. A continuación este resumen
especifica aquellos más destacados.

Alto grado de responsabilidad; el servicio a la sociedad es la prestación incondicional de


servicios públicos policiales de prevención, interacción, asistencia y/o auxilio, que se requieran
para el “vivir bien”.

Proteger, respetar y garantizar la dignidad humana; es también la lucha contra el crimen


organizado de la trata y tráfico de personas, narcotráfico y terrorismo, entre otros, para evitar
que inocentes sean usados como instrumentos para fines ilícitos.

La Policía podrá usar la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo
requieran las exigencias del servicio; esto se rige por los principios de legalidad, necesidad, y
proporcionalidad, enmarcados en la ética; donde su inobservancia podría generar
responsabilidades y perjuicios institucionales. El uso de armas de fuego es una medida
extrema, que debe considerar riesgos. En general, no se deberá emplear armas de fuego
contra las personas, salvo en defensa de la vida propia o de terceros, con el propósito de evitar
la comisión de un delito; aprehender a una persona que represente ese peligro y oponga
resistencia, o para impedir su fuga, siempre que durante la fuga ponga en riesgo la vida de
alguien.

No imponer, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles inhumanos
o degradantes, ni es válida aquella que haga referencia a que fue en cumplimiento de una
orden superior, Artículo 110 de la Carta Magna.

Asegurar la protección de la salud de las personas bajo custodia y en particular se tomará


medidas inmediatas para dar atención médica cuando el caso o la situación lo requieran.

No cometer, no proteger, no inducir o encubrir actos de corrupción; debiendo oponerse


rigurosamente a éstos y combatirlos. Los delitos de corrupción no prescriben, así lo establece
la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz.

Las y los servidores públicos policiales deben hacer cumplir la Constitución Política del Estado y
el Código de Conducta; este artículo preventivo ético tiene respaldo de la Ley del Régimen
Disciplinario de La Policía Boliviana que establece en el artículo 12 inciso 34, como Falta Grave,
“Desobedecer e incumplir resoluciones administrativas emitidas por el Comando General”.

Finalmente cabe destacar que la disciplina, los derechos humanos y la ética policial son pilares
fundamentales para seguir postulando y ejecutando el desenvolvimiento de la misión
constitucional; aun cuando los horizontes de las vidas de muchos policías sean mucho más
estrechos y alejados, pues donde está el peligro está el policía y también los derechos
humanos… (5) El Diario BOLIVIA, 28 de Febrero de 2017
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La falta de conocimiento tanto de la ciudadanía, como de los funcionarios policiales en materia


de Derechos Humanos y normativa interna vigente, genera criterios jurídicos, procedimentales
o personales erróneos, concibiendo un malestar en la sociedad hacia la función pública, como
del funcionario policial en su trabajo diario preservando la dignidad humana, pero
principalmente los derechos humanos como protector de estos y parte del Estado, en
cumplimiento a la misión constitucional del control y mantenimiento del orden público para
garantizar las libertades constitucionales de todos los estantes y habitantes en todo el
territorio nacional.

Es el estado quien asume un rol preponderante en materia de seguridad ciudadana como


parte de la seguridad humana de los DDHH por lo que los estados deben proponer planes
estratégicos como herramientas o instrumentos profesionales para los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley y estos a su vez apliquen o utilicen la fuerza de acuerdo a
las circunstancias que se presenten en cada situación social sin vulnerar los DDHH.

4. OBJETIVOS

4.1. OBJETIVO GENERAL

Analizar la función policial desde la perspectiva de los derechos humanos y la ética publica
para el cumplimiento de su misión constitucional ante la sociedad.

4.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Fundamentar los conceptos prácticos, normas nacionales e internacionales en derechos


humanos relativos al accionar de la policía boliviana

 Identificar las debilidades en la función policial con respecto a los derechos humanos.

 Desarrollar estrategias para la función policial en estricto apego a las normas nacionales e
internacionales, basados en el código de conducta para los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley

5. JUSTIFICACION

La función policial ocupa un lugar primordial en materia de seguridad ciudadana. Por ello, la
legitimidad y eficacia de las actuaciones de estos agentes estatales son fundamentales para
promover la seguridad, la justicia y los derechos humanos en las sociedades democráticas. La
cuestión policial justifica su trascendencia actual, pues, además de ejercer una función
indispensable de la administración del Estado, es un instrumento de intervención social que
tiene un efecto en las principales formas de relación entre el Estado y la sociedad.

Desde esta perspectiva, la investigación que se expone analiza el ejercicio y la normatividad de


la función policial, para determinar si dicha función pública cumple con los estándares
mínimos que exigen los criterios en materia de derechos humanos o, en su defecto, para
destacar los desafíos que en la actualidad se presentan.

Entender la labor policial trata de definir un lenguaje común y establecer parámetros para
llevar a cabo una evaluación de los organismos policiales basada en los derechos humanos,
desde estas fuentes diversas. Dichos parámetros no conducirán directamente a la formulación
de recomendaciones para la acción policial, sino a un conjunto de cuestiones y
consideraciones que han de tenerse presentes cuando se llevan a cabo investigaciones sobre
la policía en un país determinado o cuando se realiza un análisis contextual para ayudar a
determinar por qué las instituciones policiales no hacen respetar las normas de derechos
humanos. El supuesto básico que tiene por objetivo este trabajo es que para lograr una
intervención eficaz sobre la cuestión de la conducta policial, el respeto de los derechos
humanos y todo el contexto en cuanto a la labor policía en Bolivia es indispensable conocer a
fondo a la policía, junto a sus virtudes sus fortalezas así como sus debilidades y sus amenazas.

6. MARCO

6.1. MARCO TEORICO

Entender la labor policial tiene como objetivo aclarar conceptos prácticos y normas
internacionales y de otros ámbitos relativos a la acción policial. Trata de facilitar de este modo
la evaluación de los organismos policiales en países concretos. Estas valoraciones son
fundamentales para desarrollar estrategias de investigación y acción eficaces que traten de
influir en la acción policial con el fin de mejorar el respeto de los derechos humanos y hacer
que la conducta policial se ajuste a las normas de derechos humanos reconocidas
internacionalmente. Las evaluaciones son asimismo fundamentales para decidir si es adecuado
entablar contacto con la policía para lograr esos fines. Este libro de recursos está dirigido
especialmente a las personas que trabajan en el marco de la organización de Amnistía
Internacional, pero también se dirige a la comunidad de derechos humanos en general.

Se debe informar a ustedes distinguidos lectores de “EL PERIÓDICO” que la Policía Boliviana
como mandato constitucional fundamenta su existencia en la consecuencia del bien común,
como último fin y por ello lo delimita a cumplir además roles esenciales que han sido
prescritos en la aún vigente Ley 734 Ley Orgánica de la Policía Boliviana; estos roles se vinculan
a sus funciones, pero también a su ordenamiento interno y al producto final que otorga a la
sociedad.

