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Prueba concepto con enfoque sistemático

1. Comparación con la competencia:


Utiliza la herramienta de validación que hayas seleccionado para identificar a la competencia.
Analiza los resultados de tu prueba de concepto en comparación con los de la competencia.
Destaca las fortalezas y debilidades relativas.
2. Identificación de hallazgos:
Señala los hallazgos clave de tu prueba de concepto. Esto podría incluir descubrimientos
inesperados, tendencias prometedoras o áreas que necesitan mejoras.
3. Oportunidades de mejora:
Identifica oportunidades para mejorar tu idea. Considera ajustes en el diseño, procesos o
estrategias que puedan aumentar la viabilidad y el éxito de tu concepto.
4. Ventajas competitivas:
Destaca las ventajas competitivas de tu idea en comparación con la competencia. Esto podría
incluir características únicas, eficiencias operativas o cualquier otro factor que te dé una ventaja.
5. Informe final:
Compile tus hallazgos, oportunidades de mejora y ventajas competitivas en un informe final.
Presenta la información de manera clara y concisa, respaldada por datos concretos.
6. Retroalimentación y ajuste:
Obtén retroalimentación del proyecto y competencia relevantes y ajusta tu concepto según sea
necesario.

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