Rol de prevención y auxilio.- Lo establece el Artículo 1ro. De la Ley Orgánica de la Policía


Nacional (hoy Boliviana), indica que la Policía Boliviana es una institución fundamental del
Estado que cumple funciones de carácter público, esencialmente preventivas y de auxilio,
fundada en los valores sociales de seguridad, paz, justicia y preservación del ordenamiento
jurídico que en forma regular y continua asegura el normal desenvolvimiento de todas las
actividades de las sociedades.
Rol de investigación y averiguación de hechos delictivos.- La Constitución Política del Estado
plurinacional manifiesta que la Policía Boliviana ejercerá la función policial de manera integral,
indivisible y bajo mando único; qué significa que la Policía Boliviana otorga como producto, los
servicios policiales Orden y Seguridad, Tránsito y de Investigación Criminal; al respecto de la
Ley Orgánica de la Policía Boliviana, refrenda en el Artículo 7, inciso h) Investigar los delitos y
accidentes de tránsito, i) Practicar diligencias de Policía Judicial, aprehender a los delincuentes
y culpables para ponerlos a disposición de las autoridades competentes”, concordante con el
artículo 77 (función) de la Ley Orgánica del Ministerio Público de detalla: “La Policía Boliviana
en la investigación y averiguación de hechos delictivos tiene la función de Identificar y
aprehender a las presuntas o los presuntos responsables, identificar y auxiliar a las víctimas,
acumular, analizar, conservar, custodiar adecuadamente los indicios y las pruebas, realizando
las actuaciones dispuestas por la o el Fiscal” asimismo el Artículo 69 (función de Policía
Judicial) en el Código de Procedimiento Penal en actual vigencia, determina en su parte
principal: “La investigación de los delitos se halla a cargo del Ministerio Público, de la Policía
Nacional y del Instituto de Investigaciones Forenses de conformidad con los previstos por la
Constitución Política del Estado las leyes y con los alcances establecidos en este Código”.
Rol del mantenimiento del Orden Público.- Este se ejerce a través del mandato que le otorga la
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia a la Institución Policial para mantener
y restablecer el normal desenvolvimiento de las actividades de los estantes y habitantes en el
territorio Boliviano; es decir es el ejercicio publico dinámico del Poder de Política, en el campo
de Seguridad Pública, manifestando por actuaciones predominantes y ostensivas tendientes a
prevenir o prohibir la práctica de delitos, disuadir o reprimir actos que alteren el orden público
para garantizar la armoniosa y pacífica convivencia en el seno de la comunidad.
Rol de interacción nacional.- Es entendido como el conjunto de actividades cumplidas en
aquellos lugares geográficos, donde la Policía con su trabajo, garantiza la presencia del Estado
y el cumplimiento de sus competencias, resguardando a su vez en el ejercicio pleno de sus
funciones, muchos puntos limítrofes (fronteras), compartiendo con los lugareños de regiones y
territorios alejados, logrando con su participación muchas veces hacer sentir el civismo y
patriotismo, puesto que por lo general se constituye en el único contacto que tiene la sociedad
con el representante del Estado. (6) El Periódico 2 abril, 2018

6.2 MARCO CONCEPTUAL

FUNCION
POLICIAL

CODIGO POLICIA
DD.HH.
DE ETICA SOCIEDAD

LA POLICIA Y LA SOCIEDAD,
PAZ Y
ENCUANTO A LOS DDHH, Y EL
ARMONIA
CODIGO DE ETICA BUSCAN LA
PAZ Y ARMONIA SOCIAL

6.3 MARCO INSTITUCIONAL

La función Policial se caracteriza por un conjunto de normas legales que limitan la libertad de
cada individuo en favor de la de todos, permitiendo a la autoridad intervenir preventivamente
ante de que se viole el derecho, lo que nos permite concluir que la función de policía es
esencial y exclusivamente preventiva.
El poder de Policía es la facultad que se reconoce y atribuye a la autoridad, de emplear medios
adecuados para el mantenimiento del orden público.

El fin de Policía lo constituye fundamentalmente la conservación del orden público, el


cumplimiento de las leyes, Los elementos del orden público interno comúnmente aceptados
por la doctrina y que compete proteger a la policía son la seguridad, prevención, tranquilidad,
moralidad, pasividad pública.

El orden público que protege la policía es el que resulta de la prevención y eliminación de las
perturbaciones de la seguridad, intranquilidad, y todo contexto que genere un ambiente de
inseguridad ciudadana en el marco de la función policial junto a la ética pública y los derechos
humanos.

Como consecuencia de la íntima, directa y estrecha relación que existe entre el fin y el motivo
de policía, es posible afirmar de un modo general que constituyen motivo de policía todos los
hechos que amenacen o perturben el ordenamiento público en el marco del cumplimiento
normativo vigente y la política estratégica institucional valorando el vivir bien en estado de paz
y tranquilidad.

Los medios de policía a través de los cuales los servidores policiales alcanzan el
mantenimiento del orden público, se clasifican en jurídicos y materiales. Los primeros son los
actos que emanan de los funcionarios a quienes la Constitución o la Ley, ha otorgado el poder
de Policía y que son capaces de crear, o una situación jurídica general o una situación jurídica
individual. Los segundos son los que suponen la intervención de la fuerza física y las armas.

Los medios de policía, cuyo empleo es provocado por los motivos de policía que persiguen un
fin de policía, tienen un objeto que es la regulación del ejercicio de los derechos humanos. El
análisis de esta regulación debe partir de los derechos mismos sobre los cuales incide. He aquí
la razón por la cual la formulación de una teoría general del derecho de policía, no puede, para
ser completa, eludir el estudio de los derechos del hombre y de la mujer.

Las autoridades del poder ejecutivo, administrativo del poder público, tienen facultades para
fijar limitaciones a las libertades individuales, a ellos corresponde reglamentar y ejecutar las
leyes que versan sobre cuestiones de policía y que tienen características esencialmente
preventivas y de auxilio a la sociedad.

El cumplimiento de esta importante responsabilidad supone un elemento positivo para la


satisfacción de las necesidades y para la tutela de las libertades y derechos fundamentales de
la sociedad. Pero, como es natural, el ejercicio de estas facultades presenta simultáneamente
la posibilidad de graves abusos o trasgresiones a los derechos. Es precisamente en este
supuesto donde los derechos humanos deben reubicarse en la cima de la función policial.

La erradicación de la corrupción, el abuso del poder, el uso excesivo de la fuerza pública, las
detenciones ilegales y arbitrarias, etc., son algunos de los desafíos que plantea el ejercicio de
la función policial en nuestros días. Para poder establecer líneas de acción que permitan
combatir estas malas prácticas resulta indispensable analizar la función policial desde sus
orígenes, así como desde el ámbito normativo que determina los límites legales con los que
deben actuar los servidores policiales de seguridad. Asimismo, se debe advertir que los
aspectos culturales, económicos y políticos de los Estados constituyen variantes por considerar
en cada caso concreto.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue el documento de mayor
importancia en aquel momento, dado su contenido protector de derechos y libertades
fundamentales. Éste estableció en su artículo 12 que: “la garantía de los derechos del hombre
y del ciudadano necesita de una fuerza pública. Esta fuerza se instituye, por tanto, para
beneficio de todos y no para la utilidad de aquellos que la tienen a su cargo”. 7 (ONU
Declaración de los derechos humanos) A través de este pronunciamiento, por primera vez, la
fuerza pública como mecanismo de coerción y orden social, quedó claramente encaminada
hacia el bien común y el aseguramiento de la dignidad de las personas.

CONDUCTA ÉTICA Y LÍCITA

Normas de derechos humanos

• Los derechos humanos emanan de la dignidad inherente a la persona humana.

• Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y cumplirán la ley en todo
momento.

• Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley cumplirán en todo momento los deberes
que les impone la ley, sirviendo a su comunidad y protegiendo a todas las personas contra
actos ilegales, en consonancia con el alto nivel de responsabilidad exigido por su profesión.

• Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no cometerán ningún acto de


corrupción; se opondrán rigurosamente a todos los actos de esa índole y los combatirán.

• Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y protegerán la dignidad


humana y defenderán y harán respetar los derechos humanos de todas las personas. • Los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley informarán sobre las violaciones de las leyes,
los códigos y los conjuntos de principios que promueven y protegen los derechos humanos.

• En todas las actividades de la policía se observarán los principios de legalidad, necesidad, no


discriminación, proporcionalidad y humanidad.

Práctica de los derechos humanos

Todos los funcionarios de policía

• Inscríbase en programas de capacitación en el servicio para comprender mejor sus


atribuciones legales y sus limitaciones.

Recuerde que "la obediencia a las órdenes de un superior" no puede invocarse para justificar
violaciones graves de los derechos humanos, como asesinatos y torturas.

• Familiarícese con los procedimientos internos y externos de denuncia y notificación.

• Comunique las infracciones de la ley y las violaciones de los derechos humanos. (8) Manual
ampliado de derechos humanos para la policía

El empleo de la fuerza pública se configura desde dos vertientes: la preventiva y la represiva.


La primera atiende a la prevención general de la conducta ilícita, contraria a la norma y al
orden social y evita, al mismo tiempo, las acciones de contención y control de los miembros
policiales. Por su parte, la función represiva del uso de la fuerza busca incidir en la conducta ya
desplegada que violenta la norma y pone en riesgo su propia seguridad, la de terceros y la de
la propia policía. Por tanto, en este supuesto, es necesario emplear el uso de la fuerza pública
para restablecer el orden y la convivencia armónica de la sociedad.
La facultad Policial para emplear la fuerza pública atiende a su responsabilidad de garantizar el
orden y la paz de la sociedad, a través de la resolución de conflictos individuales o colectivos.
Sin embargo, en muchas ocasiones se ha abusado de esta facultad, causando graves
afectaciones a la integridad de las personas. La fuerza pública debe emplearse en congruencia
con los principios de necesidad y de proporcionalidad. En este sentido, la Corte Interamericana
de Derechos Humanos ha reiterado:

Conforme a las pautas internacionales que se han elaborado referentes al uso progresivo de la
fuerza por parte de los miembros de las policías en el mundo, para cumplir su función, esa
actividad debe ser necesaria y proporcional a las necesidades de la situación y al objetivo que
se trata de alcanzar. Asimismo, la adecuación de los procedimientos de los policías de
seguridad a los parámetros internacionales significa que el empleo de la fuerza debe ser tanto
necesario como proporcional a la situación, es decir, que debe ser ejercido con moderación y
con proporción al objetivo legítimo que se persiga.

Antes de recurrir al empleo de la fuerza física, medios de coacción o uso de armas de fuego, es
indispensable que los policías utilicen medios no violentos para enfrentar la situación de riesgo
o que atente contra la seguridad ciudadana. Para ello, es ineludible que se actualicen dos
aspectos. Primero, debe existir una normatividad legal específica para el uso de la fuerza
pública, en la cual se incluya una perspectiva de derechos humanos. Segundo, los Miembros
de la policía deben estar totalmente capacitados en la materia, es decir, tener una cultura de
legalidad y de respeto a los derechos humanos.

La facultad de recurrir a la fuerza puede afectar el derecho más fundamental de todos: el


derecho a la vida; el uso de la fuerza por la policía que constituya una violación del derecho a
la vida, es la violación más clara de uno de los principios fundamentales de la labor policial: el
de mantener la seguridad y la integridad física de sus conciudadanos. Según las circunstancias,
también puede ser una infracción gravísima del derecho penal y del derecho internacional.

El derecho a la vida está protegido por el derecho internacional consuetudinario así como por
el artículo 3 de la declaración Universal de Derechos Humanos, que dice lo siguiente: "
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona".

6.4 MARCO LEGAL

6.4.1. Base Legal Nacional

a. Constitución Política del Estado Plurinacional

Art. 251.I.” La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de
la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el
territorio boliviano. Ejercerá la función policial de manera integral, indivisible y bajo mando
único, en conformidad con la Ley Orgánica de la Policía Boliviana y las demás leyes del Estado”.

Todas las sociedades del mundo conforme a la evolución del ser humano viven y se
desenvuelve enmarcada a normas que rigen el comportamiento de las personas, instituciones,
estados, respeto a los derechos humanos, etc. Por tanto, Bolivia tiene como base legal interna
su Constitución Política que rige en todo el territorio a sus habitantes, instituciones, etc.

b. Ley Orgánica de la Policía Boliviana


Art.2 “La Policía Nacional tiene a su cargo la totalidad de la actividad policial; centralizada bajo
un solo mando y escalafón único los órganos policiales mencionados en el art. 251 con la
finalidad de cumplir las funciones específicas que le asignen las leyes y reglamentos.

Art.6 La Policía Nacional tiene por misión fundamental conservar el orden público, la defensa
de la sociedad, en un clima de paz y tranquilidad.

La Ley Orgánica de la Policía, seguida de la Constitución enmarca los lineamientos específicos


de la Institución Policial, la creación de cuerpos y unidades ordenadas de acuerdo con las
necesidades de la sociedad en materia de seguridad, especificando roles.

c. Código Penal

Art. 11 I. Está exento de responsabilidad:

1) (LEGÍTIMA DEFENSA). El que en defensa de cualquier derecho, propio o ajeno rechaza


una agresión injusta y actual siempre que hubiere necesidad racional de la defensa y no
existiese evidente desproporción del medio empleado.

2) (EJERCICIO DE UN DERECHO, OFICIO O CARGO, CUMPLIMIENTO DE LA LEY O DE UN


DEBER). El que, en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo, cumplimiento de la ley o
de un deber, vulnera un bien jurídico ajeno.

El Código Penal es otra de las normativas que rige y condiciona el comportamiento humano de
todos los estantes y habitantes del territorio boliviano, dejando en claro que las inconductas
están sujetas a sanciones con el propósito de enmendar y rectificar lo errado, que como seres
humanos no somos perfectos pero que tenemos la capacidad de comprender y discernir lo
bueno de lo malo.

d. Manual de Técnicas Básicas de Intervención Policial en el Contexto de los Derechos


Humanos.

“Como policía has recibido la facultad del uso de la fuerza, la que deberá ser administrada bajo
los principios de legalidad, proporcionalidad y necesidad; y siempre de una manera progresiva,
ética y técnica; incluido el extremo del empleo letal de las armas de fuego, las que deberán
usarse en los casos estrictamente necesarios para la defensa de la vida, sea la tuya o la de
terceros”.

“En algunos casos puede ser preciso recurrir a la fuerza para detener a un sospechoso; ello se
hará sólo cuando sea estrictamente necesario y nada más que en la medida precisa para
alcanzar el objetivo lícito que se persigue”.

El Manual está dirigido específicamente, al entrenamiento que deben tener, así como la
capacidad de discernir cuando y como aplicar la fuerza. El funcionario policial, durante mucho
tiempo desde la etapa de formación recibe un entrenamiento especial físico, psicológico,
técnicas, tácticas en el empleo de medios letales y no letales acompañados de conocimientos
teóricos legales en las cuales tiene la obligación durante el ejercicio de su deber enmarcar su
conducta profesional al servicio de la sociedad.

6.4.2. Base Legal Internacional

a) Declaración Universal de los Derechos Humanos


“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están
de razón y de conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.” (Art. 1)

El ser humano en el transcurso de la historia ha marcado grandes hechos positivos y negativos


para la sociedad y la humanidad siendo una de ellas las guerras bélicas donde muchísima
gente inocente ha sufrido traumas y pérdidas irremediables de vida, salud, torturas,
privaciones, etc. En fin, una violación inminente de los Derechos Humanos, por tanto, en
Asamblea General de las Naciones Unidas se aprueba la declaración de los Derechos humanos
el 10 de diciembre de 1948, este documento es considerado hasta la actualidad como el
fundamento de todo el sistema de Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos y se lo
tiene como un patrón para medir el grado de respeto y aplicación de las normas
internacionales en torno al a la cual gira las demás leyes.

b) Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

Artículo 21:

“Se reconoce el derecho de reunión pacífica. El ejercicio de tal derecho sólo podrá estar sujeto
a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en
interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del orden público, o para proteger la
salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los demás".

Aprobado el 16 de diciembre de 1966, este tratado obliga a los estados a promover el respeto
efectivo de los derechos y libertades de los seres humanos en el ámbito universal y cuenta con
un Comité encargado de supervisar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los
estados ratificados de la cual Bolivia es parte adherida desde el 12 de agosto de 1982.

c) Principios Básicos sobre el empleo de la Fuerza y de Armas de fuego por los


Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley.

P.4. “Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en el desempeño de sus funciones,
utilizarán en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al empleo de la
fuerza y de armas de fuego. Podrán utilizar la fuerza y armas de fuego solamente cuando otros
medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado previsto”.

P.9. Los Funcionarios Encargados de Cumplir la Ley no emplearan armas de fuego contra las
personas salvo en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte
o de lesiones graves, o con el propósito de evitar la comisión de un delito particularmente
grave que entrañe una seria amenaza para la vida, o con el objeto de detener a una persona
que represente peligro y oponga resistencia a su autoridad.

P.12. “Dado que todas las personas están autorizadas a participar en reuniones lícitas y
pacíficas, de conformidad con los principios consagrados en la Declaración Universal de
Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los gobiernos y
los organismos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley reconocerán que la fuerza y
las armas de fuego pueden utilizarse solamente de conformidad con los principios 13 y 14”.

P.13. “Al dispersar reuniones ilícitas, pero no violentas, los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley evitarán el empleo de la fuerza o, si no es posible, lo limitarán al mínimo
necesario”.

P.14. “Al dispersar reuniones violentas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
podrán utilizar armas de fuego cuando no se puedan utilizar medios menos peligrosos y
únicamente en la mínima medida necesaria. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la
ley se abstendrán de emplear las armas de fuego en esos casos, salvo en las circunstancias
previstas en el principio 9”.

P.20. “En la capacitación de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, los gobiernos
y los organismos correspondientes prestarán especial atención a las cuestiones de ética
policial y derechos humanos, especialmente en el proceso de indagación, a los medios que
puedan sustituir el empleo de la fuerza

Los principios Básicos sobre el empleo de la fuerza y armas de fuego, fueron adoptados por el
Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre prevención del delito y tratamiento del
delincuente 1990, donde considera el carácter peligroso de la labor policial, que la amenaza a
la vida y la seguridad de los funcionarios debe considerarse como una amenaza a la estabilidad
de toda la sociedad ya que el policía es un representante del estado y que tiene la obligación
de cumplir y hacer cumplir las leyes haciendo uso legal de los medios proporcionados que el
estado le otorga siempre enmarcando la conducta y ética profesional en respeto a los
derechos Humanos. La labor policial se desarrolla en una permanente lucha por la paz interna
en una constante tensión de desarrollo de la sociedad de la cual también es parte.

Por la importancia del tema de la monografía hago referencia específicamente a los principios
relacionados con el uso de la fuerza como son los principios 4,9,12,13,14, 20, que respalda la
normativa internacional el uso de la fuerza y armas de fuego previa preparación, capacitación
y observación de los Derechos Humanos.

d) Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplirla Ley.

Art. 3 “Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo cuando
sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas”.

La labor de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley constituye un servicio social de
gran importancia. En consecuencia, es preciso mantener y mejorar las condiciones de trabajo y
la situación de estos funcionarios. Por eso este articulo demuestra la capacidad de saber
cundo es necesario el uso de la fuerza, en la protección del derecho a la vida, la libertad y la
seguridad de las personas.

Uso progresivo de la fuerza por la policía

Para aplicar el uso de la fuerza, la policía debe realizar una labor ética y lícita, la misma que
está basada en los siguientes principios fundamentales:

 El respeto y el cumplimiento de la ley

 El respeto de la dignidad de la persona humana

 El respeto y la protección de los derechos humanos

El uso progresivo de la fuerza por parte de la policía, es la selección adecuada de opciones de


fuerza en respuesta al nivel de sumisión del ciudadano sospechoso, en una secuencia lógica y
legal de causa y efecto. Consiste pues en la evaluación de tres situaciones:

 1. Sumisión del sospechoso:

 a. Cooperativo

 b. Resistente pasivo
 c. Resistente activo

 d. Agresivo no letal

 e. Agresivo letal

 2. Percepción del riesgo

 3. Niveles de fuerza:

 a. Presencia física

 b. Uso de medios no violentos (contacto visual, verbalización, negociación, mediación,


etc.)

 c. Control físico

 d. Uso defensivo de armas no letales (uso de vara, agua, gases lacrimógenos, etc.)

 e. Fuerza letal (uso de armas de fuego)

Modelo de uso progresivo de la fuerza

El modelo de uso progresivo de la fuerza es un recurso visual, destinado a auxiliar en la


conceptuación, planeamiento, entrenamiento y en la comunicación de los criterios sobre el
uso de la fuerza utilizado por la organización policial y sus agentes, refuerza la comprensión
del policía sobre las relaciones de causa y efecto entre él y el sospechoso;

Actúa de forma preventiva aumentando la confianza y competencia del policía; servirá para


orientar a los policías en su día a día operacional, dándoles un parámetro más perceptivo
sobre cuándo, dónde, cómo y por qué hacer el uso de la fuerza.

Principios esenciales para el uso de la fuerza

La doctrina considera los siguientes principios esenciales para el uso de la fuerza y de armas de
fuego:

 1. El uso de la fuerza:

 En primer lugar debe recurrirse a medios no violentos.

 Se utilizará la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario.

 Se utilizará la fuerza sólo para fines lícitos de aplicación de la ley.

 No se admitirán excepciones ni excusas para los usos ilegítimos de la fuerza.

 El uso de la fuerza será siempre proporcional a los objetivos lícitos.

 La fuerza se utilizará siempre con moderación.

 Se reducirán al mínimo los daños y las lesiones.

 Se dispondrá de una gama de medios que permitirá un uso diferenciado de la fuerza.

 Todos los agentes de policía recibirán adiestramiento en el uso de los distintos medios


para el uso diferenciado de la fuerza.

 Todos los agentes de policía recibirán adiestramiento el uso de medios no violentos.


 2. Responsabilidad por el uso de la fuerza y de armas de fuego:

 Todos los incidentes de uso de la fuerza o de armas de fuego se notificarán a los


funcionarios superiores quienes los examinará.

 Los funcionarios superiores asumirán la debida responsabilidad cuando


tengan conocimiento o deberían haberlo tenido, de que los funcionarios a sus
órdenes, recurren al uso ilícito de la fuerza o de armas de fuego y no adoptan todas las
medidas correctivas a su disposición.

 Los funcionarios que se nieguen a obedecer una orden ilícita de uso de la fuerza o de
armas de fuego, no serán objeto de ninguna sanción penal o disciplinaria.

 No podrá alegarse obediencia de órdenes superiores para eludir responsabilidades en


caso de uso ilícito de la fuerza o de armas de fuego.

3. Circunstancias admisibles para el uso de armas de fuego:

 Las armas de fuego se utilizarán únicamente en circunstancias extremas.

 Las armas de fuego se utilizarán sólo en defensa propia o en defensa de otros, en caso
de amenaza inminente de muerte o de lesiones graves.

 Para evitar un delito particularmente grave que entrañe un serio peligro para la vida.

 Para detener o impedir la fuga de una persona que plantea ese peligro y que se opone
a los esfuerzos por eliminar ese peligro.

 En todos los casos, solo cuando las medidas menos extremas resulten insuficientes.

 El uso intencionado de la fuerza y de armas de fuego con fines letales se permitirá solo
cuando sea estrictamente inevitable a fin de proteger una vida humana.

 4. Procedimientos de uso de armas de fuego.

 El funcionario debe identificarse como agente de policía.

 Advertir claramente de su intención de usar armas de fuego.

 Dar tiempo suficiente para que se tenga en cuenta la advertencia.

 No será necesario si la demora pudiera dar lugar a la muerte o a heridas graves en el
agente u otras personas.

 Resulta evidentemente inútil o inadecuado de las circunstancias del caso.

 5. Después del uso de armas de fuego.

 Se prestará asistencia médica a todas las personas heridas

 Se informará a los familiares o a los amigos de los afectados.

 Se permitirá la investigación del incidente cuando se solicite o exija.

 Se efectuará un informe completo y detallado del incidente

 Todos los agentes de policía recibirán adiestramiento en el uso de medios no


violentos.
En el ámbito internacional, el Código de Conducta para Funcionarios Encargados de hacer
cumplir la Ley, establece que en el desempeño de sus tareas, protegerán la dignidad humana,
manteniendo y defendiendo los derechos humanos. Establece que el uso de la fuerza debe ser
excepcional, en la medida en que sea necesaria para la prevención de un delito y no podrá
usarse de manera que exceda estos límites. Asimismo, en su artículo tercero, señala que
dichos funcionarios sólo podrán usar la fuerza cuando sea estrictamente necesario y en la
medida que lo requiera el desempeño de sus tareas.

Por otro lado, los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los
Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, conocidos como Principios de la Habana,
señalan en el numeral 4 que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en el
desempeño de sus funciones, utilizarán en la medida de lo posible medios no violentos, antes
de recurrir al empleo de la fuerza y de armas de fuego. De la misma manera el numeral 19
indica que los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley procurarán que
todos los funcionarios de este orden reciban capacitación en el empleo de la fuerza y sean
examinados de conformidad con normas de evaluación adecuadas. Los funcionarios que
deban portar armas de fuego estarán autorizados para hacerlo sólo tras haber finalizado la
capacitación especializada en su empleo.

7. DIAGNOSTICO

ANALISIS DE LOS NIVELES DEL USO DE LA FUERZA

Considerando que el presente trabajo tiene como justificativo el análisis de los niveles de
fuerza empleados por la policía en los diferentes escenarios de conflicto, Bolivia es uno de los
pocos países donde la Policía Nacional hoy Boliviana es la única institución
constitucionalmente establecida que tiene la misión del control y mantenimiento del orden
público para garantizar las libertades constitucionales de todos los estantes y habitantes en
todo el territorio nacional así como la facultad de ejercer labores de seguridad ciudadana en
mantenimiento del orden público, por tanto la misión es atribuida enteramente a la Policía
Boliviana quien a través de las instancias correspondientes elabora los planes para cada
ocasión
Uso Progresivo y diferenciado de la fuerza
PRIMER NIVEL

RIESGO LATENTE PRESENCIA POLICIAL (Contacto


Visual)
Es la situación de un ambiente hostil, donde Una vez publicada la planificación de Policía
los posibles actos violentos que el o los Boliviana a través de las unidades
infractores de la ley pretenden para infundir convocadas en el plan, para el cumplimiento
miedo o intimidación psicológica ante la de la misma realiza la presencia policial
población. distribuida de tal manera que se tenga el
control absoluto desde tomando en cuenta,
todas las medidas de seguridad policial.

SEGUNDO NIVEL

COOPERADOR VERBALIZACION
Es natural que durante el desarrollo de las Es una constante que caracteriza a la Policía
actividades propias del deporte surgen en el desarrollo de su labor de control y
altercados, disgustos, insultos ofensivos que mantenimiento del orden público en
muchas veces o casi siempre requiere de la general. El Policía también es un ser social
intervención de la Policía para poner orden. que entre una de las características
Sin embargo, el infractor accede y coopera elementales es la comunicación y el
con la labor policial sin mostrar resistencia raciocinio que le permite desarrollar una
alguna. verbalización con el o los infractores de la
ley con el propósito de lograr
respetuosamente que desista de su actitud
descontrolada.

TERCER NIVEL

RESISTENCIA PASIVA NO COOPERADOR CONTROL FISICO VERBALIZACION

Generalmente es una situación en la que el Capacidad de la policía de dominar la


infractor muestra resistencia ante la policía situación, identificando al o los infractores
demostrando actitud rebelde y agresiva que con quienes se establece una verbalización
puede ser atribuida a cualquier justificativo. enérgica que demuestre que se tiene el
control sin que se pierda el respeto de
ambos lados.

CUARTO NIVEL:
RESISTENCIA FISICA CONTROL FISICO
Es prácticamente la actitud desafiante que La policía con la sola presencia en el lugar
demuestra el o los agresores frente a la toma el control físico e identifica a los
policía haciendo caso omiso a cualquier cabecillas para centrar en el su atención y
verbalización. lograr de ellos la desarticulación.
QUINTO NIVEL

AGRESION NO LETAL TECNICAS DEFENSIVAS NO LETALES

Es prácticamente la agresión del o los La policía ante una agresión inminente


infractores, muchas veces utilizando objetos interviene haciendo uso de la fuerza
que probablemente no causen la muerte, aplicando técnicas y conocimientos
pero pueden dañar la integridad física y/o enmarcados en los principios de necesidad,
materiales. legalidad, proporcionalidad. Es decir, hace
uso del equipo policial que inicialmente le
sirve para protegerse, (el escudo, bastón PR-
24, manillas policiales, agentes químicos
como el gas lacrimógeno, etc.) para
neutralizar una situación agresiva contra la
integridad de las personas, con mayor razón
cuando estas son víctimas inocentes.

SEXTO NIVEL

AGRESION LETAL FUERZA POTENCIAL LETAL


Es el nivel más crítico ya que el uso de armas En este nivel la policía solo tiene fracción de
u objetos letales en manos de los segundos para tomar decisiones y analizar
particulares sin ningún tipo de los principios fundamentales para hacer uso
entrenamiento trae consecuencias fatales. de sus armas ante una agresión letal en
legítima defensa propia o la de terceros.

Considerando siempre todos los factores


que rodean el lugar y las circunstancias
donde deberá desenvolverse con mucho
profesionalismo.

En concordancia, los cuerpos de seguridad policial deberán tener en cuenta estos parámetros
para ejercer sus funciones públicas. Es decir, la fuerza no debe emplearse de acuerdo con la
voluntad de cada miembro policial. Por el contrario, el uso de la fuerza se debe ajustar a los
criterios internacionales y nacionales que determinan exclusivamente cuándo ha de emplearse
la fuerza pública. Así la función policial debe atender siempre a los criterios normativos legales
permitidos y a la preservación de la dignidad humana, aún en casos de extrema urgencia, sin
llegar a tener que estar lamentando diferentes violaciones normativas que pongan en
problemas la imagen institucional y los códigos de ética establecidos.

La capacitación, la sensibilización, el cambio de cultura y la participación ciudadana juegan un


papel importante para lograr el cambio social tan esperado. Así, el perfeccionamiento del
Estado de derecho exige que los derechos humanos sean el eje trasversal de todas las
actuaciones de la administración pública, incluyendo, por supuesto, la función policial

8. ANALISIS

En el presente trabajo luego de haber tomado en cuenta diferentes conceptos y criterios de


varios autores, que desde mucho tiempo atrás han realizado estudios del comportamiento
humano, sociedades, culturas, idiosincrasia, intereses, autoridades gubernamentales, las leyes
internas e internacionales en el marco de respeto a los Derechos Humanos. El hombre ha ido
evolucionando y con él, primero sus derechos y segundo sus obligaciones quedando el
segundo al olvido y solo se exige el primero Así como de la importancia de la existencia de la
Policía y sus facultades especialmente en mantener el orden público y el cumplimiento de la
ley. La calidad de la aplicación de la ley depende, en gran medida, de la calidad de los recursos
humanos disponibles. Las actitudes y conducta básica refleja el grado de educación que tiene
el ser humano quien en es protagonista principal de estos hachos violentos alteran el
ambiente de paz y tranquilidad con el que debería desarrollarse cualquier actividad social.

Los derechos humanos deben constituirse como un límite y a la vez como un objetivo de la
Policía Boliviana. En las sociedades democráticas es evidente que los derechos humanos y la
función policial tienen una relación estrecha, pues su finalidad es lograr el bienestar de la
ciudadanía y garantizar su integridad y seguridad, en un ámbito del vivir bien y el sumaj
kamaya reconocido como un plan estratégico nacional.

La actividad de la fuerza pública legítimamente orientada a la protección de la seguridad


ciudadana ocupa un papel fundamental. Sin embargo, en la actualidad, el abuso de las
autoridades policiales se ha constituido como un factor de riesgo para la seguridad de las
personas, tomando en cuenta las políticas sociales que vivió nuestro país estos últimos años,
donde la policía boliviana jugo un papel primordial para el cambio de gobierno.

Si bien es cierto que los cuerpos policiales, en ejercicio de sus funciones, cuando la ley lo
estime necesario, pueden limitar el ejercicio de ciertos derechos y libertades, esto no puede,
bajo ningún supuesto, justificar violaciones a derechos humanos. Las herramientas legales con
las que cuentan la Fuerza del Orden (policía boliviana) para defender la seguridad de la
ciudadanía no pueden ser utilizadas para avasallar estos derechos, mas al contrario están para
la defensa de la sociedad y el auxilio a los mismos.

La formación de la función policial desde la perspectiva de la ética pública y de los derechos


humanos es un requisito sine qua non en los Estados democráticos de derecho. Son éstos
quienes, a través de sus servidores policiales, están obligados a garantizar el orden y la
seguridad pública, sin dejar de lado el entender del policía sobre su accionar y las limitaciones
que podamos demostrar en los momentos de caos y disturbios civiles dentro de un estado de
derecho, por lo cual el activar también los límites de derechos constitucionales pueden ser
para nosotros una herramienta esencial para poder llevar adelante nuestras funciones con un
respaldo legal constitucional en materia de derechos humanos a nivel internacional.

La participación de la ciudadanía en el alcance de este objetivo es un factor relevante, no


obstante, estará sujeta al nivel de confianza que tengan en sus instituciones de seguridad, de
ahí que resulte importante trabajar en dicha reestructuración institucional y funcional.

Las estrategias y políticas públicas en materia de seguridad deben ser evaluadas desde la
perspectiva de los derechos humanos. Sólo a través de una ética pública, basada en el respeto
a la dignidad y a los derechos y libertades fundamentales, podremos cruzar esta ola de
inseguridad y violencia que desafortunadamente se ha generalizado en gran parte de América
Latina, que viene como una cambio en las ideologías políticas de cada país siendo la izquierda
el ámbito político domínate en este último periodo de tiempo.

Desde esta perspectiva, la solución que se plantea radica en una nueva cultura gubernamental
de los derechos humanos, en conjunto con la sociedad y las entidades de mantener el orden
interno como externo de nuestro país para así de esta manera tener una nueva cultura de
seguridad enmarcada en los derechos humanos y la ética pública en nuestro territorio.

Esto quiere decir que todos los servidores públicos policiales, independientemente del rango y
de las funciones que desempeñen, deben conocer y entender los derechos humanos. Para que
así de esta manera, se encuentren en posibilidades de llevar a cabo sus funciones con ética y
con respeto a estos mínimos vitales, siempre viendo y entendiendo la función policial desde un
punto de vista social.

El ejercicio de la función policial es indispensable para el desarrollo y progreso de los Estados,


de igual manera, constituye una función con mucha responsabilidad para el resguardo de la
sociedad civil, de sus bienes y la convivencia en un clima de paz y tranquilidad como se
manifiesta la agenda patriótica que tiene el gobierno bajo el principio de vivir bien. Por ello, su
nueva concepción de la función policial desde el ámbito de los derechos humanos, a través de
la implantación de una cultura y de la ética pública, debe ser una tarea de urgencia en las
agendas estatales, y coordinada con los altos mandos de la Policía Boliviana para su inmediata
implementación a nivel nacional.

9. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Función policial y derechos humanos son dos temas relacionados. En los países donde se
cometen violaciones de derechos humanos, prácticamente en todos los casos la policía está
implicada de un modo u otro. Entre las violaciones de derechos humanos en las que interviene
la policía figuran el abuso de los poderes (uso ilegítimo de la fuerza, arresto y detención
ilegales), por una parte, y el desconocimiento de las normativas en el desempeño de las
funciones policiales por otra. La policía boliviana tiene un sin fin de dificultades internas que
afecten la imagen institucional que son escasos asilados pero que siempre estarán inmersos en
el deterioro de la credibilidad policial (corrupcion, carece de interés, desmotivación, haber
recibido escasa formación, etc.), todo lo cual se traduce en labor policial que no puede o no
está dispuesto a alcanzar sus legítimos objetivos con el compromiso requerido. Pero incluso en
los países donde la policía recibe una formación amplia, donde se han desarrollado métodos
de captación y selección avanzados y donde hay abundantes recursos, siguen cometiéndose
violaciones de derechos humanos, tal como se documenta en muchos informes de Amnistía
Internacional sobre los distintos países. ¿Por qué sucede así y cómo pueden los defensores de
los derechos humanos desarrollar estrategias eficaces y relevantes para la intervención y la
relación de trabajo con la policía?

Primero.- ¿Cómo se producen las violaciones de derechos humanos y cómo persisten?

La respuesta variará de un país a otro debido a las diferencias existentes entre la realidad de
cada uno. Por ello, todo intento de intervenir en relación con la conducta de la policía debe
basarse siempre en un análisis y una evaluación contextuales, es decir al ámbito del país
donde se están violando los derechos humanos y quienes son los actores en este cometido, de
la misma manera se debe de realizar un análisis de la normativa legal interna y la internacional
si está o no está reconocido los derechos humanos dentro de este país.

Debe entenderse siempre con claridad que la policía forma parte del sistema del Estado en
todos los aspectos. La historia del país, su cultura, economía, etc., se reflejan en su legislación
y sus políticas, así como en su práctica operativa y en el lenguaje que se emplea.

Una acción policial respetuosa de los derechos humanos requiere, para su desarrollo, un
entorno respetuoso de estos derechos. Tratar de intervenir en la acción policial, al tiempo que
se pasa por alto este simple hecho, rara vez será eficaz, acaso nunca. Teniendo esto presente,
daremos cuatro conclusiones específicas sobre las intervenciones en materia de derechos
humanos y la ética pública, que tratan de mejorar la acción policial y cómo estas acciones
pueden ser más eficaces.

1. Cen excesiva frecuencia se analiza el accionar de la Policía Boliviana en forma aislada,


como si fuera posible mejorar la situación de los derechos humanos cambiando sólo este
aspecto del sistema de seguridad y justicia, mientras los otros aspectos se dejan intactos,
nos referimos a el porque acciono la policía el lado represivo sobre la sociedad, pasando
por alto de este modo las relaciones mutuas entre las diferentes instituciones, y la
sociedad que intervienen en el momento de realizarse la violación de derechos humanos.

Toda estrategia de derechos humanos que pretenda ser eficaz debe comenzar siempre
con una evaluación del sistema de seguridad y justicia, y a continuación analizar el papel
que la policía desempeña dentro del Estado. Esto debe incluir siempre un análisis del
marco legal y de políticas sobre el cual actúan la policía y los demás organismos de
seguridad y justicia, tomando en cuenta la normativa interna como la normativa
internacional en materia de derechos humanos. y del grado de claridad con que define
los límites de los derechos de las personas y los límites del accionar policial. Debe incluir
asimismo una evaluación de sus autoridades administrativas y políticas, tomando en
cuenta que somos una institución fundamental del estado que respondemos en línea
directa con el Ministerio de Gobierno, por ende del gobierno central en actual vigencia.
De la misma manera cualquier reforma en el ámbito de derechos humanos en el accionar
policial con ética pública debe de estar acompañado del compromiso de las autoridades
policiales.

2. En muchos casos, las intervenciones en materia de derechos humanos en relación con la


acción policial centran la atención en las operaciones policiales donde se observan la
violación de derechos humanos. Los programas de reforma policial se centran a menudo
en la aplicación de nuevoos procedimientos doctrinales o metodologías, que implican una
mejor forma de “acción policial basada en la sociedad” o incluyen el despliegue de nuevas
prácticas a través de la formación. Por otro lado podemos decir que las intervenciones
policiales en cuanto al uso de la fuerza solo centran el estudio en el accionar policial,
dejando a un lado las causas que provocaron este uso de la fuerza y el motivo que se
denuncia para la violación de derechos humanos y su persistencia. Por lo cual siempre
vamos a tener las denuncias centradas en la policía boliviana y mucho más sobre los
servidores policiales de base y cuál es su forma de proceder en estos hechos, lo que es un
cotidiano vivir siendo que no toda la sociedad está de acuerdo con el gobierno
legítimamente establecido de turno, teniendo como un agente represor para los ojos de
la sociedad a la Policía Boliviana.
3. Entededor la labor policial en el ámbito de derechos humanos y la ética policial está
referido en este acápite al poder establecer las consecuencias que se tiene al momento
de realizar la labor policial al momento de realizar los procedimientos policiales de
represión ante la sociedad por conflictos sociales o un caos social que afecta la paz social
y el normal desenvolvimiento de las personas en un estado de derecho. Por los tanto los
entendidos en la materia de derechos humanos siempre cuestionaran el accionar policial
poniendo como un pretexto el desconocimiento de la normativa internacional en este
tema por parte de los servidores policiales. Por este hecho la ONU. Siempre tendrá la
intención de poder realizar una investigación sobre la posible violación de los derechos
humanos en el accionar de la policía, en Bolivia la Asamblea Permanente de derechos
Humanos esta siempre cuestionando la labor policial al momento del restablecimiento del
orden en el uso progresivo de la fuerza, sin poder entender las causas que llevan a realizar
el uso de la fuerza para mantener el orden jurídico y social. Es por eso que siempre
estaremos en la mira de la sociedad como un ente represor ya que en la investigación que
se realiza no se toma en cuenta el punto de vista policial. De la misma manera se puede
manifestar que labor policial profesional que se realiza estará apegada a la normativa
actual vigente y el código de ética policial. Por lo cual debemos manifestar que debería
existir un equilibrio en ambas partes para poder evitar la violación de derechos humanos
de manera permanente, asumiendo la responsabilidad compartida para tener una función
eficaz en materia de Derechos Humanos.

4. El accionar policial en materia de derechos humanos siempre la formación, la practica en


diferentes metodologías y técnicas operativas, en cuestiones jurídicas, en derechos
humanos, en relaciones sociales, etc. Una y otra vez se formulan recomendaciones que
subrayan la importancia de mejorar la formación, la práctica y el uso de nuevas formas de
represión enmarcadas en el respeto a los derechos humanos el código de ética y otros,
que suponen el mejor trato de los servidores policiales a la comunidad en general,
teniendo como convicción que esta preparación será la solución para todos los problemas
y denuncias que se presentan por nuestro accionar policial, en primer lugar, y la más
importante, porque muchos problemas de derechos humanos no son producto
únicamente de una capacitación inadecuada sino de la ausencia de normas y
procedimientos adecuados en los que basar la formación.

Para abordar la acción policial y tratar de influir en el comportamiento de la policía es


necesario un conocimiento riguroso de la policía y del contexto en el que actúa. Para entender
a la policía y todas las complejidades que intervienen, conocer los conceptos de la labor
policial y las normas relevantes puede ser de utilidad para conseguir un análisis más profundo,
objeto de la acción y desarrollar una investigación y una estrategia de acción o de relación de
trabajo eficaces e integrales.

Ese análisis puede llevar perfectamente a la conclusión de que para cambiar el


comportamiento de la policía pueden ser en efecto más provechosos los cambios normativos
la socialización de las normas en materia de derechos humanos, asa como una mayor
participación de los entendidos en el área de derechos humanos, con la finalidad de una
coordinación con todos los partícipes en la sociedad.
RECOMENDACIONES

El reto para la policía será conseguir que los cambios de los ciudadanos se produzcan, visto
desde otra perspectiva, es necesario que se abandone la muy clara tendencia de resistirse a la
función policía hasta los más pequeños ámbitos de la convivencia.

Para mejor entender realizamos un cuadro para poder realizar diferentes recomendaciones del
accionar policial en materia de derechos humanos y código de ética publica policial.

DETERIORO DE LA IMAGEN POLICIAL ANTE LA CIUDADANÍA CAUSAS, RECOMENDACIONES Y


RESPONSABLE

NO CONCEPTO RECOMENDACIONES RESPONSABLES


.
• Revisión de currícula de • UNIPOL
programas de educación y • Dirección de
capacitación policial, en Personal de comando
Materia de Derechos Humanos general.
• Elaboración de perfil de
policías por su especialidad, • FELCC
enmarcados en DDHH.
• UNIPOL
Función Policial • Mejor entrenamiento
en protección de la escena del
Reconocido en la • Inspectoría
crimen.
Normativa Interna y Comando general
1 • Introducir en los planes
en la Normativa de estudio el papel de cada
Internacional, operador de justicia en el • Dirección de
basados en los proceso, de investigación Inteligencia
DDHH. Y el Codigo de incorporando la función de
Etica Policial fiscales y jueces.
• Crear o mejorar las
instancias de supervisión del
trabajo policial desde la
Inspectoría General.
• Mayor tecnificación en
el registro de la información
policial.
• Crear y/o mejorar las • Comando
instancias de control interno de General Policía
la actuación de los policías, en el Boliviana
Área del Derecho Internacional. • Tribunal
• Revisar el reglamento, el Disciplinario
Control del procedimiento y los mecanismos • Ministerio
funcionario Policial de aplicación de sanciones a los Público, FELCC,
Reconociendo los policías que cometen Comando General.
2
irregularidades, sin vulnerar los
DDHH. Y el Código de • DIDIPI
DDHH.
Ética Policial • Organizaciones
• Apoyar y capacitar de
manera permanente a los de Sociedad civil que
investigadores de las áreas trabajen asuntos del
investigativas. sistema de justicia.
• Establecer los
mecanismos de coordinación
entre la instancia de control
interno de la Policía y la fiscalía
correspondiente, en el marco de
la Etica Policial
• Garantizar a la
ciudadanía la existencia de una
instancia profesional y
respetuosa para la recepción de
denuncias contra los policías.
• Redistribuir la atención y los • Seguridad
recursos policiales en función Ciudadana
Mejoramiento de la de los delitos de mayor • Comandos
Función Policial sensibilidad ciudadana. departamentales,
Establecido en el • Fortalecer los proyectos de unidades policiales
trabajo coordinado entre Policía Comando General
cumplimiento del •
3 y comunidad. Fortalecer la Ministerio de
Manual de
coordinación entre Policía Gobierno,
Restitución del • Boliviana, el gobierno central y Gobiernos
Orden Publico, local, •
autónomo
reconociendo los fortaleciendo las instancias Departamentales y
DDHH. prejudiciales de solución de Alcaldías
conflictos.

• Introducir en los planes de • Secretario de


educación y capacitación la idea Seguridad
del policía como servidor • Comando General
Actitud Policial público
Enmarcado en el • Asegurar el conocimiento • FELCC
4 Cumplimiento del policial de la Ley Orgánica de la Conciliación
Policía y de los reglamentos •
Código de Ética Ciudadana
vigentes.
Policial Garantizar la recepción de

denuncias y el proceso de
investigación y sanción a todos
los ciudadanos que se sientan
afectados por algún delito o
falta y contravención a la norma
• Modernizar y tecnificar la • EPIS
información y la recepción de
denuncias en las instalaciones • BOL110
policiales
• Mejorar la capacitación de los
policías de las Estaciones
Policiales y Patrullaje
10 BIBLIOGRAFIA

1. El DIARIO H. C. F. Mansilla 27/12/2018

2. PUBLICA Viernes, 26 Septiembre 2014

3. INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

4. OPINION, 27 de octubre de 2013

5. EL DIARIO, 28 de Febrero de 2017

6. EL PERIODICO, 2 abril, 2018

7. ONU Declaración de los derechos humanos

8. MANUAL, ampliado de derechos humanos para la policía

9. C.P.E. Constitución Política del Estado Plurinacional

10. Ley Orgánica de la Policía Boliviana

11. Código Penal

12. Manual de Técnicas Básicas de Intervención Policial en el Contexto de los Derechos


Humanos.

13. Declaración Universal de los Derechos Humanos

14. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

15. Principios Básicos sobre el empleo de la Fuerza y de Armas de fuego por los Funcionarios
Encargados de Hacer Cumplir la Ley.

16. Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplirla Ley.

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